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AGUA MAGNETIZADA
Agua magnetizada

El agua magnetizada es un agua sometida a un campo magnético procedente de imanes


permanentes. La Asociación Argentina para el Estudio del Magnetismo dice "El agua
inducida por la fuerza del magnetismo, cambia las características del agua, como
temperatura, densidad, tensión superficial, viscosidad y conductividad" cuando se expone
a un campo magnético de 300 a 10.000 gauss. Los expertos afirman que un campo
magnético hace que en el agua se produzca la alineación y el movimiento organizado de
los electrones en pares estables, lo que no es sorprendente debido a que las moléculas
de agua son dipolos. Las propiedades fisico-químicas del agua magnetizada se utilizan
industrialmente como desincrustantes: en efecto los depósitos calcáreos que resultan al
evaporarse el agua y que se producen al combinarse el calcio en disolución con el
anhídridido carbónico del aire consisten en carbonato cálcico. Los cristales de carbonato
cálcico presentan dos forma dimórficas, la calcita o feldespato de Istandia que cristaliza
en el sistema trigonal y el aragonito que cristaliza en el sistema rómbico. Se ha
comprobado que el agua magnética ocasiona la transformación de la calcita en
microcristales de aragonito que se elimina fácilmente en forma de barros amorfos. Este
tipo de agua magnetizada se obtiene fácilmente con campos magnéticos estáticos que no
precisan pasar de los 300 gauss. Se la suele llamar agua imantada.

Al ir aumentando el flujo magnético se van modificando las propiedades del agua


observándose variaciones en la conductividad eléctrica, en el pH, y otros parámetros
físicos.

Según el flujo magnético empleado, las aguas magnetizadas se clasifican en cuatro


grupos:

Agua imantada: no necesita flujos magnéticos superiores a los 300 gauss-


Agua ionizada: se produce con flujos magnéticos de 600 a 800 gauss y afectan a los
iones disociados presentes en el agua. No hay que confundir el agua ionizada
producida por un campo magnético con el agua que se obtiene al hacer pasar una
corriente eléctrica.
Agua polarizada: el campo magnético ha producido un giro en las moléculas
dipolares de agua que se orientan todas de la misma manera disminuyendo la
viscosidad y la resistencia a la circulación por las tuberias, disminuyendo la presión
necesaria para mantener una circulación adecuada. Este tipo de agua se obtiene con
800 a 900 gauss.
Agua magnetizada: este agua se obtiene con flujos magnéticos de 3.000 a 10.000
gauss y se caracteriza porque se disgredan los "clusters" o racimos de moléculas, de
forma que pueden penetrar mejor en las células. Además, al estar alineadas, las
moléculas de agua penetran mejor en las células.

La experiencia ha demostrado que el agua magnetizada ayuda en el tratamiento de casi


todas las enfermedades, y es en especial benéfica en padecimientos digestivos, nerviosos
y urinarios. Las empresas que fabrican y venden agua magnetizada reinvidican los
numerosos beneficios de consumir agua magnetizada: reducción de la acidez del aparato
digestivo, mejora de la digestión, hipertensión, y efecto ligeramente sedante en el
sistema nervioso. También dicen que el agua magnetizada es efectiva en el tratamiento
del asma, bronquitis, resfriados y todo tipo de fiebres. Localmente, la aplicación de agua
magnetizada parece acelerar la cicatrización de heridas.

En su libro "Agua magnetizada" (1994), F. Ramos Fernandez hace una revisión exhaustiva del agua
magnetizada incluyendo sus aplicaciones industriales y terapeúticas. Las primeras están bien
documentadas gracias a los estudios realizados y publicados en la década de los 50-60 de la URSS, pero
prácticamente no se encuentran referencias sobre los efectos terapeúticos del agua magnetizada.
Como ocurre con muchas de las medicinas alternativas, son pocas las pruebas fiables de
su efectividad, aunque se han publicado algunos estudios en cultivos celulares, animales
y humanos que apuntan en esa dirección. En un articulo publicado en el 2012, Ekici y col.
utilizaron ratas Wistar macho a las que produjeron heridas la espalda de todas las ratas.
A cuarenta de estos animales (grupo M) les fueron colocados imanes de neodimio en
contacto con las incisiones, bien en paralelo (Pa) o (Pr) perpendicular a la incisión. A os
otros 40 animales (grupo control)) les colococaron barritas metalicas no magnetizadas en
las mismas posiciones que los animales implantados. La mitad de los animales en cada
grupo fueron sacrificados y se evaluó la cicatrización postoperatoria el día 7 y la otra
mitad en el día 14 postoperatorio Se realizaron las siguientes evaluaciones: curación,
resistencia mecánica de la cicatriz e histopatología.

Estos autores no encontraron diferencias entre los animales magnetizados y los de


control con respecto a los parámetros brutos de curación. Sin embargo, la resistencia
mecánica fue diferente entre los grupos: En el día postoperatorio 14, el grupo
magnetizado con imanes perpendiculares mostró una puntuación significativamente más
alta que los otros grupos. Los autores concluyen que cuando los campos magnéticos
estáticos de alta potencia, se colocan perpendiculares a la herida, la cicatrización de la
herida de la piel más sólida en este modelo experimental. No se han publicado estudios
fiables que confirmen esta propiedad en el ser humano.

Otros estudios en ratones han demostrado que el agua magnetizada consumida por 40
hembras inducen un mayor número de cuerpos lúteos y una mayor altura de las células
epiteliales de los tubos de falopio, aumentando la fertilidad de los animales en
comparación con los 40 ratones de control.

En 1993, Watt y col., asumiendo que el agua magnetizada se comportaría sobre la placa
de sarro gingival de la misma manera que lo hace eliminando los depósitos de cal de las
tuberías de agua, llevaron a cabo un estudio clínico doble ciego utilizando 64 irrigadores,
en 30 de los cuales se habían eliminado sus dispositivos magnéticos. En 54 pacientes con
el cálculos supragingivales de gran tamaño se distribuyeron los irrigadores al azar con
instrucciones de utilizarlos dos veces al día, particularmente en los 6 dientes anteriores
de la mandíbula y de no cepillarse estos dientes durante la duración del estudio. A los
tres meses se midieron los depósitos, duros y blandos, de la placa gingival. Las
mediciones del grupo que había utilizado un irrigator con un dispositivo magnético
mostraron una reducción del volumen del cálculo de un 44% (p < 0,0005) y una
reducción en el área de la placa del 42% (p < 0,0001) en comparación del grupo
utilizando un irrigador no magnetizado. Estos autores concluyeron que parecía haber una
diferencia estadísticamente significativa en los volúmenes de las deposiciones
supragingivales entre la irrigación convencional y el uso de un irrigador con un dispositivo
magnético de tratamiento del agua.

En la Rev Cubana Med Integr 1998;14(2):171-3 ** se publicó un estudio realizado en 60


pacientes con el diagnóstico de angina de pecho espontánea y de esfuerzo, y otro grupo
formado por 30 enfermos de várices en los miembros inferiores con sintomatología clínica
(dolor, molestias, entumecimiento, calambres, etcétera). Al cabo de los 3 meses de
comenzado el tratamiento, se hizo evidente la desaparición de los síntomas clínicos en
ambos grupos de estudio, cuestión que probablemente está relacionada con una mejoría
funcional vascular y que permite inferir la posibilidad de una mejoría estructural de los
pacientes. Sin embargo, al no haber sido realizado en doble ciego, este estudio no
constituye una prueba irrefutable de la efectividad del agua magnetizada

Magnetización del agua.

Cuando el agua o cualquier otro líquido entran en contacto con un imán permanente
durante cierto tiempo, el magnetismo lo penetra, produciendo, cambios en las
propiedades del líquido.

La forma ideal de magnetizar un líquido es llenar dos botellas, jarras o cualquier otro
recipiente de fondo plano, poner uno en el centro de un imán que tenga el polo norte
expuesto y el otro en un imán con el polo sur expuesto. Los imanes deben tener forma de
disco y tener de 8 a 10 cm de diámetro, para que el fondo de cada recipiente cubra la
superficie de cada uno de los imanes. Los images deben generar un campo magnético de
unos 4000 Gauss. Los recipientes deben ser de vidrio, acero inoxidable o plástico,
materiales que permiten que el magnetismo fluya libremente y actúe sobre el líquido.
Cuando los recipientes se retiran de los imanes, los líquidos magnetizados se guardan en
botellas separadas marcándolas como "Polo norte" y "Polo sur" según se haya
magnetizado desde el polo norte o el polo sur.

En lo que se refiere al grado de magnetización, éste depende de tres condiciones: 1) la


cantidad de líquido que se ponga sobre el imán, 2) la potencia del imán y 3) el tiempo
que el líquido esté en contacto con el imán. Estos tres factores determinan el grado de
magnetización. El método más utilizado consiste en poner dos jarras de agua de un litro
sobre cada uno de los polos de dos imanes redondos de unos 4000 gauss, generalmente
de 12 a 14 horas.

El problema es que, aunque podemos medir la fuerza del imán, no tenemos un método
para medir el grado de magnetización del agua y otros líquidos. A falta de una escala de
medición sólo podemos guiamos por la experiencia. No se ha descubierto todavía, ningún
procedimiento objetivo para medir el grado de magnetización. Algunos fans de la
magnetoterapìa miden la energía del agua magnetizada mediante la escala de Bovis,
atribuyendole un valor de entre 12.000y 14.000 UB. Sin embargo, la técnica del péndulo
es subjetiva y solo pueden llevarla a cabo personas sensitivas y entrenadas.

Los expertos en magnetoterapia utilizan el agua magnetizada como auxiliar del


tratamiento magnético para casi todas las enfermedades. Los autores prescriben tres
dosis diarias, una por la mañana antes del desayuno y las otras dos después de las
comidas. Cada toma será de 60 ml tratándose de adultos, 30 ml para adolescentes y dos
cucharadas soperas para niños de menos de tres años. En algunos casos la dosis
prescrita produce algo de calor o resequedad; siendo así, el paciente puede reducir la
dosis o diluirla mezclando igual cantidad de agua simple con la magnetizada. No
obstante, esta práctica está basada en la experiencia y no está avalada por la autoridad
científica.

Según algunos autores, el agua magnetizada está indicada en el tratamiento de,


abscesos, acidez, acné, afta, alergias, amenorrea, anorexia, artritis, asma, bocio,
bronquitis, calambres, cálculo biliar, cálculo renal, cáncer, caspa, cataratas, catarro,
ciática, cólicos, colitis, conjuntivitis, convulsiones, debilidad muscular, diabetes, diarrea,
dificultades urinarias, dificultades de corazón, disentería, dismenorrea, dispepsia, disuria,
diviesos, dolor (de cabeza, espalda, muelas, rodillas, etc.), eczemas, encías, enuresis,
escaldaduras, espondilitis, espondilosis, estreñimiento, fiebre, fístula, fisura, flatulencia,
fracturas, golpes, gonorrea, gota, hemorroides, hepatitis, heridas, hernia, herpes,
hidrocele, hipertensión, inflamaciones, insomnio, ictericia, leucoderma, leucorrea,
lumbago, malaria, migraña, nefritis, nerviosismo, neumonía, neuralgia, neuritis,
obesidad, palpitaciones, paperas, parálisis, pérdida de memoria, picaduras, piorrea, polio,
pólipos, presión arterial alta, problemas de vista, prostatitis, psoriasis, quemaduras,
raquitismo, reumatismo, rubeola, sarampión, sífilis, sinusitis, tifus, tiña, torceduras,
tracoma, trastornos biliares, tuberculosis, tumores de mama, tumores de útero, úlcera,
urticaria, varicela, vegetaciones, vértigo, vómitos, etcétera. Además, mejora la
circulación, rebaja el índice de colesterol y potencia el sistema inmune.

No es necesario señalar que ninguna de estas indicaciones está avalada por estudios
clínicos controlados y solo se fundamentan sobre los testimonios recogidos por los
autores.

** La Rev Cubana Med Integr no se encuentra indexada en la base de datos de Medline. ¿Por calidad
insuficiente del estudio o por boicot americano?

REFERENCIAS

Ekici Y, Aydogan C, Balcik C, Haberal N, Kirnap M, Moray G, Haberal M. Effect of static


magnetic field on experimental dermal wound strength. Indian J Plast Surg . 2012
May;45(2):215-9
Watt DL, Rosenfelder C, Sutton CD. The effectiveness of a magnetized water oral irrigator
(Hydro Floss) on plaque, calculus and gingival health. J Clin Periodontol . 1993 May;20(5):314-7.
René F. Espinosa Álvarez, Jesús F. Novoa Blanco y José de la Luz Montero García. Un nuevo
modelo de tratamiento en las ciencias médicas: el agua magnetizada. Rev Cubana Med Integr
1998;14(2):171-3
Hafizi L, Gholizadeh M, Karimi M, Hosseini G, Mostafavi-Toroghi H, Haddadi M, Rezaiean A,
Ebrahimi M, Emami Meibodi N. Effects of magnetized water on ovary, pre-implantation stage
endometrial and fallopian tube epithelial cells in mice. Iran J Reprod Med . 2014 Apr;12(4):243-8.
Felicisimo Ramos: Agua magnetizada. 1994, Edit Mandala

Monografía revisada el 1 de mayo de 2017. Equipo de redacción de IQB

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