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Índice

1. Introducción
2. La melodía en educación musical
• Concepto de melodía

• Melodía en educación musical

3. La melodía a lo largo de la historia


4. Intervalo, línea melódica y frase melódica
• El intervalo

• La línea melódica

• Frase melódica

5. Reconocimiento de la melodía
6. Tonalidad, modalidad y transporte de canciones
• Tonalidad y modalidad

• Transporte de canciones

7. Armonización de canciones y obras instrumentales


8. Recursos didácticos para trabajar en el aula
9. Conclusión
10. Bibliografía y webgrafía
Introducción
El ser humano posee una serie de potencialidades que pueden ser tanto de especie como
de individuo (particular). Las de especie son aquellas propias al ser humano (comunicarse
con gestos, palabras, sonidos…), por lo que todos los humanos se pueden comunicar a
través del lenguaje musical. Esto fundamenta las ideas de Dalcroze, Kodaly, Orff
(XIX/XX), que defendían la educación musical para todos.

Por potencia de individuo, todos estamos capacitados a usar y comprender dicho lenguaje,
por lo que hay que despertar y desarrollar la capacidad de emitir, transmitir y recibir
propuestas musicales. Trabajaremos a través de la percepción, de una forma activa y
participativa y de la expresión. La educación musical básica ha de partir del grupo,
respetando la individualidad.

Los elementos de la música son ritmo, melodía y armonía, aunque algunos autores traten
al timbre como otro elemento. Tradicionalmente se centra en el ritmo y la melodía por
ser menos abstractos, aunque se debería trabajar también la armonía desde el principio a
un nivel sensorio motor.

La melodía en educación musical


Concepto de melodía
Es prácticamente común a todos los tipos de cultura. Es la sucesión de sonidos de distinta
altura, duración e intensidad (O como dice Fernando Palacios, “cuando un sonido sale a
pasear”). No obstante, esta ha de guardar una ordenación lógica con una finalidad
expresiva. Está influenciada directamente con el ritmo (las melodías tienen ritmo
implícito).

El ser humano es capaz de diferenciar entre melodías gracias a la memoria musical, que
funciona gracias a una sintaxis musical. Podemos hablar (según Julio Bas) de partes,
períodos, frases, semifrases, incisos o motivos. El inciso (célula) es el elemento primario
de la composición. Es un diseño sobre dos tiempos rítmicos diferentes y con una amplitud
de uno o dos compases. La semifrase es unir dos o más incisos. La frase es unir dos
semifrases (la segunda elabora elementos de la primera). Luego podemos hablar de
períodos (dos frases). Estos pueden ser binarios o ternarios (2/3 frases), abiertos o
cerrados (según cadencia final), paralelos o contrastantes (repite o contrasta) o
simétricos/asimétricos (según el número de compases).
Además de la sintaxis, en el lenguaje musical vemos más recursos, como son las
cadencias, dinámicas, melodías más sobresalientes… Podemos hablar de dos puntos de
especial importancia:

• Puntos suspensivos: Momentos de calma donde descansa (no totalmente) el


mensaje para modificar la idea o seguir con ella. Suele usarse armonías de V o IV.
Vemos pues semicadencias de dominante (I-V), de subdominante (I-IV) o rota
(V-VI)
• Puntos conclusivos: Desenlace, tanto de obra como de parte. A veces, tras este,
viene una coda que reitera dicho final. Tenemos cadencias perfectas (V-I),
imperfectas (V-I pero con inversión) o plagales (IV-I).

Además de esto, para enriquecer la composición vemos recursos compositivos como son
la repetición (tal cual del motivo), retrógrada (motivo al revés), inversa (motivo al
contrario), inversa retrógrada (al contrario y al revés), aumentación o disminución, así
como adición y sustracción.

Melodía en educación musical


El sistema educativo se encuentra regulado por la LOMCE y por el Decreto 105/2014
concretamente en Galicia. En tanto a los objetivos generales vemos el uso de
representaciones y expresiones artísticas e iniciación a la construcción de propuestas, así
como el conocer, apreciar y valorar singularidades culturales de Galicia.

Los contenidos están en tres bloques (escucha, interpretación musical y por último
música, movimiento y danza). Estos incluyen: Cualidades del sonido, imitación de
fórmulas melódicas, leer e interpretar esquemas melódicos, improvisar, dictados,
interpretación…

En tanto a las competencias, tenemos la CCL (comunicación lingüística) ya que


trabajando melodías trabajaremos la dicción, vocalización…la CSIEE (iniciativa y
espíritu emprendedor) mediante la creación de melodías, y la CCEC (conciencia y
expresiones culturales) abordando representaciones musicales.

Pese a que habitualmente en la asignatura de música se llevan a cabo actividades


conjuntas, a partir de este curso tendremos que enfocar nuestras propuestas a un aspecto
más individual a la hora de realizar actividades, para intentar que nuestra aula sea un lugar
lo más seguro posible ante el covid-19.
Esto va a implicar que tengamos una serie de precauciones a la hora de desarrollar
nuestras actividades en el aula. El alumnado no podrá quitarse la máscara en ningún
momento aunque tengan que cantar. Evitaremos actividades conjuntas (palmas por
parejas, cadenas, etc.) e intentaremos que estas sean individuales. Habrá que tener en
cuenta que en el aula necesitamos guardar la distancia de seguridad recomendada
(mínimo 1,5 metros) a la hora de repartirse (si se usan instrumentos, por ejemplo). En el
caso del uso de material musical, como es el caso de los diversos instrumentos, antes y
después de su uso será obligatorio lavarse las manos con gel, a lo que debemos añadir la
desinfección de los mismos tras la actividad, que correrá a nuestro cargo según nos dice
el protocolo de actuación ante el covid-19 de la Xunta.
La melodía a lo largo de la historia
En occidente, la melodía fue monodia hasta finales de la Edad Media. Con el
Renacimiento llegaría la polifonía por la incorporación de una segunda voz al canto
gregoriano. En la polifonía se ven tres métodos de hacer segundas voces:

1. Organum: Añadir melodía a distancia de 4ª, 5ª y 8ª, por encima o debajo


(movimiento paralelo). La principal se llama cantus firmus y la segunda vox
organalis.
2. Discantus: Dos voces de movimientos contrarios. De aquí surge el contrapunto.
3. Fabordón: Bajo falso, introduce los intervalos prohibidos (hasta el momento) de
3ª y 6ª.

La polifonía dura del XI al XIX. Establece el sistema armónico tonal al incorporar 3ª y


6ª. Hasta el XIX la melodía está influida completamente por la armonía, pero a finales de
este siglo surgen dos cambios:

• Escala de tonos, de Debussy, con 6 sonidos a distancia de tonos.


• Sistema dodecafónico con la escala cromática (12 semitonos) de Schönberg.

Intervalo, línea melódica y frase melódica


El intervalo
Toda melodía está formada por sonidos relacionados entre sí, llamados intervalos. En la
melodía hay intervalos melódicos (horizontales) y en la armonía los intervalos armónicos
(verticales). El intervalo es la diferencia de frecuencias entre dos sonidos. Los medimos
mediante tonos y semitonos (puede ser cromático si tiene igual nombre o diatónico si no)

Los podemos clasificar de la siguiente manera:

• Trayectoria: Ascendentes y descendentes.


• Emisión: Armónicos (a la vez) o melódicos (sucesivos).
• Colocación: Conjuntos (correlativas) o disjuntos.
• Extensión: Simple (no excede la 8ª) o compuesto (sí lo hace).

Podemos diferenciarlos en función de su cifra (notas de la escala de un sonido al otro del


intervalo) y su especie (mayor, menor, justo, aumentado y disminuido). Las alteraciones
pueden modificar la especie, pero nunca el número).

Así mismo, un intervalo se puede clasificar según su consonancia o disonancia:


• Consonante (estable), que puede ser perfecto (4ª, 5ª, 8ª justas) o imperfecto (3ª y
6ª mayores o menores).
• Disonante (inestable), siendo estas absolutas (2ª y 7ª mayores, menores y
enarmónicos) o condicionales (si se enarmoniza se vuelve consonante).
• Semiconsonancia: 4ª aumentada y 5ª disminuida.

El fenómeno físico – armónico fue descubierto por Platón y Pitágoras, y se basa en que,
al dar un sonido fundamental en un instrumento, este suena acompañado de varios sonidos
más (armónicos). Al dividir una cuerda en tres partes y hacer sonar una de ellas,
obtendremos la quinta de ese sonido.

Hay que recordar que los intervalos pueden invertirse (restamos a la cifra 9 el intervalo y
lo obtenemos). Para invertir uno compuesto, se reduce a simple, se invierte y se amplia
tantas octavas como redujésemos. Al invertir se cambia de especie salvo en intervalos
justos.

Los intervalos pueden enarmonizarse de manera parcial (en una nota) o total (en ambas).

La línea melódica
Podemos hablar de 4 tipos de línea, que son ascendentes, descendentes, ondulada
(combinación de estas) o rectas (planas). Hay otros tipos como la quebrada (intervalos
amplios) y la simétrica (punto más agudo/grave en el centro). Al sonido más agudo se le
llama cumbre tónica. El intervalo que destaca más se llama característico.

A mayores, tenemos ornamentos melódicos para enriquecer las composiciones:

• Notas de paso: por grados conjuntos o cromáticas.


• Floreos: Una o más notas que rodean a la nota principal. Son ascendentes o
descendentes.
• Apoyaturas: Notas situadas en la parte fuerte que resuelven a la nota real a
distancia de segunda.
• Retardos: Nota o grupo de un acorde que se mantienen en el siguiente.
• Anticipación: Adelantar en un acorde una nota o grupo perteneciente al siguiente.
• Escapes: Nota de grado conjunto a la real que salta a una nota propia del acorde
siguiente.
• Libres: Notas extrañas al acorde.
Frase melódica
Fragmento con sentido determinado concluyente. Es la división de la línea melódica. La unión de
varias frases nos da un período.

Reconocimiento de la melodía
El reconocimiento gráfico es sencillo por el carácter lineal y por la necesidad de diversas
alturas. Si la obra es a una voz, no suele mostrar intervalos simultáneos. Si es a dos,
podemos reconocerlas por la orientación de las plicas (hacia arriba la voz superior y hacia
abajo la inferior). Si hay más voces se escriben en pentagramas distintos. El
acompañamiento rítmico se escribe en una línea o en dos (si produce dos sonidos
indeterminados)

El reconocimiento auditivo es más complejo. Tendremos que despertar en el niño el gusto


por el sonido, la atención, memoria… Requiere haber adquirido habilidades previas como
interiorizar ritmos, discriminar cualidades sonoras. Podemos usar canciones para que los
niños las reconozcan en otros instrumentos. También podemos trabajar las melodías
mayores (alegres) y menores (tristes).

Tonalidad, modalidad y transporte de canciones


Tonalidad y modalidad
La tonalidad es la relación entre unos sonidos en torno a un eje principal llamado tónica.
La modalidad es la distribución de los tonos y semitonos dentro de una escala.

Nuestro sistema armónico tonal se forjo a partir de la polifonía. Antes había modalidades,
siendo 12 modos, como los auténticos, plagales, jónico, eólico… El uso prioritario de
unos modos (especialmente jónico y eólico) hicieron que se pasase a la música tonal. En
la E.M. todas las obras estaban en alguno de estos modos. Así surgió la estructura del
modo mayor y del modo menor).

En los siglos XVIII y XIX el predominio de estos modos fue absoluto y para evitar que
desapareciesen se crearon modificaciones melódicas que derivaron en cuatro escalas para
el modo mayor y cuatro para el menor. En el modo mayor tenemos el natural, el de 6º
grado menor, 6º y 7º menores y 7º menor. En los modos menores distinguimos la menor
normal, armónica (7ª mayor), melódica (6º/7º mayor) y dórica (6º mayor).

Cada tonalidad tiene notas llamadas grados, que se nombran a partir de la primera
(tónica), surgiendo así la tónica (eje), supertonica, modal, subdominante, dominante,
superdominante y sensible o subtónica (7º mayor o menor). Son tonales el I, IV y V, y
modales III, VI, y VII. En nuestro sistema hay 30 tonalidades (28 alteradas y 2 sin alterar).

La serie de quintas empezó también con la polifonía, y surge de ordenar las escalas
mayores y menores según sus sostenidos. El resultado da quintas. El orden de sostenidos
es fa do sol re la mi si y el de bemoles viceversa. Los tonos vecinos a una tonalidad son
los que tiene una alteración más o menos. Los enarmónicos son los de distinto nombre e
igual sonido.

Transporte de canciones
Transportar es escribir una obra en una tonalidad distinta a la que está escrita. Los
intervalos se mantienen y no hay cambio en la altura relativa (sí en la absoluta). El
objetivo es facilitar a una voz o instrumento la ejecución de una obra, Así, si tenemos
obras complejas podemos llevarlas al aula escribiéndolas en tonalidades más sencillas.

Hay dos tipos de transporte:

• Escrito: Sustituir tanto a tonalidad como las notas. No cambia la clave. Hay que
determinar el tono, cambiar la tonalidad a la nueva con su armadura
correspondiente, copiar las notas reubicándolas y alterando las notas que lo
precisen accidentalmente. Esto se puede emplear en los últimos cursos de
Primaria.
• Mental: Cambio de clave. Se deja el resto igual y se le da el nombre a las notas
según nos indique la clave.

Al cambiar de armadura, las notas naturales no se modifican, no obstante, las accidentales


si, estas se conocen como diferencias. Si el tono gana sostenidos, serán diferencias
ascendentes, si gana bemoles serán descendentes.

Transportar a tonos homónimos (Mi a Mi b por ej.) no es realmente transporte ya que la


diferencia es siempre de siete.
Armonización de canciones y obras instrumentales
La armonía es para la melodía lo que un traje es a una persona, se encarga de embellecerla.
Armonizar es determinar la sucesión de acordes que han de utilizarse y en qué momento.
Hay que tener en cuenta que se puede armonizar de distintas maneras una misma melodía.

A la hora de armonizar hay que tener en cuenta varias cosas:

1. Marcar los tiempos fuertes del compás, y si es Anacrúsico anticiparemos o


aplazaremos el primer acorde hasta el inicio.
2. Determinar la tonalidad y escribir los acordes de dicha tonalidad.
3. Las canciones infantiles tienden a empezar y acabar en tónica.
4. Para determinar el acorde, hay que observar cual de ellos tiene la nota que nos
indica el cambio.
5. Establecer fórmulas rítmicas a modo de ostinato.
6. Enriquecer a través de la introducción de elementos que rompan la monotonía.

Podemos valernos de instrumentos de percusión elemental para crear armonías simples.


En el caso del alumnado más pequeño, será el profesor quien toque para que estos se
empiecen a acostumbrar a trabajar el oído armónico. Las formas más sencillas de
acompañamiento instrumental en clase son:

• Nota pedal: Nota que se mantiene invariable (suele ser I o V), puede usarse en el
bajo o soprano.
• Bordón: Tónica y dominante del tono, usadas preferentemente en el bajo. Pueden
ser simples, dobles, de salto y cruzados.
• Ostinato: Es la más apreciada por los niños, se basa en la repetición.

Han de ser todas fáciles de no más de cuatro compases.


Recursos didácticos para trabajar en el aula
Debemos partir de la realidad que el niño tenga adquirida y secuenciar el resto de forma
progresiva.

Debemos plantear mediante el juego. Willems aconseja que al principio despertemos el


amor por el sonido y el movimiento acompasado, buscar aprender a escuchar y a imitar
todos los sonidos posibles. Para Willems está muy presente la improvisación.

Un recurso didáctico para trabajar melodías serán las canciones. Para los intervalos
podemos cantarlos. Para tonalidades y modalidades podremos cantar canciones en
distintos modos. Para armonizar se usarán instrumentos de percusión, y para el transporte
podemos usar también el canto.

En una canción, se trabaja la parte rítmica, la melódica, la armónica, tonalidad, así como
aspectos formales y expresivos.

Todo lo relacionado con la melodía se puede trabajar mediante:

1. Imitación: Ya sea del propio profesor o de algún alumno que improvise y el resto
le copien.
2. Técnica musical: Aplicar los conocimientos que posee el alumno para que, con la
ayuda de sus compañeros, sea capaz de leer y entonar una canción. Esto es
bastante difícil.
3. Instrumentos: Flauta, IPAD y IPAI son idóneos para ejecutar y aprender canciones
por sí mismo, hay recursos materiales como cartulinas, cuerdas, instrumentos
PAD y PAI que también son útiles.

Conclusión
La melodía es uno de los aspectos más enriquecedores y fundamentales de la música, por
eso debemos tratar de introducirla siempre en el lenguaje de nuestro alumnado de la
manera que podamos. El uso de canciones que ellos conozcan va a ser beneficioso ya que
se sentirán más cómodos y les resultará más fácil empezar a ver este concepto. Así mismo,
no debemos excedernos con actividades o melodías muy complejas. En el aula debemos
intentar involucrar a todos de distintas maneras, tanto de manera individual como grupal,
creando actividades o canciones para tocar o cantar. Lo mejor será ir desde lo más
conocido por su parte para que desde el primer momento se sientan una parte fundamental
del proceso.
Bibliografía y webgrafía
• ZAMACOIS (2002): Teoría de la música. Ed. Labor
• LLONGUERES, J (2002): El ritmo en la educación y formación general de la
infancia. Ed. Dinsic
• Ley orgánica 8/2013, del 9 de diciembre para la mejora de la calidad educativa
(LOMCE)
• https://www.mariajesusmusica.com/
• https://aprendomusica.com/
• https://www.musicaeduca.es/recursos-aula/juegos

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