Está en la página 1de 5

Religión, historia

y sociedad en las luchas


por la naturaleza.
Homenaje a Pedro
F. Hernández Ornelas*

* Figueroa Ibarra, Calos; Lo Brutto, Giuseppe; Matamoros Ponce, Fernando (Coordi-


nadores), Religión, historia y sociedad en las luchas por la naturaleza. Homenaje a Pedro F. Her-
nández Ornelas, México, Benemérita Universidad Autónoma de Puebla, 2016, 216 pp.
/ Tla-Melaua, revista de Ciencias Sociales. Facultad de Derecho y Ciencias Sociales.
Benemérita Universidad Autónoma de Puebla, México / issn: 1870-6916 / Nueva
Época, año 11, núm. 43, octubre 2017-marzo 2018, pp. 272-276.

272 Tla-melaua – revista de ciencias sociales


Yirlean Dayana Ramos Feria*

Este libro es resultado del I Coloquio Internacional “Historia, Sociedad


y Religión”, realizado los días 10 y 11 de junio de 2015, en el Instituto de
Ciencias Sociales y Humanidades “Alfonso Vélez Pliego”, de la Benemérita
Universidad Autónoma de Puebla. Los capítulos corresponden a las presen-
taciones de diversos autores durante el coloquio. El evento y el libro fueron
realizados como un homenaje a la larga trayectoria del docente e investi-
gador Pedro Hernández por sus más de 60 años dedicados al estudio y a la
enseñanza de la sociología de la religión y de la naturaleza.
¿Dentro del sistema capitalista, dónde encontrar esperanza si no en la
religión? En mi opinión, ésta es la pregunta central que se desarrolla a lo
largo del libro. Cabe aclarar que por religión no sólo se entiende el sentido
institucional, se habla de toda la espiritualidad y la esperanza religiosa que
puede poseer un sujeto. No obstante, el esperar algo no es simplemente el
anhelo del más allá, sino de lo terreno. No se hace referencia a esperanza o
espiritualidad sólo como un concepto abstracto, sino como un esperar con-
creto, tangible y terrenal.
Es un libro crítico, pero la crítica a la religión que contiene no se queda
en señalar o resaltar las contradicciones institucionales. Nos muestra que,
además de la enajenación y la dominación de las instituciones religiosas,
la espiritualidad es necesaria para la lucha en contra de lo que nos oprime.
Desde la espiritualidad somos capaces de ver cuán dañada está la forma de
relacionarse con el otro, y desde ella nos comenzamos a preguntar cómo
buscar otra relación entre el hombre y la naturaleza, cómo hacer que la
técnica moderna esté al servicio de una relación armoniosa entre los sujetos
y su medioambiente, cómo romper con la lógica mercantil que funda las
relaciones humanas. Las respuestas a estos cuestionamientos se esbozan en los
textos de Pedro Hernández (capítulo 1) y Fernando Matamoros (capítulo 2).
Tanto Hernández como Matamoros y Laurence (capítulo 3) ven en el
creer, en la búsqueda del “misterio”, en la espera de lo aún no logrado, en
la espiritualidad del arte, lo vitalmente necesario para la realización com-
pleta del ser concreto en el mundo, en sus dos dimensiones: física y subjetiva.
La religiosidad y el amor hacia el prójimo permiten superar los miedos, las

* Estudiante del Programa de Doctorado en Sociología, del Instituto de Ciencias Sociales y Humanidades
“Alfonso Vélez Pliego”, de la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla. (yirleanramos@gmail.com)
orcid.org/0000-0002-3677-007X

Nueva Época – Año 11, núm. 43 – octubre 2017 / marzo 2018 273
| Religión, historia y sociedad en las luchas por la naturaleza. Homenaje a Pedro F. Hernández Ornelas

inactividades y la miseria espiritual. En palabras de Laurence, “la religión


es la razón de ser del emplazamiento original del hombre en este mundo”.1
Epistemológicamente, el libro nos invita a salir del pensamiento occidental,
cientificista y positivista; a tener muy presente lo que Karl Marx plantea tanto
en los capítulos xxiv como xxv de El Capital, como en el manifiesto comu-
nista: que el desarrollo del capitalismo supuso como expresión del espíritu
revolucionario burgués no sólo la expropiación de las tierras comunales, los
bienes de la Iglesia y la usurpación de los territorios del Estado en Inglaterra,
sino también la colonización de Asia, África y América. Así, la colonización
y la cristianización de América fueron condiciones de posibilidad para la
construcción de occidente. Ximena Pernas (capítulo 8) presenta la relación
de este continuo proceso de colonización (es decir, la colonialidad del saber y
del poder) y la religión cristiana, y propone el paganismo (hablando en sentido
metafórico) como ruptura de la modernidad, del capital y del cristianismo.
En este sentido, la religión tendría la capacidad de convertirse en una
contradicción dentro del sistema. ¿Cómo? En primer lugar, como muestra
Luis Martínez (capítulo 4): el capitalismo necesita la religión para reproducirse
pero también puede ser base teórica, espiritual y práctica para una crítica a
la modernidad y para la lucha por los oprimidos. Así, plantea cómo la teo-
logía de la liberación es un importante antecedente de la crítica decolonial
latinoamericana —los teólogos cristianos de la liberación realizaron una
desmitificación del discurso del desarrollo, del progreso y poseían una idea
de la naturaleza contraria a la lógica de explotación—.
En segundo lugar, los capítulos de Ulises Castro (capítulo 5) y Rafael
Castillo (capítulo 6) evidencian que todas esas religiosidades que se trataron
de sepultar en el proceso de colonización, todos los saberes y valores que son
despreciados por la razón occidental y su proyecto de modernidad y pro-
greso, son hoy una fuerza y motivación para la lucha. Castro analiza cómo
desde la unidad que existe entre trabajo y naturaleza o trabajo-sacralidad
de la dinámica espiritual de los pueblos de Tlaxcala y Puebla se forma un
frente en contra del despojo neoliberal. Desde lo que él llama “la condición
metabólica del trabajo”, se defiende la tierra y el agua.
Castillo expone cómo los pueblos de América Latina, principalmente
Guatemala, se enfrentan a los atropellos neoliberales en contra del medioam-
biente. Lo interesante es, a mi parecer, que describe estas luchas no como
un acontecimiento meramente moderno. La defensa del ambiente es una
herencia de la religiosidad indígena, comienza desde el despojo colonial y
ha seguido hasta el neoextractivismo.
En tercer lugar, Guillermo Varela (capítulo 9) resalta los rasgos de lo
que él nombra la teología negativa en el culto de la Santa Muerte, es decir,

1
Laurence, 2016, p. 70.

274 Tla-melaua – revista de ciencias sociales


Yirlean Ramos Feria |

las prácticas de adoración a la Santa Muerte como estrategia de vida, como


una salida a la humillación, al sufrimiento, a la degradación del trabajo y al
ocultamiento de las relaciones sociales.
Recapitulando, estos autores presentan el carácter emancipatorio de
la religión desde la teología de la liberación, el culto a la Santa Muerte, el
paganismo o la recuperación de los lugares sagrados y los valores de la reli-
giosidad indígena. Todos exponen una idea que parece simple pero que en
su despliegue histórico y contextual se ha mostrado compleja: la religiosidad
como forma de dar sentido a la vida, un sentido que puede estar por fuera o
en contra de lo establecido por la lógica del sistema.
El texto de mi autoría (capítulo 7), el cual se desarrolló con asesoría y
acompañamiento de Jorge Quintana y Felipe del Río, parte de la idea de
analizar la forma en que la religión, además de dar sentido, moldea el actuar
cotidiano. Específicamente, se estudia la relación entre la religión católica y
protestante y las decisiones socioeconómicas de los adeptos en Cartagena de
Indias (Colombia, 2013). En este caso, el nexo se estimó en función de varios
modelos econométricos a través de los cuales se estableció la religión como
variable explicativa de las condiciones materiales de vida; además, se dise-
ñaron estimaciones en las que dichas condiciones materiales condicionaban
las acciones religiosas, como diezmar o comprar bienes religiosos.
Dicho en otras palabras, los modelos matemáticos muestra una doble
direccionalidad de la relación: por un lado, la religión incide en la situación
social y económica de la población; por otro, la condición económica y social
influye en la espiritualidad y en los comportamientos religiosos. Así, el ser
evangélico hace más probable que se tengan más hijos y se diezma con más
frecuencia si se es pobre.
Más que los resultados probabilísticos y las cifras, hacer el trabajo de
campo para esta investigación evidenció que, a pesar del carácter dominador,
opresivo y abusivo de las instituciones católicas y evangélicas en la ciudad
de Cartagena, la población toma la religión como forma de resistir, estar en
pie, aguantar y sobreponerse a las situaciones adversas del existir. ¿Y cuáles
son estas situaciones hostiles en una pequeña ciudad latinoamericana? En
los últimos diez años la ciudad no ha tenido un avance significativo, es decir,
presenta un estancamiento en los ámbitos de salud, pobreza, educación, mer-
cado laboral y seguridad. Cartagena posee una baja calidad en la educación,
una de las tasas de homicidio más altas del mundo: 27 homicidios por cada
100 000 habitantes en el 2013 y uno de los índices de pobreza extrema más
grandes del país, esto es, la ciudad como un claro ejemplo de lo violento,
criminal y desigual que puede ser el neoliberalismo.
En general, los modelos mostraron que estas religiones tienen un impacto
negativo en el bienestar socio-económico de sus adeptos, que suelen tomar
decisiones como tener más hijos a pesar de la pobreza o someter a la mujer

Nueva Época – Año 11, núm. 43 – octubre 2017 / marzo 2018 275
| Religión, historia y sociedad en las luchas por la naturaleza. Homenaje a Pedro F. Hernández Ornelas

a un patriarcado radical, por los patrones religiosos impuestos. Pero ¿cómo


exigirle a un cartagenero promedio que no espere lo prometido por Dios?
¿Cómo no entender la entrega de los sujetos a una ascética cristiana si se
promete lo que no se tiene en vida: felicidad? ¿Cómo pensar una vida sin
esperanza si no hay un cambio en las formas de producción y en las relaciones
sociales? Como afirma Hernández en las palabras iniciales, “la fe religiosa
es algo que no ganamos con esfuerzo: surge en los terrenos del don, en total
gratuidad: porque es confianza y certeza más allá de la razón”.
Creo que la investigación pone de relieve, al exponer la influencia negativa
de la religión, la necesidad urgente de un cambio institucional de la Iglesia
católica y protestante, tema que se abarca en el epilogo del libro. Alberto
Athié hace un análisis de las contradicciones entre el discurso y la praxis del
papa Francisco. Expone cómo sus enunciados sobre el divorcio, el aborto,
el rol de la mujer, la sexualidad, la orientación y preferencias sexuales y la
pederastia clerical están enfocados en mostrarlo como un innovador capaz
de reformar la institución. Sus ideas parecen adaptarse a las necesidades
actuales, tienen la intención de defender a los desprotegidos y de castigar
a los perpetradores. No obstante, sus acciones son muy diferentes, y aún se
está en espera del cambio.
En conclusión, el libro muestra desde los enfoques más variados del
conocimiento —antropología, sociología, filosofía y economía—, los rasgos
contemporáneos de la religiosidad: “[una] critica a las representaciones del
poder y hegemonía actual [,] la racionalización del creer como posibilidad
utópica de ‘otro mundo’ [y] aspectos de lo simbólico y alegórico del creer en
la vida contra la muerte en los procesos críticos a la violencia actual”.2
Tiene una riqueza empírica impresionante. Las líneas de argumentación
teóricas y el análisis de los trabajos de campo pueden ser muy interesantes
para los lectores, tanto para los lectores con posiciones enteramente crí-
ticas a la institucionalidad de la religión como para los interesados en la
espiritualidad religiosa y su despliegue en lo social. En general, como se
menciona en la introducción de Guiseppe Lo Brutto y Fernando Matamoros:
el texto es una demostración teórica y empírica de la segunda afirmación
de una de las citas más usadas de Karl Marx: sí, “la religión es el opio del
pueblo”, pero sólo porque ha sido el “suspiro de la criatura exhausta” en
el caos del mundo.

2
Lo Brutto & Matamoros, 2016: 12.

276 Tla-melaua – revista de ciencias sociales

También podría gustarte