Está en la página 1de 22

La esclavitud en América incluye la esclavización de parte de la población indígena a partir

del descubrimiento de América y la importación posterior a América de esclavos


capturados en África subsahariana.

La institución de la esclavitud ya existía en la América precolombina, pero los


colonizadores españoles la continuaron y expandieron como medio de dominio y
explotación de las tierras conquistadas.2 Sin embargo dicha esclavización no encajaba con
las leyes castellanas y causó controversias jurídicas desde el principio.3 Ya en 1530, con el
reinado de Carlos I, la esclavitud de los indios fue prohibida oficialmente, aunque algunos
la practicaron de forma ilegal.4 Además los señores españoles disponían de las
encomiendas, las cuales sí les permitían contar con la mano de obra de hombres libres.

En paralelo se desarrolló un tráfico de esclavos africanos hacia la América española y


Brasil, monopolizado inicialmente por comerciantes portugueses y posteriormente por
contrabandistas holandeses. Se calcula que entre 1501 y 1641 llegaron así a América unos
620 000 africanos. El tráfico masivo no llegó sin embargo hasta el siglo XVIII,
principalmente a manos de ingleses y franceses, que transportaron más de 5 500 000
principalmente a sus posesiones azucareras en el Caribe, como Barbados y Saint-
Domingue.5

La esclavitud no sería abolida por todos los países americanos hasta el siglo XIX, lo que en
el caso de Estados Unidos generó una fuerte tensión política que desembocó en la Guerra
Civil Estadounidense.

La esclavitud de los indígenas

Tras el descubrimiento de América en 1492 los primeros en sufrir casos de esclavitud


fueron los indios taínos de La Española, aunque realmente esto no era la norma, ya que se
recurrió a otras especies como la recaudación de impuestos en oro a los indios o las
encomiendas de indios a españoles para su cristianización y civilización.

La reina Isabel de Castilla tenía varios reparos en considerar esclavos a los que deberían
ser sus súbditos. Antes del descubrimiento, el 20 de septiembre de 1477, ya había dictado
una ley para evitar la esclavitud en los territorios conquistados y se habían producido
liberaciones de esclavos mediante la cédula real del 27 de agosto de 1490 de algún
tratante.6

Tras el descubrimiento de América en 1492, y por los casos que se daban de comercio de
indios como esclavos, la reina consulta con juristas y teólogos y prohíbe la esclavitud,
salvo los supuestos que sirvan para condenar a tribus caníbales, beligerantes, etc.6 Dada
la intención de algunos de traer indios a la península en 1503 la Corona autoriza traer a los
indios solamente si vienen por propia voluntad.4

Carlos I de España y V del Sacro Imperio Romano Germánico, en 1528, prohíbe traer indios
a España aunque vinieran por voluntad propia, ya que siempre era para ser vendidos
como esclavos.4 En un edicto de 1530, se prohíbe toda forma de esclavitud en cualquier
tipo de circunstancia.4 Sin embargo, es complicado hacer valer la ley en territorios tan
distantes y se utilizan recovecos legales para seguir ejerciéndola. Por ejemplo, utilizaban la
encomienda como forma de trabajo forzado y, por ende, de esclavitud.6En América se
erigen algunas voces contra ese mal trato dado a los indígenas, como el caso de fray
Antonio de Montesinos, con sus discursos, y fray Bartolomé de las Casas, que llegó a
recabar la atención de Carlos V.

Como solución a la tesorería española, en 1528 Carlos V decidió iniciar un sistema de


concesión de las minas de la Provincia de Venezuela a banqueros alemanes de la casa
Welser de Augsburgo a cambio de las rentas que estas minas produjeran. Una vez
enterado Carlos V del trato que estos daban a los indígenas, rescindió el arrendamiento,
incluso a costa de tener que renunciar a tan suculentas rentas.6

Finalmente, en 1537 se promulga la bula Sublimis Deus del papa Pablo III, en la que se
declara a los indígenas como hombres en todas sus capacidades, lo que resta importancia
a la esclavitud en pro de la encomienda.

Con la introducción de las Leyes Nuevas de Carlos V en 1542, se prohibió el tratamiento de


indios como reses, por lo menos en papel, ya que por ejemplo los españoles aún
realizaron en algunas zonas del territorio americano un tipo de expedición armada cuyo
objetivo era capturar indígenas con el fin de esclavizarlos, que se denominaban malocas.
Estas Leyes Nuevas, enmarcadas en las Leyes de Indias, también ponían coto a la
esclavitud evitando la constitución de encomiendas pero sin llegar a suprimir las
hereditarias. En añadidura, en 1549 se especifica que está prohibido sustituir la
encomienda por algún tipo de trabajo forzado.

La llegada de los esclavos africanos

Los esclavos africanos en España y Portugal

En la planeada expansión por las costas africanas los portugueses precisaban una base
estable. Canarias hubiera sido la opción ideal, pero el hecho de que fuera parte de la
corona castellana desde principios del siglo XV impidió este hecho.
En la isla mauritana de Arguín fue donde el navegante portugués João Fernández, que
atravesaría el Cabo Bojador en 1445, intercambiaría tejidos y trigo obtenidos en los
puertos de Meça, Mogador y Safí por esclavos y oro. Tres años después se construiría un
asentamiento estable en la zona y se crearía la llamada "Ruta de los Portugueses" entre
Arguín y Uadane. En 1450 el comercio portugués estaba ya consolidado. Se
intercambiaban tejidos de lino, alfombras, trigo y otros objetos por oro, marfil, especias,
goma, pieles, almizcle y esclavos que los árabes traían de la llamada "Tierra de los
Negros".

Desde Arguín se trasladaba la mercancía a Lagos y Lisboa. Arguín perdería buena parte de
su importancia tras la apertura de nuevos centros de comercio portugueses en el Golfo de
Guinea y con la consolidación de Cidade Velha de Ribeira Grande, en Cabo Verde, como
centro neurálgico del comercio portugués con África, Asia y América.

Desde 1425 los portugueses habían ocupado la isla de Madeira y los colonos se
encontraban dedicados a la producción de trigo. El noble portugués Enrique "el
Navegante" decidió crear un cultivo de caña de azúcar, comprada en Sicilia a comerciantes
que la importaban del sudeste asiático, en la isla sostenido por esclavos africanos.

Durante la Guerra de Sucesión Castellana, en 1478, los reyes de Castilla Fernando e Isabel
enviaron una armada a las costas de Guinea formada por entre once y treinta y cinco
navíos. Esta flota fue sorprendida en la batalla naval de Guinea por once navíos
portugueses, que se apoderaron del botín castellano en oro y esclavos y lo llevaron a
Lisboa.

Prácticamente al mismo tiempo dos carabelas con pescadores de Palos de la Frontera y


algunos marinos del Puerto de Santa María partieron de Andalucía y llegaron al Golfo de
Guinea, se apoderaron de ciento veinte esclavos y se los llevaron a Palos, en la actual
provincia de Huelva, que se convertiría a partir de entonces en un lugar de trata de
esclavos negros.

La guerra de Sucesión Castellana terminó al año siguiente con la firma del Tratado de
Alcáçovas, donde Alfonso V renunciaba a sus aspiraciones al trono castellano, reconocía la
soberanía castellana en Canarias a cambio de la soberanía en el Atlántico, lo que le daba
poder sobre Guinea, Madeira, las Azores, Cabo Verde y "cualesquier otras islas que se
hallaren o conquistaren, de las Islas de la Canaria para ayuso contra Guinea".

Por ello, hasta mediados del siglo XVI, Portugal se convirtió en el mayor traficante de
esclavos de Europa. Los árabes continuaron con sus negocios de esclavos proveyendo,
sobre todo, a países orientales. Cuando se abandona el Mediterráneo Oriental y se toma
el Reino de Granada eso hace prácticamente imposible que se esclavicen blancos en la
Península. Dentro de los esclavos negros estaban los llamados bozales, es decir, los que se
habían culturizado en el norte de África o en algún reino cristiano. Los que no eran bozales
tenían una vida más complicada, porque primero tenían que aprender prácticamente todo
sobre la cultura que les rodeaba.

Hacia 1540 transitaban por Lisboa unos cinco mil o seis mil esclavos africanos cada año. La
ciudad tenía unos diez mil habitantes negros, el 10 % del total. Al mismo tiempo, los
portugueses enviaban anualmente a América unos mil quinientos esclavos negros.

América española y portuguesa

Tras el descubrimiento de América en 1492 por los españoles el transporte de negros


desde Arguín a Santo Tomé y San Jorge de la Mina y de las islas de Cabo Verde aumentó
enormemente por la demanda de miles de esclavos. Esto se convirtió en un gran negocio
para latifundistas, comerciantes, negreros y reyes europeos.

El rey de Portugal sacaba beneficios de esto a través de la Casa de los Esclavos, con el
asiento de la saca de negros de las factorías, y los monarcas españoles sacaban beneficios
a costar de vender licencias para permitir llevar esclavos negros a América. La licencia para
transportar un esclavo costaba ocho ducados y en el siglo XVI se concedieron en España
más de ciento veinte mil licencias.

Como en muchas zonas de América ya no quedaban muchos indígenas debido a las


epidemias, pero la demanda de mano de obra seguía creciendo, los españoles empezaron
a importar esclavos africanos. Incluso el fraile Bartolomé de las Casas recomendó la
importación de africanos para eliminar la escasez,16 si bien Las Casas cambiaría de idea
posteriormente y se posicionaría también en defensa de los africanos. Ese cambio de
opinión se produjo probablemente entre 1545 y 1547.17 De hecho escribió un opúsculo
titulado Brevísima relación de la destrucción de África como preludio a a Brevísima
relación de la destrucción de las Indias, publicada en 1552.

Los esclavos eran usados habitualmente en las haciendas y obrajes así como en la minería
americana. Los primeros esclavos fueron solicitados por los frailes franciscanos y la Real
Audiencia de Santo Domingo para trabajar en las plantaciones. Luego fueron solicitados
por México, Perú y el Río de la Plata.

Los asientos

Los primeros esclavos negros llegaron a América a finales del siglo XV, llegando varias
decenas hasta 1518, fecha en la que la Corona de Castilla dio la primera licencia para
introducir a cuatro mil africanos en las Indias durante ocho años. Este fue el primero de
aquellos asientos de negros, que por mucho tiempo fueron una fuente de ingresos para
los gerentes de Europa. Además del negocio oficial hubo también el contrabando de
esclavos ejercido por piratas y comerciantes.

A mediados de los años 1520, el rey Juan III de Portugal firmó con el rey Carlos I de España
un acuerdo que autorizaba a los portugueses a enviar sistemáticamente esclavos desde
Santiago y Santo Tomé. A raíz de ello, entre 1526 y 1550 llegaron a las Indias de Castilla
unos catorce mil africanos.

En 1580 Felipe II de España consuma la unión entre España y Portugal bajo una misma
corona, situación que duraría hasta 1640.

En una primera fase la Corona española organizó la trata de negros mediante los asientos,
aunque la Corona no intervino nunca directamente en la trata hasta el siglo XVIII. El
primer asiento concedido por la Corona fue en 1595. El asiento consistía en la delegación
por parte de la Corona del monopolio de la importación de negros a América a una
persona particular o entidad a cambio de dinero por un tiempo determinado. Ese
monopolio se concedía mediante una subasta o concesión de agradecimiento. El asentista
pagaba a la Corona una cantidad y se comprometía a llevar a América un número de
"piezas" (negros) determinado en un plazo de tiempo fijado.

No existía una cantidad fija, pero un asiento estándar implicaba llevar a América entre tres
mil y cuatro mil negros anualmente durante un periodo de ocho o nueve años. Los barcos
que llevaban negros a América partían principalmente de Cacheu y Luanda y entraban por
los puertos de Veracruz, Cartagena de Indias, Salvador de Bahía y Pernambuco.13
También entraron negros por Buenos Aires para ser llevados a Brasil, pero porque allí el
contrabando era más barato.

En la evolución de los asientos se pueden distinguir dos etapas: la primera transcurriría


entre 1595 y 1640, en la que el monopolio de los asientos fue concedido a portugueses,
principalmente "cristianos nuevos", es decir descendientes de judíos convertidos al
cristianismo.13 La segunda etapa transcurriría desde 1640 en adelante, en la que el
monopolio de los asientos fue concedido a holandeses. Los portugueses contaban con la
experiencia y práctica africanas. Abastecieron Portugal de esclavos negros, pero pronto la
necesidad de esclavos que cultivaran azúcar en las islas Azores y en Madeira hizo
necesario aumentar el ritmo de la trata. Los portugueses se aprovisionaban de esclavos en
Senegal, Angola, el Congo y Guinea. El valor de los esclavos se incrementó a medida que la
trata generaba plusvalías, pues el traslado de los negros desde los puertos americanos
hacia el interior hacía elevarse el precio de los esclavos.
El traslado de esclavos entrañaba dificultades, y muchos esclavos morían por el camino,
de manera que en los asientos se autorizó llevar una demasía del 40 % de esclavos para
que llegara a los puertos el número de piezas estipuladas. El contrabando dificulta calcular
el número exacto de negros que llegaron a la América hispana y a Brasil. Enriqueta Vila
calcula que en el siglo XVII llegaron a América 268 204 esclavos, de los que 70 000
entrarían por Veracruz, 135 000 por Cartagena de Indias, 44 000 por Buenos Aires y el
resto por el Caribe y otras zonas.

Desde 1640 hasta 1651 la trata fue suspendida, con el consiguiente aumento del
contrabando, sobre todo holandés debido a su hegemonía marítima en África y Oriente a
expensas del Imperio portugués. La principal base holandesa para el aprovisionamiento de
esclavos fue Curazao, a través de la cual los holandeses introdujeron muchos esclavos
negros en América, y también a través de Cumaná (una parte de Venezuela). Los ingleses
también intervenían en el contrabando de negros a través de sus bases en el Caribe:
Jamaica y Barbados. En el año 1662 se concedió a los holandeses la preferencia de los
asientos.

En una segunda fase el monopolio de los asientos fue concedido a compañías comerciales
que se hicieron cargo de la trata a partir de 1696. La primera concesión se dio ese año a la
Compañía de Guinea portuguesa, y en 1701, Felipe V de España se la dio a la Compañía del
Senegal francesa, que se comprometía a abastecer 4800 esclavos negros a América al año
durante diez años, aunque esta se declaró en bancarrota en 1710.19

La tercera fase estaría presidida por el interés de las naciones en conseguir el monopolio
de la trata, por lo que nos encontramos con que los ingleses demandaron y consiguieron
el monopolio de la trata tras el Tratado de Utrecht (1714).

Aunque Inglaterra había estado traficando ilegalmente con esclavos hacia los territorios
españoles desde hacía casi un siglo sus aspiraciones a hacerlo legalmente se vieron
satisfechas con la firma del Tratado de Asiento de Negros del 26 de marzo de 1713. Este
tratado se ratificó posteriormente en Utrecht junto con el Tratado Preliminar de Comercio
y el Tratado Preliminar de Paz y Amistad.

En el tratado se especificó que el monopolio tendría una duración de treinta años. La


corona inglesa le otorgó el monopolio a la Compañía del Mar del Sur británica, creada en
1711 y en la que estaban banqueros, comerciantes y nobles.20

Por no poder cumplir con la cantidad de negros estipulada la compañía tuvo que
subscribir contratos con la también británica Real Compañía Africana, para que desviase
buques que iban a Jamaica y a Norteamérica hacia puertos españoles.21
El asiento se vio interrumpido por guerras entre Inglaterra y España en 1718, 1727 y 1739,
lo que llevó a España a firmar contratos con otros particulares cuando aún no había
expirado el negocio británico. De esta forma, portugueses introducían en Río de la Plata
negros que tenían en Sacramento y los holandeses llevaban indios de Curazao a Veracruz,
las Antillas y Cartagena de Indias.

Aunque es cierto que los beneficiarios del asiento tenían el monopolio, también en el siglo
XVIII participaron en la trata de esclavos la Compañía de Vizcaya, en 1725, llevándolos a La
Habana, la Compañía Guipuzcoana, en 1728, que los llevaba a Venezuela, y la de
Barcelona, en 1775, que los introducía en Santo Domingo, Puerto Rico o la isla de
Margarita.

La rescisión del contrato hispano-británico tuvo lugar en una reunión en el Palacio del
Buen Retiro de Madrid entre los diplomáticos Benjamin Keene y José de Carvajal,
firmándose un tratado el 5 de octubre de 1750. El contrato finalizaba 4 años antes de lo
previsto a cambio de una indemnización de cien mil libras a la Compañía del Mar del
Sur.22 A partir de entonces se realizaron asientos parciales a compañías españolas. Los
británicos siguieron introduciendo esclavos en España mediante el contrabando y
realizando subcontratos con las compañías españolas.

En 1765 se autorizó un asiento a la Compañía Gaditana de Negros, solicitado por Miguel


Uriarte, durante diez años para llevar negros a Cartagena de Indias, Portobelo, Santo
Domingo, La Habana, Santa Marta, Cumaná, Orinoco, Trinidad, Veracruz, Honduras y
Campeche. Los esclavos eran traídos desde Senegal, Cabo Verde y Gorea y llevados a
Puerto Rico para su distribución.

La guerra con Gran Bretaña provocó la quiebra de la compañía en 1772 por lo que el
asiento se le concedió a la Compañía General de Negros, de 1773 a 1776, que trasladó el
depósito de esclavos de Puerto Rico a La Habana.

En 1789 se permitió el comercio libre de esclavos para todas las naciones.

En Cuba (entonces aún parte de España) sigue siendo legal la esclavitud hasta 1886, y en
Brasil lo es hasta 1888.

Fernando Poo y Annobón

Fernando Poo y Annobón. Además de la posibilidad de usar la zona como lugar para la
trata se consideraba que era una plaza importante en una ruta a Filipinas. Sin embargo el
territorio no estaba pacificado ni era fácil de ocupar, así que 5 años después los
expedicionarios españoles se marcharon. El lugar no volvería a estar tomado por
españoles hasta 1843.
Siglo XIX español

En 1807 la Cámara de los Comunes británica aprobó el fin de la esclavitud en el Atlántico y


las Antillas, si bien no en el resto de sus colonias, con el fin de perjudicar la competencia
de la industria azucarera española en Cuba y Puerto Rico, que había tomado fuerza desde
comienzos del siglo XIX.28

España sufrió una invasión de las tropas napoleónicas en 1808 y logró expulsarlas en 1813
tras una cruenta guerra. Dicha invasión coincidirá con el comienzo de la lucha por la
independencia de sus territorios americanos continentales. Toda Europa se encontraba
entonces sumida en una guerra contra Napoleón Bonaparte. Las Guerras Napoleónicas
terminarían en 1815. El asturiano Agustín Argüelles y el mexicano José Guridi y Alcocer
presentaron a las Cortes de Cádiz el 1 de abril de 1811 una propuesta para abolir la
esclavitud, que fue rechazada, y el 13 de agosto de 1813 hizo lo mismo el político de
Teruel Isidoro de Antillón y Marzo, pero tampoco se llevaría a cabo.

En 1814, José María Blanco White publica en Londres el Bosquejo del comercio de
esclavos y reflexiones sobre este tráfico, considerado moral, política y cristianamente.30
El editor de El español, el periódico de los exiliados liberales, pretende salir al paso de las
contradicciones y las regresiones en la política española, puesto que las Cortes de Cádiz
habían prohibido el tráfico de esclavos en 1811. El Bosquejo se basa en la Carta de
Wilberforce, dirigida al Parlamento inglés, pero no se limita a traducirlo, sino que
argumenta con conocimiento de la realidad en España y en sus colonias americanas.

En 1817 España e Inglaterra se reunieron para firmar un tratado donde acordaron no


acosarse mutuamente a cambio de que España renunciase al comercio de esclavos.
Inglaterra le daría a los esclavistas españoles cuatrocientas mil libras de indemnización.

Fueron creados tribunales mixtos y se permitió el derecho de visita a buques de ambos


países. En 1822 se dicta el artículo 273 del Código Penal español que prohibía a los
españoles proveerse de esclavos en las costas de África para llevarlos a los puertos de
España, de modo que los negreros lo que hicieron fue comprarlos en Santo Tomás, San
Bartolomé o Curaçao para llevarlos luego a Cuba o Puerto Rico. En la realidad los súbditos
de Inglaterra continuaron suministrando armas y municiones a los rebeldes americanos y
los españoles continuaron traficando con esclavos.

Dada la ineficacia del primer tratado se decidió firmar un segundo en 1835 que fortalecía
las cláusulas del primer tratado y establecía nuevos métodos de control. Esto terminaría
con el tráfico de esclavos en Puerto Rico pero no en Cuba. En 1837, con la regencia de
María Cristina, la esclavitud fue abolida en la España peninsular, Baleares y Canarias, pero
siguió en el resto de territorios. En la década de 1840 fue cuando la práctica totalidad de
las naciones europeas fue aboliendo la esclavitud en sus respectivos territorios de
Ultramar. En marzo de 1845 España promulga una ley para condenar a todos los que
incumplieran el tratado de 1835, pero con escaso éxito.

El 7 de diciembre de 1864 se crea en Madrid la Sociedad Abolicionista Española,


impulsada por el puertorriqueño Julio Vizcarrondo. En 1866 considerará la trata de
esclavos piratería y la Armada perseguirá a los buques que se dedicaran a eso. Sin
embargo, la llegada al poder de Narváez provocó que Vizcarrondo tuviera que exiliarse y
los miembros de la sociedad pasaron a ser perseguidos políticos. La llamada Revolución
Gloriosa de 1868, que destronó a Isabel II, dio lugar a un nuevo movimiento abolicionista y
Rafael María de Labra, miembro de la Sociedad, realizó una petición al gobierno para que
se pusiera en libertad a todos los esclavos nacidos después del 19 de septiembre. El
gobierno aceptó la petición, aunque tardó algún tiempo en llevarla a cabo. La Sociedad se
volvió más radical y comenzó a pedir la abolición inmediata de la esclavitud en Cuba y
Puerto Rico. Cuando se produjo el comienzo de la Guerra de los Diez Años en Cuba, en
1868, la insurrección estaba apoyada por muchos esclavos negros y Manuel Céspedes,
uno de los principales responsables del alzamiento, decretó la abolición por lo que el
gobierno español dejó aparcado el tema de la libertad de los esclavos cubanos para no dar
muestras de debilidad. Sin embargo, en Puerto Rico, en 1869 el gobierno encargó una
comisión para discutir el fin de la esclavitud, aunque tampoco logró nada. En 1870
Segismundo Moret, Ministro de Ultramar del general Prim y miembro de la Asociación,
logrará la aprobación de una ley abolicionista que declarará libres a los esclavos nacidos a
partir del 17 de diciembre de 1868, de los que fueran propiedad del Estado o que se
encontraran bajo su protección, de los que hubieran colaborado con las tropas españolas
contra los insurrectos en Cuba y de todos los mayores de 60 años. Sin embargo esta ley no
gustó a los abolicionistas por considerarla insuficiente.

Hay que destacar el protagonismo de las escritoras románticas españolas de mayor valía e
influjo en el movimiento abolicionista,35 comenzando por la ilustrada prerromántica
María Rosa de Gálvez, quien publicó la tragedia Zinda en 1803, protagonizada por la reina
africana del mismo nombre, donde denuncia la violencia ejercida por los colonizadores
europeos para esclavizar a sus nuevos súbditos. A lo largo del siglo se suceden las
manifestaciones literarias contra la esclavitud de Gertrudis Gómez de Avellaneda, nacida y
criada en Cuba, a través de su primera novela: Sab (1841); Carolina Coronado, que
provocó el escándalo declamando públicamente el poema "A la abolición de la esclavitud
en Cuba", el 14 de octubre de 1868, en el contexto de la Gloriosa, y la muy relevante
escritora, jurista y activista Concepción Arenal, que ganó el concurso convocado por la
recién creada Sociedad Abolicionista Española y el periódico El abolicionista con el poema
La esclavitud de los negros en 1866. Carolina Coronado y Concepción Arenal se
convirtieron, respectivamente, en presidenta y vicepresidenta de la Sociedad Abolicionista
Matritense.

En 1872 el Ministro de Ultramar Tomás Mosquera presenta un proyecto para la abolición


total de la esclavitud en Puerto Rico, donde entonces había treinta y un mil esclavos. Esto
fue aprobado por la Sociedad y se realizó una manifestación en Madrid el 12 de enero de
1873.

Poco antes de que el Rey Amadeo de Saboya abandonara España se aprobaría el


reglamento que desarrollaba la Ley Moret. Cuando se proclama la República se aprueba la
ley para liberar a los esclavos pero dando un plazo de tres años para que los dueños de los
esclavos firmasen con ellos contratos de trabajo, se establecía un sistema de
indemnizaciones para los propietarios y los liberados no podían tener plenos derechos
civiles hasta pasados cinco años.38 El reglamento para aplicar esta ley se dio para Puerto
Rico en abril de 1873 sin embargo durante el gobierno de Cánovas del Castillo el
documento se reformó hasta tres veces, quedando sin valor práctico.

En 1879 se finaliza la revuelta en Cuba con el Convenio del Zanjón, que supone la
liberación de los esclavos que lucharon contra España. Tras esto el gobierno decidió crear
un patronato para los esclavos que quedaban, de modo que continuarían siendo esclavos
ocho años más y luego el dueño se comprometía a contratarlos durante 4 años. Esta ley se
aprobó el 13 de febrero de 1880. El 27 de noviembre de 1883 el gobierno de José de
Posada Herrera prohibió el castigo de cepo y grilletes y liberó a cuarenta mil esclavos que
estaban en el patronato. En 1886, con la llegada a las Cortes Generales de España de una
diputación que representaba a Cuba y las presiones de la Sociedad Abolicionista, se
decidió el fin del patronato y la abolición definitiva de la esclavitud. El decreto se publicó
el 7 de octubre de 1886. Conseguidos sus objetivos, la Sociedad Abolicionista se disolvió
en 1888.

Los holandeses

En el siglo XVI se crean las Provincias Unidas de los Países Bajos. Crearán dos compañías, la
de las Indias Orientales y la de las Indias Occidentales. Su mano de obra esclava les había
proporcionado grandes riquezas por los metales preciosos, el tabaco, el azúcar, el cacao,
el café y el algodón. De hecho, Holanda llegó a crear su propio monopolio de la trata de
esclavos en el océano Índico, desde Nueva Guinea a sus posesiones en Indonesia y
Oceanía.

El mismo 1581, cuando España se anexiona Portugal, Felipe II de España prohibió a los
holandeses el uso de todos los puertos de la Península ibérica.41 Esto provocó que los
comerciantes de los Países Bajos organizasen ataques a las posesiones españolas y
portuguesas. Llegaron al golfo de Guinea y, aprovechando que se encontraba
desguarnecido decidieron crear sus propias redes comerciales de oro, marfil, cera y
pimienta, dejando solamente bajo el control portugués la trata de esclavos.

En 1596 la casa comercial de Balthazar de Moucheron en Zelanda, atacó San Jorge de la


Mina sin éxito. Posteriormente decidieron tomar la isla de Príncipe en 1598, sin embargo
esta ocupación fracasó por las lluvias y las enfermedades y decidieron abandonarla a los 3
meses. Su objetivo principal era hacerse con las plantaciones de azúcar en la isla de Santo
Tomé.

En octubre de 1599 otra expedición, equipada en parte por Balthazar de Moucheron,


lanzó un ataque contra Santo Tomé y pudo tomarla a las tres horas. Sin embargo, las
lluvias y las enfermedades mataron en unos días a 12 000 hombres y a las dos semanas
abandonaron Santo Tomé no sin antes llevarse a los esclavos.

Durante los 20 años siguientes continuaron realizando ataques contra las posesiones
portuguesas en África y Asia. Posteriormente fijaron su interés en Brasil. En 1625 los
holandeses capitularon en Salvador de Bahía de Todos los Santos en un fallido ataque. En
1629 un ataque con 67 buques a Pernambuco permitió la introducción de los holandeses
en la zona. En tres años ya habían pasado a controlar la costa de cabo de Santo Agostinho
a Río Grande. En 1636 los portugueses reconquistaron Porto Calvo, que volvió a caer a
finales del año en manos holandesas tras un ataque del conde de Nassau-Siegen, Johan
Maurits.

Durante la década de los 30 entraron en la colonia del Brasil holandés unos 1500 esclavos
negros por año, pero casi todos venían de capturas a buques negreros portugueses que
venían de Luanda o Santo Tomé. Como la zona brasileña disponía de grandes zonas de
cultivo para tabaco y caña Maurits decidió quitarles Elmina a los portugueses para obtener
esclavos, cosa que hizo en 1637.

En 1640 Portugal se independiza de España y proclama rey al duque de Braganza, como


Juan IV de Portugal. En 1641 el almirante holandés Cornelis Jol ocupó Luanda y Benguela,
en Angola, y luego Santo Tomé y Annobón. En 1462 cae el fuerte Axim, que era el último
en la Costa de Oro que pertenecía a Portugal. Aunque Portugal mantuvo un puesto
fortificado en el río Cacheu la Compañía Neerlandesa de las Indias Occidentales controló la
costa altántica africana y, con ella, los mejores mercados de esclavos. En 1679 se decide
ocupar los puertos de Maleba y Cabina, donde se edifican dos factorías que obtienen, al
menos, 4000 esclavos al año.

En la segunda mitad del siglo XVII y principios del XVIII los portugueses lograrían recuperar
territorios en África y en 1654 los holandeses se rindieron a los portugueses y
abandonaron Brasil. Los portugueses consolidaron la cuenca del río Congo como uno de
los principales centros de tráfico de esclavos.

En 1863 Países Bajos decreta la abolición de la esclavitud en Surinam y en las Antillas


Neerlandesas.

Suecos

El flamenco Willem Usselincx ayudó a fundar la Compañía de las Indias Orientales, tras lo
cual intentó evitar que se dedicaran a la trata de esclavos para que se centrasen en quitar
territorios a portugueses y españoles y, de esta forma, poder fundar una nueva colonia en
el Nuevo Mundo. Como sus compatriotas no le hicieron caso acudió a Dinamarca, donde
el monarca Cristián IV rechazó su propuesta porque se encontraba ocupado librando la
Guerra de los Treinta Años. Tras esto fue a Estocolmo, la capital sueca, donde estaba su
amigo Peter Minuit y le habló de su proyecto al rey Gustavo Adolfo, que se interesó por él
y le ayudó a crear la Compañía del Sur para comerciar con América y África. Aunque fue
apoyado por el canciller Alex Oxenstierna la empresa resultó un fracaso económico antes
de que pudiera salir una sola nave y Willem Usselincx murió en 1647 arruinado.

En 1644 Louis de Geer financió la campaña naval que liberó el puerto de Gotemburgo del
bloqueo danés que ayudaría a la victoria naval sobre Dinamarca en el Báltico. Con el mar
despejado de enemigos los suecos crearon la Svenska Afrikakompaniet, una compañía
comercial al estilo holandés, con dos barcos, el Christina y el Stockholms Slott. De Geer
mantuvo el 85 % de las acciones de la compañía y el resto quedó en manos de los
inversores privados y de la corona. Crearon estaciones fortificadas en la costa africana,
llegaron a acuerdos con los líderes nativos y comenzaron a llevar a cabo contrabando
compitiendo con otras naciones europeas. Llegaron a un acuerdo con los portugueses en
Santo Tomé, donde descargaban esclavos y oro y los cambiaban por azúcar, que luego era
vendida a altos precios en su país.

En 1638 los suecos crearon una colonia en América, Nueva Suecia, actual Delaware, con
asentamientos adicionales en Nueva Estocolmo y Swedesboro, en Nueva Jersey. Sin
embargo no llevaban a los esclavos negros allí porque no había plantaciones en las que
trabajar. Intentaron llegar a un acuerdo con España para enviarles esclavos a América
pero estos rechazaron la oferta, que sí aceptaron los holandeses y los suecos
transportaron 600 esclavos a Curazao.

En 1748 el rey Gustavo III de Suecia compró la Isla de San Bartolomé a Francia, que se
encontraba necesitada de dinero por su guerra contra el Reino Unido. Dicha isla fue
utilizada como punto intermedio del tráfico de esclavos que traían los suecos de África y
que vendían en diversas regiones de América. Las guerras de la Revolución Francesa
fueron un gran negocio para los suecos, que era neutrales, por la falta de mano de obra
por la guerra entre franceses y británicos y la rebelión de los esclavos en el Santo Domingo
francés hizo subir los precios del azúcar, lo que también favoreció la exportación sueca.

Dicha trata de esclavos en la isla se mantuvo hasta que el parlamento sueco decidió
prohibir la esclavitud en 1845 y los últimos esclavos en el enclave fueron liberados en
1848. En 1878 el parlamento sueco aprobó la venta de ese lugar a Francia.

Daneses

Desde mediados del siglo XVII, con la ayuda holandesa, ocuparon fuertes y estaciones
comerciales suecas en la Costa del Oro africana. En 1658 ocuparon el fuerte Christianborg,
y ese mismo año también ocuparon Kalsborg y al año siguiente Frederiskborg. Sus
territorios fueron algo inestables, porque caían en ocasiones en manos de portugueses,
ingleses, holandeses y nativos. Sin embargo hubo presencia danesa en la zona hasta 1850,
cuando vendieron todas sus posesiones en la costa de Guinea a los británicos por 10 000
libras.

En 1665 ocuparon la isla de Santo Tomás, en las Antillas, y en 1870 formaron la Compañía
Danesa de las Indias Occidentales y Guinea. No hubo un fuerte en la isla hasta 1680 y en
Dinamarca tenía fama de ser un lugar caluroso y lejano donde acechaban las
enfermedades. Se recurrió a buscar colonos en las cárceles y el gobernador Nicolás Esmit
comenzó a llenar la isla de esclavos y a dar refugio también a los piratas, sin embargo fue
sustituido ante la amenaza inglesa de tomar la isla. En 1673 llegó el primer envío de
esclavos y en 1769 solo habían logrado acumular en la isla a unos 300. Como hacía falta
más mano de obra y la isla no era económicamente próspera la compañía recurrió a
Federico Guillermo I de Brandemburgo. Los daneses le propusieron usar la isla como base
para esclavos traídos de Guinea y la compañía obtendría el 1 % de los esclavos traídos a la
isla y el 2 % de los que se vendieran. Aunque la isla era danesa, desde la firma del acuerdo
en 1685 pasó a estar controlada por la Compañía Brandemburguesa de África, que se
dedicaba al comercio de esclavos, oro, pimienta y marfil.

Con este trato, de 1690 a 1698 llegaron a la isla 32 barcos negreros a través del Atlántico
con unos 500 esclavos cada uno convirtiéndose en un importante centro que proveía de
esclavos a otras regiones, sobre todo a las islas vecinas. Sin embargo los ataques piratas,
de otras naciones y las discusiones de la compañía llevaron a la pérdida de la confianza de
los inversores. En los comienzos del siglo XVIII la isla no recibía los suministros adecuados
y disponía de pocos barcos por lo que fue adquirida en 1711 por Federico I de Prusia sin
dificultad. Sin embargo, pronto la isla cesaría en su actividad. Los daneses se dieron
cuenta de que otras naciones se estaban enriqueciendo con el triángulo comercial Europa-
África-América y decidieron retomar la introducción de esclavos en la isla. El tráfico de
esclavos enriqueció a muchas familias danesas. La familia Schimmelmann, la más rica de
Dinamarca del siglo XVIII, se enriqueció enormemente gracias a los cultivos de caña de
azúcar que empleaban mano de obra esclava.

El decreto de prohibición del tráfico de esclavos se expidió en Dinamarca en 1792 pero


entraría en vigor en 1803. Sin embargo solamente prohibía la compra de esclavos en
África y permitía el comercio por el Caribe. Por ello Santo Tomás se mantuvo como un
importante centro de tráfico de esclavos para Cuba y Puerto Rico durante el siglo XIX.

Dinamarca intentó deshacerse la isla de Santo Tomás y del pequeño archipiélago que la
rodea durante el siglo XIX y en 1917 se las vendió a Estados Unidos, a quien hoy
pertenecen con el nombre de Islas Vírgenes Americanas.

Francia

El Cardenal Richelieu, ministro de Luis XIII, creó la Compañía de las Indias como una
organización mercantil. Francia había llevado esclavos de África a Guadalupe y la
Martinica en cuanto consolidó sus dominios en el Caribe en el siglo XVII. Tras exterminar a
la población india de Guadalupe en un primer momento decidieron plantar tabaco e
índigo, pero decidieron que no daban suficientes beneficios y comenzaron a plantar caña
de azúcar. En la Martinica pretendieron lo mismo pero la complicada orografía del terreno
dificultó más el proceso.

En 1664 Jean Baptiste Colbert, ministro de Luis XIV, creó una nueva compañía para
explotar las islas caribeñas y traer esclavos de África. Al mismo tiempo se decidió iniciar la
ocupación de la parte oriental de La Española con la sumisión de los bucaneros franceses
que se encontraban allí y con la llegada masiva de colonos. A esa zona se le llamaría Santo
Domingo francés. En 1670, con las guerras que tenían lugar entre potencias europeas y
que afectaban también al Caribe la compañía francesa quebró y tuvo que vender sus
bienes a inversores privados. Entre otras ventas, se vendió la isla de San Cristóbal y Nieves
a la Orden de Malta, que comenzó a explotarla con esclavos pero con escaso éxito.

Colbert decidió crear una nueva compañía, la de las Indias Occidentales, para traer
esclavos para que trabajasen las tierras. Entre 1680 y 1700 la Compañía Neerlandesa de
las Indias Occidentales vendería 14 000 esclavos a los franceses. El gobernador de la
Martinica, Jean Clodoré, se interesó personalmente por el establecimiento de factorías
comerciales en el río Senegal para surtirse de esclavos por cuenta propia.

Los mercaderes del puerto francés de La Rochelle pudieron exportar al Caribe unos 1000
esclavos al año en los primeros años de la década de 1670 y puede que tal vez unos 4000
más de forma ilegal.56 En los puertos franceses, desde Dieppe a Biarritz, el transporte de
esclavos comenzó a convertirse en un suculento negocio, aunque en su mayor parte se
hacía ilegalmente. Para el tráfico de esclavos Colbert crearía la Compañía del Senegal, que
tenía asentamientos en la costa occidental africana. La compañía llevó 40 000 esclavos a la
Martinica, 8000 a Guadalupe, 7000 al este de La Española y 2000 a la Guayana de 1675 a
1700. En 1677, en guerra con Holanda, conquistaron Golé a los holandeses y en 1678
conquistaron Aguín a los portugueses. Sin embargo, el exceso de éxito provocó que la
compañía no pudiera cumplir con algunos compromisos y quebró. Se creó una nueva pero
por la pérdida de buques y hombres por las guerras con otros países provocó su quiebra.
Luego se crearía la Nueva Compañía del Senegal, que llevaría unos 1500 esclavos a
América al año, siendo esta una cantidad baja debido a que competían con otra compañía
francesa, la Compañía de Guinea, en el río Gambia.

Muchos de los negros de Senegal fueron utilizados de remeros en las galeras de la flota
francesa. Solo en 1697 se mandaron a galeras 627 esclavos.

La intención era enviar negros también a Canadá, sin embargo el viaje era más peligroso y
largo que llevarlos al Caribe y aparte los colonos de ahí no tenían suficiente dinero como
para comprar bienes caros, como eran los esclavos. Los que llegaron fueron, sobre todo,
mujeres negras.

La Nueva Compañía de Senegal también quebró, y sus acciones fueron adquiridas por
Claude d'Apougny, que fundó una nueva compañía con puestos tomados por Francia en
otras zonas, para no tener que competir con la Compañía de Gambia.

Ingleses

Los altos precios alcanzados por el azúcar, muy demandado en Europa, hicieron muy
rentable la isla de Barbados. Esta era más rentable incluso que las colonias en
Norteamérica y por eso el destino de los esclavos africanos era el Caribe.59 En 1651 nace
la Compañía de Guinea para enviar africanos a las islas caribeñas. Los ingleses contaban
con un territorio para comerciar que iba a 90 kilómetros a cada lado del fuerte
Cormantine, en Costa de Oro, y limitado por el río Ceberro, en Sierra Leona.

Con la Restauración inglesa surgió la Real Sociedad de Aventureros en África, a la que


pertenecían miembros de la aristocracia que pretendían sacar beneficios. Cuando Carlos II
de Inglaterra contrae matrimonio con la portuguesa Catalina de Braganza, esta aportó
como dote Tánger, 300 000 libras y grandes privilegios de Portugal para los comerciantes
ingleses, por lo que el monarca invirtió el dinero en el accionariado de la compañía. El
monarca decidió que el oro obtenido por el tráfico de esclavos se fundiera en monedas
que llevaban un elefante grabado en una cara. La mitad de los beneficios de la Compañía
de Aventureros era directamente la venta de esclavos y la otra mitad el tráfico de marfil,
pimienta, ceras, madera y cueros.

La compañía restauró los fuertes en la Costa de Oro y Guinea e intentó recuperar


territorios perdidos ante los holandeses, daneses y suecos, comprando esos territorios o
tomándolos por las armas.

En un recrudecimiento de los conflictos contra los holandeses estos terminaron siendo


barridos de las costas africanas y Cormantine pasaría a ser Nueva Ámsterdam. La
Compañía no pudo proporcionar los esclavos que les solicitaban y en 1668 los socios
debían ya 100 000 libras y los agricultores británicos en América presionaban a Londres
para que enviara más esclavos. La compañía intentó solucionarlo comprando mulatos en
Gambia pero aun así en 1672 cerró.

Fue sustituida por la Real Compañía Africana, que dispuso del monopolio hasta 1688 y
podía cobrar tasas a los comerciantes ingleses que comerciaran en África. Aunque estaba
presidida por el duque de York, tenía más mercaderes que nobles y propietarios de
plantaciones de Carolina y Barbados.63 Entre 1672 y 1689 transportó unos 100 000
esclavos.64 La compañía se dedicó a sus negocios después de 1689 y continuó vendiendo
esclavos hasta 1731, cuando abandonó ese negocio para centrarse en el marfil y el oro en
polvo.

Se hicieron leyes en el norte y el sur de las posesiones británicas en América que prohibían
el matrimonio interracial y en la colonia de Maryland en 1664 se ordenó esclavizar a las
mujeres blancas que estaban casadas con negros. Se intentaba impedir también el
mestizaje con castraciones y linchamientos. Se prohibió el uso de armas por los negros y
su acceso a la propiedad o a los negocios y, desde 1705, negros, indios y mulatos tuvieron
vetado el acceso a cargos oficiales o religiosos.

A finales del siglo XVIII los que se habían lucrado con el esclavismo estaban entre los más
ricos de Inglaterra. La trata había aportado beneficios que habían servido, para cosas tales
como dotar al All Souls College de la Universidad de Oxford con una buena biblioteca,
crear unos 20 bancos (incluyendo el Banco de Londres y el Barclays), financiar los
experimentos de James Watt o generar empleo industrial en Inglaterra para suministrar
bienes manufacturados a los traficantes de esclavos.

Sin embargo entre 1789 y 1815 se produce un cambio de opinión relacionado con el
hecho de que habían perdido las colonias de Norteamérica y que comenzaba el auge
azucarero en los territorios españoles de Cuba y Puerto Rico. El 22 de febrero de 1807 se
aprobó en la Cámara de los Comunes con 283 votos a favor y solo 16 en contra la
abolición de la trata de esclavos en el Atlántico y en sus islas de las Antillas, si bien no en el
resto de sus colonias. Inglaterra alegaría razones humanitarias para terminar con la
esclavitud, presionaría a España para firmar tratados internacionales que prohibieran la
trata, alentó la sublevaciones en Puerto Rico y Guallanilla en 1840, así como la de Ponce
en 1841 y la de Costa Norte en 1843 y 1846. Los ingleses crearían también un escuadrón
naval destinado exclusivamente a la captura de buques negreros en el Atlántico. Sin
embargo, en la India británica la esclavitud estaba permitida y era la base de la
economía.68 En 1838 cesará la esclavitud en los dominios británicos en el Caribe.

Los ingleses enviaron barcos a las costas de África, el llamado Escuadrón de África
Occidental, para interceptar a sus propios barcos negreros y otros países le fueron dando
permiso a los británicos para capturar también a los suyos.

Colaboración africana

El rey de Ndongo, Ngola Kiluanji, se opuso en un primer momento a la llegada a sus costas
de los europeos porque intentaban intervenir en la administración de su reino. Sin
embargo, posteriormente encontró ventajas en su situación ya que se convirtió en un
suministrador de esclavos.70 Su hija Nzinga (conocida por los españoles como reina
Ginga) fue llevada a Lisboa, fue bautizada y llamada doña Ana de Sousa y luego fue llevada
devuelta a África, donde fue proclamada como reina en 1624. La reina Ginga renunció a su
nombre cristiano y luchó por la independencia de Angola de los hombres blancos, tras lo
cual fue derrocada y los europeos colocaron en el trono a Kiluanji II, que era un
gobernante títere.

La reina Ginga permaneció en Angola como reina guerrera liderando batallas contra los
portugueses, aunque a los 81 años, poco antes de morir, decidió volver al cristianismo.

El Congo fue una región que proporcionaba una gran cantidad de esclavos a los
portugueses, lo cual no preocupaba en exceso a los regentes congoleños. En 1526 el rey
del Congo, Alfonso I Mvemba un Nzinga, hijo de Juan I, escribió una carta a Juan III de
Portugal indicándole que la conquista de Brasil, al aumentar el tráfico de esclavos, estaba
despoblando su territorio. Pedro II Mbumbi mantuvo una actitud más beligerante contra
los portugueses, llegando a proponer una alianza con los holandeses, pero al final nada de
esto ocurrió. En los años 20 del siglo XVII se hizo con el trono congoleño García II, que se
asoció con los holandeses para ocupar la importante plaza angoleña de Luanda. Sin
embargo, pronto consideraron que los holandeses eran aún peores que los portugueses.
En la segunda mitad del siglo XVII y principios del XVIII los portugueses volverían a tomar
posiciones en África.

Métodos y efectos de la esclavización


Los negreros efectuaron el llamado "comercio triangular". Cargaron ron, tabaco y armas
en Europa, lo cambiaron por esclavos y marfil en África y vendieron los esclavos con lucro
en América, de donde regresaron con materias primas y minerales a Europa. Durante el
tránsito aproximadamente 50 % de los esclavos moría.

No hay cifras exactas sobre las víctimas de las atrocidades cometidas. Expertos estiman
que entre los siglos XVI y XIX un total de cien millones de personas fueron deportadas o
murieron durante la deportación. Esta cifra se refiere al tráfico total (occidental y
oriental), contando también los muertos de las guerras de esclavización.72 Las
estimaciones del número de esclavos que fueron transportados a las Américas alcanzan
casi los catorce millones.

La resistencia ante la esclavitud

Así, con poco que perder pero la posibilidad de ganar la libertad, muchos esclavos se
rebelaron contra sus "dueños", comenzando con métodos pacíficos como el grito o el
canto nocturno, incluso se pusieron en huelga o deliberadamente sabotearon las
máquinas de su amo. Muchas veces también huyeron de la esclavitud y, a veces, se
sublevó la entera población africana de un rancho, o incluso una región.

La gente escapada trató de formar aldeas y fortificaciones para sobrevivir. Estas viviendas
y empalizadas, estratégicamente ubicadas, se llamaron palenques, cumbés o quilombos.
Las primeras rebeliones ya comenzaron en el siglo XVI, y no fueron tan desesperadas
como se piensa. La gente africana constituyó la mayoría de la población en muchas partes
de la colonia. Un ejemplo es Puerto Rico en 1530: 327 europeos y 2292 africanos.
Generalmente, la población africana fue la más fuerte en el Caribe, por la eliminación
completa de sus pueblos precolombinos y el duro trabajo en las plantaciones del azúcar.

A veces se formaron verdaderos reinos: el quilombo de Los Palmares, nueve grandes


palenques organizados en el norte de Brasil, tiene sus raíces en el año 1602 y fue
destrozado por traición de los portugueses en 1694.

Una de las medidas de los españoles en Florida para menoscabar la presencia británica en
Norteamérica fue ofrecer libertad y refugio a cuanto esclavo escapase del territorio
británico a cambio de que los negros se convirtieran al catolicismo. En 1738 el gobernador
de San Agustín, Manuel de Montiano, decidió crear una población con los negros libres
que había en la ciudad y se fundó Gracia Real de Santa Teresa de Mose, más conocido
como Fuerte Mose. También se organizó una milicia uniformada al mando de un negro
libre que tenía experiencia militar, Francisco Menéndez. En un primer momento el fuerte
contó con cien habitantes y veinte casas. El fuerte fue destruido por voluntarios escoceses
de Georgia y militares británicos en los comienzos de la Guerra del Asiento, aunque fue
recuperado en 1741 por los españoles y su población continuó creciendo con población
negra esclava que escapaba de Georgia y de las Carolinas. En 1763, tras la Guerra de los
Siete Años, España debió entregar Florida a Gran Bretaña (aunque se recuperaría en 1783)
y el Fuerte Mose sería desmantelado y los negros huirían a Cuba.

En 1790, a pesar de la Revolución Francesa, los mulatos no habían logrado la igualdad de


derechos y se rebelaron al norte de la parte francesa de La Española, en el llamado Santo
Domingo francés, actual Haití. Existían algunos filántropos franceses liberales partidarios
de la supresión de la esclavitud, pero el peso económico de la mano de obra esclava era
muy grande. El 22 de agosto de 1791 los esclavos del Santo Domingo francés se
sublevaron sumiendo el país en una guerra civil. En 10 días los esclavos tomaron el control
de la provincia Norte. En dicha sublevación los negros llevaron a cabo pillajes, asaltos y
violaciones. Además de libertad había deseos de venganza. En unas pocas semanas a la
revuelta se habían unido 100.000 esclavos y estos habían matado a 4000 blancos y
destruido 180 plantaciones azúcar y cientos de plantaciones de café y añil. Los franceses
se atrincheraron en algunos fuertes pero no pudieron hacer mucho más y de Francia
llegaron 6.000 soldados que no se consideraron suficientes y los franceses de la isla
terminaron por pedir a Gran Bretaña que los invadiera y se hiciera con la soberanía de la
isla con tal de parar la revuelta. En 1792 los esclavos controlaban un tercio de la isla.
España, que controlaba el resto de la isla, no desaprovechó la ocasión para perjudicar a la
recién creada República Francesa y se puso a apoyar a los esclavos sublevados. En 1794 la
Convención Nacional francesa dio derechos civiles y políticos a los negros. Sin embargo, en
1802 Napoleón envió tropas a la isla para volver a instaurar el régimen colonial francés en
el Caribe, lo que le pareció bien a Estados Unidos y a España, que consideraron que era un
mal ejemplo que existiese un país donde los negros fueran libres.

Restablecer la esclavitud en la Martinica no fue difícil ya que allí ni siquiera se había


aplicado el decreto que liberaba a los negros, pero en el caso de Guadalupe se libraron
varios combates. En la Guayana francesa la esclavitud se restableció sin problema alguno.
En Santo Domingo la rebelión fue difícil de controlar por una epidemia de fiebre amarilla
que mermó las tropas fancesas y que obligó a Francia a renegociar su retirada con los
negros en 1803 y el 1 de enero de 1804 nació la República de Haití.75

Fin de la esclavitud en la Hispanoamérica continental

Durante los primeros meses de la guerra de la independencia de México, por instrucciones


de Miguel Hidalgo, José María Anzorena, Ignacio López Rayón y José María Morelos, se
publicaron diversos bandos aboliendo la esclavitud. Este ideal de los insurgentes fue
reafirmado en el Decreto contra la esclavitud, las gabelas y el papel sellado, los Elementos
constitucionales y los Sentimientos de la Nación. Consumada la guerra y consolidada la
independencia de la nueva nación, los antiguos insurgentes Guadalupe Victoria y Vicente
Guerrero ratificaron la abolición de la esclavitud mediante decretos publicados en 1824 y
1829, durante sus respectivos mandatos presidenciales.

En Chile se decretó la «libertad de vientres» —los hijos de los esclavos nacían libres— en
octubre de 1811.76 Se abolió definitivamente la esclavitud mediante la Constitución
Política del Estado en diciembre de 1823,77 por lo que Chile se convirtió en el primer país
de Hispanoamérica en hacerlo oficialmente.

En las Provincias Unidas del Río de la Plata (germen de la actual Argentina) se aprobó en
1813 la «libertad de vientres», pero no se abolió la esclavitud hasta la Constitución
argentina de 1853.

En Nueva Granada (que abarcaba la actual Colombia y Panamá) se intentó prohibir la trata
de esclavos en Cartagena de Indias en 1810. En 1814 la legislatura de Antioquia aprueba la
«libertad de vientres». En 1816 Simón Bolívar premió con la libertad a todos los esclavos
que se alistasen y obligó a los esclavistas a vestir y alimentar a los hijos de los libertos para
que no se tuvieran que preocupar de lo que dejaban atrás y no desertaran. En 1821 el
Congreso de Cúcuta decreta una ley de «libertad de vientres» de carácter nacional. En
1823 Nueva Granada decretó el fin del comercio de esclavos y en 1851 decretó la libertad
de todos los habitantes, que se haría efectiva a partir del año siguiente.

Venezuela durante los años 1820s y 1830s estableció normas para mejorar la situación de
los esclavos, como aumentar la edad de manumisión a los 21 años o exigir que el Estado
liberara a 20 esclavos al año. No se abolió por completo la esclavitud hasta 1854.

En 1824 las Provincias Unidas de Centroamérica aprueban la abolición de la esclavitud,


prohibición que se mantendrá cuando se disuelva la Federación en Costa Rica, El Salvador,
Nicaragua, Honduras y Guatemala.

En Bolivia, la Constitución de 1826 liberaba a los esclavos, sin embargo el mismo año se
ordenó que los que quedaran libres debían trabajar para indemnizar al dueño por el
precio que costaron en su última compra.

En Paraguay si bien la esclavitud no se abolió, en tiempos del Dr. Francia se recibieron


esclavos fugitivos provenientes mayormente del Brasil. Esta situación cambió a partir de
1828, cuando un incidente criminal dio paso a la creación de la Esclavatura del Estado,
entidad encargada de la compra y venta de esclavos en todo el territorio paraguayo. Tras
la muerte de Francia, durante el primer gobierno de Francisco Solano López se decretó la
libertad de vientres para los esclavos nacidos a partir del 1 de enero de 1843. Sin
embargo, esta ley no dejaba a los esclavos libres al nacer, sino al cumplir 25 años en el
caso de los hombres y 24 para las mujeres. Es decir, a partir de 1867 y 1866
respectivamente.

La ley de 1843 no beneficiaba a los nacidos antes, quienes seguían siendo esclavos. En la
Guerra de la Triple Alianza, unos 6000 esclavos negros fueron reclutados. El 2 de octubre
de 1869 se abolió la esclavitud en el Paraguay, pero apenas 450 esclavos disfrutaron de
este logro, habiendo quedado el resto en el campo de batalla.

En Perú se abolió mediante una proclama de 1854 según la cual el Estado compraba a los
esclavos para darles su libertad.

En Ecuador la esclavitud fue abolida el 24 de julio de 1851, cuando era "Jefe Supremo"
José María Urbina.

Fin de la esclavitud en Brasil

En Brasil la esclavitud era una parte consustancial de la economía y era la región que más
esclavos había importado. El 28 de septiembre de 1871 decretaron la Ley del Vientre, que
mantenía la tutela de los dueños de los hijos de las esclavas hasta que tuvieran 21 años.
En 1880 Joaquim Nabuco y José de Patrocinio, apoyados por algunos abogados,
periodistas e intelectuales, crearon la Sociedad Brasileña contra la Esclavitud. Esta
asociación presionó al emperador brasileño Pedro II. Cinco años más tarde se logró que
los esclavos alcanzasen la libertad a los 65 años.

Cuando Pedro II se encontraba en Portugal y la regente era la princesa Isabel se promulgó


la Ley Áurea el 13 de mayo de 1888, que ponía fin a la esclavitud. Año y medio después el
ejército dio un golpe de Estado que puso fin al Imperio y proclamó la República.

Los Estados Unidos de América

Artículo principal: Esclavitud en los Estados Unidos

La esclavitud en los Estados Unidos existió en los siglos XVIII y XIX. La esclavitud ya se
había practicado en la Norteamérica británica desde los tempranos tiempos coloniales y
fue reconocida por las Trece Colonias en el momento de la Declaración de Independencia
de 1776. Después de la Guerra de la Revolución las leyes abolicionistas proliferaron en los
Estados del norte, aunque la rápida expansión de la industria del algodón desde el 1800
dejó a los Estados del sur fuertemente identificados con la esclavitud e intentaban
extenderla a los nuevos territorios del Oeste. Los Estados Unidos se polarizaron entre los
Estados esclavistas y los Estados libres, a lo largo de la Línea Mason-Dixon, que separaba
Maryland (esclavista) de Pensilvania (libre).
Aunque el tráfico de esclavos en el Atlántico se encontraba prohibido desde 1808, la trata
de esclavos interna continuó y la población esclava pudo haber crecido unos 4 millones
antes de la abolición.7980

En torno a 1850 el rico Sur algodonero se intentó secesionar de la Unión y las tensiones
continuaron en aumento. Con los pastores de las iglesias bajo presión para predicar la
doctrina sobre la esclavitud conforme a los políticos locales, los baptistas y metodistas se
dividieron en organizaciones regionales. Cuando Abraham Lincoln ganó las elecciones a la
presidencia de los Estados Unidos en 1860 en una plataforma para que no se hicieran
nuevos estados esclavistas el sur finalmente rompió con los Estados del norte. Esto marcó
el inicio de la Guerra Civil Americana, entre Confederados (sur) y Unionistas (norte) lo que
generó inestabilidad en el Sur, con muchos esclavos escapando o siendo liberados por el
ejército del norte. La guerra finalmente acabó con la esclavitud. La Decimotercera
Enmienda de la Constitución, aprobada en diciembre de 1865, formalmente derogó la
institución en los Estados Unidos.

También podría gustarte