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TEMA: DEFORMACIÓN
CONTENIDO:
Deformaciones: concepto de deformación.
Deformación normal bajo carga axial
Diagrama esfuerzo – deformación.
Ley de Hooke; módulo de elasticidad.
Comportamiento elástico contra comportamiento plástico de un material.
Cargas repetidas; fatiga.
Deformaciones de elementos sometidos a carga axial.
Problemas estáticamente indeterminados.
Problemas que involucran cambios de temperatura.
Relación de Poisson.
Carga multiaxial: Ley generalizada de Hooke.
Deformación a cortante. Relación entre E, y G y ν.
Distribución de esfuerzos y deformaciones bajo carga axial; principio de Saint-Venant.
esfuerzos en cualquier sección crítica del elemento en estudio y también para determinar fuerzas
internas y reacciones desconocidas en estructuras estáticamente indeterminadas, cosa que no era
posible lograr al aplicar la estática de cuerpos rígidos.
1.1 Concepto de deformación.
Hibbeler (2011) describe la deformación de un elemento estructural por medio de cambios en
la longitud de los segmentos de línea y cambios en los ángulos que existen entre ellos, para facilitar
esta descripción utiliza los conceptos de deformación unitaria normal (que se define como el cambio
en longitud inicial de un segmento por unidad de longitud) y de deformación unitaria cortante (que se
define como un ángulo ϒ en radianes que representa que el cambio que experimenta el ángulo de 90º
inicial entre dos segmentos de recta inicialmente perpendiculares).
En la figura 1, se observa un cuerpo en el cual se ha marcado un pequeño segmento de longitud
inicial s antes de aplicar las cargas, luego de aplicar las cargas se observa que los puntos A y B se
desplazan a otro lugar, pero nosotros fijamos la atención es en el cambio que experimenta la longitud
inicial del segmento ( s’ - s), si dividimos este cambio entre la longitud inicial ( s), se obtiene por
definición la deformación unitaria promedio ( prom). Si consideramos segmentos de longitud cada vez
más pequeños, haciendo que en el límite el punto B se acerque cada vez más al punto A, se obtiene el
límite de la razón del cambio en la longitud a la longitud inicial, con esto se obtiene por definición la
deformación unitaria normal en un punto material del cuerpo o elemento estructural ( = ds / dt).
En la figura 2, se observa un cuerpo al cual se le han marcado dos segmentos, AC a lo largo del
eje t y AB a lo largo del eje n, mutuamente perpendiculares, razón por la cual el ángulo inicial entre
ellos es igual a 90º o mejor, igual a (π/2) radianes. Para conocer matemáticamente la deformación
unitaria justo en el punto A, se asume que simultáneamente C y B se aproximan en el límite hacia A, a
la vez que el ángulo inicial (π/2) cambia a ’. Si restamos a (π/2) el límite del ángulo ( ’) cuando C Y B
tienden a A, se obtiene por definición, la deformación unitaria cortante en el punto A.
Fig. 3. Elementos rectos diferentes sometidos a carga axial. Fuente: Beer et. al. (2013).
En la figura 3, se observan tres elementos rectos diferentes, hechos del mismo material,
sometidos a carga axial de tracción. Si calculamos el esfuerzo normal promedio en cada uno de los
elementos, se tiene para los tres el mismo valor de esfuerzo normal promedio ( = P/A). Observe que
si con respecto al primer elemento, duplicamos el área dejando la longitud igual, se requiere duplicar la
fuerza para producir la misma deformación total ( ); si duplicamos la longitud, manteniendo igual el
área y la carga P, la deformación total resultante será el doble (2 ). Pero si a los tres elementos le
calculamos la deformación unitaria normal promedio, el resultado para los tres será de igual magnitud
( prom = / L).
Para los tres elementos rectos presentados en la figura 3, si construimos un diagrama ( P vs. ),
como el que se muestra en la figura 4, con la finalidad de describir el comportamiento estructural de
los elementos, cada uno de ellos tendrá un diagrama diferente, y ninguno de estos diagramas servirá si
se quiere conocer el comportamiento del material. Debido a lo observado en la descripción en el
párrafo anterior, si se quiere conocer el comportamiento del material, independientemente de la
forma de la pieza o probeta ensayada, se debe construir un diagrama ( vs. ), que se explicará más
adelante.
Fig. 4. Diagrama carga P vs deformación total . Fuente: Beer et. al. (2013).
Fig. 4. Elementos con diferentes cargas, secciones y/o materiales. Fuente: Hibbeler (2011) y Beer et. al. (2013)
Los diagramas esfuerzo-deformación de los materiales varían en forma considerable, por lo que
diferentes ensayos de tensión llevados a cabo sobre el mismo material pueden arrojar diferentes
resultados, dependiendo de la temperatura de la probeta y de la velocidad de aplicación de la carga.
Sin embargo, es posible distinguir algunas características comunes entre los diagramas esfuerzo-
deformación de distintos grupos de materiales, y dividir los materiales en dos amplias categorías con
base en estas características. Habrá así materiales dúctiles y materiales frágiles. (Beer et. al., 2013, p.
44)
Entre los materiales dúctiles tenemos el acero estructural, el aluminio y varias aleaciones de
otros metales. Estos materiales se caracterizan por su capacidad de fluir a temperaturas normales.
Se describe a continuación el comportamiento de los materiales dúctiles, observando el
diagrama de esfuerzo-deformación del acero bajo en carbono mostrado en la figura 5.
La probeta sometida a carga creciente, varía en su longitud base y en su área se sección
transversal a medida que se incrementa la carga. Pero para efecto de estudios de análisis y diseño de
ingeniería se usa un diagrama esfuerzo deformación denominado de ingeniería, en el que se utiliza
para el cálculo de esfuerzos, el área inicial A de la barra.
En la etapa inicial del diagrama vs , se observa un segmento muy aproximado a una línea
recta, de pendiente bastante grande, caracterizado por un desarrollo muy lento de las deformaciones,
para grandes variaciones en la magnitud del esfuerzo. Esta relación entre el esfuerzo normal y la
deformación unitaria se mantiene lineal hasta que se alcanza un punto denominado límite de
proporcionalidad, luego la gráfica se vuelve en una curva, disminuyendo la pendiente de recta
tangente a la curva; se llega al punto de cedencia del material, un punto muy cercano al límite de
proporcionalidad, que corresponde al esfuerzo de cedencia Y; a partir de este punto, el material
experimenta una gran deformación con un pequeño incremento de la carga. “Esta deformación es
causada por el deslizamiento del material a lo largo de superficies oblicuas y se debe sobre todo a
esfuerzos cortantes” (Beer et al, 2013, p. 45).
Luego de fluir el material durante un tiempo, se hace necesario seguir amentando la carga para
poder seguir produciendo deformación, esta etapa se conoce como endurecimiento por deformación;
el final de esta etapa se presenta cuando se logra cierto valor máximo de esfuerzo, que se denomina
esfuerzo último U, luego de este valor máximo de esfuerzo, el diámetro de la probeta comienza a
disminuir debido a inestabilidad local, presentándose en la zona media una reducción repentina del
área que se conoce como estricción. Luego de este punto, con cargas un poco menores se mantiene el
alargamiento y muy pronto se produce la rotura final.
En los diagramas esfuerzo-deformación de materiales frágiles se observa que la etapa lineal es
mucho más corta, no está definido el punto de cedencia, no se evidencia el “escalón” de relajamiento
que se ve en el diagrama del acero estructural, el punto de ruptura se alcanza a deformaciones mucho
más pequeñas, el esfuerzo máximo es igual al esfuerzo de rotura y en la probeta no se presenta el
fenómeno de estricción. Así mismo en la probeta el plano de rotura es un plano perpendicular al eje de
la probeta y la falla se debe principalmente al esfuerzo normal máximo. En cambio la falla en los
materiales dúctiles se presenta en forma cónica, por deslizamiento del material en planos de 45º,
debido al esfuerzo cortante máximo en el material.
El diagrama esfuerzo-deformación también proporciona, además de los puntos de esfuerzo de
cedencia, de esfuerzo último y de ruptura, información adicional muy importante relativa a las
propiedades mecánicas de material. Por ejemplo: La pendiente del segmento recto inicial del diagrama
proporciona una medida de la rigidez del material que más adelante definiremos como módulo de
elasticidad, la deformación unitaria normal en el punto de la ruptura multiplicada por 100, nos
proporciona una medida de la ductilidad del material denominada alargamiento porcentual. El área
bajo la porción recta del diagrama, hasta el punto de cedencia, se conoce como módulo de resiliencia,
el cual representa la energía por unidad de volumen que el material puede absorber sin fluir. Este
módulo es útil para medir la capacidad de una estructura para soportar una carga de impacto sin sufrir
deformaciones permanentes. Así mismo el área total bajo el diagrama esfuerzo deformación, desde el
inicio hasta la ruptura se conoce como módulo de tenacidad, el cual representa la energía necesaria,
por unidad de volumen, para causar la ruptura del material (Beer et al, 2013, p. 582-583).
4. Ley de Hooke; módulo de elasticidad.
En la introducción se indicó que los elementos estructurales se deben diseñar de manera tal
que las deformaciones que se presenten bajo la cargas de trabajo sean pequeñas y además los
esfuerzos máximos deben ser lo suficientemente menores que el esfuerzo de cedencia para tener un
grado de seguridad aceptable contra la falla por plastificación del material ante cualquier sobrecarga
imprevista. Todo lo anterior nos lleva a que el material en condiciones de servicio estará trabajando
dentro de la zona de comportamiento lineal del material en la cual se tiene que el esfuerzo normal es
directamente proporcional a la deformación unitaria normal. Este último enunciado se conoce como
la Ley de Hooke, en honor al matemático inglés Robert Hooke. La ley de Hooke se escribe como sigue:
=E (4.1)
El coeficiente E se conoce como módulo de elasticidad del material, o también como módulo de
Young, en honor al científico inglés Thomas Young. Como la deformación unitaria es una cantidad
adimensional, el módulo de elasticidad tiene las mismas unidades del esfuerzo. En SI, Pa = N/m2, pero
debido a que el pascal es una cantidad muy pequeña, los valores en la práctica de E se expresan por lo
general en MPa o en GPa. En el sistema inglés las unidades se expresan en psi = 1 lb / in 2 o en ksi =
1000 lb / in2.
Es importante destacar que el valor máximo de esfuerzo para el cual es aplicable la ley de
Hooke es hasta el límite de proporcionalidad del material correspondiente. Sin embargo, como en la
práctica es difícil determinar con precisión este límite se acostumbra aproximarlo por el valor del
esfuerzo de cedencia Y, sin llegar a cometer errores significativos al realizar esta aproximación.
5. Comportamiento elástico contra comportamiento plástico de un material.
En un diagrama esfuerzo-deformación, entre los puntos límite de proporcionalidad y límite de
cedencia, existe un punto muy importante que se conoce como límite elástico, el cual representa el
máximo valor del esfuerzo para el cual el material se comporta elásticamente. Como debe saber, un
material se comporta elásticamente si al retirar las cargas que actúan sobre el elemento, las
deformaciones causadas por las mismas desaparecen también, regresando el elemento a sus
dimensiones originales.
Luego de sobrepasar el límite elástico y aún más sobrepasar el límite de cedencia, el material
entra en un comportamiento plástico, deformándose grandemente con muy poco incremento de la
carga. Si luego de estar por un tiempo en la etapa plástica, se disminuye lentamente la carga, en el
diagrama se visualiza una línea de descarga paralela a la etapa de carga elástica inicial, al llegar a cero
la carga se visualiza que queda una deformación permanente o plástica. (Ver figura 6)
Si se vuelve aplicar carga, en el diagrama se visualiza como la relación se mantiene lineal entre
esfuerzo y deformación, a lo largo de la misma línea CD de descarga anterior, se observa que el valor
de esfuerzo al que se alcanza nuevamente la cedencia es mayor que el límite de cedencia inicial, luego
al continuar el incremento de carga, la curva se doblará hacia la derecha y conectará con la parte curva
original hasta llegar a la ruptura. (Ver figura 6)
Si en lugar de volver a carga a tracción, se aplica ahora una carga de compresión que se
incrementa lentamente, se observa ahora que la porción DH del diagrama es una curva y no muestra
un punto de cedencia bien definido, este comportamiento se denomina efecto Bauschinger. Si se
mantiene la carga se produce la cedencia a lo largo de la línea HJ con un valor de esfuerzo igual al
esfuerzo de cedencia del material, Y. Si en el punto J se disminuye la carga de compresión, la descarga
se presenta a lo largo de una línea recta de pendiente igual a la pendiente de la etapa de carga inicial.
(Ver figura 6)
Si durante la carga inicial de tracción se tiene que la descarga se presenta luego de que se ha
presentado el endurecimiento por deformación, al descargar completamente en D’ y proceder a cargar
a compresión a lo largo de D’H’, se presenta igualmente el efecto Bauschinger, pero se encuentra que
el material llega a la cedencia en el punto H’ a un valor de esfuerzo más pequeño que el esfuerzo de
cedencia del material, pero se sigue cumpliendo que la suma de este esfuerzo de cedencia en H’ con el
esfuerzo máximo en C’ es igual a 2 Y . (Ver figura 6)
6. Cargas repetidas. fatiga.
Si se tiene un elemento estructural trabajando en el rango elástico, se pudiera cargar y
descargar muchas veces y el elemento regresa a su forma original, sin problemas, siempre que se
mantenga dentro del rango elástico. Esta afirmación es correcta para cargas repetidas algunas decenas
de veces, incluso hasta unas pocas centenas de veces. Sin embargo, no es correcta para cargas
repetidas miles o millones de veces. En estos casos se presenta la rotura aún bajo esfuerzos mucho
menores que la resistencia estática a la fractura. Este fenómeno se conoce como fatiga, y está
caracterizado por una falla frágil, aun en materiales considerados como dúctiles (Beer et al, 2013).
La fatiga debe ser considerada en el diseño de estructuras y máquinas sometidas a cargas
repetidas o fluctuantes. Se debe tener en cuenta que se presentan situaciones más severas cuando se
produce una reversión completa del signo de la carga durante el ciclo correspondiente.
El número de ciclos de carga que se requieren para producir la falla se puede determinar
experimentalmente para cualquier nivel de esfuerzo máximo y el resultado se grafica en un diagrama
-n, en el cual el esfuerzo máximo se grafica en la ordenada y el número de ciclos n en las abscisas.
En la figura 7, se muestra una curva típica -n para el acero y para el aluminio. En la del acero se
observa que, sí el esfuerzo máximo es alto, se requieren pocos ciclos de carga para producir la rotura.
Cuando se reduce el esfuerzo máximo, el número de ciclos necesarios para la rotura aumenta hasta
alcanzar un esfuerzo denominado límite de resistencia o límite de fatiga.
El límite de fatiga es el esfuerzo para el cual no ocurre la fatiga aunque se aplique un número
muy elevado de ciclos de carga (Beer et al, 2013).
Como se indicó anteriormente, sabemos que esta ecuación tiene una aplicación muy limitada,
sólo se aplica al caso descrito que le dio origen. Cualquier cambio en las características del elemento,
sea su área, si está compuesto por diferentes materiales, si las cargas estás aplicadas en diferentes
puntos o sí la sección transversal es variable (como se vio en la figura 4); se debe adaptar el método de
solución a cada caso.
Si el caso es como se muestra en la figura 9, se debe proceder como sigue: a) se determina la
reacción en el extremo fijo, b) se determinan las áreas de la sección transversal de los diferentes
segmentos, c) se subdivide la barra compuesta en varios segmentos de tal manera que en cada uno de
éstos sea aplicable la ecuación (7.1), d) se aplica el método de la sección en cada segmento,
determinando la fuerza interna por equilibrio y se aplica la ecuación (7.1) para determinar la
deformación de cada segmento, teniendo en cuenta que esta deformación será positiva si el
elemento está a tracción y negativa si el elemento está a compresión, e) se realiza la suma algebraica
de las deformaciones de los segmentos para obtener la deformación total del elemento compuesto.
= (i=1-n) [(Pi Li) / (Ai Ei)] (7.2)
B/A = B - A = (P L) / (A E) (7.3)
Como se definió antes, se tiene que en un elemento de sección variable, la deformación
unitaria normal en un punto, como el punto Q que se observa en la figura 10, se obtiene calculando el
límite cuando x tiende a cero de la relación de a x. es decir: = lím ( x0) ( / x) = d / dx.
Fig. 10. Elementos de sección variable sometidos a carga axial. Fuente: Beer et al (2013).
Para obtener la deformación total de un elemento de sección variable, como el que se muestra
en la figura a la derecha de la figura 10, se procede como sigue: a) se determina la reacción en el
apoyo, b) se aplica el método de la sección cortando a una distancia x de uno de los extremos escogido
convenientemente, c) se determina una función del área en función x, y en el caso de que la carga
aplicada sea distribuida a lo largo de la barra, como ocurre cuando se tiene en consideración el peso de
la barra, se determina también una función de la fuerza interna P en función de x, d) se hace la idea de
que se está trabajando con una rebanada de la barra ubicada a esa distancia x, de espesor muy
pequeño dx, sobre la cual se asume que actúa esfuerzo normal uniforme y de igual magnitud en los
extremos, por lo que se puede aplicar la relación: d = dx = (P dx) / (A E), e) la deformación total se
Fig. 11. Elemento estáticamente determinado. Método cortando. Fuente: Beer et al (2013).
Considere el caso de una estructura simple estáticamente indeterminada, recuerde que una
estructura simple está conformada por elementos de tres fuerzas o más fuerzas (que por lo general se
asumen rígidos, para no estudiar esfuerzos en ellos por ahora, dado que no están sometidos a carga
axial) y elementos de dos fuerzas que si se consideran deformables, porque están sometidos a carga
axial. Como éstos estos últimos elementos se deforman, la estructura cambiará ligeramente su
configuración geométrica, si se dibuja de manera un poco exagerada la deformación de la estructura se
pueden obtener figuras de las cuales se puede deducir una relación geométrica entre las
deformaciones de las barras de dos fuerzas presentes (esto asumiendo que se está estudiando una
estructura con 1 grado de indeterminación), esta relación que se conoce como ecuación de
compatibilidad de deformaciones, se expresa en términos de las fuerzas internas en las barras
aplicando la ecuación 7.1, y luego se resuelve en forma simultánea con las ecuaciones de equilibrio
para obtener las reacciones y fuerzas internas desconocidas. En la figura 12, se muestra un ejemplo
donde se aplica el método descrito aquí.
Tenemos como alternativa, a veces más conveniente, otro método de solución, que se conoce
como el método de la superposición o también como el método de las flexibilidades. Este método
consiste en seleccionar convenientemente uno de los apoyos que está de más, denominado
redundante, retirar imaginariamente ese apoyo y sustituirlo por una fuerza desconocida para no
alterar el problema. Se divide el problema original estáticamente indeterminado en la superposición o
suma de dos problemas estáticamente determinados.
Un primer problema denominado inicial (o cero “0”), en el cual se consideran aplicadas sólo las
cargas conocidas y se realiza el análisis de deformaciones, en el cual se pretende encontrar el
desplazamiento que experimenta el punto donde estaba el apoyo redundante que se retiró.
Un problema complementario o secundario, en el cual se aplica sobre el elemento o estructura
solamente la fuerza desconocida que sustituye al apoyo redundante que se retiró. Se realiza
igualmente el análisis de deformación determinando el desplazamiento que experimenta el punto
donde estaba el apoyo redundante que se retiró, correspondiente a este caso.
Sabiendo que el desplazamiento del punto liberado en realidad es igual a cero, debido a la
presencia del apoyo redundante en la estructura real, si sumamos o superponemos los resultados
obtenidos en el análisis de los dos casos anteriores, se obtiene una ecuación de la cual se determina la
fuerza o reacción desconocida y luego por equilibrio se determinan la otras reacciones y fuerzas
internas. Por supuesto esto en el caso de una estructura o barra indeterminada de 1er grado. Si el
grado de indeterminación es mayor, se deben considerar tantas redundantes como grados de
indeterminación tenga la estructura.
En las figuras 13 y 14, se observan ejemplos donde se aplica el método de superposición.
Fig. 13. Método de superposición o de las flexibilidades en barra. Fuente: Beer et al (2013).
Fig. 14. Método de superposición o de las flexibilidades en estructura. Fuente: Beer et al (2013).
T = TL (9.1)
En este caso particular, la deformación total térmica T está asociada a una deformación
unitaria térmica T dada por la relación:
T = T (9.2)
En este caso particular no se presenta un esfuerzo térmico T asociado a la deformación
unitaria térmica T, debido a que el elemento estructural está libre para deformarse como se observa
en la figura a la izquierda de la figura 15. En el caso de una barra restringida en sus extremos, tal como
se muestra en la figura a la derecha de la figura 15, se presenta lo contrario, va estar presente el
esfuerzo térmico y no tendrá deformación unitaria térmica asociada. En éste caso, al encontrarse la
barra restringida en ambos extremos, los apoyos se oponen a la deformación térmica total de la barra
( T ) y queda sometida por esto a dos fuerzas de compresión en sus extremos, cuya magnitud (P) no se
puede determinar por medio de ecuaciones de estática y por esto éste es un tipo de problema
estáticamente indeterminado que debe resolverse por lo general aplicando el método de
superposición.
El método se puede resumir como sigue: a) Se selecciona un extremo de la barra como
redundante, se retira el apoyo y se sustituye por una fuerza desconocida (P); b) se sustituye éste
problema por la superposición de dos problemas, uno inicial en el cual actúa sólo la temperatura y
produce en la barra la deformación térmica ( T = T L ) si es una barra uniforme, o igual a la suma de
las deformaciones térmicas de las diferentes porciones, si es una barra compuesta no homogénea ( T
= (i=1 hasta n) i T Li ); c) un problema complementario donde actúa sólo la fuerza desconocida (P) y se
calcula la deformación total [ P = (P L) / (A E)] en una barra homogénea, o { P= (i=1-n) [(Pi Li) / (Ai Ei)] }
en una barra compuesta no homogénea; d) por último se superponen las dos deformaciones totales
obtenidas, sumándolas e igualando a cero y se despeja la magnitud de la fuerza desconocida (P), que
en el caso de una barra homogénea uniforme resulta en la expresión [ P = - A E ( T) ] a compresión
(signo “-“ ) si la barra se expande o a tracción ( signo “+”) si la barra se contrae teniendo por supuesto
un ( T) negativo. Se puede obtener también el esfuerzo térmico por medio de la expresión [ T = (P/A)
= -E ( T) ]. Para visualizar la aplicación de este método observe los casos presentados en la figura 16.
Fig. 15. Barra libre y barra restringida sometidas a cambio de temperatura. Fuente: Beer et al (2013).
Fig. 16. Método de superposición en barras sometidas a cambio de temperatura. Fuente: Beer et al (2013).
Como puede ver los problemas de cambio de temperaturas no están limitados sólo a barras
rectas restringidas en sus extremos. Se puede tener cualquier estructura simple en la cual a algunas de
sus barras se le aplica un cambio uniforme de temperatura, de lo que resulta un problema más
complejo, que por lo general requiere liberar un extremo de la barra para permitir que se expanda o se
contraiga por temperatura (en una estructura inicial), luego aplicar la fuerza desconocida que sustituye
al apoyo y representar la deformación de la estructura (en una estructura complementaria) para
obtener una relación geométrica entre las deformaciones para obtener la ecuación de compatibilidad
de deformaciones que permitirá junto con las de equilibrio determinar las fuerzas y reacciones
desconocidas.
También se encuentran problemas en los cuales una barra cilíndrica de un material se
encuentra, dentro de una camisa o tubo de otro material y de alguna forma unida a éste. Se le aplica al
conjunto un cambio de temperatura. En este caso, aunque la barra compuesta no esté restringida en
sus extremos, se presenta internamente en las barras un estado de esfuerzo térmico, debido a la
diferencia que hay entre los coeficientes de expansión térmica de los dos materiales diferentes, en este
caso si se tiene un aumento de temperatura, la barra de mayor coeficiente de expansión térmica
tiende a alargarse más, sometiendo a tracción a la de menor coeficiente de expansión térmica y ésta
por tercera ley de Newton aplica una fuerza igual y opuesta a la primera sometiéndola a compresión;
como las barras están unidas, las dos tienen que deformarse la misma cantidad, esto nos permite
escribir una ecuación de compatibilidad igualando las deformaciones totales calculadas para las dos
barras por separado; estás deformaciones totales se calculan para cada barra sumando de forma
algebraica la deformación por temperatura y la deformación por carga en función de la (P)
desconocida, que ejerce una barra sobre la otra. Ver un ejemplo en el lado izquierdo de la figura 17.
Otro caso es el de dos o más barra unidas o no, que tienen entre sí, o con alguno de los
extremos un pequeño espacio, que desaparece luego de aplicar el cambio de temperatura, quedando
todas las barras en contacto y comprimidas por una reacción en cada extremo, cada una de magnitud
(P), que se determina de manera similar a los problemas de barras alineadas antes explicados, pero en
este caso en lugar de igualar a cero la superposición de las deformaciones térmicas y por cargas, se
iguala a la magnitud del pequeño espacio inicial que existía entre las barras. En la figura 17, a la
derecha se observa un ejemplo de este caso.
Fig. 17. Otros ejemplos de barras sometidas a cambio de temperatura. Fuente: Beer et al (2013).
Suponemos entonces que el material en estudio es homogéneo, es decir, que sus propiedades
mecánicas son independientes del punto considerado; también consideremos que el material es
isotrópico, es decir, que las propiedades del material son independientes de la dirección en la cual se
evalúen o determinen; lo que nos permite afirmar que la deformación debe tener el mismo valor para
cualquier dirección transversal ( y = z ), denominadas éstas como deformación lateral.
La relación de Poisson establece que el valor absoluto de la relación entre la deformación
lateral ( y = z ) y la deformación axial ( x), es constante y es una propiedad del material.
ν = | deformación lateral / deformación axial| = - ( y / x ) = - ( z / x) (10.1)
En la figura 18, se puede ver la deformación axial y lateral de una barra sometida a carga axial
de tracción. En el caso de una carga de compresión, ocurre lo contrario, como sabemos axialmente se
acorta, y lateralmente aumenta sus dimensiones.
Fig. 18. Se visualiza la deformación lateral por carga axial. Fuente: Beer et al (2013) y Hibbeler (2011)
En una barra sometida a carga axial, como la que se ve en la figura 18, sólo se presenta un
esfuerzo axial ( x = P/A = E x ), los esfuerzos en la dirección transversal son iguales a cero (Ver figura
19). De la ley de Hooke se puede calcular la deformación la deformación axial y aplicando lo
establecido por la relación de Poisson se puede ahora determinar también las deformaciones laterales
( y = z ).
[ x = ( x / E) = ( P ) / ( A E) ] ; [ y = z = - ν ( x / E) ] (10.2)
Utilizando las relaciones 10.2, se puede ahora determinar los cambios en los diámetros o
dimensiones laterales de cualquier barra sometida a carga axial y más adelante vamos a poder estudiar
esfuerzos y deformaciones en elementos sometidos a cargas en más de una dirección, denominados
elementos sometidos a carga multiaxial.
Fig. 19. Estado de esfuerzo en una barra sometida a carga axial. Fuente: Beer et al (2013).
11. Carga multiaxial. Ley generalizada de Hooke.
Existen situaciones en las cuales un elemento estructural sea este un elemento esbelto, una
placa plana, o un sólido tridimensional, queda sometido a fuerzas distribuidas, diferentes de cero, que
actúan en todas las direcciones (x,y,z) de los ejes coordenados. Para estudiar el efecto de estas cargas
sobre un punto material interno cualquiera del elemento, se aísla imaginariamente un muy pequeño
elemento de material en forma de cubo, orientado de tal manera que cada una de sus caras quedan
perpendiculares a uno de los ejes (x,y,z) del sistema de coordenadas, tal como se ve en la figura 20. En
esta figura se observa que en las dos caras perpendiculares al eje x, actúa el esfuerzo normal x, y de
manera similar en las perpendiculares al eje y, actúa y, y en las perpendiculares al eje z, actúa z. Este
estado de esfuerzo se conoce como carga multiaxial. La definición de las componentes se realizó en la
unidad anterior cuando se presentó el concepto de estado general de esfuerzo en un punto.
Fig 20. Elemento de material sometidos a carga multiaxial. Modificado de Fuente: Beer et al (2013).
Fig 21. Deformación de elemento sometido a carga multiaxial. Fuente: Beer et al (2013).
Fig 23. Esfuerzo cortante en plano xy y la deformación cortante ϒxy. Fuente: Beer et al (2013).
Fig 24. Esfuerzo cortante en los planos yz y xz. Fuente: Beer et al (2013).
Para un estado general de esfuerzo en un punto, se considera que los esfuerzos cortantes no
afectan de manera significativa a los esfuerzos normales y por esto en un estado general de esfuerzo
en un punto se utilizan las ecuaciones de carga multiaxial (11.1) para calcular las deformaciones
normales y las ecuaciones (12.2) para determinar las deformaciones cortantes, se obtiene de esta
manera la ley generalizada de Hooke para un material isotrópico homogéneo sometido al estado más
general de esfuerzos. En la figura 25, se observa el estado general de esfuerzo y las ecuaciones de la ley
generalizada de Hooke para este estado de esfuerzo.
Fig 25. Estado general de esfuerzo en un punto. Ley de Hooke generalizada. Fuente: Beer et al (2013).
Hasta ahora se han definido tres propiedades de los materiales muy importantes. El módulo de
elasticidad E, el módulo de rigidez G, y la relación de Poisson ν. Cada uno de estos valores para un
material dado se puede determinar experimentalmente, pero vasta determinar de esta forma sólo dos
de estas propiedades, porque las tres están relacionadas por medio de la siguiente ecuación:
(E)/(2 G) = (1 + ν) (12.2)
De la ecuación (12.2) si se conocen E y ν, se puede calcular el módulo de rigidez G despejando
{G = (E)/[2 (1+ν)]}.
13. Distribución de esfuerzos y deformaciones bajo carga axial. Principio de Saint-Venant.
En los elementos sometidos a carga axial se ha supuesto que los esfuerzos normales están
uniformemente distribuidos en toda sección transversal al eje del elemento, a todo lo largo del
elemento. Pero esta suposición puede ser totalmente equivocada en la inmediata vecindad de los
puntos de aplicación de las cargas en los extremos. Donde la distribución de esfuerzos no es uniforme y
tiene una forma curva que no se puede determinar aplicando ecuaciones de estática, sino por medio
de mediciones experimentales de las deformaciones causadas por las fuerzas, o por medio de
ecuaciones complicadas propias de la teoría matemática de la elasticidad.
Si se quiere reproducir experimentalmente una distribución de esfuerzos y deformaciones
uniforme, tal y cual como se ha supuesto hasta ahora, se requiere aplicar la carga centrada mediante
una placa rígida. Si esto se realiza sobre un bloque de caucho al cual se le ha marcado una cuadrícula
en toda su extensión, se comprueba que luego de aplicar la carga todos los cuadros se han deformado
de igual forma, demostrando que la distribución de deformaciones es uniforme; y si los esfuerzos están
por debajo del límite de proporcionalidad, se puede aplicar la ley de Hooke ( = E ), resulta que la
distribución de esfuerzos también será uniforme en todas las secciones transversales del elemento.
En la figura 26, se observa un elemento de caucho cuadriculado, al cual se le aplica una carga P
perfectamente centrada por medio de placas rígidas en los extremos, y se observa como la distribución
de deformaciones es uniforme en todo el elemento.
Fig 26. Distribución de deformaciones uniforme por las placas rígidas y no uniforme cerca de los extremos por
carga concentrada. Fuente: Beer et al (2013).
En la figura 26 a la derecha se observa que cuando se aplica una carga concentrada en los
extremos del elemento, la distribución de las deformaciones no es uniforme, los elementos muy
cercanos a la carga concentrada en el extremo se deforman mucho más y los elementos en los bordes
en el mismo plano se deforman poco o no experimentan deformación, lo que hace que la distribución
de deformaciones y por ende la distribución de esfuerzos no sea uniforme en la proximidad de los
puntos de aplicación de la carga. Pero se puede ver también que a medida que las secciones
transversales se alejan de los extremos, las distribuciones de deformación se vuelve uniforme en esa
zona intermedia de la barra, presentándose en los pequeños elementos la misma deformación que se
observa en la barra a la que se le aplica la carga por medio de placas rígidas.
En la figura 27, se puede visualizar también el comportamiento similar al de la distribución no
uniforme de las deformaciones, que presenta la distribución de esfuerzos. Se observa una barra de
ancho mayor, igual a (b), que está sometida a cargas concentradas en sus extremos. Aplicando
procedimientos matemáticos avanzados propios de la teoría matemática de la elasticidad se ha
determinado la forma de la distribución y valores característicos de los esfuerzos normales, en las
secciones cercanas al punto de aplicación de la carga. Se observa que a una distancia mayor o igual al
ancho mayor (b) de la barra, la distribución de esfuerzos es casi uniforme a través de la sección y se
puede suponer que el esfuerzo normal promedio es igual a ( y = P/A). De este resultado se llega a un
enunciado conocido como principio de Saint-Venant que establece que “excepto en la cercanía
inmediata de los puntos de aplicación de las cargas, la distribución de esfuerzos puede suponerse
independiente del modo de aplicación de la carga” ( Beer at al, 2013, p. 91).
Fig 26. Distribución de esfuerzos cerca de los extremos estimados con la teoría matemática de la elasticidad.
Fuente: Beer et al (2013).
El principio de Saint-Venant se aplica, no solo en el caso de carga axial, sino para diferentes tipo
de cargas, para reemplazar una carga dada por una más sencilla con el propósito de calcular los
esfuerzos en un elemento estructural. Pero hay que tener en cuenta dos puntos importantes al aplicar
este principio: a) La carga real y la utilizada para calcular los esfuerzos deben ser estáticamente
equivalentes, b) Los esfuerzos no pueden calcularse, de esta manera, en la cercanía inmediata de los
puntos de aplicación de las cargas. Deben utilizarse métodos teóricos o experimentales avanzados para
determinar la distribución de esfuerzos en estas áreas.