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CULTURAS HÍBRIDAS
Estrategias para entrar
y salir de la modernidad
grijalbo
LOS NOVENTA
Consejo Nacional
para la
pone al alcance de los lectores una colección con los más variados Cultura y las- Arles
temas de las ciencias sociales. Mediante Ja publicación de un libro
semanal, esta serie proporciona un amplio espectro del pensamien- MÉXICO, D,F.
to crítico de nuestro tiempo.
CULTURAS HÍBRIDAS
Estrategias para entrar y salir de te modernidad
© 1989, Nésior Garda Candiní
Fotomontaje de la cubierta:
Fotografía de Lourdes Grobet {frontera médico-norteamericana)
y Estructura para un paisaje de Luis Felipe Noé
D.R, & 1990 por EDITORIAL GRJJALBO, S.A. de C.V.
Cate. San Bartolo Naucalpan núm. 282
Argentina Poniente I )230
Miguel Hidalgo, México, D.F.
IMI»m.sni:N
ÍNDICE
de puesta en escena y recepción que da vida a una obra. 7 artístico en la obra, o quedan como una tensión secundaria
Por otro lado, los innovadores erosionan esta complicidad respecto de los mecanismos de colaboración que solidarizan a
entre cierto desarrollo del arte y ciertos piiblicos: a veces, para los integrantes del mundo artístico. Para Bourdieu, cada
crear convenciones inesperadas que ahondan la distancia con campo cultural es esencialmente un espacio de lucha por la
los sectores no entrenados; en otros casos —Becker da muchos apropiación del capital simbólico» y en función de las posicio-
ejemplos, desde Rabelais a Phil Olass—, incorporando al nes que se tienen respecto de ese capital —posesores o preten-
lenguaje convencional del mundo artístico las maneras vulga- dientes— se organizan las tendencias —conservadoras o
res de representar lo real. En medio de estas tensiones se heréticas. El lugar que ocupan en Bourdieu el capital cultural
constituyen las relaciones complejas, nada esquemáticas, entre y la competencia por su apropiación lo desempeñan en Becker
lo hegemónico y lo subalterno, lo incluido y lo excluido. Ésta las convenciones y los acuerdos que permiten que los conten-
es una de las causas por las que la modernidad implica tanto dientes sigan su trabajo; "Las convenciones representan el
procesos de segregacidn como de hibridación entre los diversos ajuste continuo de las partes que cooperan respecto de las
sectores sociales y sus sistemas simbólicos. condiciones cambiantes en las que ellas practican."8
La ubicación de las prácticas artísticas en los procesos de
La perspectiva antropológica y relativista de Becker, que producción y reproducción social, de legitimación y distinción,
define lo artístico no segu*n valores estéticos a priori sino dio a Bourdieu la posibilidad de interpretar las diversas
identificando grupos de personas que cooperan en la produc- prácticas como parte de la lucha simbólica entrs las clases y
ción de bienes que al menos ellos llaman arte, abre el camino fracciones de clase. También estudió las manifestaciones ar-
para análisis no etnocéntricos ni socioeéntrieos de los campos tísticas que Becker llama "ingenuas" y "populares", como
en que se practican esas actividades. Su dedicación, más que expresión de los sectores medios y dominados con menor
a las obras, a los procesos de trabajo y agrupamientd, desplaza integración a la cultura "legítima", autónoma, de las élites.
la cuestión de las definiciones estéticas, que nunca se ponen de Al hablar de los sectores populares sostiene que se guían por
acuerdo sobre el repertorio de objetos que merece el nombre "una estética pragmática y funcionalista", impuesta "por una
de arte, a la caracterización social de los modos de producción necesidad económica que condena a las gentes 'simples' y
e interacción de los grupos artísticos, También permite rela- 'modestas' a gustos 'simples' y 'modestos'";9 el gusto popular
cionarlos comparativamente entre sí y con otras clases de se opondría al burgués y moderno por ser incapaz de inde-
productores. Como Becker dice, en la modernidad los mundos pendizar ciertas actividades de su sentido práctico y darles otro
del arte son mültiples, no se separan tajantemente entre ellos, sentido estético autónomo. Por eso, las prácticas populares
ni del resto de la vida social; cada uno comparte con otros son definidas, y desvalorizadas, aun por los mismos sectores
campos el suministro de personal, de recursos económicos e subalternos, al referirlas todo el tiempo a la estética dominan-
intelectuales, mecanismos de distribución de los bienes y los te, la de quienes sí sabrían cuál es el verdadero arte, el que se
públicos. puede admirar de acuerdo con la libertad y el desinterés de
Es curioso que su examen de lajs estructuras inlernas del "los gustos sublimes".
mundo artístico revele conexiones centrifugas con la sociedad, Bourdieu relaciona las diversas estéticas y prácticas artísti-
poco atendidas por el análisis sociológico, externo, de Bour- cas en un esquema estratificado por las desiguales apropiacio-
dieu sobre la autonomía de los campos culturales. A la inversa, nes del capital cultural. Si bien esto le da un poder explicativo
la obra de Becker es menos sólida cuando se ocupa de los en relación con la sociedad global que Becker no alcanza, cabe
conflictos entre los integrantes del mundo del arte y entre preguntarse si los hechos suceden hoy de este modo, Bourdieu
distintos mundos, ya que para él las disputas —entre artistas desconoce el desarrollo propio del arte popular, su capacidad
y personal de apoyo, por ejemplo— se resuelven fácilmente de desplegar formas autónomas, no utilitarias, de belleza,
mediante la cooperación y el deseo de culminar el trabajo
8 ídem, p. 58.
ídem, p. 71. 9 Fierre Bourdieu, La dislinciion, p. 441.
42 CULTURAS HlBRÍDAS DE LAS UTOPÍAS AL MERCADO 43
como veremos en un capítulo posterior al analizar las artesa- "comunidad de artífices sin la diferenciación de clases que
nías y fiestas populares. Tampoco examina la reestructuración levanta una barrera arrogante entre el artesano y el artista",
de las formas clásicas de lo culto (las bellas artes) y de los donde se trascendiera también la oposición entre el racionalis-
bienes populares al ser reubicados dentro de la lógica comu- mo frío del desarrollo tecnológico y la creatividad del arte.
nkacionaí establecida por las industrias culturales, Los constructivistas persiguieron todo eso, pero con mejores
oportunidades para insertarse en las transformaciones de la
Rusia posrevolucionaria: a Tallin y Malevitch les encargaron
ACABAKQN LAS VANGUARDIAS ARTÍSTICAS, que aplicaran sus innovaciones en monumentos, carteles y
QUEDAN LOS RITUALES DE INNOVACIÓN otras formas de arte público; Arvatov, Rodehenko y muchos
artistas fueron a las industrias para reforamlar el diseño,
Las vanguardias extremaron la búsqueda de autonomía en el promovieron cambios sustanciales en las escuelas de arte a fin
arte, y a veces intentaron combinarla con otros movimientos de desarrollar en los alumnos "una actitud industrial hacia la
de la modernidad —especialmente la renovación y la democra- forma" y hacerlos "ingenieros diseñadores", útiles en la
tización. Sus desgarramientos, sus conflictivas relaciones con planificación socialista,10 Todos pensaron que era posible
movimientos sociales y políticos, sus fracasos colectivos y profundizar la autonomía del arte y a la vez reinscribirlo en
personales, pueden ser leídos como manifestaciones exaspera- la vida, generalizar las experiencias cultas y convertirlas en
das de las contradicciones entre los proyectos modernos. hechos colectivos,
Aunque hoy son vistas como la forma paradigmática de la Conocemos los desenlaces. El surrealismo se dispersó y
modernidad, algunas vanguardias nacieron como intentos por diluyó en el vértigo de las luchas internas y las excomuniones.
dejar de ser cultos y ser modernos. Varios artistas y escritores La Bauhaus fue reprimida por el nazismo, pero antes de la
de los siglos KJX y xx rechazaron el patrimonio cultural de catástrofe ya empezaba a notarse su ingenua fusión entre el
Occidente y lo que la modernidad iba haciendo con él. Les racionalismo tecnológico y la intuición artística, las dificulta-
interesaban poco los avances de la racionalidad y el bienestar des estructurales que había para insertar su renovación fun-
burgueses; el desarrollo industrial y urbano Jes parecía deshu- cional de la producción urbana en medio de las relaciones de
manizante, Los rnás radicales convirtieron este rechazo en propiedad capitalista y de la especulación inmobiliaria que la
exilio, Rimbaud se fue al África, Gauguin a Tahití para República de Weimar dejaba intactas, El constructivismo
escapar de su sociedad "criminal", "gobernada por el oro"; logró influir en la modernización y socialización promovidas
Molde a los mares del sur y a Japón; Segall a Brasil. Quienes en la primera década revolucionaria soviética, pero finalmente
se quedaron, como Baudelaire, impugnaban la "degradación cayó bajo la buroeratización represiva del estalinismo y fue
mecánica" de la vida urbana. reemplazado por los pintores realistas que restauraban las
Hubo, por supuesto, quienes disfrutaron de la autonomía tradiciones iconográficas de la Rusia premoderna, adaptadas
del arte y se entusiasmaron con la libertad individual y al retratismo oficial.
experimental, El descompromiso con lo social se volvió para La frustración de estas vanguardias se produjo, en parte,
algunos síntomas de una vida estética. Téophile Gautier decía por el derrumbe de las condiciones sociales que atentaron su
que "todo artista que se propone otra cosa que no sea lo bello nacimiento. Sabemos también que sus experiencias se prolon-
no es, a nuestros ojos, un artista".,, "Nada es más bello que garon en Ja historia del arte y en la historia social como reserva
lo que no sirve para nada," utópica, en la que movimientos posteriores, sobre todo en la
Pero en varias tendencias la libertad estética se une a la década de los sesenta, encontraron estímulo para retornar los
responsabilidad ética, Más allá del nihilismo dadaísta, surge proyectos emancipadores, renovadores y democráticos de la
la esperanza del surrealismo por unir la revolución artística modernidad. Pero la situación actual del arte y su inserción
con la social, La Bauhaus quiso volcar la experimentación social exhibe una herencia lánguida de aquellos intentos de los
formal en un nuevo diseño industrial y urbano, y los avances
de las vanguardias en la cultura cotidiana; busco crear una 10 Boris Arvaiov, Arte y producción, Alberto Corazón, Madrid, 1973.
¿}4 CULTURAS HÍBRIDAS DE LAS UTOPÍAS AL MERCADO 45
años veinte y sesenta por convertir las innovaciones de las van- excelencia", que busca poner orden en el mundo, fija en qué
guardias en fuente de creatividad colectiva. condiciones son lícitas "transgresiones necesarias e inevitables
Una bibliografía incontable viene examinando las razones de los límites". Los cambios históricos que amenazan el orden
sociales y estéticas de esta frustración insistente. Queremos natural y social generan oposiciones, enfrentamientos, que
proponer aquí una vía antropológica, construida a partir del pueden disolver a una comunidad. El rito es capaz de operar
saber que esta disciplina desarrolló sobre el ritual, para entonces no como simple reacción conservadora y autoritaria
repensar —desde el fracaso del arte de vanguardia— Ja decli- de defensa del orden viejo, según se verá más adelante a
nación del proyecto moderno. propósito de la ceremonialidad tradicionalista, sino como
Hay un momento en que los gestos de ruptura de los artistas, movimiento a través del cual la sociedad controla el riesgo del
que no logran convertirse en actos (intervenciones eficaces en cambio. Las acciones rituales básicas son, de hecho, transgre-
procesos sociales), se vuelven ritos, El impulso originario de siones denegadas. El rito debe resolver, mediante una opera-
las vanguardias llevó a asociarlas con el proyecto secularizador ción soclalmente aprobada y colectivamente asumida, "la
de la modernidad: sus irrupciones buscaban desencantar el contradicción que se establece" al construir "como separados
mundo y desacralizar los modos convencionales, bellos, com- y antagonistas principios que deben ser reunidos para asegurar
placientes, con que la cultura burguesa lo representaba, Pero la reproducción del grupo", 52
la incorporación progresiva de las insolencias a los museos, su A la luz de esíe análisis podemos interrogar el tipo peculiar
digestión razonada en los catálogos y en la enseñanza oficial de rituales que las vanguardias instauran. La literatura sobre
del arte, hicieron de las rupturas una convención. Establecie- ritualidad se ocupa preferentemente de los rituales de Ingreso
ron, dice Octavio Paz, "la tradición de la ruptura". 11 No es o de pasaje" quién puede entrar, y con qué requisitos, a una
extraño, entonces, que la producción artística de las vanguar- casa o una iglesia; qué pasos deben cumplirse para pasar de
dias sea sometida a las formas más frivolas de la ritualidad: un estado civil a otro, asumir un cargo o un honor. Los aportes
los vernismges, las entregas de premios y las consagraciones antropológicos sobre estos procesos se han usado para enten-
académicas. der las operaciones discriminatorias en las instituciones cultu-
Pero el arte de vanguardia se convirtió en ritual también en rales. Se describe la riíualización que la arquitectura de los
otro sentido. Para explicarlo, debemos introducir un cambio museos impone ai publico: itinerarios rígidos, códigos de
en la teoría generalizada sobre los ritos, Suele estudiárselos acción para ser representados y actuados estrictamente. Son
como prácticas de reproducción social, Se supone que son corno templos laicos que, igual que los religiosos, convierten
lugares donde la sociedad reafirma lo que es, defiende su orden a los objetos de la historia y del arte en monumentos ceremo-
y su homogeneidad. En parte, es cierto. Pero los rituales niales,
pueden ser también movimientos hacia un orden distinto, que Cuando CaroJ Duncan y Alan Wallach'estudian el Museo
la sociedad aún resiste o proscribe. Hay rituales para confir- del Louvre, observan que el edificio majestuoso, los pasillos
mar las relaciones sociales y darles continuidad {las fiestas y escaleras monumentales, la ornamentación de los techos, la
ligadas a los hechos "naturales":-nacimiento, matrimonio, acumulación de obras de diversas épocas y culturas, subordi-
muerte), y existen otros destinados a efectuar en escenarios nadas a la historia de Francia, componen un programa icono-
simbólicos, ocasionales, transgresiones impracticables en for- gráfico que dramatiza ritualmente el triunfo de la civilización
ma real o permanente, francesa, la consagra como heredera cíe los valores de la
Bourdieu anota en sus estudios antropológicos sobre los humanidad, En cambio, el Museo de Arte Moderno de Nueva
kabyla que muchos ritos no tienen por función únicamente York se aloja en un edificio frío, de hierro y vidrio, con pocas
establecer las maneras correctas de actuación, y por tanto ventanas, como si la desconexión del mundo exterior y Ja
separar lo permitido de lo prohibido, sino también incorporar pluralidad de recorridos dieran la sensación de poder ir a
ciertas transgresiones limitándolas. El rito, "acto cultural por
11 Octavio Paz, Los hijos del limo, Joaquín Morliz, México, p. 19. 12 Fierre Bourdieu, Le sens pralique, Minuit, París, 1980, p. 381.
46 CULTURAS HÍBRIDAS DE LAS UTOPÍAS AL MERCADO 47
donde se quiere, de libre opción individual, Corno si el Rauschenberg, Tudor, Richards y Olsen, en el Black Mountain
visitante pudiera homologar la libertad creadora que distingue College:
a los artistas contemporáneos: "Se está en 'ninguna parte', en
una nada original, una matriz, una tumba, blanca pero sin sol, ... puesto que no existe idea matriz de la acción, esta acumulación de
que parece situada fuera del tiempo y de la historia," A medida materiales tiende a liberar los diferentes lenguajes de su condición
que se avanza del cubismo al surrealismo, al expresionismo recíproca de dependencia, y tiende también a mostrar un "diálogo"
posible entre ellos como entidades autónomas y autosigniflcanies.14
abstracto, las formas cada vez más desmaten alizadas, "así
corno el acento sobre temas tales como la luz y el aire,
proclaman la superioridad de lo espiritual y lo trascendente" Al carecer de relatos totalizadores que organicen la historia,
sobre las necesidades cotidianas y terrestres." En suma, la la sucesión de cuerpos, acciones, gestos se vuelve una rituali-
ritualidad del museo histórico de una forma, la del museo de dad distinta de la de cualquier comunidad antigua o sociedad
arte moderno de otra, al sacralizar el espacio y los objetos, e moderna. Este nuevo tipo de ceremonialidad no representa un
imponer un orden de comprensión, organizan también las mito que integre a una colectividad, ni la narración autónoma
diferencias entre los grupos sociales: los que entran y los que de la historia del arte. No representa nada, salvo el "narcisis-
quedan fuera; los que son capaces de entender la ceremonia y mo orgánico" de cada participante.
"Nosotros estarnos en tren de vivir cada momento por su
los que no pueden llegar a actuar significativamente. calidad única, La improvisación no es histórica", declara
Las tendencias posmodernas de las artes plásticas} del hap- Paxton, uno dé los mayores practicantes de performances,
pening a los performances y el arte corporal, corno también Pero ¿cómo pasar entonces de cada explosión íntima e instan-
en el teatro y la danza, acentúan este sentido ritual y hermé- tánea al espectáculo, que supone algún tipo de duración
tico. Reducen lo que consideran comunicación racional (ver- ordenada de las imágenes y diálogo con los receptores? ¿Cómo
balkaciones, referencias visuales precisas) y persiguen formas ir de los enunciados sueltos al discurso, de los enunciados
subjetivas inéditas para expresar emociones primarias ahoga- solitarios a la comunicación? Desde la perspectiva del artista,
das por las convenciones dominantes (fuerza, erotismo, asom- los performances disuelven la búsqueda de autonomía del
bro). Cortan las alusiones codificadas al mundo diario en campo artístico en la búsqueda de emancipación expresiva de
busea de la manifestación original de cada sujeto y de reen- los sujetos, y, como generalmente los sujetos quieren compar-
cuentros mágicos con energías perdidas, La forma cool de esta tir sus experiencias, oscilan entre la creación para sí mismos
comunicación autocentrada que propone el arte, al reinstalar y el espectáculo: a menudo, esa tensión es la base de la
el rito como núcleo de la experiencia estética, son los perfor- seducción estética,
mances mostrados en video: al ensimismamiento en la ceremo- Esta exacerbación narcisista de la discontinuidad genera un
nia con el propio cuerpo, con el código íntimo, se agrega la nuevo tipo de ritual, que en verdad es una consecuencia
relación semihipnótica y pasiva con la pantalla, La contem- extrema de lo que venían haciendo las vanguardias, Los
plación regresa y sugiere que la máxima emancipación del llamaremos ritos tfa egreso. Dado que el máximo valor estético
lenguaje artístico sea el estasis inmóvil. Emancipación anti- es la renovación incesante, para pertenecer al mundo del arte
moderna, puesto que elimina la secularización de la práctica no se puede repetir lo ya hecho, lo legítimo, lo compartido.
y de la imagen, Hay que iniciar formas de representación no codificadas
Una de las crisis más severas de lo moderno se produce por (desde el impresionismo al siirrealismo), inventar estructuras
esta restitución del rito sin mitos. Germano Celant comenta imprevisibles (desde el arte fantástico al geométrico), relacio-
un "acontecimiento" que presentó John Cage, junto con nar imágenes que en la realidad pertenecen a cadenas semán-
13 Cf, los artículos de Caro) Duncan y Alan Wallaeh, "The Universal Survey
Museum", Art Historyt vol, 3, núm. 4, diciembre de 1980, y "Le musée d'an w Germano Celant, intervención en"" El arte de la performance", Teoría y m'iica,
moderne de New York: un rite tlu capitalism tardif', Hisloire el critique des orís, 2, Asociación Internacional de Críticos de Arte, Buenos Aires, diciembre de J979,
núm. 7-8, diciembre de 1978. p. 32.
48 CULTURAS HÍBRIDAS 0B LAS UTOPÍAS AL MERCADO 49
ticas diversas y nadie habia asociado (desde los coliages a los tiende a cuestionar el código de la comunicación"."
performances). No hay peor acusación contra un artista mo- ¿Realmente se aseguran los artistas el dominio de su canipo?
derno que señalar repeticiones en su obra, Según este sentido ¿Quién queda corno propietario de sus transgresiones? Al
de fuga permanente, para estar en la historia del arte hay que haber aceptado el mercado artístico y los museos los ritos de
estar saliendo constantemente de ella. egreso, Ja fuga incesante como la manera moderna de hacer
En este punto, veo una continuidad sociológica entre las arte legítimo, ¿no someten los cambios a un encuadre que los
vanguardias modernas y el arte posmoderno que las rechaza, limita y controla? ¿Cuál es entonces la función social de las
Aunque los posmodernos abandonen la noción de ruptura prácticas artísticas? ¿No se les ha asignado —con éxito— la
—clave en las estéticas modernas— y usen en su discurso tarea d® representar las transformaciones sociales, ser el
artístico imágenes de otras épocas, su modo de fragmentarlas y escenario simbólico-en que se cumplen las transgresiones, pero
dislocarlas, las lecturas desplazadas o paródicas de las tradi- dentro de instituciones que demarcan su acción y eficacia para
ciones, restablecen el carácter insular y autorreferido del mundo que-no 1 perturben el orden general de la sociedad?
del arte, La cultura moderna se reáli?ó negando las tradiciones Hay que «pensar Ja eficacia de ks ianovacioaes y las
y los territorios. Todavía su impulso rige en los museos que irreverencias artísticas, los limítei de sus sacrilegios rituales,
buscan nuevos públicos, en las experiencias itinerantes, en los Los intentos de quebrar la ilusión'en la superioridad y lo
artistas que usan espacios urbanos no connotados culturalmen- sublime del arte (insolencias, autodestrucelones de obras, la
te, producen fuera de sus países y deseontexíualizan los mierda del artista dentro del museo) son al fin de cuentas»
objetos. El arte posmoderno sigue practicando esas operacio- según Bourdieu, desacralizaeiones sacralizantes "que no escan-
nes sin la pretensión de ofrecer algo radicalmente innovador, dalizan nunca más que a los creyentes", Nada exhibe mejor la
incorporando el pasado, pero de un modo no convencional, tendencia al funcionamiento ensimismado del canipo artístico
con lo cual renueva la capacidad del campo artístico de que el destino de estas tentativas de subversión» en apariencia
representar la última diferencia "legítima", radicales, que "los guardianes más heterodoxos de la ortodoxia
Tales experimentaciones transciilturales engendraron reno- artística" finalmente devoran.16
vaciones en el lenguaje, el diseño, las formas de urbanidad y ¿Bs posible seguir afirmando con Haberrnas que la moder-
las prácticas juveniles, Pero el destino principal de los gestos nidad es un proyecto inconcluso pero realiiabíe, o debimos
heroicos de las vanguardias y cíe los ritos desencantados de los admitir —con los artistas y teóricos desencantados— que la
posmodernos ha sido la ritualizaeión de los museos y del experimentación autónoma y la inserción democratizado» en
mercado. Pese a la desacralizacidn clel arte y. del mundo el tejido social son tareas inconciliables?
artístico» a los nuevos canales abiertos hacia otros piíblicos, Sí queremos entender Jas contradicciones entre estos proyec-
los experlmentalistas acentúan su insularidad. El primado cíe tos modernos, hay que analizar cómo se reformulan los
la forma sobre la función, de la forma de decir -sobre Jo que vínculos'entre autonomía y dependencia del arte en las condi-
ss dice, exige del espectador una disposición cada vez más ciones actuales de producción y circulación cultural. Tomare-
cultivada para comprender el sentido, Los artistas que inscri- mos cuatro interacciones de las prácticas cultas modernas y
ben en la obra misma la interrogación sobre lo que la obra "autónomas" con esferas "ajenas", como son el arte premo-
debe ser, que no sólo eliminan la ilusión naturalista de Jo real cierno, el arte ingenuo y/o popular, el mercado internacional
y el hedonismo perceptivo, sino que hacen de la destrucción del arte y las industrias culturales,
de las convenciones, aun las del año pasado, su modo de
enunciación plástica, se aseguran por una parte, dice Bour-
dieu, él dominio de su campo, pero, por otra, excluyen al ss Fierre Bourdieu, "Disposiíion ssthllique et compéleme artistiqw", Les Temps
espectador que no se disponga a hacer de su participación en Modernas, núm. 293, febrero de 1971, p, 1352,
el arte una experiencia igualmente innovadora. Las arles 16 Pier/e Bourdieu, "Ln producíJOB de la croyaftee: contribution a una ¿conomie
modernas y posmodernas proponen una "lectura paradojal", des biena symboliques", Acles de la Rstherche en Seientíes Suélales, 13, febrero áe
pues suponen "el dominio clel código de una comunicación que 1977, p, 8.
50 CULTURAS HÍBRIDAS DE LAS UTOPÍAS AL MEHCADO 51
18 Miehael Ragon, "l.'art en pluriel", Les singuliers de l'an, Museo cíe Arte ''•'Annie Verger, "L'art d'estiraer I'art. Cornmenl classer 1 'incomparable? ", Aties
Moderno, París, 1978. de la Recherche en Sciences Sociales, 66/67, marro de 1987, pp. 105-121.
56 CULTURAS HÍBRIDAS DE LAS UTOPÍAS AL MERCADO 57
los récords en las subastas de arte, y el scholar que logra vender más de cinco millo-
nes de ejemplares de su novela "semiótica" en 25 lenguas. ¿Destrucción de los códi-
¿Fin de la separación entre lo culto y lo masivo? Picasso y Umberto Eco, temas de gos de) saber culto o estetización del mercado?
portadas en semanarios Internacionales. El artista que lleva a rebasar una y otra vez
58 CULTURAS HÍBRIDAS DE LAS UTOPÍAS AL MERCADO 59
Las manifestaciones más agresivas de estos condicionamien- compró en 5.83 millones de dólares en 1981 y lo vendió en
tos extraestéticos sobre el campo artístico se hallan en Alema- 1989 en 47.85, puede dar una ganancia de 19.6 por ciento
nia, los Estados Unidos y Japón. Willi Bongard, periodista de anual, el arte se vuelve, antes que nada, un área privilegiada
una revista financiera, publicó en 1967 la obra Kumí and de inversiones. O como dice Roben Hughes, en el artículo
Kommen, donde critica las tácticas de "comercio minorista donde da este ciato, "a full-management art industry". 21
mal administrado" de las galerías que carecen de vitrinas, se En una sociedad como la norteamericana, donde la evasión
ubican en un piso alto y buscan relaciones confidenciales con de impuestos y la publicidad se eufemizan como parte de las
sil clientela, muestran los productos jsólo dos o tres semanas tradiciones nacionales de filantropía y caridad, sigue siendo
y consideran la publicidad un lujo» Él aconseja usar técnicas posible que las donaciones a los museos "preserven" la espi-
avanzadas de distribución y comercialización, que de hecho ritualidad del arte,22 Pero hasta esos simulacros comienzan a
adoptó a partir d@ 1970 estableciendo nóminas de los artistas caer: en 1986 el gobierno de Reagan modificó la legislación
más prestigiosos en la revista económica Kapíial) y publicando que permitía deducir impuestos con donaciones, recurso clave
una revista propia» Art aktml> que comunica las últimas para el crecimiento, espectacular de los museos de ese país. Si
tendencias del mercado artístico y sugiere la mejor manera de obras de Picasso y Van Gogh llegan a 40 o 50 millones de
administrar la propia colección, dólares, como se vendieron en Sotheby a fines de J989» los
"Tanto {por el] gusto", dice la empresa o el inculto millo- museos norteamericanos —cuyos presupuestos más altos osci-
nario ansioso de prestigio. "El gusto es mío",, responde el lan entre dos y cinco millones anuales— deben ceder las piezas
crítico o el conservador del museo, ¿Es así la conversación? más cotizadas a coleccionistas privados. Como este disparo de
"Decididamente no", concluye el historiador Juan Antonio los precios eleva los seguros, al punto de que una exposición
Ramírez al comprobar que los precios más elevados que se de Van Gogh, planeada por el Metropolitan Museum en 1981,
pagan en las subastas no corresponden a las obras que los costaría ahora 5 billones de dólares, sólo para asegurar las
expertos juzgan mejores o más significativas.20 En ningún país obras, ni ese Museo puede lograr que los cuadros pasen de las
es tan ©vidente la fuerza de los empresarios, y por tanto de los colecciones íntimas al conocimiento publico. Unas cuantas
"administradores del arte", como en los Estados Unidos, utopías de la modernidad, que estuvieron en el fundamento de
donde'ésta es una próspera carrera que puede estudiarse en estas instituciones —expandir y democratizar las grandes crea-
varias universidades» Sus egresados, instruidos en arte y en ciones culturales, valoradas como propiedad común de la
estrategias de inversión, ocupan puestos especiales, junto al humanidad— pasan a ser, en el sentido más maligno, piezas
director artístico, en los grandes museos norteamericanos. de museo,
Cuando planifican su programación anual, hacen presente que Si ésta es la situación en las metrópolis, ¿qué queda del arte
el tipo de arte que se promueve influye en las políticas de y sus utopías modernas en América Latina? Mari-Carmen
financiamiento y en el número de emplees, no sólo de las Ramírez, curadora de arte latinoamericano de la Galería
instituciones culturales sino en el comercio, los hoteles y los Huntington, en la Universidad de Texas, me explica lo difícil
restaurantes. Esta repercusión múltiple de las exposiciones que es para los museos estadunidenses ampliar sus colecciones
atrae a corporaciones, interesadas en financiar las muestras incorporando obras clásicas y nuevas tendencias de América
prestigiosas y usarlas como publicidad. Sometido el campo Latina23 cuando los cuadros de Tarsila, Botero y Taniayo valen
artístico a estos juegos entre el comercio, la publicidad y el
turismo, ¿a dónde fue a parar su autonomía, la renovación 2! Roben Hughes, "Art and money", Time, 27 de noviembre de 1989, pp, 60-68.
intrínseca de las búsquedas estéticas, la comunicación "espiri- 12 Es comprensible que los 80 billones de dólares anuales "donados" por los
tual" con el público? Si el autorretrato Jo, Picasso, corno le estadunidenses a actividades religiosas (47.2%), educativas (13.8%), artes y huma-
nidades (S.4%) ayuden a creer que el desinterés y la gratuidad siguen siendo núcíeos
ocurrió a Wendell Cherry, presidente de Humana Inc., que lo ideológicos orientadores del arte (cf, el excelente número 116 de Daedalus, dedicado
a "Philnntropy, patronage, politics", especialmente los textos de Stephen R.
20 Juan Antonio Ramírez, "Una lalación impúdica", Lápiz, núm, 3?, Madrid, Oraubard y Alan Pifer, que ofrecen estos datos).
marzo de 1989. 23 Entrevista realizada en Austin en noviembre de 1989.
60 CULTURAS HÍBRIDAS DE LAS UTOPIAS AL MERCADO 61
entre 300 000 y 750 000 dólares,24 Mucho más lejano, obvia- la difusión masiva y la reelaboración que ios nuevos medios
mente, es cualquier programa de actualización en los museos hacen de obras literarias, musicales y plásticas que antes eran
de los países latinoamericanos desamparados por presupuestos patrimonio distintivo de las élites. La interacción de lo culto
oficiales '"austeros" y burguesías poso habituadas a las dona- con los gustos populares, con la estructura industrial de la
ciones artísticas, La consecuencia es que en los próximos aflos producción y circulación de casi todos los bienes simbólicos,
lo mejor, o al menos lo más cotizado del arte latinoamericano, con los patrones empresariales de costos y eficacia, está
no se verá en nuestros países; los museos se volverán más cambiando velozmente los dispositivos organizadores de lo que
pobres y rutinarios, porque no tendrán con qué pagar ni el ahora se entiende por "ser culto" en la modernidad.
seguro para que los coleccionistas privados les presten las En el cine, los diseos, la «adío, la televisión y el video las
obras de los mayores artistas deí propio país. relaciones entre artistas, intermediarios y publico implican una
Anriie Yerger habla de una reorganización del campo artís- estética lejana de la que sostuvo a las bellas artes: los artistas
tico y de los patrones de legitimación y consagración, debido no conocen al piiblico, ni pueden recibir directamente sus
al avance de nuevos agentes en la competencia por el monopo- juicios sobre las obras; los empresarios adquieren un papel
lio de la estimación estética, A nuestro modo de ver, estamos más decisivo que cualquier otro mediador estéticamente espe-
también ante un nuevo sistema de vínculos entre las institu- cializado (crítico, historiador del arte) y toman decisiones
ciones culturales y las estrategias de inversión y valoración del claves sobre lo que debe o no debe producirse y comunicarse;
mundo comercial y financiero. La evidencia más rotunda es el las posiciones de estos intermediarios privilegiados se adoptan
modo en que en los ochenta perdieron importancia los museos, dando el mayor peso al beneficio económico y subordinando
los críticos, las bienales y aun las ferias internacionales de arte los valores estéticos a lo que ellos interpretan como tendencias
eomo gestores universales de las innovaciones artísticas para del mercado; la información para tomar estas decisiones se
convertirse en seguidores de las galerías líderes de Estados obtiene cada vez menos a través de relaciones personalizadas
Unidos, Alemania, Japón y Francia» unificadas en una red co« (del tipo del galerisía con sus clientes) y más por los procedi-
msrdal "que presenta, en el conjunto de los países occidentales mientos electrónicos de sondeo de mercado y contabilizaddn
y en el misino orden de aparición, los mismos movimientos del raíing", la "estandarización" de los formatos y los cambios
artísticos", usando a la vez los recursos de legitimación permitidos se hacen de acuerdo con la dinámica mercantil del
simbólica de esas instituciones culturales y las técnicas de sistema, con lo que a éste le resulta manejable o redituable y
mwkiting y publicidad masiva,2* La internadonalhaeión del no por elecciones independientes de los artistas.
mercado artístico está cada vez más asociada a la transnacio- Uno puede preguntarse qué harían hoy dentro de este
nalkaeión y concentración general del capital. La autonomía sistema Leonardo, Mozart o Baudelaire, La respuesta es la que
de los campos culturales no se disuelve en las leyes globales daba un critico: "Nada, a menos que se hubierata adaptado a
del capitalismo, pero sí se subordina a ellas con lazos inéditos, las reglas,"28
Al centrar nuestro análisis en la cultura visual, especialmen-
te en las artes plásticas, estamos . queriendo demostrar la
pérdida de autonomía simbólica de las élites en un campo que, LA ESTÉTICA MODERNA COMO IDEOLOGÍA PARA CONSUMIDORES
junto con la literatura, constituye el núcleo más resistente a
las transformaciones contemporáneas , Pero lo culto moderno Como estos cambios todavía son poco conocidos o asumidos
incluye, desde el comienzo de este siglo, buena parte de los por los públicos rnayoritarios, la ideología de lo culto moderno
productos que circulan por las industrias culturales, así como —autonomía y desinterés práctico del arte, creatividad singu-
lar y atormentada de individuos aislados— subsiste más en las
24 Para más datos, véase el articulo de Helen-Louise Seggerman, " Latín American
Art", An tmd Auction, sepilembre de 1989, pp, J64-J63,
29 Raymoade Moulin, "Le ma/ché et le musée. La eonstitulion des valeurs 2& C. Ralcliff, "Could Leonardo da Vinci make it in New York today? Not,
artistiques eontemporaines" , Revue Fran^aise de Sociologis, xxvji, 1985, p. 313. unless he played by Ihe rules", New YorkMagazine, noviembre de 1978.
62 CULTURAS HÍBRIDAS DE LAS UTOPÍAS AL MERCADO 63
audiencias masivas que en las élites que originaron estas las artes contemporáneas ya no generan tendencias, grandes
creencias. figuras ni sorpresas estilísticas como en la primera mitad del
Paradójica situación: en el momento en que los artistas y siglo. No queremos dejar esta observación con el simple sabor
los espectadores "cultos" abandonan la estética de las bellas crítico que así tiene. Pensamos que el impulso innovador y
artes y de las vanguardias porque saben que la realidad expansivo de la modernidad está tocando su techo, pero tal vez
funciona de otro modo, las industrias culturales, las mismas esto permite pensar en otros modos de innovación que no sean
que clausuraron esas ilusiones en la producción artística, las la evolución incesante hacia lo desconocido. Coincidimos con
rehabilitan en un sistema paralelo de publicidad y difusión. A Huyssen cuando afirma que la cultura que viene desde los
través de entrevistas biográficas a artistas, invenciones sobre setenta es "más amorfa y difusa, más rica en diversidad y
su vida personal o sobre el "angustioso" trabajo de prepara- variedad que la de los 60, en la que las tendencias y los
ción de una película o una obra teatral, mantienen vigentes movimientos evolucionaron con una secuencia más o menos
los argumentos románticos del artista solo e «comprendido, ordenada" ,27
de la obra que exalta los valores del espíritu en oposición al Por último, debemos decir que las cuatro aperturas del
materialismo generalizado. De manera que el discurso estético campo artístico culto descritas muestran corno relativízan su
ha dejado de ser la representación del proceso creador para autonomía, su confianza en el evolucionismo cultural, los agentes
convertirse en un recurso complementario destinado a "garan- de la modernidad. Pero hay que distinguir entre las formas en
tizar" la verosimilitud de la experiencia artística en el momen- que las artes modernas interactúan con lo ajeno en los dos
to del consumo, primeros casos y en los dos últimos.
El recorrido hecho en este capitulo muestra otro desencuen- Respecto del arte antiguo o primitivo, y respecto del arte
tro paradójico, el que se da entre la sociología de la cultura ingenuo o popular, cuando el historiador o el museo se
moderna y las prácticas artísticas de los últimos veinte años. apoderan de ellos, el sujeto de la enunciación y la apropiación
Mientras filósofos y sociólogos como Haberrnas, Bourdieu y es un sujeto culto y moderno. William Rubín, director de la
Becker ven en el desarrollo autónomo de los campos artísticos exhibición sobre El primitivismo en el arte del siglo XX, dice
y científicos la clave explicativa de su estructura contemporá- en su extensa introducción a la muestra que no le preocupa
nea, e influyen en la investigación con esta pista metodológica, entender la función y el significado originarios de cada uno
los practicantes del arta basan la reflexión sobre su trabajo en de los objetos tribales o étnicos, sino "en términos del con-
el descentramiento de los campos, en las dependencias ines- texto occidental en el cual los artistas 'modernos' los descu-
quivables del mercado y las industrias culturales, Así aparece brieron" , 28 Vimos en la muestra Les singuliers de Van la misma
no sólo en las obras, sino en el trabajo de museógrafos, dificultad de historiadores y críticos para dejar de hablar en
organizadores de exposiciones internacionales y bienales, di- forma elitista de la cultura moderna cuando topan con la
rectores de revistas, que hallan en las interacciones de lo artís- diferencia de lo ingenuo b lo popular.
tico con lo extra-artístico un núcleo fundamental de lo que hay En cambio, el arte de Occidente, confrontado con las fuerzas
que pensar y exhibir. del mercado y de la industria cultural, no logra sostener su
¿A qué se debe esta discrepancia? Además de las obvias independencia. Lo otro del mismo sistema es más poderoso
diferencias de enfoque entre una disciplina y otra, vemos una que la otredad de culturas lejanas, ya sometidas económica y
clave en la disminución de la creatividad y la fuerza innova- políticamente, y también más fuerte que la diferencia de los
dora del arte de fin de siglo. Que las obras plásticas, teatrales subalternos o marginales en la propia sociedad.
y cinematográficas sean cada vez más collages de citas de obras
pasadas no se explica sólo por ciertos principios posmodernos. 27 Andreas Huyssen, "En busca de la tradición: vanguardia y posmodernismo en
Si los directores de museos hacen de las retrospectivas un los años 70" , en Josep Picó, Modernidad y posmotlernídad, Alianza, Madrid, 1988,
recurso frecuente para armar exposiciones, si los museos p. 154,
buscan seducir al público a través de la renovación arquitec- 28 William Rubin (ed.), "Primilivism" in 20th. Cetitury An, Museo de Arte
tónica y los artificios escenográficos, es —también— porque Moderno. Nueva York, 1984, vol, i, pp, 1-79