El hombre siempre ha dedicado mucho trabajo al desarrollo de
dispositivos y estructuras que hacen más útiles los recursos naturales. Esos hombres fueron la iniciativa del ingeniero de la era moderna. La diferencia más significativa entre aquellos antiguos ingenieros y los de la actualidad, es el conocimiento en el que se basan sus obras; la historia de la Ingeniería como tal, se describe desde la época de los griegos, con la construcción de los acueductos y toda su obra arquitectónica, y de allí a los precursores de la época del siglo XVIII. Con la llegada de la Revolución industrial surgió el mayor conjunto de transformaciones socioeconómicas, tecnológicas y culturales de la Historia de la humanidad. La economía se basaba en el trabajo manual, y el artesanal, (normalmente realizados de forma manual por las personas sin el auxilio de maquinaria o automatizaciones), el cual fue reemplazado por la industria y la manufactura.
La Revolución de la Ingeniería comenzó con la mecanización de las
industrias textiles específicamente con las maquinas hiladoras y el desarrollo de los procesos del hierro. Otro avance desde China fue el papel y la pólvora por los árabes, así como las ciencias de la química y la óptica que ellos desarrollaron. Sin duda el uso del papel, la invención de la imprenta y la brújula, junto con las posibilidades de navegación, contribuyeron a la dispersión del conocimiento. El cristianismo hizo también parte para desarrollar la construcción en expresiones tan maravillosas y sacras como las catedrales góticas y mezquitas de los moros. Los ingenieros medievales elevaron la técnica de la construcción haciendo arcos góticos y los arbotantes, hasta alturas desconocidas, vías, puentes, canales, túneles, puertos, muelles y máquinas se construyeron en la Edad Media con un conocimiento que todavía se pasma en la actualidad. El libro de bosquejos del ingeniero francés Villard de Honnecourt revela un amplio conocimiento de las matemáticas, la geometría, las ciencias naturales y la artesanía. De esos tiempos data una máquina tan maravillosa como el reloj mecánico, que iría a influir tan marcadamente en la civilización moderna. En Asia la ingeniería también avanzó con complejas técnicas de construcción, hidráulica y metalurgia, que ayudaron a crear civilizaciones como la del imperio Mongol, cuyas grandes y bellas ciudades impresionaron a Marco Polo en el siglo XIII. La ingeniería de nuestros días se enfrenta esencialmente a los mismos tipos de problemas; a los que se enfrentaban nuestros antepasados, pero la ciencia se utiliza ahora en forma amplia en la resolución de tales problemas y por tanto las cosas han cambiado, el conocimiento científico ha florecido con una inmensa acumulación de información en beneficio de una sociedad que busca potencial y progreso.
La ingeniería no ha sido definida satisfactoriamente en una sola frase.
En 1820 el arquitecto Británico Thomas Tredgold presidente de la Institution of Civil Engineers, probablemente el primero que hizo un Intento, la llamó “el arte de dirigir las grandes fuerzas de la naturaleza y usarlas para beneficio del hombre”. Para esa época la definición era apropiada pues no se había consolidado aún el papel de la ciencia y la tecnología. Todavía un siglo después los ingenieros civiles definían su profesión como “el arte de la aplicación práctica del conocimiento científico y empírico al diseño y producción o realización de varios tipos de proyectos constructivos, máquinas y materiales de uso o valor para el hombre”. De una manera más general, en la actualidad la ingeniería se define como el conjunto de conocimientos científicos y tecnológicos para la innovación, invención, desarrollo y mejora de técnicas y herramientas para satisfacer las necesidades y resolver los problemas de las empresas y la sociedad, apoyándose en las matemáticas, la física, la química, la programación y otras ciencias, tanto para el desarrollo de tecnologías, como para el manejo eficiente y productivo de recursos y fuerzas de la naturaleza en beneficio de la sociedad.