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Igualdad de oportunidades entre los sexos y libertad de…

Igualdad de oportunidades entre los sexos


y libertad de enseñanza. Una aproximación
desde la política de la educación

por Juan GARCÍA GUTIÉRREZ


Universidad Complutense de Madrid

1. Introducción mitación de finalidades y objetivos edu-


Como es sabido, la Política de la Edu- cativos (Cfr. Puelles Benítez, 1996).
cación se ocupa del estudio de las políti-
cas públicas de educación desde una doble Desde esta perspectiva y a mi juicio,
vertiente, la policy y la politics. Esta do- uno de los principales objetivos de la Po-
ble vertiente expresa la complejidad de lítica de la Educación es, justamente, es-
la realidad política en el contexto educa- clarecer y dilucidar hasta qué punto las

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tivo, y la necesidad de aproximarnos a políticas educativas son realmente edu-
cativas. Es decir, hasta qué punto res-
las políticas educativas de una forma glo-
ponden efectivamente al interés superior
bal. No sólo como meros programas de
del niño y no a otro tipo de intereses, por
acción o medidas para la consecución de
muy legítimos que puedan ser [1]. Tal y
determinados fines (policy), sino también
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como aparece recogido tanto en la Decla-


como una actividad entroncada en el uso ración (ONU, 1959) como en la Conven-
del poder y, por tanto, controvertida y ción de los Derechos del Niño (ONU,
conflictiva (politics). En efecto, las políti- 1989) en todas las medidas concernientes
cas educativas no pueden ser estudiadas a los niños que tomen las autoridades ad-
desde un enfoque meramente descripti- ministrativas o los órganos legislativos
vo, sin entrar en analizar el papel que (...) una consideración primordial a que
juegan en su configuración la concurren- se atenderá será el interés superior del
cia y la lucha entre ideologías y parti- niño (art. 3); interés superior que coinci-
dos políticos distintos, la presión de de con su desarrollo físico, mental, mo-
grupos de lobbies en el quehacer políti- ral, espiritual y social, en forma saludable
co educativo o qué intereses o modelos y normal, así como en condiciones de li-
antropológicos hay detrás de toda deli- bertad y dignidad (ONU, 1959, Principio

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2). Nuestra Constitución (art. 27.2), por en los valores dominantes en una so-
su parte, también tiene en cuenta estos ciedad.
aspectos al situar como finalidad [2] de
nuestro sistema educativo el pleno desa- Con esta reflexión inicial, sobre el res-
rrollo de la personalidad humana. peto a la identidad sexual de los alum-
nos [3], quiero poner de manifiesto que
Recientemente, aparecía publicado en esa identidad sexual del educando no es
el diario El País (2.2.04) un artículo titu- algo ajeno al proceso educativo. El do-
lado: «Mataron a Heidi». En él se habla cente cuando interactúa con los alumnos
de un escándalo aparecido en Alemania no se dirige a un intelecto abstracto, ol-
por dopaje, que afecta a más de 500 de- vidando la realidad que tiene delante,
portistas. Estos deportistas ahora sufren sino que se dirige a una persona huma-
las consecuencias del consumo de na, que tiene inteligencia y también un
esteroides (cáncer de testículos y de ova- cuerpo sexuado, y dicho cuerpo sexuado
rios, enfermedades de corazón, tumores no es algo secundario. Todos sabemos que
de hígado, etc.), en muchos casos, sumi- junto a la autoestima o el autoconcepto,
nistrados sin su conocimiento. Para per- un elemento importante de esa identi-
sonificar la noticia, narran la historia de dad personal del educando lo constituye
Heidi Krieguer, campeona europea de su identidad sexual. Pero esta identidad
lanzamiento de peso en 1986, a quien du- sexual no es algo que se construye sólo a
rante cierto tiempo también se le sumi- partir del hecho biológico; también es algo
nistraron esteroides sin su consenti- en lo que intervienen los procesos cultu-
miento. Este consumo le produjo un pro- rales dominantes en una sociedad y por
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ceso de masculinización, hasta el punto tanto, donde la familia y la escuela jue-


que recientemente ha solicitado una ope- gan un papel muy relevante. La distinta
ración de cambio de sexo. consideración de las relaciones entre el
sexo, como hecho biológico y el género,
Esta noticia puede hacernos reflexio- como su correspondiente construcción
simbólica, va a originar distintos marcos
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nar sobre la importancia que tiene el res-


peto de la dignidad de la persona en todas teóricos de referencia en el ámbito peda-
aquellas facetas que ésta abarca. En con- gógico, como iremos viendo a lo largo de
creto, en el ámbito educativo, no respe- este trabajo.
tar esa singularidad y dignidad propia
de la persona que aprende, sus diferen- 2. Diferencia sexual y discrimina-
cias sexuales, sus diferentes estilos en el ción de la mujer en la esfera de la
aprendizaje o sus distintos intereses aca- enseñanza
démicos puede llevarnos a concebir la A pesar de la importancia capital que
educación no como una acción intencio- tiene enseñar a los alumnos y alumnas
nal encaminada a su pleno desarrollo, el significado y alcance moral de la igual-
sino más bien como un proceso de simple dad intrínseca de todos los seres huma-
adiestramiento o como mera socialización nos, como horizonte que puede contribuir
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decisivamente a formar una idea de lo relativa a la lucha contra las discrimina-


humanamente justo, que los capacite para ciones en la esfera de la enseñanza de la
entender las diferentes situaciones de in- Unesco de 1960, podemos definir la dis-
justicia y maltrato humano allí donde criminación como toda distinción, exclu-
ocurran (F. Gil, 2003), no por ello pode- sión o restricción basada en el sexo, que
mos obviar las diferencias que existen en- tenga por objeto o resultado, menoscabar
tre los alumnos. Tampoco se puede o anular el reconocimiento, goce o ejerci-
identificar la igualdad como horizonte éti- cio por la mujer, independientemente de
co con un igualitarismo pedagógico que su estado civil, sobre la base de la igual-
iría en detrimento justamente de la pro- dad del hombre y la mujer, de los dere-
pia idea de igualdad que se trata de chos humanos y las libertades funda-
transmitir. Este hecho nos obliga a re- mentales, en las esferas política, econó-
flexionar sobre cuándo la diferencia mica, social, cultural y civil o en cual-
sexual, en este caso, es un motivo de dis- quier otra esfera (ONU, 1979, art. 1). En
criminación negativa para la mujer en la concreto, la discriminación de la mujer
esfera de la enseñanza. en la esfera de la enseñanza tiene que
ver con toda distinción, exclusión, limi-
Esta cuestión es de gran importancia tación o preferencia fundada en el sexo
por cuanto en ocasiones se utiliza el tér- que tenga por finalidad o efecto limitar
mino discriminación como arma política su presencia a un nivel inferior de educa-
para desacreditar unos planteamientos y ción, excluirla en el acceso a la enseñan-
ensalzar otros, sin que necesariamente za, o destruir o alterar la igualdad de
se hayan argumentado suficientemente. trato en la esfera de la enseñanza (Unesco,
El valor emotivo que posee el termino en 1960, art. 1).

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el lenguaje común actúa en detrimento
de una reflexión consciente sobre las con- En consecuencia, tenemos que las
diciones y ámbitos donde efectivamente principales características que definen la
aparece tal discrinación. Actualmente, en discriminación de la mujer en la esfera
la mayoría de los casos basta tildar un de la enseñanza van a estar relacionadas
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modelo o unas prácticas educativas con con la cuestión de la «igualdad de trato»;


el calificativo de «discriminatorias» para esto es, podremos denunciar que efecti-
que éstos pierdan todo su valor, y quien vamente existe discriminación hacia la
que así los caracteriza se ahorre las ra- mujer en la esfera de la enseñanza siem-
zones de su crítica. Por ello es convenien- pre que no exista tal «igualdad de trato».
te analizar en primer lugar a qué nos
vamos a referir cuando utilizamos el tér- Ahora bien, ¿cómo podemos entender
mino discriminación. esta «igualdad de trato»?. A mi juicio, po-
demos interpretar la «igualdad de trato»
Si partimos de la Convención sobre la que recoge la Convención (Unesco, 1960)
eliminación de todas las formas de dis- desde dos perspectivas. En efecto, con-
criminación contra la mujer de las Na- viene diferenciar entre un trato jurídico
ciones Unidas de1979, y de la Convención y un trato pedagógico para esclarecer qué

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ámbitos son especialmente sensibles a la sieron de manifiesto la existencia de otra


discriminación de la mujer en la esfera dimensión que, a menudo, solía pasar in-
de la enseñanza, y por lo tanto, qué me- advertida para los propios docentes y que
didas pueden introducirse para remediar- él denominó curriculum oculto.
lo. Esta diferenciación también es
oportuna por cuanto el trato jurídico se Las principales características de éste
relaciona con el ideal político de la igual- otro tipo de «curriculum» son: la falta de
dad de oportunidades en educación. intencionalidad educativa en el aprendi-
zaje de normas, valores y conocimientos;
3. «Igualdad de trato» desde una la ausencia de control; y su aleatoriedad
perspectiva pedagógica: curriculum (G. Vázquez, 1985, 175). Como señala el
profesor Jaume Sarramona (1989, 214),
oculto y acto pedagógico la noción de oculto sugiere bien a las cla-
Cuando la Convención de la Unesco ras que se trata de una dimensión
previamente citada, se refiere a la «igual- curricular que ha escapado a la planifi-
dad de trato», lo hace desde una perspec- cación, y que por ello incide en los suje-
tiva eminentemente jurídico-política, no tos de manera inconsciente. Por estas
pedagógica. Sin embargo, en nuestras so- características, las prácticas sexistas que
ciedades occidentales el terreno pedagó- pueden desarrollarse en la institución es-
gico es actualmente el ámbito más colar van a estar asociadas al curriculum
sensible y vulnerable a la discriminación oculto, como un espacio preferente a tra-
de la mujer en la esfera de la enseñanza. vés del cual penetran en la escuela los
La igualdad en el trato desde una pers- estereotipos sexistas [4] dominantes so-
pectiva pedagógica se relaciona con dos cialmente. Algunos autores (Subirats,
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ideas: el «curriculum oculto» y el «tacto 1994, 63) también señalan como muestra
pedagógico». de este sexismo, la posición de las muje-
res como profesionales de la enseñanza;
Podemos afirmar que, actualmente, el androcentrismo de la ciencia; o el
existe un acuerdo generalizado en que el androcentrismo en el lenguaje o los li-
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curiculum oculto constituye la principal bros de texto.


fuente de discriminación para la mujer
en la esfera de la enseñanza. El Otro elemento que a mi juicio incide
curriculum generalmente se entiende en la aparición del sexismo en las prácti-
como el conjunto de objetivos, conteni- cas educativas es la ausencia de lo que el
dos, métodos pedagógicos y criterios de profesor Max van Manen (1998, 148 y
evaluación de cada uno de los niveles del ss.) ha denominado tacto pedagógico. En
sistema educativo. Sin embargo, frente a efecto, la falta o la ausencia de este tipo
esta definición de curriculum ofrecida de «tacto» en el docente hace que la edu-
desde las Administraciones Públicas como cación no contribuya al pleno desarrollo
algo definido, explícito y bajo supervisión de la personalidad de los alumnos provo-
oficial, los trabajos de Phillip Jackson cando que la educación se convierta en
(1968), en la década de los sesenta, pu- una forma de manipular y controlar a

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los niños por algún motivo que está fue- El tacto pedagógico al estar orientado ha-
ra de la esfera de su interés. A mi juicio, cia el alumno, ayuda al docente a salir
las prácticas sexistas en educación son, de sí mismo, de su mundo, y acercarse al
en definitiva, prácticas carentes de tacto mundo del niño, de sus experiencias y
pedagógico. sus vivencias. Es así como el docente tie-
ne la posibilidad de actuar por el verda-
El tacto no es un simple deseo o habi- dero interés (bien) del niño.
lidad para llevarse bien con los demás,
«buena educación» o cortesía, señala van Por último, y paradójicamente a lo que
Manen. El tacto pedagógico, afirma, se cabría esperar como efecto de las prácti-
manifiesta principalmente como una cas sexistas que pueden estar presentes
orientación consciente en cuanto a la for- en los procesos de enseñanza-aprendiza-
ma de ser y actuar con los niños. Tener je, estos sesgos, sin embargo, no parecen
tacto significa que respetamos la digni- incidir en los resultados académicos de
dad y la subjetividad de la otra persona, las alumnas. En efecto, algunos autores
el alumno, y que tratamos de ser recepti- señalan que se ha producido una
vos y sensibles a la vida intelectual y «feminización del éxito escolar» [5] (C.
emocional de ellos. El tacto es la práctica Gómez Bueno, 2001) ya que a pesar de
sensible de prestar atención. ser mayor el número inicial de chicos
escolarizados —ya que nacen más ni-
Uno de los principales motivos por los
ños—, es mayor el número de alumnas
que me parece importante hablar del «tac-
que finalizan con éxito la educación obli-
to pedagógico» en un discurso sobre la
gatoria (CIDE, 2001). También, en los es-
discriminación de la mujer en la esfera

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tudios superiores, actualmente seis de
de la enseñanza, es porque el tacto, al
cada diez nuevos titulados universitarios
estar al servicio de la persona hacia la
son mujeres (El País, 26.5.2004). Este he-
que se dirige —el alumno o la alumna—,
puede ayudar a descubrir la singulari- cho, también generalizado en países de
dad, lo que es único y diferente en el nuestro entorno, ha llevado a la profeso-
ra Arnot [6] a señalar cómo las investi-
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niño sin caer en la creación de estereoti-


pos sobre los alumnos (conducta muy co- gaciones emprendidas en Inglaterra sobre
rriente y generalizada en la enseñanza). el menor rendimiento de los niños han
Se «etiqueta» al niño como «agresivo» o a generado un efecto perverso porque, en
las niñas como «pasivas»; al niño como determinados círculos de la opinión pú-
«inquieto» y a las niñas como «aplicadas». blica, se ha concluido que hay una cultu-
En última instancia, estas «etiquetas», ra femenina en la escuela que discrimina
están impidiendo una «relación cara a a los niños.
cara» con el niño o la niña, están impi-
diendo una relación sin prejuicios que 4. «Igualdad de trato» desde una
sesguen las expectativas del docente so- perspectiva jurídico-política
bre lo qué puede hacer o hasta dónde En efecto, como ya dijimos, la Con-
puede llegar un alumno o una alumna. vención va a entender la «igualdad de
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trato» desde una perspectiva eminente- de oportunidades. Otro asunto importan-


mente jurídico-política. Algo que se rela- te, ligado a este tema, es ver qué tipo de
ciona muy especialmente con el ideal igualdad de oportunidades puede garan-
político de la igualdad de oportunidades, tizar mejor el Estado a través su inter-
bien como igualdad formal o bien como vención en la enseñanza.
igualdad material de oportunidades.
4.1. La igualdad formal de oportu-
Aunque el hecho educativo se pierde nidades
en el tiempo, la intervención del Estado La igualdad formal de oportunidades
en educación es algo relativamente re- atiende principalmente a medidas relati-
ciente. Uno de los principales motivos por vas al acceso a la enseñanza. La igual-
los que el Estado va a intervenir en edu- dad entre los sexos se aplica justo en el
cación es por razones de equidad (E. G. momento de entrada al sistema educati-
West, 1994; J. Calero, & X. Bonal, 1999). vo, garantizando, justamente, eso mismo,
En efecto, el ideal igualitario del Estado la entrada, el acceso con independencia
social mueve a la educación a convertir- del sexo de los estudiantes. Este tipo de
se en un instrumento eficaz para garan- igualdad se expresa en el reconocimiento
tizar la movilidad e igualdad social. Por del derecho a la educación, entendido
lo tanto, el sistema educativo es conver- como el disfrute de una educación bá-
tido por el Estado en un gran aparato sica.
para luchar contra las desigualdades so-
ciales, y por tanto garantizar la igualdad Desde esta perspectiva formal la igual-
de oportunidades entre todos los ciuda- dad de oportunidades implica según la
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danos. N. Bobbio (1993) planteará la Convención (ONU, 1979, art. 10) los si-
igualdad de oportunidades como la apli- guientes aspectos: el acceso a los mismos
cación de una regla de justicia; según él, programas de estudio; a los mismos exá-
se trata de un principio que apunta a menes; a la obtención de diplomas en las
situar a todos los miembros de una socie- instituciones de enseñanza de todas las
dad en el mismo punto de partida para
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categorías; a personal docente del mismo


la competición de la vida (p. 78). nivel profesional; a locales y equipos es-
colares de la misma calidad; el acceso al
Desde esta perspectiva, la Convención material informativo específico que con-
sobre la eliminación de todas las formas tribuya a asegurar la salud y el bienes-
de discriminación contra la mujer (art. tar de la familia, incluida la información
10) señala una serie de medidas que do- y el asesoramiento sobre planificación fa-
tarán de contenido específico a las políti- miliar; a las mismas oportunidades para
cas sobre igualdad de oportunidades entre la obtención de becas; y por último, las
los sexos. Estas medidas se relacionan mismas oportunidades en el acceso a la
con dos formas de entender la igualdad educación permanente, incluidos los pro-
de oportunidades que veíamos antes: la gramas de alfabetización funcional y de
igualdad formal y la igualdad material adultos.

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A mi juicio, este tipo de igualdad es el para aquellas jóvenes y mujeres que ha-
que mejor puede garantizar el Estado a yan dejado los estudios prematura-
través de sus políticas públicas. En efec- mente.
to, en nuestro sistema educativo la Cons-
titución (art. 27) así como los demás Aunque jurídicamente estos aspectos
instrumentos jurídicos que la desarrollan de la igualdad material de oportunida-
(de la LODE a la reciente LOCE) velan des también están garantizados por nues-
por el cumplimiento de estos aspectos. tra legislación educativa, su efectiva
Sin embargo, la cuestión del acceso no realización es algo que ya no depende ex-
está definitivamente resuelta en todos los clusivamente del Estado. Por ello, la
sistemas educativos. Aunque en los paí- igualdad material de oportunidades es
ses occidentales es una cuestión prácti- más difícilmente garantizable —en sen-
camente garantizada, no sucede lo mismo tido real— por el Estado. Por ejemplo,
en los países en vías de desarrollo, donde aunque el Estado garantiza una orienta-
según los datos del reciente Informe de ción escolar no sexista va a depender del
Unicef (2004) sobre la situación de la in- profesor de turno y de su «tacto pedagó-
fancia en el mundo, aún hay 65 millones gico» que esa orientación en efecto, no
de niñas sin escolarizar (10 millones más sea sexista. Por otra parte, esta igualdad
que niños en esa misma situación). material de oportunidades va a ser in-
terpretada de forma distinta según la
4.2. Igualdad material de oportuni- orientación ideológica (socialdemócrata o
dades liberal) de los partidos que gobiernen. En
Entre los objetivos que podemos con- este sentido, podemos distinguir entre

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siderar desde la óptica de una igualdad una igualdad de oportunidades como
material de oportunidades según la Con- «igualdad en el tratamiento», y una igual-
vención (ONU, 1979, art. 10) cabe citar dad de oportunidades como «igualdad de
los siguientes: favorecer unas mismas resultados».
condiciones de orientación en materia de
4.2.1. «Igualdad en el tratamiento»
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carreras y capacitación profesional; la eli-


minación de todo concepto estereotipado y coeducación
de los papeles masculino y femenino en El auge en Europa de las ideologías
todos los niveles y en todas las formas de políticas socialdemócratas llevará a los
enseñanza, mediante el estímulo de la Estados a realizar grandes inversiones
educación mixta y de otros tipos de edu- económicas en los sistemas educativos en
cación que contribuyan a lograr este ob- la expectativa de que dichas inversiones
jetivo y, en particular, mediante la van a proporcionar un mayor desarrollo
modificación de los libros y programas y crecimiento económico a los Estados.
escolares y la adaptación de los métodos Aparece en esta época la concepción de
de enseñanza; y por último, la reducción la educación como factor clave en el cre-
de la tasa de abandono femenino de los cimiento económico y se crea una mayor
estudios y la organización de programas sensibilidad para realizar un mayor es-

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fuerzo institucional de inversión en edu- educativa. De hecho, los planteamientos


cación. De esta forma aparece una pre- coeducativos conllevan generalmente una
ocupación por la igualdad en el trata- escolarización mixta pero también, para-
miento educativo. dójicamente, son defendidos desde
una política de escolarización diferencia-
Desde esta orientación, el mismo tra- da por sexo. Como comenta Pilar Ballarín
tamiento (en cuanto a contenidos, espa- (1984), estas nuevas tendencias se fun-
cios y tiempo de escolaridad) favorecería damentan en la necesidad de que las chi-
la igualdad de oportunidades educativas, cas cultiven su propio espacio —su propia
que a su vez, se convertiría en igualdad fuerza— fuera de las influencias de los
de oportunidades sociales, dada la fuerte varones. Ello no significa que la educa-
asociación de la ocupación y los ingresos ción mixta no siga apareciendo como la
con el nivel de estudios (Enguita, 1997, meta deseable, se trata, sin duda, de es-
77). En estas políticas educativas las ins- trategias temporales hasta que las muje-
tituciones escolares (siguiendo el modelo res cobren seguridad y aprendan a
de las comprehensive schools inglesas [7]) enfrentarse en vez de someterse (p. 195).
agruparán a chicos y chicas de diferen-
tes clases sociales y grupos étnicos du- Como hemos dicho, los planteamien-
rante un mismo período de tiempo con tos coeducativos van a compartir una mis-
un mismo currículo. ma filosofía educativa aunque puedan
diferir en la política de escolarización.
Desde esta óptica de la igualdad de Esta filosofía educativa a mi juicio tie-
oportunidades como «igualdad en el tra- ne dos peligros. Por un lado, erigir un
modelo antropológico que podríamos ca-
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tamiento» educativo, la diferencia sexual


en la enseñanza va a ser planteada, des- racterizar como historicista [8], y por
de una educación conjunta de chicos y otro, confundir educación con socializa-
chicas, como estrategia para reducir la ción [9].
aparición de sesgos sexistas en las prac- Hay que señalar también el peligro
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ticas escolares y lograr el objetivo de la que para el pluralismo educativo entra-


igualdad de oportunidades entre los ña la generalización de esta orientación
sexos. De esta forma se va a estimular, filosófica, presente ya en la mayoría de
siguiendo las recomendaciones de la Con- los Planes de Igualdad de Oportunidades
vención (ONU, 1979) una educación mix- ente Mujeres y Hombres de las Adminis-
ta. Un tipo de educación mixta que, por traciones Públicas. Esta generalización
su generalización, requiere una especial anula, o en el mejor de los casos, limita
atención es la denominada coeducación. el derecho de los padres a escoger el tipo
de educación que habrá de darse a sus
En este sentido los planteamientos hijos salvaguardado tanto por nuestro
coeducativos son heterogéneos y no cons- marco constitucional como por las Decla-
tituyen tanto una política de escolari- raciones y Pactos Internacionales ratifi-
zación como una auténtica filosofía cados por España [10].

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Por este motivo, a mi juicio y siguien- estudios, bien para acceder al mercado
do las recomendaciones de la Convención laboral. En este sentido, entran en juego
(1979) es más conveniente hablar de, y los programas de educación com-
en su caso poner en práctica, una «edu- pensatoria, todo tipo de estrategias para
cación mixta», precisamente para dar ca- personalizar la enseñanza o el ofrecimien-
bida al pluralismo y a la libertad de to de diversos itinerarios formativos que
elección de los padres. En última instan- se adapten a las capacidades e intereses
cia, el planteamiento educativo de una de los estudiantes (Cfr. E. Nasarre, 2003).
escuela, su modelo educativo o carácter Aquí surge el reto pedagógico de salvar
propio, es algo que es propuesto por el la unidad atendiendo a la diversidad no
titular del centro (en caso de centros pri- sólo cognitiva y de sexos sino también
vados) o elaborado por la comunidad es- social y cultural.
colar a través del Proyecto Educativo de
Centro (en caso de centros públicos), pero En este contexto cabe enmarcar la
en ningún caso debe ser algo impuesto educación diferenciada por sexo (o «edu-
desde el Estado o las Administraciones cación segregada» como es calificada des-
Públicas correspondientes. de algunos discursos críticos con este tipo
de educación). Una educación de este tipo
4.2.2. «Igualdad en los resultados» en el pasado estuvo vinculada en muchos
casos a un modelo antropológico
y educación diferenciada por sexos biologicista [11]. Este modelo construye
Otra forma de interpretar esta igual- la personalidad femenina, su identidad,
dad material de oportunidades es enten- en función de la masculina, en términos
derla como «igualdad en los resultados». de dependencia o subordinación. La edu-

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Desde esta perspectiva se entiende que cación segregada, en este sentido, no sólo
para lograr una mayor igualdad entre los era una política de escolarización dife-
estudiantes es necesario tratar a cada renciada por sexo, sino que partiendo de
cual según sus características propias. El este modelo antropológico se le asignaba
sistema educativo debe procurar una con- a la educación la función de preparar a
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figuración flexible, que se adapte a las cada sexo para el destino social que le
diferencias individuales de aptitudes, ne- correspondía: la mujer educada para el
cesidades, intereses y ritmos de madura- ámbito doméstico, privado, y el hombre,
ción de las personas, justamente para no para ejercer una profesión en el ámbito
renunciar al logro de resultados de cali- público. En la actualidad existen las su-
dad para todos (LOCE, Preámbulo, 2002). ficientes garantías tanto jurídicas como
pedagógicas para que estas visiones so-
El objetivo de esta orientación de la bre la mujer no sean transmitidas ni a
igualdad de oportunidades se centra en través de las enseñanzas, ni de los mo-
lograr la igualdad entre los estudiantes dos de escolarización. Hay que subrayar
al final del proceso educativo de forma también como, en general, el único tipo
que todos se encuentren en la misma si- de crítica que se realiza a esta forma de
tuación de partida bien para proseguir educación estriba en tildarla de «segre-

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gada» o «separada», recurriendo a la riable significativa que incide o puede in-


valencia negativa que tienen socialmen- fluir en el proceso de enseñanza-apren-
te estas palabras para producir un senti- dizaje [13].
miento (y subrayo el término «senti-
miento») de rechazo ante estos plantea- El principal motivo de esta diferen-
mientos educativos. ciación estriba en que, al igual que suce-
de con otras variables como los estilos
Sin embargo, la educación diferencia- cognitivos o la edad, también el sexo de
da por sexo, en contra de lo que afirman los alumnos es considerado una variable
estos discursos pedagógicos no discrimi- lo suficientemente relevante para influir
na a la mujer, tal y como expresa la Con- en el proceso de enseñanza-aprendizaje;
vención relativa a la lucha contra las y como tal va a ser tenida en cuenta por
discriminaciones en la esfera de la ense- la política educativa, de ahí que en mu-
ñanza de la Unesco (1960). En ella se chos casos se opte por configurar
afirma que la creación o el mantenimien- agrupamientos homogéneos diferenciados
to de sistemas o establecimientos de ense- por sexo, incluso se formen escuelas de
ñanza separados para los alumnos de sexo un único sexo (single sex schools). Esta
masculino y para los de sexo femenino, posibilidad también se sugiere, tímida-
siempre que estos sistemas o estableci- mente, desde el Ministerio de Educación,
mientos ofrezcan: facilidades equivalen- al citar entre los principios para una prác-
tes de acceso a la enseñanza; dispongan tica docente no sexista, que en el desa-
de un personal docente igualmente cuali- rrollo de medidas de acción positiva
ficado; así como de locales escolares de también pueden formarse agrupaciones
igual calidad; y permitan seguir los mis- separadas por sexo (MEC, 1992, 23).
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mos programas de estudio o programas


equivalentes (art. 2.a) no se considerará Actualmente, también en países de
como constitutivo de discriminación [12]. nuestro entorno cultural tales como
EEUU, Inglaterra, Francia, etc. comien-
La educación diferenciada por sexo, za a cuestionarse la validez pedagógica
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asumiendo plenamente los objetivos de de un modelo de escolarización mixto o


la Convención sobre la eliminación de to- al menos su predominio pedagógico (Cfr.
das las formas de discriminación contra Le Monde, 27.1.2004; Liberation,
la mujer, se compromete con la igualdad 18.9.2003; M. Fize, 2003a, 2003b; Colin,
material de oportunidades desde una po- 2003), reclamando que todos los padres
lítica de escolarización diferenciada por puedan elegir entre una escolarización
sexo. Este tipo de educación ofrece un mixta o una escolarización diferenciada
tratamiento pedagógico diferenciado en por sexo. En este contexto, cabe citar las
función del sexo, pero sin presuponer que palabras de la Senadora Hillary Clinton
el sexo determina, en el futuro, la orien- (El Mundo, 20.5.2002) cuando afirmaba
tación laboral o el destino social de los lo siguiente: «queremos que todos los pa-
alumnos o alumnas. Desde esta perspec- dres, y no sólo los que pueden pagarse
tiva, el sexo es considerado como una va- una escuela privada, tengan la opción de

476
Igualdad de oportunidades entre los sexos y libertad de…

llevar a sus hijos a un centro sólo para cación que quieren para sus hijos. En úl-
niños o sólo para niñas». En definitiva, tima instancia, la política educativa debe
la agrupación diferenciada por sexo no estar al servicio del «hecho educativo»,
es sino un recurso pedagógico más para que no es otro que el «encuentro de dos
el logro de una igualdad de oportunida- libertades»: la del que aprende y la del
des real entre los sexos, requisito impres- que enseña. Este es el gran acontecimien-
cindible de una educación de calidad para to educativo al que la política educativa
todos. debe servir.

5. A modo de conclusión Dirección del autor: Juan García Gutiérrez, Departamen-


to de Teoría e Historía de la Educación. Facultad de
Recapitulando lo dicho hasta ahora Educación. C/ Rector Royo-Villanova s/n, 28040, Ma-
podemos decir que el Estado a través de drid.
sus políticas públicas de enseñanza pue- Fecha de recepción de la versión definitiva de este artícu-
de garantizar más efectivamente una lo: 25.IX.2004
igualdad de tipo formal que material. Y
ésto porque la igualdad material de opor-
tunidades, bien se opte por una igualdad Notas
[1] En este sentido, el adjetivo «educativa» no hace sino
de trato o de resultados, a través de una modular el alcance y la orientación que en este caso
educación mixta o diferenciada por sexo, debe tener el sustantivo «política», justamente, para
va a depender en gran medida del «tacto que responda al interés superior del niño. Esto signifi-
pedagógico» con que el docente encare la ca que lo específicamente educativo ofrece un hori-
zonte de sentido que no debiera estar en condiciones
acción educativa. A mi juicio, para desa- de subordinación respecto de lo político (policy-politics).
rrollar una practica educativa que no dis- El interés superior del niño, a mi juicio, es el concepto

año LXII, n.º 229, septiembre-diciembre 2004, 467-482


crimine a la mujer no va a ser tan que sirve para clarificar y dar cohesión a los distintos
planos de normatividad que definen el ámbito de la
importante el tipo de escolarización (di- Política de la Educación, tal y como los plantea el
ferenciada o mixta) como la filosofía edu- profesor G. JOVER (1994).
cativa que sostenga a cada proyecto
[2] Establecer las finalidades educativas es uno de los
educativo. momentos cruciales de las políticas públicas sobre
revista española de pedagogía

educación. La Comisión de Derechos Humanos de la


En concreto, el debate entre una edu- ONU (1999) insiste en que el desarrollo personal si-
cación diferenciada por sexo y una edu- gue siento el objetivo primordial de la educación, otor-
cación mixta (más allá de cuestiones de gándole primacía sobre las finalidades sociales o
comunitarias (p. 7).
índole pedagógica y psicológica) debe res-
ponder a la cuestión del pluralismo que [3] Uno de los aspectos más relevantes que como educa-
caracteriza nuestras sociedades occiden- dores tiene el respeto a la identidad sexual del alum-
no pasa por hacer explícitos nuestros modelos y
tales: el Estado debe garantizar el mar- concepciones antropológicas para que los alumnos y
gen de libertad suficiente para que los en su caso sus padres o tutores puedan conocer y
padres, tal y como proclama tanto nues- por lo tanto elegir más fácilmente el tipo de educa-
ción que quieren para sus hijos. También significa que
tra Constitución como las Declaraciones,
en la tarea educativa no vamos a realizar ninguna
Convenciones y Pactos Internacionales acción o actividad que vaya en en contra o que cues-
sobre Derechos Humanos ratificados por tione su propia identidad sexual. Sobre la construc-
España sean quienes elijan el tipo de edu- ción de una antropología pedagógica del cuerpo

477
Juan GARCÍA GUTIÉRREZ

pueden verse los trabajos del profesor E. GERVILLA gico que se nos propone desde la coeducación es el
CASTILLO (1999; 2000; 2002). característico de una cultura de la fragmentación: sexo
y género aparecen disociados. Se trata de un modelo
[4] El concepto de sexismo se construyó por analogía al antropológico en el que por contraposición a ciertas
de racismo en los ámbitos feministas, para mostrar posturas biologicistas (que defendían la superioridad
que el sexo constituye para la mujer un motivo de del varón respecto de la mujer, basándose en supues-
discriminación, cuando no de menosprecio o subordi- tas razones de tipo biológico y natural), se sitúan en
nación. En el estudio recopilatorio del Centro de In- el otro extremo, afirmando que la identidad sexual es
vestigación y Documentación Educativa (CIDE, 1998) algo socialmente construido. Tal y como dejara sen-
sobre desigualdades en educación en España apare- tenciado SIMONE DE BEAUVOIR en su obra El segun-
cen reseñadas también algunas investigaciones reali- do sexo, «no se nace mujer, sino que se llega a
zadas desde la perspectiva de género, pudiéndose serlo». Desde esta posición, el ser hombre o mujer es
individualizar algunas notas características o algo desligado de la naturaleza, «liberado» de la biolo-
indicadores del proceso de discriminación de la mujer gía; depende exclusivamente de la sociedad. Se trata
en la esfera de la enseñanza, que como señala X. R. en última instancia de una construcción social, y por
Fernández (2003) podemos concretar en: el sexismo lo tanto sometido a las dinámicas, modas e influen-
es un tipo de discrimi- nación fundamentalmente invisi- cias dominantes en un determinado momento históri-
ble; aparece relacionado con las instancias de sociali- co o en una determinada cultura. La pregunta que nos
zación primaria; y por último, afecta a la totalidad de debemos hacer cómo educadores es si el hombre es
los grupos sociales. sólo historia, o si por el contrario tiene una naturaleza
específica que le confiere una especial dignidad. Como
[5] Sin embargo, a pesar de esta llamada «feminización
señala el profesor IBÁÑEZ-MARTÍN (1981, 61) quienes
del éxito académico» Marina Subirats (1994, 70), sos-
piensan que el hombre es sólo historia suelen optar
tiene que la discriminación femenina en la esfera de la
por uno de estos dos planteamientos educativos: o
enseñanza se puede apreciar principalmente por el
bien entienden la educación como un compromiso en-
hecho de que las mujeres acceden muy poco aún a
tre lo vigente en la actualidad y la herencia válida de
los estudios de tipo técnico; justamente los conside-
las generaciones pasadas; o bien la educación es un
raos como más prestigiosos y con más posibilidades
simple proceso de socialización, es decir, la asimila-
de una mejor remuneración en el futuro.
ción al ambiente dominante en el grupo o en la so-
[6] Citado por PEÑA CALVO, J. V.; RODRÍGUEZ MENÉNDEZ, ciedad.
año LXII, n.º 229, septiembre-diciembre 2004, 467-482

M.ª del C.; TORÍO LÓPEZ, S. & VIÑUELA HERNÁNDEZ,


[9] La educación y, más concretamente, el sistema edu-
M.ª Paulina (2003) Aproximación a un nuevo debate
cativo, se configura en nuestras sociedades como el
sobre las diferencias de género: la problemática refe-
principal instrumento socializador de las personas, con
rida al menor rendimiento académico de los chicos,
similar capacidad de configuración de la personalidad
p. 8, en Actas del IX Congreso de Teoría de la Educa-
y la identidad que la familia (Instituto Canario de la
ción: Calidad, Equidad y Educación (San Sebastián,
Mujer, 2003, 151) En efecto, una Filosofía de la Edu-
UPV). En su trabajo exponen el debáte abierto a me-
revista española de pedagogía

cación en la que el modelo antropológico que subyace


diados de la década de los noventa en los países
es de corte historicista no puede por más proponer
anglosajones sobre el rendimiento diferencial de chi-
un concepto de educación también historicista, y por
cos y chicas, partiendo de la diferente actitud que
lo tanto, considerar que la principal función de la edu-
chicos y chicas tienen respecto al trabajo escolar y al
cación es la socialización de las nuevas generacio-
aprendizaje (ethos escolar).
nes. La educación tiene como fin preparar para la
[7] Sobre un análisis de los resultados de la reforma com- vida, y una vida en la que la convivencia es mixta la
prensiva en España pueden verse los trabajos de los educación también debe serlo; este es uno de los
profesores J. M.ª BENAVENTE BARREDA (2001); A. principales argumentos que se esgrimen para defen-
VIÑAO, (2000); y G. SUÑÉ MINGUELLA (2001). der la coeducación.

[8] La importancia de los modelos antropológicos para la [10] En efecto, aún hoy hay quienes consideran que en
educación ha sido puesta de manifiesto por diversos todos los proyectos educativos de los centros docen-
autores (Cfr. J. M.ª BARRIO, 2000, 26). Dado que el tes no universitarios se debe reflejar la coeducación
hombre es el único animal que necesita aprender a (El País, 18.6.2004) por imperativo legal. En este
ser lo que es, la educación no es posible sin una sentido, hay que recordar que la educación diferencia-
determinada imagen de hombre. El modelo antropoló- da por sexo es constitucional, y conforme al Derecho

478
Igualdad de oportunidades entre los sexos y libertad de…

Internacional. Desde una perspectiva internacional, re-


sulta interesante el trabajo del profesor J. A. CORRIEN-
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convicciones pedagógicas («se respetan, de acuerdo gía pedagógica (Madrid, Rialp).
con las leyes nacionales que regulen su ejercicio (...)
el derecho de los padres a garantizar la educación y BENAVENTE BARREDA, J. M.ª (2001) Mitos de la reforma
la enseñanza de sus hijos conforme a sus conviccio- educativa de los noventa en España, Revista Ibero-
nes religiosas, filosóficas o pedagógicas») ofrece a americana de Educación, 27, pp. 77-98.
las familias un factor añadido sobre el que poder fun-
dar su elección de centro docente. Las convicciones BOBBIO, N. (1993) Igualdad y libertad (Barcelona, Paidos).
pedagógicas pueden interpretarse en términos de es-
pecialización pedagógica de los centros docentes, y CALERO, J. & BONAL, X. (1999) Política educativa y gasto
por tanto, como un medio para incentivar la pluralidad público en educación (Barcelona, Comares-Corredor).
(competencia) de proyectos educativos de los centros
docentes (bilingües, diferenciados por sexo, centros CIDE (1998) Catorce años de investigación sobre las des-
donde se presta especial atención a las artes o al igualdades de educación en España (Madrid, CIDE).
deporte, etc.).
CIDE (2001) Las mujeres en el sistema educativo (Madrid,
[11] Sobre los distintos modelos de relacionar el binomio CIDE-Instituto de la mujer).
sexo-género puede verse el rabajo de la profesora
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Los objetivos de la educación en los instrumentos
[12] En nuestro contexto puede verse la Sentencia de lo
internacionales (E/CN4/Sub2/1999/10 NU).
Contencioso Administrativo de 20 de diciembre de

año LXII, n.º 229, septiembre-diciembre 2004, 467-482


1999 sobre validez del acceso al régimen de concier- CORRIENTE CÓRDOBA, J. A. (1980) La protección de la
tos educativos de determinados centros docentes pri- libertad de enseñanza en el Derecho Internacional,
vados (ponente, F. De Aguirre) y el comentario que pp. 29-43, en VV. AA. Educación y sociedad pluralista
realiza el profesor J. L. MARTÍNEZ LÓPEZ-MUÑIZ so- (Madrid: Fundación Oriol-Urquijo).
bre esa sentencia titulado: «la legitimidad de los cole-
gios concertados especializados por razón de sexo», FERNANDEZ ENGUITA, M. (1997) Los desiguales resulta-
en el boletín jurídico La Ley, n.º 5022, pp. 4-6. dos de las políticas igualitarias: clase, género y etnia
revista española de pedagogía

en educación, pp. 27-38, en Autor, Sociología de las


[13] No es el objetivo de este trabajo establecer las dife- instituciones de educación secundaria (Barcelona,
rencias psicológicas y de aprendizaje entre los alum-
Horsori).
nos y las alumnas, para ello remitimos a los trabajos
y estudios de los profesores GORDILLO & VON FERNÁNDEZ, X. R. (2003) Educación e igualdad de oportu-
MARTIAL (1989); HARKER (2000); YOUNGER; M. nidades entre los sexos (Barcelona, ICE Universitat
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Juan GARCÍA GUTIÉRREZ

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480
Igualdad de oportunidades entre los sexos y libertad de…

Resumen: Summary:
Igualdad de oportunidades entre los Equal opportunities between sexes
sexos y libertad de enseñanza. Una and educational freedom. An
aproximación desde la política de la Educational Policy approach
educación It is necessary to give pedagogical
Es preciso dotar de un contenido pe- content and a specific orientation for
dagógico y de una orientación específica equal opportunities between sexes (Equal
a la tan traída y llevada «igualdad de in What? Equal to Why?) The equal
oportunidades entre los sexos» (igualdad opportunities between sexes, in an
en qué e igualdad para qué). La igualdad educational context, must provide a space
de oportunidades entre los sexos, en el to overcome the discrimination against
ámbito educativo, debe constituir, por un women on education, fostering critical
lado un espacio para la superación de la thinking about socially dominating sex
discriminación de la mujer en la esfera stereotypes, while guaranteeing the ‘right
de la enseñanza ejerciendo una reflexión of parents to ensure the education and
crítica sobre los estereotipos sexistas so- teaching of their children according to
cialmente dominantes, al tiempo que se their religious, philosophical and
garantiza la libertad de los padres para pedagogical convictions’, as the Charter
educar a sus hijos conforme a sus convic- of Fundamental Rights of EU does. The
ciones pedagógicas, tal y como garantiza State, with his public educational policy,
la futura Constitución Europea. El Esta- must, not only guarantee equal
do a través de sus políticas públicas de opportunities from a pedagogical point of
enseñanza no sólo debe garantizar la view, but above all, juridical. It must also

año LXII, n.º 229, septiembre-diciembre 2004, 467-482


igualdad de oportunidades desde una offer and guarantee enough freedom to
perspectiva pedagógica sino también, y achieve the pluralism demanded by an
sobre todo, jurídica, ofreciendo y garanti- open society.
zando los márgenes de libertad suficien-
te acordes al pluralismo que una sociedad Key Words: Educational policy; equal
revista española de pedagogía

abierta exige. opportunities; coeducation; single sex


schooling, educational freedom.
Descriptores: Política de la educación,
igualdad de oportunidades, coeducación,
educación diferenciada por sexo, libertad
de enseñanza.

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