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VARELA VIDAL, LARA

CAPÍTULO VI. Lógica y derecho


1. INTRODUCCIÓN
La seguridad jurídica es una de las aspiraciones de las personas que viven en sociedad, y
casi en un presupuesto y en una función del Derecho. Sin embargo, no podemos olvidar
que el ser humano es, por naturaleza, racional, y, por otro lado, tampoco que vive en
sociedad y desarrolla todas sus actividades dentro de la sociedad.
Así, podemos decir que el ser humano es un ser racional que desarrolla su racionalidad
dentro de la sociedad. A su vez, la sociedad, desde sus inicios, precisa del Derecho como
forma de organización.
Por todo ello, las relaciones entre el Derecho, la racionalidad y la lógica son, no sólo
convenientes, sino también inevitables. Son inevitables, pero deben mantenerse en su
justa medida tratando de evitar lo que vulgarmente se llama “logicismo”, esto es, “la
reducción de toda la Filosofía a la lógica”.
2. LA LÓGICA JURÍDICA A TRAVÉS DEL TIEMPO. BREVE ENSAYO
HISTÓRICO
La relación entre la Lógica y el Derecho ha preocupado a los juristas desde el principio
de los tiempos.
Con el comienzo de la modernidad, el interés por la lógica se acrecentó sucesivamente.
Hume tuvo gran presencia al respecto, puesto que colocó la crítica lógica en el centro de
la Filosofía y de la ciencia jurídica.
No obstante, el paso del tiempo no restó importancia ni presencia a la lógica en el mundo
jurídico, debido al deseo de certidumbre y reposo que existe en la mente humana.
3. ¿QUÉ ES LA LÓGICA JURÍDICA? ALGUNAS DEFINICIONES
El profesor Atienza establece tres nociones de lógica.
- En sentido amplio, indica, la expresión “lógica” sirve para indicar tanto el
conjunto de las reglas del pensamiento y de la forma de actuar correctas, como el
estudio de éstas. Desde esta perspectiva, habría:
 Lógica arte
 Lógica técnica
 Lógica ciencia
- En sentido estricto, “la lógica se identifica con la lógica formal o deductiva,
entendiendo por tal el estudio de relaciones de deducibilidad entre proposiciones”.
- En sentido intermedio, “que hace coincidir la lógica con la práctica y el estudio
de la argumentación, incluyendo tanto los argumentos lógico-deductivos, como
sobre todo los argumentos retóricos”.
Con estas palabras, el profesor avisa de la dificultad del estudio lógico aplicado al
Derecho, que una vez más arroja múltiples posibilidades que deben ser contempladas.

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También Henkel discurría sobre la evidente importancia de la lógica sobre el


conocimiento de lo jurídico. Pero, advertía, que no se debe exagerar con la estimación de
su alcance.
En relación con este asunto, y, siguiendo a Puy, entiendo que la lógica es “el instrumento
ordenador de nuestras ideas y de nuestro discurso, permitiéndonos distinguir los
razonamientos correctos de los incorrectos”. Y este instrumento ordenador debe
concebirse siempre en relación con la filosofía y con la ciencia como veremos más
adelante.
En realidad, la lógica, es una rama de la filosofía práctica. Y es, además, “el órgano común
a todo saber riguroso”.
A través de la lógica, el razonamiento en general, y el jurídico en particular, tiende a la
certeza, a la universalidad, a la seguridad, a lo apodíctico.
Pese a ello, en la jurisprudencia, o incluso en la ciencia jurídica, “la corrección lógica no
puede ser el único criterio justificativo; sólo puede ser el límite infranqueable del
pensamiento jurídico y de la aplicación del Derecho”.
Y es que, en realidad, cuando se habla de lógica jurídica, se ha de entender algo sólo
analógicamente emparentado con la lógica formal.
Esto es así, porque, como dice Vernengo, “la lógica jurídica es casi un simple
procedimiento retórico imposible de comprobar en muchos casos, de modo que la
pretendida certeza y rigor que son su seña de identidad, en realidad, quedarían
desdibujados porque no son posibles de alcanzar en el razonamiento jurídico”.
Sin embargo, pienso que tanto ese razonamiento casi exclusivamente lógico, como aquel
otro que le resta toda importancia a la lógica, son extremos, y como casi todo lo extremo,
están equivocados.
La lógica es una parte importante de la Ciencia del Derecho y de la Filosofía práctica, y,
como tal, presta ayuda importante al Derecho desde distintos aspectos y perspectivas.
En este caso, la lógica jurídica debe actuar con seriedad, es decir, cuando la utilicen, los
juristas deben hacerlo con mesura, sin abuso, y siendo conscientes de las ventajas, pero
también de las limitaciones de este tipo de razonamiento dentro de la ciencia jurídica que
por su propio objeto no es apocalíptica.
Desde luego, la lógica como modo de razonamiento tiene cabida dentro del Derecho. En
realidad, como dice García Amado, “hay dos filones distintos en las investigaciones de
lógica jurídica:
1) La lógica de los juristas o investigadores sobre el razonamiento de los juristas
sobre las llamadas argumentaciones legales, y,
2) La lógica deóntica o investigaciones sobre la estructura y sobre la lógica de las
proposiciones normativas, de la cual la norma jurídica sería una especie”.
La primera de ellas, proporciona un estudio sobre los tipos de razonamientos que éstos
(los juristas) realizan para poder cumplir con su función, incluyendo, además, la
exposición y explicación de las distintas formas de aplicar las argumentaciones legales.

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La segunda de ellas, la lógica deóntica, estudia la estructura de la norma jurídica y la


propia adecuación de la presentación de las mismas a los ciudadanos obligados a
cumplirlas.
No obstante, en realidad, “la lógica se presenta como un medio fundamental para el
control de la corrección de la argumentación jurídica, del razonamiento jurídico expreso,
a fin de poner de relieve la presencia en él de lagunas, presupuestos ocultos o premisas
tácitas, incoherencias, utilizaciones impropias de fórmulas o términos lógicos, etc.”
Existen distintos esquemas o maneras de clasificar y organizar las tareas de la lógica
jurídica. Puy lo plantea así:
I. Metalógica jurídica: a) sintáctica jurídica, b) semántica jurídica, c) pragmática
jurídica, y d) semiótica jurídica.
II. Lógica jurídica trascendental: a) gnoseología jurídica, b) epistemología jurídica,
y c) criteriología jurídica.
III. Lógica jurídica primera: a) axiomática jurídica, y b) teoría del cálculo de
predicados, clases, relaciones o cálculos especiales.
IV. Lógica jurídica segunda: a) teoría de la definición jurídica, b) teoría de la
argumentación jurídica, c) teoría del sistema jurídico o teoría general del derecho,
y d) teoría del método jurídico.
Metalógica jurídica
Su estudio comprende una teoría de los signos formales que debe usar toda comunicación
lógico-jurídica para poder acreditar el calificativo de rigurosa. Además, a su vez, esta
contiene cuatro investigaciones.
 Sintáctica jurídica. Acerca de las relaciones entre los signos jurídicos.
 Semántica jurídica. Acerca de los significados de los signos jurídicos.
 Pragmática jurídica. Acerca de las relaciones entre los signos jurídicos y sus
operadores.
 Semiótica jurídica. Acerca de las series de signos gráficos creados por los
operadores.
El elemento común de la metalógica jurídica es el estudio de los signos, en este caso los
jurídicos, y cada una de sus partes estudia los signos de manera diferente.

Lógica jurídica trascendental

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Ésta es una teoría de la posibilidad de que se pueda alcanzar un conocimiento verdadero


de los fenómenos reales que ocurren en la experiencia jurídica y de las condiciones que
debe reunir tan deseable conocimiento para ser verdadero.
Este tipo de lógica jurídica, a su vez, se divide en tres partes:
 Gnoseología. Estudia las condiciones básicas que debe reunir tanto el
conocimiento subjetivo activo de los fenómenos jurídicos como su expresión
pasiva.
 Epistemología. Estudia las condiciones básicas de elaboración y expresión de la
ciencia jurídica.
 Criteriología. Estudia tanto la elaboración como la expresión crítica de los
conocimientos jurídicos.
El elemento común que presentan estos estudios, es que se refieren a la teoría del
conocimiento.
Lógica jurídica primera
Ésta se ocupa de obtener una teoría de los requisitos que debe reunir la creación rigurosa
de conocimientos simples de la experiencia jurídica, y la comunicación de los mismos.
Este estudio, a su vez, presenta dos subdivisiones internas:
 Axiomática jurídica. Se refiere a la formulación de axiomas.
 Teoría del cálculo lógico jurídico. Pretende aplicar el cálculo matemático al
razonamiento jurídico.
Este tipo de lógica pura o formal presta un servicio bastante reducido al Derecho.
Lógica jurídica segunda
Se ocupa de construir una teoría de la elaboración prudencial de conocimientos complejos
de la experiencia jurídica y de la comunicación prudencial de los mismos.
A su vez, ésta se subdivide en:
 Teoría de la definición jurídica. Estudia las condiciones que permiten fijar con
claridad y exactitud el significado de las palabras típicas del lenguaje jurídico.
 Teoría de la argumentación jurídica. Se ocupa de analizar las condiciones que
debe reunir un discurso para persuadir al oyente para que realice algo que no
quiere hacer al menos, de buen grado.
 Teoría del sistema jurídico. Estudia el conjunto de condiciones que debe reunir un
discurso para que sus elementos puedan incluirse dentro de un conjunto cerrado,
esto es, dentro de un sistema.
 Teoría del método jurídico. Estudia las condiciones de un discurso jurídico, pero,
en este caso, su finalidad se concreta en enseñar a los distintos operadores
jurídicos a realizar bien su trabajo.
No obstante, ésta es la más práctica de todas ellas.
Dicho esto, la lógica jurídica, a través de los cuatro estudios genéricos mencionados
previamente, muestra la gran importancia del conocimiento y la mejor aplicación del

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conocimiento al discurso jurídico. Aunque también depende del operador jurídico que la
evalúe.
Un pensador de corte iuspositivista dará mucha más importancia a los estudios de lógica
jurídica tendentes a construir un sistema normativo y a estudiarlo de la forma más rígida
posible, a fin de conseguir satisfacer su necesidad de certeza y legalidad. Un pensador de
tipo iusnaturalista, totalmente lo contrario.
En cualquier caso, y, como puede observarse, la lógica jurídica permea una gran parte del
trabajo que realizan la ciencia jurídica y la jurisprudencia.
En realidad, lenguaje, conocimiento y razón, son los principales tópicos para cuyo
tratamiento es esencial la lógica jurídica. Es así, porque en la actualidad, la lógica jurídica
se ocupa no exclusivamente, pero sí fundamentalmente, de problemas de conocimiento,
lenguaje y razón.
Para solucionar los problemas que se presentan en estos ámbitos, la lógica jurídica tiene
en cuenta estos tres elementos:
o “Que el lenguaje, el conocimiento, la razón y la ciencia del Derecho son los
instrumentos lógicos con los que los operadores jurídicos conocen y comprenden
el Derecho.
o Que la argumentación y sus clases: la tópica, la retórica y la dialéctica jurídicas,
son los instrumentos lógicos con los que los operadores jurídicos, comunican,
defienden, debaten y persuaden los derechos.
o Y que la metodología jurídica es el instrumento con el que los operadores jurídicos
pueden manejar el Derecho y manejarse entre los derechos”.

4. LÓGICA Y DERECHO. ¿COMPAÑEROS NECESARIOS O ENEMIGOS


IRRECONCILIABLES?
Lois Estévez decía que “el Derecho no puede pasar sin la lógica, porque es ésta una
condición para la verdad y por consiguiente para la justicia”.
Sin embargo, no estoy del todo segura de que el estudio lógico proporcione más verdad
y que esa verdad conduzca indefectiblemente a la justicia. Lo que sí es cierto es que la
metodología lógica ha probado su interés en el mundo jurídico y ha contribuido a mejorar
los razonamientos sobre la experiencia jurídica, haciéndolos más plurales y, por lo
mismo, más ricos.

Pese a ello, las relaciones entre lógica y Derecho han sido turbulentas a lo largo de la
historia, presentando altibajos. Lo razonable sería reconducir la lógica jurídica basándose
en estas tres premisas:

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1) no conviene reducir la lógica jurídica a la lógica general o tradicional, porque existen


otras muchas maneras de enfocarla que, sin duda, prestan inestimable ayuda al Derecho.
2) no hay que enfrentar la lógica jurídica a la filosofía jurídica porque no se contradicen.
3) no hay que identificar el interés del Derecho por la lógica con la obstaculización del
estudio del Derecho desde otros puntos de vista diferentes a la lógica, tales como el
sociológico, el psicológico, el axiológico, el historicista o el ético.
Es cierto que el Derecho se ayuda mucho de la lógica y la lógica del Derecho. Siguiendo
a Puy, esta conexión produce las siguientes consideraciones importantes:
1) la lógica y el Derecho se relacionan entre sí porque ambos tienen en común el
carácter de ser disciplinas especulativamente prácticas, es decir, disciplinas
disciplinantes.
2) porque la Jurisprudencia, en cuanto ciencia, necesita, como toda ciencia, de la
lógica.
3) porque el Derecho persigue, de un modo particular la imposición de rigor,
precisión y certeza, fines a los que sirve la lógica de una forma evidente.
Así las cosas, llegamos a una misma conclusión: la Lógica y el Derecho guardan sin duda
una gran relación, pero operan de manera diferente, pues se mueven en ámbitos
conceptuales y estructurales distintos.
En realidad, en la práctica del Derecho observamos que la experiencia jurídica es mucho
más rica, plural y amplia de lo que puede ser recogido en ningún código, o de lo que
puede ser razonado de forma lógica pura. De modo que lo más razonable es utilizar los
métodos y desarrollos lógicos adaptándolos a la idiosincrasia propia del Derecho, de
manera que la lógica se convierta, realmente, en una ayuda para el razonamiento jurídico,
y no en una traba para el mismo.

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