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Péndulo de Curie

Autores
García Gerardo Osman Alfonso1
1
Facultad de Ciencias, Universidad Autónoma de Baja California
garcia.osman@uabc.edu.mx

Muñoz Mondragón Miguel Ramón1


1
Facultad de Ciencias, Universidad Autónoma de Baja California
a361917@uabc.edu.mx

Peralta Miranda Daniel1


1
Facultad de Ciencias, Universidad Autónoma de Baja California
peraltad10@uabc.edu.mx

Salinas Rodríguez Francisco Javier1


1
Facultad de Ciencias, Universidad Autónoma de Baja California
javier.salinas@uabc.edu.mx

RESUMEN
Hay tres propiedades magnéticas que pueden describir todas las sustancias que forman parte de nuestra
cotidianeidad: ferromagnetismo, paramagnetismo y diamagnetismo. Estos pueden explicarse midiendo
el efecto que tienen bajo campos magnéticos externos que ejercen influencia en ellos.
Un imán es un cuerpo significativamente magnético, de forma que atrae a otros imanes y/o metales
ferromagnéticos. En este experimento veremos de qué manera la atracción de un cuerpo ferromagnético
se ve afectada al alcanzar lo que se conoce como “Temperatura de Curie”, y sus implicaciones cuánticas.

INTRODUCCIÓN

El péndulo de Curie es una máquina térmica que consiste en hacer que un material ferromagnético 1
alcance su temperatura de Curie para hacerlo perder sus propiedades ferromagnéticas y que adopte
conductas paramagnéticas. Hemos elegido este experimento porque hay algo más en él que
simplemente una moneda y un imán atrayéndose y desprendiéndose como si de un baile se tratara;
contemplar la justificación desde la cuántica del Níquel y la pérdida sus propiedades ferromagnéticas
al alcanzar su temperatura de Curie específica así como el porqué de esta.
El magnetismo —del griego μαγνης (magnés = imán)—, es un fenómeno físico por el que los
materiales ejercen fuerzas de atracción o repulsión sobre otros materiales, las cuales son un efecto
residual de la fuerza magnética entre cargas en movimiento; justo la parte que puede medir un
observador (como pasa con los electrones) [1].

A diferencia de los materiales paramagnéticos o diamagnéticos, las cargas de cualquier material


ferromagnético están ordenadas en todos los momentos magnéticos; misma dirección y sentido. Antes
del desarrollo de los imanes de tierras raras en la década de 1970 el Alnico era una de las aleaciones 2
más populares y comunes, puesto que resultaba el imán más poderoso disponible [2].
Los imanes pueden ejercer fuerza sobre corrientes eléctricas, se le denomina momento magnético, desde
un bucle de corriente eléctrica, un imán de barra, un electrón, una molécula y un planeta, todos tienen
momentos magnéticos. En presencia de un campo magnético (inherentemente vectorial), el momento
magnético se relaciona con el momento de fuerza de alineación de ambos vectores en el punto en el que
se sitúa el elemento así como el campo magnético producido por un imán sería proporcional a su
momento magnético. [3]

La ley de Curie-Weiss describe la susceptibilidad magnética de un ferromagneto en la región


paramagnética sobre el punto de Curie, o, en general, en un material casi idealmente paramagnético en
el que las interacciones entre momentos magnéticos hacen que se desvíe de la ley de Curie [4]:
𝐶
𝜒=
𝑇 − 𝑇𝑐
donde X es la susceptibilidad magnética, T es la temperatura absoluta, medida en Kelvin, Tc es la
Temperatura de Curie, medida en Kelvin, C es la constante de Curie.
𝜇2
𝐶 = 𝜇0 𝑛
3𝜅𝐵

y como cantidad molar, con:

𝑀 𝜇2
𝐶𝑚𝑜𝑙 = 𝑐 = 𝜇0 𝑁𝐴
𝜌 3𝜅𝐵
De esta forma, una forma alternativa de escribir
la ley de Curie-Weiss es:
𝜇2 𝑀
𝜒𝑀 = 𝑁 (𝛼 + )
3𝜅𝑇

La susceptibilidad tiene una punto singular en T = Tc. A esta temperatura y por debajo de ella existe
magnetización espontánea.

La permeabilidad del vacío, conocida también como constante magnética, se representa mediante el
símbolo µ₀ y en unidades SI (Sistema Internacional) se define como:
µ₀ = 4𝜋 × 10⁻⁷ 𝑇 · 𝑚 · 𝐴⁻¹
Momento magnético de un dipolo (Espín):
𝑴 = 𝝁(𝑵↑ − 𝑵↓ ) = [𝑵↓ = 𝑵 − 𝑵↑ ] = 𝝁(𝟐𝑵↑ − 𝑵)
El periodo de oscilación de un péndulo por la siguiente fórmula:
𝑇 = 2𝜋√𝐿 ⁄ 𝐺
Dónde L es la longitud de la cuerda del péndulo, y G la constante gravitacional terrestre.
MÉTODO EXPERIMENTAL

Materiales: Una (1) varilla de metal, dos (2) monedas de níquel con densidades de 25% y 90%, una
(1) vela pequeña, 50 cm de cable de cobre, un (1) cronómetro, base de madera agujereada, un (1)
tornillo y un (1) imán.

Procedimiento: En la base de madera que hemos construido, colocaremos la varilla en forma de L, la


cual servirá como soporte para nuestro péndulo. Ataremos ambas monedas, la de 90% níquel y 25% a
un cable de cobre limpio (esto para prevenir que al calentarse el esmalte emita humo), el uso del cobre
en este experimento es importante por su alta resistencia al calor (además de una temperatura de Curie
mayor) lo que garantiza que junto a su comportamiento diamagnético no genera interferencias en el
experimento, el otro extremo del cable se colocará en la punta de la varilla metálica. Colocaremos el
imán en la parte inferior de la varilla procurando que esté lo más lejos posible del fuego, para lo cual
vamos utilizar el clavo, será una manera de mantener la atracción del imán pero evitando que el fuego
le afecte.

El lugar donde se colocará la vela será justo debajo de donde la moneda de níquel quede suspendida
cuando sea atraída hacia el imán, así las monedas siempre estarán recibiendo toda la llama. Cuándo la
moneda alcance su temperatura de Curie, para lo cual es importante contar con dos diferentes purezas
en estas, la diferencia de materiales hará una diferencia a la hora de comprobar si hay o no una diferencia
en la temperatura de Curie, así como en los tiempos de oscilación entre ambos péndulos.
Resultados: La primer moneda (A) que colocamos fue la de mayor densidad (90%), después de estar
43 segundos sobre la flama comenzó a oscilar. La segunda moneda (B) (con densidad del 25%) duró
10 segundos antes de comenzar a oscilar. La temperatura de Curie para el Níquel es de alrededor 358°C
[4], cuando el níquel pierde sus propiedades de material ferromagnético se regresará a su posición
original, como si el imán ya no existiese, ese instante donde el níquel adopta conductas paramagnéticas
dura menos de un segundo (0.88s en la moneda de mayor densidad) y es el tiempo que tarda el níquel
en bajar su temperatura, tras lo cual volverá a actuar como ferromagnético y será atraído nuevamente
por el tornillo, este proceso se repite constantemente, a la moneda le bastante con esos 0.88s para
cambiar entre la temperatura de curie y pasar de un estado nulo a uno magnético, lo cual genera esa
oscilación que convierte nuestro sistema en un péndulo.

Tablas:

Moneda (A)

Oscilaciones (A) t T

4 19.4s 4.85

5 23.2s 4.64

4 19.8s 4.95

5 22.8s 4.56
El período de oscilación (promedio) de la moneda (A) es de T = 4.75

Moneda (B)

Oscilaciones (B) t T

14 10.48s 0.748

11 8.53s 0.775

13 9.64s 0.741

12 9.34s 0.779
El período de oscilación (promedio) de la moneda (B) es de T = 0.755

Discusión
Encontramos una diferencia considerable entre el período de oscilación de ambos péndulos así como
en el tiempo tomado por ambas monedas para comenzar a oscilar., lo cual nos permite apuntar a una
causa en concreto; la pureza del material (en este caso el níquel) es un factor determinante al
momento de la oscilación, y esto se debe principalmente a que las propiedades ferromagnéticas de
ambas monedas son diferentes, el material del que están construidas hace que su estructura sea
diferente, para que el níquel actúe paramagnéticamente es necesario que llegue a la temperatura de
Curie específica de este material (como se observa en la figura 1), este efecto es causado debido a que,
a medida de que aumenta la temperatura sobre el níquel, la energía cinética de los electrones se vuelve
tan grande que interfiere con las interacciones de los espines generando así un orden aleatorio en
estos, cambiando constantemente el macroestado del sistema, y es aquí donde entra en juego la
mecánica cuántica, las mediciones que podemos hacer sobre el momento magnético del Níquel
depende de la suma del macroestado de dipolos magnéticos que apuntan tanto hacia abajo (con campo
magnético negativo) así como los que apuntan hacia arriba (aquellos con campo magnético positivo),
sin embargo, cuando el material baja su temperatura, (aún si es sólo un grado) el sistema vuelve a su
estado natural, regresandole así sus propiedades magnéticas al níquel, con lo cual vuelve a ser
magnetizado gracias al campo magnético ejercido por el imán. Este proceso de decaimiento de las
propiedades ferromagnéticas en función del aumento de la temperatura puede ser observado de forma
gráfica en la figura 2.

Figura 1: Dependencia de la temperatura de la susceptibilidad magnética del Níquel.

Figura 2: Magnetización del níquel en varios campos magnéticos aplicados cuando se acerca a la temperatura
ferromagnética de Curie
Conclusión
La fuerza de atracción de un imán aumenta o disminuye en diversas temperaturas. cuando se calienta
mucho, su campo magnético disminuye debido a que dentro del imán aumenta la velocidad de sus
partículas. Los dominios magnéticos son agrupaciones de imanes permanentes elementales, estos se
confunden y desalinean en presencia de altas temperaturas, provocando la disminución del
magnetismo. Por otro lado, su propiedad magnética, como también la fuerza de esta, aumenta si es
expuesto a temperaturas bajas.
Una partícula elemental, como el electrón, produce un campo magnético dipolar y por tanto es un
dipolo magnético aunque no sea una corriente eléctrica.
Un sistema de dipolos magnéticos que no interactúan en un campo magnético externo B, cada dipolo
solo puede tener dos orientaciones posibles a lo largo del campo, ya sea paralelo o cualquier paralelo a
este eje (por ejemplo, una partícula con spin ½).No hay grados de libertad "cuadráticos" (a diferencia
de un gas ideal, donde las energías cinéticas de las moléculas son ilimitadas), el espectro de energía de
las partículas está confinado dentro de un intervalo finito de E (solo dos niveles de energía
permitidos).

Referencias:
[1] Electricidad y magnetismo. Raymond A. Serway. Editorial McGraw-Hill, Tercera edición
(revisada)., México, 1993 pp.14-23
[2] Electronic Properties of Materials. Rolf E. Hummel. Editorial Springer, Cuarta edición, Estados
Unidos, 2001, pp. 301-3015
[3] Introduction to solid states Physics. Charles Kittel. Editorial Wiley, Octava edición, Estados
Unidos, 2004, pp. 326, 333, 338 y 355.
[4] For Scientists and Engineers with Modern Physics. Serway, Raymond A., and Robert J. Beichner.
Physics. Editorial Saunders College Publishing (5ta edición). New York, 2000, página 936
APÉNDICES

Glosario de términos
Magnetismo: fuerza de atracción de imanes que presentan un polo positivo y otro negativo,
conocido como dipolo.
Ferromagnetismo: propiedad que le confiere a algunas sustancias una respuesta magnética intensa y
permanente.
Paramagnetismo: forma de magnetismo en la cual ciertos materiales son atraídos débilmente por un
campo magnético externo y forman campos magnéticos internos inducidos en la dirección del campo
magnético aplicado.
Diamagnetismo: propiedad de todos los materiales de oponerse al campo magnético aplicado.
Campo magnético: campo de fuerza creado como consecuencia del movimiento de cargas eléctricas
(flujo de la electricidad).
Níquel: metal duro, blanco plateado, dúctil y maleable.
Aleación: mezcla sólida homogénea de dos o más metales, o de uno o más metales con algunos
elementos no metálicos.
Alnico: aleación formada principalmente de cobalto, aluminio y níquel, aunque también puede
contener hierro, cobre y en ocasiones titanio.
Oscilación: variación, perturbación o fluctuación en el tiempo de un medio o sistema.
Punto o temperatura de Curie: temperatura a la cual un material pierde su habilidad para retener
magnetismo.

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