Está en la página 1de 2

Reseña sobre la Ópera ‘Muerte en Venecia’ de Benjamin Britten

Por:​ Daniel S. González Campo

Del compositor británico Benjamin Britten, con titulo en ingles ‘Death in Venice’.
Es una ópera en dos grandes actos (una duración aproximada de dos horas y
treinta minutos), con libreto en inglés de Myfannwy Piper. Está basada en la novela
homónima de Thomas Mann. La ópera fue escrita para el Tenor Peter Pears, quien
era la pareja sentimental de Britten. Pears, personificó a ‘Aschenbach’, protagonista
de la obra.

El drama ambientado entre Múnich y Venecia, está marcado por dos personajes:
‘Aschenbach’ un famoso escritor, y ‘Tadzio’ un joven polaco (personaje en silencio,
interpretado por un bailarín). Plasma la historia de fascinación visual del escritor por
el joven polaco; es un intenso drama de interioridad e individualidad, donde las
luchas internas y las pasiones desbocadas imprimen la personalidad de cada
personaje.
Durante el primer acto, Aschenbach, el famoso novelista, abre la ópera
lamentándose de su pérdida de inspiración artística. Cuando ve a un viajero, y,
atraído por su naturaleza exótica y delicada, se ve impulsado a viajar confiando en
refrescar su imaginación artística atraído por el joven polaco. En el segundo acto,
Aschenbach decide aceptar sus sentimientos por Tadzio. Generando su clímax
interpretativo en el desarrollo del personaje, enfrentándose a los más oscuros
sentimientos.
La atracción homosexual es abiertamente expuesta y debatida por los mismos
personajes, ‘Aschenbach’ constantemente se cuestiona su atracción por el joven
polaco, miestras ‘Tadzio’, encuentra curiosa e “inocente” esta atracción sin darle
mayor importancia, siendo esta un juego por su temprana edad.
Cada personaje vive sus sentimientos en formas artísticas diferentes. La perfecta
belleza de Tadzio, es expuesta por medio del ballet en delicadas siluetas y
amanerados movimientos. Mientras Aschenbach hace uso del canto en la tesitura
de tenor para expresar sus más profundos sentimientos de seducción,
incertidumbre y atracción.

Musicalmente presenta un reto sin igual para el protagonista, entre sonoridades


disonantes y ritmos intrincados nacen los recitativos mezclados con arias que
difícilmente se pueden identificar. Cada acto se presenta en un hilo conductor sin
pausas o cadencias significativas, los altos contrastes tímbricos y dinámicos hacen
de esta ópera bastante digerible. Por su parte, los intermedios musicales en la
orquesta son un descanso para el oyente, ya que son visualmente recreados por los
cuadros de ballet y dan una variedad sin igual en el desarrollo de los personajes en
el drama.
La riqueza interpretativa del tenor protagonista denota un virtuosismo tonal
excepcional, ya que muchas veces las notas interpretadas no están en la orquesta,
creando colores y disonancias a las armonías utilizadas por el compositor. Las
largas frases son un reto importante en la resistencia física del cantante. Lo que
lleva a pensar que el papel está escrito para un tenor experimentado y de larga
trayectoria en la ópera.
El uso recurrente del cigarrillo por parte del protagonista le suma aún más dificultad,
ya que es un factor de afectación para la voz llenándolo de un sentido expresivo
único.
Un personaje en silencio es una gran reflexión poética de la belleza, ya que no la
distorsiona y no la deja a nuestra imaginación, un Tadzio sin voz.

Las intervenciones del coro son vivaces y enérgicas, mezcla el contrapunto y las
pequeñas frases fugadas para darle una importancia significativa y de atención a la
intervención del ensamble coral. Son pocas las veces que aparece el coro, pero sin
duda son secciones que se pueden extraer para hacerse en concierto como
pequeños extractos de la Ópera.

La escenografía es austera, recrea siempre el mar en el horizonte, ocasos bañados


de azul con unas transiciones visuales que transportan entre hoteles, góndolas,
barcos, bares, playas y calles. Visualmente es limpia y fresca, nunca se recarga por
artículos escenográficos y usa las siluetas perfectamente para los personajes
secundarios y los extras. El uso de luces contrastantes para identificar a los
personajes siempre es muy evidente y permite reconocer a quien pertenece la
escena (Tadzio vs Aschenbach).

Britten, es un compositor conocedor de la voz, por su experiencia compositiva para


coros y sus conocidos ciclos de canciones, lleva a la ópera esta experiencia al final
de su vida para hacer este gran personaje: Aschenbach, quien traduce en el
tratamiento de su voz una versatilidad inteligente y aguda que agradece cualquier
cantante.

A impresión personal, esta obra ha causado un gran impacto emocional por su


temática. La forma en la cual se expone el gusto homosexual alejado del acto
sexual es único y controvertido, ya que se ha acostumbrado a ligar la
homosexualidad con el acto sexual.
Britten, en su condición homosexual trasgrede los imaginarios sociales y culturales
exponiendo dramáticamente una lucha por el reconocimiento y la aceptación.
Una ópera recomendada para todo público con crítica social y con una postura
cultural propositiva.

También podría gustarte