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Elaborado por:
Angélica María Torné Ramírez
55’227.395
Maestría en Educación
El presente trabajo es una síntesis de la lectura Cuatro claves para leer América Latina de
la socióloga y escritora Maristella Svampa quien en su trabajo nos muestra un panorama donde sí
es posible leer la última década de América Latina a través de cuatro ejes fundamentales como
son: el avance de las luchas indígenas, el cuestionamiento de la visión hegemónica de desarrollo a
la luz de la expansión del extractivismo, la reactualización de la figura de la independencia y el
alcance efectivo de un regionalismo latinoamericano desafiante. Y es que hablar de América latina,
sería un tema desafiante pues cuando nos referimos a ella lo hacemos como una unidad, pero la
realidad es que se ha vuelto una región heterogénea donde cada país que la conforma tiene sus
propias realidades, problemas y objetivos.
En la última década, desde los países más grandes y desarrollados hasta los más pequeños
y con poco desarrollo América latina ha estado viviendo turbulentos procesos políticos y
económicos transformándose en un escenario internacional algo inestable al protagonizar la
creciente de los movimientos sociales y la crisis de los partidos políticos tradicionales dando como
resultado el aumento en la movilización de sus fuerzas productivas. A continuación, detallaremos
cada uno de los debates que según la autora atraviesan la historia latinoamericana de los últimos
siglos y que son importantes a la hora de leer su escenario político actual.
Desde los 90 hasta la fecha se ha vivido una época de empoderamiento por parte de
pueblos indios no solo para la obtención de una ciudadanía étnica sino también su
reconocimiento cultural y a la reivindicación de tierras y el territorio, como por ejemplo, en
Perú aún esperan el reconocimiento y titulación del territorio de las comunidades indígenas;
en Colombia, es preocupante el gran número de crímenes cometidos en contra de líderes
sociales e indígenas sin contar el gran número de indígenas desplazados en un escenario de
post conflicto armado tras el desarme de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia
(FARC) que han mantenido al país en una guerra interna; en Ecuador las comunidades
indígenas realizan marchas exigiendo al gobierno sus tierras, territorios y la restitución de la
educación intercultural bilingüe; en Bolivia, la lucha contra la discriminación étnica y el
racismo, y en la recuperación de la dignidad por parte de sectores indígenas históricamente
marginados, el gobierno de Evo Morales terminó por consolidar «un Estado plurinacional
débil, organizado de modo jerárquico y no igualitario» (Svampa, 2017, p. 54), en el que los
niveles de codecisión que implicaba el Estado plurinacional sobre los recursos naturales
fueron netamente subordinados a la lógica centralista del partido gobernante a tal punto que
en la actualidad existe una continua disputa entre Morales y la comunidad indígena que
habita y lucha día a día por la protección del Tipnis (Territorio Indígena y Parque Nacional
Isiboro-Secure).
Según Svampa este debate está ligado al modelo extractivo- exportador que inicia con la
discusión sobre los límites del crecimiento, pasando por los debates sobre el desarrollo sustentable
y los análisis en términos de post desarrollo. El término “extractivismo” proviene de la palabra
“extracción” que en contexto quiere decir que se elimina un recurso de su entorno natural
(minerales, petróleo, agricultura, ganadería, silvicultura, etc.) para luego venderse en el mercado
internacional convirtiéndose en un fundamento de la economía de un determinado país. De
acuerdo a Puyana (2017) para la mayoría de autores, el extractivismo es un modelo de crecimiento
económico basado en la primarización de las exportaciones, o la venta al exterior de recursos
naturales poco transformados, como la minería, la agricultura o el petróleo. (p. 3) Gudynas (2013)
citado en Puyana (2017) identifica varios extractivismo: extracción de baja intensidad y demanda
local; extracción de intensidad media y consumo nacional; y extracción de alta intensidad y para
exportación y éste último según el autor, es el único que más se ajusta a la definición de
extractivismo, relacionándose con la inserción de las economías latinoamericanas a las de los
países desarrollados y sus estrategias de crecimiento y acumulación de capital.
Esta parte tiene que ver mucho con regionalismos, geopolítica y nuevas dependencias bajo
el signo del extractivismo. En la actualidad, han surgido importantes cambios geopolíticos,
empezando por la disminución del poderío de Estados Unidos, la aparición de nuevas potencias,
especialmente China, y el papel importante que lograron los recursos naturales en la introducción
de Latinoamérica en los mercados internacionales. Época de transición compleja, donde Estados
Unidos desciende un poco en la economía mundial y disminuye su capacidad de implantar un
orden político global conforme a sus intereses; y aparece China interesada en conservar el orden
internacional asegurando su crecimiento y debilitando internacionalmente a los Estados Unidos
debido a que constituye como el único país capaz de ocupar un lugar hegemónico en el sistema
internacional. Ésta potencia ha jugado un papel importante en el comercio latinoamericano debido
a ha promovido un aumento en su economía gracias a la valoración de sus commodities y la
disminución de la dependencia del comercio norteamericano.
Dicho en otras palabras, las dinámicas socio-políticas en América Latina siempre han
estado asociadas a las realidades geopolíticas internacionales donde los recursos naturales son
precisamente un factor clave de la organización social y política, controlados por las oligarquías
locales, por capitales extranjeros o por el Estado. Además, con la aparición de los nuevos
movimientos populares o socialistas América Latina empezó a vivir el empoderamiento del
pueblo, una democracia que se convirtió algo así en una estrategia política malversada por los
partidos políticos donde los discursos estabas muy asociados a los elementos culturales de un
pueblo. Esto hizo que se le diera un protagonismo a los líderes que generaban confianza a un
pueblo con características propias de identidad cultural, sentido de pertenencia. Estos populismos
latinoamericanos del siglo xxi fomentaron la inclusión social, de la mano de un lenguaje
nacionalista y a la vez latinoamericanista, y no de la xenofobia o el racismo.
Referencias bibliográficas
Svampa, M. (2017). Cuatro claves para leer América Latina. Nueva Sociedad, (268), 50.
Recuperado de: http://nuso.org/media/articles/downloads/2.TC_Svampa_268.pdf