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REPÚBLICA BOLIVARIANA DE VENEZUELA

MINISTERIO DEL PODER POPULAR PARA LA EDUCACIÓN


UNIVERSITARIA, CIENCIA Y TECNOLOGÍA
INSTITUTO UNIVERSITARIO DE TECNOLOGÍA
JUAN PABLO PEREZ ALFONZO
AMPLIACIÓN IUTEPAL
PERIODO I 2021

Lenguaje y comunicación

Actividad 3

Analizar la oración y sus elementos

REALIZADO POR:
ALEXANDRO DILUCIANO
C.l: 29519500
Profesora: María Palencia
1er Semestre
CABIMAS, ABRIL DEL 21
Contenido:
1. La oración.
2. Tipos de oraciones.
2.1. Según la actitud del hablante.
2.2. Por sus elementos de la oración; bimembres y unimembres.
2.3. Por la clase del predicado; nominales e impersonales.
2.4. Por la índole del verbo:

1 La oración:
Es un conjunto ordenado y lineal de palabras, que expresan en su totalidad una
información completa y reconocible. Se trata de la unidad más pequeña del
discurso, la cual constituye un enunciado autónomo, es decir, una proposición
lógica que incluso si la sacamos de su contexto, continuará expresando una
información.
La oración es una de las estructuras del lenguaje verbal que más se ha
estudiado a lo largo de la historia de la lingüística, desde distintas
aproximaciones, tanto morfosintácticas como semánticas y fonológicas, dado
que es una estructura común a todos los idiomas. Sin embargo, y como es
lógico, la forma y la entonación de las oraciones puede variar significativamente
de una lengua a otra.

2 Tipos de oraciones:
Las oraciones se pueden clasificadas según distintas formas:
2.1 Según la actitud del hablante:
 Oraciones enunciativa: Expresan alguna duda, apuntan a expresar algo
concreto, a informar o comunicar centrándose en lo que se dice. Por
ejemplo: Quizás vaya a la fiesta. / Me parece que el que llamó era Juan.
 Oraciones exclamativas: Reflejan la emoción que atraviesa quien la
pronuncia. Esta emoción puede ser enojo, sorpresa, alegría, entre
otras. Por ejemplo: ¡No lo puedo creer, me saqué un diez en el examen
final! / ¡Qué susto que me diste, no aparezcas más así!
 Oraciones interrogativas: Pretenden obtener algún tipo de información del
interlocutor. También se las usa a modo de sugerencia o incluso para retar
a alguien. Por ejemplo: ¿No te parece que lo que hiciste no es
correcto? / ¿Quieres ir al cine conmigo el sábado?
 Oraciones desiderativas: Expresan algún anhelo o deseo del emisor. Por
ejemplo: Ojalá que el domingo esté soleado así vamos a la pileta. / Espero
que la pasen muy bien en la fiesta.

2.2 Por sus elementos de la oración; bimembres y unimembres:

Bimembres:
Las oraciones se componen de una serie ordenada de elementos, que se
estudian en la sintaxis. Estos elementos de la oración responden a un orden
interno y a una lógica comunicativa, en la que cada cosa refiere a algo
específico. Todas las oraciones bimembres se podrán dividir en dos grandes
estructuras: el sujeto y el predicado.
 Sujeto. Contiene el elemento que realiza la acción. Para identificarlo
podemos preguntar ¿Quién? ¿Quiénes? Por ejemplo: La gente gritó
eufórica. ¿Quién gritó eufórica? La gente. (“la gente” es el sujeto de la
oración)

 Predicado. Contiene la acción que realiza el sujeto. Para identificarlo


podemos preguntar ¿Qué pasó? ¿Qué hizo? Por ejemplo: La gente gritó
eufórica. ¿Qué hizo la gente? Gritó eufórica. (“gritó eufórica” es el predicado
de la oración)

Unimembres:

Desde la perspectiva de la sintaxis oracional, una oración unimembre (es decir,


de un único miembro) es aquella que consta de un solo sintagma, o sea,
que no puede ser dividida entre sujeto y predicado. Usualmente en ella no
puede reconocerse un sujeto, o porque carecen por completo de verbo.

Las oraciones unimembres suelen contener contenido simple, sucinto y poco


elaborado, que empleamos a diario como respuesta, comentario o expresión
ante distintas situaciones. Por ejemplo:

 “Hoy va a llover”

 “Por ejemplo”

 “¡Qué sol!”

 “¿Mi amor?”

 “¡Ya se hizo tarde!”

 “¿Por qué a mí?”

 “¡Upa!”

 “¿Ah, no?”
 “¡Alto allí!”

 “¿Cómo?”

2.3 Por la clase del predicado; nominales e impersonales:

Nominales, compuestas sólo por sintagmas nominales, adjetivales o


adverbiales con predicación (o sea, capaces de transmitir un concepto o una
idea). Por ejemplo: “Entrada”, para indicar por dónde ha de ingresarse a un
local; o “¡Qué día espantoso!” para quejarse de lo malo que ha sido el día.

Impersonales, aquellas que poseen un sintagma verbal, pero el verbo no se


encuentra conjugado, de modo que no hay realmente una persona verbal.
Estas oraciones, a su vez, pueden consistir en:

 Expresiones atmosféricas, en las que el verbo va solo o acompañado de


un adverbio. Por ejemplo: “Llueve copiosamente” o “Está garuando”.
 Expresiones temporales, en las que se hace alusión al tiempo o la hora,
y que emplean el verbo ser/estar. Por ejemplo: “Son las 5” o “Es tarde”.
 Expresiones con haber o hacer, cuando este verbo se emplea
como sinónimo de “existir”. Por ejemplo: “Hay mucho tráfico” o “Hace
calor”.

Vocativos, cuando consisten en apelativos, es decir, términos para llamar la


atención del receptor del mensaje. Por ejemplo: “¡Gracias!” o “¡Mi amor!”.

De interjección, consisten en expresiones y frases hechas, a menudo


onomatopeyas, que tienen el rol de expresar un estado emocional. Por
ejemplo: “¡Ay, madre mía!” o “¡Epa!”.

2.4 Por la índole del verbo:

 Copulativas: Están constituidas por un verbo copulativo: ser o estar,


acompañado de un atributo adjetival. Este tipo de oraciones también se
llaman atributivas, y la función principal del verbo es la de cópula o enlace
entre el sujeto y el atributo: “El camarero del bar es muy simpático”. Aunque
los principales verbos copulativos son ser y estar, no faltan expresiones en
que otros verbos se comportan como copulativos: “Eugenio parece un
mendigo”; “El río semeja una serpiente”; sin embargo, estos verbos no
deberían considerarse copulativos propiamente dichos, porque no sirven de
cópula o unión sino que añaden a su función unitiva matices significativos.

 Transitivas: Se llaman así, cuando tiene complemento directo: “El niño


come pan”. También se denominan Primeras de activa. Este tipo de
oraciones es el único que puede pasar a la voz pasiva por la presencia del
complemento directo. A la oración “Los niños comieron manzanas”,
corresponde la pasiva “Las manzanas fueron comidas por los niños”. El
sujeto de la primera ha pasado a ser complemento agente de la segunda; el
complemento directo de la primera pasa a ser sujeto de la segunda y el
verbo activo de la primera se ha escrito en voz pasiva en la segunda.

 Reflejas: Son las oraciones que poseen un verbo reflexivo: “El vecino se
limpia los zapatos en la ventana”. Como se puede observar, constan de un
sujeto y un verbo reflejo o reflexivo: “Yo me lavo”. Se dividen en directas o
indirectas. Las reflejas directas son aquellas en que el pronombre reflejo
tiene la función de complemento directo: “yo me peino” (el pronombre me es
complemento directo de la oración). Si existe otro complemento directo en
la oración, entonces el pronombre pasará a ser complemento indirecto: “Yo
me peino el cabello” (en este caso, la palabra cabello es el complemento
directo y el pronombre me, será el complemento indirecto).

 Recíprocas: Se construyen con un sujeto plural y un verbo recíproco:


“Romeo y Julieta se amaban apasionadamente”. Igual que las reflejas, se
dividen en directas o indirectas. Las recíprocas directas son aquellas en
que el pronombre reflejo tiene la función de complemento directo: “Marta y
Juan se aman” (el pronombre se es complemento directo de la oración). Si
existe otro complemento directo en la oración, entonces el pronombre
pasará a ser complemento indirecto: “Marta y Juan se escriben cartas” (en
este caso, la palabra cartas es el complemento directo y el pronombre se,
será el complemento indirecto).

 Cuasi-reflejos: Los verbos cuasi-reflejos son aquellos que se construyen


con un pronombre (me, te, se, nos) pero ese pronombre no es el objeto
directo ni indirecto de la oración. Se utilizan principalmente para expresar
movimientos, vida interior (pensamientos y sentimientos) o entrada a un
estado. Por ejemplo: Me voy. / Nos comprometemos a venir mañana.

 Pasivas: Son las oraciones en las cuales el sujeto recibe lo expresado por


el verbo. Se forman de dos maneras: con el verbo “ser” (auxiliar) y el
participio pasivo del verbo respectivo, o bien, mediante la forma pronominal
“se” y el verbo en forma activa. Ej. “Esta carta fue escrita por mí”. “Se vende
esta casa”. Los elementos de este tipo de oraciones son: sujeto paciente,
verbo en voz pasiva y complemento agente: “La dicha es deseada por
todos”. Este tipo de oraciones se conoce también como primeras de pasiva;
las segundas de pasiva carecen de complemento agente o persona: “La
dicha es deseada”.

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