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Permiso para el evangelismo

Permiso para el Evangelismo, por Michael L. Simpson, (resumen). 1 Corintios 2:1-5

Reseña del autor: fue ateo y acostumbraba a atacar a los creyentes en sus creencias, ahora tiene
una visión y pasión poderosa para alcanzar a los no creyentes a través de la obra de la Gracia divina
en su propia vida.

Jesús siempre supo cuando hablar y cuando caminar instruyendo a sus discípulos de
sacudir el polvo de sus sandalias y alejarse de aquel lugar.
La puerta más acertada para llegar hoy a los no cristianos es amor, aceptación e identidad.
De los años 70 a los 90, la gente se hacía la pregunta: ¿Cómo puedo alcanzar a Dios? Que
se respondía muy bien con la estrategia de evangelismo explosivo, ¿Si muriera esta noche,
está seguro de que iría al cielo? Pero hoy la gente se hace otra pregunta: ¿Cómo puedo
llegar a ser una mejor persona? Vivimos en un mundo agnóstico donde se cree en cualquier
dios; cualquier cosa que les asegure una mejor vida. La historia del encuentro de Jesús con
la samaritana y cómo Jesús llegó a la necesidad emocional de esta mujer y le ayudó a ser
una persona feliz, nos muestra la clase de evangelismo que la gente está esperando. Es
salirnos un poco de los esquemas religiosos; salir de la iglesia para encontrar a los no
creyentes, y luego de sentirse amados, aceptados y con identidad, llevarlos a la iglesia.
Nadie puede entender el poder de la Gracia divina hasta que lo experimenta. No se puede
comprender la magnitud de la gracia y el poder de Dios y el Espíritu Santo en forma
intelectual; sería como tratar de experimentar un lindo día de verano viéndolo por televisión.
No es a través del intelecto, es a través del Espíritu, Jeremías 29:12-13. La gente hoy le
teme al rechazo. Ellos necesitan ver el milagro de un Dios vivo que los ama y los acepta.
Ellos quieren oír nuestra propia historia de cómo Dios nos ama y acepta. Ellos quieren oír
sobre la Gracia de Dios. Algunos cristianos, especialmente aquellos que no tuvieron un
pasado tormentoso en los caminos del pecado, piensan que no tienen nada que contar;
pero no necesariamente para contar nuestra propia historia, debemos tener un pasado
difícil. En todos Dios ha hecho maravillas y procesos de trasformación, y eso es lo que
podemos contar a los no creyentes.
Al evangelizar es mejor construir una relación de amistad donde la gente se sienta segura.
Nosotros no podemos cambiar a las personas, pero la Gracia de Dios si puede hacerlo.
Jesús hizo muchos milagros; porque los enfermos, los incrédulos, o los más cercanos a
estas personas, creyeron en Jesús como el Hijo de Dios que venía a traerles salvación. Los
milagros son parte importante del evangelismo. Todo el que se acercó a Jesús en humildad,
reconociendo el poder de Dios, alcanzó la Gracia divina; pero también hubo los que no
estaban listos como el joven rico.
No debemos sentir miedo o culpabilidad con relación al evangelismo. Muchos cristianos
ven el evangelismo como un deber que tienen que desarrollar en obediencia a Dios, en vez
de verlo como un aspecto de su relación con Dios. Cuando nuestra intimidad con Dios es
cada vez mayor, en esto están todos los elementos necesarios para la evangelización:
tenemos pruebas del poder y amor de Dios, sentimos compasión por los que no tienen la
realidad de Dios en sus vidas, y el Espíritu Santo trae los pecadores hacia nosotros. El crea
las situaciones para que podamos mostrar la Gracia de Dios a los no creyentes. Cuando el
Espíritu Santo tiene libertad en nuestras vidas, Dios trae las personas a nosotros y es allí
donde se hace efectivo el evangelismo. “Estén siempre preparados para responder a
todo el que les pida razón de la esperanza que hay en ustedes. Pero háganlo con
gentileza y respeto”,1 Pedro 3:15
Hoy la gente no quiere hablar sobre iglesia u organizaciones religiosas; pero si están muy
abiertos a escuchar temas espirituales y experiencias personales. Esto nos brinda una
oportunidad de compartirle a las personas nuestra propia experiencia personal, al recibir la
Gracia de Dios y ver su poder actuando en nuestro favor. Al hablar con los no creyentes
tenemos que ir paso a paso, tocando temas que ellos nos van permitiendo. Uno de los
propósitos de contarles nuestra propia historia de lo que Dios ha hecho en nuestra vida, es
que luego el no creyente nos cuente su historia lo cual nos será de ayuda para tener un
fundamento y así presentarle todo el plan de salvación. Pero lo más importante es la
guianza del Espíritu Santo, la palabra de ciencia, la palabra profética, el discernimiento. Al
contar su propia historia mézclela con los pilares básicos de la presentación de las buenas
nuevas de salvación, (recuerden los cinco dedos de la mano). También cuando cuenta su
historia, no lo haga como algo que pasó hace mucho tiempo, cuéntelo como algo que está
sucediendo, ya que la vida cristiana basada en una estrecha relación de amor con Dios es
dinámica y cada vez es mejor. Así que también cuente lo que Dios está haciendo ahora.
Hable de todas las trasformaciones que Dios ha hecho en su vida, en su entorno. Hable de
su seguridad en Dios; hable de sus expectativas para el futuro; hable de la vida de paz y
esperanza que vive. Que ellos puedan creer que su vida también tiene esperanza.
Lógicamente todo esto se cuenta con una gran sonrisa en el rostro, manifestando una
realidad…recuerde, tan solo el hecho de ser escogido por Dios como su hijo para ser nueva
criatura, es algo que debe mantenernos en jubilo y celebración; no olvide que los ángeles
todavía están danzando. Tan sólo imagine como sería su vida sin Dios. La idea no es
colocar cara de felicidad, es vivir feliz; no hay que fingir tener paz, es vivir en tranquilidad.
Si esto no es una realidad en tu vida, es mejor que busques ayuda.
¿Cuánto tiempos pasas con personas no creyentes? Si miramos la agenda de un cristiano:
lunes, reunión de oración; martes, estudio bíblico; miércoles, culto; jueves: reunión de
planeación de ministerio; viernes, comida con el pastor; sábado, curso de entrenamiento en
evangelismo; domingo, iglesia. Hay que salir de nuestra comodidad e ir donde está la
necesidad. Hay que buscar tener encuentros con los no creyentes. Jesús fue criticado por
los hombres religiosos porque estaba con los pecadores. Es cierto que puede haber
riesgos; cuando nos comprometemos con ganar almas, el enemigo va a atacar, pero
recordemos “mayor es el que está en nosotros que el que está en el mundo”. También
se puede pensar que pasar tiempo entre los no creyentes nos conduce a tentación y caída,
pero es allí donde se mide también nuestro carácter cristiano, y la fuerza que tenemos en
Dios al pasar tiempos largos en intimidad con El, 1 Juan 2:15-17; Juan 17:14
Debemos comprender el corazón de Dios para sentir pasión por el evangelismo. Dios es
santo, justo; Dios es amor y ama a los perdidos; Él no quiere que nadie se pierda. Si nuestro
deseo es agradar a Dios, entonces nos enfocaremos en lo que Dios se complace.
Recordemos la historia que Jesús contó de la oveja perdida, Lucas 15:3-7. Jesús nos habla
del gozo que hay en el cielo cuando un pecador se arrepiente. El deseo de Dios es tener
intimidad con la humanidad. Dios no creó al hombre porque nos necesitara; Él estaba
completo en la Trinidad, pero escogió crearnos por amor. Nuestro propósito no es solo “ser
o existir”, más bien es “ser y existir” para vivir una relación de amor con nuestro Creador.
Así que el gozo de Dios es reconectarse con los pecadores. Por eso Dios vivió el máximo
dolor, al dar a Jesús para morir en una cruz. 1 Juan 4:7-21, es uno de los textos que mejor
nos revela el carácter de Dios; graba este pasaje en tu corazón. Nosotros somos la
manifestación del amor de Dios en la tierra. El amor de Dios se perfecciona en nosotros
cuando trasmitimos Su amor a otros. Nuestras expresiones de amor confirman la Presencia
de Dios en nosotros. Sentir compasión por los perdidos, es alinear nuestro corazón con el
corazón de Dios, Mateo 9:36. Debemos sentir consideración por ellos, entenderlos en su
situación y tratar de llegar al corazón de ellos con el mensaje de salvación. Por esto el
Espíritu Santo es nuestra máxima ayuda en el evangelismo, ya que es el Consolador.
Necesitamos Su guianza y su obra en la vida del no creyente.
Evangelismo requiere fe, por lo que nos impulsa a creer. Creer en que Dios actúa tocando,
creando convicción, trasformando, y haciendo milagros en la vida de las personas. Confiar
en que podemos ser usados por Él. Confiar en El que nos guía que hablar o cómo actuar.
El significado de la palabra adoración en el griego es “dar reverencia a alguien y ser
obediente y sumiso a esa persona”. Jesús dijo que la verdadera adoración es en espíritu y
en verdad; Juan 4:23, lo que significa colocar nuestros deseos y necesidades en sumisión
a la voluntad de Dios. En cortas palabras adoración es el acto sencillo de honrar a Dios.
Por lo tanto, hay muchas formas de hacerlo: Obedeciendo, alabando, con acciones, con
pensamientos, juntos, a solas. Evangelismo es un acto de adoración; también nos lleva en
obediencia y sometimiento a Dios, para que Él pueda actuar a través de nosotros y tocar
otras vidas. Cuando evangelizamos estamos honrando a Dios, declarando sus maravillas.

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