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Andamios, Revista de Investigación Social, volumen 18, Número 45, enero-abril, 2021, es una pu-
blicación cuatrimestral editada por la Universidad Autónoma de la Ciudad de México a través
del Colegio dea Humanidades y Ciencias Sociales con dirección en Dr. Garciadiego, núm. 168,
col. Doctores, Del. Cuauhtémoc, C.P. 06720, México, Ciudad de México. Tel. 1107 0280, www.
uacm.edu.mx, disponible en www.uacm.edu.mx/andamios. Editor responsable: Oscar Rosas
Castro. Número de certificado de reserva del título: 04-2004-091014130100-102, ISSN de
la versión impresa 1870-0063 e ISSN de la versión electrónica 2594-1917, otorgados por el
Instituto Nacional de Derechos de Autor. Número de certificado de licitud de título: 13199 y
número de certificado de licitud de contenido: 10772, ambos otorgados por la Comisión Cali-
ficadora de Publicaciones y Revistas Ilustradas de la Secretaría de Gobernación. Impresa en el
taller de la Universidad Autónoma de la Ciudad de México, San Lorenzo, núm. 290, col. Del
Valle, Del. Benito Juárez, C.P. 03100, México, Ciudad de México. Distribuida en toda la Repú-
blica Mexicana por Educal S.A. de C.V., Av. Ceylán, núm. 450, col. Euskadi, Del. Azcapotzalco,
C.P. 02660, México, Ciudad de México. Este número se terminó de imprimir el 17 de enero de
2021 con un tiraje de 500 ejemplares.
Andamios, Revista de Investigación Social es una publicación de carácter académico que bus-
ca contribuir en las tareas de investigación y de enseñanza en materia de ciencias sociales y
humanidades a partir de las aportaciones de los profesores-investigadores de la Universidad
Autónoma de la Ciudad de México, así como de académicos de otras instituciones nacionales
e internacionales. Aparece citada en los siguientes índices y bases de datos: Índice de Revistas
Mexicanas de Investigación Científica y Tecnológica del Consejo Nacional de Ciencia y Tec-
nología (Conacyt), Scielo-México; Red de Revistas Científicas de América Latina y El Caribe,
España y Portugal, Ciencias Sociales y Humanidades (Red Alyc); Scopus; Social Sciences Cita-
tion Index, Social Scisearch, Journal Citation Reports/Social Sciences Edition; ProQuest Social
Science Journals; Citas Latinoamericanas en Ciencias Sociales y Humanidades (Clase); Sistema
Regional de Información en Línea para las Revistas Científicas de América Latina, el Cari-
be, España y Portugal (Latindex-Catálogo); Banco de Datos sobre Educación Iberoamericana
(Iresie); International Bibliography of the Social Sciences (ibss); Ulrich’s Periodicals Directory;
Consejo Latinoamericano de Ciencias Sociales (Clacso); Social Science Collection (csa); So-
ciological Abstracts (sa); Worldwide Political Science Abstracts (wpsa); Political Database of
the Americas (pdba); International Consortium for the Advancement of Academic Publication
(icaap); International Political Science Abstracts (ipsa); ebsco Publishing (Academic Search
Premier); T.H. Wilson Company; Swets Information Service B.V., Dialnet hemeroteca virtual.
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res y no comprometen la posición oficial de Andamios, Revista de Investigación Social ni de
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se cite la fuente.
En portada: Fotografía de Encarni Pindado
Índice
Dossier
Pensar los éxodos, nuevos desplazamientos forzados,
discriminación y representaciones mediáticas del racismo
Presentación
Racismo, migración y discriminación. 9
El trabajo de la re/presentación
Amarela Varela-Huerta, Verónica Ruíz Lagier y Cynthia Pech
Salvador
Traducción
Entrevista
Artículos
Reseñas
10 Andamios
Presentación
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Amarela Varela-Huerta, Verónica Ruíz y Cynthia Pech
12 Andamios
Presentación
Andamios 13
Amarela Varela-Huerta, Verónica Ruíz y Cynthia Pech
14 Andamios
Presentación
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Amarela Varela-Huerta, Verónica Ruíz y Cynthia Pech
16 Andamios
Presentación
Andamios 17
Amarela Varela-Huerta, Verónica Ruíz y Cynthia Pech
18 Andamios
Presentación
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Amarela Varela-Huerta, Verónica Ruíz y Cynthia Pech
Fuentes consultadas
Introducción
22 Andamios
Caravanas de migrantes
La caravanización de la migración
1 En
este texto los vocablos “pollero, “coyote” y “traficante de migrantes” con utilizados
como sinónimos.
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Simón Pedro Izcara Palacios
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Caravanas de migrantes
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Caravanas de migrantes
Metodología
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Ha mejorado porque hay más personas que quieren ir, más por-
que han llegado centroamericanos que quieren cruzar la frontera,
y ahí los polleros aprovechamos el trabajo (Teodoro, 2019).
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Caravanas de migrantes
La ética del trabajo es una de las características más valoradas por los
polleros. En la actualidad tener dinero no es un requisito suficiente
para ser transportado por un pollero, la capacidad del migrante para
rendir en el trabajo es igual de importante. Como decía Paulino (2019):
“No te conviene llevar a alguien que no te sirva estando en Estados Uni-
dos, aunque te pague, tiene que rendir en el trabajo que vaya a hacer”.
Asimismo, pagar la tarifa demandada por los polleros, muchas veces
no libera, ni a las mujeres ni a los varones, del compromiso de trabajar
para un empleador estadounidense, ya que los polleros, además de la
tarifa pagada por los migrantes, reciben una compensación económica
de los empleadores estadounidenses. Como señalaba Isidoro (2019):
“Aunque terminen de pagar tienen que seguir trabajando, porque por
eso se les ha llegado a ayudarles, para que sirvan al patrón, y el patrón
gane por su trabajo”.
Los polleros no reprochaban a los migrantes de la caravana única-
mente su pobreza; sino, sobre todo, su ociosidad, su indisposición para
dejarse la vida en el trabajo. Los entrevistados diferenciaban entre los
migrantes tradicionales, a los que calificaban como “personas de traba-
jo”, y los que, unidos a la caravana, venían en montón. A los primeros
los veían como personas impulsadas por un deseo indeleble de salir
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Conclusión
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Fuentes consultadas
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Caravanas de migrantes
Introducción
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Migración garífuna
Antillas Menores, los garífunas sufrieron a finales del siglo XVIII un proceso de ex-
pulsión y posterior reasentamiento en Centroamérica (González, 1988) que explica la
actual presencia de más de 40 comunidades garífunas en la Costa Norte de Honduras.
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Juan Vicente Iborra Mallent
El problema territorial
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Migración garífuna
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Juan Vicente Iborra Mallent
timos, por lo que las exigencias de las organizaciones en defensa del te-
rritorio no amainaron sino que mantuvieron su vigencia, especialmente
frente a la profundización de conflictos territoriales en comunidades
como Vallecito, Triunfo de la Cruz, Punta Piedra, Cristales y Río Negro,
Nueva Armenia, Puerto Castilla, entre otras. En los últimos años, la
falta de oportunidades laborales, el incremento de la desigualdad y la
exclusión social, así como la profundización de las problemáticas terri-
toriales, han empujado a muchos jóvenes a emigrar hacia los Estados
Unidos, especialmente a ciudades como Houston o Nueva York, donde
se han consolidado importantes núcleos poblacionales así como organi-
zaciones comunitarias producto de décadas de migración continuada.
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Migración garífuna
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Migración garífuna
El asilo político
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Juan Vicente Iborra Mallent
a portar grilletes electrónicos, lo que fue definida por estas como “una
nueva forma de esclavitud moderna” (Santos, 2014). Este episodio
coincidió con la migración masiva de madres solteras con hijos y de
menores no acompañados que se dio entre 2013 y 2014 (Castillo,
K., 2019). Un grupo de 87 mujeres garífunas, formaron parte de un
proyecto piloto desarrollado por las autoridades migratorias estaduni-
denses que les forzó a portar dispositivos de vigilancia electrónica en
los tobillos durante su proceso de solicitud de asilo.
Como recuerda Carla García, representante de OFRANEH, que se
involucró en su caso, “esto les acarreó problemas familiares y comu-
nitarios”, afectando al mismo tiempo a “su autoestima, salud mental y
posibilidad de encontrar trabajo” (Iborra, 2019, 143-146). Zonas como
el Bronx, donde reside la mayoría de la población garífuna de Nueva
York, eran detectadas como de alta peligrosidad por estos dispositivos,
que además de deshumanizar a sus portadoras, permitían el rastreo
de movimiento así como su ubicación en tiempo real. En los últimos
años, el uso de los grilletes se ha generalizado, extendiéndose a otras
poblaciones, como parte del negocio del control migratorio.5
Aunque desde las organizaciones comunitarias se trabajó en un
enfoque grupal para tratar la problemática como parte del despojo
territorial de las comunidades garífunas en Honduras, finalmente im-
peraron enfoques individuales y narrativas como la violencia pandillera
o la violencia sexual y de género.
En ese sentido, la proliferación de nuevos mecanismos de control
social, expresan una situación de inclusión diferenciada, que refuer-
za narrativas humanitarias convergentes con aspectos estructurales
asociados al capitalismo racial (Robinson, 2000) y que han supuesto
la expulsión masiva de poblaciones de sus territorios por dinámicas
extractivas, de militarización y guerra contra las drogas, vinculándose
los flujos racializados de poblaciones negras e indígenas del continente
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Migración garífuna
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Migración garífuna
Reflexiones finales
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Fuentes consultadas
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Introducción
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Paradojas multiculturales y sujetos políticos
radicados en México y que, hasta la fecha, suman alrededor de 200, 000 entre ciu-
dadanos con permisos legales. Por otra parte, reitero mi conocimiento de sub-grupos
poblaciones en las olas migratorias -como la población cubana no negra para el caso
Caribeño o un grueso de la población centroamericana mestiza-. Dicho lo anterior,
no asumo a todas las personas provenientes de dichos países como afrodescendientes.
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José Mario Suárez Martínez
de tránsito y no de destino. Con fecha de inicio en 1992, pasando por la crisis de 2010
del terremoto, en donde los ciudadanos buscaban transitar por la Ruta del Pacifico
hacia territorio estadounidense, los últimos cinco años han sido cruciales en el creci-
miento de esta población.
5 Fuentes extraoficiales con un trabajo importante en acompañamiento migratorio
80 Andamios
Paradojas multiculturales y sujetos políticos
desestiman estas cifras y anticipan un número mucho más alto que hasta la fecha es
difícil aproximar.
6 Nombrado así por la importancia política de la movilización de estos sujetos quienes
e incluso algunos entes internacionales que han acompañado este proceso. Entre ellas
la Pastoral de Migrantes en la Diócesis de Matamoros o la Organización Internacional
para las Migraciones.
8 Asumo los elementos afro-raciales desde la lectura clásica de la observed race pro-
puesta por Wendy Roth (2017). Para ella la raza observada es aquella lectura que se
hace de los sujetos a partir de las características físicas. Para el caso de la población
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José Mario Suárez Martínez
complejo para el análisis -por ejemplo, desde las organizaciones de la sociedad civil-,
ya que en medio de climax político y la emergencia humanitaria que representaba esta
movilización masiva, era difícil realizar este tipo identificaciones étnico-raciales desde
los sujetos referidos. Sumado a la inexistente disposición del Estado por realizar un
perfil étnico-racial de los migrantes.
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Paradojas multiculturales y sujetos políticos
10 Rescato una serie causas que impulsaron la masiva la llegada de estos grupos huma-
nos a territorio nacional con tres pilares fundamentales:
• La emigración en cadena como parte de los lazos familiares y colectivos potenciados
por la masificación de los medios de comunicación como WhatsApp y Facebook.
• La inestabilidad social, económica y política de los países origen. Cada grupo
nacional, e inclusive cada sub-grupos conformado por una heterogeneidad impor-
tante siendo el género masculino y una edad entre los 20 y 30 años las constantes
más relevantes.
• La producción discursiva del “mejor lugar” de los países destino mayormente del
Norte Global.
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José Mario Suárez Martínez
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Paradojas multiculturales y sujetos políticos
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14 Para esta reflexión, asumo una concepción antropológica y sociológica para
identificar a la población afrodiásporica en México, siguiendo los análisis de Wendy
Roth (2016). Para el caso de los afromexicanos, parto de la self-identification race que
fundamenta la pregunta de los censos en donde la pregunta de autorreconocimiento es
el elemento clave para contabilizarlos; para el caso de los migrantes, como mencione en
la identificación de los sujetos afro, parto de lo que la misma autora denomina observed
race en aras de la lectura racializada que hace tanto el Estado como la ciudadanía del
migrante afro. La diáspora en México para estos dos grupos poblacionales es construida
ya sea desde la propia identificación –desde los elementos ancestrales culturales–, ya
sea desde la identificación de que los otros hacen de ellos (Roth, 2016, p. 1315). Estas
dos dimensiones no son excluyentes y pueden cohabitar como posibilidades desde una
concepción clásica de la afrodiasporidad que propone, tanto la academia como de la
producción literaria, una lectura holística (Valero, 2015) de los elementos que develan
el ser afro/ser negro.
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José Mario Suárez Martínez
16 El uso de los capitales de los migrantes se puede mover entre lo legal y lo ilegal
(Busse y Vázquez, 2016). Lo legal refiere al uso de las estructuras y elementos legales
nacionales e internacionales vigentes que los amparen con mecanismos jurídicos de
protección y salvaguarda de su integridad humana; lo ilegal atiende al uso de estruc-
turas extra-estatales utilizadas para superar las dificultades administrativas o policiacas
de los países de tránsito y destino -representadas por las autoridades migratorias, la
policía o el ejército-.
17 Fueron también la Academia de la mano con algunas organizaciones de la sociedad
civil, las que acompañaron la lucha colectiva por la defensa del libre tránsito eviden-
ciando el perfil xenofóbico de la nación.
18 Para Foucault, el ejercicio de racismo de Estado como el despliegue de dispositivos
gubernamentales de exterminio físico o político contra ciertas razas que atenten contra
el cuerpo social (Foucault, 2011). Aclarando que para los fines de esta investigación
planteamos la idea de la raza como categoría analítica socialmente existente y no como
categoría biológica determinada (Wade, 1997). Incluso sostengo que el planteamiento
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Paradojas multiculturales y sujetos políticos
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Paradojas multiculturales y sujetos políticos
Reflexiones finales
22 Por ejemplo, la posibilidad de mimetismo como sujeto nacional en países con una
presencia afro más fuerte como Brasil o Ecuador.
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Fuentes consultadas
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cas y Psicosociales del Instituto Nacional de Psiquiatría Ramón de la Fuente Muñiz, SNI
Nivel II. Correo electrónico: ramosl@imp.edu.mx
Introducción
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Percepción de amenaza
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Diana Buenrostro Mercado y Luciana Ramos Lira
Perspectiva teórica
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Percepción de amenaza
teoría del conflicto realista e integra los principios básicos del racismo
moderno. Como resultado, defiende que la percepción de amenaza
exogrupal juega un rol esencial para el desarrollo del prejuicio. Esta
teoría explica que existen dos tipos de amenaza: la realista y la simbó-
lica, a los cuales se suman los factores de los estereotipos negativos y la
ansiedad intergrupal.
La amenaza realista es tangible entre grupos a través del uso del po-
der político, económico o en torno al bienestar general, es decir sería la
resultante de percibir que existe una competencia entre el endogrupo y
el exogrupo por recursos escasos; mientras que la simbólica es una ame-
naza abstraída de los valores, creencias y puntos de vista intergrupales,
es decir que se produce cuando se percibe que el otro grupo posee valo-
res, creencias o actitudes que no están en consonancia con los propios.
A estas amenazas se suman los estereotipos negativos, los cuales se
significan como una amenaza para el endogrupo o sujetos que perte-
necen al grupo desde el cual se crean dichos prejuicios negativos al
resaltar las características perniciosas de los individuos ajenos a la co-
munidad, lo que acabaría por fijar una idea de un “otro” nocivo debido
a sus rasgos y comportamientos, mientras que la ansiedad intergrupal
es la ansiedad que provoca la evocación o el suceso de contacto con un
grupo que no sea el de pertenencia.
Esta ansiedad es mediada por el historial tanto de temporalidad
como de contenido de contacto previo con dichos grupos. De esta
forma, la teoría señala que dentro del endogrupo la amenaza percibida
tanto realista como simbólica y los estereotipos negativos acerca del
exogrupo, incrementan la tendencia prejuiciosa negativa que de este se
tiene y lleva a que el endogrupo configure nuevos estereotipos negati-
vos, actitudes perniciosas y acciones discriminantes hacia el exogrupo
Sin embargo, estas tendencias pueden ser afectadas por el incremento
o la disminución de la ansiedad intergrupal, que es resultado de los
contactos o no que se hayan tenido con el exogrupo.
Si bien la unión de estas dos teorías podría dar cuenta de los as-
pectos generales que conforman el prejuicio de los mexicanos hacia la
migración centroamericana indocumentada, la revisión de la aplicación
de dichas teorías en otros contextos, que incluyen Latinoamérica, Asia y
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Percepción de amenaza
Método
Instrumento
1 El
instrumento fue piloteado previamente a través de un estudio con 60 personas de
manera presencial.
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Procedimiento de aplicación
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Percepción de amenaza
Participantes
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Resultados
El primer paso fue calcular los puntajes mínimos, máximos y los rangos
de corte tanto del instrumento en su totalidad como de cada una de las
dimensiones. El puntaje máximo en esta prueba fue de 140 mientras
que el mínimo era de 35, a mayor puntaje se presentaban mayores ni-
veles de Prejuicio manifiesto y sutil, así como percepción de amenaza
realista y simbólica.
Tabla 1. Puntajes mínimos, máximos, promedio y rangos de corte.
Dimensión Mínimo Máximo Promedio Bajo Medio Alto
Prejuicio manifiesto 5 20 18.35 5-9 10-14 15-20
Prejuicio sutil 8 32 7.44 8-15 16-23 24-32
Amenaza realista 10 40 20.03 10-19 20-29 30-40
Amenaza simbólica 12 48 14.10 12-23 24-35 36-48
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Percepción de amenaza
2 En la tabla solo se muestran las relaciones donde existe una diferencia significativa
entre los distintos niveles educativos en cada una de las dimensiones.
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Diana Buenrostro Mercado y Luciana Ramos Lira
De forma general los estudiantes, las amas de casa y los trabajadores in-
dependientes y comerciantes presentaron mayores niveles de amenaza
y prejuicio que los empleados, los servidores públicos y los docentes.
En el caso de la amenaza realista, solo los estudiantes tenían un mayor
puntaje y éste fue significativamente distinto solo con relación al punta-
je de los docentes; mientras que, en el caso de la amenaza simbólica, las
amas de casa presentaron un puntaje mayor y estadísticamente signi-
ficativo con relación a los empleados, los trabajadores independientes,
los servidores públicos y los docentes. Este hecho se podría explicar
por diversos factores culturares, ligados a la reproducción de los roles
de género, donde la madre está asociada con el papel de transmisora
de las tradiciones y las costumbres dentro de la familia, por lo tanto, el
contacto con una cultura ajena podría representar para ellas un peligro
en la medida de que implicara una pérdida de sus costumbres y usos
(Cervantes, 1994). También podría ocurrir que existiera alguna con-
fusión con la variable escolaridad si es que las mujeres que dijeron ser
amas de casa, contara con niveles más bajos de escolaridad.
Debido al posible sesgo mencionado se realizó un análisis entre
las variables de ocupación y escolaridad, específicamente en el grupo
correspondiente a las amas de casa, donde se encontró que el 65% de
ellas contaban con educación básica, lo cual permite decantarse por la
sugerencia de que no es precisamente la ocupación sino la escolaridad
de este sector la que podría tener más injerencia en cuanto a la percep-
ción de la amenaza simbólica.
En lo que respecta al prejuicio, es de hacer notar que solo el pre-
juicio manifiesto fue el que mostró diferencias significativas dentro de
algunos grupos ocupacionales, siendo así que estudiantes, amas de
casa, trabajadores independientes y jubilados, presentaron de manera
general puntajes más altos al compararlos con empleados, servidores
públicos y docentes. Al igual que en el caso de la amenaza, sería ne-
cesario realizar cruces entre la ocupación y la escolaridad para de esta
forma tratar de establecer la correlación de ambas variables en cuanto
al prejuicio manifiesto, y no solo establecer una relación entre la ocupa-
ción y este tipo de prejuicio.
Para solucionar esto se realizó un análisis entre la ocupación y la
escolaridad de las personas, en este caso el 67% de la población confor-
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Diana Buenrostro Mercado y Luciana Ramos Lira
Tabla 5. Relaciones entre calidad del contacto previo, el tipo de amenaza percibida y de
prejuicio mostrado.
Variable Diferencia
Trato (I) Trato (J) Sig
dependiente promedio
agradable -2.917 .012
muy agradable desagradable -8.926 .000
Amenaza muy desagradable -17.306 .000
realista
desagradable -6.009 .000
agradable
muy desagradable -14.589 .001
agradable -3.242 .009
muy agradable desagradable -7.503 .000
Amenaza muy desagradable -17.583 .000
simbólica desagradable -4.261 .003
agradable
muy desagradable -14.341 .002
desagradable muy desagradable -10.080 .036
desagradable -1.377 .036
muy agradable
muy desagradable -4.917 .007
agradable muy desagradable -4.008 .026
Prejuicio desagradable -4.230 .000
muy agradable
manifiesto muy desagradable -13.250 .000
desagradable -2.980 .000
agradable
muy desagradable -12.000 .000
desagradable muy desagradable -9.020 .001
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Conclusiones
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120 Andamios Volumen 18, Número 45, enero-abril, 2021, pp. 97-120
Centros de detención: racismo y lucha migrante en
Estados Unidos
Carolina Aguilar Román*
Volumen 18, Número 45, enero-abril, 2021, pp. 121-146 Andamios 121
Carolina Aguilar Román
Introducción
122 Andamios
Centros de detención
Encarcelamiento masivo
Los centros de detención son una rama del complejo industrial carce-
lario (Davis, 1998b; 2017) que a su vez es parte del sistema de encar-
celamiento masivo de Estados Unidos. Vamos por partes, el complejo
industrial carcelario, de manera general es un conjunto de disposicio-
nes e intereses políticos, económicos y burocráticos que corporativizan
el castigo (Davis, 1998b). Donde el sistema penal y en particular el
castigo público se caracteriza por la rentabilidad. Pues existe una per-
sistencia de la prisión como principal forma de castigo (Davis, 2017).
A pesar de que fue en la década de 1980 cuando se consolidaron los
lazos corporativos con el sistema carcelario, a lo largo de la historia,
este sistema ha tenido como fuente de ganancias a las y los prisioneros
(Davis, 2017, p. 104).
Lo anterior nos lleva a preguntar ¿qué es el encarcelamiento masivo?
De acuerdo con Michelle Alexander (2011) va más allá del sistema de
justicia penal. Es un sistema de interconexión de leyes, políticas e ins-
tituciones que encierra personas “para garantizar estados subordinados
de un grupo, definido en gran medida por la raza” (Alexander, 2011, p.
13). Tiene dos características importantes: 1) Es un sistema de control
social racializado y generizado (Alexander, 2011; Davis, 2017; Golash,
2016). 2) Exclusión, deja una etiqueta, un estigma que va más allá de
la prisión (Alexander, 2011).
Es importante tener presente que el encarcelamiento masivo es un
sistema, integrado por leyes, políticas e instituciones diversas. Dentro
de esas instituciones, se encuentran aquellas en las que literalmente se
Andamios 123
Carolina Aguilar Román
1 Al abolirse la esclavitud se crearon leyes estatales, conocidas como Black Codes o
Códigos Negros, que criminalizaban la vagancia, violación de contratos de trabajo,
ausentarse del trabajo, posesión de armas, hasta gestos, por los cuales solamente
personas negras podían ser convictas (Davis, 1998a). El arrendamiento se basaba en
que el estado rentaba cuadrillas de convictos a empresas y se les hacía trabajar literal
hasta la muerte (Davis, 2017, p. 37). Las leyes Jim Crow fueron leyes estatales (1876
a 1965) que segregaban a la población afroestadounidense. Se daba en escuelas y es-
pacios públicos (transporte, baños, restaurantes), residencial y restricciones para votar
(derivadas de impuestos y pruebas de alfabetización).
124 Andamios
Centros de detención
2 Unejemplo es el mito del violador negro que ha sido uno de los artificios más formi-
dables inventados por el racismo (Davis, 2005, p. 176).
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Carolina Aguilar Román
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Centros de detención
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Carolina Aguilar Román
4 Esel antecesor de la oficina de Inmigración y Control de Adunas, ICE por sus siglas
en inglés.
5 Son los predecesores de los centros de detención actuales.
128 Andamios
Centros de detención
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Carolina Aguilar Román
130 Andamios
Centros de detención
6 Antes de 1996, Estados Unidos deportó a menos de 50,000 personas, para 2012 se
deportó a más de 400,000.
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Carolina Aguilar Román
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Centros de detención
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Centros de detención
Racialización y generización
Tanto los centros de detención que son privados como los públicos
se benefician del complejo industrial carcelario (Ebert, et al., 2019).
Al igual que el encarcelamiento de la población general, la “detención
de migrantes representa una forma de racismo estructural en la me-
dida en que ataca desproporcionalmente a hombres negros y latinos”
(Ebert, et al., 2019, p. 2).
Los centros de detención tiene un componente de racismo estruc-
tural y generización (Ebert, et al., 2019; Golash, 2016; Morgan, et al.,
2016; Silverman, 2010). ¿Por qué racismo? Porque la mayoría de las
personas que se encuentran encarceladas son hombres latinos (mexica-
nos y centroamericanos) y negros (Golash, 2016; Morgan, et al., 2016).
Las políticas migratorias en Estados Unidos criminalizan, y lo hacen so-
bre todo a hombres de color. Desde la academia se ha argumentado que
el “control de la migración es un caso de racismo estructural porque
sus instituciones y prácticas institucionales han generado la detención
y deportación desproporcionada de migrantes de ascendencia africana
y latinoamericana” (Ebert, et al., 2019, p. 2).
De toda la población migrante son los hombres negros, al igual que
los afroamericanos quienes sufren tasas desproporcionadamente altas
de arrestos y encarcelamientos (Morgan, et al., 2016). Los hombres ne-
gros7 migrantes tienen más probabilidades de ser detenidos por delitos
que la población migrante en general, además, son más propensos a ser
deportados a causa de una condena penal (Morgan, et al., 2016, p. 5). A
partir del enfoque del gobierno de centrarse en personas migrantes con
antecedentes penales, han sido los hombres negros los más impactados.
Esa población tiene más probabilidades que personas de otras regiones
a tener condenas penales.
¿Por qué los hombres negros migrantes tienen más probabilidades
de tener condenas penales? Porque el sistema de encarcelamiento
masivo detiene, enjuicia y encarcela bajo una lógica racializada y ge-
nerizada. Es más probable que un hombre negro sea detenido porque
7 De acuerdo con Morgan “más de uno de cada cinco no ciudadanos que enfrentan
deportación por motivos penales ante inmigración es negro” (et al., 2016, p. 5).
Andamios 135
Carolina Aguilar Román
las policías tienen prácticas de perfil racial8 y por el sistema penal. Por
eso, son “más propensos que cualquier otra población migrante a ser
arrestados, condenados y encarcelados” (Morgan, et al., 2016, p. 13).
Lo cual ocurre sin que exista evidencia de una mayor participación en
actividades criminales de hombres negros en comparación con cual-
quier otro grupo racial (Morgan, et al., 2016).
Debido a la criminalización hacia los hombres migrantes negros, son
ellos de manera desproporcional, quienes enfrentan deportación por
motivos penales (Morgan, et al., 2016). Particularmente, los hombres
migrantes caribeños tienen el doble de probabilidades de ser detenidos
por una condena penal que por una falta administrativa relacionada
con temas de migración (Morgan, et al., 2016). No obstante, de manera
general, el encarcelamiento y la deportación masivos se ha dirigido
desproporcionalmente a hombres negros y latinos.
Es importante resaltar que las personas migrantes son encarceladas
en centros de detención por ser solicitantes de asilo, a causa de infrac-
ciones migratorias y/o haber enfrentado condenas penales. Significa que
hablamos de niñas, niños, adolescentes, mujeres y hombres que pueden
ser: solicitantes de asilo, personas migrantes indocumentadas (quienes
llevan gran parte de su vida en Estados Unidos y quienes acaban de
cruzar y son detenidos en la frontera), pero también de residentes per-
manentes legales. Estos últimos, porque cumplieron una condena penal,
lo que les llevó a perder sus derechos de residencia por lo que enfrentan
un proceso de deportación. Siendo los hombres dominicanos y jamai-
canos los grupos con mayor posibilidad de ser deportados por haber
enfrentado cargos criminales (Golash, 2016, p. 488).
Por todo ello es que argumento que los centros de detención son
racistas, porque existe una práctica sistemática para detener personas
negras y latinas, todo esto bajo un enfoque de seguridad nacional.
Durante la administración de Obama la narrativa era que se deporta-
136 Andamios
Centros de detención
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Carolina Aguilar Román
138 Andamios
Centros de detención
11 Lanarrativa activista en ese momento de la lucha migrante en Estados Unidos se ha-
bía basado en prácticas tradicionales como protestas, cabildeos, campañas telefónicas y
en internet. Las y los jóvenes se cobijaban baja una narrativa de meritocracia.
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Carolina Aguilar Román
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Centros de detención
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Carolina Aguilar Román
Consideraciones finales
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Centros de detención
Fuentes consultadas
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Centros de detención
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146 Andamios Volumen 18, Número 45, enero-abril, 2021, pp. 121-146
La discriminación desapercibida: miradas sobre la
discriminación en Estados Unidos de retornados
guatemaltecos*
Hugo Fauzi Alfaro Andonie**
* Esteartículo se basa en la investigación para mi tesis de maestría que fue posible por
el apoyo del Conacyt.
** Maestro en Sociología Política por el Instituto Mora. Correo electrónico:
hugo_fauzi@hotmail.com
Volumen 18, Número 45, enero-abril, 2021, pp. 147-171 Andamios 147
Hugo Fauzi Alfaro Andonie
148 Andamios
La discriminación desapercibida
1 La encuesta citada incluyó a retornados de otros países, sin embargo, son un porcen-
taje minoritario en comparación con los encuestados provenientes de Estados Unidos.
2 Para contactar a los entrevistados recibí el apoyo indispensable de la Asociación de
Andamios 149
Hugo Fauzi Alfaro Andonie
3 Realicé, además, cuatro entrevistas más con personas no migrantes que fungieron
como grupo de control para evaluar la variable migratoria en torno a la percepción
de la discriminación Las entrevistas del grupo de control se centraron en las visiones
sobre la discriminación en Guatemala. Cabe mencionar que dos de las entrevistas
con mujeres fueron de una duración breve y más parcas en contenido. Esto se debió,
probablemente, al poco tiempo de habernos conocido y a la diferencia de género entre
entrevistador y entrevistada.
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La discriminación desapercibida
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La discriminación desapercibida
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La discriminación desapercibida
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Hugo Fauzi Alfaro Andonie
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La discriminación desapercibida
69-70). Pero hacia los años setenta una transformación ocurrió entre
sus filas, a ésta empezaron a ingresar más y más personas que compar-
tían el perfil étnico de los individuos que se tenía la labor de detener,
expulsar, evitar su entrada al país. Los latinos, al sumarse a las fuerzas
de inmigración, fueron persecutores y perseguidos.
Actualmente, tanto la patrulla fronteriza como el U.S. Immigration
and Customs Enforcement (ICE), creado en el 2003, tienen una so-
brerrepresentación de trabajadores latinos entre sus filas. ¿Será que la
identidad como latinos no juega un papel importante en la vida de
quienes se unen a las fuerzas de migración? ¿La identidad de esta-
dounidense, ser oficial de migración, y las normas que deben seguir
anula la identidad latina? David Cortez (2017), a través de un trabajo
etnográfico que se enfoca en los oficiales hispanos que trabajan en el
ICE —el departamento encargado de la deportación al interior del
país— apunta a una explicación distinta.
El investigador señala dos aspectos que llevaron a hispanos a in-
tegrarse a las filas de los oficiales de inmigración. Primero, estaba la
necesidad de la patrulla fronteriza de tener a personas hispanas para
poder desempeñar sus labores, por los conocimientos culturales y
lingüísticos que poseían. Las patrullas fronterizas necesitaban de tra-
bajadores de origen latino, personas que conocieran la frontera, que
hablaran español y que pudieran pasearse por entre las comunidades
hispanas y pasar desapercibidos (Cortez, 2017, p. 88). El segundo as-
pecto se centra en las razones de los oficiales de origen hispano para
aceptar un trabajo en el ICE. Cortez indica que fue un elemento simple:
la población hispana, en promedio, vive en condiciones de adversidad
económica, y ser agentes del ICE ofrece un empleo estable, con buenas
prestaciones y con buenos ingresos. Aceptar un puesto gubernamental
implica tener una estabilidad económica y social que no siempre es
posible (2017, pp. 95-98).
Entre los entrevistados por Cortez, un 75% señaló que se unieron al
ICE por razones económicas laborales, y no por una convicción chovi-
nista de combatir a la inmigración ilegal, ni algún motivo nacionalista
de defensa contra “el invasor”. El autor señaló que sus entrevistados
dijeron haberse reconocido como latinos, elemento que forma parte
de su identidad, sin embargo, nos recuerda Cortez, que las identida-
Andamios 157
Hugo Fauzi Alfaro Andonie
4 Uno de los casos más sonados del uso de la fuerza letal por parte de la patrulla fron-
teriza fue el asesinato de Sergio Adrián Hernández Güerca, quien recibió un disparo
por parte de un agente fronterizo estadounidense, Jesús Mesa Jr., a pesar de hallarse
en el lado mexicano de la frontera (Lagner, 2020; Villalpando, 2017). Ver también
(Macaraeg, 2018).
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La discriminación desapercibida
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La discriminación desapercibida
5 En este trabajo sólo se trabajó con población retornada en Guatemala por lo cual no
es posible contrastar con las visiones de inmigrantes en Estados Unidos.
6 En las entrevistas, al hablar sobre su situación actual, los retornados señalaban la
Andamios 161
Hugo Fauzi Alfaro Andonie
una mayor discriminación contra ellos en contraste con aquellos que llegaron de Gua-
temala? Aquellos que nacieron en la sociedad estadounidense y que no conocieron
las dificultades de la pobreza en Centroamérica, tal vez les haga percibir con mayor
facilidad la discriminación o la desigualdad que opera contra ellos. Es la cuestión de la
pobreza relativa que no es posible probar en esta investigación, pero es una pregunta
que queda abierta.
162 Andamios
La discriminación desapercibida
Andamios 163
Hugo Fauzi Alfaro Andonie
–Sí.
–Bueno, te voy a decir y luego te voy a decir otra cosa. Esta ope-
ración, fuera, si tú hubieras ido y la pagas, te hubiera costado 95
mil dólares.
–¡Uta madre! ¿De veras doctor?
–En serio, Manuel. Eso es lo que cuesta. Ahora te voy a decir yo
lo que te quería decir.
–¿Qué?
–Te felicito.
–¿Por qué?
–Aprovechaste estar en la prisión, te hiciste esto, 95 mil dólares.
¿Crees tú que los hubieras pagado?
–No.
–Te felicito. Y ahora falta que te dé tu aparatito, todo esto es gratis.
Me voy pues yo contento (entrevista con Manuel Fernández, 29
de junio de 2019, Ciudad de Guatemala).
Dentro del grupo de los países desarrollados Estados Unidos tiene uno
de los peores sistemas sanitarios. Sin embargo, a los ojos de los retorna-
dos —según mostró en su investigación Claudia Barrientos (2018)— la
atención médica, sistema de salud, hospitales les parece a los retorna-
dos, tal vez en contraste con su experiencia en Guatemala, uno de los
mejores del mundo.
El azar es un factor que es difícil dimensionar. El devenir de una
vida, ¿qué tanto se debe al azar y qué tanto a las propias decisiones?
Quizá sólo fue la fortuna de Fernández que su paso por la prisión y la
detección del tumor coincidieran; quizá de haber empezado a sentir las
consecuencias del tumor creciente fuera de prisión, el alto costo de la
operación hubiera desvelado para él las carencias del sistema sanitario
estadounidense. Tal vez entonces otra hubiera sido su mirada, pero no
fue esto lo que sucedió. Fortuna o diosidad9 la experiencia influye sobre
la visión que el entrevistado tiene sobre Estados Unidos y el valor que
le da a lo que vivió allá.
9 Para usar el término que usó Manuel Fernández: “yo como te digo pongo esto como
diosidad, no casualidad, para mí es Dios el que trabaja cuando uno quiere hacer las
cosas”.
164 Andamios
La discriminación desapercibida
10 La Confederación fue el bando separatista de los estados del sur durante la Guerra
Civil en los Estados Unidos (1861-1865) y que buscaba mantener la esclavitud. La
bandera confederada se asocia actualmente con el supremacismo blanco.
11 También comentó Carlos Martínez* “[El patrón era] una persona tan, tan derecha
o sea realmente, pero sí a veces nos decía, así como una palabra que nos decía nigger,
nigger esa palabra se le acostumbra decirle a los negros
Andamios 165
Hugo Fauzi Alfaro Andonie
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La discriminación desapercibida
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Hugo Fauzi Alfaro Andonie
Conclusiones
168 Andamios
La discriminación desapercibida
Fuentes consultadas
Bar, A. (2008). La vida de los trabajadores latinos contada por ellos mis-
mos. México: Siglo XXI; FFyL, CISALC, UNAM.
Barrientos, C. (2018). De pobres a prósperos…y de regreso. Percepciones
sobre bienestar en migrantes retornados a Guatemala. Trabajo
inédito.
Elias, N. y Scotson, J. (2016). Establecidos y marginados. Una investiga-
ción sociológica sobre problemas comunitarios. México: FCE.
Falla, R. (2008). Migración trasnacional retornada: juventud indígena de
Zacualpa, Guatemala. Guatemala: AVANCSO, Universidad de
San Carlos de Guatemala.
Falla, R. y Yojcom, E. (2013). El sueño del norte en Yalamjoch. Guatema-
la: AVANCSO.
Fregoso, C. y Domínguez, F. (2018). Cruce de vías: genealogías teóricas
sobre el racismo para entender el problema de la educación en
Andamios 169
Hugo Fauzi Alfaro Andonie
170 Andamios
La discriminación desapercibida
le.net/11651/1101
Villalpando, R. (2017). Corte de EU escucha a familiares de joven
asesinado por agente fronterizo en 2010. En La Jornada. Re-
cuperado de https://www.jornada.com.mx/2017/02/22/politi-
ca/013n2pol
Wieviorka, M. (1992). El espacio del racismo. Barcelona, España: Paidós.
Volumen 18, Número 45, enero-abril, 2021, pp. 147-171 Andamios 171
Imaginación y memorias de lo translocal de niñas y
niños migrantes centroamericanos en tránsito por
México
Dulce Rocio Reyes Gutiérrez*
Volumen 18, Número 45, enero-abril, 2021, pp. 173-194 Andamios 173
Dulce Rocio Reyes Gutiérrez
Introducción
174 Andamios
Imaginación y memorias de lo translocal
1 En
este artículo se consideran niños y niñas, desde el nacimiento hasta los 18 años,
como lo establece la Convención Internacional sobre los Derechos del Niño.
Andamios 175
Dulce Rocio Reyes Gutiérrez
176 Andamios
Imaginación y memorias de lo translocal
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Imaginación y memorias de lo translocal
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Dulce Rocio Reyes Gutiérrez
No, porque la vida allá es igual. Todo mundo dice Estados Uni-
dos, Estados Unidos, pero es lo mismo, la misma delincuencia,
la misma gente, hay mucha gente mañosa [como en Honduras].
Entonces no, voy a hacer vida acá [en México], si ya algún día me
sale alguna oportunidad de ir a Estados Unidos, tal vez de visita,
pero hacer vida allá no, porque también la vida allá es súper aje-
treada, mejor acá lo voy a intentar (Dania, hondureña, 17 años).
180 Andamios
Imaginación y memorias de lo translocal
Andamios 181
Dulce Rocio Reyes Gutiérrez
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Imaginación y memorias de lo translocal
- En Monterrey…
- ¿En dónde?
- No, no [se ríe], yo pensaba que estábamos arriba [reímos].
Mmmm, ¿cómo es que se llama?… Guatemala. (Ángel, nicara-
güense, 8 años).
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Dulce Rocio Reyes Gutiérrez
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Imaginación y memorias de lo translocal
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Dulce Rocio Reyes Gutiérrez
Para Dania no es grato hablar con su padre, pues intentó matar a su ma-
dre y es la razón por la que su mamá también migró a México. Entonces,
cuando habla por videollamada con él, Dania recuerda los espacios, los
lugares y las personas que la amenazaron y la violentaron en repetidas
ocasiones, por eso no quiere volver a Honduras jamás. Al saber de su
padre, su memoria evoca imágenes no gratas, pues la imaginación no
siempre es amable, pero sí, despierta prácticas transformadoras. En el
caso de Dania la expectativa que evoca es no volver a Honduras y co-
menzar una vida en México desde cero, que le brinde seguridad y más
oportunidades de trabajo y estudio. Como sucede también con Salvador
quien no quiere volver a su país ni recordarlo, pues también huye de la
persecución y amenazas de muerte a su familia, sin embargo, él, como
muchos niños y niñas, quiere ir a Estados Unidos, un país que imagina
más próspero y menos inseguro.
186 Andamios
Imaginación y memorias de lo translocal
Les dije: ya no nos vamos a volver a ver porque me voy para Es-
tados Unidos, porque aquí ya le digo como estás. ¿Ya supiste las
noticias?, le digo. No, me dicen. ¿Ni te dice tu papa lo del agua?
No, y él se pone así como así, que es mentira, y a mi hermano le
habla a Oscar, el niño, y le dice mi hermano “Yo también no te
voy a volver a ver Jacinto”, y luego le dice a Oscar, “yo también
no te voy a volver a ver Óscar, porque ya nos vamos para allá”. Y
esa fue mi despedida (Ángel, nicaragüense, 8 años).
Así, Ángel, a través de escuchar y ver las noticias sobre los problemas
sociales y políticos en su entorno cercano en Nicaragua, se ha creado
una idea y necesidad de salir de ahí, por lo cual se despide de sus ami-
gos. En el caso de Memo, también de Nicaragua, el uso de su memoria
usb con música le evoca los recuerdos con su hermana que actualmente
está en Estados Unidos y a quien no ha podido ver durante un año,
además esas canciones de Nicaragua, lo llevan directamente a hacer
esa conexión translocal, pues evocan a la vez a su país y a sus vivencias
con su hermana, y por otro lado, a Wisconsin donde ella se encuentra
y donde él desea estar.
Estos testimonios permiten acercarnos a conocer los procesos de
movilidad de los migrantes menores de edad, no sólo identificar las
causas, sino cómo se enfrentan subjetivamente a esas realidades por las
que van transitando, que muchas veces son marginales y violentas, si-
Andamios 187
Dulce Rocio Reyes Gutiérrez
milares a las que huyen. Los niños y niñas entienden lo que pasa tanto
en sus países de origen como en los de tránsito y llegada, y a partir de
ellos, construyen sus propios escenarios ideales y reales.
Ellos y ellas son parte de esos procesos de movilidad poblacional y
las construcciones que van realizando individual y socialmente, tienen
un valor tan importante como las de los adultos, y además, son abs-
tracciones subjetivas del mundo objetivo, proclives a ser investigadas y
analizadas. La imaginación y la memoria son dos categorías que ellos y
ellas usan para seguir caminando o resistiendo ante los embates no sólo
económicos, sino sociales, ambientales y culturales.
188 Andamios
Imaginación y memorias de lo translocal
Andamios 189
Dulce Rocio Reyes Gutiérrez
190 Andamios
Imaginación y memorias de lo translocal
Los casos que aquí se presentan, realizan una clara relación entre las
memorias imaginativas de lo local y las construcciones subjetivas-ob-
jetivas de lo global. Las niñas y niños centroamericanos arrastran su
cultura, sus vivencias y memorias hacia su lugar de destino, y en el
tránsito, van construyendo nuevas imágenes en su mente sobre esa
relación comparativa entre su vida en lo local y sus ideas y expectativas
en el mundo que se ha abierto para ellos. Resisten a las adversidades
porque su imaginación les permite construir escenarios más armónicos
y abiertos para ellas, ellos y sus familias. Sus memorias y la imaginación
con las que las evocan los sostienen de los elementos de su pasado
Andamios 191
Dulce Rocio Reyes Gutiérrez
Consideraciones finales
192 Andamios
Imaginación y memorias de lo translocal
Fuentes consultadas
Andamios 193
Dulce Rocio Reyes Gutiérrez
194 Andamios Volumen 18, Número 45, enero-abril, 2021, pp. 173-194
Forasteros, prójimos y víctimas.
Figuras discursivas de la solidaridad y migración
centroamericana en México
Rodrigo Parrini Roses*
Luisa Alquisiras Terrones**
Emilio Nocedal Rojas***
Volumen 18, Número 45, enero-abril, 2021, pp. 195-221 Andamios 195
Rodrigo Parrini, Luisa Alquisiras y Emilio Nocedal
Introducción
196 Andamios
Forasteros, prójimos y víctimas
Andamios 197
Rodrigo Parrini, Luisa Alquisiras y Emilio Nocedal
Perspectiva teórico-analítica
198 Andamios
Forasteros, prójimos y víctimas
Andamios 199
Rodrigo Parrini, Luisa Alquisiras y Emilio Nocedal
Apuntes metodológicos
200 Andamios
Forasteros, prójimos y víctimas
Andamios 201
Rodrigo Parrini, Luisa Alquisiras y Emilio Nocedal
El migrante “forastero”
202 Andamios
Forasteros, prójimos y víctimas
3 Aunque el término forastero no surge del discurso de los actores solidarios, nos ayuda
a caracterizar el proceso de subjetivación propio de las prácticas solidarias informales.
Por su parte, los términos de prójimo y víctima, son mencionados de forma recurrente
en las entrevistas a los actores en el contexto institucional y/o formal.
Andamios 203
Rodrigo Parrini, Luisa Alquisiras y Emilio Nocedal
204 Andamios
Forasteros, prójimos y víctimas
Les damos a los que pasan lo que tenemos. Yo, gracias a Dios,
aunque sea frijolitos no me faltan, pero sabrá Dios mis hijas. Por-
que allá como ganan, sufren (Juana, sujeto solidario, comunidad
de San José Guerrero, estado de Puebla; noviembre de 2015).
Sentir hambre, sed o dolor, son experiencias de las cuales nadie puede
considerarse exento. En este sentido, ellas se identifican con lo que vive
el migrante, no con lo que es. De igual manera, imaginan una situación
de gran precariedad, donde ni siquiera el alimento puede ser asegurado,
que pondría en una posición parecida a los migrantes y sus parientes que
se encuentran en el “otro lado”.4 Por su parte, Luz, la única hija soltera
que ha permanecido al cuidado de su madre, encuentra una explicación
para no haber tenido hijos a través de la presencia de los y las migrantes
que recibe y cuida. El trato entre ella y los forasteros es maternal, les da
de comer, un lugar cálido para pasar la noche, les da consejos.
En su breve texto sobre la hospitalidad, Jaques Derrida (2008) apunta
la imposibilidad de establecer con precisión o rigurosidad los umbrales
o fronteras de esta práctica social. Tratar como igual lo diferente, invi-
tar a pasar a quienes son ajenos a la familia, la comunidad o el orden
político, tal como lo hacen las Carreño, no conlleva la suspensión total
de la diferencia: las personas no dejan de ser migrantes al momento de
sentarse a la mesa, tampoco se materializan como los hijos deseados
o ausentes. Para Derrida es importante la distinción entre aquel que
puede ser admitido en una comunidad, o una familia, bajo ciertas con-
diciones y un otro radicalmente diferente que no puede serlo, “que se
relega a un afuera absoluto y salvaje, bárbaro, precultural y prejurídico,
por fuera y más allá de la familia, de la comunidad, de la ciudad, de la
nación o del Estado” (Derrida, 2008, p. 75), ya que le permite al autor
diferenciar entre una hospitalidad incondicional, absoluta e irrestricta y
otra regulada por el derecho o el deber. La hospitalidad absoluta, dice
el filósofo, “exige que yo abra mi casa y que dé no solo al extranjero
sino al otro absoluto, desconocido, anónimo, y que le dé lugar, lo deje
venir, lo deje llegar” (Derrida, 2008, p. 31). Esa hospitalidad no solicita
reciprocidad y tampoco pide un nombre; en esa medida, no supone “la
entrada en un pacto”.
Andamios 205
Rodrigo Parrini, Luisa Alquisiras y Emilio Nocedal
206 Andamios
Forasteros, prójimos y víctimas
El migrante “prójimo”
7 Miembro del equipo de trabajo del padre Rubén. Trabaja en el lugar desde su funda-
ción y antes, en Cáritas.
208 Andamios
Forasteros, prójimos y víctimas
8 Miembro del equipo de trabajo del padre Rubén. 12 años trabajando en Cáritas. En
el hogar es el encargado de la caseta telefónica y el área de cómputo.
Andamios 209
Rodrigo Parrini, Luisa Alquisiras y Emilio Nocedal
210 Andamios
Forasteros, prójimos y víctimas
Andamios 211
Rodrigo Parrini, Luisa Alquisiras y Emilio Nocedal
El migrante “víctima”
212 Andamios
Forasteros, prójimos y víctimas
Andamios 213
Rodrigo Parrini, Luisa Alquisiras y Emilio Nocedal
214 Andamios
Forasteros, prójimos y víctimas
Andamios 215
Rodrigo Parrini, Luisa Alquisiras y Emilio Nocedal
hay gente que es muy agresiva para pedir, pues es, como ver
de dónde sale ¿no? Yo no quiero justificar nada: provienen de
lugares súper violentos, entonces, pues muchas veces tienen la
misma tónica en su diario vivir, o sea, como bien, “qué onda,
sí, dame”, “me estoy muriendo de sed” ¡Sí! Tienen razón. Y otra
de las cosas, sabes que, yo también veo que esas actitudes son
porque ellos nunca estuvieron acostumbrados a pedir nada. (An-
tonio, voluntario del Albergue Hermanos en el Camino, Ciudad
Ixtepec, estado de Oaxaca; marzo de 2015).
216 Andamios
Forasteros, prójimos y víctimas
Andamios 217
Rodrigo Parrini, Luisa Alquisiras y Emilio Nocedal
Consideraciones finales
218 Andamios
Forasteros, prójimos y víctimas
Fuentes consultadas
Andamios 219
Rodrigo Parrini, Luisa Alquisiras y Emilio Nocedal
220 Andamios
Forasteros, prójimos y víctimas
Volumen 18, Número 45, enero-abril, 2021, pp. 195-221 Andamios 221
#LadyFrijoles: señalamiento, discriminación y estigma
de migrantes centroamericanos a través de redes
sociales en México
Marisol Pérez Díaz*
Mirza Aguilar Pérez**
Volumen 18, Número 45, enero-abril, 2021, pp. 223-243 Andamios 223
Marisol Pérez Díaz y Mirza Aguilar Pérez
224 Andamios
#Ladyfrijoles
Andamios 225
Marisol Pérez Díaz y Mirza Aguilar Pérez
226 Andamios
#Ladyfrijoles
Andamios 227
Marisol Pérez Díaz y Mirza Aguilar Pérez
228 Andamios
#Ladyfrijoles
Andamios 229
Marisol Pérez Díaz y Mirza Aguilar Pérez
230 Andamios
#Ladyfrijoles
Andamios 231
Marisol Pérez Díaz y Mirza Aguilar Pérez
232 Andamios
#Ladyfrijoles
Andamios 233
Marisol Pérez Díaz y Mirza Aguilar Pérez
234 Andamios
#Ladyfrijoles
Andamios 235
Marisol Pérez Díaz y Mirza Aguilar Pérez
5 Los comentarios de las redes sociales se transcribieron tal como aparecen en las
publicaciones originales.
236 Andamios
#Ladyfrijoles
Andamios 237
Marisol Pérez Díaz y Mirza Aguilar Pérez
Otro menciona:
238 Andamios
#Ladyfrijoles
Andamios 239
Marisol Pérez Díaz y Mirza Aguilar Pérez
Conclusiones
240 Andamios
#Ladyfrijoles
Fuentes consultadas
Andamios 241
Marisol Pérez Díaz y Mirza Aguilar Pérez
242 Andamios
#Ladyfrijoles
Volumen 18, Número 45, enero-abril, 2021, pp. 223-243 Andamios 243
Traducción
Sobre los silencios:
refugiados salvadoreños ayer y hoy*
Leisy J. Abrego**
Traducción del inglés:
Ethel Odriozola Monzón
Volumen 18, Número 45, enero-abril, 2021, pp. 247-269 Andamios 247
Leisy J. Abrego
248 Andamios
Refugiados salvadoreños ayer y hoy
Andamios 249
Leisy J. Abrego
1 En el país vecino de Guatemala, al finalizar la guerra genocida que duró treinta y seis
años, por lo menos 200.000 personas habían sido asesinadas. (Jonas y Rodríguez, 2015)
250 Andamios
Refugiados salvadoreños ayer y hoy
2 Los refugiados solicitan admisión desde fuera del país de destino. Los solicitantes de
asilo solicitan la legalización desde dentro del país en el que desean quedarse.
3 Los exiliados cubanos, por ejemplo, recibieron el estatus de refugiados, lo que les
ayudó a sacar partido de sus diversas formas de capital en su nuevo hogar en Estados
Unidos (Portes y Bach, 1985). Pero, evidentemente, el estatus de refugiado, no lo so-
luciona todo. Los camboyanos, laosianos y hmong que huyeron de un terrorismo de
Estado similar al de los salvadoreños y guatemaltecos en sus países natales, recibieron
el estatus de refugiados y toda la asistencia económica y de otro tipo asociada al mismo.
Sin embargo, la condición de refugiados no les ha proporcionado suficiente alivio para
lograr contrarrestar completamente las repercusiones del trauma (Sack, et al., 1999). Y
a medida que han ido reduciéndose los recursos destinados a los refugiados, el apoyo
insuficiente ha sido evidente en el caso de los refugiados iraquíes, birmanos y butane-
ses (Mirza, et al., 2014). El gobierno de Trump, además, dedicó sus primeras semanas
en el poder a tratar de bloquear la entrada de refugiados de múltiples países.
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Refugiados salvadoreños ayer y hoy
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5 La violencia contra las minorías sexuales, también puede ser clasificada como violen-
cia de género (véase, por ejemplo, Wilets, 1996).
6 La documentalista Jennifer Cárcamo refleja las historias de mujeres refugiadas, niños
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Las autoras explican más adelante que las mujeres víctimas de los
soldados “no pueden pedir ayuda, ni denunciar, ni exigir justicia, no
pueden encontrar refugio, pues cualquier acto de resistencia se convier-
te en una amenaza a su propia existencia’’ (Aron, et al., 1991, p. 41).
En otras palabras, para las mujeres, solo el silencio es aceptable. En
un contexto tan opresivo, algunas mujeres acababan ‘‘voluntariamente’’
convirtiéndose en la “propiedad sexual privada” de soldados individua-
les “para así evitar ser propiedad común de todo un batallón” (Aron,
et al., 1991, p. 40). Los cuerpos de las mujeres, se convirtieron pues,
en ‘‘una mercancía, en un mercado controlado por los oficiales de las
Fuerzas Armadas, que los canjeaban y mercadeaban según les conve-
nía; y mientras los hombres podían negociar con cigarros o prestigio
masculino para lograr favores, las mujeres debían recurrir casi siempre
a la cotización de su cuerpo’’ (Aron, et al., 1991, p. 40).
Muchas mujeres, conscientes de que no lograrían ningún tipo de
justicia en su país, tuvieron que arriesgar la vida para escapar. Si tenían
suerte y lograban llegar a Estados Unidos, podrían tratar de solicitar
asilo político. Este proceso, sin embargo, frecuentemente llevaba a la
re-traumatización:
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Refugiados salvadoreños ayer y hoy
Del mismo modo que en aquel periodo de la guerra civil cuando los
militares aterrorizaban a la población, hoy en día las pandillas —aque-
llos niños de la guerra y del trauma— son los más directos y visibles
victimarios de la población del norte de América Central (Martínez,
2016).7 Sirva de ejemplo un artículo del 29 de abril de 2016 en un
periódico salvadoreño.8 Los periodistas describen una tendencia actual:
la aparición de cadáveres, en muchos casos mutilados, con las manos
y los pies atados a la espalda, metidos en bolsas de plástico o cubiertos
con sábanas, arrojados al borde de la carretera en zonas rurales. Uno
de los “expertos” entrevistados para el artículo declara que mientras
que los hombres son asesinados por asuntos estrictamente ligados a
las pandillas, ‘‘en las mujeres es muy frecuente, que todo se deba a in-
fidelidad de pareja, por lo general contra un sujeto que guarda prisión
a quien ha dejado de ir a ver en los últimos meses. En algunos casos,
estas mujeres han cambiado de pareja y de ahí el enojo de la anterior.’’
A los hombres, por lo tanto, se les ataca sobre todo por sus actos en
contra de la pandilla. A las mujeres, sin embargo, se les asesina por no
cumplir los deseos de los hombres, cuando dejan de comportarse como
si fueran propiedad de ellos. Estas descripciones minimizan y justifican
estos asesinatos, y explican también por qué tan solo durante los pri-
meros cuarenta días de 2016 se habían registrado ya 954 homicidios.9
En su huida de las múltiples formas de violencia de género en El
Salvador y en toda la región (Walsh y Menjívar, 2016), las mujeres
corren el riesgo de volver a ser víctimas de violencia en el largo tra-
yecto al norte rumbo a Estados Unidos. Además del riesgo de perder
sus miembros y vida subiéndose de forma clandestina al tren de la
muerte que atraviesa gran parte del territorio mexicano, las migrantes
en-cuatro-meses-han-dejado-20-cuerpos-embolsados.html.
9 Estas cifras son especialmente inquietantes habida cuenta de El Salvador tiene una
extensión territorial de 21km², menos de dos veces la superficie del condado de Los
Ángeles (12 km²) y aproximadamente igual que el estado de Massachusetts.
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10 https://www.acnur.org/es-es/la-convencion-de-1951.html
11 https://www.ice.gov/news/releases/ice-announces-enhanced-oversight-family-resi-
dential-centers
12 Véase la declaración del 14 de agosto de 2014 de Philip T. Miller, Subdirector de
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13 https://immigrantjustice.org/sites/immigrantjustice.org/files/Government%20
No%20Bond%20 Declarations.pdf. En el momento de escritura de este artículo, el
gobierno de Trump, a través de una orden ejecutiva, ha bloqueado la admisión de
refugiados e inmigrantes de Siria y otros países de mayoría musulmana (https://www.
whitehouse.gov/the-press-office/2017/01/27/executive-order-protecting-nation-fo-
reign-terrorist-entry-united-states), a la vez que ha paralizado el programa de Menores
Centroamericanos (https://www.theguardian.com/us-news/2017/feb/02/central-ameri-
ca-young-refugees-cam-trump-travel-ban).
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16 http://grassrootsleadership.org/blog/2015/10/breaking-least-27-women-hun-
ger-strike-hutto-detention-center-hutto27
17 http://www.humanrightsfirst.org/sites/default/files/LettertoSecJohnson-Berkshun-
gerstrike.pdf.
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Fuentes consultadas
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Volumen 18, Número 45, enero-abril, 2021, pp. 247-269 Andamios 269
Entrevista
Somos más que testimonios, somos historiadoras
encarnadas de la política interseccional e
internacionalista:
Entrevista con Suyapa Portillo Villeda
Amarela Varela-Huerta*
Leisy J. Abrego**
Volumen 18, Número 45, enero-abril, 2021, pp. 273-305 Andamios 273
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Ella y yo llegamos a San Pedro Sula donde ella quería estudiar, pero
no pudo permitirse ir a la universidad, así que se inscribió en un taller
de taquimecanografía en la noche y, durante el día trabajaba para el
Diario La Tribuna en el departamento de publicidad. Mi tío era fotógra-
fo del Diario El Tiempo que competía con el diario donde trabajaba mi
mamá, pero él la entrenaba y trabajaron juntos en algunos reportajes a
pesar de la competencia entre periódicos. Haciendo ese trabajo con mi
tío es que mi mamá conoce a un coyote, no sé cómo decirle, a un señor.
Mi mamá era y sigue siendo muy bonita. Cuando trabajaba en el diario
estaba en sus 33 años.
Era una época dura, mi mamá fue la tercera mujer que se divorció en
mi familia, la primera fue una hermana de mi abuela, mi abuela fue ape-
nas la segunda. Por eso las tres nos mudamos a San Pedro Sula. Tiempo
después, mi mamá se propuso intentar irse con ese coyote para el norte.
El coyote le compartió que se llevaría a su familia a los Estados Unidos
y, para sumarnos pero protegidas, mi mamá enganchó a un primo suyo,
no sé si lo enganchó o se lo mencionó y ya el primo se vino. Partimos.
1 ElCongolón es una compañía de buses que transporta a migrantes pobres que salen
de Honduras desde San Pedro Sula hasta Tapachula. Véase: https://www.facebook.com/
transportescongolon/
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humanos de éstos llaman a las celdas de primera detención que son enfriadas con aire
acondicionado hasta temperaturas mínimas.
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5 En el 2012 cuando se logra que el presidente Obama firme DACA, son los bene-
ficiarios mismos quienes se organizaban para dar talleres y ayudarse mutuamente a
completar los formularios. Véase Wong, Tom y Carolina Valdivia. 2014. “In Their Own
Words: A Nationwide Survey of Undocumented
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6 KIWA (Korean Immigrant Workers Advocates), por sus siglas en inglés en ese enton-
ces. Después cambiaron su nombre: https://kiwa.org/
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7 En la primavera del 2006 hubieron marchas masivas en todo Estados Unidos en
contra de la propuesta de ley federal, H.R. 4437 del congresista conservador, James
Sensenbrenner. Esta propuesta de ley buscaba criminalizar a personas que proveen
ayuda a migrantes indocumentades, incluyendo familiares. En las marchas participa-
ron personas de todos los grupos raciales y étnicos, pero el momento fue significativo
especialmente para migrantes latines. Para más análisis, véase Gonzáles, Alfonso. 2013.
Reform Without Justice: Latino Migrant Politics and the Homeland Security State.
Oxford University Press.
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8 González, Marta. 2020. Chican@ Artivistas: Music, Community, and Transborder Tactics
in East Los Angeles. University of Texas Press.
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9 Rootsof Resistance: A Story of Gender, Race, and Labor on the North Coast of Hon-
duras. (University of Texas Press, 2021)
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cado de su cargo por una rebelión militar, que, 10 años después se mantienen en el
poder, bajo la presidencia, espuria y fraudulenta (según han documentado diversos
organismos internacionales) de Juan Orlando Hernández, de ahí que los caravaneros
de los Éxodos de desplazados que este dossier analiza, desde 2018 y hasta el presente
hagan de su caminar también, y sobre todo, una marcha que repudia la dictadura en
Honduras. El así conocido grito de “FueraJOH”
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Amarela Varela-Huerta y Leisy J. Abrego
Volví con los hallazgos a Nueva York. Trabajé imaginando vías para
seguir el trabajo de campo y convencí a mi comité tutoral de que efecti-
vamente podía desarrollar esta tesis. Regresé a Honduras en 2006.
Son dos hitos para mí en mi trabajo, el zapatismo de los 90’s y las
dos visitas y el trabajo de campo en Honduras para mi tesis doctoral.
Estos dos hitos me legitimaron para contar la historia contemporánea del
país donde nací. ¿Cómo lo conseguí? Trabajando con la gente, es lo que
yo hago, trabajo con trabajadores, toco las puertas de sus casas, de sus
centros de trabajo para entrevistarlos. Eso sí, fue un trabajo de mucha
soledad, porque el trabajo es solitario y estaba regresando a mi país pero
no estaba regresando a lo que perdí cuando migramos. Regresé a una
Honduras que no era lo que yo tenía en mi mente, ni las relaciones que
yo había tenido la pérdida de mi pasado, pérdida que me afectó profun-
damente, habitar una tierra que mi memoria había reificado y habitar
una Honduras que iba descubriendo como historiadora, como intelec-
tual bilingüe, de color. Después, en 2009 se produjo el golpe de estado.
El golpe de estado fue durísimo para mí—para todos los hondureños.
Había actualizado y complejizado mi perspectiva, ya como historia-
dora, sobre la Honduras contemporánea, al mismo tiempo que se reac-
tivó la memoria histórica que explica el éxodo de mi familia. En nuestra
familia se había hablado de los golpes de estado, que los nacionalistas
son ladrones, vendidos, narcos. El golpe de estado de 2009 significó
para mí una bisagra, una herida, integró las dos dimensiones de las que
hablo. Para comprender dicho golpe yo misma y para poder explicarlo
con densidad a mis colegas, mis compañeras de lucha y al gran público
en los medios, tuve que integrar la narrativa de mi familia, de todo lo
que habíamos vivido con la lectura geopolítica ya como historiadora de
América Central.
Fue muy duro justificar, primero, que aquello había sido un golpe
de estado, ser capaces de agrietar las narrativas hegemónicas que lo
negaban, poner en el centro los antecedentes históricos que daban se-
dimento a la intervención de Estados Unidos en la política de América
Central. Mi rol era explicarle a los norteamericanos Honduras, que era
como explicar ese viejo mundo de la guerra fría a los norteamerica-
nos. Fueron meses muy duros porque debí transitar de identidades,
como organizadora, como activista, a intérprete, a traductora para una
294 Andamios
Entrevista con Suyapa Portillo Villeda
izquierda gringa que solo hace de espectadora pero no mete las manos.
En un contexto además muy patriarcal y blanco.
Explicar el golpe de estado en Honduras y sus consecuencias
geopolíticas en el 2009, me recordó también los años de otras luchas
en las que me involucré antes. En esas luchas atestigüe dinámicas que
me atraviesan y duelen, en Chiapas, Guatemala, El Salvador, Honduras,
Nicaragua, hay norteamericanos progresistas que intervienen en las lu-
chas de solidaridad que se tejen en torno a esos pueblos e imponen sus
formas de hacer y sus maneras de ver. Yo lo interpreto como una forma
de imperialismo aunque dentro del movimiento solidario. La interven-
ción de los norteamericanos queriendo llevar la batuta de movimientos
de solidaridad.
Esa forma de priorizar la voz de intelectuales o activistas blancos
por sobre de las comunidades que resisten me parece una forma de
imperialismo de raza. Por ejemplo, ahora siempre hay norteamericanas
que hablan sobre Honduras, sobre las respuestas de Donald Trump a las
caravanas o con las luchas por el TPS.12 Mientras tanto –nosotras que
estamos conectadas con los movimientos de nuestras comunidades, que
construimos también esos movimientos– no se nos otorga ese mismo
espacio en la prensa. No se nos respeta como expertas, pasa con mucha
frecuencia, sino que nos otorgan nomás el lugar del sujeto que provee
testimonio. Eso me pasó a mí muchas veces. Me invitaban a hablar en
paneles sobre Honduras para explicar el golpe, pero mi análisis fungía
como “el testimonio”, mientras que otro profesor, norteamericano blan-
co, más viejo que yo y de clase media, tenía el reconocimiento como
“el historiador” de Centroamérica. En esa mesa, y en la academia en
Estados Unidos, el profesor es el experto y yo soy el sujeto de estudio.
Es decir, a pesar de todo, hoy nosotras seguimos siendo sujetos para las
narrativas hegemónicas. Y eso pasa a pesar de que nosotras entendemos
12 Estatus Temporario Protectivo (TPS por sus siglas en inglés) es un estatus que se
le otorga a grupos de personas indocumentadas en Estados Unidos cuya nación vive
por una crisis política, militar o natural. Aunque no lleva a la legalización permanente,
incluye un permiso de trabajo que se debe renovar cada 18 meses. Aproximadamente
195,000 salvadoreños, 57,000 hondureños y 2,550 nicaragüenses se han beneficiado
de esta designación legal, pero bajo la administración de Trump, el programa estaba
por ser cancelado y estas personas hubieran pasado a ser indocumentadas.
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Amarela Varela-Huerta y Leisy J. Abrego
las dinámicas de las zonas que nos vieron nacer, o donde nacieron nues-
tras comunidades, mucho más profundamente, precisamente porque
somos de esos países, hemos pasado mucho tiempo estudiándolos,
entrevistando a nuestra gente y escribiendo nuestras historias.
A pesar de todo eso, se nos representa como “no objetivas”, y eso
sucede también en las luchas de solidaridad con la izquierda blanca. Por
eso, ahora estoy enfocada en defender y sostener el rol de las comuni-
dades marginadas en contar sus historias, que se les reconozca como las
expertas. Esto es otra forma de luchar por la dignidad de nuestras co-
munidades. Veo mi rol de historiadora como importante en ese esfuerzo.
13 Para conocer más detalles sobre este grupo, véase, “The ‘Good,’ the ‘Bad,’ and the
Queer Invisible: The Los Angeles May Day Queer Contingent” por Suyapa Portillo,
Eileen Ma, Stacy Macías y Carmen Varela publicado en 2015, volumen 18, número 2,
páginas 21-32, en la revista, Diálogo.
14 Sobre esta compleja interseccionalidad de luchas véase la reflexión de la propia
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Entrevista con Suyapa Portillo Villeda
en el año 2008 para cancelar beneficios del matrimonio para parejas del mismo sexo.
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Amarela Varela-Huerta y Leisy J. Abrego
Gay San Pedrana Para la Salud Integral, y bajo ese grupo un comité
que se llamaba Mujer sin límite. Fue con ellas que se declaró el contin-
gente lésbico por primera vez en la marcha del Orgullo gay del 2006
en Honduras. Con fondos que enviaron amigues del movimiento en
EU, imprimimos una manta para identificarnos “somos el movimiento
lésbico San Pedrano”. A pesar de que era la sexta marcha de orgullo gay
en general en San Pedro Sula, esa era la primera vez que se había hecho
una marcha específicamente lésbica allí. El colectivo era de mujeres de
clase trabajadora. Habían incluso compañeras deportadas, ya habían
tenido experiencias en organizaciones de Los Ángeles y de Nueva York,
que habían tomado parte del Pride (marcha del orgullo gay) en esas
ciudades. Eran mujeres trabajadoras de las maquilas y sus madres y
padres eran campeños/as (trabajaban en las bananeras). El colectivo se
desintegró después, pero para mi fue muy importante, todas estas mu-
jeres, incluyendo a hombres trans asumiendo su identidad de género y
su sexualidad. Esa experiencia me revolucionó.
La primera marcha del orgullo gay en Honduras fue, creo, en 1999,
la organizaron varios compañeros gay y lesbianas en San Pedro Sula.
Una de las lesbianas feministas debió exiliarse después de ello porque
los militares le destruyeron su casa, violentaron a su familia, se tuvo
que venir exiliada a EEUU. Además, estaba emergiendo el movimiento
trans en Honduras, con sus propias complejidades. Estas pioneras me
interpelaban a traer cosas, formas de organización, conceptos desde
Estados Unidos a las organizaciones hondureñas. Pero, compartí pocas
cosas porque tenía miedo, no quería insertar conceptos norteamerica-
nos cuando ellas estaban generando sus propias identificaciones. Pero,
fijáte, las lesbianas de clase trabajadora en San Pedro Sula no eran muy
apegadas al feminismo. Le tenían cierto pavor a las feministas porque
veían al movimiento feminista en Honduras como un movimiento de
clase media, para universitarias, en esa época pues. Para ellas era un
feminismo de élite, y con ese estereotipo que tenían las compañeras,
se sentían humilladas con las universitarias. Me acuerdo que tuvimos
varios debates sobre esto. Yo vi que esto también pasaba en Chiapas.
Me acuerdo que en un encuentro zapatista se reunieron las muje-
res en México con las Zapatistas, tuve el privilegio de verlo. Durante
el encuentro, las Zapatistas no hablaron, sólo las mujeres ladinas, las
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16 https://cattrachas.org/index.php/es/
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Entrevista con Suyapa Portillo Villeda
17 El Acta de Defensa del Matrimonio (DOMA por sus siglas en inglés) se hizo ley
federal en 1996 bajo la presidencia de Bill Clinton para prevenir que se reconocieran
los derechos de matrimonio de parejas del mismo sexo a nivel federal. En el 2013, la
Corte Suprema invalidó el DOMA.
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Amarela Varela-Huerta y Leisy J. Abrego
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Entrevista con Suyapa Portillo Villeda
Amarela–En ese sentido, ¿qué proyectos, qué propuestas, qué ideales nor-
mativos, qué desafíos le lanzarías a les chaves, a los jóvenes menos domesti-
cados, cómo ser activista y académica en el mundo de las migraciones para
provocar cambio social?
Suyapa–Todo lo transformador, y creo que Leisy acaba de escribir sobre
eso en el libro We are not dreamers18, sobre las luchas en torno a DACA19,
todo lo que se apostó con ello, y de cómo lo transformador que esta lu-
cha produjo vino de la gente, del esfuerzo de los estudiantes al tomar las
oficinas gubernamentales, de arriesgar, de poner su cuerpo en arrestos.
Creo que en torno al movimiento por DACA hay muchos aprendizajes,
hubo y hay mucha gente con el valor de decir “eso lo podemos hacer
nosotros desde la base”. Creo que el movimiento migrante acá en Esta-
dos Unidos ahora mismo ha perdido esa confianza, la que se desplegó
desde la gente en las marchas de 2006. Por ejemplo, para la gran mar-
cha del 2006, yo estaba en Honduras. Pagué mi boleto para venir a esa
marcha porque me considero como una luchadora, además de que se
trataba de mí, de las miles de personas que cruzamos en los ochentas y
noventas, por eso para mí el movimiento de 2006 fue increíble, en ese
momento había muchas posibilidades. Después empezaron a deportar
gente y despedir ilegalmente a la gente de sus trabajos. Eso provocó un
repliegue de nuestra parte, los movimientos se cerraron y empezaron a
negociar. Esto lo abordan con densidad Chris Zepeda-Millán y Alfonso
18 Abrego, Leisy & Genevieve Negrón-Gonzales. (Eds.). 2020. We Are Not Dreamers: Undocu-
mented Scholars Theorize Undocumented Life in the United States. Duke University Press.
19 Acción Diferida para personas que migraron durante la niñez (DACA por sus siglas
en inglés) es un acción ejecutiva firmada por Obama en el 2012 que otorga permiso
de trabajo y acceso a tarjeta de identidad estatal a jóvenes indocumentades en EEUU.
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Amarela Varela-Huerta y Leisy J. Abrego
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Entrevista con Suyapa Portillo Villeda
Volumen 18, Número 45, enero-abril, 2021, pp. 273-305 Andamios 305
Bibliografía sobre:
Pensar los éxodos, nuevos
desplazamientos forzados,
discriminación y representaciones
mediáticas del racismo
Bibliografía sobre: Pensar los Éxodos, nuevos
desplazamientos forzados, discriminación y
representaciones mediáticas del racismo
Volumen 18, Número 45, enero-abril, 2021, pp. 309-340 Andamios 309
Bibliografía sobre: Pensar la (de)construcción
310 Andamios
Bibliografía sobre: Pensar la (de)construcción
Andamios 311
Bibliografía sobre: Pensar la (de)construcción
312 Andamios
Bibliografía sobre: Pensar la (de)construcción
Andamios 313
Bibliografía sobre: Pensar la (de)construcción
314 Andamios
Bibliografía sobre: Pensar la (de)construcción
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Bibliografía sobre: Pensar la (de)construcción
316 Andamios
Bibliografía sobre: Pensar la (de)construcción
Andamios 317
Bibliografía sobre: Pensar la (de)construcción
318 Andamios
Bibliografía sobre: Pensar la (de)construcción
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Bibliografía sobre: Pensar la (de)construcción
320 Andamios
Bibliografía sobre: Pensar la (de)construcción
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Bibliografía sobre: Pensar la (de)construcción
322 Andamios
Bibliografía sobre: Pensar la (de)construcción
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Bibliografía sobre: Pensar la (de)construcción
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Bibliografía sobre: Pensar la (de)construcción
Racismo
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Bibliografía sobre: Pensar la (de)construcción
Andamios 333
Bibliografía sobre: Pensar la (de)construcción
334 Andamios
Bibliografía sobre: Pensar la (de)construcción
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Bibliografía sobre: Pensar la (de)construcción
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Bibliografía sobre: Pensar la (de)construcción
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Bibliografía sobre: Pensar la (de)construcción
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Bibliografía sobre: Pensar la (de)construcción
Refugio Y Xenofobia
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Bibliografía sobre: Pensar la (de)construcción
340 Andamios Volumen 18, Número 45, enero-abril, 2021, pp. 309-340
Articulos
En las fronteras de lo político: Carlos Pereyra y la
cuestión democrática en el México de los setenta y
ochenta
Israel Covarrubias*
Cristhian Gallegos Cruz**
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Introducción
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1 De la extensa literatura que se ha escrito sobre estos dos temas, siguen siendo intere-
santes los estudios clásicos de Brading (1980) y Villoro (1996).
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2 Al respecto, sigue siendo esclarecedor el texto de Merton (2002, pp. 56-91) donde
se plantea que la teoría de alcance intermedio o local se compone de las siguientes
características: 1) se utiliza para guiar la investigación empírica; 2) ayudan a que las
hipótesis puedan someterse a la prueba de la verificación empírica; 3) se aplican a un
número reducido de problemas o casos. Es decir, es una teoría local situada espacial
y temporalmente, cuyo aporte a la generación del conocimiento, nuevo y específico,
de un fenómeno, situación o acontecimiento, es nomológicamente posible, aunque
no necesariamente alcanzable, ya que la realización de esa pretensión de validación
científica es clásica de las teorías generales, en este caso, de una teoría general de la
política o de la sociedad, y que parten de una ambiciosa posibilidad de explicación de
ella a través de una óptica de uniformización sobre el conjunto de conductas, modos de
organización y cambios sociales en los que cualquier sociedad se expresa. Así, termina
por ser comprendida menos por sus especificidades y más por sus principios generales
de funcionamiento, con lo que su grado de verificabilidad empírico puede perder en
precisión, no obstante que gane en extensión cognitiva.
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régimen que antes había sido causa de la sociedad, pasaría a ser efecto
de esa sociedad que había construido y a cuyos desequilibrios quedaría
entonces expuesto” (Loaeza, 1989, p. 75).
La inflexión ayuda a la comprensión de los usos del concepto de
“democracia” en la literatura que aparece a lo largo de los setenta, sobre
todo en sus declinaciones “movimentistas” que aluden a la dimensión
social, participativa, incluso comunal de la democracia. El corolario es
que se reconoce la presencia de diversos grupos y actores de izquierda,
que bajo la bandera de la “democratización” socializan y participan
directamente en las luchas por la democratización a nivel sindical,
barrial o universitario. Por ejemplo, en esta década nacen los primeros
sindicatos universitarios autónomos; crece de modo significativo el mo-
vimiento urbano popular y su agenda de reivindicaciones por vivienda,
servicios básicos (agua, luz, pavimento) y trabajo; tienen lugar además
nuevas formas de autogestión de los jóvenes en las periferias urbanas y
de las poblaciones excluidas.
Una de las respuestas gubernamentales a la situación nueva de
reclamo social ocurre al comienzo del gobierno de Luis Echeverría
(1970-1976), con la “apertura democrática”. En ella se reconoce un
espacio para la participación de la oposición, tanto institucionalizada
(cambiar al régimen “desde dentro”) como semi-institucionalizada.
Algunos “signos” son elocuentes: la apertura sindical que tiene lugar
en las universidades públicas y la extensión del gasto público en las
mismas (Zaid, 2010, pp. 18-19). Se funda en 1974 la Universidad
Autónoma Metropolitana en la Ciudad de México, donde su primera
generación de profesores abrevan de los jóvenes que protagonizaron el
68, y a quienes se les unen una parte significativa del exilio académico
sudamericano (comunicólogos, semiólogos, psicoanalistas, sociólogos,
etcétera), causado, por su parte, por el ascenso de las diversas dictadu-
ras en el Cono Sur.
También nacen diversos partidos de izquierda. Si bien es cierto que
Echeverría da un viraje con relación a su antecesor, Gustavo Díaz Ordaz
(1964-1970), no se encamina hacia un cambio profundo, sino que va
“del control por la represión al control por los incentivos” (Zaid, 1987,
p. 19). La apertura democrática pretende apaciguar los aires de des-
contento que se manifestaban por doquier en el país, aunque su ánimo
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En este contexto, ¿por qué y desde dónde se podría leer a Carlos Pereyra?
Es decir, ¿cuál es su singularidad intelectual en la condición mexicana
de los años setenta y ochenta apenas descrita a grandes trazos, al grado
de ser un autor que produce una obra, sin duda exigua, pero necesaria
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(1925-2003), José Joaquín Blanco (1951-), Enrique Florescano (1937-), Arnaldo Cór-
dova, Héctor Aguilar Camín, Carlos Monsiváis (1938-2010), Adolfo Gilly (1928-), y
Guillermo Bonfil Batalla (1935-1991).
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Se estima que Carlos Pereyra publicó entre 1968 y 1988 cerca de 850
6 Esta idea la trabaja Claude Lefort, tanto para su propio pensamiento como para el
estudio de aquellos autores que lo acompañaron en su travesía intelectual, in primis
Maquiavelo, pero también Alexis de Tocqueville, Jules Michelet, Edgar Quinet, entre
otros, y que pone en acto la operación, dice Lefort, de “develar lo que es y crear, hacer
surgir por el ejercicio de un derecho vertiginoso de pensamiento, de palabra, la obra en
la que el sentido ocurre” (1985, p. 22).
7 Asimismo, permite subrayar la contribución del marxismo mexicano al tener pensa-
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8 Salvo indicación explícita, todos los textos citados en este apartado pertenecen a la
compilación Sobre la democracia.
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si cada vez era más difícil para el Estado legitimarse por su fide-
lidad al programa original de la revolución, en cambio halló una
fuente sustituta de legitimidad en los beneficios, desigualmente
compartidos, del desarrollo capitalista. De 1940 a 1970, la socie-
dad mexicana experimenta acelerados procesos de urbanización
e industrialización basados en un esquema económico que pro-
pició intensa formación de capital (Pereyra, 2012, p. 348).
Sobre este tema volverá en 1987, en una entrevista con Cuadernos polí-
ticos, que lleva el título El viraje hacia la democracia I, en la que sostiene
que la hegemonía no pasa por la abolición de la propiedad privada
y la toma del poder a través de la revolución,9 sino por “el respeto a
los derechos políticos y a las libertades individuales, la autonomía
de las organizaciones sociales, el libre debate de ideas, el acceso a la
información y el juego plural en elecciones periódicas, es decir, pasa
por la democracia política” (Pereyra, 2012, pp. 81-82). El hecho de
que Pereyra reconozca la importancia de las instituciones y los procedi-
mientos, así como la necesidad del pluralismo (Salazar, 2012, p. XVI),
no supone que deje de preocuparse por la centralidad del Estado en la
organización de la vida en sociedad y por objetar la versión despoliti-
zada de la democracia, la cual se fundamenta en la administración de
las demandas, al tiempo que restringe los espacios de participación y
confrontación política.
De hecho, esta idea tiene que ser comprendida con relación a los dos
intentos de redefinición del régimen priista, el de la apertura de Echeve-
rría, y el de la reforma política de López Portillo. Sobre esta última, en
1978 escribe El desgaste de 49 años obliga a reformar el PRI, en el que ob-
serva que “se trata de una iniciativa gubernamental para salir al paso del
deterioro del sistema político y para institucionalizar los conflictos que
9 Son conocidas las objeciones de Pereyra a la revolución como forma de cambio po-
lítico. Por ejemplo, en el mismo año donde tuvo lugar la entrevista citada, publica el
artículo Democracia y revolución, donde sostiene que “En nuestro país es difícil concebir
la ruptura revolucionaria como algo que ocurrirá un día cero, como resultado del asalto
al poder ejecutado por una vanguardia decidida. En nuestro país, es más probable
que el proceso de transformación se desenvuelva con altibajos, periodos de convulsión
social y situaciones de restablecimiento del orden, en función de la lucha por reformas”
(Pereyra, 2012, p. 72).
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Conclusiones
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Bibliografía consultada
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Hans Blumenberg, una concepción retórica de la
política
Juan Cristóbal Cruz Revueltas*
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Juan Cristóbal Cruz Revueltas
with the whole of his work. For the rest, Blumenberg’s work
constitutes a key and an access route for understanding the
intellectual tensions experienced by the culture of the German
Federal Republic during the second part of the 20th century.
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Hans blumenberg
duda, una tarea ardua. Sobre todo, es una labor exigente puesto que
su obra conforma un corpus que, por su naturaleza, descomunalmente
erudita y vasta, tiende al comentario y a una suerte de escritura pa-
limpséstica, al grado que, cuando lo leemos, no sabemos, dice Paolo
Caloni Paolo citado por Belloni: “en dónde termina, el pensamiento de
Blumenberg y en dónde comienza aquel del autor comentado” (2020).
Efectivamente, Blumenberg es un novelista y un “arqueólogo” de la filo-
sofía que lo mismo penetra los diferentes sedimentos culturales, desde
los más antiguos a los más recientes, como recorre los rincones menos
sospechados de la historia de la cultura occidental. Sin embargo, la tarea
que significa ocuparse de la muy extensa bibliografía blumengeriana no
impide correr el riesgo de aventurarse por un camino intelectual tan
fecundo como poco transitado.
Ciertamente Blumenberg no es un pensador político en senti-
do estricto, pero ello no implica necesariamente, como lo sostiene
Jean-Claude Monod (Monod, 2007, p. 205), uno de los principales
estudiosos de su obra, que lo político no constituya un tema central en
su pensamiento. Inmediatamente, casi en cualquiera de sus textos, salta
a la vista que conllevan constantemente observaciones y reflexiones
sobre temas que abordan y tocan directamente a lo político. Así, en un
ejemplo entre otros, dos de los cinco capítulos del libro Trabajo sobre
el mito (2003) los dedica a la confrontación entre la figura de Goethe y
aquella de Napoleón, al grado que une su reflexión con la de Nietzsche
“No fueron las guerras de liberación ni la Revolución francesa, “el acon-
tecimiento que le hizo repensar su Fausto, e incluso todo el problema
sobre qué es el “hombre”, fue la aparición de Napoleón” (Blumenberg,
2003). Como queremos mostrar aquí, el hecho de ocuparse muy meti-
culosamente del encuentro entre Napoleón y ‘Goethe no es meramente
anecdótico, puesto que se trata del reflejo del marco general de interés
de nuestro autor sobre el poder, la tolerancia, el mito político y el po-
liteísmo cultural (temas que, por lo demás, serán prolongados, a su
manera, por autores relevantes como Odo Marquard o Richard Rorty).
Según Goethe, si “la política es destino” (Blumenberg, 2003, p. 5), el
interés por el fenómeno del poder es aún más comprensible si tomamos
en cuenta que la generación de Blumenberg no podía ser indiferente al
contexto político que le tocó vivir: los convulsos tiempos de la Repú-
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blica de Weimar, los terribles años del periodo nazi y la tensa Guerra
Fría. Recuérdese que, si bien Blumenberg había sido educado bajo la
religión católica, por los orígenes de su familia materna y en virtud de
las Leyes de Núremberg de 1935, nuestro autor fue considerado un
“mitad judío” (“Halbjude”) (Monod, 2007, p. 9). Por ello fue discrimi-
nado en la escuela, perdió oportunidades escolares, tuvo que escapar
del campo de trabajo de la “Organización Todt” y luego se vio obligado
a esconderse durante la guerra (Monod, 2016, pág. 133). Las figuras
más notorias que se habían opuesto al nazismo –T. Adorno, M. Hor-
kheimer y E. Cassirer– emigraron y publicaron desde el exilio, mientras
que Cassirer muere el 13 de abril de 1945 y Adorno y Horkheimer no
regresan a Alemania sino hasta 1949. En aquellos días, el joven filósofo
Blumenberg se topó con el hecho, frecuente en la Alemania Federal de
la época, que la mayoría de sus colegas y de las personalidades eminen-
tes en su campo de investigación habían pertenecido al Partido (como
se le llamaba coloquialmente al partido nazi) y no sólo en los casos bien
conocidos de Carl Schmitt y Martin Heidegger, también los hubo entre
los integrantes de la misma generación de Blumenberg e incluso entre
los miembros del grupo de Poética y Hermenéutica. Éste célebre grupo
de investigación fue fundando, entre otros, por el mismo Blumenberg y
en él participaron personalidades como Jacob Taubes, Odo Marquard,
Reinhart Koselleck, Dieter Henrich y Robert Jauss. Entre ellos, merece
al menos mención especial éste último cuyo caso nos da un buen ejem-
plo del clima cultural con el que debió lidiar, a lo largo de su carrera
académica, Blumenberg. El “caso Jauss” recuerda aquel del también
crítico de la literatura de origen belga, Paul de Man, quien escondió
durante 35 años su pasado colaboracionista y antisemita. En efecto, no
es sino a mediados de los 90s que estalla en Alemania el escándalo del
“caso Jauss” por la otrora pertenencia de Jauss a la SS (recuérdese que
Blumenberg muere en 1996). Se ha dicho que Jauss adoptó la teoría
literaria como una prolongación de su antigua lucha (Ottmar, 2016), lo
cual abre el debate sobre cómo entender su relación con Blumenberg,
tema que, desafortunadamente, no dará tiempo de abordar aquí. Algu-
nos sugieren que este complejo contexto habría llevado a Blumenberg
a escribir, al menos durante un tiempo, entre líneas (esta es la tesis de
Angus Nicholls (Nicholls, 2015). Por nuestra parte, no abordaremos
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este debate salvo de una manera tangencial, puesto que lo que nos in-
teresa aquí es propiamente lo que puede significar la “filosofía política”
inherente a la obra del profesor de Münster.
Antropología
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4 Así lo indica la célebre distinción que hace Heidegger entre piedra, animal, ser hu-
mano: “1) la piedra (lo material) es sin mundo, 2) el animal es pobre de mundo; 3) el
ser humano configura mundo»(weltbildend) (Heidegger, 1992, pág. 267).
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Distanciación
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Juan Cristóbal Cruz Revueltas
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Retórica
Los aspectos son aún más claros cuando se toma en cuenta su prefe-
rencia política por la retórica. En la vieja oposición entre Platón y los
sofistas, entre verdad y retórica, Blumenberg toma partido a favor de los
seguidores de Protágoras y de Georgias. La preeminencia de la retórica
se entiende, por principio, tomando en cuenta, por un lado, la crítica
de la verdad –o. digamos, del platonismo que defiende la preeminencia
de la idea sobre aquello que “sólo es fenómeno”– y, por el otro lado, el
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Hans blumenberg
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Hans blumenberg
6 En un tesis cercana, recientemente Hugo Mercier y Dan Sperber han sostenido que
la razón responde ante a problemas de interacción social que al pensamiento solitario
(Sperber, 2017, pp. 182-183).
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Democracia y Mito
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Hans blumenberg
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Juan Cristóbal Cruz Revueltas
2015), fue algo más que un mero burócrata oportunista). Ahora bien,
la lectura de Gellner abre la pregunta sobre la cercanía entre Arendt y
Blumenberg, dos personalidades marcadas por su doble origen alemán
y judío, así como por su doble origen intelectual moderno y romántico.
Se entiende que Gellner, que duda del alcance del movimiento fenome-
nológico (al estar “desconectado de los conceptos explicativos y de las
cuestiones de validez, prueba y origen” (Gellner, 1993, p. 100) sugiera
que los trabajos emanados de esa corriente de pensamiento son menos
marcos explicativos adecuados de los fenómenos sociales que estudian,
que síntomas de esos mismos fenómenos.
Sin ir necesariamente tan lejos como Gellner, podría decirse que este
cruce y tensión entre tradiciones y pertenencias es el sello de la obra de
Blumenberg: el filósofo politeísta de origen judío que defiende el mito
nacional judío y por un momento se acerca a los motivos intelectuales
de su gran oponente y, en su momento, “personificación misma del
intelectual nazi” (según la expresión de Marcuse (1934, pág. 54)), Carl
Schmitt. Salta a la vista que la trayectoria de Blumenberg se inscribe
en la línea de pensadores judíos que, como la misma Hannah Arendt,
Hans Jonas, Emmanuel Levinas, Jacques Derrida o Ernst Tugendhat,
se forman bajo la sombra de Martin Heidegger, un filósofo muy cerca-
no al nazismo. En el caso de Blumenberg, no sólo se nutre de la obra
del filósofo de la Selva Negra, también se apoya abundantemente en
los trabajos de Arnold Gehlen, un antiguo miembro de partido nazi.
Asimismo, como mencionamos en un inicio, es colega muy cercano
de Hans- Robert Jauss, en otro tiempo oficial de la Waffen-SS (División
Carlomagno). A este respecto y en defensa de Blumenberg, podemos
pensar que su obra es un trabajo de subversión, en clave antropológica
y desde el interior, de los temas heideggerianos de Ser y tiempo. De
alguna manera, probablemente por el clima intelectual en que estuvo
inmerso, Blumenberg hace eco al Heidegger de los tristemente célebres
“Cuadernos negros” (cuya primera trascripción es de 2014) cuando
juzga a los judíos como “carentes de suelo” (prolongando el viejo este-
reotipo del judío como un ser “nómada”, “errante” … (Kellerer, 2016,
pp. 479-496). Efectivamente, en su tesis de habilitación, Blumenberg
parte de la “ausencia de suelo” (Müller, 2010, p. 48) como aquello que
define… al ser humano en general.
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Hans blumenberg
Fuentes consultadas
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Juan Cristóbal Cruz Revueltas
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Políticas de la materia. La producción material en el
pensamiento de Postone
Facundo Nahuel Martín*
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Facundo Nahuel Martín
Introducción
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Facundo Nahuel Martín
da del valor, que se repone a sí misma una y otra vez como estática a lo
largo de las variaciones en la producción de riqueza material en el capi-
talismo. “El tiempo abstracto no expresa el movimiento del tiempo, sino
que constituye un marco aparentemente absoluto para el movimiento;
su ecuánime «flujo» constante es de hecho estático” (Postone, 1993,
p. 294). Sin embargo, junto con la perpetua restitución del tiempo
abstracto como medida formal del valor y “marco” estático invariante,
existe también un aspecto concreto y material de la temporalidad que
se acelera continuamente. El tiempo histórico en el capitalismo es “una
forma de tiempo concreto que es socialmente constituido y expresa una
constante transformación cualitativa del trabajo y la producción, de la
vida social más en general, y de las formas de conciencia, los valores, y
necesidades” (Postone, 1993, p. 294). En el capitalismo coexisten dos
formas de temporalidad, una concreta que se acelera permanentemente
y una abstracta que se restituye como marco formal. Ambas son históri-
camente determinadas e interactúan. La dinámica del capital, en suma,
no es puramente abstracta sino que tiene dimensiones temporales
materiales y concretas.
La dialéctica de transformación y restitución de la hora de trabajo,
ineluctable conforme el funcionamiento social del valor, vuelve al capi-
talismo tendencialmente anacrónico con respecto a sí mismo. El trabajo
directo se torna cada vez menos relevante en la producción. En cambio,
los poderes socialmente generales de la ciencia y la técnica adquieren
primacía. El capitalismo “no solo eleva enormemente la productividad
del trabajo, sino que lo hace hasta el punto de tornar la producción de
riqueza material en esencialmente independiente del gasto inmediato
de tiempo de trabajo humano” (Postone, 1993, p. 339). La generación
de riqueza y la de valor entran en contradicción. La producción capita-
lista, “como proceso de creación de riqueza material, deja de depender
necesariamente del trabajo humano directo; empero, como proceso de
valorización, permanece necesariamente basada en tal trabajo” (Posto-
ne, 1993, p. 342). Esta contradicción creciente da al capitalismo su
dinámica histórica característica, en cuyo marco el desarrollo del capi-
tal entra en una discrepancia creciente con sus propias bases sociales,
históricas y lógicas. Si el trabajo es el fundamento tanto del valor como
de la forma de mediación social en el capitalismo, la dinámica temporal
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Conclusión
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Fuentes consultadas
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Algunas consideraciones sobre la disciplina del caso
fortuito en el ordenamiento indiano*
Loris De Nardi**
Volumen 18, Número 45, enero-abril, 2021, pp. 415-433 Andamios 415
Loris De Nardi
Key words. Fortuitous case, siete partidas, indian law, 18th cen-
tury, mining law.
Introducción
1 Como demostrado, entre otros, por Onetto Pavez, 2017; Palacio Roa, 2015; Walker,
2012; García Acosta, 2001; Boyer, 1975.
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Ordenamiento indiano
un sustento teológico muy fuerte, tanto que algunos autores no dudaron en definir una
“suma” de “teología medieval”, ya que “muchas de las cuestiones tratadas en él nos lle-
van al mundo de la primera Escolástica y a sus obras representativas”, y, paralelamente,
“un texto representativo del derecho romano bajo la forma que éste había adquirido en
manos de los juristas italianos hacia la época de su composición. Al respecto confronta
Vázquez (1992, p. 91) y Guzmán Brito (1992, p. 84).
4 De hecho, es importante subrayar que al Dios cristiano se le asignó el control de
los elementos naturales y, por lo tanto, la capacidad de originar los desastres: un atri-
buto de las antiguas deidades paganas. “Los que redactaron las Sagradas Escrituras
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Una premisa necesaria: el caso fortuito del Corpus Iuris Civilis a las
Siete Partidas
incorporaron entonces en estos textos la cosmovisión propia del mundo antiguo. Los
acontecimientos climáticos y naturales, en aquel tiempo inexplicables, se atribuyeron
a la voluntad del Dios que estos textos se proponían celebrar y glorificar. Por otro lado,
no habría podido ser diferente pues en la cosmología cristiana todo pasa por voluntad
de Dios, que actúa a través de la Divina Providencia, así que nada puede considerarse
casual. Esta visión providencialista de la historia condicionó desde el principio la visión
cristiana, en tanto San Agustín fue su principal teórico” (De Nardi, 2020, p. 344). Por
el Santo de Hipona “el mundo es una creación de Dios, y que el acontecer del mundo
está regido por la Divina Providencia que planifica, conduce y gobierna el devenir de
la humanidad” (De Nardi, 2020, p. 344). Por esta razón, todos los sucesos tienen que
considerarse obra de Dios y deben reputarse finalizados únicamente al cumplimento
del Plan Divino, y lo que se está diciendo vale también para la naturaleza, claramente
(Roldán, 1997, p. 39). Más tarde, como es notorio, el providencialismo de San Agustín
será sistematizado por San Tomás, y bajo los preceptos de la escolástica influirá en la
visión del mundo occidental, por lo menos hasta el siglo XVIII.
5 Así lo afirma por ejemplo el Digesto: “Si pereciese la cosa que me debías dar después
de no habérmela entregado cuando debías, consta que ha de perecer para ti; pero
cuando se duda si pareció por culpa tuya se deberá mirar no solamente si la cosa estuvo
ó no en tu potestad, o dejo de estar por dolo, o haya estado ó no, sino también si hay
alguna causa justa, por la cual debieses entender que tú debías entregarla” (Digesto, 12,
1, 5). Gayo reafirma esta regla general en dos pronunciamientos. El primero relativo
al préstamo: “El que recibe alguna cosa para usar de ella, si la perdiese por algún caso
fortuito que no puede resistir la fuerza del hombre, como el incendio, ruina o naufra-
gio, queda libre; pero está obligado a guardarla con el mayor cuidado, y no obsta el que
tiene con sus propias cosas, si otro lo pudiese tener mayor. También se obliga por los
casos fortuitos, si sucedieron por su culpa: v.g. si convidó a algunos amigos a cenar, y la
plata que se le dio para servirse de ella en la cena, teniendo que hacer un viaje largo, se
la llevase consigo, y la perdiese por naufragio, o se la robasen los ladrones” (Digesto, 44.
7. 1. 4). El segundo relativo al comodato: “El que recibe algunas cosas en comodato,
se obliga a cuidarlas del mismo modo que cuida las suyas el diligentísimo padre de
familia, de modo, que solo no será responsable a los casos que él no pueda resistir: v.g.
la muerte de los siervos que acontezca sin dolo ni culpa suya, invasión de ladrones, de
enemigos, insidia de piratas, naufragio, incendio, fuga de los siervos que no se suelen
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Ordenamiento indiano
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Loris De Nardi
7 Es decir, cuando su conducta será asimilable al “estándar normal, que debe cumplir
cualquier persona en toda relación jurídica interpersonal (contractual o extracontrac-
tual), salvo que algunas disposiciones especial exija un estándar superior (culpa levísi-
ma) o rebaje el nivel de cuidado a uno inferior (culpa grave o lata)” (Tapia, 2013, p. 23).
8 Este principio general por supuesto tiene excepciones. Por ejemplo, la gestión de los
bienes del ausente obliga al dolo y á la culpa, y alguna vez el caso fortuito: “si tú fueses
gestor del ausente, e hicieses en su nombre algún negocio nuevo no acostumbrado
por él, como comprar siervos no acostumbrados á servir, ó mezclándote en alguna
otra negociación; porque si de esto hubiese resultado alguna pérdida, será de cuenta
tuya, y el beneficio será para el ausente; y si en unas cosas hubiese ganancia, y en otras
pérdidas, el ausente debe compensar el beneficio con el daño” (Digesto, 3.5.11.).
9 Se encuentran referencia al caso fortuito en treinta y seis normas, relativas a catorce
distintos títulos, situados en cuatros de las siete partidas. Es decir, en la Partida III se
hace una clara referencia al caso fortuito en el Título IV (De los jueces, e de las cosas que
deven fazer, e guardar), ley 34; Título VII (De los emplazamientos), ley 11; Título XXIII
(De las alcadas que fazen las partes, quando se tienen por agraviadas de los juyzos que
dan contra ellos), ley 12; Título XXVIII (De las cosas en que ome puede aver señorio, e
como lo puede ganar), leyes 26-32; Título XXX (En quantas maneras puede ome ganas
possession e tenencia de las cosas), ley 14; Título XXXII (De las labores nuevas, como
se pueden embargar que se non faga, e de las viejas que se quebren caen, como se han
de fazer, e de todas otras labores), ley 10; Título XXXII (De las labores nuevas, como se
420 Andamios
Ordenamiento indiano
pueden embargar que se non faga, e de las viejas que se quebren caen, como se han de
fazer, e de todas otras labores), leyes 14 y 21. En la Partida V se registra lo mismo en
el Título I (Que fabla de los emprestidos), ley 10; Título II (Del préstamo, a que dizen
en latin commodatum), leyes 2 y 3; Título III (De los condessijos, a que dizen en latin
depositum), ley 4; Título V (De las vendidas e de las compras), ley 23; Título VIII (De
los logueros, e de los arrendamientos), leyes 8, 22, 23, 25, 26, 28; Título IX (De los
navios e del pecio dellos), leyes 3-7. En la Partida VI esto pasa en el Título IX (De las
mandas que los omes fazen en sus testamentos), leyes 22 y 41. En la Partida VII, en
fin, cabe mencionar el Título XV (De los daños, que los omes, o las bestias, fazen en
las cosas de otro, de qual natura, quier que sean), leyes 10, 12 y 14; y en título XXXIII
(Del significamiento de las palabras, e de las cosas dubdosas) la ley 11 define el caso
fortuito y lo pone en relación a la culpa y al dolo, tomando como referencia principales
las obras de los glosadores. Al respecto vease Lopéz, 1843-1844.
10 Así relata el pasaje: “Dolus en latin, tanto quiere decir en romance, como engaño: e
desde fablamos en su titulo complidamente. E Lata culpa tanto quiere decir, como grande, e
manifesta culpa; assi como si algún ome non entendiesse todo lo que los otros omes entendie-
sen, o la mayor partida dellos. E tal culpa como esta es como necesidad, que es semejanza de
engaño. E esto seria, como si algund ome toviesse en guarda alguna cosa de otro, e la dexasse
en la carrera, de noche, o a la puerta de su casa, non cuyando que la tomaría otro ome. Ca
si se perdiesse, seria porende en gran culpa, de que non se podría escusar. Esso mesmo seria,
quando alguno cuydasse fazer contra el mandamiento del señor sin pena, o si faziesse otros ye-
rros semejantes de alguno destos. Otrosi dezimos, que y ha otra culpa, a que dizen Levis, que
es como pereza, o como negligencia. E otra y ha, a que dizen Levissima, que tanto quiere decir,
como non aver ome aquella femencia en aliñar, e guardar la cosa, que otro ome de buen seso
avria, si la tuviesse. Otrosi dezimos, que Casus fortuitus tanto quiere decir en romance, como
ocasión que acaesce por ventura, de que non se puede ante ver. E son estos: derribamiento de
casas, fuego que se enciende a so ora, e quebrantamiento de navio, fuerza de ladrones, o de
enemigos”. (Partida 7, 33, 11).
Andamios 421
Loris De Nardi
11 Por ejemplo, considerase García Acosta, (2017, pp. 46-82) y Campos Goenaga
(2008).
12 “Tales son, por ejemplo, las relaciones entre europeos e indígenas, dentro de la
422 Andamios
Ordenamiento indiano
En la Recopilación de las leyes destos Reynos (1581) las pocas normas que
tratan del caso fortuito definen las condiciones del arrendamiento de
las rentas reales, estableciendo la imposibilidad por los arrendatarios de
pedir un descuento, aun por caso fortuito. Por ejemplo, en el Libro IX,
Título IX (De las condiciones generales con que se arriendan las rentas
reales), la Ley 2 establece que “no se pueda poner desquento por ningún
caso fortuito, aunque no sea pensado ni jamas acaescido, y aunque ven-
ga por causa o hecho de los reyes” (Recopilación, 1581, pp. 252-253).13
Arrendamiento de las rentas reales deberá por tanto correr a ries-
go de los arrendatarios, aunque su valor resultara disminuido por
“guerras, pestilencias, o hambres, o terremotos y aguaduchos, y otros
casos fortuitos, que no pudieron ser pensados, ni jamas fueron vistos
ni oydos ni acaessidos” (Recopilación, 1581, pp. 252-253). Lo que
se acaba de registrar por el conjunto de leyes de 1587 vale también
por la Recopilación de leyes de los reinos de las Indias (1681). De hecho,
además de algunas normas relativas a posibles incidentes náuticos de
los navíos conformantes las flotas, en ella el caso fortuito se disciplina
únicamente por dos leyes del Libro IV. La Ley XXV del Título VII (De
la población de las Ciudades, Villas y Pueblos) establece una prorroga
a quien no puede acabar el poblamiento dentro del término fijado por
Andamios 423
Loris De Nardi
caso fortuito. La Ley IX del Título VIII (De las Ciudades, y Villas, y
sus preeminencias), promulgada por Felipe III, el 14 de diciembre del
1619, tiene como objetivo prevenir los incendios en las ciudades, y fue
promulgada en respuesta a las trágicas noticias llegadas del Virreinato
de la Nueva España, donde el año anterior la ciudad de Veracruz había
sido devorada por las llamas. La norma establece tres principios:
424 Andamios
Ordenamiento indiano
14 Conocidas también como “antiguas ordenanzas”, en contraposición a las del Nuevo
Cuaderno de 1584, fueron promulgadas en Valladolid en enero de 1559 por la reina
doña Juana de Portugal, regente en ausencia de Felipe II. (Molina, 1998, p. 1017).
15 Como subraya Miguel Molina Martínez: “Publicada apenas cuatro años después de
Andamios 425
Loris De Nardi
17 No es un caso que el autor afirma: “Los AA. que particularmente trataron de servi-
dumbres, assientan acordes ser Ley, y servidumbre natural, que el fundo más baxo reci-
ba las aguas de el mas alto, aunque necesariamente le dañen; sino es que por ministerio
de hombre causen el perjuicio, que en otra forma no causarían: pero si naturalmente
fluyen, y corren sin otra acción impelente, nada se le debe imputar al dueño; pues no
cometiendo culpa, no debe sujetarse a la pena” (Gamboa, 1761, p. 349).
18 Al respeto véase Sánchez Gomez, (1989, pp. 177-178).
426 Andamios
Ordenamiento indiano
19 De hecho, Agricola en su tratato se limita a decir que “si por no sacarse el agua del
Pozo mas alto de alguna Mina, descendiere por Vereno, o Fibras al Pozo de otra Mina,
e impidiere su labor, ocurriendo los dueños a quexarse de el daño si los dos peritos
jurados halláren ser cierto, perdia la Mina el que lo causaba, aplicándose al que lo avia
sufrido: en otras partes se observaba dar parte de el costo, para reparo de el daño, si era
solo en dos pozos; y de no darlo, se perdia la Mina” (Gamboa, 1761, p. 350).
Andamios 427
Loris De Nardi
si el dueño de alguna mina cuya labores esten mas bajas que las de
sus vecinos, ya sea por su situación o por su mayor progreso, fue-
re gravado en los costos de su desague por no mantenerlo aquello,
o por no mantener todo el que demandan las minas superiores,
y comunicarse las aguas de unas a otras, ordeno y mando que
los dueños de las minas más altas mantengan todo el desague
que ellas necesitaren, o, en su defecto, paguen respectivamente
a los dueños de las minas mas bajas en plata o reales efectivo, el
perjuicio que les hicieren. (Reales ordenanzas, 1783, p. 58)
Conclusión
Fuentes consultadas
428 Andamios
Ordenamiento indiano
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Loris De Nardi
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Ordenamiento indiano
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Loris De Nardi
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Ordenamiento indiano
Volumen 18, Número 45, enero-abril, 2021, pp. 415-433 Andamios 433
Una aproximación a los clientes de prostitución en
México
Ariagor Manuel Almanza Avendaño*
Anel Hortensia Gómez San Luis**
Volumen 18, Número 45, enero-abril, 2021, pp. 435-455 Andamios 435
Ariagor Manuel Almanza y Anel Hortensia Gómez
Introducción
436 Andamios
Prostitución en méxico
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Ariagor Manuel Almanza y Anel Hortensia Gómez
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Prostitución en méxico
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Prostitución en méxico
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Prostitución en méxico
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Prostitución en méxico
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Prostitución en méxico
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Prostitución en méxico
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Prostitución en méxico
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Prostitución en méxico
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Ariagor Manuel Almanza y Anel Hortensia Gómez
Fuentes consultadas
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Prostitución en méxico
Volumen 18, Número 45, enero-abril, 2021, pp. 435-455 Andamios 455
Esclareciendo el concepto de lógica deóntica
Hugo José Francisco Velázquez*
Volumen 18, Número 45, enero-abril, 2021, pp. 457-485 Andamios 457
Hugo José Francisco Velázquez
Introducción
458 Andamios
Concepto de lógica deóntica
Andamios 459
Hugo José Francisco Velázquez
I ≡ ~M V ≡ ~P
N ≡ I~ ≡ ~M~ O ≡ V~ ≡ ~P~
P ≡ ~V ≡ ~O~
~P ≡ V ≡ O~
P~ ≡ ~V~ ≡ ~O
~P~ ≡ V~ ≡ O
460 Andamios
Concepto de lógica deóntica
Andamios 461
Hugo José Francisco Velázquez
462 Andamios
Concepto de lógica deóntica
3 Huelga agregar que esta definición recepta la distinción alemana de larga data entre
Sein-Sollen y Tun-Sollen –entre debe ser el caso y se debe hacer, respectivamente– que
es considera por von Wright en “Deontic logic revisited” publicado en 1973 en la revista
alemana Rechtstheorie. Esta distinción permite diferenciar entre una Lógica Deóntica
que trata de normas al efecto de que algo pueda, o deba o no deba ser el caso, y una
Lógica Deóntica que trata de normas al efecto de que –tal o cual agente o todos– se
deba o se pueda o no se deba hacer alguna cosa. Incluso, el mismo von Wright se
declara un instrumentalista del Sein-Sollen, en el sentido de que aquello que debe ser el
caso, a su vez, responde a un estado de cosas que funciona como fin de ese deber. Así,
en razón de tal fin se puede verificar si es verdad que tal estado debe ser (von Wright,
1979a, pp. 66-67).
Andamios 463
Hugo José Francisco Velázquez
464 Andamios
Concepto de lógica deóntica
posicional del verbo ser por la copulación del verbo deber ser
(sollen en alemán, must en inglés), radicando en ello un peculiar
y exclusivo punto de partida como base de un desarrollo lógico
definidamente autónomo (1972, p. 448).
Andamios 465
Hugo José Francisco Velázquez
466 Andamios
Concepto de lógica deóntica
4 Además, cabe agregar que si bien tradicionalmente se definió a las normas jurídicas
como juicios hipotéticos de deber ser que prevén una sanción ante un supuesto de
hecho (Kelsen, 1997), lo cierto es que se ha dejado de concebir a las mismas en virtud
de su contenido o estructura y de forma aislada (Nino, 2015). Desde las investigaciones
realizadas por Alchourrón y Bulygin (2012), una norma es jurídica en tanto pertenece
a un sistema jurídico y, como bien destacan Atienza y Ruiz Manero (2016), los sistemas
jurídicos modernos están conformados por normas de todo tipo como, por ejemplo, los
principios stricto sensu, los cuales, suponen normas regulativas categóricas de acción
que, justamente, son el prototipo de normas morales, o bien, normas constitutivas
que suponen reglas anankásticas donde podrían incluirse las normas técnicas. De este
modo, la lógica deóntica no vendría a ser más amplia que la lógica jurídica, puesto
que las normas jurídicas, al estar definidas por su pertenencia a un sistema jurídico,
incluirían –y de hecho incluyen– los otros tipos de normas. Ni siquiera haría falta hacer
salvedades particulares, pues, podría aplicarse directamente.
Andamios 467
Hugo José Francisco Velázquez
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Concepto de lógica deóntica
Andamios 469
Hugo José Francisco Velázquez
que resultada afectado por los operadores según el caso (von Wright,
1951, p. 2). Sin embargo, esta afirmación, si bien resulta acertada en
gran medida, no es absolutamente exacta, debido a que existen siste-
mas deónticos que no son modales. En este sentido afirma Kalinowski:
470 Andamios
Concepto de lógica deóntica
dra de toque responde a que, por un lado, son los sistemas que mejor
se ajustan a nuestras intuiciones respecto del comportamiento de los
conceptos normativos y, por otro lado, porque son los sistemas más
simples, difundidos y prácticos que sirven de peldaños imprescindibles
para todos los desarrollos investigativos en la materia. Asimismo, cabe
advertir que, con respecto a los SDL, es posible distinguir, al menos,
tres sistemas que pueden reclamar el epíteto de “estándar”, a saber (von
Wright, 2003, pp. 32-33):
5 Si se desea profundizar en el análisis del Sistema Clásico de Lógica Deóntica véase
Velázquez, H. Sistema Clásico de Lógica Deóntica: una mirada crítica. En Revista de la
Facultad de Derecho. Núm. 47. pp. 1-35. Montevideo.
Andamios 471
Hugo José Francisco Velázquez
472 Andamios
Concepto de lógica deóntica
al cálculo proposicional clásico, puesto que tanto las variables como las
conectivas cumplen análogas funciones a las de la lógica proposicional.
Asimismo, todas las fbf de la lógica clásica proposicional se encuentran
incluidas de modo propio en la clase de las fbf de los SDL. Esto puede
observarse, por ejemplo, en las respectivas lógicas de la acción que sus-
tentan los sistemas deónticos, las cuales, constituyen cálculos análogos
salvo por su correspondiente interpretación en términos de actos. Por
último, todos los teoremas e inferencias válidas de la lógica proposicio-
nal importan teoremas e inferencias válidas en la lógica deóntica, con
el simple recaudo de traducir las variables proposicionales al lenguaje
deóntico a través de los operadores (Echave, et al., 2008, pp. 125-127).
Como resulta obvio, esto no obsta a la existencia de fbf, teoremas e
inferencias válidas adicionales con lenguaje deóntico específico como,
por ejemplo, las leyes sobre el compromiso, la interdefinibilidad y la
distribución (von Wright, 1951, pp. 13-14).
Andamios 473
Hugo José Francisco Velázquez
6 Sise desea profundizar en el análisis del sistema de lógica deóntica esbozado por von
Wright en esta obra véase Velázquez, H. (2020). “La lógica deóntica de von Wright en
Norm and Action: estructura y problemas conceptuales”. En Nuevo Pensamiento. Vol.
10. Núm. 15. pp. 1-49.
7 Aquí se toma como referencia las normas en tanto que prescripciones dejando de
lado, por el momento, otros tipos de normas como las reglas y las normas técnicas.
474 Andamios
Concepto de lógica deóntica
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Hugo José Francisco Velázquez
476 Andamios
Concepto de lógica deóntica
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Hugo José Francisco Velázquez
Cabe aclarar que hay autores como, por ejemplo, Lorenzo Peña (2017)
que consideran irrelevante la mentada distinción. En efecto, dicho autor
sostiene que la diferenciación entre normas y proposiciones normativas,
a pesar del gran esfuerzo interpretativo de Alchourrón y Bulygin (2012),
es cuestionable, estéril y, por lo tanto, innecesaria. Cuestionable porque,
según Peña (2017), tal distinción presupone que las normas, en tanto
que prescripciones del legislador, carecen de valor veritativo, lo cual –ad-
vierte– resulta falso porque lo prescriptivo es reductible a lo descriptivo.
Así, explica que cuando el legislador sanciona una norma, crea un
hecho o situación fáctica a partir de las especificaciones que la misma
norma establece sobre las cosas por su mera prolación de acuerdo a
ciertos procedimientos convencionales (promulgación). Asimismo, ar-
guye que dicha distinción deviene estéril porque no produce dos lógi-
cas distintas y separadas, pues, entre los sistemas lógicos derivados de
tal distinción no hay diferencias sustanciales, sostiene que, en realidad,
se trata de una mera duplicación de sistemas de lógica idénticos que se
reproducen mutuamente. A su vez, esta reproducción de sistemas idén-
ticos –continúa Peña– complica las cosas innecesariamente, por lo que
se puede prescindir de ella aplicando un principio de simplificación
metodológica, únicamente, quedándonos con la lógica de normas, al
menos en cuanto a los sistemas estándar.9
A mi juicio, lo señalado por Peña resulta, cuanto menos, falso. En
primer lugar, porque parece bastante cuestionable, desde un punto de
vista lógico, la reducción de lo prescriptivo a lo descriptivo o viceversa,
ya que se estaría operando un salto lógico injustificado del deber ser al
9 Cabe advertir que la lógica nomológica que desarrolla Peña (2017) implica un siste-
ma de lógica deóntica de inspiración neo-leibniziana fundado en la naturaleza misma
de las relaciones sociales a las que se aplica (situaciones jurídicas) y que, por tanto,
busca dar cuenta de la gradualidad y de las contradicciones presentes en el derecho. En
suma, se trata de una lógica que estudia las relaciones de implicación entre situaciones
jurídico-fácticas a partir de las cuales se extraen los axiomas y teoremas válidos para el
derecho como tal.
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Hugo José Francisco Velázquez
Consideración final
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Fuentes consultadas
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Concepto de lógica deóntica
Volumen 18, Número 45, enero-abril, 2021, pp. 457-485 Andamios 485
Programas de formación universitaria en centros
penitenciarios*
Laura Ponce de León Romero**
Gina López Armijos***
Rocío Camacho Rojas****
Volumen 18, Número 45, enero-abril, 2021, pp. 487-509 Andamios 487
Laura Ponce de León, Gina López y Rocío Camacho
Introducción
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Formación universitaria en centros penitenciarios
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Laura Ponce de León, Gina López y Rocío Camacho
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Formación universitaria en centros penitenciarios
Metodología
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Laura Ponce de León, Gina López y Rocío Camacho
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Formación universitaria en centros penitenciarios
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Laura Ponce de León, Gina López y Rocío Camacho
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Laura Ponce de León, Gina López y Rocío Camacho
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Discusión
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Formación universitaria en centros penitenciarios
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Formación universitaria en centros penitenciarios
Conclusiones
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Fuentes consultadas
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Formación universitaria en centros penitenciarios
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Formación universitaria en centros penitenciarios
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Laura Ponce de León, Gina López y Rocío Camacho
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Formación universitaria en centros penitenciarios
Volumen 18, Número 45, enero-abril, 2021, pp. 487-509 Andamios 509
La política de la ciencia en el pensamiento de Auguste
Comte
Obed Frausto Gatica*
Volumen 18, Número 45, enero-abril, 2021, pp. 511-533 Andamios 511
Obed Frausto Gatica
Introducción
1 RobertScharff (1995) muestra cómo Mill sólo se basó en las dos primeras lecciones
de los Cours de philosophie positive y en el Discours sur l’esprit positif.
512 Andamios
La política de la ciencia en el pensamiento de auguste comte
Andamios 513
Obed Frausto Gatica
514 Andamios
La política de la ciencia en el pensamiento de auguste comte
Andamios 515
Obed Frausto Gatica
3 (Traducción del autor) “Ma politique, loin d’être aucunement opposée à ma philoso-
phie, en constitue tellement la suite naturelle que celle-ci fut directement instituée pour
servir de base à celle-là, […]”
4 Los saint-simonianos incorporaron la subjetividad humana en las máquinas. Fue en
ese periodo que comienza haber una fusión entre organismos biológicos y los artefac-
tos. John Tresch (2012) explica que en la Francia de la primera mitad del siglo XIX hay
un novedoso paradigma que integra conceptos híbridos, algo que él llama la “máquina
romántica”.
516 Andamios
La política de la ciencia en el pensamiento de auguste comte
5 Definitivamente era una institución total, desde sus exámenes de selección hasta sus
lecciones diarias de matemáticas y de ingeniería militar. Se buscaba inculcar disciplina
entre sus estudiantes y también un espíritu despierto para la resolución de problemas.
Había un horario bastante rigoroso y muy estricto que todos los alumnos tenían que
seguir al pie de la letra (Shinn, 1980; Weiss, 1982).
Andamios 517
Obed Frausto Gatica
6 Saint-Simon y Comte tenían ideas diferentes de cómo hacer el trabajo; mientras que
Comte preparaba profundamente cada escrito y cada idea antes de presentarla al públi-
co, Saint-Simon era menos disciplinado y constantemente presentaba textos inacabados
a la opinión pública. El punto de la separación fue que Saint-Simon usó, sin citar, el
texto del Plan des travaux scientifiques nécessaire pour réorganiser la société (2001) para
una serie de textos presentados en el Cáthesisme des industriels en 1824 (Tresch, 2012,
p. 258).
518 Andamios
La política de la ciencia en el pensamiento de auguste comte
Andamios 519
Obed Frausto Gatica
7 (Traducción del autor) “En donnant ainsi pour matière à la géométrie toutes les
formes que l’esprit humaine peut concevoir nettement d’après des caractères précis.”
520 Andamios
La política de la ciencia en el pensamiento de auguste comte
8 Comte envía una carta a su amigo Valat en septiembre de 1819 donde le explica que
considera imposible el estudio del espíritu y del alma, que toda pretensión de querer di-
Andamios 521
Obed Frausto Gatica
Comte considera que hay una carga teórica del conocimiento; la formula-
ción de hipótesis son un criterio fundacional para el conocimiento y para,
en un segundo momento, pasar a la observación y a la experimentación
de los hechos. Comte aprendió esta forma de construcción del conoci-
miento en la práctica de los salones de la École Polytechnique, pues había
un entrenamiento teórico previo a la práctica.10 Si bien Comte intentó
me est incapable par sa nature non seulement de combiner des faits et d’en déduire
quelques conséquences, mais simplement même de les observer avec attention et de
retenir avec sûreté s’il ne les rattache immédiatement à quelque explication”.
10 Laplace cuestionaba justamente eso cuando reorganizó el plan de estudios de la
522 Andamios
La política de la ciencia en el pensamiento de auguste comte
mediar la teoría con la práctica, se dio cuenta que una observación sin
teoría no podría llevar a ningún tipo de conocimiento práctico.
Es vital para la política positiva reconocer que “la marcha de la
civilización no se lleva a cabo siguiendo una línea recta,” sino que la
civilización se compone de oscilaciones progresivas que se extienden
a diferentes espacios y en ritmos más lentos o más rápidos según sea
el caso. La política tiene la capacidad de dar los tiempos y los ritmos
a esas oscilaciones de la civilización (Comte, 1942, p. 133). Siguiendo
esa línea, Comte elaboró una teoría de la historia, una visión general de
la marcha progresiva de la humanidad en la que consideraba que había
una ley de tres estadios,11 donde cada rama del conocimiento de la
humanidad pasaba sucesivamente por tres diferentes estados teóricos.
En este sentido, el hombre es un animal que posee una trayectoria
histórica (Macherey, 1989, p. 14). El primer estadio sería el teológico
o ficticio, el segundo sería el metafísico y abstracto y, finalmente, el
tercero sería el científico o positivo. Según Comte, el estadio teológico
se caracteriza por la alucinación y el fetichismo; además, es una fase
que se define como una especie de politeísmo y una diversificación de
creencias. La sociedad, entonces, recorre una línea histórica que va de
la pluralidad a la unidad, hasta llegar a la edad positiva, que es la fase
donde la razón es el fundamento del conocimiento y, a partir de ella, se
vislumbran sus propios límites (Comte, 1975).12
Comte sugiere olvidar las preguntas orientadas al por qué de las
cosas que implican crear nociones absolutas, ocultas e indescifrables;
la experiencia directa. Las ciencias serían valiosas cuando ellas puedan adaptarse al uso
práctico que las condiciones específicas demandan (Gillespie, 2004).
11 Heilbron muestra que Comte toma su noción de los tres estadios de Turgot de Sur
histoire universale. Comte llegó a esa idea porque leyó a Condercet, quien había hecho
un esquema de las ideas Turgot en Esquisse d’une tableau historique des progrès de l’esprit
humain. Turgot explica que la conciencia humana se desarrolla en tres fases. La primera
es cuando la gente no puede hacer conexiones causales de las cosas imaginado seres
abstractos e invencibles. El segundo momento es cuando comienza a criticar esas ex-
plicaciones, pero no tiene suficientes elementos para explicar cada cosa. Finalmente,
el tercer momento es cuando las matemáticas llegan a explicar las causas reales de los
fenómenos (Heilbron, 1990).
12 Una explicación histórica de la noción de la historia en Comte, contrastada con
Andamios 523
Obed Frausto Gatica
13 Comte no es nada novedoso con esta idea, pues en Newton ya podemos ver cómo ya
hay una orientación hacia preguntas que tratan de develar en coordenadas geométricas
y matemáticas cuando habla de preguntas hipotéticas en vez de aquellas sobre causas
primeras y finales. Esa actitud se aceptó en la Academie des sciences française y en co-
mienzos del siglo XIX hay ya un discurso contra la metafísica (Hann, 1971).
14 (Traducción del autor) “Toutes les cités se trouvaient naturellement rivales dans l’âge
militaire”.
524 Andamios
La política de la ciencia en el pensamiento de auguste comte
15 Comte usa el término “física social” hasta 1839, cuando finalmente lo remplazó
por la sociología. El término fue usado por Quetelet para su aplicación de métodos
cuantitativos y estadísticos para el estudio de los fenómenos sociales, un movimiento
que Comte rechazaba.
Andamios 525
Obed Frausto Gatica
526 Andamios
La política de la ciencia en el pensamiento de auguste comte
Política de la ciencia
16 (Traducción del autor) : “ […] quand la politique sera devenue une science po-
sitiviste, le public devra accorder aux publicistes, et leur accordera nécessairement,
la même confiance pour la politique qu’il accorde actuellement aux astronomes pour
l’astronomie, aux la médicine, […]”
17 Según Grange, Comte no debería ser considerado como un precursor del Círculo
de Viena, pues sus protagonistas no conocieron su obra. Las ciencias para Comte cons-
tituyen un modo indirecto de adaptación, de un ser vivo que es la humanidad, para
vivir en el mundo. El rigor y la relatividad del conocimiento científico produce una
restricción que hacen de sus diferentes campos. Esos campos no están integrados del
todo con ninguna lógica o lenguaje común, para Grange, ellos están diferenciados. En
ellos no hay un fundamento único ni último. “Al enterrar a Dios, la humanidad, incluso
y sobre todo en su amor por el saber, tiene un destino espiritual mismo que con hu-
mildad debe admitir la relatividad del conocimiento y de los valores.” (Traducción del
autor) “mettre Dieu sur terre : l’Humanité, y compris et surtout dans son amour pour
Andamios 527
Obed Frausto Gatica
le savoir, a un destin spirituel, même si avec humilité elle doit admettre la relativité des
connaissances et des valeurs” (Grange, 2000, p. 45).
18 (Traducción del autor) “Quand les sentiments et les idées correspondent assez à
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La política de la ciencia en el pensamiento de auguste comte
Conclusiones
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Obed Frausto Gatica
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La política de la ciencia en el pensamiento de auguste comte
tuales son la ley de los tres estadios, la carga teórica del conocimiento,
la organización jerárquica de las disciplinas científicas y, por último, las
leyes de la estática y la dinámica.
Fuentes consultadas
Andamios 531
Obed Frausto Gatica
532 Andamios
La política de la ciencia en el pensamiento de auguste comte
Volumen 18, Número 45, enero-abril, 2021, pp. 511-533 Andamios 533
Hacia una tipología de la Interculturalidad en salud:
alcances, disputas y retos
Ana Rita Castro*
*
Profesora y responsable del Centro Universitario de Enfermería Comunitaria en la
Escuela Nacional de Enfermería y Obstetricia, de la UNAM. Doctora en Ciencias en
Salud Colectiva por la UAM-Xochimilco. Correo electrónico: castroanarita@gmail.com
Volumen 18, Número 45, enero-abril, 2021, pp. 535-552 Andamios 535
Ana Rita Castro
1 Para este trabajo ‘campo de la salud’ será el espacio e interrelación de fuerzas sociales,
institucionales y políticas, en el que convergen los diversos actores en relación a los
procesos de salud-enfermedad-atención-cuidado, en un sentido amplio.
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Hacia una tipología de la Interculturalidad en salud
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Ana Rita Castro
Interculturalidad relacional
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Hacia una tipología de la Interculturalidad en salud
Interculturalidad funcional
Interculturalidad crítica
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Ana Rita Castro
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Hacia una tipología de la Interculturalidad en salud
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Ana Rita Castro
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Hacia una tipología de la Interculturalidad en salud
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Ana Rita Castro
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Ana Rita Castro
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Ana Rita Castro
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Hacia una tipología de la Interculturalidad en salud
A manera de cierre
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Ana Rita Castro
Fuentes consultadas
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Hacia una tipología de la Interculturalidad en salud
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Ana Rita Castro
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Reseñas
“Caravaneros” Diálogos entre la academia y los
actores de la transmigración contemporánea
Héctor Parra García*
Oviedo, D. (2020). Caravaneros. México: Festina.
Volumen 18, Número 45, enero-abril, 2021, pp. 555-558 Andamios 555
Héctor Parra García
trasfondo histórico que motivaron los proyectos de partida, así como los
múltiples actores que hicieron posible estas transmigraciones colectivas.
Douglas Oviedo es el autor del libro y a la vez es El Pastor, uno
de los personajes más emblemáticos del relato. Coincido con Adam
Elfers y Kei Kurimoto en ver en Douglas “un puente” (p.7) ya que su
liderazgo, fraternidad y amor por el prójimo significaron una fuerza
de unidad para los migrantes que padecieron de hambre, hostilidades,
desconfianza y violencia, durante las caravanas y al toparse con el muro
fronterizo en Tijuana.
Otros protagonistas de este relato son Paquito, joven hondureño de
15 años hostigado por una banda en su localidad; Gloria una mujer
abandonada por su pareja que emprende el viaje con sus dos hijos y
Chuy, un oficinista despedido por no apoyar al Partido, que caravanea
para mantener a su familia. A lo largo de las travesías de estos caravane-
ros, se pone énfasis en las cotidianidades e imaginarios colectivos que
sostienen sus proyectos migratorios, así como el potencial que dichas
tramas tiene para descentrar la violencia que padecen.
La hermandad y solidaridad que surge con quien se pone “en nues-
tros zapatos” se replica en diversos diálogos entre los migrantes: “Pues
ya somos familia” (p. 49) le replica Paquito a Gloria cuando le sugiere
que se hagan compañia en cuanto se conocen, caminando juntos du-
rante toda la caravana; “Hermano, yo no te voy a dejar botado, tú has
sido mi compañía y mi ayuda (…) si yo paso, tú tambien pasas” (p.
143) le contesta Manuel a Chuy para que registre su solicitud de asilo.
La estrategia más elemental, pero la que quizás mejor engloba toda
la potencia subversiva de las caravanas, fue la de sostener la vida colec-
tiva. A lo largo de diversos diálogos se recoge la importancia que tuvo
la deliberación constante de las estrategias de movilidad y de descanso,
considerando siempre la vulnerabilidad de la retaguardia de la caravana
–conformada principalmente por niños, mujeres y ancianos-, y sobre
todo a raíz de las primeras redadas del Instituto Nacional de Migración
(INM) en Chiapas. “Todos o nada, déjenos pasar” (p. 75) “ahora la cara-
vana va a proteger a los más vulnerables” (p. 102) fueron las constantes
consignas en cada uno de los movimientos de la caravana.
La dimensión de género fue crucial en la construcción de estos au-
tocuidados colectivos. Sin el compromiso que supuso cuidar la vida de
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Caravaneros
todos –sobre todo por las mujeres jefas de familia- la adhesión de los
grupos más vulnerables a la caravana no hubiese sido posible y con ello,
quizás, no se hubiera tenido tanta visibilidad mediática. El compromiso
de Paquito, Chuy y Manuel de apoyar en todo momento a Gloria y sus
hijos, reflejan la politicidad de cuidados que se ensayó en estas caravanas.
A nivel político, diversos relatos del libro nos muestran cómo las
caravanas fueron tambien una estrategia de denuncia colectiva a las res-
posabilidades de los gobiernos centroamericanos por las condiciones de
desigualdad económica y violencia estructural que padece la mayoría de
sus ciudadanos. Al incorporar la manifestación política, las narrativas de
los migrantes adquirieron otra forma de pertencia identitaria, sobre todo
desde un ejercicio de ciudadanía en exilio, con la cual los migrantes
luchan por su derecho a residir en México. A nivel orgánico la dirección
política de la caravana parece descansar en la legitimación de facto que
tuvieron desde el comienzo algunos miembros de la caravana como
El Pastor apodado “el Moisés del éxodo centroamericano” (p. 105). La
convergencia de diversos grupos étnicos y sociales generaron un punto
de partida de una nueva identidad migrante: el caravanero que migra
colectivizando una diversidad de recursos sociales (contactos, informa-
ción, conocimientos, capacidades de movilidad, etc.): “Aquí en México
ustedes dejaron de ser salvadoreños, nosotros dejamos de ser hondu-
reños, guatemaltecos o nicaragüenses para ser migrantes, que no se te
olvide, eso somos: migrantes” (p.115) advierte El Pastor a un portavoz
de un grupo de salvadoreños que decidieron no unirse a la caravana.
Una atmósfera espiritual-devocional atravesó a las caravanas, y más
aún en los momentos donde el principio de esperanza se ve menguada.
La metáfora del exilio del pueblo judío en las sagradas escrituras con-
forma una narratva muy poderosa de El Pastor al equiparar la huida
de la esclavitud de los hijos de Israel con la huida de la miseria, la
violencia y la corrupción por parte de los pueblos centroamericanos
(p.68); así como mostrar la vigencia de la persecusión de los faraones
egipcios con los dispositivos de persecusión de los estados modernos.
El libro termina con el arribo y los primeros intentos de organización
de la caravana para solicitar asilo en Tijuana. Numerosas experiencias
de organización y lucha por la visibilidad del derecho a migrar han
sucedido después, sobre todo con la participación creativa y activa de
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Héctor Parra García
558 Andamios Volumen 18, Número 45, enero-abril, 2021, pp. 555-558
Cruzar el puente. De la investigación al aula
Areli Flores Martínez*
Volumen 18, Número 45, enero-abril, 2021, pp. 559-564 Andamios 559
Areli Flores Martínez
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Cruzar el puente. De la investigación al aula
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Areli Flores Martínez
Pienso que hacen falta más trabajos de corte experimental con esta
población migrante en la ciudad, donde se tomen en cuenta las varia-
bles que la autora menciona, aunadas a las que tienen que ver con la
escolarización. Esto es: ¿cómo trabajar con esta hipótesis en circuns-
tancias donde los niños acuden poco a la escuela, son los primeros
alfabetizados en su familia, por lo que tienen un nulo contacto con la
lengua escrita, y no sabemos el grado exacto de su bilingüismo? A mi
parecer, esto es el reto que Rebeca Barriga propone sortear en futuros
trabajos de su línea de investigación.
La tercera sección: Las consecuencias de una historia sin fin, aborda en
un par de capítulos, el desplazamiento de las lenguas indígenas por el
español. En Lenguas en contacto: el caso de una familia mazahua, la in-
vestigadora de El Colegio de México da cuenta de un estudio realizado
en tres generaciones de una familia mazahua. En él explora, a través
de entrevistas y la elicitación de narrativas, el español hablado por seis
integrantes de una familia con diferentes grados de bilingüismo.
Las hablantes de primera generación entrevistadas, además de tener
como lengua materna el mazateco son analfabetas. De los entrevistados
de segunda generación, dos tienen como lengua materna el mazahua y
una el español. Finalmente, el pequeño de cinco años de tercera gene-
ración tiene como lengua materna el español y acude al preescolar. Del
análisis realizado se desprende que el español con más construcciones
problemáticas –desviadas del español estándar– es el de las mujeres de
primera generación. Pero entre los dos hermanos entrevistados de segun-
da generación hay notables diferencias. El español de uno de ellos, que
cuenta con estudios de posgrado, es prácticamente normativo, lo que im-
plica que la escolaridad tiene más peso que la interferencia de la lengua.
Una de las entrevistadas responde que ni sus nietos ni sus nueras
hablan la lengua indígena: “No quieren prender [aprender] mazahua,
le da susto” (p. 223). Esta frase es el pórtico del tema del último capí-
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Cruzar el puente. De la investigación al aula
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Areli Flores Martínez
Fuentes consultadas
564 Andamios Volumen 18, Número 45, enero-abril, 2021, pp. 559-564
De cómo el filósofo se levantó de su butaca para tomar
la pista de carreras
Mario Alfredo Hernández*
Volumen 18, Número 45, enero-abril, 2021, pp. 565-572 Andamios 565
Mario Alfredo Hernández
566 Andamios
De cómo el filósofo se levantó de su butaca
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Mario Alfredo Hernández
rawlsiana tomen como premisa la idea de juego limpio, juego justo o juego
imparcial. Esto como el ethos social que sería resultado de observar a las
instituciones como árbitros que asignan porciones de los bienes que
todos queremos y, de manera complementaria, a los acuerdos justos de
cooperación como producto de la puesta en juego de las excelencias
perfomativas de ciudadanos que aceptan los principios de justicia que
benefician a todos. Quizá, como se afirma en el libro, decidir reglas
entre iguales cuando somos pequeños nos prepara para seleccionar
las reglas de cooperación entre adultos que suponemos con la misma
racionalidad y capacidad deliberativa, pero que están lastrados por
profundas desigualdades históricamente acumuladas. Más aún, la expe-
riencia de las instituciones como restricción de la voluntad empieza a
prefigurarse en la infancia a través de los castigos a quienes rompen las
reglas del juego y se actualiza en los espacios lúdicos que, para poder
existir, reclaman penalizaciones a quienes se piensan a sí mismos como
portadores de la prerrogativa de desconocer las normas comunes. De
alguna manera, la idea del juego y el espacio normativo que define éste,
permiten escenificar en lo cotidiano aquella caracterización kantiana
del mal radical como la tentación a pensarse uno mismo a partir de la
excepción a la regla que debería valer para todos los demás. En este eje
se sitúan los ensayos de Óscar Mendiola, Artes marciales y sus códigos
de valores; de Daniela Pérez Michel y María Covadonga Soto, Género y
deporte; de Mauricio Nakash, Panóptico Field; y de José Luis Barrios, El
deporte: paradojas de su representación.
Luego, está la idea del deporte como emoción. Habría que señalar
que, si la estética constituyó a la conmoción y al placer como rasgos
distintivos de las experiencias que se relacionan con la dimensión no
utilitaria del mundo, esto derivó en una reflexión sobre el juicio de
gusto. En este sentido es que se pudieron formular preguntas como
ésta: ¿qué es lo que permite vincular a la emoción que nos provocan
motivos tan distintos como las pinturas rupestres de Altamira, los cua-
dro negros de Goya o la música electrónica de Karftwerk? Una primera
respuesta indica que lo que vincula a todas estas experiencias es la
subjetividad que se emociona con dichos objetos y busca fundamentar
ese gusto de una forma tal que su opinión pudiera concitar el consenso
amplio, más allá del tiempo y espacio que condicionan las experiencias
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De cómo el filósofo se levantó de su butaca
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Mario Alfredo Hernández
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De cómo el filósofo se levantó de su butaca
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Mario Alfredo Hernández
572 Andamios Volumen 18, Número 45, enero-abril, 2021, pp. 565-572
Arbitraje
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Andamios, Revista de Investigación Social
del Colegio de Humanidades y Ciencias Sociales
fue impresa el 17 enero de 2021
en el taller de impresión de la Universidad
Autónoma de la Ciudad de México, San Lorenzo 290,
Col. Del Valle, Delegación Benito Juárez
con un tiraje de 500 ejemplares.