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República Bolivariana de Venezuela

Ministerio del Poder Popular para la Educación Universitaria Ciencia y Tecnología


Universidad Bolivariana de Venezuela
Maturín Estado Monagas

Grupos Vulnerables

Profesor: Estudiantes:

Pedro Tirado Cedula: 8.874.875 Alejandra Díaz CI: 30.537.403

Uc: Exclusion Social y Grupos Vulnerables Johana Rodríguez CI: 18.081.619

PFG: Estudios Jurídicos Melquisedec Quijada CI: 28.522.088.

Trayecto 3 Tramo V Sección 1 Anismel León Sanabria CI: 26.516.530.

Maturín, Abril 2021


GRUPOS VULNERABLES

Para entender qué son los grupos vulnerables, primero debemos tener en


claro a qué aluden las nociones de grupo y de vulnerable. Un grupo es un conjunto
de individuos, animales u otros elementos. Vulnerable, por su parte, es aquel o
aquello que es susceptible de sufrir algún tipo de menoscabo o daño, ya sea moral
o físico.

Los grupos vulnerables, por lo tanto, son agrupaciones o comunidades de


personas que se encuentran en una situación de riesgo o desventaja. Por lo
general se considera que el Estado debe asistir a quienes padecen
la vulnerabilidad.

Un grupo vulnerable puede estar formado por sujetos que, a causa de su


situación económica, su condición física, su nivel educativo, su género o su edad,
necesitan un esfuerzo adicional para integrarse a la sociedad y desarrollarse.
Debido a sus características o condiciones, estos seres humanos pueden sufrir la
violación de sus derechos.

ESTUDIOS DE LA EXCLUSION EN CADA GRUPO VULNERABLE.


EXCLUSIÓN DE LAS MUJERES

Las mujeres en situación o riesgo de exclusión sufren mayor vulnerabilidad


y falta de empatía social que los varones en circunstancias similares por el hecho
de ser mujeres sin que las políticas sociales y la red de recursos existentes
atiendan sus necesidades con verdadera perspectiva de género.

Durante mucho tiempo la perspectiva de género como factor de una posible


exclusión social no se había tomado en cuenta hasta recientes estudios que
empezaban a afrontar como los roles, estereotipos y la identidad de género,
podían formar parte de aquellos factores sensibles hacia una exclusión social.
Sexo es un término que hace referencia a las diferencias anatómicas y fisiológicas
entre mujeres y hombres, el término género, del que existe una gran confusión
terminológica y conceptual, se relaciona con los componentes no fisiológicos del
sexo o aquellos aspectos cuya causalidad biológica no se ha demostrado, A lo
largo del proceso de socialización y según el sexo: hombre o mujer, se aprenden y
ponen en práctica una serie de comportamientos aceptados como femeninos y/o
masculinos, que van a ser considerados como apropiados o no, Estos
comportamientos es lo que se ha denominado como roles de género, y están
directamente relacionados con el reparto de tareas entre mujeres y hombres.

Por ejemplo, a las mujeres se les asignan unos roles vinculados con el
desempeño de tareas en el ámbito doméstico, relacionadas con el cuidado del
hogar y con el cuidado de las personas en el entorno familiar, mientras que a los
hombres se les asignan roles relacionados con el ámbito público: el empleo
remunerado y la participación en los órganos de toma de decisiones que afectan al
conjunto de la sociedad.

De manera genérica, se diferencian cuatro tipos básicos de estereotipos de


género:

 Rasgos de personalidad (se suele esperar que las mujeres sean pasivas y
sumisas, mientras que se espera que los hombres sean seguros de sí
mismos y agresivos).
 Comportamiento doméstico (por ejemplo, se suele considerar que las
mujeres cuidan mejor de los niños; mientras que los hombres se
desempeñan mejor en las reparaciones de la casa).
 Ocupaciones (por lo general, las mujeres son consideradas como mejores
en el desempeño de ocupaciones de ayuda y los hombres en ocupaciones
técnicas).

Se puede definir la exclusión social femenina como la situación carencial


generalizada y de aislamiento social, que sufren los individuos o grupos
sociales, resultante de procesos en los que actúan factores de carácter
económico, social, político y cultural que, a su vez, interactúan entre sí
reforzándose mutuamente.
EXCLUSIÓN DE LOS NIÑOS Y ADOLESCENTES

Los niños están sujetos a derechos, La infancia no es el preámbulo de la


vida adulta, tiene valor en sí misma y los niños deben ser aceptados y protegidos
como sujetos de derecho. Así lo entiende la comunidad internacional y es la base
sobre la que está construida la Convención sobre los Derechos del Niño de
Naciones Unidas (1989).

Por ello, los procesos de exclusión social no deben ser entendidos sólo
como una pérdida de bienestar, presente o futuro, sino, principalmente, como un
deterioro de los derechos de la infancia, de los que depende su bienestar y
desarrollo integral, Todas las personas necesitamos de los demás, pero, los niños
en particular carecen de autonomía suficiente para hacer valer sus derechos como
sector de la sociedad, por lo que requieren del compromiso y la solidaridad de los
adultos para que estos sean garantizados. Sin embargo, los procesos de exclusión
social de la infancia conllevan la pérdida de relaciones y vínculos positivos con la
sociedad adulta, profundizando con ello su indefensión.

La exclusión social de la infancia está normalmente vinculada a los


procesos de exclusión que experimentan las familias con hijos menores de edad,
en particular sus padres y madres. Por este motivo, las de lucha contra la
exclusión infantil deben proporcionar apoyos adaptados a los distintos tipos de
familia, porque de sus estados y funcionamiento dependen en gran medida la
relación con el entorno, el desarrollo integral y el bienestar social de los niños.

Una de las trasmisiones generales de la exclusión son aquellas donde los


niños acarrea graves costes a la sociedad porque los efectos negativos de estos
procesos se pueden prolongar en las edades adultas del sujeto, pero también
transmitirse a su propia descendencia, dando lugar a fenómenos de transmisión
de una generación a otra de los valores, visiones del mundo y conductas
motivadas por las experiencias de exclusión padecidas durante la infancia.
EXCLUSIÓN DE PERSONAS CON DISCAPACIDAD

La exclusión social de las personas con discapacidad tiene un origen


multidimensional y multicaule. Esta situación de exclusión se agrava por diversas
dimensiones personales y por factores que aumentan el riesgo de pobreza, como
podría ser la falta de estudios, el desempleo o la carencia de recursos.

La Organización Mundial de la Salud ha establecido la diferencia conceptual


de los términos deficiencia, discapacidad e invalidez y minusvalía, mismas que
deben relacionarse con las posibilidades de la persona para encontrar, conservar
y progresar en un trabajo, es decir, incorporarse socialmente a la vida productiva.
“Persona con discapacidad será todo ser humano que presenta temporal o
permanentemente una disminución en sus facultades físicas, intelectuales, o
sensoriales que le limitan realizar una actividad normal (fracción I)”. Ahora bien, el
término discapacidad puede comprender el aspecto físico, sensorial, psiquiátrico y
cognitivo; entendiéndose por incapacidades físicas aquellas que afectan los
movimientos tales como la espina bífida, síndrome pos polio o parálisis cerebral.
Las incapacidades sensoriales son aquellas que afectan uno o más sentidos, tales
como la ceguera o la sordera; las incapacidades cognitivas como el autismo o el
Síndrome de Down, y las incapacidades psiquiátricas como la depresión o la
esquizofrenia.

Más de mil millones de personas de todo el mundo viven con alguna forma
de discapacidad. En muchas sociedades, las personas con discapacidad a
menudo terminan desconectadas, viviendo aisladas y discriminadas.

Coincidiendo con el Día Internacional de las Personas con Discapacidad,


que se conmemora cada 3 de diciembre, las Naciones Unidas han publicado el
informe Sobre discapacidad desarrollo de 2018: consecución de los Objetivos de
Desarrollo Sostenible, para y con las personas con discapacidad. En ese informe
se muestra que las personas con discapacidad se encuentran en una situación de
desventaja en la mayoría de los Objetivos de Desarrollo Sostenible. Por ejemplo,
resalta que, con respecto al Objetivo número 1, sobre eliminación de la miseria,
“las personas con discapacidad tienen más probabilidades de vivir bajo el umbral
de la pobreza que las personas sin esas discapacidades debido a las barreras de
la sociedad, tales como la discriminación, el limitado acceso a la educación y al
empleo, y la falta de inclusión en los programas sociales.”

La discapacidad y la exclusión social son dos categorías de análisis


aparentemente muy relacionadas, en las cuales están inmersas por un lado,
personas con deficiencias en problemas de salud y, por otro, aquellos sectores
que por múltiples impedimentos, ya sea de índole social, política y económica, no
pueden satisfacer sus necesidades básicas o acceder a una ciudadanía social
plena. Ahora bien, las personas con discapacidad, en la mayoría de los casos por
su limitación física, mental o sensorial y por barreras que la misma sociedad les
impone, presentan altos grados de exclusión social toda vez que presentan poco
acceso a empleo, educación, accesibilidad a sitios públicos, entre otras
desventajas sociales.

EXCLUSIÓN DE HOMOSEXUALIDAD

Las personas LGBTI (lesbianas, gais, bisexuales, transgénico e


intersexuales) siguen enfrentando exclusión, discriminación y violencia en todas
partes del mundo, y América Latina y el Caribe no es la excepción.

Si bien el volumen de datos fidedignos respecto al tamaño de la población


LGBTI es escaso, un estudio de 2008 de la Universidad de San Pablo halló que el
19,3% de la población masculina en Río de Janeiro se identificaba a sí misma
como gay o bisexual, y el 9,3% de la población femenina se identificaba a sí
misma como lésbica o bisexual. En el caso de individuos transgénico, el Instituto
Williams calcula que el tamaño de la población alcanza el 0,7%, mientras que el
informe Libres e Iguales de la ONU calcula que entre el 0,05% y 1,7% de la
población nace con rasgos intersexuales.
Clifton Cortéz, Asesor Global del Grupo del Banco Mundial en Orientación
Sexual e Identidad de Género, explica cómo la exclusión y la discriminación
derivan en violencia, acceso reducido a oportunidades, y obstaculizan el
desarrollo.

La discriminación contra homosexuales y lesbianas en México se percibe


como una problemática estructural y ampliamente extendida. Tras dos encuestas
nacionales que estudian su tendencia, se ha detectado a este sector poblacional
como de los más violentados, al grado de que se ubica como el segundo país con
mayores índices de crímenes por homofobia. Sin embargo, poco se ha estudiado
este fenómeno en las entidades que conforman la república. Así, este documento
hace un acercamiento al fenómeno de exclusión en el Estado de Hidalgo, México,
a partir de la Encuesta Nacional sobre Discriminación de 2010. El procedimiento
metodológico se conforma por una revisión estadística descriptiva para examinar
la tendencia y se construyen perfiles analíticos de agentes discriminadores
mediante la técnica de correspondencias múltiples con variables demográficas
básicas.

EXCLUSIÓN DE AFRODECENDIENTES

América Latina tiene una deuda con su población de origen africano: si bien
ha registrado mejoras en su condición de vida en los últimos años, está lejos de
erradicar su exclusión social y económica.

Los Afrodecendientes son un cuarto de la población latinoamericana, pero


ocupan una parte desproporcionadamente alta de los pobres de la región, según
el estudio divulgado en Costa Rica.

Germán Freer, especialista en desarrollo social del Banco Mundial, indicó


que la mejora en las condiciones de vida de los afro latinoamericanos refleja un
"proceso macro" que vivió la región, con una expansión de la clase media y 80
millones de personas que salieron de la pobreza.
"Los Afrodecendientes se beneficiaron de esto", comentó Freer a AFP. "Si
bien se beneficiaron un montón por la reducción de la pobreza, no se beneficiaron
tanto como el resto de la población", agregó. Ante ello, el informe destaca que
"hacen falta política diferenciadas para cerrar las brechas" sociales que marginan
a los Afrodecendientes del resto de la población. Indicó que los países
latinoamericanos en general no han desarrollado políticas específicas a favor de la
población negra, y las que existen se han comenzado a desarrollar en forma
reciente. Una excepción es Brasil, donde vive la mayoría de los afro
latinoamericanos y cuenta con un ministerio de igualdad racial focalizado en la
población de origen africano con políticas de inclusión educativa y laboral.

Son aproximadamente unos 150 millones de Afrodecendientes en


Latinoamérica y el Caribe, lo que equivale a un tercio de su población total. La
importancia numérica de la diáspora africana en esta parte del continente es tal,
que la Unión Africana le dio entidad como la sexta región. Sin embargo, la
presencia de estos habitantes y el aporte cultural que representan no han sido
reconocidos por ningún país, sino que, por el contrario, los descendientes de este
grupo fueron marginados y excluidos sistemáticamente de las políticas
gubernamentales. . “En casi todas partes, esta población es víctima de
discriminación racial y exclusión, razón por la cual sufre grandes privaciones
económicas y sociales, al igual que ocupa un número mucho menor de cargos
directivos en la sociedad que los alberga”, asegura Diego Buffa, director del
Programa de Estudios Africanos del Centro de Estudios Avanzados (CEA) de la
Universidad Nacional de Córdoba.

Dentro de este grupo, incluye no sólo a los descendientes de los africanos


esclavizados traídos en forma no voluntaria a América latina y el Caribe durante el
período colonial, sino también a un nuevo conjunto de africanos que -aunque
minoritario en relación al primero- llegaron y siguen llegando, en forma voluntaria o
cuasi-voluntaria, en busca de una mejor situación económica o por razones
políticas, desde finales del siglo 19 a esta región, y cuyos descendientes forman
parte de la población americana.
Los estudios realizados por Diego Buffa sobre las comunidades
Afrodecendientes evidencian importantes niveles de desigualdad social en materia
de salud, educación y economía en toda Latinoamérica.

EXCLUSIÓN DE LOS PUEBLOS INDÍGENAS

En nuestro país, los pueblos indígenas han permanecido sistemáticamente


excluidos de la construcción del Estado. No obstante, en las políticas
gubernamentales, sigue predominando la idea de que la exclusión indígena tiene
su origen en la extrema pobreza y marginación respecto al desarrollo nacional.

La discriminación se manifiesta en la falta de respeto y vigencia de los


derechos humanos de los cuales son titulares, los coloca en una situación pobreza
y pobreza extrema.

Los problemas estructurales creados desde la colonización han dificultado


el camino para lograr el reconocimiento de los pueblos indígenas como sujetos
colectivos de derecho, y la plena vigencia de sus derechos. Los Acuerdos de Paz
“siguen siendo válidos y vigentes, y deben orientar el cambio de reconocimiento
como Nación multiétnica, plurilingüe y multicultural”.

 Condiciones de pobreza: La discriminación incrementa la desigualdad


social y ahonda las condiciones de pobreza en que se encuentra la
población indígena. Esta exclusión se observa en todas las esferas,
incluyendo la propiedad de la tierra, el acceso a los servicios básicos, las
condiciones laborales, el acceso a la economía formal, acceso a la justicia,
la participación en instancias de toma de decisiones y representación en
medios de comunicación y en el debate público.
 El racismo: es un elemento que ha incidido y continúa incidiendo
directamente en las relaciones sociales de producción, en la medida en que
influye en el establecimiento de formas y tipos de trabajo.
 El trabajo forzado y explotación servil del indígena, ha sido un elemento
fundamental en el sometimiento de los pueblos indígenas a lo largo de la
historia
Sin embargo, las investigaciones muestran que los indígenas no solo viven en
zonas rurales; también se establecen en zonas urbanas. Según el informe
Latinoamérica Indígena en el Siglo XXI: Primera década, casi la mitad de la
población indígena de

EXCLUSIÓN DE EX DETENIDOS

Teniendo en cuenta los factores nombrados anteriormente cabe destacar


que uno de los principales factores de riesgo es la exclusión o rechazo de la
sociedad hacia la población reclusa y ex reclusa, desencadenando de esta
manera la clave de este proyecto de investigación, el conjunto de actitudes
negativas que dificultan la reinserción de dicho colectivo.

Gran parte de la psicología social entiende las actitudes como juicios, ideas
o cosas globales y estables que una persona hace sobre otra, y reciben el nombre
de objetos de actitud. A partir de ahí, surgen una serie de actitudes negativas: Los
prejuicios.

Cuando la actitud negativa se manifiesta, se expresan con conductas


discriminatorias. Las actitudes hacia las personas reclusas y ex reclusas es un
tema polémico, y a su vez, tiene gran influencia en la forma a la que se responde
ante los tratamientos penitenciarios y a las herramientas correccionales que son
aplicadas a los internos. Si se confía en que son personas con posibilidades de
cambio, el camino de su reinserción les será mucho más fácil.

Hay que señalar que las actitudes son un factor importante para la
reinserción, ya que una población en la que no se acepta los ex reclusos hace que
aumente la estigmatización y las probabilidades de reincidir.

EXCLUSIÓN DE LAS CLASES DESPOSEÍDAS


Son aquellas clases excluidas de la sociedad que por su sexo, raza, cultura,
creencias o clase sociales son desposeídas y sin oportunidades las Que carece de
determinada cosa, especialmente de aquello a lo que tiene derecho los derechos
de los desposeídos; la historia del hombre es la de la lucha de clases: la clase
desposeída lucha contra la clase poseedora.

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