Está en la página 1de 3

Alumno: JUAN RICARDO TAPIA UTRERA

CEDULA DE IDENTIDAD: V-21.214.272


Sección: 2-N
Numero de lista: 19.
Tfno.: 0412-5000499
Profesor: DR. JOSÉ ANTONIO CEBALLOS. PROFESOR. DEONTOLOGIA.
SECCIÓN 2.N. U.A.M.

1.- Concepto y origen del termino Persona Humana.


El concepto de persona es un concepto principalmente filosófico, que expresa la
singularidad de cada individuo de la especie humana en contraposición al
concepto filosófico de (naturaleza humana) que expresa lo supuestamente común
que hay en ellos. Sin embargo, en Ética y en Derecho no solo existen personas de
la especie humana.
El significado actual de persona tiene su origen en las controversias cristológicas
de los siglos IV y V. En el transcurso del debate entre las diferentes escuelas
teológicas, se desarrollaron conceptos hasta entonces no conocidos. Se trataba
de disponer de herramientas de pensamiento filosófico, sobre las que mantener un
debate intelectual honesto y riguroso acerca de los dogmas y que permitiesen
esclarecer sus diferencias o similitudes con Dios Padre. Para ello la filosofía tomó
prestado del teatro griego el término (prósopon), y lo convirtió en un término
filosófico, definiendo al Λóγος (Logos) como Persona divina. Por afinidad, el
concepto fue posteriormente aplicado al Espíritu Santo, a los ángeles y a los
hombres.
2.- La Persona Humana y la Ética.
La meditación sobre la naturaleza humana se ha realizado bajo tres aspectos:
desde el punto de vista ontológico, jurídico y ético. La persona humana
ontológicamente considerada es sustancia racional dotada de conocimiento, de
voluntad y dueña de sus actos. El estudio ontológico comprende la totalidad, la
plenitud del ser individual para llegar hasta sus últimas consecuencias: lo absoluto.
3.- Análisis sobre la ética del discurso de J. Habermas.
La filosofía moral que desarrolló Habermas a lo largo de los años 80, conocida
como ética del discurso, es el resultado de los presupuestos teóricos organizados
en la monumental Teoría de la acción comunicativa, publicada en 1981. Frente al
denominado paradigma de la conciencia, representado por toda la filosofía
moderna y contemporánea desde Descartes, en esta obra, el filósofo alemán
defiende lo que denomina paradigma del lenguaje. Así, mientras que el primer
paradigma defiende una teoría del conocimiento basada en la representación de
un objeto
por parte de un sujeto, el segundo paradigma consiste en la construcción
pragmática del conocimiento por medio del lenguaje. Mientras que el primer
paradigma considera el conocimiento como un hallazgo definitivo que resulta de
una relación individual y monológica entre un sujeto y su objeto de investigación,
el segundo paradigma defiende un modelo de conocimiento falible, y por tanto,
criticable y revisable, construido dialógicamente por un grupo a través de la
intersubjetividad del lenguaje. El giro pragmático de la filosofía del lenguaje en
Austin y Searle, así como el a priori de la comunidad ideal de habla en Apel están
en la base de los presupuestos de Habermas. Es a partir del análisis de este
segundo paradigma como Habermas obtiene lo que denomina ética del discurso.
Se trata de un procedimiento formal de construcción de normas independiente de
todo presupuesto de contenido, y que resulta del modelo comunicativo del
paradigma del lenguaje. El objetivo de este procedimiento está en la obtención de
un argumento capaz de contemplar los intereses de todos los afectados y
partícipes del procedimiento discursivo, y por tanto, su aprobación, por el hecho de
representar el mejor argumento.
4.- Análisis sobre la dialéctica de la secularización:
J. Habermas y J. Rattzinger.
En el debate con Ratzinger, Habermas arranca su exposición con una inquietante
pregunta: El Estado liberal y secularizado del que él se manifiesta firme defensor
¿no se alimenta en última instancia de presupuestos normativos que no está en
condiciones de garantizar? En otras palabras, la estructuración del poder político
¿es posible justificarla desde una perspectiva puramente secular y post metafísica,
es decir, no religiosa? La respuesta de Habermas a esta cuestión es afirmativa,
siempre y cuando las libertades comunicativas sean capaces de movilizar la
participación de los ciudadanos en orden al debate público. En definitiva, la fuente
pre-política del Estado la constituye la argumentación racional espontánea
aportada por los ciudadanos.
Habermas apunta acertadamente que, a lo largo de la Historia, el catolicismo ha
sido capaz de sostener de manera racional sus creencias, aunque de hecho haya
tenido muchas dificultades para entenderse con el humanismo laico moderno. En
efecto, la fuerza de la luz natural de la razón que la Iglesia propone no es
compatible con un débil escepticismo, y esto facilita que el creyente extraiga el
significado (secularizado) encerrado en la fe religiosa.
5.- Explique en que consiste el modelo ético Kantiano.
La ética kantiana es una teoría ética deontológica formulada por el filósofo
Immanuel Kant. Desarrollada como producto del racionalismo ilustrado, está
basada en la postura que la única cosa intrínsecamente buena es una buena
voluntad; por lo tanto una acción solo puede ser buena si su máxima el principio
subyacente obedece a la ley moral. Central a la construcción kantiana de la ley
moral es el imperativo categórico, que actúa sobre todas las personas, sin
importar sus intereses o deseos.
Kant lo formuló de varias maneras. Su principio de universalidad requiere que,
para que una acción sea permisible, debe ser posible aplicarla a todas las
personas sin resultar contradictoria. Su formulación de la humanidad como un fin
en sí misma exige que los humanos nunca sean tratados meramente como un
medio para un fin, sino también un fin en sí mismos. La formulación de la
autonomía concluye que los agentes racionales están obligados a la ley moral por
su propia voluntad, mientras que el concepto de Kant del Reino de los fines exige
que las personas actúen como si los principios de sus propias acciones
establecieran una ley para un reino hipotético.

También podría gustarte