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ACERCA DEL JUEGO

Ana Cristina Gómez Arango


ELLIE1
Niña de 3años y medio, es la segunda hija de la pareja. La primera murió antes del
nacimiento de Ellie, siendo una niña muy pequeña.

Los padres dicen que su vida, a partir del nacimiento de su segunda hija, se convirtió en
una pesadilla, tanto así que abandonaron la idea de tener mas hijos; se sentían
prisioneros en su propia casa, víctimas de las rabietas de la niña que le daban tanto de
noche como de dia.
Según el padre si contradecían a la niña, se armaba una hecatombe.

Ellie se negaba a crecer e insistía en que la llamaran bebé. Las noches eran un martirio,
dormía dos horas y se despertaba gritando, además se orinaba en la cama
continuamente, a pesar de las pelas que le daban cada que lo hacia; nada parecía surtir
efecto.

El padre estaba convencido que la niña lo odiaba. Él tenía mas o menos 25 años, era un
hombre de baja estatura, pero fuerte, irradiaba vitalidad e inteligencia. En general, era
brusco con Ellie y siempre se le veía nervioso. Su intervención en los cuidados de la
niña empezó desde que ella estaba muy pequeña, porque la madre después del parto
no se sentía bien, estuvo deprimida, y eso le impedía hacerse cargo de la bebe.

El padre manejaba un camión, se ausentaba con frecuencia, viajaba en las noches


porque quería llegar rápido. Llegaba a casa en la madrugada y entraba, en puntillas, al
cuarto de la niña y casi siempre le dejaba un regalo. Poco después, tan pronto como se
dormía lo despertaban los gritos de la niña. Él se levantaba, le pegaba a la niña y ya no
podía volver a dormir,

La madre era guapa; su apariencia era el barómetro de su estado de animo, en ese


momento estaba tomando muchos calmantes, que a menudo le producían un estado de
apatía. La mama era quien llevaba a la niña a la sesión y siempre ocurría algo por lo
cual debía permanecer en la sala de espera en lugar de irse y regresar por Ellie; otras
veces se iba pero se despedía con un tono de vos y una actitud que reflejaban ansiedad

La Bloch refiere que al conocer a la niña le sorprendió su aspecto angelical y la manera


aparentemente directa de relacionarse con todos los objetos del consultorio. Todo le
gustaba. Comenta que, en una ocasión ante las dificultades de separarse de la madre,
le preguntó por qué no quería dejar ir a la madre, a lo que le respondió que tenia miedo
de que no regresara. Entonces la terapeuta le pregunto si creía que no la quería, a lo
que respondió afirmativamente

JUEGO
Los juegos de Ellie en terapia giraban en torno a dos temas. 1) era la bebe insoportable.
Ellie era la bebe, hablaba como bebe, andaba a gatas, era insoportable; y la terapeuta,
era una pobre madre, sometida a la tiranía de la niña y desamparada. El otro era el
tema del monstruo. A continuación, se presenta a grandes rasgos la manera en que se
fue modificando el juego del monstruo a lo largo del proceso

1
Tomado de: Bloch, D. (1986). No me gusta pensar que soy una jirafa: La fantasia de una niña
de tres años (pp17-41). En D. Bloch. (1986). Para que la bruja no me coma. Fantasia y miedo
de los niños al infanticidio. Mexico: Siglo XXI
Ellie anunció un día: ¡El monstruo nos persigue! E invitó a su terapeuta ¡Vamos tenemos
que correr! ¡nos esta persiguiendo! Las dos, terapeuta y niña corrían dentro del
consultorio, para escapar de su perseguidor. Esto se repetía una y otra vez. La niña
llegaba a la sesión le decía a su terapeuta “¿quieres jugar conmigo?”, añadía “¿me
ayudaras a correr? El monstruo nos persigue” Ellie gritaba “¡nos persigue! ¡deprisa!
¡tenemos que correr!” y las dos salían disparadas. La primera impresión, según el relato
de Bloch, era que el juego era encantador y que la niña gozaba. Un dia cuando el
esfuerzo de la carrera le hizo bajar la guardia, Bloch observó que en su rostro de Ellie
se vislumbró el terror que el juego le producía. Se hizo evidente la seriedad que esta
actividad tenía para la niña.

Durante un tiempo era muy difícil para la terapeuta defenderla del monstruo en el juego,
porque todo lo que hacia o proponía era ineficiente, por ejemplo, le sugería un escondite
y Ellie le encontraba una falla. Durante un tiempo empezó a meterlo a la cárcel y allí
permanecía un rato, pero de un momento a otro Ellie anunciaba que se había escapado
y nuevamente estaba tras ella, con lo cual volvía a empezar la persecución.

Pasado un tiempo hubo otro cambio. El perseguidor dejo de ser una figura enorme que
podia desruirla, ahora con mas frecuencia, el monstruo tenía diferentes personalidades;
la mayoría de las veces era perseguida por pequeños insectos, que seguían
atemorizándola. Ahora no le pedía a Bloch que corrieran juntas para huir, sino que mas
bien le decía que debían andar en puntillas, escondiéndose de los monstruos, y debían
hablar en voz baja, para no ser escuchadas. En algunos momentos lograba esconderse,
pero otras veces la alcanzaban y ella le señalaba a Bloch los puntos donde la estaban
atacando los pequeños monstruos: “me esta picando en el cuello” “estan en mi brazo”
“estan en mis pies” o “en tu brazo”, etc. y la terapeuta le ayudaba a quitarse los
monstruos espantándoselos.

Pasado un tiempo el afecto que acompañaba la persecución del monstruo empezó a ser
diferente, pues unas veces el monstruo era amistoso y no quería hacerle daño. Después
de varias veces en que esto se repitió Ellie un día al salir le advirtió a Bloch “la próxima
vez el monstruo será nuestro amigo y nos lamerá”

1) ¿Qué crees que se pone en escena, de la mente de Ellie, a través del juego del
monstruo y de su evolución, durante la terapia?

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