Medellín, 7 de abril de 2021

Comunicado a la opinión pública

El día 5 de abril del presente año se realizó una denuncia pública por acoso sexual y laboral
que involucra al profesor de la Facultad de Minas de la Universidad Nacional de Colombia
y gerente del Sistema de Alertas Tempranas del Valle de Aburra (SIATA), Carlos David
Hoyos. Por tal motivo, algunos egresados y estudiantes del programa de Ingeniería
Ambiental de la Facultad de Minas, queremos alzar nuestra voz en pro de exigir un
esclarecimiento oportuno de lo ocurrido. Exigimos se investiguen a profundidad los hechos
que presuntamente comprometen al docente Hoyos, pues la grave naturaleza de la denuncia
compromete también el deber ser de la universidad y a nosotros mismos como miembros de
la comunidad universitaria.

Expresamos nuestra inconformidad con la manera en que la Universidad Nacional sede

Medellín ha manejado históricamente las denuncias de acoso y abuso, sea académico, laboral
o sexual por parte de los docentes y hacia los estudiantes. Por esta razón, hacemos un llamado
a la universidad para que se evalúe la eficacia de los mecanismos actuales y exigimos un
acompañamiento integral, claro y preciso con personal capacitado en asuntos de género para
que estudiantes o egresados, puedan denunciar abuso docente sin temor a represalias o a ser
re-victimizados, ya que el actual sistema no ha logrado competentemente encargarse de esta
labor y se evidencian profundas fallas en el protocolo para la Prevención y Atención de Casos
de Violencias Basadas en Género y Violencias Sexuales. La universidad debe garantizar
espacios seguros para los miembros de la comunidad educativa y no favorecer el
desistimiento de las víctimas que denuncian los hechos de abuso, mediante la burocratización
de los procesos que finalmente encubren a los denunciados y desprotegen a las víctimas.

Como estudiantes y egresados de la Universidad Nacional de Colombia nos sentimos

orgullosos de la excelencia académica y el liderazgo investigativo que nuestra Alma Mater
mantiene año tras año en escalafones nacionales e internacionales. Sin embargo abrimos la
siguiente pregunta, ¿cuál es la definición de excelencia que busca enarbolar la universidad?
No podemos conservar el orgullo mientras puedan existir inequidades de género y abusos de
autoridad al interior de la institución. Es indispensable pues, pensarnos el rol de la
universidad en el desarrollo de profesionales éticos e integrales y velar porque exista un trato
horizontal entre docentes y estudiantes.

Esperamos que los hechos denunciados, más que a señalar, nos lleven a frecuentar el diálogo
en las aulas de clase y por fuera de ellas, acerca de las herramientas que tenemos para hacer
frente a cualquier tipo de intimidación, acoso o abuso por parte de un superior, y que no sea
aceptado bajo ninguna circunstancia la minimización o normalización de conductas que
afectan nuestros derechos y dignidad humana.
Finalmente, reiteramos nuestra exigencia de que se realice la investigación requerida y así
esclarecer con prontitud los hechos denunciados por la estudiante de doctorado María Isabel
Marín, ya que el docente denunciado está a cargo de dos asignaturas de nuestro programa
curricular y deseamos prevenir bajo cualquier circunstancia que algún estudiante pueda
involucrarse en una situación de abuso como los presuntos hechos denunciados.