Está en la página 1de 168

El sueño del Presidente Francisco A.

Ramírez

“El sueño del Presidente”

Novela escrita por:


Francisco Antonio Ramírez Cruz

1
El sueño del Presidente Francisco A. Ramírez

Copy right
Derechos reservados ©2015 Francisco Antonio Ramírez Cruz
Depósito legal N° 860-2015
ISBN 978-99961-0-656-9

Diagramación y corrección de estilo:


Freddy Ramón Pacheco
Revisión:
Freddy Ramón Pacheco y David Arnoldo Gómez
Portada: Rene Girón
Diseño Gráfico: Rivelino Cruz

2
El sueño del Presidente Francisco A. Ramírez

PRÓLOGO
SUEÑE SEÑOR PRESIDENTE

“Que Dios lo amparará y favorecerá siempre…que sea


un explotador de la fe del pueblo…” -Pantaleón Ksmir-

A las historias y leyendas típicas en nuestro


subcontinente nos remite esta obra de Francisco
Ramírez Cruz. Desde la invasión y conquista de todos
los colonizadores que han llegado a nuestros territorios.
Se convierten en jerarcas, casi dioses respetados y
venerados por nuestras etnias que cuentan la historia de
los escritores burgueses, dizque fueron mestizados,
pero es una absoluta mentira. La sangre de nuestros
aborígenes quedó intacta en el pueblo. Y los que hoy se
consideran españolizados o yankizados por sus neo
estructuras genéticas producto de las permanentes
violaciones colonialistas, se han vuelto cómplices de
todas nuestras desgracias, alcahuetas del Señor… De
las haciendas que nos han esclavizado hasta hoy.

Todo ese cordel de “mandatarios”, autoridades puestas


ahí por los mismos amos del poder, agarrando la mano
del pueblo analfabeta y mojándolo en una tinta luego

3
El sueño del Presidente Francisco A. Ramírez

llevarlo a la casilla del SI acepto me sigan esclavizando,


SI porque así lo quiere mi Dios que es usted Señor
Presidente. Es usted omnipotente Señor de los cielos
que cubren esos latifundios que se ha hueveado a los
indígenas a punta de mosquetes y per cécula se culo
rum y hasta su descendencia le pertenecerán. Incluso
cuando el pueblo sea más o menos letrado porque la
ignorancia no está en el alfabeto sino en nuestros
inocentes y estúpidos corazones amaestrados,
domesticados para servir al Señor de la hacienda y a
cualquiera que tenga un fusil o una pistola en el cincho
y además sea amigo íntimo del Jefe Civil, o del
Gobernador. Así que…usted siga soñando Señor y amo
de los cielos que cubren sus tierras y demás
propiedades. Siga soñando con esa vida digna y
merecida por el cura párroco que va a cenar con usted y
todos los domingos usted le da un buen diezmo para que
mantenga calladitos a los hijos de Dios…Amén…Sueñe
Señor Presidente. Siempre tendrá a sus órdenes
nuestra ignorancia y la fe en diosito que a busté lo
ampara del mal de las seudo revoluciones preñadas por
avaricia de los zopilotes…amén…

Freddy Ramón Pacheco


4
El sueño del Presidente Francisco A. Ramírez

INDICE
PRIMERA PARTE .............................................................................. 7
Capítulo I ......................................................................................... 7
La muerte de Pajarito ................................................................. 7
Capitulo ll ...................................................................................... 16
Dictador Leónidas Noriega ....................................................... 16
Capitulo lll ..................................................................................... 20
La audiencia .............................................................................. 20
Capitulo lV ..................................................................................... 27
La pobreza en Malaca ............................................................... 27
Capítulo V ...................................................................................... 32
El rapto de Macaria ................................................................... 32
Capítulo VI ..................................................................................... 36
Dictador Casiano Buendía ........................................................ 36
SEGUNDA PARTE ........................................................................... 39
Capitulo VII .................................................................................... 39
Nacimiento de Hortensio Paz ................................................... 39
Capitulo VIII ................................................................................... 46
Estudio de Hortensio ................................................................ 46
Capítulo IX ..................................................................................... 54
Nombramiento de Hortensio ................................................... 54
Capitulo X ...................................................................................... 64
El Profesor y la teología de la liberación .................................. 64
Capitulo XI ..................................................................................... 70

5
El sueño del Presidente Francisco A. Ramírez

Guerrillero ................................................................................. 70
Capitulo XII .................................................................................... 79
Comandante guerrillero ........................................................... 79
Capítulo XIII ................................................................................... 86
Presidente interino ................................................................... 86
Capitulo XIV................................................................................... 90
Un año después......................................................................... 90
Capitulo XV .................................................................................... 93
Escenario que le esperaba a Hortensio .................................... 93
Capítulo XVI................................................................................. 110
Hortensio como Presidente. ................................................... 110
Capítulo XVII................................................................................ 125
Acciones del presidente.......................................................... 125
Capitulo XVIII .............................................................................. 133
Sabiduría del presidente......................................................... 133
TERCERA PARTE .......................................................................... 141
Capítulo XIX ................................................................................. 141
El sueño del presidente .......................................................... 141

6
El sueño del Presidente Francisco A. Ramírez

PRIMERA PARTE
La dictadura militar

Capítulo I
La muerte de Pajarito

Solo se sentía el chasquido de las gotas de agua que


seguían cayendo sobre las hojas de los árboles que
poblaban la montaña.

La furiosa tormenta devoraba pequeños arbustos a lo


largo de la serpentina senda.

Confundiendo el ensordecedor ruido del aguacero en un


sonido ensordecedor, que se acoplaba al ruido de las
ramas de los árboles caídos, el canto de las aves y el
chillido de los demás animales.

Con la tenue y amarillenta luz de los continuos


relámpagos, apenas se podía ver la estrecha vereda,
acompañada del jadeo de tres humildes y harapientas
figuras humanas que gritaban desesperadamente.

7
El sueño del Presidente Francisco A. Ramírez

¡Corran!

¡Corran!

¡Corran!

Gritaba pata de chucho,

¡Ahí viene la guardia!

¡Ahí viene la guardia!

Gritaba cara de hacha,

¡No se detengan!

Gritaba pata de lancha;

¡Corran!

¡Corran!

¡Ahí viene la chota!

¡Corran!

¡Corran!

¡No se detengan!

¡Ahí vienen los patas lisas!

Gritaban todos.
8
El sueño del Presidente Francisco A. Ramírez

Venían de la velación de Napoleón Landaverde, a quien


de apodo le decían pajarito, por ser pequeño y de poco
peso.

A éste, le gustaba ir a las fincas de café a buscar frutas,


las que bajaba utilizando una cebadera de pita de
maguey, amarrada en la punta de una vara larga de
café.

Casi todos los días repetía la misma acción, con la


diferencia de que a veces hacia un haz de leña y lo traía
a su casa para venderlo, y con ese dinero poder comprar
una libra de frijoles chilipucos, para que comieran sus
padres y sus once hermanitos.

Otras veces, recogía un poco de café guacuco o


peladias de las que estaban en el suelo y lo traía para
venderlo en el mercado, con ese dinero ayudaba al
sustento de la familia.

Todo lo anterior, lo hacía sin el permiso del dueño de la


propiedad, o del administrador de la finca.

Esta vez le fue mal al pajarito, ya que lo estaban


esperando.

9
El sueño del Presidente Francisco A. Ramírez

Como de costumbre, llegó a la finca de café; de su alforja


sacó una hondilla de cuatro varas de hule que utilizaba
para matar los pájaros que chupaban el néctar de las
frutas maduras.

Colocó la cebadera en la punta de la vara que ya tenía


escondida al pie de un frondoso árbol de níspero; movió
su cabeza para todos lados, cerciorándose que nadie lo
estuviera vigilando.

Y con la astucia de un mono y su gran agilidad, se subió


al árbol de aguacate y extendió la vara para cogerlos en
la cebadera para que no cayeran al suelo; sin darse
cuenta de que lo estaba vigilando nada más ni nada
menos que el dueño de la finca.

Adolf Von, un ciudadano alemán, que, por su


descendencia, se creía superior a los lugareños.

Este alemán, que, huyendo de la primera guerra


mundial, por pura casualidad, llegó al pueblo de Malaca,
jurisdicción de Mala laja.

Y viendo que era una zona con riqueza natural y grandes


extensiones de tierra fértil, decidió quedarse a vivir en
ese lugar.
10
El sueño del Presidente Francisco A. Ramírez

Con el tiempo, logró enrolarse en el grupo reducido de


amigos del Dictador Leónidas Noriega; quien gobernaba
toda la comarca de Mala laja.

Ese día había llegado a su finca, con el propósito de


hacerle algunas mejoras a su propiedad; pero para mala
suerte, se encontró con una persona que le estaba
robando las frutas.

La cólera invadió su cerebro, y como quien caza un


conejo, el alemán le apuntó a la cabeza, jaló el gatillo de
la poderosa escopeta 12, y de inmediato, cayó al suelo
fulminado por el certero disparo, que destrozó el cuerpo
del pobre pajarito.

El alemán no se dio cuenta que toda la escena del


crimen, fue vista por su guarda finca, que era como su
perro fiel y que callaría como una tumba.

Pajarito, había sido mandando por su madre, la señora


Leandra Landaverde, que tenía 12 hijos, y para
mantenerlos había que trabajar duro.

Su esposo trabajaba de jornalero ganando 12 reales por


cada día, trabajado de seis de la mañana a seis de la
tarde.
11
El sueño del Presidente Francisco A. Ramírez

Como pago recibía una moneda de metal, que en una


cara tenía el símbolo de la hacienda donde trabajaba, y
en la otra cara, el valor que le cancelaban como salario.

Con esta moneda, no podía comprar en otra tienda,


solamente lo podía hacer en la tienda de la hacienda
donde trabajaba.

El susto de los tres amigos


Pata de chucho, cara de hacha y pata de lancha; no
paraban de correr.

Exhaustos, y sin poder seguir corriendo, se detuvieron a


descansar, dándose cuenta que ya nadie los perseguía.

Los guardias solo los siguieron dos cuadras y se


quedaron a medio camino, riéndose a carcajadas al ver
a los tres jóvenes temblando de miedo por su presencia.

Los tres se dirigieron a la plazuela a ver que conseguían


para saciar el hambre.

En la velación no pudieron comerse los tamales ni


tomarse el café amargo de maicillo que les daba la
señora Leandra; porque en ese momento, les avisaron

12
El sueño del Presidente Francisco A. Ramírez

que se acercaba una pareja de guardias y una pareja de


policías de hacienda.

Y al no cargar ninguna identificación, mejor tomaron la


decisión de retirarse inmediatamente.

Pata de chucho, su verdadero nombre era Jesús


Marroquín.

A éste, le encantaba andar de velorio en velorio, donde


siempre conseguía la comida para el día siguiente.

En su cebadera, siempre cargaba tamales, tortillas y


algunos pedazos de pan.

Con 17 años de edad, delgado y pequeño de estatura,


su piel morena, casi negra, le cubría la tierra de su
cuerpo; pues siempre decía que no se bañaba para no
aguantar frio.

Su fuerte sudor a perro apaleado, lo distinguía del resto


de sus camaradas.

Sus amigos nunca sabían si andaba contento o enojado;


pues debido a su mal carácter, a su corta edad, ya tenía
bien marcada las arrugas en su frente.

13
El sueño del Presidente Francisco A. Ramírez

Cara de hacha, su nombre de pila era Prudencio


González.

Era prudente y cauteloso; su inteligencia se la atribuían,


por haber nacido con la cabeza grande, un poco
alargada, parecida a un hacha de cortar leña.

Tenía veinte años de edad, piel morena y ojos grandes


saltarines.

Era alto y robusto, siempre andaba con una sonrisa a


flor de labios.

Pretendía ser el jefe de Pata de chucho y de Pata de


lancha.

Ambrosio Lechuga, conocido como Pata de lancha.

Nació con la pierna izquierda más larga que la derecha,


y el pie izquierdo con siete dedos unidos como aleta de
pescado.

Con apenas 15 años de edad, cuerpo pequeño y


delgado, cabello negro liso y piel morena.

Sus ojos pequeños, delataban la miopía que padecía.

14
El sueño del Presidente Francisco A. Ramírez

Los tres andaban descalzos, vistiendo camisa y


pantalón de mantadril, sombreros de palma y sin
ninguna identificación personal.

No sabían leer ni escribir, su analfabetismo los hacia


más Ignorantes, dejándose llevar por el instinto de
conservación de la vida.



15
El sueño del Presidente Francisco A. Ramírez

Capitulo ll
Dictador Leónidas Noriega

Estaban sentados en unas cajas viejas de madera,


ingeniándoselas como ir a robar algunos alimentos.

Pues tenían dos días de no probar bocado, solamente


habían ingerido agua lluvia, que estaba estancada en
algunos barriles cercanos a la plazuela.

El agua estaba cargada de huevos, cabezones y larva


de zancudo.

La falta de alimento y la gran carrera que acababan de


realizar, al huir de los guardias y de los policías de
hacienda, hizo que estos jóvenes se cansaran y
estuvieran exhaustos.

No se percataron que una pareja de guardias


nacionales, se les había acercado y que inmediatamente
les ordenó poner las manos arriba, contra la pared.

Propinándoles de inmediato, un par de golpes con la


culata de sus fusiles y suministrándoles patadas en las
rodillas de los tres humildes campesinos.

16
El sueño del Presidente Francisco A. Ramírez

Hasta después de haberles golpeado, les pidieron sus


cédulas de vecindad para identificarlos.

Al no tener los documentos que probaran su identidad,


los llevaron bien amarrados con un lazo, a la prisión más
cercana del pueblo.

En la cárcel, primero le pusieron una capucha en la


cabeza a cada uno para que sintieran la agonía de
ahogamiento por falta de aire.

Luego continuaron torturándolos hasta que se hicieron


cargo de un delito grave que ellos no habían cometido.

Los tres fueron condenados injustamente a diez años de


prisión y a realizar trabajo forzoso en una finca de café,
propiedad de un amigo del Dictador Leónidas Noriega.

Gobernaba en ese entonces, Leónidas Noriega, un


militar que dirigió la guerra civil, donde exterminó a miles
de campesinos que protestaban por la mala distribución
de la riqueza y por las injusticias sociales.

17
El sueño del Presidente Francisco A. Ramírez

Un déspota, acostumbrado a que sus órdenes se


cumplieran sin titubeo; controlando de esa forma a toda
la población.

Era impulsivo, debido a que cuando niño, tuvo


problemas violentos que redundaron en su
temperamento ya adulto.

Se le consideraba un hombre que le apasionaban las


mujeres vírgenes, que no fueran mayores de quince
años de edad.

Pues consideraba que esta clase de mujeres en esa


edad, le transmitían la eterna juventud.

Según él, por eso había llegado a los sesenta abriles,


aparentando ser un joven de treinta años de edad.

Por esa creencia, siempre obligaba a sus esbirros a


llevarle las mujeres más bellas que cumpliesen ese
requisito.

Las raptaban de las familias humildes que vivían como


colonos de las fincas de café.

18
El sueño del Presidente Francisco A. Ramírez

Su estatura mediana, y peso de doscientas noventa y


nueve libras, piel blanca, ojos azules, cabello negro y un
poco tartamudo para hablar por tener los dientes ralos.

Su forma corporal, le sirvió para que todo mundo lo


conociera con el sobrenombre de “mono blanco”
















19
El sueño del Presidente Francisco A. Ramírez

Capitulo lll
La audiencia

Llegó el momento de la audiencia contra el asesino de


pajarito.

El alemán ya había convencido a su guarda finca para


que se hiciera cargo del crimen.

Le prometió que luego lo sacaría de la cárcel; porque al


juez de Paz, él lo había puesto en el cargo.

Y si no, haría uso del poder que tenía, por ser amigo del
dictador Leónidas Noriega.

El juez de Paz, era el señor Agapito Hernández, un


zapatero del pueblo que se la llevaba de leguleyo
honesto.

Pero que al final, solo hacia lo que le ordenaban los


poderosos finqueros o amigos de éstos.

Había llegado a la audiencia la señora Leandra, su


esposo y sus once hijos; sentándose en las últimas sillas
del salón de audiencias.

20
El sueño del Presidente Francisco A. Ramírez

Era visible el nerviosismo de todos ellos; porque nunca


habían pasado por ese momento.

Toda su familia pertenecía a la clase proletaria, eran


pobres; pero honrados.

En las sillas de adelante estaba sentado el alemán;


había llegado bien vestido, impresionando y queriendo
dominar al público con una mirada arrogante.

Queriendo demostrar su poderío con su falsa elegancia.

A su lado estaba el guarda finca, que se sentía todavía


turbado por su conciencia, al ver la injusticia y el trato
que le daban a los más pobres.

En frente, estaba el escritorio con unos documentos


guardados celosamente en sobres de manila, un tintero
y una pluma, dos sellos de hule, uno redondo y otro
cuadrado.

En la silla que estaba frente al escritorio, se movía


nerviosamente un sujeto delgado, larguirucho, cabello
liso recortado, con corte de huacal.

21
El sueño del Presidente Francisco A. Ramírez

Con su mano huesuda y moviendo sus largos dedos se


colocaba los anteojos redondos, blancos y gruesos que
usaba por su vista corta.

Era un tinterillo de mala calaña, que estaba al servicio


de la clase alta.

Se llamaba Anacleto Pocasangre, que en esta ocasión


serviría como secretario, ya que el propio secretario
estaba cumpliendo un castigo de un mes por haber
llegado borracho al juzgado.

Cuando el juez entró a la sala, Anacleto Pocasangre,


ordenó al público ponerse de pie.

El juez, con el mazo, golpeó el escritorio y ordenó al


público silencio en la sala.

En el transcurso de la vista pública, el juez preguntó por


las pruebas documentales, periciales y testimoniales
que comprobaran la participación del guarda finca en el
homicidio de Napoleón Landaverde alias “pajarito”.

Nadie dijo nada y el silencio reinó nuevamente en la


sala.

22
El sueño del Presidente Francisco A. Ramírez

Volvió a preguntar por las personas que habían visto el


momento en que el guarda finca le había disparado a
pajarito.

En este momento hubo un silencio total y poco a poco


se fue escuchando un leve susurro.

Esto motivó a que el juez Agapito Hernández, golpeara


en tres ocasiones el escritorio con su mazo para llamar
la atención del público.

En esa ocasión, no se presentó ningún testigo que


probara quien fue el asesino de Napoleón Landaverde.

Bueno, dijo Agapito Hernández, como no hay testigos, el


caso queda terminado.

Y volvió a golpear el escritorio con el mazo en señal de


que el caso quedaba cerrado.

Macaria
Antes de salir del juzgado, todos notaron la mirada
pícara que tuvo el alemán durante todo el proceso de la
audiencia.

23
El sueño del Presidente Francisco A. Ramírez

Miraba insistentemente a la joven y tímida Macaria, que


era una de las hermanas de pajarito, que estaba en la
flor de la juventud, con apenas quince años de edad.

Macaria, era una jovencita de estatura alta y delgada;


cabello azabache liso, luciendo dos trenzas, colocadas
hacia adelante, a ambos lados de su abultado pecho.

Sus hermosos ojos color miel, su boca pequeña con


labios carmesí y su suave y tersa piel morena la
confundía con un ángel terrenal que cuidaba a su
numerosa familia.

Ese día resaltaba su pureza; lucia colocada en su lindo


cabello, una hermosa y perfumada rosa roja, la que
arrojaba un acogedor aroma a rosa.

Su enagua plisada de manta floreada y su blusa blanca,


cubrían su frágil figura.

Calzaba sandalias de cuero de buey, hechas por su


hermano mayor.

Y su carácter jovial, la hacía lucir sus blancos dientes de


marfil.

24
El sueño del Presidente Francisco A. Ramírez

Solo Leandra no se fijó en la mirada picaresca del


alemán, porque desde que llegó al juzgado, no paró de
llorar, al recordar su retoño que había sido asesinado por
un simple aguacate.

Pero más le dolía la impotencia, de tener al asesino de


su hijo enfrente y no poder hacer nada.

Dos horas después, salió el alemán y el guarda finca que


hacía las veces de guardaespaldas; muriéndose de risa
y comentando la belleza de Macaria.

¿Cómo podré hacer para comerme ese bocadito?

¿Cómo obtenerla y hacerle ese regalo a Leónidas


Noriega?

El guardaespaldas-Ya pensaremos que hacer para que


su deseo se cumpla.

Por la noche se reunieron en un lugar reservado,


Anacleto Pocasangre, Agapito Hernández y Adolf Von.

Adolf Von, le entregó un sobre con dinero a Anacleto


Pocasangre y otro sobre con la misma cantidad de
dinero a Agapito Hernández.

25
El sueño del Presidente Francisco A. Ramírez

Enseguida, Adolf Von, sacó un maletín de cuero negro y


lo abrió, sacando enseguida una botella de Diva Vodka.

Los tres bebieron hasta terminarse el licor de la botella.

Anacleto y Agapito fueron los que más se


emborracharon por no estar acostumbrados a beber
licor fino, no así Adolf Von que ya estaba acostumbrado
a beber toda clase de licor.

Con este calentamiento, los tres comenzaron a hablar


de todas las maldades que habían hecho.

Y comenzaron a maquinar otras maldades que harían en


esos días, valiéndose de sus poderosas amistades,
especialmente la de Leónidas Noriega.










26
El sueño del Presidente Francisco A. Ramírez

Capitulo lV
La pobreza en Malaca

A partir de esa fecha, Macaria no salía sola, a veces le


acompañaba su novio Antonio, un joven campesino, alto
y fortachón, ojos cafés y piel morena clara, cabello negro
ondulado; amable y respetuoso de las demás personas.

Era un muchacho poblano que la había conocido cuando


ella acarreaba agua de una pila pública.

Al verla pasar, le decía bonitos piropos, y ella lo


saludaba con una bonita y dulce sonrisa.

Casi siempre la vigilaba cuando ella pasaba con el


cántaro vacío y al regreso la acompañaba hasta su casa.

Algunas veces le ayudaba con el cántaro lleno de agua,


para que ella descansara un poco.

Al poco tiempo, Antonio se le declaró como novio a


Macaria; momento en que los dos sellaron con un
arrullador y prolongado beso.

Llevaban cuatro años de ser novios y tenía la sana


intención de pedírsela a sus padres para casamiento.

27
El sueño del Presidente Francisco A. Ramírez

Antonio, vestía pantalón de dril y camisa de manta;


protegía sus pies con caites; y trabajaba cultivando añil,
cacao, frijol y a veces maíz.

La pobreza obligó a Leandra y a toda su familia a irse a


trabajar a los cafetales.

Pero antes de irse, Macaria le comentó a Antonio, la idea


de su madre.

Antonio, que amaba locamente a su prometida Macaria,


no lo pensó dos veces y de inmediato, le dijo que la iba
acompañar a trabajar en los cafetales.

Pues ya tenía nociones de que el alemán le había tirado


el ojo a su novia y podría ser que le pasara algo mal a
Macaria.

La alimentación en la finca, consistía en dos tortillas


grandes de maíz, sal y frijoles, a veces un tarro de café
amargo de maíz o maicillo.

Por las noches, Leandra aconsejaba a sus hijas; les


decía que tuvieran cuidado, que no se dejaran marear
por alguna persona que les hablara bonito y que les
ofreciera dinero.

28
El sueño del Presidente Francisco A. Ramírez

Porque el rico, solo se burla de las mujeres ingenuas,


abusa de ellas y las dejan preñadas; y después, ay que
vea la mujer como mantiene los hijos.

De tanto trabajar y mal alimentados, tres de los hijos


menores de Leandra se enfermaron; este motivo hizo
que se regresaran para la casa que tenían en Malaca.

Utilizando una carreta y un caballo viejo, se


transportaron para su casa, tardándose tres días para
llegar a su morada.

Debido a las calles angostas que parecían veredas, en


su mayoría de pura tierra; y a veces atravesando
callejones hasta llegar al pueblo; donde sus angostas
calles empedradas hacían difícil su recorrido.

En su casa casi no cabían, pues era pequeña y sin


divisiones.

Sus paredes de palma de coco y su techo de teja de


barro.

Sin faltarles el tapesco y el yagual para guardar la


comida.

Utilizaban un par de candiles para iluminarse.

29
El sueño del Presidente Francisco A. Ramírez

En el patio de la casa, tenían un pozo para sacar agua y


utilizarla para sus necesidades en la cocina, para el aseo
de la ropa y mitigar la sed.

Pedrito, que era el hijo más pequeño, estaba enfermo


del estómago; casi todas las noches sufría de calenturas
y vómito.

Entonces Leandra le dio la toma de palo de empacho,


mezclado con el jugo de hojas de copalchi, por si era
paludismo.

Milagrito la segunda hija, era la que le seguía a Pedrito,


tenía dolor de cabeza.

A ésta, Leandra le dio una toma de hierba de aire; y a


Albita, que padecía de los ojos, le hizo faumentos de flor
de rosa roja.

Cerca de la vivienda, estaba una escuelita donde daba


clases un señor que hacía las veces de Profesor.

En esta escuelita, no había papel, ni pizarra, ni yeso; era


un local pequeño, de cuatro paredes de zacate y techo
de teja.

30
El sueño del Presidente Francisco A. Ramírez

El profesor se limitaba a enseñar a leer y escribir y a


veces, enseñaba a sumar, restar, multiplicar y dividir.

En Malaca, en épocas anteriores, la mayoría de


campesinos tenía sus parcelas de finca de café.

Pero con mentiras, fueron expropiados por el alemán,


que era el que mandaba en el pueblo, pues era el
protegido del dictador.

Una tarde, cuando Macaria venia de la escuela, le


salieron al paso cuatro hombres vestidos de soldados.

La subieron contra su gusto a un caballo que era


jineteado por un hombre encapuchado.

A éste, solo se le veían los ojos porque estaba cubierta


su cara con un pasamontaña.

Y a ella le pusieron un vendaje en los ojos, para que no


los conociera ni supiera para donde la llevaban.



31
El sueño del Presidente Francisco A. Ramírez

Capítulo V
El rapto de Macaria

Antonio, con la rapidez y la furia de un león herido,


cegado por la cólera ante tan abominable hecho y
pensando lo peor que le pudiese pasar a su adorada
Macaria.

Se cruzó por su mente la imagen del malvado alemán,


como el único responsable del rapto de su querida novia.

Inmediatamente reunió un grupo de campesinos, unos


armados con machetes bien afilados, otros con garrotes
de madera de madrecacao y otros con piedras.

Conocedores de los atajos del camino, corrieron por


unas veredas para salirle adelante al jinete que llevaba
secuestrada a Macaria.

Rápidamente llegaron al atajo del camino, donde


ágilmente se escondieron para emboscar al jinete.

En unos minutos apareció el jinete con Macaria,


llevándola con la cara tapada con una toalla
ennegrecida.

32
El sueño del Presidente Francisco A. Ramírez

En el momento que iban pasando, Antonio saltó sobre el


jinete, como un perro con rabia y de un certero golpe que
le propicio al jinete, lo desequilibró.

El jinete cayó al suelo revolcándose del dolor y soltando


inmediatamente a Macaria.

El resto de campesinos, rodeo al jinete y a su escolta,


llevándoselos con rumbo desconocido.

La noticia se regó como pólvora, y rápidamente llegó a


oídos del alemán, que era el responsable del secuestro
de Macaria.

El objetivo del secuestro de Macaria, era entregársela al


dictador Leónidas Noriega, como un regalo por las
bondades que éste la había hecho, al no sancionarlo por
algunos crímenes que había cometido.

El dictador, que ya estaba esperando su regalo, y que


se lo habían arrebatado por un descuido del alemán.

Esta acción le disgustó tanto, que incrementó su


autoritarismo y sus borracheras.

A tal grado que ordenó a sus secuaces, aumentar las


torturas a la población; con las cuales disfrutaba

33
El sueño del Presidente Francisco A. Ramírez

enormemente, al verlas sádicamente y escuchar los


lamentos de la pobre gente indefensa.

Y decepcionado, comenzó a despilfarrar las arcas del


estado, a ignorar a los finqueros y a la fuerza armada.

Su amor por el dios Baco, lo estaba llevando


directamente a la locura y a una eminente cirrosis por la
gran cantidad de licor que consumía.

El abuso de poder del dictador, llegó a los oídos de los


finqueros, y éstos se reunieron de urgencia en donde
cuestionaron las acciones y la conducta de Leónidas
Noriega.

El presidente de los finqueros, opinó que Leónidas


Noriega ya no les era útil; pues su ambición y los vicios
lo habían llevado al autoritarismo, a tal grado que ya no
atendía las órdenes de quienes lo habían puesto en el
cargo.

Todos los miembros de la directiva de los finqueros


decidieron quitar del cargo a Leónidas Noriega; porque
para ellos ya era una amenaza.

Estaban en una época de incertidumbre; la pobreza


severa aumentaba el descontento de la clase proletaria
34
El sueño del Presidente Francisco A. Ramírez

la inseguridad crecía con la corrupción del gobierno; era


un momento propicio para una revolución del pueblo.

Lo anterior fue analizado por la élite de finqueros que


representaban el poder político y económico; y sin
realizar ninguna elección, decidieron poner en el cargo
al nuevo dictador.



35
El sueño del Presidente Francisco A. Ramírez

Capítulo VI

Dictador Casiano Buendía

Los finqueros decidieron poner en el cargo al nuevo


dictador, Casiano Buendía, que gobernaría la Republica,
un periodo más.

Éste era un coronel que había llegado a ese grado por


fila.

Había comenzado desde soldado raso hasta llegar a


coronel; su ascenso de grado en grado lo había logrado
por matar más campesinos rebeldes.

Era alto y robusto, cuerpo cubierto de vellos, piel blanca,


sus ojos negros, grandes y redondos parecía nunca
cerrarlos debido a una cicatriz que tenía en la frente.

La cicatriz se confundía con las líneas de la expresión.

Por este motivo, desde que era soldado raso, sus


compañeros lo bautizaron con el sobrenombre de “Mico
serio”.

36
El sueño del Presidente Francisco A. Ramírez

Siempre mantenía puesta sobre su cabeza rapada, una


boina verde olivo, adornada con estrellas de metal color
amarillo oro.

El coronel Casiano, era borracho, comelón y mujeriego;


cruel y despiadado con la clase pobre.

Debido a estas características, fue elegido por los


cafetaleros para que dominara también a la clase media.

Era el elegido perfecto para continuar con la dictadura.

Tarsicio Morales alias Chispita.


Como informante de las pesquisas sobre la población,
tenía a Tarsicio Morales, alias “Chispita”, con veinticinco
años de edad, moreno, lampiño, ojos negros oblicuos.

Usaba lentes gruesos por su miopía, su cabello negro


liso siempre bien recortado.

Cargaba en una pequeña mochila de lona color verde


camuflada una libreta, un lapicero, una pistola calibre 22
y un carnet que lo identificaba como colaborador de la
guardia nacional.

37
El sueño del Presidente Francisco A. Ramírez

Era ágil para detectar personas sospechosas de


participar en asuntos revolucionarios.

Al mismo tiempo informaba el nombre y la dirección de


las personas sospechosas, incluyendo las personas que
le caían mal.

Estos listados llegaban a la guardia nacional, quienes,


sin investigar, procedían a la captura de dichas personas
para luego torturarlas, y al hacerse cargo de delitos que
ellos no habían cometidos, eran encarcelados o
desaparecidos.

Algunas veces cuando daba la información verbalmente,


las autoridades cometían el error de capturar a personas
inocentes.

Solamente por el parecido en el nombre; pues chispita


no podía pronunciar bien las palabras debido a que era
janiche de nacimiento.



38
El sueño del Presidente Francisco A. Ramírez

SEGUNDA PARTE

Capitulo VII
Nacimiento de Hortensio Paz

La claridad del firmamento, hacía ver los suaves celajes


afirmando que el día había despuntado.

El astro rey, se disponía a lanzar sus tenues rayos


acompañados de una suave brisa que despertaba el
crepúsculo con suaves melodías de las aves y el trinar
de los árboles.

Como una gran orquesta, ejecutando una fina melodía,


que hacía bailar los árboles de la cercanía.

Una bandada de golondrinas sobrevolaba la casa de


Antonio, vislumbrando y dándoles la bienvenida a los
invitados que comenzaban a llegar.

Los hombres vistiendo camisa y pantalón de mantadril,


algunos descalzos y otros con caites de hule o cuero de
buey.

Sin faltar el sombrero de palma sobre sus cabezas.

39
El sueño del Presidente Francisco A. Ramírez

Sus machetes afilados y envainados; con su gaza en el


manguillo.

Eran entregados al padre de Antonio, para que los


guardara en un lugar seguro y tenerlos listos para
defender a su familia.

Las mujeres jóvenes y adultas, vestidas con sus


enaguas y blusas de manta.

Luciendo sus sandalias y coloridos collares; unas con


bonitas diademas de carey sobre su cabeza y otras
adornándola con una perfumada flor de jazmín.

Todos los invitados, al nomas entrar a la casa, lo primero


que hacían era saludar.

Los hombres, hacían la venia quitándose el sombrero y


las mujeres, juntaban las palmas de sus manos en señal
de bendito.

La música de la marimba era acompañada por Anacleto,


un cantante de tango y vals, que siempre comenzaba
con la canción “Bajo el almendro “.

Luego continuaba con música romántica para tocarles


las fibras más íntimas del corazón a los enamorados.

40
El sueño del Presidente Francisco A. Ramírez

Todos se pusieron a bailar al compás de la música.

Los cipotes corrían de un lado a otro; algunos comiendo


tamales de cuche que habían conseguido robándoselos
de la olla caliente.

Una señora gordita, amable y educada, preparó una


mesa grande de madera, cubriéndola con un mantel
floreado.

Enseguida colocó en la mesa, platos de barro,


acompañados de un tenedor de madera.

En cada plato colocó cuatro tamales, acompañados de


una taza llena de café caliente, para todos los presentes.

Mientras tanto, un señor alto y delgado, calvo y risueño,


que era el sacristán de la pequeña iglesia del pueblo,
comenzó a reventar los cohetes.

Era un día especial, la felicidad de la familia y del resto


de invitados se notaba al estar celebrando el matrimonio
de Antonio y Macaria.

A los nueve meses, nació su primer hijo, a quien


bautizaron con el nombre de Hortensio.

41
El sueño del Presidente Francisco A. Ramírez

Era un niño robusto, piel morena clara, cabello rizo, ojos


negros, grandes.

Desde pequeño era risueño e inquieto; le gustaba jugar


con los demás niños de la localidad.

Desde niño, sus padres lo llevaban a las fincas de café


que estaban en las cordilleras adyacentes del pueblo de
Malaca.

Eran cafetales con árboles que proporcionaban un saco


de doscientas libras de café uva, cada uno.

Se levantaban a las dos de la mañana para preparar el


desayuno y el almuerzo.

Como no tenían reloj para saber la hora, salían a ver el


firmamento y se fijaban en la constelación de las siete
cabritas o en los ojos de Santa Lucia.

Algunas veces el cielo estaba oscuro y no podían ver las


constelaciones, entonces tenían como señal el canto del
gallo.

En esa época, casi todas las familias tenían un gallo


para espantar los malos espíritus.

42
El sueño del Presidente Francisco A. Ramírez

Su alimento no pasaba de frijoles, sal y tortillas de


maicillo, algunas veces un huacal de café de maíz
tostado.

Cuando regresaban de la finca, traían un haz de leña


para su uso o para venderlo y con ese dinero compraban
un pedazo de queso, el que era compartido con toda la
familia.

Era bonito ver en la orilla del camino polvoriento, la venta


de guineos, mandarinas, nacaspilos, paternas y
caimitos.

Pero ellos no podían comprar las frutas por no contar


con dinero, y solo se limitaban a verlas y quedarse con
el deseo.

Su padre Antonio, ya lo había aconsejado no tocar las


cosas ajenas.

Siempre le decía:

-- Debemos de ser honrados, “es mejor vivir pobre toda


la vida, pero con la frente en alto, y no vivir rico con la
cabeza agachada”

43
El sueño del Presidente Francisco A. Ramírez

Hortensio crecía en un ambiente de explotación, de


injusticias, de inseguridad, de menosprecio y de
marginación; todo por haber nacido de la clase pobre.

Sus raíces fueron de congoja y de esperanza, ya que por


esa fecha comenzaba a formarse el movimiento obrero.

También se comenzaba a dar la reforma agraria, cuyo


requisito para participar era no tener bienes inmuebles
inscritos en el Registro de la propiedad.

En ese entonces, la guardia nacional se había dado a la


tarea de asesinar campesinos.

Cuando Hortensio tenía apenas cuatro años de edad, el


gobierno del dictador Casiano aumentó los impuestos
con el fin de recaudar más dinero para despilfarrarlo.

Esto provocó un descontento en la población, a tal grado


que comenzaron las huelgas.

Con el fin de apaciguar la huelga, se dio una alianza


entre algunos miembros de la oligarquía y
representantes de grupos populares; incluyendo
militares jóvenes.

44
El sueño del Presidente Francisco A. Ramírez

Como resultado, propiciaron un golpe de estado al


régimen.

Sin embargo, este golpe de estado falló.

Posteriormente se dio una huelga general, donde


participaron:

Estudiantes, profesores, empleados públicos y privados,


los vendedores y vendedoras, los médicos y abogados.

El escenario del país, ya había comenzado a


convulsionar; el descontento de las clases sociales, ya
se notaba.

Hortensio, a sus escasos doce años de edad, ya


pensaba cambiar su vida.

Y pensaba:

Solamente podemos cambiar la vida que llevamos, a


través de:

El estudio o la Insurrección.



45
El sueño del Presidente Francisco A. Ramírez

Capitulo VIII
Estudio de Hortensio

Desde niño se ganaba el respeto de las demás


personas, su buen comportamiento y honradez reflejaba
la forma de crianza que le habían dado sus padres.

Era obediente y disciplinado; soñaba con hacer cosas


grandes en bien de la humanidad.

A temprana edad manifestaba características de ser un


buen líder.

Sus amigos lo bautizaron con el sobrenombre de “el


soñador” porque siempre andaba diciendo: cuando sea
grande, “voy a ser presidente”.

Hortensio era robusto y de estatura mediana, piel


morena, cabello negro recortado, ojos negros, frente
ancho y un poco tardo para hilvanar palabras.

46
El sueño del Presidente Francisco A. Ramírez

Plan Básico
Sus pies descalzos sufrieron de numerosos tropezones;
pues se calzó hasta que comenzó a estudiar el Plan
Básico.

Su deseo por salir de la pobreza y luchar por las


mayorías, lo impulsaron a continuar sus estudios
básicos, en un centro educativo que les quedaba a doce
kilómetros de distancia desde su humilde casa.

En ese tiempo no había libros ni cuadernos, estos se


hacían de papel de empaque y se cosían con una aguja
utilizando hilo de hacer costuras de vestidos.

Hortensio viajaba al plan básico, acompañado de


Gregorio su compañero de estudios.

Los dos eran buenos jinetes, Gregorio dirigía las riendas


y Hortensio lo acompañaba en el lomo del hermoso
caballo negro.

El dueño del caballo era don Anacleto, padre de


Gregorio; quien se sentía contento que su hijo fuera
compañero de Hortensio, por ser éste inteligente y
educado.

47
El sueño del Presidente Francisco A. Ramírez

En las clases de educación física, se destacaba como


un gran atleta y en las demás asignaturas, siempre
obtuvo el primer lugar, convirtiéndose en líder de sus
compañeros.

La pobreza de Hortensio lo motivaba para seguir


adelante, estaba convencido que el estudio seria el
pasaporte para salir de la miseria.

Con penurias, a veces sin desayunar, sin portar ni un


centavo para su refrigerio, nunca faltó a clases hasta que
concluyó sus estudios de Plan Básico.

Escuela Normal de Maestros


Don Anacleto, ya tenía en mente que Gregorio siguiera
estudiando para ser profesor.

Aunque sabía que su hijo no era inteligente, pero era


aplicado.

Y no dudo en invitar a Hortensio para que estudiara para


profesor; pues éste era inteligente y siempre le ayudaba
a hacer las tareas escolares a Gregorio.

Hortensio vio las posibilidades de seguir sus estudios de


Profesor.

48
El sueño del Presidente Francisco A. Ramírez

Anacleto, le ofreció trabajo para los días sábados por la


tarde y los domingos todo el día, para que trabajara en
las podas de cafetales.

Y así, Hortensio se podría costear sus estudios;


trabajando y estudiando.

Se matricularon en la escuela normal de maestros,


donde después de tres años de estudio se graduaban de
profesor.

La fortaleza de los normalistas era lo Pedagógico y lo


científico.

Analizaron doctrinas como el marxismo, el socialismo, el


capitalismo, y otras corrientes afines, que hacían del
profesor, una persona íntegra, capaz de realizar
cambios positivos y liberar a la sociedad de las cadenas
de la esclavitud.

Esto incomodaba a las autoridades, a tal grado que


algunas veces se declaraban enemigos de los
profesores y alumnos.

Creían que en las escuelas se estaba enseñando el


comunismo y que con ese conocimiento, iban a

49
El sueño del Presidente Francisco A. Ramírez

desbaratar el capitalismo, que era la fuente de riqueza


de unas pocas familias que gozaban de privilegios.

Un día viernes por la tarde, Hortensio y Sebastián,


salieron de la escuela normal para dirigirse a su casa.

El objetivo era ir a descansar y trabajar en algunas


tareas que les habían dejado los profesores.

Tuvieron que subirse a un bus viejo, descolorido por el


tiempo.

Tenía una parrilla de hierro sobre su techo, que servía


para llevar la mercadería que traían algunos pasajeros.

A veces, cuando los pasajeros no cabían adentro, tenían


que subirse a la parrilla por la necesidad de viajar, ya
que los buses eran escasos.

Algunos pasajeros, se agarraban bien de los peldaños


de la escalera de hierro corroído por la intemperie; pero
que aún servía para subir a la parrilla.

Los pasajeros que venían adentro; algunos sentados en


los asientos; pero la mayoría venían parados, colgados
como murciélago.

50
El sueño del Presidente Francisco A. Ramírez

El cobrador, gritaba anunciando los lugares de parada


para que el pasajero supiera con anterioridad si iba
llegando al lugar de su destino.

Y cuando el bus se detenía, aprovechaban los pasajeros


para bajarse y en ese instante, pagaban el pasaje al
cobrador.

En la carretera, era común encontrarse con retenes de


la guardia nacional, de la policía de hacienda o de
soldados del ejército nacional.

Ese viernes, le fue mal a Hortensio y Gregorio, que


venían muy contentos platicando de una compañera de
estudios.

De repente, el bus se detuvo, atendiendo una señal de


parada que le hizo un guardia integrante del retén que
controlaba esa zona.

Un guardia nacional llamado Toribio, que por apodo le


decían “el venado”, era un asesino que odiaba a los
profesores y alumnos por considerarlos comunistas.

Se subió al bus y ordenó que todos los pasajeros


salieran y que se tiraran boca abajo en lo caliente de la
pavimentada.
51
El sueño del Presidente Francisco A. Ramírez

Mientras que otros guardias comenzaron a registrar el


equipaje que traían los pasajeros.

Uno de los guardias registró los bolsones de Hortensio y


Gregorio, donde traían los cuadernos y folletos.

Al leer en un folleto que decía “El Capital”, que era una


información que les había dado el profesor de literatura
universal.

El guardia se enfureció y de inmediato los acusó de


comunistas.

El venado, que era el jefe del retén, ordenó que el bus


continuara su marcha.

Dejando amarrados a los dos estudiantes, acusados de


comunistas y trasladándolos posteriormente al cuartel
general de la guardia nacional.

Los metieron en una bartolina, donde estaban


incomunicados, sin agua para saciar la sed y sin comida.

La bartolina estaba húmeda y oscura, haciendo difícil la


respiración por la falta de aire.

52
El sueño del Presidente Francisco A. Ramírez

El objetivo era doblegarlos y hacer que aceptaran que


eran comunistas, de manera que, con su declaración, se
hundieran más en la cárcel.

Los dos resistieron las torturas y ninguno aceptó ser


comunista; se limitaron a decir la verdad, que eran
estudiantes de la escuela normal de maestros.

Por no tener ninguna prueba y haberlos capturado


enfrente de todos los pasajeros, solamente los tuvieron
detenidos durante setenta y dos horas.

Luego tomaron la decisión de dejarlos libres, no sin


antes condicionarlos.

Esta acción en contra de los estudiantes, propició que la


mayoría se organizara en pequeños grupos con el
objetivo de luchar en contra de las autoridades y poder
lograr la reivindicación.

El esfuerzo no fue en vano y transcurridos los tres años,


Hortensio y Gregorio se graduaron de profesor.



53
El sueño del Presidente Francisco A. Ramírez

Capítulo IX
Nombramiento de Hortensio

Fue nombrado como profesor del cantón Las Ánimas.

Al llegar al lugar, encontró un rancho de paredes de


varas de maicillo y el techo de zacate.

El lugar estaba cerrado; tenía aproximadamente cinco


años de no tener profesor.

Desenganchó el alambre de amarre que sostenía el viejo


y oxidado candado que daba seguridad a la antigua
puerta.

Y entró muy despacio, percatándose de que en su


interior no había pupitres ni mesas, mucho menos
pizarra para escribir.

En ese instante, poco a poco se iban acercando al lugar


algunos padres de familia y unos niños desnutridos,
descalzos y con ropa maltratada.

Don Benvenuto, un señor de setenta años de edad, con


su cuerpo larguirucho y una sonrisa un poco amigable.

54
El sueño del Presidente Francisco A. Ramírez

Por sus gestos, demostraba que era e líder de la


comunidad.

Se le acercó y levantándose el sombrero en señal de


respeto, le dijo:

-Buenos días señor ¿es usted el nuevo profesor?

-Sí señor, por lo que veo este lugar ha estado cerrado.

-Sí, ha estado cerrado durante cinco años por motivo de


la gran pobreza que hay en este lugar.

-Fíjese que aquí no hay trabajo y cuando lo hay, estos


señores pagan bien barato.

De manera que nuestros hijos, cuando ya tienen seis


años de edad, los llevamos a las milpas o si no a traer
leña para venderla y poder comprar comida.

Bueno, le dijo Hortensio a don Benvenuto:

-Por favor, mañana me les avisa a todos los niños que


ya está el profesor en la escuela y que las clases
comenzarán mañana mismo.

Benvenuto, se volvió a quitar el sombrero, dejándose ver


la cabeza calva, en señal de respeto.

55
El sueño del Presidente Francisco A. Ramírez

Hortensio se quedó en el rancho que hacía las veces de


escuela y comenzó a hacerse las siguientes
interrogaciones:

¿Cuántos niños vendrán a clase?

¿Por qué realmente está cerrada la escuela?

El día siguiente, llegaron doce niños, unos en edad


escolar y otros pasados de la edad, pero a todos se les
veía el deseo de aprender a leer y escribir.

Ese día, Hortensio se presentó con todos los alumnos y


algunos padres de familia.

La alegría fue enorme, todos los presentes aplaudieron


y don Benvenuto en nombre de todos los padres de
familia y alumnos, le dio la bienvenida, al mismo tiempo
que le ofreció su apoyo en la alimentación y vivienda.

Nueve años después…


El profesor Hortensio era el director y orientador de los
alumnos del noveno grado.

La escuelita del cantón Las Animas que al principio era


de varas de maicillo y techo de zacate, ahora era una
56
El sueño del Presidente Francisco A. Ramírez

construcción mixta que albergaba a alumnos desde


Parvularia hasta noveno grado.

Sus alumnos eran inteligentes, y conocían las


bondades de su querido profesor-

Catequesis
Cerca de la escuela de Las Animas estaba el caserío El
Carao, donde había una ermita asistida por un sacerdote
que impartía clases de catequesis.

Casi todas las tardes, los alumnos le pedían permiso a


su profesor para asistir a la ermita.

En ese tiempo, ya se sabía de la existencia de grupos


de rebeldes; jóvenes armados que protestaban por el
mal trato que le daban al proletariado.

Por los bajos salarios, por el despilfarro del gobierno y el


aparecimiento de cadáveres de personas desaparecidas
o asesinadas por la guardia nacional, la policía de
hacienda o la fuerza armada.

57
El sueño del Presidente Francisco A. Ramírez

Estebana, tenía catorce años de edad y era una


jovencita de cuerpo esbelto, piel blanca, ojos grandes
azules, cabello largo color oro.

Amable con todas las personas, su inocencia la


transmitía al sonreírles a todas las personas que
encontraba.

El día viernes, solo recibió las clases del turno de la


mañana y solicitó permiso para no asistir a clases por la
tarde; porque tenía que ir a la catequesis.

Ese día, no llegó a dormir a su casa, causando gran


preocupación a sus padres; pues nunca se había
quedado a dormir fuera de casa.

Con gran angustia y pensando lo más grave que le


podría haber pasado a su querida hija; decidieron ir el
siguiente día a la escuela a preguntarle al profesor
Hortensio por el paradero de Estebana.

Nadie sabía nada, ni los profesores, ni sus compañeros


de clase.

Salvo Toñito, que manifestó que ese día, ella asistió a


las clases de catequesis.

58
El sueño del Presidente Francisco A. Ramírez

Cuando salieron de las clases, ella se quedó en la cruz


de calle, para pedir un aventón y llegar luego a su casa.

Como a la hora de estar esperando, pasó una picap


color negro en el que iban tres hombres.

Uno de ellos era el motorista, que al ver que ella pedía


jalón, paró bruscamente el vehículo y subió a Estebana.

Ignorando la presencia de Toñito, púes éste estaba


observándola desde una distancia de media cuadra.

Pasaron tres días buscándola en todas partes, hasta que


por fin, la encontraron con varias puñaladas en el pecho;
reconociendo su cadáver en el centro del cementerio del
cantón vecino.

Esto, le despertó la curiosidad a Hortensio.

El miedo a que sus sospechas se hicieran realidad, lo


indujo a investigar.

¿Qué era lo que sus alumnos estaban estudiando en la


catequesis?

¿Qué les estaban inculcando?

59
El sueño del Presidente Francisco A. Ramírez

Pues notaba a todos sus alumnos de noveno grado,


rebeldes y con un léxico socialista.

Un día, se quedó solo, pensando como investigar la


conducta de sus alumnos.

Contaba con la amistad sincera de Balmore, un alumno


humilde e inteligente que siempre lo acompañaba a
todas partes; era el que le llevaba la comida a la escuela
y allí almorzaban juntos.

Hortensio percibió el momento oportuno y le preguntó:

- ¿Qué es lo que en realidad enseñan en la ermita?

- ¿quiénes dan las clases?

Balmore le enseñó el cuaderno y le dijo que eran los


curas de la ermita los que daban la enseñanza sobre la
Teología de la Liberación.

Esta oportunidad la aprovechó Balmore para invitarlo a


que lo acompañara el siguiente día por la tarde.

En esa ocasión, iban a tener la presencia de uno de los


sacerdotes que dirigían la Teología de la Liberación.

¿Quién es ese sacerdote?

60
El sueño del Presidente Francisco A. Ramírez

Balmore le dijo que era el sacerdote Gustavo Leonardo.

Hortensio --¿Cómo es ese sacerdote?

Balmore---El sacerdote Gustavo Leonardo, tiene 45


años de edad; es alto y delgado, piel blanca, calvo, es
serio; pero con un gran poder de convencimiento.

Es un Sacerdote católico revolucionario, oriundo de


Cataluña.

Su misión es catequizar a los jóvenes sobre, la Teología


de la Liberación.

Lo anterior le despertó curiosidad a Hortensio, quien


dispuso acompañar a Balmore, para conocer la filosofía
de la Teología de la Liberación.

El padre Gustavo Leonardo le explicó a Hortensio, que


su plan pastoral consistía en manifestar que la salvación
cristiana no podía darse sin la liberación económica,
política, social e ideológica

Se debe eliminar la explotación del hombre y las


injusticias.

Debe verse a la liberación, como toma de conciencia


ante la realidad socioeconómica.
61
El sueño del Presidente Francisco A. Ramírez

Por estas afirmaciones que manifestaba el padre


Gustavo Leonardo, se le conocía como “el cura
comunista”

(En ese entonces, se había formado el movimiento


obrero, integrado por las federaciones y sindicatos en
contra de la dictadura militar).

Pero estas organizaciones y federaciones fueron


cortadas por el dictador Casiano Buendía.

Esto dio lugar a realizar una huelga de brazos caídos


con la participación de estudiantes, maestros,
empleados, profesionales, obreros, campesinos,
terminando en un golpe de estado

En ese escenario, Casiano Buendía, fue hecho


prisionero y juzgado en una plazuela, frente a un jurado
formado por ciudadanos comunes, que luego decidieron
fusilarlo en la plaza pública.

La junta militar
Los jóvenes militares se unieron y formaron la Junta
militar; designando como presidente de la junta, al
coronel Pablo Morillo.
62
El sueño del Presidente Francisco A. Ramírez

Un joven militar procedente de la clase media; que,


gracias a su inteligencia, estudió becado en la academia
militar de Argentina.

En el gobierno de la junta militar, se suspendió el


derecho a huelga, se estableció la pena de muerte, fue
cerrada la universidad nacional, y se hicieron reformas
educativas.

Se formaron grupos de tarea militar, paramilitares


informantes, práctica de secuestros, saqueos de
vivienda desaparecimientos, los detenidos sometidos a
toda clase de vejámenes.

Las violaciones sexuales y el uso de toques eléctricos


se practicaban para obtener información.



63
El sueño del Presidente Francisco A. Ramírez

Capitulo X
El Profesor y la teología de la liberación

Hortensio se sintió atraído por la Teología de la


Liberación, que escuetamente le había explicado el
padre Gustavo.

Esa noche, salió al patio de la casa donde vivía y se


paseaba lentamente viendo el firmamento, observando
detenidamente las brillantes y fugases estrellas y la
hermosa luna de verano.

Su mente le daba vueltas, analizando las palabras del


padre Gustavo.

Veía en ellas, la clave del éxito; las llaves para abrir las
puertas de la igualdad y de la libertad.

Sin darse cuenta que ya eran casi las dos de la mañana


y tenía que preparar clases para el día siguiente.

Se recostó en su hamaca y a los pocos minutos, ya


estaba dormido.

El día siguiente se presentó a la escuela para atender a


sus alumnos y felicitarlos por el grado de conocimiento

64
El sueño del Presidente Francisco A. Ramírez

que habían adquirido en las sesiones de catequesis


sobre la Teoría de la Liberación.

También sus alumnos se sintieron contentos de saber


que su querido profesor se haya incorporado a las
sesiones de catequesis impartidas por el sacerdote
Gustavo.

Se inició como un nuevo alumno en la ermita del caserío


El Carao, donde el guía espiritual era el sacerdote
Gustavo Leonardo, que le dio la bienvenida con un fuerte
abrazo de hermano espiritual.

El padre Gustavo, que era un gran orador, poseía


carisma y una voz suave; dones que utilizaba para
convencer a las personas sobre su filosofía teológica.

Al ver a Hortensio, rápidamente lo analizó y vio en él un


fuerte candidato para convertirlo en un líder comunitario.

Líder comunitario
Hortensio se adaptó rápidamente a sus nuevos
compañeros de ideología, con los cuales desde el
principio formó parte de un equipo de tres campesinos
que eran los más avanzados en el estudio.
65
El sueño del Presidente Francisco A. Ramírez

Todos los neófitos tenían que estudiar la Religión


liberadora, que consistía en la formación de grupos de
jóvenes cristianos para la liberación.

También estudiaban la Realidad Nacional; para este


tema, los sacerdotes los apoyaban con folletos de la
realidad nacional.

En estos folletos sobresalían los temas que señalaban


los problemas que existían en el país, como por ejemplo:
la explotación y el abandono de la clase pobre.

El curso duraba seis meses y salían capacitados para


formar grupos de campesinos preparados para la
revolución.

El entusiasmo de Hortensio, por aprender cada día más


sobre la Teoría de la Liberación, hizo que faltara mucho
tiempo a atender a sus alumnos.

Esto motivó a que se le acusara de abandono de labores


y fue destituido de su cargo por el ministerio de
educación.

66
El sueño del Presidente Francisco A. Ramírez

Formación de cuadros
El profesor Hortensio, se dedicó de lleno a formar
cuadros de personas con conocimiento avanzado sobre
liberación del género humano, en las diferentes
comunidades.

Cuando ya se tenían fuerzas populares y fuerzas de


resistencia, empezaron las marchas de estudiantes y de
campesinos en la capital, siendo todas reprimidas por el
ejército nacional.

Todos los catequistas con su grupo familiar, eran


perseguidos por las fuerzas represivas que llegaban a
las casas a preguntar por su paradero.

Y al no recibir ninguna información, se dedicaban a


quemar folletos, biblias y demás documentos que
consideraban propaganda subversiva.

Algunas veces, abrían a patadas la puerta y golpeaban


a familias enteras para que dieran información sobre el
paradero de los catequistas.

Diciéndoles que en otra vez si los iban a matar porque


todos ellos eran comunistas.

67
El sueño del Presidente Francisco A. Ramírez

En una de esas pesquisas, Hortensio fue apresado por


la Guardia Nacional.

Lo condujeron al Cuartel de la zona y al siguiente día lo


mandaron a la Policía Nacional.

Lo vendaron y torturaron con choques eléctricos; le


preguntaban que si conocía a los dirigentes
revolucionarios.

Y él les decía que no conocía a ningún dirigente


revolucionario.

Le metieron la cabeza en una bolsa con cal, para que


sintiera la sensación de ahogo, y al mismo tiempo le
decían:

-Te vamos a matar si no dices los nombres de los


dirigentes revolucionarios.

Después de cuatro semanas de angustia, y por no


poderle comprobar ningún delito, lo sacaron a la calle,
desnudo y sin ningún documento de identificación.

En ese momento, pasaba por ese lugar, la manifestación


de los alumnos universitarios, y al verlo, lo auxiliaron
donándole ropa para que se vistiera.

68
El sueño del Presidente Francisco A. Ramírez

Lo proveyeron de diez colones para que se fuera a


comer al mercado.

Hortensio presentaba desnutrición severa por tanto


tiempo que había pasado sin comer y sin tomar agua.

El día siguiente se realizaría una marcha de las ligas


populares, y Hortensio, decidió esperarse para
incorporarse como miembro activo en la lucha armada.



69
El sueño del Presidente Francisco A. Ramírez

Capitulo XI
Guerrillero

Se incorporó al ejército revolucionario del pueblo.

En ese tiempo, la represión de las fuerzas armadas cada


día era más fuerte.

El ejército revolucionario necesitaba aumentar el


número de guerrilleros y mejorar sus tácticas para el
combate (como las avanzadas en cuña, en abanico, los
camuflajes de verano, de invierno etc.)

Talleres clandestinos
Ya contaban con talleres para reparar pistolas, fusiles,
ametralladoras, escopetas y fabricar armas hechizas
como:

Granadas de contacto, molotov, hacer abanicos,


pleymor quita pie, trampas caza bobo, bastones RP7
RPG2, granada de contacto, fusiles y otros pertrechos
de guerra

70
El sueño del Presidente Francisco A. Ramírez

Uno de estos talleres estuvo a cargo de Hortensio, quien


poseía amplios conocimientos teóricos y prácticos
adquiridos en la ermita del caserío El Carao.

Eleuterio, un hombre alto y robusto, vistiendo un


uniforme desteñido de la fuerza armada, usando una
boina verde que había conseguido con uno de los
soldados que visitaban el cantón, era el comandante
cantonal que informaba al ejercito de las actividades de
los habitantes de ese lugar.

Con el disimulo de visitar unos familiares, se acercó al


taller que tenía la guerrilla en ese lugar e
inmediatamente le informó al comandante de puesto de
los soldados, que en ese lugar funcionaba un taller
clandestino donde reparaban y fabricaban armas y
explosivos.

Al mismo tiempo les dio la dirección exacta,


acompañada de un pequeño croquis del lugar.

El comandante del ejército nacional, al tener


conocimiento del taller clandestino, inmediatamente
preparó dos escuadras de soldados de los más
experimentados en combate cuerpo a cuerpo.

71
El sueño del Presidente Francisco A. Ramírez

Delante de ellos iban dos soldados antenas para


reconocimiento del lugar.

Los soldados, de forma sorpresiva, atacaron a los


guerrilleros que estaban en el taller.

En este ataque, destruyeron la vivienda, herramientas,


materia prima, utensilios, y todo lo que ellos utilizaban
para reparar armas y fabricar explosivos.

Hortensio, que era el responsable del taller, saltó como


una liebre que se defiende de sus cazadores, y con gran
agilidad, tomó el fusil Galil y la bolsa de municiones.

Acompañado de tres guerrilleros de los más veteranos,


corrieron velozmente a la quebrada adyacente.

Y se fugaron ante las narices de los embravecidos


soldados, quienes no pudieron seguirlos por desconocer
la topografía del lugar.

En este ataque sorpresivo, casi todos los guerrilleros


murieron con sus cuerpos destrozados por el
armamento pesado utilizado por la fuerza armada.

Hortensio y los tres guerrilleros que lo acompañaban, ya


vencidos por el rendimiento y la falta de alimentación,

72
El sueño del Presidente Francisco A. Ramírez

llegaron al cerro de Guadalupe, casi a las cinco de la


mañana.

Agregándose al grupo de guerrilleros que operaba en


este lugar.

Con miras de recuperar lo poco que había quedado en


el taller después del ataque de los soldados, Hortensio
con un grupo de subversivos, visitaron el lugar.

Quedaron sorprendidos al ver el efecto del potente


ataque; fijando su mirada en todos los escombros.

Había pedazos de cuerpo humano, de animales, sangre


por todos lados, pedazos de fusiles, pistolas, pólvora,
cartuchos, municiones, pedazos de sillas, mesa,
estantes, ropa, botas, cuchillos y machetes.

Pocos días después, Hortensio se trasladó a otro lugar


donde fundó otro taller en compañía de otros compas,

Aquí, reparaban las armas de guerra y las armas de


asalto que habían sido incautadas a las fuerzas
represivas.

73
El sueño del Presidente Francisco A. Ramírez

También fabricaban armas como trabucos granadas,


bombas, lanza cohetes, fusiles, etc. todos de fabricación
hechiza.

Este taller de explosivos, tenía poco tiempo de funcionar,


cuando fue localizado por la guardia nacional.

Pero éste, había sido creado como carnada para atraer


a la guardia nacional.

Hortensio, con un grupo de guerrilleros, ya estaban


esperando a la guardia nacional y con gran fuerza y
poder combativo, repelieron el ataque.

Los guardias nacionales se retiraron en desbandada,


por veredas y callejones que no conocían.

Los guerrilleros conocían el terreno como la palma de su


mano, y en pocos minutos los alcanzaron.

Los guardias nacionales fueron apresados y entregaron


todo su equipo y posteriormente fueron llevados al
cuartel subversivo.

El comandante de la guardia nacional, al darse cuenta


de lo sucedido, avisó a sus superiores del poder de los
guerrilleros de la zona.

74
El sueño del Presidente Francisco A. Ramírez

Combates
En la población había rumores que el ejército y todas las
fuerzas represivas del gobierno, preparaban una
operación de gran envergadura.

Su objetivo principal, era matar a todos los guerrilleros y


liberar a todos los soldados y guardias nacionales que
habían caído como rehenes en los enfrentamientos
anteriores.

Al darse cuenta Hortensio, de los rumores que corrían


en la población, se reunió de urgencia con un grupo de
compas, para tomar las precauciones del caso.

Primero reunieron a toda la gente civil y a todos los


familiares de los guerrilleros que se encontraban en los
parques y las iglesias.

Luego prepararon una retirada con todas las personas,


resguardándose en una población de un vecino país.

Todos los guerrilleros que estaban en perfectas


condiciones para el combate, comandados por
Hortensio, buscaron un lugar estratégico para emboscar
a la tropa enemiga.
75
El sueño del Presidente Francisco A. Ramírez

El lugar adecuado para le emboscada era el callejón de


la muerte.

Pero con tan mala suerte, que las tropas enemigas


llegaron primero a ese lugar, con la ayuda de un
guerrillero soplón.

El combate fue recio, y murieron en ese lugar más de


cien elementos de las fuerzas represivas y veinte
guerrilleros de los que encabezaban el pelotón de
resistencia guerrillera.

Un grupo de soldados se retiraron a un cerro más alto


llamado Las Nubes, y desde ese lugar lanzaban
morteros y granadas para minar las tropas guerrilleras.

La moral de los guerrilleros se iba perdiendo al ver a la


mayoría de sus compañeros mutilados.

Hortensio fue herido en la pierna izquierda y auxiliado


por sus compañeros fue trasladado a un refugio
clandestino.

Lo examinaron en una cama improvisada y fue operado


de urgencia por un grupo de estudiantes de medicina
que apoyaban el movimiento guerrillero.

76
El sueño del Presidente Francisco A. Ramírez

Todos los cuerpos represivos arreciaban los combates


contra el ejército de rebeldes.

El ejército revolucionario, era apoyado por guerrilleros


extranjeros, experimentados en tácticas guerrilleras y
traían armas más sofisticadas con las cuales ya habían
ganado la revolución en sus países de origen.

Hortensio, que todavía sufría las secuelas de su herida,


tuvo que dedicarse por algún tiempo a organizar
campamentos en las diferentes comunidades.

Cada campamento contaba con un coordinador y un


representante para cada una de las áreas:

Salud

Educación

Saneamiento ambiental

Aseo

Disciplina

Religión.

77
El sueño del Presidente Francisco A. Ramírez

Cuando Hortensio se sitió ya sanado de su herida, se


volvió a incorporar al ejército revolucionario, que ya
contaba con más de mil quinientos guerrilleros.

Se habían incorporado masivamente hombres y


mujeres, adultos y jóvenes y hasta niños.

Todos luchaban por convicción, al ser testigos de las


atrocidades cometidas por los soldados, la guardia
nacional y la policía de hacienda.

Las fuerzas represivas, cometían todo tipo de atropellos,


torturas y fusilamientos en contra de la población
indefensa que servía como escudo al ejército
revolucionario.

Los guerrilleros poseían una frecuencia, que se


encargaba de informar al país y al mundo entero, todas
las acciones de combate que se daban en la comarca.

Comunicaba el avance de la guerrilla por todo el


territorio; asimismo de las crueldades que hacia el
ejército cuando realizaban operativos.



78
El sueño del Presidente Francisco A. Ramírez

Capitulo XII
Comandante guerrillero

La situación se había puesto muy difícil, ambos bandos


tenían fuerza y poder combativo.

Hortensio, por su experiencia en la formación de cuadros


y por su fuerza combativa, había ascendido al grado de
comandante guerrillero de la zona.

Utilizando estrategias de ataque sorpresivo, comenzó a


minar las fuerzas represivas.

Se tomaban los puestos de autoridades y guarniciones


dispersos en las diferentes ciudades, pueblos o
cantones.

Los comandos de contrainsurgencia, crecían más y más;


pues masivamente se incorporaba cada día gentes de
diferente edad y género, atraídas por la convicción de
encontrar la paz justa y duradera.

Mientras los guerrilleros se tomaban las calles, las


ciudades, los puentes, las antenas de radios y de
televisión.

79
El sueño del Presidente Francisco A. Ramírez

El ejército bombardeaba las zonas que tenían presencia


guerrillera.

Zaragoza, era un pueblo fronterizo, rodeado de


hermosas y verdes colinas, donde existía una hacienda
de ganado, propiedad de un poderoso capitalista.

Era un pueblo militarizado, pues contaba con elementos


de la guardia nacional, de la policía de hacienda y con
guarnición militar.

Un lugar propicio para que el ministro de la defensa


Nacional, visitara el lugar para comprobar que la guerrilla
estaba controlada.

Nicolás Cienfuegos, ministro de la defensa, decidió


visitar Zaragoza, para comprobar la situación.

Fue recibido con gran pompa por los elementos del


ejército represivo.

No tenía ni tres horas de estar en ese lugar, cuando de


repente, se escuchó en las colinas vecinas, varias
ráfagas de disparos de arma de grueso calibre.

Todos los elementos del ejército represivo se pusieron


alertas, en guardia, para proteger a Nicolás Cienfuegos.

80
El sueño del Presidente Francisco A. Ramírez

Pero ya era tarde, una columna de guerrilleros dirigida


por el comandante Hortensio, habían rodeado el pueblo.

Y sin perder tiempo, entraron en bravío combate cuerpo


a cuerpo; no sin antes, haber eliminado a los vigilantes
del ejército represivo.

El cuerpo represivo en su afán por salvar la vida del


ministro de la defensa, peleó desesperadamente.

Casi todos los elementos del batallón que protegía al


ministro, murieron.

Algunos que sobrevivieron a este ataque, no tuvieron


más tiempo que vestirse con ropas de mujer.

Y haciéndose pasar por mujer, se mezclaron con la


demás población y fueron buscando la salida de la
ciudad.

Avanzaron por los estrechos y polvorientos caminos y


veredas, hasta llegar a la frontera del país vecino.

Mientras tanto, Nicolás Cienfuegos, ministro de la


defensa, fue hecho prisionero y llevado a la
comandancia guerrillera más cercana.

81
El sueño del Presidente Francisco A. Ramírez

Una semana después, Hortensio con un grupo de


rebeldes, llegó al lugar del combate para su
reconocimiento y comprobar que no había presencia de
militares.

Al darse cuenta que la zona ya estaba limpia, la declaró


zona liberada.

Esto estimuló a que la represión aumentara,


bombardeando los lugares donde había presencia
guerrillera, incluyendo a los civiles.

Las órdenes del ejército represivo eran:

Arreciar los combates en todos los lugares donde tenían


información de presencia guerrillera o de familiares de
éstos; y de ser posible, disparar y matar a todo lo que se
moviera.

Los oficiales del ejército represivo, con el fin de ejercer


más control en todo el país, crearon un grupo de
paramilitares, integrados por ex soldados que eran
dirigidos por comisionados cantonales.

82
El sueño del Presidente Francisco A. Ramírez

Los insurgentes, comenzaron a hacer sabotajes en la


energía eléctrica, destruyeron puentes para evitar que el
ejército represivo avanzara por los caminos y carreteras.

Se tomaron cuarteles y guarniciones, demostrando el


gran poderío que tenían.

En ese entonces, el ejército guerrillero ya contaba con


veinte compañías, y en cada una, había francotiradores
y personal especializado en combate.

El ejército represivo, utilizando helicópteros y aviones de


combate, bombardeaba la zona con el fin de limpiar la
zona de guerrilleros.

Mientras tanto, Hortensio, valiéndose de la diplomacia


que mantenía la guerrilla con otros países, solicitó
armamento más potente.

Los países amigos, con urgencia, apoyaron a los


insurgentes, con misiles, fusiles AK47, lanza cohetes y
algunos aviones de combate.

Con este armamento, los insurgentes, bajaban los


helicópteros y aviones artillados del ejército represivo.

83
El sueño del Presidente Francisco A. Ramírez

La organización del ejército revolucionario del pueblo,


era sorprendente.

En su mayoría, sus miembros eran estudiantes


universitarios, con conocimiento de estrategias político
militar de ataque, todos ellos formaban las fuerzas
especiales del movimiento insurgente.

Con el uso del potente armamento y con sus estructuras


bien organizadas, el ejército revolucionario estaba en
ventaja.

El mando guerrillero, encabezado por el comandante


Hortensio, propuso un operativo final.

Esta propuesta, de inmediato, fue avalada por todos los


comandantes, quienes a su vez trasladaron la noticia a
todos los demás combatientes.

Este operativo duro diez días.

En esta acción, se botaron puentes, postes del tendido


eléctrico, se bloquearon las carreteras y caminos, se
tomaron los cuarteles y las oficinas centrales del
gobierno

84
El sueño del Presidente Francisco A. Ramírez

El presidente de la junta militar, coronel Pablo Morillo, y


sus ministros, fueron tomados como rehenes y liberados
hasta que firmaron un acuerdo entre todos los
comandantes guerrilleros, el presidente de la junta
militar y sus ministros.

Para que gobernara el país, en esos momentos difíciles,


nombraron un presidente interino, para mientras se
hacían elecciones democráticas y elegir a un
gobernante por la vía democrática con elecciones libres.



85
El sueño del Presidente Francisco A. Ramírez

Capítulo XIII
Presidente interino

Como presidente interino, nombraron a Doroteo Molina,


un joven abogado que se había destacado como
catedrático de la universidad estatal.

Procedía de una familia campesina, y gracias a su


inteligencia, había estudiado becado en la universidad
nacional, en la facultad de jurisprudencia y ciencias
sociales, destacándose como un notable profesional del
derecho.

Su estatura alta y corpulenta, ojos negros, corte de


cabello francés claro, con fluidez de palabra y
categórico, mostraba ser un caballero fino y educado.

Comenzó a gobernar una sociedad en época de post


guerra.

En esta sociedad se podía notar


1-Una población económicamente pobre por falta de
trabajo y empleo.

86
El sueño del Presidente Francisco A. Ramírez

La mayoría de la población, aguantando hambre, por la


escasez de alimentos y la poca o nula oportunidad de
trabajo.

Los padres de familia, para mejorar su situación


económica, tuvieron que emigrar a otros países en
busca de trabajo; dejando a sus hijos bajo la protección
de sus abuelos.

La falta de amor paternal hizo que los niños y jóvenes


buscaran ese amor en otros grupos de jóvenes.

2-Una mala distribución de la riqueza, donde la minoría


eran los ricos y la mayoría eran los pobres.

Los pobres recibían maltrato físico y salarios bajos.

Los ricos, con la fortuna que amasaban valiéndose del


sudor de los pobres, gozaban de privilegios,
despilfarrando el dinero en bebidas y mujeres en otros
países, donde salían a pasar sus prolongadas
vacaciones.

Por lo general, los pobres no tenían vivienda propia; la


mayoría vivía en champas de lámina o de cartón; o como
colonos en las propiedades de los ricos.

87
El sueño del Presidente Francisco A. Ramírez

3-Casi toda la población estaba destruida


psicológicamente, con el sistema nervioso alterado por
el recuerdo de la guerra.

Algunas personas deambulando por los caminos o las


calles de la ciudad y en su locura haciendo cosas que ya
estaban fuera de orden.

4-Un ochenta por ciento de la población, con problemas


visuales, sordera, amputaciones y otros males.

La falta de medicinas, de personal paramédico y


hospitales especializados hacían más difícil la situación.

5-En el país, solo había una universidad, en la que


estudiaban los hijos de los ricos, quienes en su mayoría
emigraban a otros países en busca de universidades de
renombre.

Los hijos de los pobres, apenas estudiaban hasta


segundo o tercer grado.

Debido a su pobreza, los padres de familia los llevaban


al campo a trabajar en temprana edad.

88
El sueño del Presidente Francisco A. Ramírez

Había escasez de centros educativos; eran pocos los


cantones donde funcionaba una escuelita hasta tercer
grado, con un solo profesor.

Panorama en las calles y ciudades.


El Doctor Doroteo Molina, ya había tomado en cuenta la
situación del país, en la elaboración de su plan de
gobierno.

En su diagnóstico destacaba todas las variables, tanto


del proletariado como del capitalismo.

Pero persistían algunos roces entre los jefes militares, y


los comandantes guerrilleros.

Poco tiempo estuvo como gobernante el Doctor Doroteo


Molina, pues era una gran presión que ejercía la
población para que se terminara el conflicto.

Se realizó una reunión con la presencia de fejes


guerrilleros, jefes militares y presencia de funcionarios
civiles y extranjeros, donde acordaron que de inmediato
se firmaran los acuerdos de paz y se firmara la ley de
amnistía.

89
El sueño del Presidente Francisco A. Ramírez

Capitulo XIV
Un año después
Las elecciones
Se logró la amnistía para todos los excombatientes y se
reformó la constitución política.

Con esto, se creó un clima propicio para realizar


elecciones libres por primera vez en la historia.

En estas elecciones, hubo participación de toda la


población sin temor a las balas y a represalias, pues los
derechos humanos estaban vigilantes del proceso
eleccionario.

Participaron tres candidatos:

Hortensio, comandante guerrillero, que había luchado


por mejorar las condiciones de vida de las grandes
mayorías, su pensamiento marxista había sido
trasmitido en las escuelas rurales y urbanas.

Se le consideraba líder en todos los grupos


revolucionarios; era el candidato representante de la
izquierda.

90
El sueño del Presidente Francisco A. Ramírez

En cada discurso que pronunciaba, era ovacionado por


todos los asistentes cuando decía: “el pueblo unido,
jamás será vencido”.

El coronel Anastasio Andalucía, militar rebelde, famoso


por las masacres que había realizado cuando estaba en
la guardia nacional, por su semblante parecía un
muñeco de palo, serio, nunca sonreía.

Su odio hacia la familia campesina era evidente; pues a


muchos los había tratado como animales.

Desde que estuvo en la academia militar, le inculcaron


el menosprecio a la gente pobre.

Era el esbirro de los ricos, representante de la derecha


y fiel defensor del capitalismo,

El licenciado Toribio Márquez, alto y delgado, piel


blanca, ojos pequeños protegidos por sus lentes
gruesos y redondos.

Era visible la caspa en su cabeza calva, redonda como


una bola de billar; a esto le achacaban su gran
inteligencia para dominar las leyes, lo que le valió para
que sus compañeros de trabajo lo conocieran como “el
tinterio caspita”.
91
El sueño del Presidente Francisco A. Ramírez

No era de izquierda, por miedo de que lo tildaran de


comunista, aunque su origen era de la clase media.

No era de derecha, por miedo de que lo tildaran de Oreja


de los ricos o de las autoridades militares.

No se decidía por ningún bando; pero en el fondo era del


partido que más le ofreciera prebendas; por esta razón
se declaró del centro.

En la elección, el triunfo fue rotundo para Hortensio,


quien ganó las elecciones con un setenta por ciento de
los votos.



92
El sueño del Presidente Francisco A. Ramírez

Capitulo XV
Escenario que le esperaba a Hortensio

El escenario que había dejado la guerra civil, no era


alentador.

El desempleo era mayor, debido a la casi nula fuente de


trabajo, incrementando con esto la pobreza.

Algunas veces encontraban trabajo; pero lo que


ganaban no ajustaba para comprar la canasta básica,
mucho menos para comprar medicinas para curarse de
alguna enfermedad.

Las personas que no conseguían trabajo, se las


ingeniaban para conseguir dinero y ayudarle a su familia.

Locadia Pocasangre, una mujer de aspecto indígena,


pequeña de estatura; pero robusta de su cuerpo; daba
la impresión de estar siempre embarazada, debido a su
abultada panza, que trataba de disimular con un delantal
blanco que le cubría desde las mamas hasta los pies.

Sus ojos saltados como de culebra, le ayudaban a


visualizar todo lo que estaba a su alrededor y su cabello
alborotado, hacía pensar que era una mujer bien
93
El sueño del Presidente Francisco A. Ramírez

ocupada que no tenía tiempo ni para asearse su propio


cuerpo.

Su temperamento hostil le facilitaba enojarse


rápidamente con cualquier persona.

Tenía cinco pequeños hijos que mantener, debido a que


su marido había desaparecido del pueblo en tiempos de
la guerra.

Le decían “la catalnica “por su forma de hablar rápido;


aunque a veces no terminaba de pronunciar bien las
palabras, dejando a su interlocutor adivinando que
quería decir con la retahíla de palabras que mencionaba
en un minuto.

Era una locataria, que se pasaba todo el día revendiendo


frutas y peleándose con las demás vendedoras y con los
clientes que le regateaban el precio de sus frutas que
casi no vendía por estar casi podridas.

Salía por las calles de la ciudad a pasear su producto.

Remedando un perifoneo, gritaba ofreciendo sus jocotes


y mangos, a precios bajos.

94
El sueño del Presidente Francisco A. Ramírez

En cada esquina se quedaba parada escuchando lo que


decían las demás personas, y sin que nadie la invitara
se incluía para hacer más grande el chambre.

Su estrategia para conseguir dinero, consistía en


averiguar que personas tenían capital, y después trataba
de incluirlas en algún chambre.

Se jactaba de ser leguleya y para lograr su propósito,


procedía a demandar a la persona en la alcaldía del
pueblo, en el juzgado de Paz, en la procuraduría o en la
fiscalía.

De manera que, en su ignorancia, no sabía dónde


acudir, lo que le satisfacía era hacerse sentir y sacarles
dinero fácilmente a las demás personas, las que por
miedo a ser demandadas, accedían a darle dinero y
después ella se quedaba riendo.

Era amiga de Rafael Calles, un jubilado, que había


trabajado en correos casi toda su vida; valiéndole de eso
para conocer toda la nomenclatura de la ciudad; la que
recorría a diario, según él, para mantener su cuerpo ágil.

95
El sueño del Presidente Francisco A. Ramírez

Pequeño de estatura y con un peso de ciento veinte


libras; lo que le valía para movilizarse de un lugar a otro
sin mayor dificultad.

Sus ojos casi miopes, los protegía con lentes gruesos,


color blanco, los que a cada rato limpiaba con su
pañuelo rojo.

Siempre se le veía calzando zapatos tenis, pues según


él, esto le facilitaba para poder correr en caso de que le
saliera al encuentro algún perro callejero con intención
de atacarlo.

Desde pequeño, cuando iba a la escuela, no dejaba dar


la clase a la profesora, por mantenerse siempre
hablando con sus compañeros, lo que le valió para que
la profesora lo bautizara como “Rafael el cotorro”.

Locadia Pocasangre había visto en Rafael, el personaje


perfecto, el prototipo para convertirlo en su primera
fuente de información.

Locadia y el cotorro, todos los días a primera hora, se


reunían y comentaban los chambres del momento.

Después salía a caminar por las calles del pueblo para


oír lo que decía la gente.
96
El sueño del Presidente Francisco A. Ramírez

Cotidianamente visitaba la iglesia a la que pertenecía;


vistiendo elegantemente el uniforme de la congregación,
con la santa biblia debajo del brazo.

Su cabello peinado y su barba rasurada, lo hacían verse


como un verdadero hombre de iglesia.

Sin faltarle colgado de su pecho, un enorme escapulario,


el que continuamente tocaba en señal de reverencia.

Dentro de la iglesia, mostraba una gran devoción y


respeto hacia lo divino.

Se mostraba amigable con todos los hermanos de la


iglesia; pero más que todo, con las hermanas que sin
ninguna malicia le daban la mano en señal de respeto y
santidad.

Él, sin embargo, lo hacía viéndolas desde los pies a la


cabeza, guiñándoles el ojo derecho, el que lo movía
constantemente como producto de un tic nervioso que
tenía desde hacía varios años.

En el trascurso de la predicación, se dedicaba a criticar


a todos los feligreses.

97
El sueño del Presidente Francisco A. Ramírez

Criticaba la forma de vestir de los hombres y de las


mujeres; la forma de sentarse y la forma de hablar.

De tal manera que estando dentro de la iglesia, no se


daba cuenta, de que se trataba el sermón que predicaba
el sacerdote.

En el mercado, se dedicaba a platicar con todas las


locatarias.

Pero más platicaba con Locadia, con quien coincidía;


hacían un gran alboroto de alguna cosa pequeña, a tal
grado que hasta llegaban los policías que cuidaban el
mercado, a ver qué pasaba en ese escándalo.

Por las tardes, llegaba a descansar a uno de los bancos


de cemento que estaban en el parque, lugar donde se
reunían personas jubiladas que también disfrutaban
contando sus experiencias, donde ellos eran los héroes;
pero que, por lo general, todas estas experiencias
estaban cargadas de mentiras.

Algunas veces visitaba la terminal de buses, en donde


se mezclaba en el grupo de personas que estaban
esperando su turno para abordar el autobús.

98
El sueño del Presidente Francisco A. Ramírez

Se quedaba simulando leer una revista; pero con los


oídos puestos en lo que la gente decía, a tal grado que
hasta se inmiscuía en la plática.

Cuando había encuentros deportivos, ahí estaba Rafael


Calles, gritando palabras soeces, participando junto a
las diferentes barras de los equipos en contienda,
primero estaba con una barra y después se unía a la
otra.

Visitaba los juzgados con el fin de darse cuenta de todas


las anomalías que sucedían; de homicidios, robos y
delincuencia.

Y, por último, compraba los periódicos para terminar de


darse cuenta de todas las noticias.

Luego, transmitía los chambres y noticias, a las demás


personas, aumentándoles o quitándoles a su criterio

Tradiciones y costumbres
En los pueblos, las campanas de la iglesia avisaban a la
población el fallecimiento de alguna persona.

99
El sueño del Presidente Francisco A. Ramírez

La gente estaba pendiente de los toques de campana


que el sacristán de la iglesia proporcionaba.

Si se oían dos repiques, estaban comunicando que


había muerto una mujer; pero si se sentían tres repiques,
entonces comunicaban que había muerto un hombre.

Doña Gumersinda, conocida como “la chillona”; una


señora que en la guerra le mataron a su esposo y le
quedaron doce hijos, cuatro varones y ocho hembras;
todos menores de edad y sin ningún apoyo moral ni
económico para sostenerlos.

Ella se ideo la forma de conseguir dinero para sostener


la familia, y así fue que encontró la fuente de trabajo en
cada persona que moría; para ella era una alegría que
muriera alguna persona.

Se contactó con el dueño de una funeraria de mala


muerte y le ofreció sus servicios.

Mis cuatro varones serán los que carguen el ataúd, por


eso le cobrare diez colones.

Si quiere que todos vistamos de negro, pagara diez


colones.

100
El sueño del Presidente Francisco A. Ramírez

Si quiere que todos lloremos, entonces pagara diez


colones.

Pero si quiere que todos nos desmayemos, entonces


pagará otros diez colones.

Si lo acompañemos en la velación, toda la noche y todo


el trayecto hasta el cementerio, pagara quince colones.

Si quiere que le recemos el novenario completo, pagará


quince colones; en total, por el servicio completo, pagará
setenta colones.

Así, de esa forma, valiéndose del dolor ajeno, para esta


familia, la muerte de una persona, era su ganancia.

Doña Gumersinda, tenía como aliados para su negocio


al sacristán del pueblo y al sepulturero.

Quienes al darse cuenta que había fallecido alguna


persona, inmediatamente le avisaban; y ella como
recompensa les daba un porcentaje de su ganancia.

La falta de trabajo hizo que Ruperto se robara una


gallina del corral de don Paulino.

Don Paulino era un hombre rico del pueblo, ganadero y


con poder político; pues era amigo del licenciado Toribio
101
El sueño del Presidente Francisco A. Ramírez

Marques que fue candidato a la presidencia de la


república.

Por el robo de la gallina, el pobre Ruperto, fue prisionero


y condenado a diez años de cárcel.

Dos meses después de haber metido a la cárcel a


Ruperto, a don Paulino, le encontraron un alijo de droga
valorado en cien mil colones y unas cien cabezas de
ganado vacuno, sin ningún documento que probara su
propiedad.

El licenciado Toribio Marques, que ahora se


desempeñaba como juez del pueblo, lo dejó en libertad

Por no encontrar mérito para su detención; pero antes,


ya había recibido una dádiva de doscientos colones para
que lo dejara en libertad.

En las calles de la ciudad


Por las calles, deambulaban hombres, mujeres y niños;
mutilados de pies, manos o dedos.

Otros estaban ciegos o sordos.

102
El sueño del Presidente Francisco A. Ramírez

Sucios y harapientos, abandonados después de haber


participado en la guerra civil.

Durmiendo en las aceras o debajo de algún puente.

La gran mayoría aguantando sol, sed y hambre.

Algunos, con un poco de suerte, saciando el hambre con


alguna tortilla dura o restos de comida encontrados en
los basureros.

Viendo una cantidad de niños, deambulando por las


calles de la ciudad, al haber quedado huérfanos por
haberles asesinado a sus padres.

Casi todos con resentimiento, odio y deseos de


venganza, por haber presenciado el asesinato de sus
padres.

Algunas jovencitas, no tuvieron más alternativa que


ingresar a los prostíbulos, a venderse por unos pocos
colones.

La mayoría perdió su virginidad, al ser violada con


engaños por su nula educación, quedando preñadas y
pariendo su hijo sin respaldo alguno.

103
El sueño del Presidente Francisco A. Ramírez

La emigración
Algunos padres de familia, tuvieron que emigrar a otro
país en busca de trabajo y ganar dinero para mantener
a su familia.

Los hijos de éstos, crecieron bajo la tutela de sus


abuelos, creciendo estos jóvenes con valores
materiales; pero faltándoles el ingrediente más
importante que es el amor de los padres; crecieron sin
conocer los valores humanos, valores espirituales y
valores morales.

Estos jóvenes al crecer sin amor, sin sentimiento de


pertenecer a una familia, buscaron esa emoción en otro
grupo de jóvenes, formando así las pandillas.

La esquizofrenia
Era común ver en el centro de la ciudad, a personas que
antes de la guerra, trabajaban como enfermeras,
doctores en medicina, profesores, periodistas,
vendedores, policías de tránsito, estudiantes, abogados,
soldados.

104
El sueño del Presidente Francisco A. Ramírez

Y que durante la guerra, sufrieron maltratos,


mutilaciones, ataques psicológicos, persecución,
desempleo, humillaciones, pérdida de sus seres
queridos y abandono.

Provocándoles desajustes emocionales y llevándolos a


enfermedades mentales como la esquizofrenia.

Los que se habían desempeñado como policía de


tránsito; se colocaban en las carreteras, simulando dirigir
el tránsito.

Los que se habían desempeñado como médicos,


andaban por toda la ciudad con un estetoscopio en el
cuello y un maletín donde supuestamente andaban la
medicina.

Los que habían sido soldados, guardias nacionales o


policías de hacienda; cuando encontraban a una
persona, se cuadraban haciendo el saludo militar.

Los que habían sido guerrilleros, transitaban los


caminos y veredas con paso rápido y cargando sobre
sus espaldas, mochilas de lona verde; saludando como
compa a toda persona que encontraba.

105
El sueño del Presidente Francisco A. Ramírez

Acciones después de la guerra


Después del conflicto bélico, se desmovilizaron los
miembros de los cuerpos represivos y de la guerrilla.

Se formó la policía nacional civil y tomaron en cuenta


para ello, el cincuenta por ciento de elementos del
cuerpo represivo y el cincuenta por ciento de los
guerrilleros.

El resto de elementos de los cuerpos represivos y de los


guerrilleros, fueron desmovilizados.

Casi todos estaban acostumbrados a portar armas, a


vestirse bien y a tener un sueldo.

La mayoría no aprendió ningún oficio ni se preparó


intelectualmente; ya se habían acostumbrado a la vida
militar.

Al verse sin sueldo, sin las prebendas y sin poder


desempeñar ningún oficio, estos tuvieron que buscar
diferentes formas de vida para poder subsistir en la
posguerra.

Algunos se fueron en busca del sueño americano, lugar


donde sus familiares y amigos los apoyaron.

106
El sueño del Presidente Francisco A. Ramírez

Otros encontraron trabajo de vigilante o guardia de


seguridad.

Algunos de los más jóvenes, con el apoyo de familiares


y países amigos, siguieron estudiando hasta alcanzar
grado académico.

Pero la gran mayoría, encontró la vida más fácil,


formando bandas de delincuentes que se dedicaban a
robar, extorsionar, asesinar y secuestrar.

La poca vigilancia en las carreteras y puntos ciegos en


las fronteras, permitía el contrabando de ganado,
lácteos, y otras mercancías de gran valor.

Las autoridades en contubernio con los delincuentes,


facilitaban el movimiento comercial fraudulento,
evadiendo fuertes cantidades de dinero en impuesto.

La nula inversión de los capitalistas, por la falta de


seguridad en sus inversiones, disminuía las fuentes de
trabajo, aumentando la pobreza y la delincuencia.

Los pocos ricos que habían quedado; gozaban de


privilegios.

107
El sueño del Presidente Francisco A. Ramírez

Viajando a otros países, gastándose grandes cantidades


de dinero, en licores y mujeres.

La falta de centros escolares era motivo para que la


mayoría de familias campesinas fueran analfabetas.

La falta de médicos especializados y medicina en los


hospitales, volvían más vulnerables a estas familias.

La marginación de la misma sociedad, hizo que estas


humildes familias, poco a poco, se fueran involucrando
en el consumo de drogas y alcohol.

Hasta llegar a ser parte de grupos de drogadictos y


delincuentes; volviéndose una latente amenaza para la
sociedad.

A estos grupos de jóvenes, solo les esperaba la cárcel,


el hospital o el cementerio.

Solo existía la universidad nacional, donde estudiaban


algunos jóvenes de escasos recursos económicos; pero
ésta no daba abasto para la gran mayoría de jóvenes
aspirantes a la superación.

108
El sueño del Presidente Francisco A. Ramírez

La falta de universidades privadas, hacía que los hijos


de los ricos emigraran a otros países a estudias en
algunas universidades privadas.

Las calles y carreteras, estaban en mal estado; esto


empeoraba el mal servicio del transporte, aunado a la
casi nula red de comunicación.

Las familias eran numerosas, pues había parejas que


procreaban de diez a doce hijos, debido a la nula
educación sexual y al desconocimiento de métodos
anticonceptivos.

La desconfianza en las autoridades, hacían que las


personas se proveyeran de pistolas o machetes para
defenderse de los delincuentes.

Aparecieron sindicatos de: educadores, médicos,


trabajadores, excombatientes, del agua, medio
ambiente, vigilantes, guardias de seguridad y
empleados de diferentes ramos. Todos con el objetivo
de logra sus demandas.



109
El sueño del Presidente Francisco A. Ramírez

Capítulo XVI
Hortensio como Presidente.

Hortensio, tenía como asesor técnico a Rodrigo


Rodríguez, alias “el camaleón”.

Sobrenombre que le pusieron sus compañeros, porque


en combate, en medio de la selva se confundía con los
matorrales por su camuflaje y su piel morena.

Lo que le valía para no ser visto por el enemigo.

Fue comandante, jefe de inteligencia y miembro de las


fuerzas revolucionarias del pueblo.

Había alcanzado ese puesto por su carácter


revolucionario, por su elevada moral y por ser fiel
defensor de la revolución del proletariado.

Ese día, Hortensio y Rodrigo estaban reunidos en la


biblioteca de casa presidencial, con el objetivo de
dialogar sobre la problemática nacional.

Hortensio--- ¿Ya vistes las últimas noticias en los


periódicos?

Rodrigo---Ya señor Presidente.

110
El sueño del Presidente Francisco A. Ramírez

Hortensio--- Entonces, ¿Qué me aconsejas?

Rodrigo---La situación se ha puesto bien difícil, hay


manifestaciones por toda la capital, los ciudadanos no
están contentos con la situación difícil que se está
viviendo.

Hortensio-- rascándose los pocos cabellos que tenía en


su cabeza, y de vez en cuando sobándose la frente, por
la jaqueca que le estaba molestando.

Le vuelve a preguntar a Rodrigo.

- ¿Entonces cuál es tu opinión?

- ¿Qué debemos hacer para darle respuesta a esta


pobre gente?

Rodrigo---Debemos llamar de urgencia a todos los


ministros para que cada uno, en su ramo, proponga
proyectos que le den solución rápidamente a estos
problemas.

En ese instante se escuchó una gran explosión cerca de


casa presidencial.

111
El sueño del Presidente Francisco A. Ramírez

Hortensio y Rodrigo, dejaron de dialogar y se acercaron


a la ventana para cerciorarse de lo que pasaba en la
calle.

En ese momento pasaba frente a casa presidencial, una


manifestación en la que participaban más de mil
personas.

Su objetivo era hablar con el señor presidente y


presentarle una serie de peticiones encaminadas a darle
solución a problemas sociales, que mejorarían la vida de
las grandes mayorías.

En ella, se habían unido varios sindicatos; y cada uno


presentaba sus quejas o peticiones en carteles y
pancartas con coloridas letras de diferente tamaño.

-El sindicato de salud, se quejaba de que en los


hospitales no había:

Medicinas, Médicos, Camas para internar a los


enfermos, Insumos varios.

El bajo salario de los médicos, personal de enfermería y


administrativo.

-El sindicato de educación, demandando:

112
El sueño del Presidente Francisco A. Ramírez

Incremento de salario para Docentes y personal


administrativo.

La falta de una reforma educativa, encaminada a


mejorar la cobertura y calidad de la educación.

La falta de material didáctico.

La mala atención medica hospitalaria, para los maestros


y su núcleo familiar.

La implementación de leyes, que permiten el libertinaje


de los alumnos.

Afectando con ellas, la autoridad de los padres de familia


y de los docentes.

Teniendo como resultado, la deserción escolar, el bajo


rendimiento de los alumnos y el incremento de la
delincuencia.

También pedían la creación de más universidades


estatales, que permitieran mayor cobertura de jóvenes
pobres, que brindaran diversidad de profesiones y
carreras técnicas sin ningún costo económico.

-El sindicato de trabajo, exigiendo:

113
El sueño del Presidente Francisco A. Ramírez

Más fuentes de trabajo.

Mejores sueldos y salarios acorde a la canasta básica y


al incremento del costo de la vida.

Mejorar los espacios físicos de trabajo, con condiciones


higiénicas, saludables, con espacios recreativos para
practicar deportes juntamente con su familia.

Mejoramiento de la atención medico hospitalaria, para


su núcleo familiar.

Derecho a bonos e indemnizaciones.

Y una pensión vitalicia, de acuerdo a la realidad


económica.

-El sindicato de los veteranos de guerra, formado por


excombatientes del ejército nacional, la guardia
nacional, la policía de hacienda, la policía nacional, y por
miembros de la guerrilla.

Entre sus filas se podía observar:

A jóvenes, adultos y ancianos.

Unos ciegos, otros sordos y mudos.

114
El sueño del Presidente Francisco A. Ramírez

Y otros amputados de un pie, de una mano, de un brazo


o de los dos pies.

Algunos vistiendo todavía el uniforme militar y luciendo


insignias que identificaban los grados militares.

Algunos con su cabeza rapada al estilo militar, cubierta


con una boina o sombrero, y sin faltarles la pañoleta
roja, blanca, azul o verde, entrelazada sobre su cuello.

Con sendos carteles denunciando la corrupción, los


delitos de cuello blanco, las injusticias sociales, el
nepotismo, la desigualdad social, el incremento del
precio de la canasta básica.

Pero más que todo, el abandono y la discriminación por


ser lisiados de guerra.

Entre sus peticiones estaba:

Que se les concediera un bono alimenticio.

Una indemnización.

Y una pensión vitalicia para todos los veteranos de


guerra y para los padres de los combatientes caídos en
la guerra.

115
El sueño del Presidente Francisco A. Ramírez

-El sindicato de las comunidades marginales, exigiendo:

Introducción de agua potable.

Energía eléctrica.

Escuelas con personal docente.

Caminos transitables.

Un bono para los ancianos.

Servicios médicos hospitalarios.

Respeto a los derechos humanos.

Respeto a los derechos del niño y de la mujer.

Fuentes de trabajo para combatir el desempleo

Mejores sueldos y salarios.

Mayor seguridad a la población.

Hortensio, le encomendó a Rodrigo que solo dejara


pasar a un representante de cada sindicato.

Que dejaran el pliego de peticiones para ser estudiadas


y darles la solución necesaria de acuerdo al presupuesto
de la nación.

116
El sueño del Presidente Francisco A. Ramírez

Entre tanto
En el mercado municipal, se habían reunido:

Doña Gumersinda, conocida como “la chillona”, Locadia


Pocasangre, a quien apodaban “la catalnica” y Rafael
Calles “el cotorro “.

Estaban en un gran contubernio, casi no se entendía lo


que hablaban.

A veces hablaban los tres al mismo tiempo; y a veces


solo hablaban dos; solo se oía una gran algarabía

Los que más hablaban eran Locadia Pocasangre y


Rafael Calles.

Los dos tenían una voz fuerte y cuando hablaban, se les


oía como que estaban gritando o peleándose entre sí.

La voz de doña Gumersinda, era suave, casi no se oía


cuando ella hablaba.

Por motivo de que había lloraba mucho, debido a su


trabajo en las funerarias.

Los tres, enfrascados en diferentes temas, hablaban de


política, de deportes, de religión y de otros temas que
ellos mismos se los inventaban.
117
El sueño del Presidente Francisco A. Ramírez

Locadia- haciendo la cara como de sabionda y de


leguleya.

Levantando el pecho en señal de superioridad, con su


recia voz le dijo a Rafael Calles y a Gumersinda:

¿Ya supieron lo de la huelga de brazos caídos?

Rafael Calles—Yo solo oí una gritadera que parecía que


ya estábamos en guerra otra vez

Gumersinda, que había oído mencionar la palabra


guerra.

Puso más el oído, al mismo tiempo que cambio de


semblante y su alegría se le notó al instante.

Y pensó: si hay guerra, hay muertos, y si hay muertos,


hay trabajo, y si hay trabajo hay dinero.

Locadia— ¡Nombre! que no vistes la gran multitud de


gente.

Unos caminando y otros corriendo, con la cara pintada;


y otros que traían la cara cubierta con un gorro
pasamontaña, donde solo se le veían los ojos.

118
El sueño del Presidente Francisco A. Ramírez

Rafael Calles--- ¡Esto está bien jodido!, porque dicen


que la huelga de brazos caídos, es para quitar del puesto
al pobre Hortensio que acaba de tomar las riendas de
casa presidencial.

Locadia---yo creo que esta huelga es organizada por los


pistudos, por los que tienen grandes cantidades de
tierra, por los cafetaleros, los que la gente les dice de
derecha.

A todo esto, casi todas las locatarias del mercado y


personas que estaban realizando sus compras, habían
hecho un circulo alrededor de Locadia, Rafael Calles y
Gumersinda.

Atentos, escuchando lo que decían; pues algunos creían


que se trataba de alguna trifulca de vendedoras del
mercado.

Locadia y Rafael Calles, siguieron un buen rato con la


misma polémica; pues ninguno de los dos quería perder
en la platica

A tal grado, que Locadia, poco a poco se iba


identificando a favor de la huelga, mientras que Rafael
Calles, se identificó en contra de la huelga.
119
El sueño del Presidente Francisco A. Ramírez

Los dos, al no ponerse de acuerdo, se enfurecieron


tanto, que, en pocos minutos, se liaron a golpes.

Locadia, como un rayo, se lanzó bruscamente buscando


el rostro de Rafael Calles.

Y éste, apretó fuertemente sus dientes y sus puños; y


como un perro con rabia, se arrojó contra Locadia.

Locadia, haciendo uso de sus puntiagudos dientes, de


una mordida, le arrancó la oreja izquierda.

Lo hizo con tanta furia, que aun con el pedazo de oreja


entre sus dientes, lo seguía golpeando.

Mientras que Rafael Calles, solo logró propinarle un


fuerte puñetazo en la cara.

Fue tan fuerte, que le sacó un ojo y le partió la ceja,


dejándole el ojo hundido en su propia cara

En ese momento, al ver el alboroto, se acercó la policía


municipal a ver qué pasaba en ese gran escándalo.

Al ver que se acercaba la policía, se hizo un gran


desparpajo y todos los que estaban de mirones
desaparecieron como por arte de magia.

120
El sueño del Presidente Francisco A. Ramírez

Solo había quedado Locadia, con su rostro


ensangrentado y Rafael Calles sin su oreja.

Los policías, se llevaron a los dos a un hospital para


darle los primeros auxilios.

Pero con tan mala suerte, que en ese momento no había


ni un solo doctor para que los atendiera.

Tuvieron que buscar a los miembros de la Cruz Roja


para que les dieran los primeros auxilios.

Los dos fueron a parar a la cárcel durante setenta y dos


horas; mientras averiguaran los hechos.

El día de la audiencia, no se presentó ningún testigo.

Pero el juez primero de paz, el licenciado Salomón


Pistillo, un hombre alto, corpulento, piel blanca, cabello
liso bien peinado, al estilo de Alberto Masferrer; con su
estómago abultado y una espalda larga como lomo de
cucaracha.

Acusó a los dos de difamación, de conspirar en contra


de la patria y de asociaciones ilícitas.

Por todo esto, los condenó a cinco años de prisión a


cada uno.
121
El sueño del Presidente Francisco A. Ramírez

Con la diferencia, que a Locadia, aun enferma de los


nervios, la envió directamente a la cárcel de mujeres y a
Rafael Calles le dio libertad condicionada.

Una semana antes de lo sucedido, Rafael Calles, había


hecho la bulla de que se habían sacado cuarenta mil
colones en la lotería.

A cada rato lo mencionaba en los diferentes lugares que


visitaba.

En el mercado, lo sabían todas las locatarias y todas las


beatas de la iglesia que estaba enfrente del parque.

Toda la gente del pueblo había creído la gran mentira


de Rafael Calles; pues era una más de las fanfarronerías
para adquirir notoriedad.

Esto ya había llegado a los oídos del juez Pistillo, quien,


acostumbrado a las dádivas, tomó la decisión de
mandarlo a su casa a pagar la condena.

Justificando una enfermedad ficticia que supuestamente


padecía Rafael Calles.

122
El sueño del Presidente Francisco A. Ramírez

Seis meses después


Locadia, acostumbrada al chambre, no se quedó de
brazos cruzados.

Hizo un gran alboroto, denunciando públicamente las


injusticias sociales y la corrupción de los jueces,
especialmente la del juez Salomón Pistillo.

Hortensio, ordenó hacer una depuración de los jueces,


en la que salió depurado el juez Salomón Pistillo,
comprobándosele que dejaba libres a los criminales por
un soborno.

El Licenciado Salomón Pistillo, fue condenado a cinco


años de cárcel; siendo internado en la penitenciaria
donde estaban recluidos los reos más peligrosos.

Cuando cumplió su condena, salió con otra


personalidad, debido a la mala convivencia y el trato de
sus compañeros reos.

Se le veía caminar por todas las calles de la ciudad,


vestido de mujer y con un libro en la mano, que según
él, era el código penal que le permitía cambiar de género

123
El sueño del Presidente Francisco A. Ramírez

Cuando los muchachos de la calle le preguntaban cómo


se llamaba; les decía que se llamaba Moncha Pistillo.



124
El sueño del Presidente Francisco A. Ramírez

Capítulo XVII
Acciones del presidente

Como de costumbre, su secretario técnico Rodrigo


Rodríguez (el camaleón), después de haber leído todos
los periódicos, se reunió con Hortensio para terminar la
plática que habían dejado a medias debido al gran
alboroto que habían hecho los sindicatos enfrente de
casa presidencial.

Hortensio—Buenos días Rodrigo, ¿Qué me cuentas?

Rodrigo—Buenos días señor presidente.

Rodrigo---Le cuento que lo de las manifestaciones de


ayer, ya lo sabe todo el mundo.

La noticia sale en primera plana de casi todos los


periódicos.

Hortensio---Yo creo que lo que la gente pide es justo y


necesario.

Lo que hace falta es una buena planificación, una mejor


distribución de la riqueza y mejorar la condición de vida
de las grandes mayorías.

125
El sueño del Presidente Francisco A. Ramírez

Rodrigo—Señor presidente, lo que hace falta es el


dinero, y ¿de dónde lo podemos sacar?

Hortensio—Pues tenemos que hacer ajustes en la


tributación.

Rodrigo—Señor presidente ¿y cuál es la regla mágica


para hacer eso?

Hortensio—Es bien sencillo, que pague más impuestos


el que tiene más y el que tiene menos que pague menos.

Rodrigo— ¿no cree que se vaya a echar encima a la


empresa privada y a los pocos ricos que han quedado
en este país después de la guerra?

Hortensio—Se te ha olvidado que yo gané las elecciones


presidenciales por el voto de las grandes mayorías.

Que el pueblo espera de nuestro gobierno, cambios


profundos en beneficio de las mayorías, de los pobres
más pobres.

Rodrigo- ¿Qué hay de nuestros asesores?

Parece que solo se presentan unos pocos.

Hortensio- ¿Y los demás asesores?

126
El sueño del Presidente Francisco A. Ramírez

Parece que solo vienen a cobrar.

Hortensio-Debemos de pensar serenamente, lo que


debemos hacer para darle solución a la mayoría de
peticiones que hace la población a través de sus
sindicatos.

Rodrigo-Hay que tomar en cuenta la opinión de los


asesores y de los diputados.

Hortensio- También la opinión de los demás órganos del


estado.

Después de esa prolongada platica, los dos se fueron a


descansar.

Esa larga noche, ninguno pudo conciliar el sueño; pues


el día siguiente tenían que discutir la problemática del
país.

Cada uno tenía que presentar propuestas que dieran


solución al pliego de peticiones de cada sindicato.

A las siete de la mañana, Hortensio y Rodrigo ya


estaban desayunando, cada uno con un vaso de jugo de
naranja y galletas dietéticas.

127
El sueño del Presidente Francisco A. Ramírez

Hortensio—fíjate Rodrigo, que el eje principal que hay


que mejorar es la educación.

Rodrigo--¿y cómo piensa hacerlo, señor presidente?

Hortensio---Debemos de hacer una reforma educativa


que abarque desde la edad prenatal, pasando por todos
los niveles educativos hasta la educación universitaria.

Debemos hacer énfasis en:

La educación moral, urbanidad y civismo.

En el respeto a los derechos humanos, de la mujer, de


los niños y de los adultos mayores.

Brindaremos una educación para preparar al alumno en


el aspecto tecnológico; pero más que todo hacer de él,
un ser pensante, analítico.

Debemos de educar para la paz, la armonía, la


convivencia y la tolerancia.

La educación, desde Parvularia hasta universitaria debe


de ser para todos gratuitamente y de calidad, impartida
por docentes capacitados pedagógicamente, técnica y
científicamente.

128
El sueño del Presidente Francisco A. Ramírez

Para que el docente rinda e imparta una educación de


calidad, es necesario estimularlo con buenos salarios y
otras prebendas para que él y su grupo familiar vivan en
condiciones dignas.

Se deben de construir escuelas en todos los cantones y


caseríos, lo mismo que incrementar la construcción de
universidades estatales.

Rodrigo---Señor presidente, veo que la rama de


educación es su fuerte.

Hortensio---se te ha olvidado que primero trabajé de


profesor en algunos cantones y esto me hace recordar
la pobreza de las humildes familias que mandan a sus
hijos a las escuelas, a veces sin comer y mal vestidos.

Por eso, anota en tu agenda.

Mañana daré las órdenes al ministro de educación, para


que, a partir del próximo año, se les de alimentación,
uniforme, útiles escolares y una computadora para cada
uno de los alumnos matriculados en la escuela pública.

Rodrigo—Señor presidente. ¿Qué podemos hacer en


cuanto al ramo de salud?

129
El sueño del Presidente Francisco A. Ramírez

Hortensio—En relación a la salud del pueblo, hay que


construir más hospitales.

Que sean funcionales, con abundante medicina de


calidad y equipadas con laboratorios modernos
manejados por médicos especializados.

Con abundante personal médico y de enfermería para


que atiendan a todos los enfermos y les den medicina
gratis.

Debemos mejorar los sueldos y salarios de todas las


personas que laboren en los hospitales para
estimularlos y que desempeñen sus funciones con
amabilidad.

Rodrigo---Señor presidente, las comunidades


marginales también presentaron un pliego de peticiones.

Hortensio—Es nuestra obligación que las comunidades


marginales, así como toda la población, tenga buenos
caminos y carreteras.

Que les sirva para sacar sus cosechas y llevarlos al


mercado para su venta.

130
El sueño del Presidente Francisco A. Ramírez

También sirven para mejorar el turismo y para que los


pueblos tengan un excelente acceso.

Tenemos que abrir fuentes de trabajo, para que las


familias trabajen y tengan su fuente de ingreso, eso sí,
los salarios tienen que estar de acuerdo al valor de la
canasta básica.

Creo, que, si hay trabajo suficiente, ya no habrá más


pobreza, no habrá delincuencia, porque todos estarán
trabajando y algunos estudiando para cambiar el rumbo
de su familia.

Cada familia gozará de los servicios básicos subsidiados


por el estado y cada familia será propietaria de su
parcela con su casita.

Rodrigo—Señor presidente, todo suena bonito; pero


¿Cómo hará todo esto?

Hortensio—Rodrigo, para eso sos mi asesor técnico,


para asesorarme.

Rodrigo se quedó callado, inerte como una estatua; no


pudo contestarle a Hortensio.

131
El sueño del Presidente Francisco A. Ramírez

Y pensando en voz baja decía ¡éste, piensa que soy


sabio!

Hortensio comprendió que su secretario estaba


cansado, y parándose, le lanzó una mirada desafiante.

Y le dijo: Quiero que en la reunión de mañana me des la


solución a toda la problemática.



132
El sueño del Presidente Francisco A. Ramírez

Capitulo XVIII
Sabiduría del presidente

Eran las siete de la mañana, y ya estaba Hortensio con


Rodrigo en el salón de reuniones; cada uno con su
agenda y su lapicero puestos en la mesa; a la par, tenía
cada uno un bote de yogur de piña y un pie de manzana
caliente.

Los dos saborearon su saludable desayuno; y en una


forma risueña, Hortensio le preguntó a Rodrigo que si ya
traía la respuesta; y Rodrigo le siguió la corriente
diciéndole que sí, que ya tenía la solución de todos los
problemas.

Rodrigo, cogió su agenda para guardarla en la bolsa de


su camisa blanca guayabera; pero Hortensio le dijo que
faltaba bastante que escribir.

Hortensio-Fíjate Rodrigo, que yo todas las noches le


pido a mi Dios todopoderoso, que me de sabiduría para
poder gobernar este pueblo.

Rodrigo- ¡Ah! Señor presidente, así como la sabiduría


que tenía el rey Salomón.

133
El sueño del Presidente Francisco A. Ramírez

Hortensio- Rodrigo, tienes que escribir algo rápido,


porque las ideas se me vienen y después se me olvidan.

Rodrigo revisó su pluma para cerciorarse que estaba en


buenas condiciones, y se preparó para escribir todo lo
que le dijera el señor presidente.

Tenía que agudizar bien sus oídos; pues el hablar de


Hortensio era suave y pausado.

Y cuando estaba enojado, casi no se entendía lo que


decía, porque era lento para hablar.

Hortensio-- Para cambiar el rumbo negativo del país, es


necesario:

-Tener un dialogo abierto con todos los sectores del


país:

Empresa privada,

Sociedad civil,

Sector educación,

Todos los sindicatos,

Sector económico.

Sector Gubernamental
134
El sueño del Presidente Francisco A. Ramírez

Lograr que cada uno participe y den propuestas de


solución a la problemática del país.

Lograr propuestas de proyectos a corto plazo.

Hacer propuestas de leyes, que beneficien a la mayoría


y que se basen en la realidad de nuestro país,

Exponer proyectos, donde el órgano judicial depure a los


jueces y empleados corruptos de ese órgano.

Planes donde el órgano ejecutivo, ponga orden en todas


sus dependencias.

Hacer reformas educativas para:

Lograr una mayor cobertura y calidad.

Construir más escuelas

Construir universidades donde la educación sea


gratuita.

Incrementar la educación con tecnología digital, y


tecnológica.

Proyectos sobre el trasporte moderno,

Mejorar sus calles y carreteras.

135
El sueño del Presidente Francisco A. Ramírez

Rodrigo-Señor presidente, ¡no cree que le hace falta


algo bien importante!

Hortensio- ¿Qué cosa me falta?

Rodrigo- Le hace falta atacar la impunidad, los delitos de


cuello blanco, el contrabando, el nepotismo, el lavado de
dinero.

Hortensio-Todo eso lo dejaremos para otro día.

Notó que su secretario ya estaba cansado, y haciendo


una larga pausa, lo animó a saborear una taza de café
descafeinado, reteniendo su suave aroma a canela.

Se dirigieron al salón de descanso y cada uno se recostó


en un sofá suave adornado con grandes cojines.

Comenzaron a hacer remembranzas de la guerra en


donde los dos habían participado en una aventura.

Y dejando el protocolo, hicieron reminiscencia de un


suceso, donde los dos quedaron acorralados en una
emboscada que les hizo el ejército nacional.

Ahí pasaron dos semanas sin comer; y para saciar la


sed, se bebían sus propios orines.

136
El sueño del Presidente Francisco A. Ramírez

Para mitigar el hambre, mataban lagartijas y ratones y


se los comían crudos.

Con estos recuerdos, invadieron el salón de descanso


con sendas carcajadas, olvidándose por esos momentos
del tedioso trabajo.

Pasaron dos horas alegres, llenas de recuerdos.

Cuando Hortensio vio que su asesor (que esta vez le


servía de secretario) ya estaba repuesto y listo para
continuar, le dijo:

Abre la agenda y escribe a continuación:

Necesitamos:

Sensores para diversas actividades.

El transporte público debe ser moderno y seguro

Crear zonas francas.

Aumentar los empleos.

Con esto, se evita la emigración de personas en busca


de empleo a otros países y por ende se evita la
desintegración familiar.

137
El sueño del Presidente Francisco A. Ramírez

Los niños crecerían con amor y cariño de sus padres,


evitando la formación de pandillas y maras.

Dando como resultado:

Cero violencias, cero delincuencias, cero homicidios y


cero extorsiones.

Rodrigo-vio la hora en su reloj y dijo:

Ya son las dieciséis horas, señor presidente.

Hortensio-Ya falta poco Rodrigo, ya casi terminamos;


este informe lo quiero para mañana.

Tengo que presentarlo al embajador de la república de


China, para poder justificar la ayuda para el proyecto de
vivienda digna para los pobres.

Hortensio-por el tiempo no te preocupes, te aumentaré


el sueldo y te pondré tres asesores y al mismo tiempo te
daré una beca para que vayas a conocer las cataratas
del Niagara.

Rodrigo-Bueno señor presidente, siendo así, está


temprano y podemos terminar el informe.

138
El sueño del Presidente Francisco A. Ramírez

Hortensio- Bueno, continuemos escribiendo en la


agenda.

Es necesario también:

El desarme general de la población

Colocar cámaras de vigilancia en los parques y en todos


los sitios recreativos y comerciales.

Tener una buena iluminación con energía renovable,

Ausencia de drogas y alcohol,

Respetar la constitución y demás leyes.

Incrementar los temas de cultura y paz,

La creación de granjas penitenciarias.

El uso de la tecnología en la comunicación.

La democratización de los medios de comunicación.

Dar a conocer el país, mediante la creación de turismo


médico.

Crear leyes que protejan a la ciudadanía y a los


extranjeros.

139
El sueño del Presidente Francisco A. Ramírez

Crear una democracia sólida, donde haya respeto a las


leyes.

Que toda la población tenga abundante agua, energía


eléctrica, solar y eólica.

Proteger a los adultos con pensiones dignas y ajustadas


a la canasta básica del momento

Hacer una justa distribución de la riqueza.

Incrementar la enseñanza de la biomédica, la robótica,


la aeronáutica, la computación y el idioma inglés, desde
Parvularia.

Rodrigo---Señor presidente, ¿no cree que sea suficiente


por ahora?

Hortensio—No te preocupes Rodrigo, aquí termino, y


ojalá todo esto me sirva para mejorar la vida de los más
pobres.



140
El sueño del Presidente Francisco A. Ramírez

TERCERA PARTE

Capítulo XIX
El sueño del presidente

Cinco años después de haberse jubilado.

Hortensio, acompañado de su querida esposa Lorena y


sus hijos Germán y Kelly.

Agotados por el recorrido que acababan de realizar por


la gran ciudad.

Decidieron ir a almorzar al restaurante “El dragón dorado


“especializado en comida china.

Después de degustar un excelente y exquisito plato de


camarones con guantán y arroz cantones, acompañado
de un añejado vino.

Dispusieron hacer la siesta en el área de descanso,


lugar donde se escuchaba una suave melodía china y se
sentía una acariciadora brisa que envolvía el ambiente.

Lorena con sus hijos, se dedicaron a ver la película “Dios


no está muerto”, que estaba siendo proyectada en una
pantalla gigante con sonido estrambótico.
141
El sueño del Presidente Francisco A. Ramírez

Mientras que Hortensio, se acomodó en una hamaca de


seda blanca, que tenía bordado un dragón escupiendo
fuego.

Se sentía cansado, con dolor en los pies de tanto


caminar; pues a sus ochenta años de edad, ya su cuerpo
se resistía a seguir caminando.

Se acomodó, estirando las piernas y apoyando la


cabeza con sus dos manos en señal de descanso.

Posición que le dio la sensación de paz y tranquilidad,


sintiéndose liviano y cómodo.

Comenzó a sentir los párpados pesados, los que poco a


poco fue cerrando hasta quedarse dormido.

“De pronto, se vio junto a su familia, parados frente a un


gran rótulo que decía: “Bienvenidos a ciudad Gema”

Vio que iban caminando por las calles y avenidas de una


ciudad inteligente, ecológica, próspera y pacífica.

Ornamentada con frondosos árboles de verde follaje,


cuya sombra menguaba el efecto de los rayos del sol.

Apreciando un clima fresco, por la suave brisa que


transitaba entre sus arterias y avenidas.
142
El sueño del Presidente Francisco A. Ramírez

El colorido y aroma de las flores de los jardines y


arriates, en parques y plazuelas; invitando a las
personas, a descansar en sus suaves y amplios
caracoles.

La ciudad, iluminada con lámparas fluorescentes,


conectada por cables subterráneos y sustentados por
energía solar.

La nomenclatura, el diseño de las casas y edificios, era


antisísmica, para evitar mayores daños en casos de un
movimiento telúrico.

Siguieron haciendo el recorrido por la gran ciudad.

Los cuatro quedaron sorprendidos al ver las carreteras


de cuatro carriles, con excelente señalización aérea y
terrestre, con redondeles y senderos decorados a
ambos lados.

Pasaron por un parque, donde abundaban diferentes


clases de animales.

Entre los que sobresalían las aves de colorido plumaje.

El canto del jilguero era inconfundible.


143
El sueño del Presidente Francisco A. Ramírez

Las palomas revoloteando en la copa de los árboles.

Los conejos saltarines que pasaban de un lugar a otro.

Los escurridizos venados, saciando la sed, en las aguas


de un riachuelo formado por la caída de una catarata de
agua fresca, y azul por el reflejo de un límpido cielo.

Un ciclo vía y una pista para aeróbicos complementaban


el área de esparcimiento del parque.

Hortensio— ¿Miren que belleza de ciclo vía?

Ahí practican niños, jóvenes y adultos, cada uno con su


bicicleta.

Lorena __ ¿y es la misma para hacer aeróbicos?

Hortensio__ No, la pista para hacer aeróbicos está a la


par del ciclo vía.

En ella solo pueden hacer caminatas y realizar carreras


todas las personas que quieran mejorar su salud o
aumentar su resistencia corporal.

German__Yo quiero incorporarme al ciclo vía.

Kelly __Yo también.

German__Pero no tenemos bicicleta


144
El sueño del Presidente Francisco A. Ramírez

Kelly__Entonces incorporémonos a la pista aeróbica,

Hortensio__Lo importante es hacer un poco de


ejercicios para minimizar el stress.

Los cuatro se incorporaron a la pista de aeróbicos,


sumándose a la gran cantidad de personas que hacían
sus caminatas diarias.

Después de caminar una hora, se sintieron cansados y


con sed.

Decidieron abandonar la pista aeróbica y buscaron un


lugar donde saciar la sed.

No habían caminado ni ciento cincuenta metros cuando


vieron un pequeño restaurante, en el que había varias
personas, sentadas en bonitas y confortables sillas.

Todos vestían decorosamente, haciendo uso de la


estética y su comportamiento era ético.

Conversaban y disfrutaban de diferentes manjares, en


su mayoría comida vegetal.

Solo estaba disponible una mesa, en la que estaba


sentada una pareja de adultos mayores; sobrando
cuatro sillas que eran justamente lo que necesitaban.
145
El sueño del Presidente Francisco A. Ramírez

Hortensio con su familia, se acercó a la mesa y con


mucha prudencia saludó a la pareja de adultos.

Les pidió permiso, para poder sentarse con su familia en


la misma mesa.

La pareja de ancianos, se puso de pie y en seguida, el


señor extendió la mano derecha para saludarlos.

__Me llamo Emérito Jovel y ella es Juventina, mi esposa.

Para nosotros, es un enorme placer compartir con


ustedes.

Mi nombre es Hortensio, y ésta es mi familia:

Lorena es mi esposa, German es mi hijo y Kelly es mi


hija.

Se saludaron dándose un apretón de mano y


procedieron a sentarse.

Enseguida se acercó una joven y guapísima señorita,


vestida elegantemente.

En el momento de su presentación, se sintió un suave


aroma a flor silvestre, que inundó el ambiente.

146
El sueño del Presidente Francisco A. Ramírez

Con su característica sonrisa y su dulce voz, les dio la


bienvenida, al mismo tiempo que les ofrecía el plato del
día.

Después de degustar la exótica comida, Hortensio llamó


a la joven mesera y le pagó el servicio; quedando
sorprendido por el bajo costo de los cuatro platos de
comida.

Emérito—En esta ciudad, la alimentación es buena,


saludable y barata.

Aquí, abundan los alimentos, debido al avance en el


campo de la iluminación y la modificación de la genética
del cultivo.

Hortensio-- los veo a ustedes llenos de salud, vigorosos


y con energía como de jóvenes de veinte años de edad.

Hortensio-- ¿Cuál es la fórmula para gozar de buena


salud?

Emérito-- Aquí todos gozamos de buena salud; pues la


tecnología ha revolucionado la medicina.

147
El sueño del Presidente Francisco A. Ramírez

Las enfermedades han sido controladas mediante la


modificación de los genes, previniendo así todo tipo de
enfermedad.

También, los médicos pueden identificar las


enfermedades a través del mapeo del ADN; y la
medicina no produce efectos secundarios.

La salud humana, se ha mejorado debido al progreso en


el campo de la electrónica, en la biología y en la
genética.

En las clínicas de esta ciudad, se llevan a cabo cirugías


menos invasivas y sin riesgo.

Por ejemplo, se hacen operaciones para sustituir


órganos como el hígado, riñones, pulmones etc.

En genética, la medicina personalizada ha tenido un


gran avance.

Por ejemplo, se ha mejorado la visión, colocando un ojo


artificial o un ojo biónico.

Hortensio, Lorena y sus dos hijos, se quedaron


sorprendidos al escuchar a Emérito.

148
El sueño del Presidente Francisco A. Ramírez

Lorena, bastante asombrada de las declaraciones de


Emérito, pregunto:

--¿Cómo están formados los hogares?

Juventina-- Los hogares están formados por el padre, la


madre y los hijos.

Aquí, el calor humano y amor familiar es evidente, los


padres de familia se dedican a trabajar y los hijos a
estudiar en las escuelas y universidades.

Por lo general, las familias solo tienen uno o dos hijos

Por las noches, después de la cena, casi siempre hay


una reunión familiar.

Se toma en cuenta la opinión de todos para darle


solución a algún problema que se presente.

En nuestros hogares, la desintegración familiar es nula,


ya que todos trabajamos.

Tenemos por norma la práctica de valores morales,


cívicos y urbanos.

149
El sueño del Presidente Francisco A. Ramírez

Uno de nuestros principios es respetar los derechos


humanos y mantener la buena convivencia con nuestros
vecinos.

Kelly-- ¿Cómo es la educación en esta ciudad?

Emérito-- La educación en esta ciudad es gratuita, libre


y universal.

Todo el sistema educativo es gratis.

Las escuelas básicas como las diferentes universidades,


cuentan con modernos talleres para el desarrollo de
diferentes tecnologías.

Por ejemplo:

La genética del cultivo.

La genética humana.

La biología.

La electrónica.

La nanotecnología.

La tele transportación cuántica.

150
El sueño del Presidente Francisco A. Ramírez

La ingeniería aeroespacial.

La robótica.

Las enfermedades neurodegenerativas.

El estudio del ADN.

Lorena--¿Qué clase de seguridad hay en la ciudad?

En esta ciudad, no existen policías ni soldados; pues no


hay delincuencia, ladrones, ni maras.

Lo que sí hay en abundancia, son fuentes de trabajo, con


sueldos y salarios justos, ajustados a la canasta básica
para que toda la población viva en buenas condiciones
humanas.

En esta ciudad, todos los hogares, parques, mercados y


lugares públicos tienen internet gratis y teléfonos
inteligentes con GPS.

Todas las empresas utilizan la tele trasportación


cuántica para mover información entre dos puntos o
lugares en un mismo acto o momento.

151
El sueño del Presidente Francisco A. Ramírez

El uso de chip es común en aparatos y personas para


hacer más fácil la actividad laboral, comercial o
empresarial.

También usamos la telepatía a través de internet, para


la comunicación directa y consciente entre dos cerebros
humanos separados por miles de kilómetros de
distancia.

En los hoteles y restaurantes hay habitaciones


inteligentes, en las que todos los aparatos están
interconectados y pueden ser controlados con un
teléfono.

Emérito notó la curiosidad e insistencia de Hortensio y


su familia, por saber más de la ciudad.

Y volvió a ver a Juventina, como consultándole que, si


estaba de acuerdo en invitar a Hortensio y su familia, a
su casa para que se hospedara algunos días y conociera
más de la vida en la ciudad.

Juventina-- movió la cabeza en señal de aceptación.

Inmediatamente se notó la alegría en el rostro de


Hortensio y su familia.

152
El sueño del Presidente Francisco A. Ramírez

Emérito--Nos sentimos tan felices con su amistad y su


plática tan amena.

Pero ya pasaron más de dos horas y tenemos que


continuar con nuestra programación.

Juventina - Es un gusto para nosotros invitarlos a


nuestra casa.

Emérito-- ¿Quisieran ser nuestros huéspedes?

Hortensio-- Con gusto aceptamos su amable invitación.

Todos se levantaron y caminaron hacia la cochera


donde Emérito tenía el coche.

El carro era pequeño y su forma ovalada color blanco, lo


hacía parecerse a un gigante huevo de avestruz.
Solamente tenía dos puertas que se levantaban en
forma de gigantescas alas, dotado de innumerables
sensores.

Este vehículo funcionaba como un dispositivo móvil, con


cuatro ruedas, que constantemente intercambiaba
información y se comunicaba con el medio ambiente
utilizando su Wi-Fi y su GPS.

153
El sueño del Presidente Francisco A. Ramírez

Con su Wi-Fi detectaba los peligros que se le


presentaran a su alrededor.

La puerta del vehículo se abrió inmediatamente al


escuchar la voz de Emérito, ordenándole abrir las otras
puertas.

Emérito- Invitó a Hortensio y su familia a que entraran al


vehículo y se acomodaran.

Éstos, se colocaron en sus acolchonados asientos


reclinables y automáticamente el cinturón de seguridad,
fue colocado en cada uno de ellos.

La conducción del vehículo era automatizada y de


manos libres.

Respondía a las órdenes de su dueño; la fuerza de su


motor y demás sistema eléctrico funcionaba con energía
solar.

La cámara de vigilancia conectada al GPS proyectaba a


su monitor todo lo que sucedía alrededor de un
kilómetro.

Sus sensores protegían al conductor y sus ocupantes.

154
El sueño del Presidente Francisco A. Ramírez

Su forma ovalada rompía las olas del viento, haciéndolo


más veloz y seguro con sus acolchonadas bolsas de aire
que estaban colocadas estratégicamente.

La suavidad de sus neumáticos sobre la carretera, hacía


del vehículo, sentirse como en una nave extraterrestre.

Durante el recorrido, Hortensio se dio cuenta, que todos


los conductores eran personas educadas, respetuosas
de los peatones y que el combustible de todos los
vehículos era la energía solar.

Hortensio-- No salía de su asombro, deseaba saber más


de la tecnología en los medios de transporte.

Hortensio- ¿Cómo son los medios de transporte que


utiliza el público?

Emérito-Con los avances de la ingeniería aeroespacial,


los medios de transporte han mejorado.

Para transportarnos de una ciudad a otra, usamos


pequeños aviones que nos sirven de taxis.

En el transporte terrestre, contamos con un tren de


levitación magnética que corre a una velocidad de 590
Kilómetros por hora, es más rápido que el tren bala.

155
El sueño del Presidente Francisco A. Ramírez

Con el cual podemos trasportarnos a cualquier parte del


mundo en unas pocas horas.

También contamos con medios de transporte acuático y


aéreo moderno.

Éstos usan baterías ahorrativas y energía solar.

En este país, no permitimos el uso del petróleo porque


destruye la biósfera.

En quince minutos habían llegado a su destino.

Emérito-- Le ordenó al auto que detuviera la marcha.

El auto se detuvo y esperó la orden de Emérito para abrir


las puertas.

Emérito--Bueno, hemos llegado, la charla ha sido muy


emocionante.

Juventina-Esta es nuestra casa y ahora es vuestra casa.

Hortensio, su esposa y sus dos hijos, se quedaron


admirados de ver la hospitalidad y amabilidad de
Emérito y Juventina.

Lorena-- ¿Qué bonita su casa?

¿Cuánto pagan de alquiler?


156
El sueño del Presidente Francisco A. Ramírez

Juventina-- Nuestras casas son inteligentes.

Todas cuentan con ventanas grandes para obtener aire


fresco.

Además, cuentan con paneles solares que nos


proporcionan la energía suficiente para la iluminación y
el mantenimiento de los enseres de la casa.

Para poner a funcionar la calefacción, el aire, el


pluviómetro, los enseres de la cocina, abrir y cerrar
puertas, y las cámaras de vigilancia; lo hacemos desde
nuestro teléfono celular o la computadora digital.

Aquí todas las personas vivimos en casa propia.

Las casas son amplias y cómodas.

Contamos con todos los servicios básicos; el agua es


vitaminada y purificada gratuitamente.

Lorena- ¿cuantas personas viven en esta casa?

Juventina -Aquí solo vivo yo con mi esposo.

Desafortunadamente no tuvimos hijos; pero nos


acompaña Niko y Nika.

157
El sueño del Presidente Francisco A. Ramírez

Ellos son como nuestros hijos adoptivos; con ellos


conversamos de temas interesantes.

Niko se encarga de hacer las cosas de los hombres y


Nika las cosas que hacemos las mujeres.

Ellos nos acompañan en los momentos de tristeza y en


los instantes de alegría.

Niko y Nika son androides, son simpáticos y con


capacidad de expresarse en diferentes lenguas.

A veces participan con nosotros en algunos juegos como


el ajedrez, tenis de mesa y pin pon.

Niko es un excelente mecánico, carpintero, conductor de


diferentes máquinas, vigilante y protector de nosotros.

Nika, es una buena cocinera, mantiene aseada la cocina


y el resto de la casa.

Hortensio y Lorena, se habían quedado con la boca


abierta al escuchar las bondades de los androides.

Sorprendidos por las declaraciones de Juventina,


pensaron continuar su viaje por la ciudad, para conocer
más de la vida de los ciudadanos.

158
El sueño del Presidente Francisco A. Ramírez

Hortensio y su familia se despidieron de Emérito y


Juventina, dándoles las gracias por su hospitalidad, y al
ver que Niko y Nika se les quedaban viendo, con un
gesto de tristeza, decidieron despedirse también de
ellos.

Caminaban por las amplias aceras de la calle,


disfrutando del aire puro.

Sintiendo sobre sus espaldas, los tenues rayos del sol


que comenzaba a despertar las aves que anidaban en
los árboles y cúpulas de los edificios.

Las personas alegremente, subiéndose al confortable


bus articulado, equipado con tecnología que daba
seguridad a los pasajeros.

Todos sentados, con su cinturón puesto, disfrutando del


aire acondicionado, escuchando una suave melodía
para hacer más placentero el viaje.

De vez en cuando, una dulce voz de señorita, avisando


con anticipación los lugares de destino.

A cincuenta metros de donde se encontraban, estaba un


edificio de doce niveles, con un rótulo luminoso que
decía: Universidad Tecnológica de Delft.
159
El sueño del Presidente Francisco A. Ramírez

Era una universidad pionera en tecnología para la salud


y robótica.

Al ver el rótulo, Kelly le tocó el hombro a su hermano


German y los dos le dijeron a Hortensio que deseaban ir
a visitar esa universidad.

Al llegar al alma mater, fueron recibidos por el Doctor


Comandari, quien gustosamente les dio la bienvenida.

El doctor Comandari, era un excelente profesional de


robótica, con cualidades morales y notoria honradez,
motivo por el cual, había sido nombrado Rector de esa
institución educativa.

Después de la presentación de rigor, el doctor


Comandari, se puso a las órdenes para contestarles
cualquier pregunta en relación a las diversas disciplinas
que ofrecía la Universidad.

Kelly-- ¿Cuál ha sido el éxito de esta universidad en


cuanto a tecnología para la salud y para la
comunicación?

Comandari-- En comunicación, están los teléfonos


móviles con autorretrato, videoconferencia,
localizadores GPS, redes sociales.
160
El sueño del Presidente Francisco A. Ramírez

Las pulseras y relojes inteligentes, que permiten


navegar por internet.

Y el uso de las distintas aplicaciones para mejorar la


comunicación.

Kelly --- ¿Y en cuanto a la tecnología para mejorar la


salud?

Bueno—dijo el doctor Comandari-

Tenemos una serie de máquinas y aparatos pequeños


que usamos para prevenir y curar algunas
enfermedades, por ejemplo: el glucómetro, el
tensiómetro, el microprocesador de genes, la clonación
genética, los chips y la endoscopia,

German-- ¿Me gustaría saber más de salud y el sistema


de vida de sus habitantes?

Comandari-- Toda la producción agrícola es orgánica,


de ese modo protegemos la salud de las personas.

Además, hay suficiente medicina y médicos generales y


especialistas gratuitos.

Aquí, todos los ciudadanos vivimos en buenas


condiciones humanas.
161
El sueño del Presidente Francisco A. Ramírez

Vivimos en una sociedad demócrata, donde todos los


proyectos van encaminados al beneficio social.

Aquí, hay una justa distribución de la riqueza, con


igualdad de oportunidades para todos.

Hay libertad de religión, de pensamiento y de expresión.

Nuestros gobernantes son elegidos democráticamente.

Desde pequeños se nos orienta para que seamos más


productores y menos consumistas.

En los primeros años de vida, se nos enseña, el amor a


la flora y a la fauna, de manera que todos los
ciudadanos, tenemos un amplio conocimiento y respeto
al medio ambiente.

Todos mantenemos limpia la ciudad, cuidamos los ríos


y las quebradas para evitar una contaminación.

Nuestro lema es “vivir sanos y saludables”.

Hortensio— ¿qué hay de los avances tecnológicos que


actualmente están en estudio?

Comandari-Bueno, lo último que tenemos en tecnología


es la creación de la inteligencia artificial.

162
El sueño del Presidente Francisco A. Ramírez

Hortensio—Disculpe tanta pregunta; pero es que siento


curiosidad en saber para qué fin están creando la
inteligencia artificial.

Comandari-Con ella pretendemos revolucionar los


diferentes campos de la vida humana.

Hortensio-- ¿en qué consiste la inteligencia artificial?

Comandari-- consiste en la facultad de razonamiento o


acción que ostenta un agente que no está vivo, ya sea
un robot u otro dispositivo, para realizar tareas que
generalmente requiera de la inteligencia humana.

Hortensio- ¿Usted no percibe algún peligro para la


humanidad?

Comandari--Lo peligroso seria construir maquinas


inteligentes, con mentes propias.

Comandari—Nuestra universidad cuenta con un equipo


de Profesionales especializados en física e inteligencia
artificial.

Éstos, mediante una serie de técnicas, empleando


circuitos electrónicos y programas avanzados de

163
El sueño del Presidente Francisco A. Ramírez

computadora, buscan reproducir procesos de cerebro


humano.

Actualmente en esta ciudad, casi todas las empresas


usan androides para el desempeño de diferentes
labores.

Kelly--¿Cómo son los androides?

Comandari—Son robot muy parecidos a la raza


humana; con la diferencia de que el ser humano tiene
inteligencia humana y el androide tiene inteligencia
artificial.

También hay androides para acompañar a los viajeros,


para vender en tiendas, otros son cocineros, otros son
conductores de vehículos y otros sirven de espías.

Hortensio—Cuando utilicen armas con inteligencia


artificial, entonces si se acabara la humanidad.

Hortensio- le dio las gracias al doctor Comandari por la


excelente referencia acerca de la universidad y se
despidió con un apretón de manos.

Hortensio y su familia continúo el recorrido.

164
El sueño del Presidente Francisco A. Ramírez

En la mente de German, había quedado la figura de la


señorita que los había atendido en el pequeño
restaurante donde conocieron a Emérito y a Juventina;

Aun sentía el aroma a flor silvestre, y la suave y dulce


vos de la mesera vestida elegantemente.

La duda invadía su mente, pensando en si esa dama era


humana o era humanoide.

Hortensio y Lorena ya se sentían cansados; pero Kelly y


German estaban con deseos de saber más sobre los
humanoides.

Decidieron descansar un par de horas en un lugar donde


vendían botellas de agua de noni y coco vitaminado.

Al llegar al lugar, fueron recibidos por una guapa y


hermosa señorita.

Al presentarse dijo que se llamaba Shy Baby, al mismo


tiempo que les ofrecía el menú.

German y Kelly, no cerraron los ojos para ver todos los


movimientos de la bella dama; querían adivinar si era
humanoide o era humana.

165
El sueño del Presidente Francisco A. Ramírez

Mientras tanto, Hortensio se deleitó con la sabrosa agua


de noni, que era una bebida bioactiva energizante.

Mientras tanto, Lorena, German y Kelly, disfrutaron de


una deliciosa agua de coco, mientras notaban el cambio
de conducta de su padre; pues éste, comenzó a sentirse
alegre, estimulado y con deseos de descansar un rato.

Luego se quedó dormido en un sillón del bar.

Mientras que Lorena cuidaba a Hortensio, Kelly y


German, discutían, Kelly decía que la joven mesera era
humana y German decía que estaba seguro que era
humanoide.

Mientras dormía, Hortensio no paraba de suspirar y


sonreís, su rostro hacia muecas de felicidad.

Después de tres horas de descanso, Hortensio sintió


que una mano suave le acariciaba la cabeza, la cara y
los brazos.

Pensando que era la bella Shy Baby, le acaricio la mano


suavemente, dándole un suave apretón.

El suave apretón, hizo que Lorena gritara, y esto lo


despertó bruscamente.

166
El sueño del Presidente Francisco A. Ramírez

Hortensio comenzó a bostezar y a estirar los brazos y


piernas, dándose cuenta que estaba en el área de
descanso del restaurante “El dragón dorado”.



167
El sueño del Presidente Francisco A. Ramírez

168

También podría gustarte