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ANALISIS CRÍTICO LOS COLORES DE LA MONTAÑA

El poder es una estrategia que ha repercutido a lo largo de la historia, y en el cual se

puede utilizar para crear un bien común en la sociedad, como también instaurar una monarquía

en la que se vulneran los derechos y la dignidad humana de las personas, los colores de la

montaña es el reflejo de una competencia para llevar a cabo una represión, es la disputa entre

el conflicto armado y organizaciones militares que buscan ideologías de imperio,

sobrepasando la calidad de vida del ser humano, careciendo de verdad y conocimiento ante el

verdadero llamado de paz, seguridad y libertad.

Según Foucault (2000) en un reflexión que hace “el poder es esencialmente lo que

reprime”, el rechazo a los pensamientos y a la libre expresión del individuo , una comunidad

que tiene que vivir atado a una guerra, en la que día a día se manifiesta una preocupación de

huida ante las dimensiones de la lucha que existe, con el temor de perder sus tierras, en las que

con mucho esfuerzo fueron construyendo, afectando también los sueños de los niños,

vulnerándole sus derechos ,encontrándose con situaciones que pueden atentar contra su

integridad y su propia vida.

El mantener el control hacia el poder degrada el crecimiento personal del individuo, ya

que buscan la imposición, condicionando la calidad de vida de las personas, obstaculizando su

desarrollo, solo fomentándolos en fabricar estrategias para satisfacer sus necesidades básicas.

El poder enmarca unas estrategias de amaestramiento, en la cual se establece las denominadas

clases sociales, buscando una economía, manteniendo relaciones de producción, afectando a los

trabajadores, por tal motivo según Foucault el Marxismo proclama la liberación de una sociedad
capitalista, en la cual se busca una igualdad social, en la que no exista una jerarquización, en la

que el valor del trabajo se mida de una forma justa.

Los casos constantes que se ejemplifican mediante el estilo de vida de los agricultores que día a

día llevan sus productos, buscando una venta favorable para llevar el sustento a sus hogares, por

otro lado el poder económico y capitalista buscando una comercialización de esos productos,

obteniendo mejores ganancias.

El poder es algo que se ejecuta, que se enfoca en las relaciones y que no solo se ve afectado entre

el estado y la sociedad, sino también en la educación, en las familias en la cual se establece una

figura de autoridad, imponiendo su propio pensamiento, y controlando conductas, utilizando la

violencia ante cualquier desobediencia, sin tener en cuenta las creencias independientes, la unión

y la confianza que debe tener en un hogar.

Los paradigmas emancipadores según Leis se asemejan a una reforma justa y

humanizada ante diversas prácticas dominantes que se ejercen en la humanidad, cambiar una

sociedad opresiva, hacia una sociedad justa, equitativa, con democracia radical, en la que los

trabajadores permanezcan unidos sin dejarse someter ante un poder exclusivo.

Los paradigmas emancipadores se encaminan a una transformación social, y una visión

de la realidad a lo que está ocurriendo con el poder mal ejercido, sometiendo a las personas a

la desigualdad ,la jerarquización, donde se vulneran los derechos y la libre expresión, donde

hay carencia de tolerancia, y las personas más perjudicadas son los habitantes de medios

rurales, en la que tienen que someterse a las guerras que se viven hoy en día, en donde
reclutan a los padres de familia, separando vínculos y dejando en total vulnerabilidad a sus

hogares.

Esas personas que trabajan diariamente por sacar adelante a sus familias por medio de

labores ganaderas y agriculturas, es allí donde se debe manejar una conversión total,

otorgándoles un manejo de vidas más apropiado y digno, es allí donde el poder debe

encaminar sus acciones, fomentando el libre albedrio, una educación adecuada en donde los

niños realicen actividades pedagógicas, instauren su aprendizaje por medio del juego al aire

libre, donde las familias permanezcan unidas, donde los niños tengan pensamientos de salir

adelante por medio del estudio y de la ayuda hacia los demás, sin que las armas sean sus

símbolos de distracción, creando escuelas que influyan a grandes logros, maestros que brinden

aprendizajes óptimos, y con total libertad.

Es esencial un cambio de creencias de las personas ante la divergencia en estatutos

sociales, ya que todo ser humano merece un trato apropiado, y una buena calidad de vida, en la

que no afecte su salud física y mental.


REFERENCIAS

Ávila. F. (2007), El concepto de poder en Michel Foucault, A parte Rei. Revista de

Filosofía.

Torres, A. (2009), Educación popular y paradigmas emancipadores. Pedagogía y

saberes N. 30. Universidad Pedagógica Nacional, PP 19-32.

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