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MECANISMOS DE

DEFENSA
Teorías y sistemas en psicología

José Cuauhtémoc Sánchez

Universidad la concordia

Miguel Ángel Macías Montoya


Fantasía: la fantasía es la canalización de deseos imposibles o no aceptables hacia la
imaginación. La persona escapa de los problemas y de la realidad que no lo satisf se
refugia en su mente.

Ejemplo: imaginarse en un trabajo mejor pagado o que las notas académicas de la


universidad mejoran. Esta puede ser útil en ocasiones particulares, pero no cuando se
imagina las peores consecuencias. Aunque la fantasía es beneficiosa en casos de
estrés, es peligrosa cuando el sujeto vive en el mundo creado por su imaginación y se
aleja de la realidad.

Represión: Cuando una representación -recuerdo o conocimiento- se vuelve intolerable


para el yo, el aparato psíquico la reprime, volviéndola inconsciente, por lo que el sujeto
la “olvida” (o, más bien, desconoce que la recuerda).

Ejemplo: El yo actúa como si nunca hubiera ocurrido dicho acontecimiento hasta el


fracaso de la defensa, tras lo cual vuelve a intentar reprimir la representación o bien
se vale de otros mecanismos para someterla y mantenerla olvidada.

Disociación: Les permite a las personas separarse o desconectarse


momentáneamente de la realidad. Ayuda al sujeto a soportar algunas situaciones de
incomodidad. Sueñan despiertos, viajan entre sus pensamientos sin importar lo que les
rodea.

Freud estudio el caso de disociación de Daniel Paul Schreber con interés. Schreber
describía en su autobiografía que se sentía separado del mundo, como si un velo
estuviera entre él y su entorno.

Dicho mecanismo de defensa puede transformarse en un trastorno que impide que la


persona tenga una vida normal. Ejemplo de ello son la amnesia disociativa, la fuga
disociativa y el trastorno de identidad disociativa.

Formación recreativa: El sujeto, ante el retorno de una representación reprimida,


manifiesta su total opuesto como una forma de defenderse ante este conflicto o
amenaza.

Ejemplo: un niño odia a su hermano menor, pero se siente culpable por dichos
sentimientos y los reprime. Dado que la represión fracasa, el hermano menor
manifiesta un intenso amor y sobreprotección hacia su hermano, aunque sus acciones
hacia él seguirán estando marcadas por el odio.
Regresión: Ocurre cuando ante la angustia de un conflicto emocional o una
representación, el sujeto regresa a comportamientos anteriores o infantiles, como
consecuencia de la pulsión regresando a satisfacciones previas, a las cuales ha quedado
fijada por su historia infantil.

Ejemplo: Un adulto que se encuentra en una situación conflictiva en su trabajo se


enferma. En consecuencia, no puede ir a trabajar, al mismo tiempo que requiere ser
cuidado y atendido de forma parecida a un niño que no puede valerse por sí mismo.

Proyección: Ocurre cuando una representación reprimida se proyecta hacia afuera de


forma desfigurada. El sujeto, en vez de reconocer dicha percepción o pensamiento, se
lo atribuye a un agente externo.

Ejemplo: Cuando una persona que tiene baja autoestima se ríe de todas las personas
que muestran síntomas de baja autoestima. También cuando una persona con
problemas de sobrepeso se ríe de personas que también tienen problemas físicos o de
salud.

Racionalización: Consiste en la justificación de aquellas acciones que realizamos y cuyo


motivo reprimido no queremos reconocer. El sujeto da razones variadas (a menudo
verdades a medias) para explicar su comportamiento, escondiendo para los demás y
para sí mismo su motivación inconsciente y reprimida.

Ejemplo: Una persona con un deseo inconsciente de suicidio podría cometer acciones
peligrosas y justificarlas para no reconocer el deseo de lastimarse, como cruzar la
calle cuando el semáforo se encuentra en verde y racionalizarlo diciendo que está
apurado o demorado.

Delirio: Tanto para Lacan como para Freud, el delirio, lejos de ser la manifestación de
un síntoma, es una defensa y un intento de cura. Para Freud, el delirio es
la reconstrucción del mundo de tal forma que se pueda aceptar aquello que ha sido
expulsado de la conciencia.

Ejemplo: Es la forma en que el sujeto justifica aquellos sucesos o representaciones


alucinatorios. Íntimamente relacionado con la forclusión, el delirio es la forma de
“aceptar” aquellos significantes forcluídos que el sujeto percibe como agentes
externos y no cómo estímulos provocados por él mismo.

Condensación: Es uno de los procesos del inconsciente y ocurre principalmente en los


sueños. Fragmentos reprimidos se unen con pensamientos conscientes, de tal forma
que la nueva figura/representación no se asemeja al contenido reprimido y solo
contiene un fragmento de estos. En los síntomas se evidencia la condensación, pues
este está sobre determinado por varios contenidos inconscientes, los cuales se
expresan parcialmente condensándose con contenidos conscientes.

Ejemplo: El síntoma de una persona con la compulsión de revisar que la cerradura de


su casa esté cerrada podría tener varias explicaciones; el temor a que su intimidad sea
invadida pero también a exponer sus deseos inconscientes reprimidos. La puerta
representaría la entrada y la salida al inconsciente por condensación.

Negación: ocurre como una forma de expresar una representación o pensamiento


reprimido de forma consciente. Es ya una cancelación de la represión -lo inconsciente
ha devenido consciente- pero aún no una aceptación de lo reprimido. La función
intelectual se separa del proceso afectivo.

Ejemplo: Un ejemplo muy común de negación es cuando una persona que ha perdido a
alguien -ya sea por la muerte de un familiar o por una ruptura de pareja-, niega que la
relación o vida de la otra persona ha terminado.

Intelectualización: funciona como un mecanismo racional y lógico que deja en segundo


plano a las emociones, se centra en el estudio y la reflexión crítica. Permite disminuir
la ansiedad y el estrés mediante el impulso de obtener conocimiento del problema.

Ejemplo: Los pensamientos y acciones de la persona son controlados y fríos. Ejemplo


de ello es cuando una persona es diagnosticada con una grave enfermedad; puede
buscar todo lo relacionado con la misma, permitiendo soportar esta situación.

Desplazamiento: Se le podría llamar también formación sustitutiva, pues constituye el


desplazamiento psíquico de un elemento importante inconsciente a uno no importante.
De tal forma, los contenidos inconscientes y reprimidos por el sujeto se le presentan
como ajenos. No puede reconocerse en sus pensamientos o acciones por obra del
desplazamiento.

Ejemplo: El ejemplo común se encuentra en los sueños. Cuando las personas


despiertan y evocan un sueño acontecido sienten sus contenidos como ajenos a su vida
y desconocen de dónde provendrían dichas imágenes dado que los elementos
importantes han sido desplazados hacia los irrelevantes.

Conversión histérica: Muy parecida a la actual hipocondría, el sujeto reprime la


representación a cambio de manifestar un síntoma físico como incapacidad para hablar
o mover ciertas partes del cuerpo. Esta discapacidad generalmente guarda un nexo
lógico con aquello reprimido.

Ejemplo: Un caso famoso de Freud, en los inicios de su teoría, es el de Elizabeth von


R., quien sufría de una parálisis en las piernas. A través del análisis, Freud descubre en
ella deseos de casarse con su cuñado y culpa a raíz de dicho deseo por haber tenido
ese pensamiento en el funeral de su hermana. Una vez el recuerdo es “revivido” y
Elizabeth admite lo que siente, su parálisis se cura.

Afiliación: En este tipo de defensa el individuo busca refugiarse en otras personas


tras un evento traumatizante o estresante. Este comportamiento se puede observar
en personas engañadas por sus parejas o que han perdido a un ser querido.

Ejemplo: El apoyo, por lo general, proviene de personas cercanas como amigos y


familiares. Sin embargo, en ocasiones también se busca refugio en extraños.

Altruismo: La definición de la palabra explica este mecanismo de defensa y es la


tendencia de ayudar a otras personas, pero inconscientemente lo que realmente quiere
es satisfacer las necesidades internas.

Ejemplo: Si una persona se encuentra con otra que no le agrada, aquella puede usar
palabras amables y sonreír para evitar la tensión y el estrés del encuentro.

Agresión pasiva: Es un tipo de agresión indirecta como respuesta de un suceso, acción


o evento que causó ira. Con este tipo de mecanismo la persona se defiende y ataca al
mismo tiempo.

Ejemplo: El sujeto se comporta de forma pasiva y evita un brote de furia, pero de


igual forma expone su disgusto sutilmente. La persona negará en todo momento que
está molesta u ofendida. Algunas de las acciones que emplean para mostrar su enojo
son la exclusión, el silencio, el sarcasmo o golpear libros o puertas.

Compensación: La compensación es un mecanismo de defensa que se refleja en el


énfasis o el rendimiento excesivo en un área con el propósito de compensar las fallas o
debilidades presentes en otras.

Ejemplo: el sujeto se apoya en sus fortalezas y minimiza sus debilidades. Por ejemplo,
cuando el sujeto expresa que no es capaz de pintar bien las paredes, pero sí de lavar
bien las brochas. Sin embargo, si esta se presenta en exceso puede traer problemas al
individuo, un ejemplo es la promiscuidad de alguien que busca amor.

Humor: El humor desvía o minimiza la magnitud del problema al identificar los


elementos divertidos, graciosos e irónicos de la misma. El humor ayuda a soportar las
situaciones fuera de control, y en ocasiones se ve como un acto altruista, al permitirle
a otros sobrellevar los problemas

Ejemplo: Al reducir la intensidad del problema, la risa ayuda a que el sujeto no actué
de forma impulsiva, evitando ataques de ira. Ejemplo de ello es cuando los padres
disminuyen su enojo al reírse de su hijo pequeño cuando ha hecho algo malo en el
hogar.

Forclusión: La forclusión ocurre cuando el sujeto se encuentra con una


representación o significante que le genera tanta angustia que es incapaz
de reprimirlo, pues para hacerlo necesita previamente aceptar su
existencia.

Ejemplo: El sujeto rechaza de tal forma esta representación que rehúsa su existencia


misma, produciendo la forclusión de ese significante, el cual no entra nunca al cúmulo
de representaciones inconscientes, a diferencia de aquellos contenidos reprimidos.

Sublimación: Poco se sabe de este mecanismo, pues es mencionado por Freud en


breves ocasiones en diversos escritos. A diferencia de los demás mecanismos, en este
no hay un conflicto entre el Yo y lo reprimido, sino más bien una vía placentera a
través de la cual lo inconsciente puede manifestarse.

Ejemplo: El ejemplo paradigmático se encuentra en el arte, donde mociones


pulsionales edípicas, incestuosas o sexuales se expresan a través de objetos
artísticos. Si bien no dejan de ser contenidos inconscientes, el sujeto no padece su
manifestación ni la defensa que acciona contra estos, a su vez que produce un objeto
en el que otros también pueden expresar su inconsciente al identificarse.

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