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INSTITUTO TECNOLOGICO SUPERIOR

DE ALVARADO – Campus Medellín

INGENIERÍA MECÁNICA

Materia:
Refrigeración Y Aire Acondicionado

Semestre - Grupo - Sistema:


8° Semestre – Escolarizado.

Producto Académico:
Temas
5.4 carga termica para calefacción.
5.5 carga termica para calefacción.

Presenta:
HERNANDEZ HERNANDEZ RICARDO

Docente:
ING. Israel Robles Torres

MEDELLIN DE BRAVO, VER. MAYO. 2017


Carga Térmica Para Calefacción

El concepto de carga térmica está asociado a sistemas de climatización


(calefacción y refrigeración), como a sistemas frigoríficos. Se trata de la cantidad
de energía térmica por unidad de tiempo (potencia térmica) que un recinto cerrado
intercambia con el exterior debido a las diferentes condiciones higrotérmicas del
interior y del exterior, considerando las exteriores como las más desfavorables
posible. El cálculo de estas cargas permite disponer los sistemas adecuados de
calefacción o refrigeración para compensarlas.

Las cargas térmicas pueden deberse a dos solicitaciones:


 Cargas de calefacción:
Que serían las que se producen en condiciones exteriores de invierno (y que
físicamente traducen el calor perdido por el edificio hacia el exterior en la unidad
de tiempo).
Las cargas de refrigeración que análogamente, se refiere a las producidas en las
condiciones de la estación cálida (físicamente, calor ganado por los locales en la
unidad de tiempo).
Las cargas térmicas se deben a varios fenómenos de intercambio de calor del
edificio con el exterior, así como a ganancias de calor interiores (en la estación
cálida):
Transmisión por conducción a través de los elementos constructivos que separan
el interior del exterior o de otros locales no climatizados.

Dependen de la diferencia de temperatura (salto térmico) entre el interior y el


exterior, de las características constructivas de cada elemento (muros, huecos) en
lo que se refiere al aislamiento térmico (expresado por la transmitancia térmica, U)
y de la superficie de cada elemento. En el caso de los muros o de las ventanas
con vidrio coloreado, el calentamiento de su superficie por el sol, cuando están
expuestos, hace que el salto térmico sea mayor en verano, lo que hay que tener
en cuenta.

También deben considerarse los llamados puentes térmicos que son los lugares
donde los elementos constructivos tienen una discontinuidad en el aislamiento
térmico. Se dan en los bordes de ventanas y puertas, en el encuentro de muros y
forjados, etc.
 Tratamiento térmico del aire exterior necesario para la ventilación y
renovación de aire de los ambientes.
Dependen del salto térmico interior-exterior y del caudal de ventilación necesario.
En ciertos casos, cuando la construcción no es de buena calidad, hay que tener en
cuenta las infiltraciones de aire del exterior, no deseadas, por las rendijas y juntas
de cierre de los huecos que separan del exterior, ventanas o puertas.
 Calor entrante debido al soleamiento por los cierres de los huecos
acristalados (ventanas).
Se produce por efecto invernadero: al atravesar el espectro visible de la radiación
solar un vidrio transparente, calienta los objetos que hay tras el vidrio; los objetos
emiten radiación en infrarrojos, y para ciertas longitudes de onda de los infrarrojos
el vidrio es opaco, de modo que el calor queda atrapado tras el vidrio, aumentando
la temperatura del ambiente. Este efecto es favorable en invierno (reduce la carga
térmica) y desfavorable en verano (la aumenta).
 Calor interno producido por las personas, la iluminación eléctrica y los
aparatos que hay en el interior de los edificios (como en el caso anterior
puede ser favorable o desfavorable según la estación).
También es otra carga térmica el tratamiento de la humedad del aire para
conseguir en los ambientes una humedad relativa adecuada. El vapor puede
proceder de fuentes internas (evapotranspiración de las personas, de ciertos
aparatos...) y externas (contenido de humedad del aire exterior)

Al enfriar una masa de aire (refrigeración) con un contenido determinado de vapor


de agua, aumenta la humedad relativa, por lo que es necesario eliminar parte del
vapor para mantener la humedad relativa dentro de límites adecuados. Por el
contrario, al calentar (calefacción) una masa de aire disminuye la humedad
relativa. En este caso, a menudo la evapotranspiración de los ocupantes puede
ser suficiente para compensar esa disminución, pero si no lo fuera (temperaturas
exteriores muy bajas), habría que añadir vapor para conseguir una humedad
relativa adecuada.
Hay ciertos fenómenos que no se toman en cuenta en el cálculo de las
condiciones de invierno, pues mejoran las condiciones interiores en esa estación
(soleamiento, ocupación...), pero que tienen importancia en las condiciones de
verano pues aportan calor a los locales desde su interior; en invierno, los sistemas
de control del ambiente interior las tendrán en consideración. Así pues, las cargas
de invierno solamente dependen de las condiciones exteriores, y las de verano,
tanto de las interiores y de las exteriores.
Carga térmica: todo aquello que modifique la temperatura seca y humedad
relativa del aire interior
Carga sensible: Potencia térmica dedicada a aumentar la temperatura seca del
aire. (W)
Ts φ  Ts W

Se intercambia calor (se modifica Ts)


Se intercambia vapor de agua (se modifica W)

Carga total = Carga sensible + Carga latente


(Lo da la legislación NBE-CT-79)
Carga latente: Potencia térmica necesaria para convertir la cantidad de agua
aportada al recinto desde agua líquida a 0ºC a vapor a la temperatura seca del
aire. (W).
Carga Térmica Para Refrigeración

CARGA TÉRMICA

Cargas Interiores
- Por el producto a refrigerar/congelar
- Por cualquier equipo productor de calor
- Por iluminación
- Por personas
- Otras carga

Cargas Exteriores
- A través de las paredes/techo/suelo
- A través de superficies acristaladas
- Por infiltración de aire exterior por las puertas
- Por entradas de aire exterior por las puertas

La refrigeración es un proceso que consiste en bajar o mantener el nivel de calor


de un cuerpo o un espacio. Considerando que realmente el frío no existe y que
debe hablarse de mayor o menor cantidad de calor o de mayor o menor nivel
térmico (nivel que se mide con la temperatura), refrigerar es un proceso
termodinámico en el que se extrae calor del objeto considerado (reduciendo su
nivel térmico), y se lleva a otro lugar capaz de admitir esa energía térmica sin
problemas o con muy pocos problemas.
Los fluidos utilizados para llevar la energía calorífica de un espacio a otro, son
llamados refrigerantes.

La carga térmica se define como la cantidad de calor que debe ser retirada del
sitio por refrigerar para reducir o mantener la temperatura deseada. En un área por
acondicionar, la carga térmica se debe eliminar mediante enfriamiento, el cual
resulta de la suma de las cargas térmicas en las que están involucradas diferentes
fuentes.

Por su parte, para mantener fría una cámara y todo lo que esté contenido en ella,
es necesario extraer el calor inicial y, luego, el que pueda entrar en ella, aunque se
encuentre bien aislada.

Si un local no dispone de climatización, su temperatura se adaptará a la del


ambiente, si hace frío estará helado, y cuando haga calor será caluroso. En la
mayoría de los casos estará más caliente que el ambiente, debido la radiación
solar sobre techo, paredes y ventanas, o por el calor desprendido por sus
ocupantes e instalaciones interiores. En el momento que queremos que su
temperatura se mantenga en un valor distinto al del exterior, y a voluntad de sus
ocupantes, hay que sacar o meter calorías del local al exterior. Recordemos que el
calor fluye del cuerpo más caliente al más frío, y por ello, al crear una diferencia de
temperatura entre el local y el exterior, se inicia una transferencia de calor por las
paredes, suelos, ventanas, y aire de ventilación, que tiende de nuevo a igualar su
temperatura con el exterior. En verano para enfriar el local con un climatizador,
hay que extraer calorías, y la transmisión de calor por las paredes es hacia el
interior. En invierno hay que introducir calorías, y las pérdidas de calor son hacia el
exterior. Al final se alcanza un equilibrio entre la potencia del equipo
acondicionador, y las transmisiones que por las paredes, techo, etc., tienden a
restablecer la temperatura inicial. En ambos casos las calorías que entran o salen
del local las llamamos “pérdidas de calor”, y hay que calcularlas para determinar la
potencia del aparato climatizador a instalar. El total de calor necesario a meter o
sacar del local lo denominaremos “demanda térmica” del local. Vemos que hay al
menos tres datos necesarios: • Temperatura interior, que dependen del uso del
local. • Temperatura exterior, que dependen de la zona en la que se ubique, si es
más fría o calurosa. • Condiciones de las paredes y techos del local, si está más o
menos aislado térmicamente.
Criterios generales
Para mantener fría una cámara y todo lo que está en el interior de ella, es
necesario extraer el calor inicial y después el que pueda ir entrando en la cámara,
por bien aislada que esté. El requerimiento total de refrigeración P total, puede
establecerse como sigue:
P total= P productos+ P otras fuentes (kcal/h o Watios.)

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