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Psicothema, 1996. Vol. 8, nº 2, pp.

257-267
ISSN 0214 - 9915 CODEN PSOTEG

CONSUMO DE DROGAS
EN LA ADOLESCENCIA
Francisco González Calleja*, M. Mar García-Señorán**
y Salvador G. González González**
* Universidad Complutense de Madrid, ** Universidad de Vigo

Este artículo proporciona una revisión de los principales factores relacionados


con el consumo de drogas en la adolescencia. Distinguimos entre variables indivi-
duales y sociales. A su vez, el entorno social es dividido en dos niveles: el macroso-
cial -que agrupa las influencias que operan en un contexto más amplio- y el micro-
social -que hace referencia al entorno más inmediato del individuo-.
Se plantea que el uso de drogas es un problema multifactorial. Por ello, la cues-
tión fundamental es precisar como interactúan dichos factores y determinar en qué
medida una variable puede incidir sobre las demás desencadenando el proceso adic-
tivo. Este es el problema más espinoso con el que nos encontramos en la actualidad.

Drug use in adolescence. This article provides an overview of the most impor-
tant variables related to the initiation and drug consumption among teenagers. We dis-
tinguish the individual and the social variables. We find two levels in the social fac-
tor: the macrosocial which assembles social influences to occur a higher level, and
the microsocial who takes its references from his social environment near by.
We expound that the use of drugs is in function to many factors. The main ques-
tion is how to interact these factors, as far as to influence a variable on the others and
how to produce the different combinations of variables implicated in the etiology of
this conduct and who could bring all unchainment to it, this is the most thorny pro-
blem we find ourselves in.

De todos los posibles análisis que el del individuo que pueden verse alteradas e
conflictivo mundo de la droga ofrece, el incluso interrumpidas por el uso sistemáti-
más alarmante es -sin lugar a dudas- el re- co de las mismas.
ferido al consumo de tales sustancias en la Sin duda alguna, existe una imperiosa
niñez y en la adolescencia. Los principales necesidad por conocer como se desencade-
problemas ocasionados por las drogas se na el proceso adictivo. Un estudio minucio-
agravan considerablemente en estas eda- so de los principales factores que inciden en
des, etapas claves en el desarrollo integral la iniciación de esta conducta es un requisi-
to previo a la elaboración de programas pre-
Correspondencia: M. Mar García-Señorán ventivos (García-Señorán, 1994; Millstein,
Departamento de Psicología Evolutiva y de la Educación Petersen y Nightingale, 1993; Yin, Zapata y
E.U. de Formación de Profesorado de E.G.B.
Universidad de Vigo
Katims, 1995). Nuestro objetivo es facilitar
Vicente Risco, s/n. Campus Orense (Spain) la comprensión de dicho proceso.

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CONSUMO DE DROGAS EN LA ADOLESCENCIA

Secuencias en el consumo de drogas da; en algunos casos seguirían otras dro-


gas ilegales (heroína, cocaína, etc.).
La literatura sobre el inicio del consu- Posteriormente, Fleming, Leventhal,
mo de drogas destaca que la prueba de di- Glynn y Ershler (1989) examinan si real-
chas sustancias ocurre normalmente du- mente el uso de drogas legales es un pre-
rante la adolescencia (Botvin, Baker, Du- cursor necesario para el consumo de ma-
sembury, Tortu y Botvin, 1990; Botvin y rihuana y si ésta a su vez es un precursor
Botvin, 1992; García-Señorán, 1994), co- de otras drogas ilegales. Según los auto-
mo resultado de múltiples experiencias res, la progresión en el uso de sustancias
ocurridas desde el nacimiento, y depende es consistente pero no existe evidencia de
de la combinación de múltiples factores. una cadena causal en la que las experien-
Al igual que en las demás conductas hu- cias precoces con drogas legales sean la
manas, en el consumo de drogas pueden causa de un uso posterior de drogas ile-
observarse unas secuencias de desarrollo gales. Sin embargo, la presencia de un or-
bastante bien definidas, dichas etapas son den temporal sugiere una vinculación en-
el resultado de la interacción entre los fac- tre el consumo precoz y el tardío; en otras
tores individuales y sociales que facilita- palabras, el consumo de una determinada
rán o interrumpirán la progresión en el sustancia podría facilitar el acceso a otras
consumo. Sin embargo, la formulación de sustancias.
estos estadios no implica que el sujeto que En un estudio realizado por Fleming,
consuma una determinada sustancia debe Glynn y Leventhal (1985), pudo observar-
necesariamente consumir la siguiente, si- se que los cigarrillos eran la primera dro-
no más bien que la mayoría de los sujetos ga utilizada por los adolescentes; también
que se encuentran en una determinada eta- se comprobó que el uso de dichas sustan-
pa han consumido las sustancias que con- cias aumentaba la posibilidad de que se
forman las fases anteriores. El consumo de consumieran otras drogas dos años más
una droga situada en los primeros estadios tarde (por ejemplo, cerveza, marihuana).
es una condición necesaria, pero no sufi-
ciente para la progresión a un estadio pos-
terior.
Kandel (1975) propone un modelo don-
de se distinguen cuatro etapas en el proce-
so adictivo: consumo de cerveza o vino,
consumo de cigarrillos y licores de alta
graduación, consumo de marihuana y con- Figura 1. Principales estadios del consumo de dro-
sumo de otras drogas ilegales diferentes a gas. Fuente (Kandel, 1975).
la marihuana. Según este modelo, como
podemos ver en la Figura 1, el alcohol se- No obstante, Graham, Collins, Stuart,
ría la primera droga de contacto y la más Chung y Hansen (1991) sugieren que ni el
frecuentemente consumida; después se se- alcohol ni el tabaco tendrían que ser nece-
guiría con cigarrillos, a la vez que la can- sariamente el primer paso en el uso de sus-
tidad de consumo de alcohol se incremen- tancias en la adolescencia; en algunos ca-
ta; finalmente se alcanzarían altos niveles sos se podría empezar con alcohol y pasar
de consumo de las diferentes drogas le- posteriormente al tabaco, pero también
gales y se comenzaría a usar marihuana, podría suceder lo contrario. Este modelo,
que sería la primera droga ilegal consumi- representado en la Figura 2, plantea la

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existencia de posibles diferencias entre los Botvin y Botvin (1992), distinguiremos


individuos que inician el proceso con al- entre factores individuales y factores so-
cohol y aquellos que lo inician con el ta- ciales.
baco. Por ejemplo, mientras que muchos Los factores individuales están centra-
padres permiten el consumo de alcohol en dos “en el individuo”, se refieren tanto a
el hogar (en circunstancias especiales, bo- las características del sujeto como a los
das, bautizos, fiestas familiares, etc.), son procesos internos, y determinan una ma-
muy pocos los que aprueban la experimen- yor o menor susceptibilidad o vulnerabili-
tación con tabaco. Graham et al. (1991) dad a las influencias sociales que favore-
señalaron que aquellos jóvenes que tenían cen el consumo de este tipo de sustancias.
relaciones insatisfactorias con sus padres Los factores sociales son complejos, in-
y aquellos que iniciaban el proceso con ta- teractivos y difíciles de separar. Dentro de
baco, presentaban un curso más acelerado este grupo diferenciaremos el nivel micro-
en el uso de sustancias que aquellos que lo social y macrosocial.
iniciaban con alcohol. El nivel microsocial se refiere a aque-
llos contextos más inmediatos en los que
el sujeto participa directamente; por ejem-
plo la familia, el grupo de iguales, la es-
cuela. Englobaría las relaciones con los
demás, los modelos de comportamiento a
que debe ajustarse el individuo, etc..
El nivel macrosocial agruparía los fac-
tores de riesgo externos al individuo, de
Figura 1. Un modelo del inicio de consumo de dro- carácter socioestructural, socioeconómico,
gas. Fuente (Graham et al., 1991). sociocultural, que condicionan la calidad
de vida e influyen en la conducta adictiva
Existe una amplia gama de variables o convirtiéndola en un proceso no estático.
factores que deben ser tenidos en cuenta La influencia de dichos factores opera a un
para explicar la iniciación en el consumo nivel más amplio.
de drogas, ya que aportan información so- A continuación vamos a referirnos a al-
bre el mayor o menor riesgo de consumir gunos de estos factores.
determinadas sustancias en la adolescen-
cia. Un estudio detallado de los mismos Factores individuales
nos ayudará en la comprensión de dicho
fenómeno. Con respecto a la dimensión personal,
se ha encontrado que la edad es una varia-
Factores relacionados con el inicio del ble fuertemente relacionada con el consu-
consumo de drogas mo de drogas; y la precocidad en el uso de
sustancias uno de los principales predic-
Los factores relacionados con el inicio tores del abuso en la adolescencia. Las fre-
del consumo de drogas en la adolescencia cuencias de consumo más altas coinciden,
han sido estudiados por numerosos inves- generalmente, con una mayor antigüedad
tigadores y desde diversas disciplinas du- en el inicio del consumo.
rante los últimos años. Estas variables o Según Bailey y Hubbard (1991), la pro-
factores de riesgo pueden agruparse en babilidad de iniciarse en el consumo de
función de distintos criterios; siguiendo a drogas se incrementa entre 6º y 8º. Existe

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un considerable aumento del consumo en más relevante (Luengo, Mirón y Otero,


el período de transición de la enseñanza 1990). Los consumidores puntúan más al-
primaria a la enseñanza secundaria, pu- to en las escalas que miden dicho cons-
diendo ser ésta una etapa vulnerable para tructo que los no consumidores.
la iniciación (García-Señorán, 1994). La La tendencia a buscar nuevas sensacio-
edad crítica en el inicio del consumo de nes puede interpretarse como una reacción
drogas podemos situarla entre los 11-12 y frente a los sentimientos de “hastío y abu-
los 15-16 años, aproximadamente, y varía rrimiento” que experimentan los consumi-
en función de la sustancia. dores; también se ha relacionado con la
La relación entre los patrones de consu- necesidad real de una mayor estimulación
mo y la edad se describe en términos de una (derivada de factores bio-fisiológicos) que
función curvilínea -aumenta con la edad, caracteriza a estos sujetos.
alcanzando su punto máximo entre los 18- Existen otras variables de personalidad
24 años y posteriormente desciende-. vinculadas con el consumo de drogas, aun-
En cuanto al sexo, en algunas investiga- que no de forma tan consistente. A conti-
ciones se aprecian diferencias en el uso de nuación ofrecemos una breve descripción
sustancias (García-Señorán, 1994; Kump- de las mismas.
fer y Turner, 1991; Novacek, Raskin y Ho- Un alto nivel de inseguridad, lo que
gan, 1991), generalmente los varones son conlleva habitualmente una baja autoesti-
más precoces y presentan un mayor consu- ma. En la adolescencia es frecuente que
mo habitual. Sin embargo debemos desta- surjan dudas acerca de la propia valía. Los
car que estas desigualdades han ido des- cambios producidos durante esta edad
cendiendo a lo largo del tiempo y para al- pueden inducir a experimentar con drogas
gunas sustancias el sexo ya no es una va- para tratar de ser diferente o hacer algo
riable discriminante en el consumo pues que implique un riesgo. Crockett y Peter-
las diferencias no alcanzan el nivel de sig- sen (1993) observan un incremento de la
nificatividad (García-Señorán, 1994). autoestima durante la segunda década de
Estos resultados quizás nos estén sugi- la vida; sin embargo esta mejora parece ir
riendo que los jóvenes cada vez se distin- seguida de un declive en la adolescencia
guen menos en sus actitudes, valores y temprana, particularmente en las chicas.
comportamientos según el sexo. La baja autoestima o autoconcepto ha
Dentro de las variables individuales, los sido identificado como un precursor del
rasgos de personalidad han acaparado la uso de sustancias y del comportamiento
atención de numerosos investigadores. delictivo en la adolescencia en algunos es-
Los estudios sobre la personalidad del to- tudios (Crockett y Petersen, 1993). La au-
xicómano son muchos y dispares sus re- toestima sería un factor de protección con-
sultados; por una parte tenemos aquellos tra el abuso de drogas -los jóvenes serían
en que no se manifiestan rasgos diferen- más resistentes y menos influenciables por
ciales entre los sujetos toxicómanos y los la presión de sus compañeros-.
no consumidores, y otros en donde se ad- Locus de control externo. Los adoles-
mite que existe una personalidad prototí- centes con un locus de control externo son
pica del toxicómano. más influenciables por los amigos, favore-
Entre las variables de personalidad que ciendo de este modo el consumo de sus-
han mostrado una relación consistente con tancias.
las conductas de consumo tenemos la bús- Rebeldía. Un factor que sobresale con-
queda de sensaciones, que parece ser la sistentemente como precursor del consu-

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mo de drogas es una predisposición hacia capacidades para hacer frente a la destruc-


la rebelión, independencia y no conformi- ción personal que conlleva el uso de dro-
dad. Un comportamiento rebelde suele es- gas. Con frecuencia, los jóvenes creen que
tar vinculado con el uso más frecuente de pueden controlar dicho comportamiento y
sustancias ilegales. abandonarlo en el momento que lo deseen.
Baja tolerancia a la frustración. En al- Creencias. Las creencias se van confor-
gunos casos, los usuarios de drogas han pa- mando a lo largo de todo el ciclo vital y se
sado por una situación vital estresante in- verán influidas por las características de la
controlable, lo que desencadena una sensa- fuente de información, la naturaleza de la
ción de pérdida de control sobre el medio comunicación y las características del re-
ambiente por parte de la persona, así como ceptor. La conducta de los individuos está
del sentido de la propia existencia y le con- regulada, al menos en gran parte, por su
duce al consumo abusivo de drogas -que sistema de creencias y valores.
sería una estrategia de afrontamiento y a la Actitudes. Aunque diversas investiga-
que se recurriría cuando otras estrategias ciones experimentales sobre la relación
fracasan-. En otras ocasiones son personas entre la actitud y la conducta no muestran
caprichosas que no toleran la tensión, el una correspondencia biunívoca entre las
dolor, la frustración y las situaciones de es- actitudes expresadas y el comportamiento
pera. Los rasgos depresivos de la adoles- posterior, sí cabe afirmar que existe un es-
cencia se agudizarían en este grupo de jó- trecho vínculo entre las actitudes hacia las
venes que experimentan una “crisis de drogas y su consumo ya que es posible en-
identidad” más intensa y conflictiva. contrar correlaciones entre unas y otras
Algunos trabajos, también han estudia- (Lignell y Davidhizar, 1991; Botvin y Bot-
do los factores cognitivos y orécticos vin, 1992; García-Señorán, 1994).
(Botvin y Botvin, 1992; García-Señorán, Para Fishbein y Ajzen (1975), las acti-
1994). En este grupo se incluyen conoci- tudes -que representarían la evaluación
mientos, creencias, actitudes y expectati- global de la acción por parte del indivi-
vas relacionadas con el comportamiento duo- y las normas subjetivas -que repre-
en cuestión. sentarían la percepción de las expectativas
Conocimientos. Las investigaciones pa- de otras personas, importantes para el in-
recen coincidir en que las personas más dividuo, en relación con esa conducta en
conscientes de los efectos dañinos de las concreto- son los principales predictores
drogas son menos tolerantes con el uso de de las intenciones comportamentales, que
sustancias y es menos probable que desa- a su vez son las responsables de que se
rrollen la adicción. Sin embargo, no debe- produzca o no una conducta. Los autores
mos olvidar que los conocimientos sobre señalan que si se desea cambiar una con-
los daños ocasionados por las drogas juga- ducta es necesario influir en las intencio-
rán un papel poco significativo en el ado- nes, lo que exige a su vez, intervenir y
lescente, si posee un bajo autoconcepto y cambiar las actitudes hacia la conducta y,
siente la necesidad de usar drogas para re- la norma subjetiva.
alzar su posición en el grupo. Expectativas. Existe una relación fun-
En la adolescencia, a pesar de las ad- cional entre las expectativas y el uso de
vertencias de padres, profesores y profe- drogas; aquellos individuos que abusan de
sionales de la salud, tiende a ignorarse las las drogas tienen unas expectativas dife-
consecuencias adversas relacionadas con rentes a los que no las utilizan respecto a
el uso de sustancias y a sobreestimar las los efectos de dichas sustancias (Novacek,

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Raskin y Hogan, 1991). En la medida en En las primeras fases de consumo, el


que las expectativas son más positivas y el comportamiento de los padres es crítico, y
individuo espera conseguir resultados más de su actuación va a depender que el ado-
satisfactorios puede observarse un mayor lescente se inicie en el consumo de cerve-
consumo. za, vino, experimentando cada vez con be-
Y por último, dentro de este apartado bidas de más alta graduación. En fases
nos referiremos a los factores comporta- posteriores a la iniciación, la calidad de las
mentales, que representan el grado de im- relaciones padre-hijo cobra importancia, si
plicación en diversos problemas conduc- los vínculos son estrechos el consumo se
tuales así como en conductas desaproba- frenará, de lo contrario evolucionará a for-
das socialmente. Para algunos autores, el mas más graves de abuso (Rhodes y Jason,
uso de sustancias forma parte de un con- 1990).
junto de problemas comportamentales y El modelo directo de los padres, las re-
obedece a leyes similares (Eggert, Seyl y laciones familiares deficitarias, actitudes
Nicholas, 1990; Botvin y Botvin, 1992). de sobreprotección materna con conducta
Luengo et al. (1990) señalan que la invo- paterna ineficaz, prácticas educativas ina-
lucración del individuo en otro tipo de decuadas caracterizadas por una excesiva
conductas desviadas distintas a las relacio- permisividad o dureza, incomunicación y
nadas con el consumo es otro factor de tensión, se encuentran relacionados con un
riesgo al que no se le ha prestado dema- mayor consumo de drogas (Hualde, 1990).
siada atención. “Las conductas problemá- Influencias de los hermanos. La presen-
ticas” a edades tempranas son un buen cia de hermanos mayores es un claro fac-
predictor del consumo de drogas en la tor de riesgo (Brook, Whiteman, Gordon y
adolescencia y juventud, es más frecuente Brook, 1989; García Señorán, 1994). Las
que los consumidores de drogas estén im- influencias pueden deberse al modelado
plicados en actividades delictivas que los directo que ejercen sobre la conducta de
no consumidores. Por otra parte, el uso de los más pequeños; a sus actitudes y orien-
una droga es un buen predictor del uso de taciones hacia el consumo; juegan un pa-
cualquiera de las otras. pel importante en la elección de los com-
pañeros de sus hermanos pequeños; tam-
Factores sociales bién pueden actuar como una fuente de su-
ministro de drogas. Los hermanos podrían
NIVEL MICROSOCIAL considerarse como un subgrupo especial
de compañeros, cuya influencia sería me-
Influencias parentales. La familia ejer- nor que la de los propios compañeros pero
ce una gran influencia sobre el consumo mayor que la de los padres.
de drogas en sus miembros, puede actuar Influencias de los compañeros-amigos.
elicitando, neutralizando o inhibiendo ta- Los amigos desempeñan un papel muy im-
les conductas (Denton y Kampfe, 1994). portante en el mundo del adolescente; este
Según Bailey y Hubbard (1991) existen hecho ha sido demostrado repetidamente
diferencias desde el punto de vista evolu- al observar la similaridad del comporta-
tivo que influyen en la iniciación del con- miento entre los miembros de un grupo o
sumo de drogas. Los padres tienen mayor pandilla. La mayoría de los adolescentes
influencia en la niñez y en los adolescen- que consumen drogas son introducidos en
tes más jóvenes, ésta disminuirá progresi- el consumo por sus amigos, bien porque
vamente conforme aumenta la edad. sus compañeros los presionan o porque

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necesitan sentirse aceptados por su grupo. nados comportamientos que serán vistos
Por ello tratarán de desarrollar las activi- como elecciones personales en vez de co-
dades valoradas por sus compañeros, sean mo una influencia social, por tanto, la in-
éstas admitidas socialmente o no. fluencia de los compañeros se hace más
Una serie de investigaciones detectaron sutil y difícil de definir.
la influencia de los amigos como el más Factores Escolares. Las variables esco-
claro predictor del consumo de drogas en lares que se relacionan de forma más sig-
el adolescente (Brook et al., 1989; Bailey nificativa con el consumo de drogas son:
y Hubbard, 1991; Epstein, Botvin, Diaz y las características de la escuela, la insatis-
Schinke, 1995; García-Pindado, 1993; facción escolar, un nivel más bajo de com-
García-Señorán, 1994). Existe una rela- promiso con las actividades académicas, un
ción altamente significativa entre la inte- mayor nivel de absentismo escolar y una
racción del adolescente con amigos consu- peor ejecución académica. Todos estos fac-
midores y su propio consumo. Se ha de- tores también inciden en el fracaso escolar.
mostrado que un adolescente que consume En algunas ocasiones, cuando el adoles-
drogas es más probable que tenga amigos cente no puede alcanzar el mismo nivel de
consumidores que un no consumidor. logro que sus compañeros, por unas causas
También existe una fuerte interrelación u otras, aumenta la probabilidad de que
entre la percepción del consumo de los presente conductas problemáticas en el au-
amigos y el consumo propio. Cuando se la. Esta desadaptación podría inducirle a
producen cambios en dichas percepciones unirse con compañeros no convencionales.
también se producen variaciones en el Se ha detectado que en algunas escuelas
consumo (Epstein et al., 1995). las tasas de comportamientos desviados
El proceso mediante el que los adoles- son más bajas; estas escuelas procuran que
centes son influidos por sus iguales inclu- las clases sean relevantes e interesantes
ye diferentes mecanismos: el modelado o para los alumnos; a los estudiantes se le
aprendizaje social parece ser el más im- reconocen sus avances; las relaciones en-
portante; destaca también el refuerzo se- tre los alumnos y profesores son satisfac-
lectivo de ciertas conductas del individuo torias. Todo ello mejora el rendimiento
por parte de sus compañeros. Es probable académico, acrecienta la autoestima y me-
que los adolescentes manifiesten un com- jora el control de los alumnos sobre sí mis-
portamiento acorde a las normas estableci- mos.
das y expresadas por el grupo, el grupo es- El clima escolar influye notablemente
tablece sus propias normas y el sujeto que sobre el logro académico y el comporta-
pertenece a él debe adaptarse a ellas. El miento del escolar. La escuela puede ser
aceptar y poner en práctica sugerencias de vivida como la primera experiencia de fra-
amigos podría actuar de forma indirecta en caso social generando un proceso de rup-
el comportamiento del adolescente afec- tura con el mundo de los adultos y compa-
tando la formación de sus propias actitu- ñeros, llevando al joven a buscar su auto-
des y preferencias. estima y satisfacción en otros ambientes,
Por otra parte, la reciprocidad es el co- muchas veces en la calle (Hualde, 1990).
razón de la amistad e implica unas normas,
los participantes del grupo deben colabo- NIVEL MACROSOCIAL
rar entre sí. Las drogas pueden transfor-
marse en un símbolo del grupo. Las rela- Influencia de los medios de comunica-
ciones amistosas implicarán unos determi- ción. Los medios de comunicación juegan

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un importante papel en el aprendizaje de Por lo que respecta a la influencia de


cuestiones relacionadas con el tema de las los medios de comunicación sobre el con-
drogas en los adolescentes, y son percibi- sumo de drogas ilegales, es muy difícil de
dos por los jóvenes como una fuente fide- establecer, pues existe una falta de control
digna de información. Una revisión de sobre la exposición a dichos mensajes, por
nuestros “mass media” podría sugerir que lo que sería necesario una situación expe-
potencian el consumo de drogas; si se ob- rimental donde se controlase la cantidad e
servan los mensajes enviados podrá adver- intensidad de dichos mensajes y la forma
tirse que rara vez predomina una informa- en que repercute sobre el individuo.
ción objetiva. Contexto social. Las toxicomanías co-
Es curioso que dos productos, tabaco y mo un problema de salud más, tienen que
alcohol, altamente nocivos para nuestro ver fundamentalmente con los estilos de
bienestar se nos intenten presentar siempre vida que una población posee. Dichos es-
con imágenes y mensajes sugestivos de sa- tilos de vida están condicionados por con-
lud, seguridad, encanto, atractivo, éxito textos económico-sociales y presentan
social y sexual. Muchos eslogans publici- unas características que condicionan mo-
tarios sugieren representaciones ideales, delos de consumo y de respuesta social.
nostalgias e ídolos de los jóvenes y con La influencia de los modelos sociales
ello estimulan los deseos en la dirección parece crucial en la iniciación al consumo
deseada. de drogas. Ciertos hábitos y estilos de vi-
Es natural que los supuestos y esfuerzos da se muestran como conductas de presti-
realizados por la Organización Mundial de gio social y expresiones de placer a imitar
la Salud, así como por otros organismos y por los adolescentes.
entidades, para promover una estrategia de Otro aspecto digno de mencionarse es
salud para todos, queden diluidos en todo la “sociedad consumista” que nos rodea,
este alud de potencia financiera, económi- nuestro ambiente forma parte y está
ca y de manipulación. fuertemente enraizado en una sociedad de
Los adolescentes son el primer objetivo consumo. Los adolescentes no son ajenos
del mercado para la industria del tabaco, al bombardeo consumista; a pesar de su
pues muchos fumadores están muriendo a dependencia económica hoy en día la ado-
causa de su hábito y un creciente número lescencia posee un poder adquisitivo me-
de ellos se están esforzando por dejarlo; diatizado que nunca tuvo, de hecho, un
por tanto, es necesario mantener el número sector cada vez más importante del merca-
de fumadores a fin de conservar los bene- do se dirige a ellos casi en exclusiva, pues
ficios de la industria; de ahí que se utilicen constituyen una especie de grupo o clase
atractivas y persuasivas imágenes que sir- social. En este contexto debe situarse tam-
ven para minar la credibilidad de las cam- bién el consumo de drogas; como señala
pañas de educación contra el tabaco. Hualde (1990, p. 79):
Por otra parte los continuos anuncios
publicitarios de medicamentos pueden for- “... ser punki, macarra, heavy,.. im-
mar la creencia errónea, tanto en niños co- plica, entre otras cosas, ‘identificarse
mo adolescentes, de que es imposible fun- con y frente a’ por llevar el pelo de
cionar en nuestra sociedad sin la ayuda de cierta manera, vestir cazadora, pan-
algún fármaco y que todos los problemas talones y botas adecuados, y escu-
se resuelven consumiendo algún medi- char una música concreta o asistir a
camento. determinados conciertos. También

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en determinadas circunstancias im- ma, podemos señalar que inicialmente el


plica consumir drogas”. uso de sustancias se explicaba utilizando
variables individuales, se enfocaba el pro-
Por otra parte, los adolescentes han asu- blema desde una perspectiva médica, des-
mido la “cultura del coloque”. Nuestros viacionista. Dichos estudios se centraban
adolescentes están recibiendo constante- en la relación entre la sustancia y la psico-
mente el mensaje de que la única forma de dinámica individual. Posteriormente, se
estar bien en la vida, de tener marcha, es incorporaron variables de tipo social en el
estar colocado. Estamos acostumbrados a origen de dicha conducta, entre ellas el rol
tomar continuamente sustancias que afec- de los padres, de los hermanos, de los
tan nuestro estado de ánimo, comporta- amigos, y toda una serie de factores que
miento y percepción. Usamos infinidad de nos permiten afirmar que se trata de un fe-
sustancias que producen excitación, tran- nómeno con fundamentos sociales.
quilizan, ayudan a dormir, alivian el dolor Kandel (1975) intenta explicar estos ha-
o mejoran nuestra resistencia a las enfer- llazgos contradictorios, recalcando que los
medades. Constantemente nuestra socie- diferentes conjuntos de variables están re-
dad incita al consumo para sentirse bien. lacionadas con diversas fases del consumo
Si ser sano en nuestra sociedad es no tener de drogas. En las primeras etapas los fac-
marcha, Funes (1991) se plantea: “¿Cómo tores sociales jugarían un papel más im-
le vamos a vender a un adolescente la idea portante y en las últimas serían decisivos
de tener consumos más sanos si eso equi- los factores individuales y farmacoló-
vale a ser un muermo, a no tener diver- gicos. Sin embargo, no tiene en cuenta el
sión, a no pasárselo bien, y ser diferente de hecho de que predictores de diferentes ca-
los otros...” (p. 26). tegorías se encuentren asociados en la
Oferta y disponibilidad de las sustan- misma fase de dicha conducta. Para solu-
cias. Hay una relación directa entre la dis- cionar este inconveniente, investigaciones
ponibilidad de las drogas y el aumento del ulteriores intentaron dividir la población
problema en los últimos años. El alcohol, en grupos pequeños, apareciendo tantas
el tabaco y los psicofármacos están al al- combinaciones de variables etiológicas re-
cance de cualquier persona incluso niños, levantes casi como drogadictos.
y son las sustancias más consumidas. Esto nos lleva a concluir que existen
Cuanto mayor sea la cantidad de droga en muchas posibles vías, combinaciones de
el mercado, un número mayor de sujetos diferentes variables que pueden conducir
se iniciará en el consumo, se consumirán al abuso de drogas. Los estudios realiza-
mayores cantidades y el número de indivi- dos hasta el momento, por los autores cita-
duos que se convertirán en consumidores dos, son un buen comienzo y abrieron im-
habituales será mayor. portantísimas perspectivas de cara a la
prevención pues han contribuido enor-
Valoración final e implicaciones para la memente a la comprensión del fenómeno;
prevención del uso indebido de sustancias sin embargo, la existencia del concepto de
adictivas múltiples factores de riesgo tiene grandes
implicaciones para la intervención pues, al
Como hemos visto, el uso de drogas se haber diferentes constelaciones de facto-
nos presenta como un fenómeno complejo res etiológicos un único programa preven-
y de naturaleza multicausal. Tras la revi- tivo no es capaz de incidir sobre todos
sión de la abundante literatura sobre el te- ellos, por ello deben desarrollarse diversos

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CONSUMO DE DROGAS EN LA ADOLESCENCIA

tipos de programas para reducir factores factores individuales y sociales que incre-
etiológicos concretos. mentan y disminuyen la vulnerabilidad al
La labor preventiva se iniciará evaluando uso de sustancias así como los factores
qué factores etiológicos están presentes en que pueden atenuar o exacerbar la proba-
una población determinada, estudiando la bilidad de convertirse en sujeto de riesgo,
interrelación de los mismos y, posterior- teniendo en cuenta que las diferentes
mente, se desarrollará un programa preven- combinaciones probablemente variarán
tivo adaptado a las necesidades detectadas. según la edad, el sexo, la subcultura y la
Investigaciones futuras deberían preci- fase de consumo en que se encuentre el
sar las diferentes combinaciones de los individuo.

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