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KWAME

ANTHONY
APPIAH
Mi cosmopolitismo

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"i,,",

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Indice

Primera edición, 2008


S Mi cosmopolitismo
@ Katz Editores
Charlone 216
43 "Las culturas sólo importan si les
CI427BXF - Buenos Aires
Fernán González, 59 Bajo A importan a las personas" (entrevista
28009 Madrid de Daniel Gamper Sachse)
www.katzeditores.com

[t] Centro de Cultura Contemporánea de Barcelona


Montalegre, 5
08001 Barcelona
www.cccb.org

@ Kwame Anthony Appiah.2008


@ Traducción: Lilia Mosconi
@ Entrevista: Daniel Gamper Sachse

ISBN Argentina : 97 8-987 -7283-79-8


ISBN España: 97 8-84-96859-37 -l
Depósito legal B-35.721-2008

Diseño de colección: tholón kunst

Impreso en España por Romanyá Valls S.A.


08786 Capellades
Mi cosmopolitismo-

Mi madre nació en el oeste de Inglaterra, al pie


de las colinas Costwold, en el seno de una fami-
lia que podiatrazar su árbol genealógico en un
radio de ochenta kilómetros remontándose
hasta principios del período normando, casi
un milenio atrás. Mi padre nació en la capital
de la región ashanti de Ghana, en una ciudad
donde sus ancestros ya se habían establecido
antes de los inicios del reino Asante, a principios
del siglo xvrrr. De modo que cuando estas dos
personas nacidas en lugares tan distantes se

casaron en la década de r95o, en Inglaterra,


muchas personas les advirtieron que un matri-
monio mixto sería difícil de sobrellevar. Y mis

* Esta conferencia tuvo lugar en el Centro de Cultura


Contemporánea de Barcelona (cccn) el z6 de mayo
de zoo8.
10 I l{WAtIt AN]HONY APPIAH 11 I t,t| (0st'l0P0LlTtstil0

padres pensaban lo mismo. La cuestión es que Cristo y que el resto no era más
a la Iglesia de
mi padre era metodista y mi madre era anglica- que una sarta de detalles indiferentes. Por mu-
na.Y eso sí era un desafío. Después de todo, cho que se hablara del desafío que representaba
como gustan de señalar los anglicanos, Iohn un casamiento mixto, las cosas parecían ser
Wesley -el padre fundador del metodismo- bastante distintas, al menos en Ghana.
hablaba de "nuestro orgullo de no formar, ni Soy hijo de mi madre y también de St. George.
ahora ni en el futuro, una secta aparte, sino por Con mi madre y en St. George me inicié en el
principio permanecer lo que hemos sido siem- cristianismo. Pero también aprendí otra cosa de
pre: auténticos miembros de la Iglesia de mis padres, algo que ambos ilustraron cuando
Inglaterra". Wesley también dijo, aun con mayor decidieron convertirse en marido y mujer: la
deliberación: "Si los metodistas abandonan la apertura hacia gente y culturas que se hallaban
Iglesia de Inglaterra, me temo que Dios abando- más allá del ámbito en el que ellos se habían
nará a los metodistas". criado. Creo que mi madre aprendió esta actitud
De un modo u otro, entonces, soy fruto de un de sus padres, que tenían amigos en varios
matrimonio mixto. Bautizado metodista y continentes en una época en que muchos ingle-
educado en escuelas anglicanas, asistí a la escue- ses eran extremadamente provincianos. Mi
la dominical de la iglesia no confesional a la que padre la aprendió de su vida en Kumasi, ciudad
concurría mi madre. Mi madre fue feligresa e que, como muchas otras viejas capitales, es
integrante del consejo de St. George durante políglota y multicultural: un lugar abierto al
I

más de cincuenta años: St. George era su iglesia. mundo. Pero también la aprendió de su educa- I

Sin embargo, su funeral se celebró en la catedral ción, porque, al igual que muchos de quienes
metodista -cuyo consejo habían integrado mi tuvieron acceso alarara oportunidad de recibir
padre y mi abuelo-, con el ministro de St. George educación secundaria en los confines del impe-
entre los clérigos oficiantes. Así lo había elegido rio británico, mi padre se formó en el estudio de
mi madre. Y si alguien le hubiera preguntado los clásicos. Amaba el latín. (Le habría encanta-
cuál había sido su confesión a lo largo de todos do saber que dos de sus nietos han estudiado a
esos años, ella habría respondido que pertenecía los clásicos en Cambridge, y otro en Oxford.)
12 I KWA14E ANTHONY APPIAH 13 I Mr (05M0P0LrTrSt40

funto a su cabecera, además de la Biblia, estaban nuestro mundo. Por otra parte, su propio nom-
las obras de Cicerón y de Marco Aurelio, ambos bre llega a nosotros desde el Occidente clásico.
seguidores del tipo de estoicismo que ocupaba En efecto, el origen etimológico del término
un lugar central en la vida intelectual y moral es griego, aunque el hombre que lo acuñó pro-
de Ia élite romana del siglo r, cuando el cristia- venía, al igual que tantas de las tradiciones
nismo comenzaba a propagarse por el mundo occidentales, del Asia Menor. Si bien seguiré
helénico y el imperio de Oriente. En el testa- la huella de sus raíces occidentales, podemos
mento espiritual que dejó a sus hijos, mi padre estar seguros de que este ideal, o algo que se le
nos instó a recordar siempre que éramos "ciuda- asemeja mucho, se inventó de manera indepen-
danos del mundo": utilizó exactamente estas diente en otros continentes y en otras épocas,
palabras, que Marco Aurelio habría reconocido punto al que me propongo retornar al final de
y con las cuales habría estado de acuerdo. esta exposición.

Después de todo, Marco Aurelio escribió: El ideal al que me refiero, claro está, es el
cgsmopolilismg, y la primera figura de quien
I Qué cercano es el parentesco entre un hombre sabemos que dijo ser un ciudadano del rnundo
' y toda la raza humana, ya que no se trata de -kgsmou ln]llrt en griego, que es de donde
una comunidad determinada por un poco proviene nuestra palabra "cosmopolita"- fue un
de sangre o de simiente, sino por el espíritu. hombre llamado ?i0,gglSl. Diógenes era filóso-
fo, y fundó el movimiento filosófico que más
Hoy quiero hablar de uno de los ideales filosófi- tarde se llamaría "c1n!smg". Nació en algún
cos estoicos, una expresión de esa apertura hacia momento de fines del siglo v a.C. en Sínope,
los demás que aprendí de mi familia, un ideal sobre la costa meridional del Mar Negro, en
que puede a¡rdar a guiar a la comunidad global territorio de la actual Turquía. Los cínicos

en los años por venir, dado que resulta particu- rechazaban la tradición y las lealtades locales,
larmente útil cuando nos enfrentamos a conflic- y en general se oponían a lo que el resto de la
tos basados en identidades religiosas, étnicas, gente consideraba condu cta " civilizada". Cuenta
raciales y nacionales, tan característicos de la tradición que Diógenes vivía desnudo en un
14 I l(WAl'1r ANTH0NY APPTAH 15 I 14r (05140P0tTrsr'r0

gran barril de arcilla, yhacia lo que mi niñera bregaba por un gobierno mundial ejercido por
inglesa habría llamado "sus necesidades" en Alejandro de Macedonia. Cuenta la leyenda
público. Thmbién hacía en público lo que Hugh que Alejandro se encontró con Diógenes un día
Hefner habría llamado s¿¿s necesidades. En soleado. En esa ocasión, el filósofo no estaba en
pocas palabras, eI1 una especie de artista de ,t- su barril de arcilla sino en un agujero del suelo.
performance del siglo rv a.C. Y es de presumir El macedonio conquistador del mundo, quien
que lo llamaban "cínico" -kynicos es la forma por haber sido discípulo de Aristóteles había
adjetiva de "perro" en griego- porque vivía aprendido a respetar a los filósofos,le preguntó
como un perro: los cínicos no son sino los si había algo que pudiera hacer por él. "Claro
filósofos perrunos. ¡No es extraño, entonces,
-respondió Diógenes-, puedes apartarte del
que a Diógenes lo echaran de Sínope sin sol." Es obvio que Diógenes no era admirador
ningún miramiento! de Alejandro, ni apoyaba -podemos suponer-
Para bien o para mal, no obstante, Diógenes su proyecto de dominar el mundo. (Esto debió
también es la primera persona de quien se sabe, molestar a Alejandro, de quien se cree que dijo:
como ya he señalado, que dijo ser un "ciudada- "Si no hubiera sido Alejandro, me habría gusta-
no del mundo". Claro está que se trata de una do ser Diógenes".)
ryetáfoJa, porque los ciudadanos fo1m4¡¡ pa¡le Y he aquí la primera noción que me propongo
de un Estado, y no había un Estado mundial tomar de Diógenes a la hora de interpretar la
-kosmopolis-al que Diógenes pudiera pertene- metáfora de la ciudadanía global: que no haya
cer- Así, al igual que quienquiera que adopte un gobierno mundial, ni siquiera ejercido
esta metáfora, Diógenes debió aclarar qué por un discípulo de Aristóteles. Iro qu-e Diógenes
lir
quería decir con ella. quería decir es que podemos considerarnos
Una cosa que D1óg5ne-¡ no qtería decir con su conciudadanos, incluso si no somos -y no
metáfora es que fuera partidario de un gobie¡no queremos ser- miembros de una comunidad
mundial único. En una oportunidad conoció a mundial única, sometidos a un gobierno único,
alguien que sí io era: Alejandro de Macedonia También podemos tomar de Diógenes la idea
-Alejandro Magno-, quien, como bien se sabe, según la cual debemos preocuparnos por la
16 I KWAIVlE ANTtIONY APPIAH
t7 I Mt r0s140P0Lr1rs140

suefg que corren t-odos nuestros congéneres, con la ciudadanía global hace veinticuatro
siglos: r) que no necesitamos un gobierno mun-
f 1o sólo los integrantes de nuestra comunidad
política. Así como debería importarnos la suerte dial único, pero z) debemos preocuparnos por
la suerte de todos los seres humanos, tanto los /(
que corren todos los conciudadanos de nuestra
comunidad, también debería importarnos la de nuestra sociedad como los de las otras, y 3)

suerte de nuestros conciudadanos del mundo, que tenemos mucho que ganar de las conversa-
nuestros congéneres. Más aun -y ésta es una ciones que atraviesan las diferencias.
tercera noción de Diógenes- podemos adootar El cosmopolitismo de Diógenes entró en la
ideas provenientes de todo el mundo, y no sólo historia intelectual de Occidente a través de los
las de nuestra sociedad. Vale la pena escuchar estoicos (Z*9.1ón d9_Citio, Chipre, a quien se ha

a los demás, porque posiblemente tengan algo considerado tradicionalmente el primer estoico,
que enseñarnos; vale la pena que los demás nos parece haber recibido influencias de Diógenes).

escuchen, porque posiblemente tengan algo que Y encontramos el cosmopolitismo tal como lo
aprender. Sospecho que no hemos encontrado entendía Diógenes, con su apertura hacia los
escritos de Diógenes porque, al igual que extranjeros y su rechazo de un gobierno mun-
Sócrates, este filósofo creía que la conversación dial, en los estoicos más célebres: Cicerón, en la
república romana del siglo t a.C., por ejemplo,
-que avanza en ambas direcciones y nos permite
aprender además de enseñar- era una manera y Marco Aurelio, el emperador romano de la
mejor de comunicarse que la escritura de men- segunda centuria que cité antes. Y nadie creyó

sajes cuyos lectores no pudieran responder. Y he tanto en un gobierno mundial como estos dos
aquí la última idea que me propongo tomar de gobernantes romanos del mundo. Pero Marco
Diógenes: el valor del diálogo, de la conversa- Aurelio hablaba del cosmopolitismo para hacer
ción, como medio fundamental de comunica- hincapié en la afinidad espiritual de todos los
ción entre los seres humanos. Es así que yo, un seres humanos, y no para argumentar en favor

ciudadano estadounidense del siglo xxl, de de un imperio global. A través de personajes

ancestros angloghaneses, quiero tomar estas tres como Cicerón, Epicteto y Marco Aurelio,
ideas de un ciudadano de Sínope que soñaba el estoicismo ingresó en la vida intelectual
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del cris.tianismo... a pesar de que Marco Aurelio Cuando la idea del cosmopolitismo fue reto-
se abocó enérgicamente a ejecutar cristianos mada por la Ilustració-l^-e-1119_pea, su esencia era
por considerarlos una amenaza para la repú- la misma: interés global por l4 humanidad sin el
blica romana. deseo de que existiera un gobierno mundial.
Los ecos de esos estoicos resuenan en el len- Entonces, el cosmopolitismo moderno creció
guaje del grecoparlante Saul-de Thrso (otra con ef nacionalismo, no colno alternativa sino
población del Asia Menor, situada en la actual comg gqmp|gmgnto.
Turquía meridional). Saúl era un romano hele- Y en el centro no estaba sólo la idea de univer-
nizado que pasó a la historia como san Pablo, el salidad -interés y preocupación por toda la
primer gran arquitecto institucional de la Iglesia humanidad, es decir, por todos los conciudada-
cristiana. En su carta a los gálatas escribió estas nos-, sino también el valor que comportan las
célebres palabras: diferentes formas humanas de seguir adelante.
Es por ello que esta idea no se condice con un
' ya no hay judío ni pagano, esclavo ni hombre gobierno mundial. Porque las diversas comuni-
libre; varón ni mujer, porque todos ustedes no dades tienen derecho a vivir de acuerdo con sus
i'l son más que uno en Cristo Jesús (El libro del propias normas. Porque los seres humanos
pueblo de Dios, Carta a los Gálatas 3:28). pueden prosperar en muchas formas diferentes
o
de sociedad. Porque hay numerosísimos valores
Pablo llevó a cabo gran parte de su labor evan- según los cuales vale la pena vivi¡ y nadie, ni
gelizadora en el Asia Menor, su lugar de naci- ninguna sociedad individual, está en condicio-
miento. Y uno de los datos históricos que más nes de explorarlos a todos. Encontramos el
me fascinan es el hecho de que Sínope,la ciudad cosmopolitismo en Herder, el gran filósofo
natal de Diógenes, estuviera en Galacia. del romanticismo y el nacionalismo alemanes.
Entonces, cuando escribía estas palabras tan Herder creía que los pueblos de habla alemana
cosmopolitas, san Pablo le hablaba al pueblo tenían derecho a vivir juntos en una sola comu-
de Diógenes, al propio pueblo que dio al mundo nidad política, pero también consideraba que
el primer cosmopolita conocido por nosotros. lo que era bueno para los alemanes era bueno
20 I l(WA14E AN]HONY APPIAH 21 lr,1 | (0sr,r0P0LrTrst,l0

para todos los demás. Como consecuencia, mos convivir con los demás en respetuosa paz,
a diferencia de muchos alemanes de su tiempo, necesitaremos entendernos mutuamente, inclu-
creía en la autodeterminación política de todos so si no estamos de acuerdo.
los pueblos europeos... En realidad, de todos los
pueblos del mundo. También encontramos La globalización ha dado a esta antigua idea una
el cosmopolitismo en el plan de Immanuel Kant relevancia que en verdad estaba ausente en
para lograr lapaz perpetua, verdadero origen tiempos de Diógenes o de Marco Aurelio. En
de la idea de la Liga de Naciones, precursora de efecto, hay dos condiciones obvias sin las cuales
las Naciones Unidas. no puede concretarse la ciudadanía: el saber
Entonces, el cosmopolitismo es universalista: sobre la vida de los otros ciudadanos, por una
un cosmopolita cree que todos los seres huma- parte, y el poder de influir en ellos, por otra. Y
nos somos importantes y que tenemos la obliga- Diógenes no sabía nada de la mayoría de la
ción compartida de cuidarnos mutuamente. Sin gente -no sabía de los habitantes de China ni
embargo, también acepta el amplio abanico de del Japón, de América del Sur, del África ecuato-
la legítima diversidad humana. Y ese respeto rial; ni siquiera de Europa occidental y septen-
por la diversidad proviene de una noción que trional- y tampoco era probable que sus

también se remonta a Diógenes: la tolerancia acciones produjeran algún impacto en la vida de


ante las elecciones de otras personas en cuanto esas personas (al menos hasta donde él sabía).

a la forma de vida, y la humildad respecto del La cuestión es que no resulta posible imbuir de
conocimiento propio. La conversación entre significado real la idea de que somos ciudadanos
diferentes identidades -entre diferentes religio- del mundo si no podemos influirnos mutua-
nes, razas, etnias y nacionalidades- vale la pena mente ni sabemos nada unos de otros.
porque permite aprender de la gente que tiene No obstante, como ya he dicho, no vivimos
ideas diferentes, e incluso incompatibles con las en el mundo de Diógenes. Sólo en los últimos
nuestras. Y también vale la pena porque, si siglos, a medida que cada comunidad se imbri-
aceptamos la idea de que vivimos en un mundo caba en una red única de comercio y una cadena
con muchas personas diversas y nos propone- global de información, hemos llegado al punto
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en el que cada uno de nosotros está en condicio- nos, internet- no sólo implica la posibilidad
nes de imaginar sensatamente la posibilidad de influir en la vida de los habitantes de todas
de ponerse en contacto con cualquiera de partes, sino también la de aprender sobre la vida
los otros siete mil millones de seres humanos que se desarrolla en cualquier lugar. Cada perso-
y enviarle algo que valga la pena tener: na de cuya existencia tenemos conocimiento
una radio, un antibiótico, una buena idea. y en cuya vida podemos influir es alguien con
Desafortunadamente, también podemos enviar, quien tenemos responsabilidades: hacer esta
tanto por negligencia como por malicia, cosas aserción no es sino ratificar la propia idea
que hacen daño: un virus, un contaminante de moralidad. El desafío, entonces, consiste en
ambiental, una mala idea. Y las posibilidades tomar mentes y corazones que a lo largo de
de beneficiar y de perjudicar se multiplican más milenios se formaron insertos en comunidades
allá de toda medida cuando se trata de políticas locales y equiparlos con ideas e instituciones
que los gobiernos implementan en nuestro que nos permitan vivir juntos como la tribu
nombre. funtos podemos arruinar a los agricul- global en que hemos devenido.
tores pobres si atiborramos sus mercados de
nuestros grano s subsidiados, p ar alizar indus - En síntesis: la existencia de medios globales
trias mediante la imposición de tarifas leoninas significa que ahorapodemos saber más unos de
y enviar armas que matarán a miles de millares. otros, y los enlaces globales -económicos, polí-
Iuntos podemos elevar los niveles de vida me- ticos, militares, ecológicos- significan que
diante la adopción de nuevas políticas comer- podemos influirnos (y nos inJluiremos inevita-
ciales y asistenciales, preyenir o tratar blemente) unos a otros. Como consecuencia,
enfermedades con vacunas y medicamentos, tenemos una real necesidad de desarrollar un
tomar medidas contra el cambio climático espíritu cosmopolita. Ese espíritu nos quiere
global y alentar la resistencia a la tiranía y el unidos en la especie, pero también acepta que
interés por el valor de toda vida humana. hagamos diferentes elecciones -en el marco de
Además, huelga decir que la red mundial de una nación o de una nación a otra- con respec-
información -la radio, la televisión,los teléfo- to a nuestra manera de vivir. Es preciso advertir
I I rWAHt
^Ullil'ilY ^t,l'^il
25 I Mt (0Srvl 0P0Llf rs140

r¡rr'( l ( (,\nr()l)()l¡l.r vill()r.it l¡ cliversidad cultural también a1'udar a otros a que vivan de acuerdo
lr{)r l(} (lu('t'sl¡r ll;rtr'posiltle para Ia gente. En con ella?
.'l t or.rzorr tlr'l cosnropolitismo moderno está el Una de las razones para no proceder de esta
r('sl)ct() por lir cliversidad de Ia cultura, no por- manera es que los cosmopolitas, por herencia de
t¡tre Ias culturas sean importantes en sí mismas, nuestros antepasados griegos, admitimos la
sino porque las personas son importantes y la falibilidad del conocimiento humano. EI cosmo-
cultura les importa. politismo parte de Ia doctrina filosófica del
Como consecuencia, allí donde la cultura falibilismo: el reconocimiento de que podemos
perjudique a las personas *a los hombres, a las equivocarnos, aun cuando hayamos considera-
mujeres y a los niños-, el cosmopolita no tiene do la prueba con el mayor de los cuidados y
por qué tolerarla. No tenemos por qué tratar el hayamos aplicado nuestras más altas capacida-
genocidio o la violación de los derechos huma- des mentales. Un falibilista sabe que no está
nos como un aspecto más de la pintoresca diver- exento de cometer errores en su apreciación de
sidad de la especie o como una preferencia local las cosas. Se forma opiniones y las toma en
que casualmente tienen algunos totalitarios. serio, pero siempre tiene en cuenta la posibili-
dad de que a fin de cuentas no esté en lo cierto.
Entonces, el cosmopolitismo es una tradición Para decirlo con mayor sencillez: si estoy equi-
que enlaza dos corrientes: para sintetizarlo en vocado con respecto a algo, quizá pueda apren-
un eslogan, es universalidad más diferencia. Ya der de los demás, incluso si ellos se equivocan
he dado a entenderpor qué los cosmopolitas con respecto a otra cosa.
aceptan -en realidad, celebran- el amplio aba- Pero hay una segunda razón, que se arraiga
nico de la diversidad humana legítima. Pero en una idea moderna; la idea de que cada indi-
desearía explicitar más esta noción. Después viduo humano carga con la responsabilidad
de todo, ¿por qué no deberíamos hacer, en definitiva de su propia vida. En parte,la digni-
nombre del interés universal, lo que han hecho dad de cada ser humano reside exactamente
los misioneros de tantas confesiones? ¿Qué nos en su capacidad y su derecho de ejercer el auto-
impide salir al mundo guiados por la verdad y dominio. Por esta razón, es importante que los
26 I l(WAI,,Ii ANIHONY APPIAH 27 I Mt (0SM0P0t|TlSH0

seres humanos vivan según normas en las que implica que a mí me importa el bienestar de
creen, incluso si esas normas son erróneas. toda vida humana. Pero si la persona en cues-
Tal como lo expresó Iohn Stuart Mill en Sobre tión es sensata y la acción incorrecta que se
lalibertad hace aproximadamente un siglo propone llevar a cabo sólo afecta a su propio
y medio: destino, el modo correcto de expresar mi
preocupación no consiste en impedir su proce-
Si una persona posee una cuota razonable der, sino en tratar de convencerla de que está
de sentido común y de experiencia, la mejor equivocada.
manera de disponer de su existencia es la suya Aun así, puesto que el cosmopolitismo es
propia, no porque sea la mejor en sí misma, falibilista, la conversación cosmopolita que
sino porque es su propia manera.' atraviesa fronteras culturales, políticas, sociales,
económicas y religiosas no apunta a la conver-
O sea que lo mejor es que los individuos sión absoluta: su propósito es aprender además
vivan según ideales en los que ellos mismos de enseña¡ y escuchar además de hablar. Incluso
creen. Si obligo a un hombre a hacer algo que cuando intento persuadir a alguien de que lo
yo considero correcto y él no -o impido que que considera correcto es incorrecto, también
una mujer haga lo que yo considero incorrecto escucho argumentos según los cuales lo que yo
y ella no- no mejoro su vida, incluso si lo que creo incorrecto es correcto.
considero correcto o incorrecto es realmente cor' Ahora bien, la conversación global es una
recto o incorrecto. Huelga decir que si la acción metáfora: necesita interpretación, al igual que
incorrecta de alguien dañ,ará a otras personas, la metáfora de la ciudadanía global. Ello es así,
quizá deba impedir que su impulsor la ponga claro está, porque no podemos, en sentido
en práctica de todos modos, porque el interés literal, conversar con los otros siete mil millones
universal que subyace al cosmopolitismo de extraños que habitan el planeta. Pero una
comunidad global de cosmopolitas consistirá
de gente que aprende acerca de otros modos de
r )ohn Stuart Mill, Sobre la libertad, Madrid, Hyspamérica,
7980, p.74. vida, a través de la antropologiayla historia, las
28 I (WAI,1E ANTHONY APPIAll
29 I Mt (0S¡40P0LtTtS¡40

escribió una vez un comentarista canadiense.


novelas, las películas y las noticias que aparecen
"La idea puede parecer emotiva, pero no es algo
en los diarios, la radio y la televisión' De hecho,
por lo que uno estaría dispuesto a declarar
mi primera propuesta enteramente concreta y
la guerra."'Sin embargo, esta posición da por
práctica -práctica,al menos, para quienes viven
sentado que el interés universal nos exige arries-
en una ciudad cosmopolita como Barcelona- es
gar constantemente la vida por extraños de todo
hacer lo que Ia gente de todo el mundo ya hace
el mundo, de la misma manera en que -supone el
con el cine estadounidense: ver al menos una
nacionalista- estamos dispuestos a arriesgar la
película con subtítulos al mes.
vida por nuestros conciudadanos. Thl objeción
malentiende el mensaje del cosmopolitismo,
Qtizátodo esto paÍezca completamente exento
pues los cosmopolitas reconocen que la nación
de controversia, incluso banal, pero es induda-
propia impone más exigencias que la comuni-
ble que los enemigos del cosmopolitismo
dad humana, de la misma manera en que la
andan por todas partes. Dije ya que el cosmopo-
universalidad más diferencia, y ello familia impone más exigencias que la nación.
litismo es
Decir que todos los seres humanos son impor-
significa que los cosmopolitas se enfrentan con
tantes no equivale a negar que algunas personas
dos clases de enemigos: los que niegan la legiti-
nos importen más que otras. Algunos cristianos
midad de la universalidad y los que niegan
estadounidenses envían dinero a sus correligio-
la legitimidad de la diferencia. Los primeros
narios que sufren en el sur de Sudán; a través
suelen rechazar la exigencia de universalidad
de prN Internacional, muchos escritores hacen
en nombre de la nación:
campañas por la libertad de otros escritores
encarcelados en diversas partes del mundo; las
El cosmopolitismo como compromiso ético
mujeres suecas trabajan por los derechos huma-
constituye un esfuerzo desmesurado por
nos de las mujeres sudasiáticas; los indios del
extender nuestras realidades concretas para
que incluyan a algunos "otros" distantes y
generalizados que, se nos dice, son nuestros z Robert Sible¡ "Globalization and the meaning of Canadian
Life", Canadian Review of Bool<s,28, N" 8 y 9, invierno de zooo.
vecinos globales,
3O I KWAI,1 E ANIH0NY APPIAH 31 I Mr (0Sr,,r0P0LrTrsM0

Punyab se preocupan por la suerte que corren zas más serias para la convivencia cosmopolita
los punyabíes de Canadá y Gran Bretaña. Poner del presente, pues -debemos aceptarlo- creen
de relieve la universalidad no es sino decir que en la universalidad de su fe: nada los haría más
todo ser humano cuenta con ciertos derechos felices que la conversión de toda la humanidad.
mínimos, muchos de los cuales se expresan en Thl como señala el académico francés Oliver
el vocabulario de los derechos humanos, y que Roy en su excelente análisis de este fenómeno, El
también es obligación de todo ser humano islam mundializado:
hacer 1o que en justicia le corresponde para
garantizar que todos obtengan lo que les otor- Claro está que el Islam es universal por defini-
gan sus derechos. En la práctica, claro está, ción; sin embargo, Ltnavez pasada la época del
no resulta fácil delimitar esa obligación, pero profeta y sus acompañantes (los Salafl,ha
el cosmopolita insiste en que cada uno debe estado siempre presente en determinadas
preguntarse lo siguiente: ¿Estoy haciendo lo que culturas. Esas culturas parecen ahora un mero
en justicia me corresponde para garantizar producto de la historia y el resultado de nu-
que todos tengan acceso a la existencia humana merosas influencias e idiosincrasias. Para los
digna que es derecho de todos? Un patriota fundamentalistas (y también para algunos
estará dispuesto a sobrepasar dicho deber míni- liberales), no hay nada de que enorgullecerse
mo en favor de sus compatriotas; el cosmopolita en esas culturas porque allí se ha alterado el
no hace más que insistir en que no es posible mensaje prístino del islam. La globalización es
hacer menos por el resto del género humano. una buena oportunidad para disociar el islam
Pero hay otro tipo de enemigo al cual necesi- de cualquier cultura daday proporcionar un
tamos responder: son los objetores que compar- modelo que pueda funcionar más allá de
ten nuestra creencia en la universalidad, pero cualquier cultura.3
que no sienten aprecio por la diferencia. Aquí
me propongo anaTizar una de tales variedades 3 Olivier Roy, Globalized Islam: The search for a New Ummah,
Nueva York, Columbia University Press, 2oo4, p. z5 ltrad.
contra-cosmopolitas: la de los nuevos funda-
esp.: El islam mundializado. Los musulmanes en la era de la
mentalistas que representan una de las amena- globalización, Barcelona, Bellaterra, zoo3].
32 ¡(WAl'1E ANTH0NY APPIAH 33 | ¡r r05l,10p0LrTrsr'r0

Entonces, ¿cómo deberíamos, en principio, la verdad de que cada ser humano tiene
distinguir entre las formas benignas y las formas obligaciones con respecto a todos los demás.
malignas del universalismo? Todos somos importantes: ésa es la idea central
Podríamos utilizar Ia tolerancia como pará- que delimita con nitidez el alcance de nuestra
metro. Sin embargo, hay una gran cantidad de tolerancia.
cosas que los héroes del islam radical están Para decir qué distingue en principio al cos-
dispuestos a tolerar. No les importa si comemos mopolita del contra-cosmopolita, sin duda
kebab o albóndigas o pollo kung pao, siempre necesitamos trascender el discurso de la toleran-
y cuando la carne halql; el hijab puede ser
sea ciayla verdad. Uno de los compromisos más
de seda, de lino o de viscosa. Por otra parte, la distintivos del cosmopolitismo es el que se
tolerancia cosmopolita tiene sus límites. A veces adquiere con el pluralismo.Los cosmopolitas
querremos intervenir en otros lugares porque pensamos que existen muchos valores según los
1o que ocurre allí viola rotundamente nuestros cuales merece la pena vivir y que no es posible
principios fundamentales. Thmbién podemos vivir de acuerdo con todos ellos. Como conse-
ver el error moral. Y cuando éste alcanza sufi- cuencia, abrigamos la esperanza y la expectativa
ciente gravedad -el genocidio es el caso más de que diversas personas y sociedades plasmen
exento de controversia- no nos quedamos en la valores diferentes. (Con la condición de que se
conversación, porque la tolerancia no implica trate de valores dignos.) Y, claro está, nuestro
que nada sea lrtolerable. falibilkmo implica que, a diferencia del funda-
Entonces, tal como dije al comienzo, los cos- mentalismo, aceptemos que nuestro saber es
mopolitas también creemos en la verdad uni- imperfecto y provisorio, y está sujeto a revisión
versal, aunque tenemos menos certeza de alaltz de nueva evidencia.
haberla encontrado. No nos guía el escepticismo En contraste, la concepción neofundamenta-
en relación con la propia idea de verdad, sino lista de la umma admite variaciones locales,
la convicción realista de que la verdad es muy pero sólo en aspectos que carecen de importan-
difícil de encontrar. Sin embargo, hay una cia. Estos contra-cosmopolitas, al igual que
verdad a la que nos atenemos con firmeza: muchos cristianos fundamentalistas, creen
34 I KWAr'rE ANIH0NY APPTAH 35 I r'4 I (0S140P0Lrrsf40

que hay una sola manera correcta de vivir para Únanse a nosotros, dice el contra-cosmopolita,
todos los seres humanos, y que toda diferencia y todos seremos hermanas y hermanos. Pero
todos los contra-cosmopolitas se proponen
debe reducirse a los detalles. Si nos preocupa
la homogeneidad global, deberíamos temer
pisotear nuestras diferencias -pisotearnos hasta
la muerte, si es necesario- si no nos unimos
esta utopía, y no al mundo que en la actualidad
a ellos. Su lema bien podría ser aquel sardónico
produce el capitalismo. Aun así, los universalis-
mos en nombre de la religión distan de ser los dicho alemán:
únicos que invierten el credo cosmopolita.
En nombre de la humanidad universal podemos Und willst du nicht mein Bruder sein,
So schlag'ich Dir den Schádel ein.
ser el tipo de marxista que, al igual que Pol Pot,
se propone erradicar toda religión, con la
misma facilidad con que podemos ser el gran Y si no c¡uieres ser mi hermano,
a golpes te parto el cráneo.
inquisidor que supervisa un auto de fe. Todos
estos hombres quieren a la humanidad entera
Para los contra-cosmopolitas, entonces, el uni-
de su lado para que ésta pueda compartir
su visión. "En verdad, soy un consejero fiable versalismo se expresa en la uniformidad. Los
para ustedes'l dijo Osama bin Laden en un cosmopolitas podemos complacernos en acatar
"mensaje al pueblo estadounidense" que emitió la regla de oro, que nos impone hacer a los
en 2002: demás 1o que querríamos que ellos nos hicieran,
pero consideramos la posibilidad de que los

Los invito a la felicidad de este mundo y del demás no quieran que les hagamos lo que

más allá, y a escapar de su árida y miserable nosotros querríamos que nos hicieran. Ello no
vida materialista, que carece de alma. Los significa forzosamente que se haya zan)ado
invito al islam, que llama a seguir la senda la cuestión, pero se trata de algo que creemos

de Alá solo, quien no tiene socios, la senda


necesario tomar en cuenta. Nuestra noción de

que clama por la justicia y prohíbe la opresión la tolerancia implica interactuar sobre la base
y los crímenes. del respeto con quienes perciben el mundo de
36 i KWA[4E ANfH0NY APPTAH 37 I nt (0s¡40P0LlTlsf,40

otra manera. Los cosmopolitas creemos que cho a gobernar; esto es obvio y no presenta
podemos aprender algo incluso de aquellos con dudas [...].
quienes no estamos de acuerdo. Creemos que Y así es, que si usted no es creyente, enton-
todos tienen derecho a vivir su propia vida. ces, lógicamente, es inútil debatir con usted
En algunos de los pronunciamientos emitidos los detalles de Sus leyes.
por los yihadíes radicales encontramos que es
precisamente esa conversación entre diferencias No cabe duda de que, en este caso, el temor a
1o que ha de evitarse. Un buen ejemplo es este la conversación está impulsado por la inquietud
mensaje del Dr. Zawahiri, socio de Osama de que los intercambios con personas de ideas
bin Laden desde hace mucho tiempo, que fue diferentes lleven a los creyentes por el mal
traducido de una grabación emitida el u de camino. No hay curiosidad respecto de quien
febrero de zoo5 y difundido en internet por sus "no es creyente": quienes no creemos en Alá no
admiradores: somos sino la encarnación del error.
Sin embargo, huelga decir que muchos musul-
La sharia revelada por Alá es la sharia que manes -incluidos numerosos académicos reli-
debe seguirse. Respecto de tal cuestión, nadie giosos- han debatido la naturaleza de la sharia,
está en condiciones de colocarse en una posi- la ley religiosa islámica. A lo largo de los dos
ción irresoluta o fluctuante; es una cuestión últimos siglos se han oído las voces de destaca-
que sólo puede tratarse con seriedad) porque dos académicos islámicos seriamente compro-
no admite bromas. O bien usted cree en Alá, metidos con ideas ajenas al islam. En el siglo
y entonces tiene que acatar Sus leyes, xrx, tanto Salyid Ahmad Khan, en la India,
o bien no es creyente, y entonces es inútil como Muhammad'Abduh, en Egipto, intenta-
debatir con usted los detalles de Sus leyes. ron delinear visiones musulmanas de la moder-
La irresolución que aspira a difundir el secula- nidad. En épocas más recientes, Mahmud
rismo occidental no puede ser aceptada por Muhammad Thha, en Sudán, Thriq Ramadán,
una mente correcta que se respete a sí misma. en Europa, y Khaled Abou El-Fadl, en los
Porque si Alá es el Gobernante, Él tiene dere- I' Estados Unidos, desarrollaron sus perspectivas

i
38 I (wAr'4r ANiHoNY APPTAH 39 I l'4 I (0St'l0P0LlTlSt'l0

en diálogo con el mundo no musulmán. El Mientras estos pensadores crean que hay cosas
pensamiento de estos musulmanes es absoluta- por debati¡ el silogismo de al-Zawahirí decreta-
mente diverso, pero todos ellos ponen rá que "no son creyentes".
a prueba -y con un conocimiento mucho En mi opinión, no tiene sentido que quienes
mayor del corpus musulmán más antiguo que no somos musulmanes determinemos cuál es
al-Zawahirí- las concepciones fundamentalistas el islam de verdad y cuál es el falso; de la misma
de la sharia.a Ahmed al-Thyeb, presidente de manera que no corresponde a al-Zawahirí
Al-Azhar, la universidad musulmana más anti- jtzgar si, por ejemplo, la contracepción o
gua (en realidad, la universidad más antigua), la pena capital son coherentes con el cristianis-
invitó al arzobispo de Canterbury a hablar mo. Corresponde a quienes quieren navegar
desde su púlpito. Y dijo: bajo las banderas del cristianismo o del islam
determinar (y explicar, si así lo desean) qué
Dios creó pueblos diversos. Si hubiera querido significan sus estandartes. Esa lucha es de ellos.
crear una sola umma,lo habría hecho, pero Pero entre quienes se autodenominan musul-
eligió hacerlas diferentes hasta el día de la manes hay exponentes más tolerantes y ha
resurrección. Todo musulmán debe compren- habido tiempos de mayor tolerancia. Podemos
der a fondo este principio. Las relaciones observar el hecho histórico de las sociedades
basadas en el conflicto son infructuosas.5 que se autodenominaban musulmanas y practi-
caban la tolerancia (incluida, en el período más

4 Sobre Sa¡,id Ahmad Khan, véase el ensayo de laved Majeed temprano,la propia sociedad del Profeta). Así,
¡t Islam and modernity: Muslim intellectual respond, resulta alentador, al menos para un cosmopoli-
Londres, I. B. Tauris, zooo; sobre Taha, véase el ensayo de
ta, oír tantas voces musulmanas que defienden
Mohamed Mahmoud; hay referencias a Muhammad
Abduh en todo el libro. Y véase Tariq Ramadan, Westerrl la tolerancia basándose en las tradiciones inter-
Muslims and the future of Islam, Nueva York, Oxford pretativas del islam.
University Press, eoo3; Khaled Abou El Fadl, The place of
El fundamentalismo religioso moderno -ya
tolerance in Islam, Boston, Beacon Press, zooz.
sea cristiano, musulmán, judío, budista o hin-
5 Véase la entrevista realizada por Al Malky en Egypt Today,
26, No 2, febrero de zoo5. dú- es exactamente eso: moderno. Y cada una
Y

40 I l(WAr,,tt ANTH0NY APPTAH


41 I Mr (0sM0P0LlTlsl{0

de estas tradiciones mundiales acaÍreaversiones diente de Timar (o Támerlán), el conquistador


extremadamente anticosmopolitas, del mismo de Asia central del siglo xIv, y también (según
modo en que ocurre con el marxismo, la gran se dice) de Gengis Kan, el emperador mongol
ideología secular moderna. Pero todas ellas han del siglo xru. En mi opinión, el cosmopolitismo
existido en formas cosmopolitas: falibilistas, es un temperamento que puede encontrarse
pluralistas, comprometidas con la conversación en todos los continentes: no lo aprendí en
que atraviesa las diferencias y con el reconoci- Inglaterra ni en los Estados Unidos, sino
miento de la responsabilidad última que tienen en Ghana, mi tierra natal.
los individuos con su propia vida.
La compatibilidad del islam con el cosmopoli-
tismo no resulta más sorprendente que la del
catolicismo con el cosmopolitismo. Después de
todo, ambos se inspiran en las mismas raíces
filosóficas y religiosas, y el cristianismo se inició
como una religión cosmopolita en parte a causa
de su herencia estoica, tal como señalé al princi-
pio. Igualmente obvio es el papel que desempe-
ñaron las tradiciones filosóficas griegas en la
configuración de las tradiciones filosóficas del
islam. Sin embargo, como también dije ya, no
hay razón para pensar que el impulso hacia el
cosmopolitismo sólo proviene del mundo helé-
nico o de Occidente: en última instancia, tal
como nos lo recuerda el trabajo más reciente de
Amartya Sen, uno de los líderes más cosmopoli-
tas de la historia fue el emperador mongol del
siglo xvr Ialaluddin Muhammad Akbar, descen-
"Las culturas sólo importan
si les importan a las personas"
(entrevista de Daniel Gamper Sachse)*

A pesar de que Kwame AnthonyAppiah (rqS+)


es un reconocido filósofo académico, y de que
son numerosas sus obras en ese ámbito, también
se ha preocupado por la divulgación de sus
investigaciones. Este empeño divulgativo queda
ejemplificado por Cosmopolitismo. La ética en
un mundo de extraños (Katz, zooT), un libro en
el que sin caer en la ortodoxia bienpensante de
la socialdemocracia el autor intenta dibujar los
rasgos normativos del pensamiento cosmopolita
a partir de una comprensión cabal de la diversi-
dad, el respeto mutuo y la libertad para todos.
Con este libro, Appiah se aplica a sí mismo lo
que predica, a saber, que los intelectuales (ya sea
en su sentido clásico y político como intelectua-

* Realizada en el Centro de Cultura Contemporánea


de Barcelona (cccn) el z6 de mayo de zoo8.
44 I KWAI,lI ANTHONY APPIAH 45 I ENIREVISTA

les comprometidos, o en un sentido más difu- Center for Human Values de Princeton
minado que los ve como académicos o como University.
gente de letras con ciertas obligaciones sociales)
son los que deben identificar qué políticas cos- Daniel Gamper [DG]: Una de las ideas propias
mopolitas pueden ser aplicadas por las institu- del cosmopolitismo es que nuestras obligacio-
ciones existentes, qué ideas concretas pueden ser nes se extienden más allá de las personas que
desplegadas para favorecer la cosmopolitización nos rodean. Como usted mismo escribe,'en eso
de las costumbres. En obras más académicas consiste la moralidad misma. ¿Se halla esta idea
como La ética de la identidad (Katz, zooT), en otras tradiciones, además de la cristiana
Appiah constata la irreductible complejidad de u occidental?
la vida moral para reflexionar sobre las posibili-
dades de acomodar la diversidad desde princi- Kwame Anthony Appiah [KA]: Pienso que
pios liberales. Para hacer frente a la diversidad la conversación entre culturas diversas debería
social no sirven recetas prefijadas ni modelos iniciarse con el menor número posible de pre-
fijos, sino atender a los casos concretos sin supuestos. No creo que una precondición
perder de vista la importancia de la identidad de la conversación cosmopolita sea que todos
para los individuos. Sólo un liberalismo con los que deseen participar tengan que aceptar
sensibilidad comunitarista y al mismo tiempo algún postulado teórico sobre cualquier asunto.
alejado de esencialismos identitarios puede Sólo se les debe presuponer la disposición a
ofrecer propuestas de arreglos institucionales participar en la conversación. Si me pregunta
adecuados a la compleja realidad del mundo si pienso que existen exigencias morales univer-
globalizado. En esto consiste, a grandes rasgos,
el proyecto filosófico de este filósofo nacido en
r "Cada una de las personas que conocemos y en quienes
Londres, educado a caballo entre África y podemos influir es alguien ante quien tenemos
Europa, y afincado en Nueva |ersey. responsabilidades: decir esto no es más que afirmar la idea
de moralidad propiamente dicha'l Kwame Anthony Appiah,
Kwame AnthonyAppiah es profesor en el Cosmopolitismo. La ética en un mundo de extraños,Buenos
Departamento de Filosofiay en el University Aires, Katz, 2oo7, p. t5.
46 (wAME ANIl,10Ny ApptAH 47 I ENIREVIsTA

salmente válidas, la respuesta es sí. Pero también históricos, como es el caso, por ejemplo, con el
hay una cuestión etnográfica: estas exigencias budismo o el confucianismo. No puedo decir
morales, hallan implícitamente en todas las que conozca lo bastante estos asuntos para
¿se
tradiciones del mundo? No las conozco todas, poder hablar con un mínimo de autoridad,

ni siquiera puedo afirmarlo de las que conozco, pero, con todo, cuando leemos las Analectas

a lo que debo añadir que mi propio falibilismo de Confucio o cuando escucho a los budistas,

es un elemento muy importante en mi modelo.


observo que suelen referirse a ideas que me
Sin embargo, reconozco en muchas de las tradi- resultan del todo reconocibles, ideas sobre
ciones que conocemos elementos que me pare- el respeto a la humanidad de las otras personas,

cen comunes, por lo menos en un determinado por ejemplo. No son palabras huecas, y creo que
nivel de abstracción. En algunos casos, y por podemos afirmar que cuando hablan de huma-

razones históricas, esto no me parece en modo nidad se refieren a lo mismo que nosotros.
alguno sorprendente. Así, no es extraño que De modo que estoy bastante seguro de que hay

encontremos ideas similares en todas las religio- aspectos teóricos comunes. Pero hay aun más

nes abrahámicas, pues todas derivan de raíces


puntos de encuentro si prestamos atención a
judías o, en el caso del islam, judeocristianas. asuntos prácticos y concretos. Si uno entra en
Esto se debe a que los intelectuales de estas un pueblo cualquiera del planeta y golpea a un
tradiciones religiosas -los filósofos árabes, niño sin ruzón aparente, la gente se preguntará
cristianos y judíos- dialogan desde hace mile- qué está sucediendo y es probable que intenten

nios, y no sólo lo hacen sobre los textos religio- detenerlo. Si uno entra en una casa y empieza
a comer sin pedir permiso o intenta robar las
sos, sino también sobre la herencia clásica de
los presocráticos, Platón, Aristóteles, los estoi- mujeres, los maridos o los niños, encontrará
cos, etc. La historia demuestra que los descubri- resistencia. El rechazo no se articulará simple-

mientos no son independientes, pues hay mente diciendo que no les gusta lo que esa

múltiples conexiones entre estas tradiciones persona está haciendo, sino que se ulilizará

religiosas. Los casos interesantes se dan cuando algún tipo de vocabulario moral. Así,los ele-
hay menos razones para creer que haya vínculos mentos comunes se dan sobre todo en el caso
48 I KWAt,lr ANTH0NY ApprAH 49 I ENTREvTSTA

de los juicios particulares vinculados con una existe, sino que añade que la diversidad es
configuración particular de actos, juicios que buena. Esto puede resultar problemático. ¿Qué
están cerca de ser universales. Es cierto que estos tiene de bueno la diversidad? ¿Acaso no es bue-
juicios se articulan mediante vocabularios dife- no que en ocasiones las comunidades se cierren
rentes, pero éstos pueden ajustarse mutuamente. para mantener cierta homogeneidady fuerza
Es cierto que no podemos esperar alcanzar un interior?
acuerdo sobre todas las cosas, pues ni siquiera
lo conseguimos con nuestros compañeros de KA: Algunas personas piensan que la diversidad
trabajo, por ejemplo, de modo que tampoco tiene un valor intrínseco. Yo no. Hay tipos
debe sorprendernos que no podamos alcanzar de diversidad que son claramente objetables.
un acuerdo entre los miles de millones de habi- El mero hecho de que una cosa sea diferente
tantes de la Tierra. Sin embargo, si reunimos de lo que yo hago o digo no le da valo¡ pues
todos estos rasgos comunes, creo que tenemos puede ser que esa otra cosa sea terrible, y sea por
buenas razones para esperar que lograremos tanto aconsejable detener a las personas que
alcanzar un acuerdo sobre muchas cosas. hacen esas cosas. La diversidad es algo que se da
Cuando menos, el grado de acuerdo que nos si la gente disfruta de cierta libertad para confi-
permita seguir compartiendo el planeta y resol- gurar sus propias vidas. Los valores fundamen-
ver nuestros problemas. tales que importan son éticos y tienen que ver
con la idea de que la gente debería ser libre de
DG: En el contexto global actual se suele configurar sus propias vidas. Se trata de la liber-
hablar de cosmopolitización, como Ulrich Beck, tadpara desarrollar las concepciones bajo las
o sostener, con Rawls, que la diversidad es un que se quiere vivir la propia vida. Ciertamente,
hecho. Usted lo suscribe, pero añade que ade- estas concepciones se dan en el marco de una
más tenemos que interesarnos por las prácticas determinada tradición, ya sea como aceptación
y las creencias de las personas y que podemos o como reacción a ésta, y me parece importante
aprender muchas cosas de las diferencias. De destacar que hay motivos para creer que si las
modo que usted no sólo dice que la diversidad personas yiven en libertad y ejercen su creativi-
5O I (WAl'1E ANTlloNY APPIAH 51 I ENTREVISTA

dad humana 1o que producirán son formas de sólo en la ciencia, sino también en la vida moral,
diversidad, un mundo no homogéneo. La diver- como lo demuestra que hablara de experimen-
sidad es un signo de que las cosas van bien. tos vitales. Cada uno de nosotros vive en
Además, en la vida cultural moderna desde la un determinado marco cultural y el abanico
Ilustración, tendemos a valorar la diversidad, de ideas de las que disponemos depende de las
la generación de nuevas formas de experiencia, que producen el resto de las personas que se

en especial de nuevas formas estéticas. Esto es hallan en ese marco, lo cual presupone que
así, y aunque no hubiera un ministerio de cultu- podemos aprender los unos de los otros. Sin
ra, la gente seguiría creando espontáneamente embargo, hay que decir que muchas formas
nuevas formas culturales. Se le da un valor a esta de diversidad no son deseables. Me alegro, por
diversidad, pues es expresión de la creatividad de ejemplo, de que haya cada vez menos culturas
las personas libres. Lógicamente, podría darse en las que las mujeres son consideradas inferio-
el caso de que el resultado de la creación libre res a los hombres. Ésa es una buena reducción

fuera homogéneo, pero 1o que se constata es que de la diversidad que desearía que llegara hasta
las personas están interesadas en la diferencia- sus últimas consecuencias, porque las formas
ción, no necesariamente ética, pero sí estética. de desigualdad de género que existen son malas
Por lo que se refiere a las cuestiones epistémicas, para las personas, no sólo para las mujeres, sino
metafísicas u ontológicas, creo que el falibilista también para los hombres. Desde el punto de
tiene motivos para alentar a la gente a probar y a vista ético, la diversidad me interesa porque
experimentar con ideas diferentes, pues es bas- es el resultado de la gente viviendo libremente.

tante improbable que ya hayamos descubierto Las culturas sólo importan si les importan a las
toda la verdad. Se trata aquí del argumento de personas. Las formas culturales que no interesan

John Stuart Mill que Karl Popper aplicó a la a las personas pueden ser intelectualmente

filosofía de la ciencia: necesitamos teorías y interesantes y talvez habría que recordarlas,


comunidades que compitan entre ellas para pero no pierde nada si desaparecen. No me
se

producir conocimientos nuevos. Cuando Mill importaría que se dejara de hablar de diversidad
presentó este argumento no estaba pensando si no fuera porque muchos de los que se oponen
7I

52 | KWAI'1E ANTH0NY APPTAH


53 | ENTREVISTA

a la diversidad se oponen también a la libertad. decide lo que merece respeto?, ¿cómo lo decide?,
Las presiones sobre la diversidad son signos de ¿cuáles son los límites de 1o tolerable?
falta de libertad. Que en un determinado terri-
torio existan veinte o treinta lenguas no es ni KA: En este caso hay que distinguir las ideas con
bueno ni malo. Lo que debe preocuparnos las que me acerco a la conversación cosmopolita
es que una lengua desaparezca porque la gente y las opiniones que pueden considerarse como
que la habla está siendo maltratada. La gente precondiciones de esta conversación. No tengo
debe tener derecho a seguir hablando o no una ninguna teoría al respecto, pero sí opiniones.
lengua. No se trata de que la gente mantenga Creo que las personas tienen derecho a ser
el mundo diverso para que yo me complazca respetadas mientras no se comporten de
en obseryarlo. Thmpoco creo en el principio manera intolerable, pues entonces tal vez haya
de que cuantas más especies haya mejo¡ pero si que castigarlas o excluirlas. Se suele necesitar un
veo que en un territorio las especies desparecen castigo, pues los actos intolerables suelen impli-
porque están siendo eliminadas, podría decir car un daño, de modo que hay que detener esos
que me preocupa la biodiversidad, pero no actos. Pero también hay muchas razones parala
porque valoro la diversidad de especies, sino tolerancia. Una es el falibilismo. Soportar a las
porque se atenta contra el libre desarrollo personas con las que no se está de acuerdo es
de algunas especies. una buena manera de asegurarse de que uno
tiene o no razón, de poner a prueba las propias
DG: La cuestión de la tolerancia es importante opiniones después de confrontarlas con el ma-
en este contexto. En Cosmopolitismo u,sted yor abanico posible de opiniones divergentes.
vincula el relativismo, la tolerancia y el silencio Esto implica la conversación con personas que
y afirma que no vale la pena hablar sobre piensan cosas que considero incorrectas, sin que
algunos asuntos pues es imposible alcanzar se dé necesariamente la esperanza o la intención
un acuerdo sobre ellos. Dado que el concepto de persuadirlas. No creo que sea razonable
de tolerancia no es lo bastante ambicioso, parece esperar que el acuerdo sea Ia finalidad de este
que usted prefiere lutllizar el de respeto. ¿Quién tipo de interacción. Esto se debe a un hecho
54 I l(WA[1t ANIH0Nv APPIAH
55 I ENTRIVISIA

sociopsicológico según el cual es más fácil com- tir pacíficamente. Sostiene usted que en las
partir espacio social con personas con las que conversaciones hay que evitar discutir sobre la
se conyersa aun cuando haya un desacuerdo base de nuestras creencias y hacerlo, en cambio,
con ellas. En parte, porque la conversación nos sobre las razones que tenemos para apoyar los
recordará que estamos de acuerdo sobre muchas principios de justicia según los cuales regulamos
cosas aunque no necesariamente sobre las más nuestra coexistencia. Sorprende que en este
importantes, y en parte porque aunque no es
contexto no cite a Rortv.
verdad que comprenderlo todo es perdonarlo
todo, es más fácil reaccionar ante una persona KA: He escrito sobre Rorty y él mismo reseñó
que hace cosas que uno considera que están mal ambos libros, Cosmopolitismo y La ética de la
si se entienden sus motivos, si estos motivos identidad. Thmpoco he escrito mucho sobre
no resultan completamente ininteligibles. Y, en Rawls. Los he leído a ambos y los conocía perso-
parte, también porque este tipo de conversación nalmente. Sus puntos de partida son tan dife-
es en sí misma un reconocimiento de la huma- rentes de los míos que para referirme a ellos
nidad de la otra persona. Recordando, eso sí, debería haber necesitado mucho más aparato
que en algunos casos habrá que evitar el contac- teórico. La dificultad con Rorty es que no com-
to con las personas cuyas opiniones llevadas parto su escepticismo respecto de la metafísica.
a la práctica resultan intolerables. Los amish, No tengo problemas con la verdad, ni con ma-
por ejemplo, suelen castigar dejando de hablar yúsculas ni con minúsculas. Creo que podemos
con la persona castigada, hasta que se reforma mantener Ia idea de un mundo determinado, un
o hasta que la comunidad así lo decide. mundo que existe con sus propiedades indepen-
dientemente de nosotros. La idea del mundo no
DG: En su obra se aprecia, tal vez erróneamente, me preocupa, pero sí la extrema dificultad de
cierta tendencia pragmatista, pues usted no conocerlo. Desde un punto de vista naturalista,
acentúa la importancia de lograr un acuerdo resulta fascinante ver que, a pesar de que nues-
sobre Io que nos separa, sino que se inclina por tros sistemas nerviosos fueron diseñados para
la importancia de encontrar maneras de coexis- permitirnos sobrevivir, sabemos muchísimas
56 I l(!ÍA}4E ANTHoNY APPIAH 57 I tNrRtvrsTA

cosas del mundo que no contribuyen directa- tienen una contrapartida práctica. Puede suce-
mente a nuestra supervivencia. Por ejemplo, der que el cosmopolitismo parezca pragmático,
nuestra supervivencia no requiere que sepamos porque defiendo una práctica que debe estar tan
la distancia que nos separa de las estrellas, pero libre de presupuestos como sea posible, pero eso
sin embargo la conocemos. Gran parte de los no significa que no crea que valga la pena tener
argumentos de Rorty pretendían desestabilizar opiniones discrepantes que pueden enconar
las certezas de las personas y eso me parece bien. la discusión, sino que dada nuestra situación
Le objeto, sin embargo, su afirmación de que en términos de diálogo transcultural y a través
abandonemos nuestro deseo de disponer de una de las identidades, no es productivo insistir en

imagen de la realidad. Es ciertamente difícil los fundamentos que cada uno aporta. Quiero
conocer la realidad, pero) no obstante, vale la distinguir muy claramente entre mi "doctrina
pena probarlo. Desde el punto de vista político, comprehensiva", como la llama Rawls, y las
uno de sus argumentos era que Ia preocupación aportaciones que hago en las conversaciones
por nuestros conciudadanos más desfavorecidos con otras personas, aportaciones que serán las
no debe fundarse en los derechos humanos, que servirán de algo en la conversación. Esto
sino en el argumento de que ningún norteame- suena a pragmático y en cierta medida lo es en
ricano debería vivir de esa manera. Es cierto que relación con el proyecto de la conversación, pero
si el argumento se limita a los miembros de una no requiere abstinencia metafísica de mi parte,
determinada comunidad podemos utilizar sus como 1o demuestra que también haya trabajado,
estándares, sus leyes, para llegar a la conclusión por ejemplo en mi segundo libro For truth in
de que hay unas exigencias de respeto. Pero, de semantics,' sobre estas cuestiones metafisicas.
nuevo, quiero mantener la idea de que hay cosas Pienso que la verdad es una noción imprescin-
que no se les pueden hacer a las personas en dible para entender cómo funciona el lenguaje.
tanto que seres humanos, no sólo por el hecho Rorty creía que eso era un error. Sin embargo,
de que sean conciudadanos. Otro aspecto
en el que no estoy de acuerdo con Rorty es que z Kwame Anthony Appiah, For truth in semantics, Oxford,
a él sólo le interesaban los argumentos que Blackwell's, r986.
58 I KWAI'1t ANTll0NY APPIAH 59 I ENTRTvTSTA

me parece correcta su crítica al lenguaje como ético. Lo normal en nuestro mundo contempo-
reflejo de la realidad en Philosophy and the ráneo es considerar obvio que la ciencia es
mirror of nature.3 Otro aspecto de su pensamien- objetiva y que la ética es arbitraria y no tiene
to que considero discutible es su insistencia ningún vínculo con la realidad. Si se devalúan
en seguir hablando de un "nosotros" occidental. las exigencias de la ciencia cuestionando el
Creo que ese nosotros occidental no existe, realismo metafísico, esto, por comparación, hará
que no es posible identificar un nosotros trans- que la moralidad no sea tan relativa. El proble-
versal a todos los contextos de lo que llamamos ma de aplicar la verdad a la ciencia es que en-
Occidente I gue, por tanto, no tiene sentido tonces se cree que la ciencia tiene todas las
hablar de é1. También creo que su equiparación respuestas, pero no es así. Ni siquiera los cientí-
entre filosofía y poesía tiene algo de arbitrario. ficos consideran que las tienen todas, pues de
ser así dejarian de trabajar. En el ámbito moral,
DG: Dice que considera importante mantener sea cual sea el concepto de realidad moral que se

un concepto de realidad. ¿A qué atribuye el tenga, está claro que no puede operar de la
desprestigio del realismo metafísico? misma manera en que operan los objetos o
la realidad en la ciencia. Los motivos tienen que
KA: Muchos filósofos han deseado abandonar l¡er con la inaccesibilidad de las historias causa-
el realismo metafísico. Creo que una de las les que se dan en nuestras interacciones con la
razones por la que se socava el realismo meta- realidad moral, mientras que la historia causal
físico es porque creen que si se socava la con- de nuestras interacciones con los objetos que
fianza de Ia gente en una realidad independiente nos rodean explica por qué tengo las percepcio-
en el ámbito de la ciencia, esto permite, por nes que tengo. No creo que existan historias
contraste, elevar el estatus y la realidad de lo semejantes para explicar la crueldad o la amabi-
lidad. Me parece una mala idea elevar el rango
3 Richard Rorty, Philosophy and the mirror of nature, de lo ético socavando el de los hechos. Si se le
Princeton, Princeton University Press, 1979 [trad. esp':
hubiera preguntado a Rorty si éste era el motivo
Rorty, La filosofía y el espejo de la naturaleza, Madrid'
Cátedra, r9891. por el que no suscribía el realismo metafísico
6o I xwlut ANIHoNY APPIAH 6r I ¡HlRrvrslr

supongo que habría dicho que no. Sin embargo, KA: Es cierto. Si Mill hubiera sido consistente
en su obra, o en la de Hilary Putnam, también sería mucho menos interesante. Se intenta, una
opera esta motivación. vez tras otra, hacer lecturas utilitaristas de Sobre
la libertad,lo que me parece una de las mayores
DG: Pero Putnam, con todo, mantiene un pérdidas de tiempo posibles. El genio del libro
concepto fuerte de verdad. reside en que apela a ideas morales que no son
sistemáticas pero que sin embargo son muy
KA: Cierto, pero también sigue esta corriente de poderosas y elegantes. Si hubiera sido demasia-
mejorar el aspecto de la moralidad en tanto que do utilitarista no habría logrado un libro así,
desmejora el de la ciencia vinculándola a con- pues habría tenido que responder cuestiones
textos sociales. Creo que hay razones suficientes propias del utilitarismo. Puede ser que gran
para mantener cierto realismo en nuestro dis- parte de esto se deba a que 1o escribiera con su
curso normativo. No es necesario reducir el amante, pero, en cualquier caso, el hecho de que
realismo en otros ámbitos para alcanzar algo de no un libro utilitarista
sea es lo que lo convierte
realismo en las discusiones morales. Ésta es una en un gran libro.
de las cuestiones filosóficas más importantes del
momento y yo me encuentro en la parte más DG: En el capítulo cuarto de su libro La ética
anticuada, la de los realistas, pues no creo que de la identidad usted contrapone la diversidad y
sea necesario abandonar la idea de una realidad la autonomía y concluye, en cierto modo, que la
independiente. autonomía es el principio que nos puede indicar
el límite de la diversidad permisible. Esto es, son
DG: Parece obvio que su libro La ética de admisibles las sectas o las comunidades en las
la identidad es una elaboración de los cabos que los individuos disfrutan de un cierto mar-
sueltos en el pensamiento de Mill. Se aprovecha gen de autonomía. ¿Lo interprefaria así?
usted de la, digamos así, inconsistencia de sus
brillantes escritos para seguir pensándolo, KA: En cierto modo sí. En este libro sigo
¿no es así? una serie de cuestiones y dejo de lado otras.
6z I xwlur ANTHoNY APPTAl.l 63 I mrnrvrsu

Creo que la vida moral es compleja de modo KA: Es una pregunta diftcil pero debería poder
irreductible y, por tanto, no pienso que la única responderla, pues he desarrollado una teoría
cosa que tenemos que considerar cuando pensa- de la identidad. Para empezar, debo decir que
mos en qué formas de diversidad debemos mi acercamiento a la identidad es nominalista.
tolerar o celebrar sea la autonomía. Pero Por tanto, no creo que haya que explicar las
en la esfera política, en la del Estado, gran parte identidades, sino el modo en que las etiquetas
de las respuestas correctas provienen de mirar de la identidad operan en nuestras vidas mora-
las cosas desde el punto de vista de la autono- les. Esto no explica lo que significa para cada
mía. Cuanto más político sea el análisis, cuanto identidad poseer esa identidad, pero sí explica
más concreto, más difícil es responder a las cómo operan en el mundo las ideas sobre esa
preguntas prácticas. Pongamos por caso que identidad. Para que exista una identidad social
estamos en la posición del gobierno canadiense tiene que haber una etiqueta o varias, y también
y que tenemos población inuit en el norte, deben darse tres condiciones. En primer lugar,
en un territorio autónomo, y que en estas a) hay personas a las que se les adscribe la eti-
comunidades algunos miembros son tratados queta y otras a las que no. La atribución de la
de modos que no se hallan en consonancia con etiqueta no tiene que ser necesariamente indis-
los derechos reconocidos en la Constitución cutible, pero sí tiene que haber casos claros de a
canadiense. Es difícil saber cuáles deben ser quien se le puede atribuir y a quien no, aunque
las medidas correctas. En la práctica puedo no estén claros los límites de esta designación.
apoyar políticas difíciles de describir en térmi- Tienen que existir prácticas de adscripción de la
nos filosóficos. Son cuestiones de la política etiqueta, aunque estas prácticas no sean coheren-
real en las que tomar decisiones es extremada- tes. La segunda condición, b) es que para que
mente complejo. haya una identidad social relevante esta etiqueta
tiene que estar presente en el pensamiento de las
DG: La palabra "identidad" se halla en el título personas a las que se les atribuye. Tienen que
de su libro filosóficamente más ambicioso. ¿Qué pensar: dado que soy un X tengo que hacer esto
es la identidad? y aquello. La etiqueta debe ser :unarazónpara
64 I xwnl,lr ANTHoNY APPIAtI 65 I erurnrvrsrn

hacer determinadas cosas: dado que soy un X africanas, de profesiones, de filósofos, novelistas,
debo preocuparme por otros X, dado que soy etc. Si se hace en términos de etiquetas es porque
un X no debería hacer cosas que no les gustan con mucha frecuencia la discusión sobre la
a otros X, dado que soy un musulmán debo adscripción implica que no hay ninguna res-
intentar ir aLaMeca. A esta segunda condición puesta independiente a la pregunta sobre si
la llamo "identificación", pues aquí la identidad alguien es realmente un X. Es imposible tomar
se halla en la vida psicológica, moral o ética de partido en esta discusión desde el exterior, de
una persona de un modo que la hace identifi- manera objetiva. Por ejemplo, ¿es Barack
carse con la etiqueta. Esta identificación implica Obama afroamericano? Muchos dicen que sí,
normas de identificación: nociones sobre cómo y muchos dicen que no. No existe un hecho más
deberían comportarse y ser los X, normas que, allá que nos permita responder a Ia pregunta.
ciertamente, no es necesario que sean indiscuti-
bles, no sólo entre los que son X sino también DG: Támbién podríamos preguntarle a é1, ¿no?

entre los que no 1o son. Así pues, debe haber


prácticas de adscripción, prácticas de identifica- KA: Podemos preguntarle, pero dado que
ción y normas de identificación. La tercera las identidades operan de modo dialógico, como
condición, c) es que para que haya una identidad dice Charles Thylor, no se le puede dar a nadie
social tiene que haber comportamientos de las la última palabra para decidir cuáles su identi-
personas en relación con los X una vez que se dad. Es posible que exista un principio liberal
los identifica como portadores de esa etiqueta. que asume que las personas se hallan en una
Por ejemplo, tratarlo mejor por el hecho de ser posición especial cuando se trata de determinar
otro X, o tratarlo peor por no ser un X. Esto es cuál es su propia identidad. Se puede pensar,
muy abstracto, pero la abstracción es necesaria en concreto, eu€ €rr 1o relativo a las normas de
cuando se trata de las identidades. Esta abstrac- identificación son los X y no los otros los que
ción nos permite señalar lo que tienen en co- tienen que decidir cómo deberían comportarse
mún las identidades de género, de nacionalidad, los X, pero, siguiendo con el ejemplo que le
de religión, de orientación sexual, de tribus proponía, no se le puede dejar decidir a Barack
66 I rwt¡rt ANTHot,¡Y APPTAH 67 I rHlnrvrsu

Obama sobre su identidad pues hay otros atroa- entendiendo lo que sucede, pues la "judeidad"
mericanos que también hallan en posición de
se es una de las identidades más discutidas en la
hacerlo I gue, en el caso de que él forme parte actualidad y los límites de lo que significa ser
de esa identidad, sentirán que tienen obligacio- judío también. Sin duda, se puede adoptar una
nes con él según su propia comprensión de lo línea dura dentro del debate, pero como obser-
que es ser afroamericano. Esto conlleva que ellos vadores tenemos que limitarnos a señalar los
también tienen derecho a decidir si forma parte elementos del debate. Lo mismo se puede decir
o no de esta identidad. Sin duda, preguntarle es de la orientación sexual. Por ejemplo, los acti-
una buena cosa y lo recomiendo, pero 1o que vistas gay quieren que los homosexuales se
importa más que nada, dado que se trata de un comporten de determinadas maneras, otros
político, es elucidar qué significa para él ser o no dicen que no son gay sino queer.De lo que se
ser afroamericano, qué normas de identificación trata aquí es de las discusiones sociales a partir
acepta, pues eso nos permitirá comprender de las que se crean las identidades. Un realista
mejor cómo se comportará. Aunque dijera que diría que tiene que haber una respuesta directa
no lo es, cosa inconcebible, eso no significaría y clara a esta cuestión, pero de esta manera no
que otras personas sí lo incluirían en esa identi- capta el modo en que operan las identidades.
dad. Recuerdo que cuando estaba en Harvard,
había unos jóvenes en Harvard Square vestidos DG: Hay cierto eclecticismo en su pensamiento,
a la manera ortodoxa judía que se acercaban a si observamos que por una parte se inclina por
las personas y les preguntaban si eran judíos, el realismo y por otra parte, cuando se trata de
pues pretendían reconvertir a judíos seculariza- la identidad, por el nominalismo.
dos. Pero había que ser judío para que ellos se
interesaran en ti. Lo interesante es que muchas KA: importante. El asunto en cuestión
Sí, esto es
personas eran judíos a ojos de estos jóvenes es el que nos debe inclinar a adoptar una expli-
pero no desde su propia perspectiva. Me parece cación nominalista o realista del mismo. No
que si decimos que unos estaban en lo correcto adopto una postura exclusivamente nominalista
y que los otros se equivocaban no estamos o realista sobre todos los asuntos.
68 I t<WAi4E ANTttoNY APPIAH 69 I rHrnrvrsrn

DG: En el debate entre liberales y comunitaris- a construir defensas liberales e individualistas


tas, ¿dónde se sitúa usted? ¿Son útiles aún estas de reivindicaciones comunitaristas. Me parece
etiquetas? que lo que básicamente está haciendo, a una
escala mayor, se parece a mi proyecto. A saber,
KA: Sí, son útiles, pero mi proyecto durante mostrar que la tradición liberal dispone
los últimos quince años ha consistido en de recursos muy poderosos para tratar los pro-
mantener el liberalismo acomodándolo a ideas blemas que los comunitaristas decían que
comunitaristas. Me siento profundamente no podían ser tratados por los liberales.
comprometido con el individualismo moral, Me resulta indiferente cómo llamamos al resul-
creo que a fin de cuentas lo que importa es lo tado de todo esto, en este caso no me importan
que le importa a cada persona, pero las comuni- las etiquetas. Mill es un autor tradicionalmente
dades en las que viven y las identidades que los liberal, pero pienso que a partir de su pensa-
constituyen son tan centrales para su bienestar miento se pueden reconocer muchos de los
que estamos obligados a preocuparnos por ellas problemas señalados por los comunitaristas, de
para tomar en consideración a los individuos. Si modo que éstos pueden articularse dentro
uno se remonta a los debates pensando en estos del marco del liberalismo clásico. Mi propia
términos, resulta difícil decidir en qué bando comprensión del asunto es que las formulacio-
hay que colocar a algunos pensadores. ¿Dónde nes del liberalismo que son inconsistentes
situar a Charles Tuylot, por ejemplo? Se supone con cualquier exigencia comunitarista no cons-
que es un comunitarista, pero no está claro. tituyen la mejor parte de la tradición liberal,
que puede reconocer estas exigencias porque
DG: El caso de Kymlicka también es difícil. la identidad social y las culturas son importan-
tes para las personas.
KA: Creo que los instintos teóricos de Kymlicka
son liberales e individualistas, pero al mismo DG: En el tercer capítulo de La ética de la identi-
tiempo quiere hacer muchas concesiones dad, usted habla de cómo el Estado debe rela-
porque es un buen tipo, lo que lo lleva cionarse con las personas en tanto que creyentes
7O l(WAl,lE ANTH0NY APPIAH 71 I ENTREVISTA

y dice que el respeto igual no implica necesaria- permiso de conducir. En el caso de que haya
mente respetar las creencias de todos, pero sí alguien que por motivos religiosos se niegue a
que habría que intentar evitar las ofensas por esta obligación, demostraremos que lo estamos

motivos religiosos. ¿Cómo es eso posible?, ¿no tratando con respeto si le decimos: "entendemos
da esto una excusa a los religiosos para conside- que requerirle que se fotografie sin el velo atenta

rarse ofendidos?, ¿quién debe acomodarse: las contra algo en lo que usted cree, y entendemos
instituciones o los ciudadanos religiosos?, ¿hay que esto le impone a usted una carga, e intenta-

que equilibrar la acomodación? remos encontrar maneras para que la carga no


sea tan pesada para usted". Por ejemplo, si no

KA: Es cierto que si nos preocupamos por las son muchos aquellos que se ven afectados por
ofensas, se crea un riesgo moral, pues supone esta medida, podemos talvez concederles algu-

casi una invitación a las personas a demostrar nas ventajas fiscales mínimas.

que se han ofendido cuando no es cierto. Pero De esta manera se indica que las instituciones

eso no me parece un problema. Lo que importa advierten que se trata de una imposición a
no es si las personas se han ofendido realmente, algunas personas y gue, no obstante, esta impo-

sino si tienen derecho a estar ofendidas y esto, a sición debe ser firme. Thmbién se le podría decir
su vez, depende de si en efecto las hemos respe- que se investigará lo más rápidamente posible

tado. No depende de si ellas creen o no que hasta lograr sistemas de bioidentificación a

las hemos respetado, sino de si nosotros, o las partir de las retinas, de modo que bastaría una
instituciones del Estado, hemos hecho todo lo foto de los ojos de la person a para identificarla.
posible para acomodarlas de modo tal que ellas Así se deja bien claro que no se desea ofender
no puedan decir: si no hubiéramos sido, por a nadie. Lo que hay que explicitar es que lo

ejemplo, sijs, ustedes habrían hecho otra cosa importante es solucionar un problema y que no
por nosotros, o si no hubiéramos sido musul- hay intención de ofender. Hay casos de acomo-

manes habrían hecho otra cosa. Pensemos por daciones especiales para los sijs en relación con
ejemplo en la obligatoriedad de que las personas los cascos de motocicleta. El hecho de no llevar
con velo se lo saquen para las fotografías del casco no supone sólo un riesgo paraelafectado,
72 I KWA¡¡tE ANTH0l,{Y APPIAH 73 I ENTRTVISTA

sino que también hay externalidades que pue- que una persona no pueda querer una transfu-
den suponer un incremento de las pólizas ase- sión hay que hacérsela si de este modo se le salva
guradoras de todo el mundo: el que no quiere la vida. En algunos casos, por tanto, se les hará a

llevar casco está imponiendo una externalidad algunos testigos de fehová una cosa a la que se
a los otros. Pero cuando los sijs lo piden, se oponen fuertemente, pero no será porque exista
"No tenemos nada en contra
les debería decir: la intención de ofenderlos. Deberían, por ejem-
de vuestros turbantes, queremos reducir los plo, estar dispuestos a llevar algún tipo de iden-
riesgos de los conductores de motocicletas y los tificación que indicara su negativa a recibir una
cascos forman parte de esta política". Es así transfusión de sangre, y se la respetará, aunque
como habría que argumentar. Es decir que si se piense que se trata de algo estúpido pues
alguien simplemente dice que se siente ofendi- puede llevarlos a la muerte en situaciones en
do, hay que preguntarle ¿por qué? ¿Qué hemos que podrían salvarse. Los respetamos lo bastante
hecho que te ha ofendido? Si dicen "no nos como para permitirles hacer esto, pero no per-
gusta lo que habéis hecho", esto sólo les da mitimos que lo hagan con sus hijos, porque
derecho a ofenderse si lo que hemos hecho éstos tienen derecho a la protección, aunque éste
pretendla ofenderlo. Si usted encuentra otra es un asunto diferente. Si alguien autónoma-

manera de hacer lo que le pedimos que haga, mente decide someterse a determinados riesgos
una manera que sea consistente con su manera -por ejemplo, esquiar- no podemos más que
de hacer las cosas, el signo de nuestro respeto respetarlo. Pero no podemos poner en riesgo
por usted es que intentaremos hacerlo de la la salud de todo el mundo para evitar que unos
manera que nos propone. En mi libro discuto el pocos testigos de fehová no reciban transfusio-
ejemplo de si está permitido hacer transfusiones nes indeseadas de sangre. Esto son sólo ejem-
de sangre a personas inconscientes, algo a lo que plos. El principio general de lo que llamo
se opone una parte de los testigos de Iehová. neutralidad como respeto igual es que hay que
Creo que el gobierno tiene derecho a dictar una asegurarse de que nadie pueda decir: "si no
ley al respecto y la manera más sensible de hacer hubiéramos sido X os habríais acomodado
esa ley es que si no se tiene ningun a razón por la a nosotros". Hay que pensar en cosas de impor-
74 I KW/.ME AN]HONY APPIAH 75 I ENTRTVTSTA

tancia comparable para otras personas de la judicados, es más probable que acepten
comunidad y preguntarse si se acttaria de ma- las decisiones institucionales. Hay un aspecto
nera distinta en el caso de que fuera la mayoría político-psicológico general, que, además, habla
la que tuviera esa preocupación. En ocasiones, la en favor de las prácticas democráticas, y es que
raz6npara inclinar labalanza de la acomoda- si las personas sienten que el proceso por el que
ción en un sentido u otro depende de la mayo- se consigueun resultado es justo, lo aceptarán
ría, como lo demuestra, por ejemplo, el hecho aunque vaya en contra de sus intereses. Si las
de que son pocos los instrumentos cotidianos personas sienten que han estado implicadas
preparados para zurdos. Si la proporción fuera en el proceso de decisión, tienden a estar más
de 45 por ciento de zurdos y 55 por ciento de inclinadas a aceptar los resultados.
diestros, probablemente haríamos un esfuerzo
mayor para que el mundo fuera más equitativo DG: ¿En que medida es importante para su
en este sentido, pero no es así. Mi pareja modo de pensamiento el acercamiento contex-
es zurdo y por eso me preocupan las personas tual a los problemas filosóficos?
zurdas, pero no creo que sea razonable decir
que hay un prejuicio masivo contra los zurdos KA: Creo que hay modelos muy distintos
o que los zurdos tienen derecho a quejarse por de pensamiento moral, uno es el que ejemplifica
el modo en que el mundo está organizado. No la tradición del common law,la tradición
está organizado para hacerles la vida incómoda, interpretativa judia de la Halakhah o la sharia
sino que está organizado para la comodidad musulmana. Estas tradiciones están relativa-
de la mayoría. Pero cualquier persona razonable mente poco dispuestas a trabajar siguiendo
estaría de acuerdo en que si las proporciones principios básicos prefijados, y tienden a estruc-
se modificaran también podría modificarse turarse a partir de casos concretos, utilizándolos
el modo en que organizamos la vida. Se trata como analogías para resolver los casos nueyos
de una cuestión política, pues si las personas que eventualmente se presentan. Es lo que los
sienten que las instituciones toman en conside- juristas llaman pensar a partir del precedente.
ración los intereses de los que dicen verse per- En esta tradición, los principios surgen a partir
76 I l(WAt'48 ANIHoNY APPTAH 77 I TNTREVTSTA

de la reflexión sobre los casos. Una de las razo- por ejemplo, es que los principios que se afir-
nes para discutir sobre casos reales es que man en un nivel altísimo de abstracción carecen
se puede pensar mediante un modelo que ha de concreción. Es muy difícil saber si son co-
demostrado ser muy útil en la aplicación a rrectos o incorrectos. Éste no es sólo un proble-
cuestiones normativas, por lo menos en estas ma de la filosofía moral sino también de otras
tres tradiciones legales y cuasi legales tan distin- ramas, como la filosofía del lenguaje. Creo que
tas. Otra raz6n es que éste es el modo en que las nuestras mentes trabajan mejor con casos parti-
personas piensan en concreto sobre la morali- culares que con universales. Creo que, cuando
dad. La historia de la filosofía moral es la histo- menos, hay que poner a prueba las afirmaciones
ria de la refutación de las afirmaciones generales generales en contraste con la realidad. De este
sobre los asuntos morales controvertidos. modo es más fácil decir algo que suene correcto

Cualquier filósofo puede mostrar un caso en el en el nivel general de la teoría. Hace muchos
que un principio general resulta problemático años, por ejemplo, fui a un simposio sobre la
en su aplicación concreta. Se necesita algún tipo inmigración en los Estados Unidos en el que se
de teoría metaética para entender por qué esto hablaba de todo lo que se debía exigir a los que
es así. La mía es que las cuestiones son irreducti- entraran al país. Pero no se tomó en considera-
blemente complejas, que las cosas importantes ción que con todas estas exigencias lo que
no pueden ser medidas con algoritmos. Incluso hacían era alargar el tiempo en que las parejas
cuando se analiza un ejemplo del mundo real casadas deberían estar separadas o en que los

-el caso de la regulación del velo, sin ir más niños no verían a sus padres. Hay que pensar en
lejos- se comprueba que hay muchos factores lo que afectará a las vidas reales de las personas.
importantes que no pueden ser ignorados. Thl Finalmente setrata de una cuestión prácfica. La
yez no puedan solucionarse, pero en ellos se moralidad tiene que operar en la práctica, no en
manifestará de qué manera operan valores la teoría. Es mejor cometer errores teóricos que
como respeto, responsabilidad o autonomía. De prácticos. Si se comete un error teórico pero se
este modo podremos ver cuál es su significado reúne a una familia que está separada, no pasa
en la vida real. Un problema que tiene Rawls, nada. Si, en cambio, el ámbito teórico parece
78 I (wAt'4E ANTHoNY APPIAH 79 I ENIREVISTA

correcto pero el resultado práctico es que ulra que la idea de que nuestras vidas nos vienen
pareja recién casada esté obligada a separarse, al encuentro como enigmas es terrible. La vida
entonces está mal. Si lo que se desea, como nos viene al encuentro de otra manera. Piense
es mi caso, es introducir a los no filósofos en en el ejemplo estándar con el que se introducen
la filosofía, el modo en que la gente entiende algunas cuestiones éticas solicitándoles a las
estos asuntos es a través de los casos reales. personas que decidan si desviarían un tren que
Uno diría que así no se los introduce en está a punto de matar cinco personas hacia
a

los principios o en los valores, pero no es así, una vía en la que sólo matará a una. No es
pues si de lo que se trata es de explicitar lo así como la vida moral nos viene al encuentro,

que requieren estos valores, entonces hay que no nos encontramos ante opciones claramente
presentarles casos concretos. En mi libro más definidas que pueden ser calculadas con algorit-
reciente, Experiments in ethics,a sostengo mos. En una situación real como ésta, uno
que Ia forma de filosofía moral analítica que se preguntará antes "¿a quién debo creer?", pues
se ha desarrollado intentando generar princi- alguien nos ha dado esta información, o uno
pios generales a partir de casos particulares se preguntará "¿puedo hacer otra cosa?". Hay

produce un tipo de moralidad que no ayuda que analizar la situación y reconocer en qué
en modo alguno a que la gente viva sus vidas. consiste antes de pensar en las cosas en las que
No se puede vivir la vida siguiendo los princi- el ejemplo quiere hacernos pensar. Unavez
pios de Frances Kamm. Lo que escribe esta analizada la pregunta, la respuesta es obvia,
filósofa no tiene nada que ver con la vida moral, pero en realidad no es así como las cosas suce-
pues ella no tiene ninguna intención de ayudar- den. La respuesta que se debe dar a este tipo
nos en nuestra vida concreta, sino que sólo de preguntas es: "¿por qué tengo que tomar esto

pretende describir la realidad moral. Creo como una situación moral?". Los abogados
dicen que esto es "rechazar la hipótesis", y sostie-
nen que es un mal hábito, pero eso es porque
4 Kwame Anthony Appiah, Exp eriments in ethics, Cambridge,
están intentando educar a futuros juristas.
ua/Londres, Harvard University Press, zoo8 [traducción
española de próxima aparición en Katz editores]. Si, en cambio, se quiere preparar a la gente para
8o I xwnl,t¡ ANTHoNY APPTAH

la vida, rechazar este tipo de hipótesis es un


muy buen hábito. De 1o que se trata es de aplicar
un método para pensar las cosas en su totalidad.
Si alguien me ofrece un principio, lo que tengo
que hacer es buscar un caso lo bastante comple-
jo para ver si el principio es aceptable. Si no lo
es, tal vez podemos rechazarlo.

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