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Dialnet LuchandoPorUnVinculo 3920573
Dialnet LuchandoPorUnVinculo 3920573
Geny Talberg1
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Presentado en el 44 Congreso Internacional de Psicoanálisis, Río de Janeiro, 2005.
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Miembro Efectivo de la SBPRJ.
94 Geny Talberg
es muy tranquila. Acepta la Observación, “pues televisión, como en todas las Observaciones
me siento muy sola y sería bueno”. Los abuelos durante el primer año. La nena intenta, con
maternos viven cerca y todos los días ella y su sus manos empuñadas, agarrar el biberón. Este
beba están en la casa de aquellos. Dice que se gesto, que me parece un esfuerzo muy precoz,
lleva bien con sus padres y que su matrimonio se torna en un patrón. A medida que crezca, irá
es bueno. ¿De qué soledad estará hablando? agarrando el biberón. Pienso, como hipótesis,
Los abuelos, según la Observadora, son en la Segunda Piel que propone Esther Bick
muy cariñosos y, hasta hoy, la abuela cuida (1968), una segunda piel, tanto para la madre
mucho de su nieta. Desde recién nacida G, como para la bebita: la madre que se “prende”
había un claro contraste entre el orgullo y amor al televisor y poco mira a la beba y la nena que,
del padre, la misma demostración de afecto talvez, se mantiene cohesionada psíquicamente
por parte de la abuela y la falta de ‘Apego’ a con sus enormes esfuerzos para atraer a la
la beba por parte de la madre. Madre y bebé madre, usando su contención muscular que
vivieron 40 días en la casa de la abuela, “para mantiene unidas las partes rudimentarias de
ser alimentada según la tradición italiana”. Este su personalidad.
alimento ritual, ofrecido por la abuela, ¿tendría
un valor simbólico de algo bueno? ¿Serviría b. Dos meses 14 días
para aplacar ansiedades más profundas? Son
muchas las preguntas que iré formulando a El padre carga firmemente a la nena,
lo largo de este trabajo. luego la entrega a la madre. Ella la toma con
desgano, parece poco hábil. Con una de las
Algunas señales me hicieron pensar en
manos toma su cuello y con la otra la man-
trazos depresivos de la madre. En casa, la
tiene sobre sus piernitas. Éstas reposan flojas,
Observadora fue recibida amablemente por
los brazos caídos, su cuerpo acompañaba la
la madre, pero sin entusiasmo, manteniendo
curva de las piernas de la madre. Hacía frío.
siempre una aparente tranquilidad y la misma
El padre trae dos cobertores, los pone en
sonrisa. Su apariencia era descuidada, en su
el piso y dice que la beba adora quedarse
vestir, en su cabello y en la propia casa, pequeña
allí, y a él le encanta quedarse admirándola
y muchas veces llena de polvo. Fuesen días
mientras se sienta a ver televisión. La madre
fríos o de mucho calor, la salita tenía siempre
comenta: “No es celosa, cuando las primas
la ventana cerrada y la televisión encendida, en
quieren llevar la beba a pasear, ella accede,
el mismo programa de culinaria o en cualquier
es mejor así pues es mejor criar hijos sin que
charla sobre cualquier tema. La madre atendía
estén pegados a la madre.”
a la bebita, pero poco la miraba. Algunas veces
dormitaba, lo que se tornaba angustiante para La falta de Apego aparece aquí como el
la Observadora, quien se sentía impulsada a temor a estar pegada eternamente: ¿Depen-
tomar en sus brazos a la niña. dencia emocional muy temida? ¿Y por qué? A
los diez días se seca la leche, tiene los pezones
Veamos algunos trozos muy escogidos de
agrietados y mucho dolor, y es evidente el
las Observaciones:
alivio por el destete. Podemos preguntarnos:
¿qué vivencias tendría la madre de su propio
a. 37 días
nacimiento y destete? ¿Sentimientos de aban-
La beba toma el biberón en la falda de dono? Habla del dolor físico, pero no habla de
su madre, lejos del cuerpo. La madre mira la sufrimiento mental. No manifestaba sentimien-
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f. Seis meses y ocho días la nena reía mucho. La madre pregunta: ¿Qué
tienes hoy, G? Después de 40 min. se inquieta y
Una sorpresa: ya no hay manta en el piso se da vuelta hacia su madre, tocando su pecho
y la beba está en la falda de su madre. Según con las manos. Lloriquea y la madre le dice:
la Observadora, la madre aún la sujeta sin ¡Mira a M! De esta forma calla a la hija quien
mucha habilidad. La nena está inquieta, como mira a la Observadora y ríe. ¿Qué significará
si quisiese pararse. La madre cuenta que el para la niña el reír y el invitar a la Observadora
Pediatra dijo que no la dejase más acostada a jugar? Sin duda, es un movimiento activo
y, sí, en su falda; que tenía que aprender a en busca de contacto. ¿Pero, qué pensaría?
afirmarse. Sin apoyo, su tronco se curvaba y Siguen Observaciones en las que se evidencia
era necesario fortalecerlo. Algo muy sutilmente que la niña está con su postura más firme.
comienza a transformarse. ¿El Pediatra habría Durante varias Observaciones sigue con el
tenido la sensibilidad de percibir que la niña juego de carcajear. La Observadora comenta
precisaba de mayor contacto con la madre? que la madre, aún mirando la tele, sujeta a la
El hecho es que no la remitió a un neurólogo hija en la falda o sentada en el sofá, y ahora,
ni al fisioterapeuta. ¿Es posible que, para esta acompaña la mirada que la Observadora hace
madre, fuera el reconocimiento de que podría en dirección a la beba.
aproximarse a la beba, asegurarla más? ¿Tendría
aún fantasías de que su leche no sería buena? h. Siete meses
Y la falta de tono emocional y de resonancia
afectiva con la hija, ¿tendrían algo qué ver La nena está ya más firme y juega con la
con el tono menos desarrollado de la beba? madre a chocar cabezas, como había observado
Se había establecido un vínculo, no sólo a su propia madre jugar con G Ríen ambas. La
entre la beba y la Observadora, que se mantiene madre, talvez, estaba venciendo ansiedades
hasta hoy, sino entre madre y Observadora. Al encapsuladas, muy primitivas, que podrían
llegar a casa, la madre ya la estaba esperando estar en la raíz de su desapego hacia la bebita.
y, al terminar, preguntaba realmente sincera
¿ya se va? ¡Es temprano aún! i. Después de los 10 meses
y, al mismo tiempo, la nena tenía una actitud darle algo, ella también, en retribución, talvez,
especial de búsqueda de afecto y figuras que re- de tanto que siente haber recibido de ella?
cibieran sus demandas. La Observadora, el padre,
los abuelos y aún el pediatra, enmarcan estos l. Seis años
personajes que dieron refugio y tono emocional
a la capacidad de esta bebita para encontrar La Observadora, después de consultar con
figuras de apego amorosas y continentes. La la madre, visita la escuela de G Cuando llega,
abuela describe a su hija como una bebita sin G la ve y corre a su encuentro abrazándola.
rabias, sin demandas excesivas, era una nena que La maestra cuenta que la niña es una criatura
aceptaba todo y no ponía problema. G no pone que no le da trabajo pues respeta las reglas
problemas, no muestra rabia, antes bien, parece de la escuela. Es muy participativa y hace
ofrecer a la madre una capacidad de respuesta y observaciones, según la maestra, que son más
acogimiento que ella no tiene. Talvez, una nena maduras que las del resto de la clase. Dice que
grande como dijo la madre a su nacimiento, era su conversación es un poco de adulta y que
una nena con reservas físicas y psíquicas para suele retar a los compañeros cuando hacen
interactuar con su madre y su entorno. Esos lío. La maestra dice que nunca conoció a la
3.900 gramos representarían, para la madre, madre y que, en las fiestas de la escuela, la
su necesidad de fortaleza ante la tenacidad de que viene es la abuela. Agrega que encuentra
construir un vínculo cuya contraparte era tan a G un poco tensa, muy preocupada por los
débil... ¡y débil de corazón! otros. Por ejemplo, si el transporte no vino a
La Observadora termina sus Observaciones buscar a una compañera, se preocupa. Repite
regulares y visita a la madre esporádicamente. que G tiene postura de adulto.
Veamos sólo lo más relevante: Posteriormente, la Observadora visita la
casa, estaba el padre, quien muestra los dibujos
k. Cinco años que la hija le regaló el día del padre. G no tuvo
mucho espacio en esta visita. El padre habla
Es el cumpleaños de G, M. lleva un regalo bastante y, como siempre, la madre se man-
para la pequeña y un jarro de flores para la tiene reservada. Como hablan de la escuela, G
madre. La niña juega un poco con su regalo y reclama que va a haber una presentación de
luego se encanta con las flores. Abraza el jarrito, teatro y por qué la madre no va. Ella dice que
habla de las flores con su madre diciendo que tiene que trabajar. G protesta y dice que ella
le parecen lindas. En determinado momento la no va nunca. La madre dice que si la abuela
niña pregunta si la Observadora no quiere un va y le relata lo que pasó, ella se enterará de
café y ésta acepta. La madre continúa sentada todo. La niña invita a la Observadora para que
y G va hasta la cocina pero no consigue abrir vaya, pero no resultaría pertinente asistir en
el termo y llama a la madre para que la ayude. lugar de su madre.
Luego la niña trae el café… y está frío. La madre La última visita de la Observadora, muy
está más arreglada, más cuidada. Era una visita cercana a la anterior, no fue anunciada y la
esperada, la Observadora la había anunciado, madre estaba sola en casa. Sorprendentemente,
sin embargo, la madre permanecía pasiva y parecía otra persona. Amable, cariñosa, dedi-
poco entusiasta, es la nena quien muestra cada a atenderla, insistió para que volviera en
entusiasmo por el regalo de la madre y por otro momento, pues quería ofrecerle un café
recibir cariñosamente a la Observadora. ¿Quiere para disfrutar con la nena también. Estar sola
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Resiliencia es un proceso que permite retomar un tipo de desarrollo a pesar de vivir una situación traumática o en
circunstancias adversas. Boris Cyrulnik (pág. 239).
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en el sistema Cs. y recibirá estímulos también del niño, el trauma puede ser, por lo menos par-
del interior. Este escudo es menos eficiente cialmente, aliviado. En caso contrario, cuando
en la defensa contra los estímulos internos, y el adulto desmiente el sufrimiento y descalifica
una de las formas que el organismo usa como el dolor, cuando hay ausencia de esperanza de
protección contra el displacer provocado por cualquier ayuda exterior, se crea una cierta
los estímulos internos es proyectarlos hacia precocidad disociada, una pseudomadurez
el exterior y tratarlos como si actuasen, no hecha a costa de clivajes y disociaciones. Se
desde dentro sino desde fuera, y así coloca un crea una dilacerante duplicidad: una parte
“escudo protector” como medio de defensa. dolorida y atemorizada –lo infantil traumati-
También Freud, en Inhibición, síntoma y zado—es dominada por otra pseudomadura, y
angustia (1926), postula que ciertas ocurren- esta parte tiene un recurso extremadamente
cias específicas del desarrollo son capaces de eficaz y cruel: la identificación con el agresor.
precipitar situaciones traumáticas: nacimiento, El individuo queda dividido entre la víctima y
angustia de separación, angustia de castración, el verdugo.
pérdida del amor de los objetos, pérdida de Masud Khan (1963) nos habla del Trauma
amor del superyó. Estas situaciones despiertan acumulativo. Dice que resulta de las grietas
una ansiedad automática, cuya esencia es una observadas en el desempeño de la madre como
experiencia de desamparo por parte del Yo escudo protector, durante todo el curso del
como consecuencia de una situación interna desarrollo del niño hasta la adolescencia. Esto
o externa. es, en todas las áreas de experiencia, donde el
Ferenczi, en 19323 escribió un importante bebé necesita de la madre como un Yo auxiliar
trabajo, Confusión de lenguas entre adultos y para sostener sus funciones aún inmaduras e
niños. Atribuye un papel determinante a los ob- inestables del suyo propio. Dice “quiero enfatizar
jetos externos en la estructuración del aparato que lo que estoy describiendo como grietas en
psíquico. Enfatiza cómo la realidad psíquica del el papel de la madre como escudo protector,
otro puede generar traumas cuando mantiene es cualitativa y cuantitativamente diferente
el poder de imponer sus propios significados, de aquellas violentas intromisiones hechas por
no solamente en el evento traumático, sino la declarada psicopatología de la madre”. En
en la vida entera del sujeto. Para Ferenczi, su opinión las grietas no son exclusivamente
Trauma es la expresión de un disturbio en la traumáticas “sería más exacto decir que las
comunicación entre el niño y el adulto, esto grietas, repetidas con el correr del tiempo,
es la ‘confusión de lenguas’. Para el autor, la entretejidas en el proceso del desarrollo, se
experiencia traumática, cuando genera una acumulan de forma silenciosa e invisible. De
tendencia a la fragmentación, produce ense- ahí la dificultad de detectarlas clínicamente en
guida, como defensa, congelamientos y rigidez la infancia” (1963: 57). Según este autor, sola-
psíquica, estados de petrificación muy cercanos mente adquieren valor de trauma acumulativa y
a la muerte, defensas esquizoides. Cuando el retrospectivamente. “Para un crecimiento sano,
adulto puede asumir y acoger el sufrimiento el niño necesita de un mínimo de estabilidad y
coherencia afectiva, para desarrollar confianza
3
Conferencia pronunciada en el XII Congreso Internacional de Psicoanálisis en Wiesbaden, en septiembre de 1932. El
título original era: Las pasiones de los adultos y su influencia sobre el desarrollo del carácter y de la sexualidad del niño.
(N. de la Editora).
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en sus objetos internos y aprender a pensar” un bebé muy impaciente, y esto podrá llevar
(Ibíd.). Solamente cuando los fracasos de la ma- al desencuentro, si la madre también lo es
dre como escudo protector fueron importantes impaciente y no aguanta sus demandas.
y frecuentes; cuando tuvieron el ritmo de un Pienso que, algunas veces, es más fácil, como
patrón; y cuando generaron invasiones en la defensa, decir que los bebés no sienten dolor,
integración psique/soma del niño, invasiones que lloran por consentidos y que, los niños,
que ella no tenía cómo eliminar, solamente no tienen que querer ni opinar. Es común que
entonces estos fracasos fijan un núcleo de los adultos no se den cuenta de que es una
reacciones patógenas. persona que es, precisa serlo, diferente de ellos.
Las ideas de Bion nos parecen particular- Esto es asustador, porque, emocionalmente,
mente valiosas para este paper, especialmente es muy difícil encarar la singularidad de cada
sus conjeturas al respecto de la vida prenatal hijo, y el deseo de imponer el ritmo puede ser
y la importancia de la relación madre-bebé muy intenso, para algunos padres.
en la formación del psiquismo. Rêverie fue Esther Bick (1968) postula su importante
un término adoptado por Bion (1926) para concepto de Segunda piel, que podría ayudarnos
referirse a un estado de la mente que el bebé a entender el estado mental de G y su madre.
exige de la madre. La mente de ella necesita Bick alude a las partes de la personalidad que,
estar en un estado de receptividad para recibir sin fuerzas para mantenerse cohesionadas, ne-
los sentimientos del niño y darles significado. cesitan de un objeto externo capaz de cumplir
En trabajos posteriores (1959, 1962) desarrolló esta función de piel primaria. La identificación
la teoría del continente-contenido, refiriéndose con esta función del objeto, que sustituye el
a la comunicación entre el hijo y su madre, estado no integrado, da origen a la fantasía
comunicación en la que, a través de las iden- de los espacios internos y externos. Las diso-
tificaciones proyectivas normales (realista), ciaciones primitivas y la idealización del self
ella siente las aflicciones que el bebé nece- y del objeto en la descripción Kleiniana serán
sita transmitirle. Una madre razonablemente posibles a partir de allí. Solamente cuando la
sensible, en aquel momento, hace un trabajo función continente sea introyectada es que
mental dentro de sí misma y puede, entonces, la noción de un espacio interno puede surgir.
decidir lo que es mejor para el hjo: conversar, La identificación adhesiva es anterior a los
tomarlo en brazos, etc. procesos de proyección e introyección. Hay
Con las experiencias repetidas y acumu- una diferencia entre la experiencia pasiva de no
ladas a lo largo de un buen y comprensivo integración, como experiencia pasiva de total
acompañamiento, el bebé desarrolla, dentro desamparo, y la desintegración defensiva, que
de sí, un objeto interno que posee la capacidad se dará a través de los procesos de escisión,
de comprender sus experiencias. Desarrollará, como operación defensiva activa al servicio
según todo lo hace creer, un objeto interno del desarrollo. En el primer caso observamos
tolerante a las frustraciones y, por lo tanto, las ansiedades catastróficas.
capaz de esperar y pensar. Evidentemente, La necesidad, en el estado infantil no inte-
ocurren muchos desencuentros que impiden grado, de un objeto continente parece generar
que esta situación ocurra, como pérdidas, en- una búsqueda frenética de un objeto –una luz,
fermedades, depresión o trabajo de la madre, una voz, un olor u otro objeto sensual-- que
en fin, ausencia física o mental. También el pueda captar la atención y de esta forma ser
niño, por características propias, puede ser vivenciado, por lo menos momentáneamen-
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te, como un objeto que mantiene unidas las retoma de su evolución psíquica, requiere de
partes de la personalidad. El bebé buscará ella. Dice: observando un bebé y mirando cómo
algún equivalente psíquico de la piel física que descubre su mundo y lo explora, podremos
envuelva su cuerpo, en el esfuerzo por crear, comprender la “magnifica resiliencia natural
para sí mismo, un sentido de que las partes que todo niño sano implementa ante los im-
rudimentarias de su personalidad pueden, de previstos que, inevitablemente, encuenntra a
alguna manera, mantenerse unidas. El conti- lo largo de su desarrollo” […] “En el curso de
nente equivalente a esa piel primaria sería la sus interacciones precoces quedó impregnada
formación de esta segunda piel. su memoria con el sentimiento e haber sido,
Boris Cyrulnik (2003) nos habla de Resilien- cuando muy pequeño, socorrido en sus di-
cia. La recuperación del individuo enfermo, la ficultades. La esperanza crea una capacidad
para soñar el futuro”.