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ARQUITECTURA RENACENTISTA
ITALIANA
1. Características generales.
2. Características de la arquitectura.
3. Quattrocento.
4. Cinquecento y los tratadistas del clasicismo.
5. Anexos.
Anexos
Cúpula de la catedral de Florencia; interior de San Lorenzo; San Pietro in Montorio; Palacio Rucellai; cúpula de San
Pedro.
1. CARACTERÍSTICAS GENERALES
2. CARACTERÍSTICAS DE LA ARQUITECTURA
El artista del Renacimiento considera que las formas artísticas se basan en un conjunto de reglas que pueden ser estudiadas y
perfeccionadas racionalmente. Para conseguirlo:
a. Se vuelve a la arquitectura clásica:
clásica más racional gracias a sus órdenes o esquemas fijos.
b. Se intenta ordenar el espacio según las leyes de la perspectiva (leyes objetivas que pretenden captar la realidad y ordenarla según
un plan preestablecido).
c. Se utilizan prioritariamente aquellas formas que permiten percibir con más facilidad el aspecto racional,
racional geométrico y calculado:
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arquitectura renacentista italiana
Se adoptan formas más simples (círculo, cuadrado, cruz griega, cubo, etc.) por su perfecta regularidad.
Predomina el arco de medio punto.
punto
Bóvedas de cañón o aristas,
aristas siendo la cúpula un elemento dominante.
El muro vuelve a tener un papel básico de cerramiento, creando un espacio perfectamente delimitado.
Aunque no hay mucha ornamentación suele usarse la repetición de un mismo motivo (guirnaldas, grutescos,
balaustradas,...) aplicados de forma simétrica.
d. El edificio renacentista será el resultado de un cálculo que se traduce en proporción, orden simetría, armonía y diafanidad. Las
obras humanas han de ser reflejo de la armonía divina del universo. Así, el edificio “ideal” (se pretende crear un modelo) es
simétrico en todos sus ejes, tanto en horizontal como en vertical.
3. QUATTROCENTO
A principios del Quattrocento se vive en Florencia un auténtico fervor constructivo. En el siglo anterior es construida la Catedral de
Santa María dei Fiori en la que aparece sin cubrir un gran cimborrio (42m de diámetro). La obra es encargada a FELIPE BRUNELLESCHI que
elabora una cúpula a imitación de la romana del Panteón de Agripa; pero en este caso no queda, como en Roma y Bizancio, embutida en
grandes muros sino que se muestra airosa al cielo florentino. Destaca en ella un gran tambor octogonal; con esta cúpula se inicia la
construcción europea de las grandes cúpulas.
Obra también suyas son las iglesias de San Lorenzo y de Santo Espíritu. Demuestra ser un auténtico renovador del estilo, aplica
elementos arquitectónicos clásicos. En la Capilla Pazzi presenta el esquema de lo que va a ser la arquitectura renacentista: planta cuadrada
con cúpulas sobre pechinas, pórtico (en el que un arco rompe con el dintel); esto vaticina el futuro de las grandes construcciones
renacentistas. Suyo también es el Palacio Pitti: sin torre defensiva, sillares almohadillados, aspecto sólido y predominio de la línea horizontal.
Tiempo después aparece la figura de LEÓN BAUTISTA ALBERTI. La trasposición de elementos clásicos la encontramos en el inacabado Templo
de Malatesta de Rímini. Mucho más renacentista es el Templo de San Andrés de Mantua, donde potencia la idea de concebir la fachada
como un gran arco triunfal. En Florencia edifica el Palacio Rucellai, que, aunque siguiendo el esquema brunelleschiano, rompe la monotonía
de los paramentos mediante una serie de pilastras adosadas.
MICHELOZZO realiza el Palacio Ricardi, residencia de los Médici en Florencia. Destaca el almohadillado del zócalo que comunica al palacio
una sensación de robustez y solidez.
GIULIANO DE SANGALLO, respondiendo a la idea de unidad, traza dos iglesias en Florencia, la Sacristía del Santo Espíritu, y en Prato la
iglesia de Santa Maria delle Carceri, en las que recurre a una simetría central.
BERNARDO ROSELLINO además de escultor y arquitecto se nos muestra como un excelente urbanista, ordenando la plaza de Pienza, que
anticipa el sentido escenográfico que tendrán posteriormente las plazas en el barroco. Con todo, la de Pienza es el conjunto urbanístico más
acabado del Renacimiento.
En esta época la capital artística es Roma, los mecenas son ahora los Papas.
El PAPA JULIO II llama a BRAMANTE para realizar el proyecto del nuevo San Pedro del Vaticano. Éste junto con BRUNELLESCHI son la síntesis
del Renacimiento. BRAMANTE había realizado obras en el norte de Italia con tintes, aún del Quattrocento, pero en Roma es cautivado por las
ruinas clásicas. Decide un arte donde la estructura arquitectónica sea lo único dominante. Por encargo de los Reyes Católicos levanta San
Pietro in Montorio: austera sobriedad, elegancia, sobria robustez, caracteriza a esta obra.
En el proyecto de San Pedro BRAMANTE quiere edificar un templo de dos naves perpendiculares y brazos iguales, con una gran cúpula
en el centro. La cúpula quedaba enmarcada por un gran tambor de columnas al modo clásico, la cual estaría enmascarada por multitud de
torrecillas.
Tras la muerte de BRAMANTE la obra es encargada por el PAPA PAULO II al pintor RAFAEL que siguió los trazos originales de aquél. Pero
posteriormente es a MIGUEL ÁNGEL al que se le encomiendan las obras de San Pedro, el cual contaba ya con setenta años. Elimina las torres
y torrecillas, dando mayor importancia a la cúpula, que cerrará sobre tambor; creando así definitivamente el tipo de cúpula occidental.
Finalmente proyecta una sola entrada con un pórtico adintelado y con doble fila de columnas exentas. Miguel Ángel se destacará en
arquitectura por un mayor sentido de los volúmenes que de los interiores.
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arquitectura renacentista italiana
Es genial la distribución que hace de la Plaza del Capitolio en Roma o en la escalera de la Biblioteca Laurentina, en la que en un
espacio pequeño crea la sensación de una escalera grandiosa y majestuosa, con gran dinamismo en sus formas y trazos.
ANTONIO SANGALLO, EL JOVEN, es el creador del palacio cinquecentista romano: creado en el Palacio Farnesio. Abandona el almohadillado y
el parteluz en las ventanas. Combina la utilización de frontones curvos y rectilíneos, dando a la fachada gran movilidad. En el interior utiliza
columnas adosadas utilizando los ordenes clásicos: (toscano, jónico y corintio). Colabora con Miguel Ángel en el trazado de las cornisas y de
algunos elementos decorativos de patio interior.