Para poder entender la protesta social como una herramienta de democratización
empezaremos tomando el enfoque procesal de la democracia de Charles Tilly (2010) que enmarca la protesta social y el rol que esta cumple dentro de un régimen político, como es el democrático aquí en el Perú. En los últimos años, el modelo democrático ha demostrado insuficiencias haciendo énfasis en que no es la única expresión de voluntad popular, ni la elección el centro del sistema democrático. A esta idea de insuficiencia de democracia la denominaremos “procedimentalista” o “procidimentalismo” en razón de que considera al procedimiento electoral como el evento determinante para la vida política de determinada nación. Por otro lado, Schumpeter dirige su enfoque a la teoría de la democracia un como método de competencia electoral para formar gobierno, es decir, al momento de que los ciudadanos expresen su voluntad en las urnas y así designar a los representantes que se encargarán del gobierno del país. Sin embargo, la crisis de la representación ha mostrado que la presunción de legitimidad ha sido vencida por la desconfianza de los ciudadanos en los actos del gobierno lo que subsecuentemente conllevó a la ruptura de la relación representante-ciudadano. Actualmente los ciudadanos no aceptan ser gobernados enteramente tan solo con la elección de sus representantes, ya no se ve como una cesión de derechos políticos, sino que estos se manifiestan activamente cuando el gobierno toma una decisión que afecta a la ciudadanía o ante temas que atañen a la sociedad del momento. Convirtiendo la situación del Estado y ciudadanos en una interacción democrática permanente que hará viable la política del país. Tilly introduce los conceptos de democratización y desdemocratización. La democratización se verá definida continuamente por la conformidad que exprese la ciudadanía con respecto a los actos del gobierno. Y la desdemocratización cuando el gobierno se muestre reticente, desconoce el derecho a la protesta y criminaliza las acciones de sus ciudadanos. La democracias es dinámica, ya que luego de un evento electoral los ciudadanos no se olvidan de la política, se mantiene alerta para así poder cuestionar el uso del poder político y así expresar su desacuerdo. La protesta va a configurarse como un vehículo para lograr la democratización de un régimen político, será un medio legítimo de la participación ciudadana, y pues de esta manera busca que el estado tome en cuenta las demandas de la sociedad. El carácter democrático de la protesta se manifiesta en la capacidad de interpelar al estado sobre el ejercicio de sus funciones para así poder influir en las decisiones del estado que traiga beneficios para la ciudadanía. IMPORTANCIA DE LAS PROTESTAS PARA LA CONTINUIDAD DE LA DEMOCRACIA Garantizar las protestas es una fuente necesaria para la continuidad y la legitimación de un estado democrático. Las múltiples protestas y los pocos cambios en las condiciones sociopolíticas y socioeconómicas hacen que resulte relevante entender e investigar las características y las distintas dimensiones de las protestas sociales. Desde la psicología se han encontrado que los manifestantes creen que pueden cambiar su contexto con la protesta, es decir, creen que es un método que pueden utilizar para transformar el estado de las cosas. Sin embargo, La complejidad de las contingencias que mueven a cada individuo o a cada grupo son tan diversas que con frecuencia producen efectos acumulados que no son predecibles. LAS RAZONES PARA UNA PROTESTA SOCIAL La respuesta va a radicar en las posibilidades de poder manifestar la disconformidad debido a decisiones gubernamentales contrarias a los principios en los que se basa la democracia y otras situaciones que puedan vulnerar el Estado de Derecho. La protesta es un instrumento social que por sí mismo no es malo. En este sentido es necesaria su regulación y limitación. Debemos recalcar que todas las protestas no serás nunca completamente pacifistas o completamente violentas, entonces, en base a eso las respuestas de las fuerzas deben variar en intensidad. No obstante, en diversos casos las represiones han actuado desproporcionadamente. Es por esa razón que debemos preguntarnos como un deber ciudadano más que una obligación hasta qué punto está podemos llegar con nuestro derecho de protesta. PARTICIPACIÓN DE LAS REDES Y NUEVAS TECNOLOGÍAS EN LAS PROTESTAS: Los medios de comunicación y las nuevas tecnologías han ido desarrollándose de una manera casi increíble; han represenatdo un cambio bastante significativo en la forma de comunicarse de las personas, sin embargo, estas redes sociales, también tuvieron su evolución; pasaron de ser simples espacios comunicativos a tomar la forma de espacios de acción y protesta. La web y las redes nos permiten pensar en el pasaje de las antiguas audiencias masivas, pasivas, anónimas y homogéneas a los usuarios activos y participativos. Las redes sociales no solo tienen que ver con la apropiación de las tecnologías sino con la búsqueda de formas de organización no jerárquicas, con un ideal democrático y horizontal. Más que solo unas formas de evolución social, se han convertido en un modelo para formas emergentes de la política. Estas tienen efectos sobre los usuarios proponiéndoles nuevas formas de interactuar, de comunicarse y de organizarse, los usuarios también tienen la capacidad de transformar y darle un uso inesperado a esas herramientas; porque lo más importante para la sociedad no es el avance de la tecnología en sí, sino el uso que hacemos de ella para fines sociales y las nuevas prácticas que surgen a partir del contacto usuario-tecnología Los Estados deben fomentar el uso abierto y libre de internet. Las limitaciones en el acceso a internet, incluyendo las desconexiones totales o parciales, la ralentización de internet, los bloqueos temporales o permanentes de distintos sitios, antes durante o después de reuniones pacificas constituyen restricciones ilegitimas a los derechos de asociación y reunión.