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12 Arquitectura Industria
12 Arquitectura Industria
cas, máquinas y procesos, sus actuaciones tes problemáticas en su análisis. En este sen-
en elementos industriales, restaurando o tido, para el estudio de este patrimonio, es
reutilizando con fines culturales, didácticos evidente que se mantiene el uso de las fuen-
o turísticos, etc., han sido decisivos para tes tradicionales: fuentes documentales en
conservar, preservar y, en muchos casos, archivos y fuentes publicadas (obras genera-
reutilizar estos vestigios de nuestro pasado les, revistas y publicaciones periódicas); sin
industrial. Igualmente no queda duda de embargo, el período al que nos referimos, la
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que también ha influido la crisis económica era mecánica y el objeto estudiado, el resto
y la reconversión industrial que se ha plan- industrial, nos remite a otras fuentes especí-
teado desde los años sesenta, con el proble- ficas de la época. Fuentes que la arqueología
ma de la conservación de grandes zonas industrial ha utilizado desarrollando y di-
industriales obsoletas o de pequeñas indus- fundiendo una nueva metodología científi-
trias sin uso ubicadas en nuestras ciudades, ca de análisis e investigación. Por ello, quie-
o de infraestructuras ingenieriles inadecua- ro referirme a la importancia que adquieren
das al sistema de comunicaciones actual, o en nuestra investigación el estudio de los ar-
de equipamientos técnicos públicos ya ca- chivos de empresa, el vaciado de la «litera-
ducos para la sociedad del siglo XXI. Esta tura gris» en revistas profesionales, la histo-
problemática ha provocado que muchas ad- ria oral y el registro arqueológico.
ministraciones municipales y estatales se Es por ello de enorme interés introducir-
plantearan la conservación, el uso o el de- nos en los archivos de empresa, rico y valio-
rribo de estos vestigios industriales, se ini- so material que debido a la evolución pro-
ciaran inventarios y catálogos, se propusiera pia de estas empresas, cierres, quiebras,
la protección de algunos monumentos in- fusiones, traslados, etc., desaparece rápida-
dustriales, se reconvirtieran algunas anti- mente. El archivo de empresa ha sido defi-
guas fábricas en museos industriales. nido como «el conjunto de documentos
Si consideramos que el patrimonio in- producidos por una empresa en el desarro-
dustrial es un patrimonio integral, fiel refle- llo de las actividades que le son propias, de
jo del concepto y objetivos de la Arqueolo- manera orgánica y automática y conserva-
gía Industrial, debemos admitir como dos como testimonios e información». Tal
Figura 1. Carpeta Proyecto de la Sociedad Valenciana de Tranvías. Figura 2. Cartel publicitario. Archi- Figura 3. Forjados y vigas sistema Henne-
Archivo AFGV. vo AFGV. bique, 1893 (L’invention du béton armé,
1999).
Los criterios planteados en el tercer apar- den, por ser la más antigua que se conserva
tado C) hacen referencia a sus posibilidades en España; podemos catalogar o proteger
de futuro, su nivel de conservación, su po- por su valor tecnológico un canal de nave-
sibilidad de una restauración integral (in- gación (Canal de Castilla) como una severa
mueble-mueble), su propiedad o situación y funcional fábrica de seda por su autentici-
jurídica, y, por último, la existencia de unos dad e integridad (fábrica Lombard en Al-
estudios o plan estratégico que valore su moines).
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viabilidad y rentabilidad social. Los valores testimoniales, singulares,
Con este sistematizado y amplio plantea- representativos, así como los históricos, so-
miento podemos seleccionar tanto el con- ciales, técnicos y territoriales, han sido reco-
junto de la Colonia Sedó en Esparraguera nocidos y valorados en muchos de los ele-
como modelo urbanístico y sociológico de mentos industriales seleccionados. Sin
vivienda obrera, como la estación del Grao embargo, analizar y valorar, desde el punto
de Valencia, una estación de segundo or- de vista artístico-arquitectónico, una severa
Figura 6a. Fábrica Lombard en Almoines. Col. I.A.C. Figura 6b. Fábrica Lombard en Almoines. Archivo Histórico Ayuntamiento
de Gandía.
fábrica decimonónica, un funcional mata- La industria de la construcción
dero, una estación estandarizada, un racio- en la «era mecánica»
nal puente metálico, ha sido y es todavía un
reto en nuestra profesión. Por ello, y ante Los nuevos conceptos vitales e ideológicos,
todo desde mi propia especialidad, la histo- provocados por la revolución industrial, tales
ria del arte, creo que es importante incidir como economía, intercambiabilidad, com-
en el análisis de las características de este pa- patibilidad, facilidad de servicio, precisión en
trimonio industrial y en la valoración de es- el tiempo, control de calidad, previsión anti-
tos aspectos arquitectónicos e ingenieriles. cipada de la acción, llevarán a la arquitectura
Siempre he comentado que el valor fun- y la ingeniería contemporáneas a plantearse
cional, racional y sincero de estos edificios unas formas, unas técnicas y unos procesos
industriales, que se materializan con volú- de construcción que reflejarán claramente es-
menes geométricos, severidad en las formas, tas nociones propias de las nuevas necesida-
con articulaciones regulares y ordenadas, des de la producción industrializada.
con economía de medios, han provocado A su vez, el modelo de pensamiento cien-
un rechazo de su valor artístico. Es decir, es- tífico que rige el período de la industrializa-
tas características que son propias de la in- ción deriva de los paradigmas propuestos
dustria han ido, curiosamente, en detri- un siglo antes por la ciencia (la mecánica
mento de su valor patrimonial. clásica de Newton). La extraordinaria efica-
Pero, lo que es evidente, es que para ha- cia demostrada por esta forma de pensa-
blar de valores artísticos del patrimonio in- miento en el campo de las aplicaciones con-
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dustrial de los siglos XIX y XX no podemos siguió elevarla a un modelo de referencia
ni debemos regirnos por los parámetros que para toda actividad que deseara llamarse ra-
se usan para un monumento artístico de cional y científica. Durante este período,
épocas anteriores (gótico, renacentista, ba- ciencia, técnica e industria pensaban y ac-
rroco). Estamos hablando de la Edad Con- tuaban en base a estos paradigmas.
temporánea. También nos encontramos en En un sentido amplio, la construcción de
plena era mecánica, que ha revestido a la in- edificios e infraestructuras es, en efecto, una
geniería y a la arquitectura de unas nuevas industria, por la cual la sociedad materiali-
características propias como respuesta a la za, transmite y transforma su cultura. Esta
influencia de la industrialización. Caracte- cultura se observa ante todo en determina-
rísticas que son representativas de una épo- das ramas del arte de la construcción, en la
ca determinada y en ellas debemos ver ese arquitectura para la industria, en la arqui-
nuevo factor estético y artístico propio de la tectura de empresa, en la arquitectura del
edad contemporánea. hierro, en la ingeniería de la arquitectura o
Curiosamente, estos valores artísticos se la arquitectura del ingeniero. Estas nuevas
aceptan y se proponen positivamente para manifestaciones arquitectónicas e ingenieri-
la arquitectura contemporánea; sin embar- les vinieron, además, íntimamente relacio-
go, como he dicho, estos mismos valores nadas con la aparición en el mercado de
van en detrimento de la valoración patri- nuevos materiales preparados por la propia
monial de la ingeniería y la arquitectura téc- industria, como el hierro, el acero o el hor-
nica e industrial. Ésta es la paradoja sobre la migón armado, y tuvieron sus mejores apli-
que debemos reflexionar. caciones en los nuevos tipos edilicios que
Figura 7. MACOSA, Valencia. Col.
F. Signes.
TESTIMONIO DE LA ERA DE LA INDUSTRIALIZACIÓN
surgieron como resultado de las nuevas ne- trial, pero si pensamos en la arquitectura,
cesidades de la sociedad industrial. De ahí tanto de una industria como de una esta-
que estas manifestaciones industriales res- ción, un comercio, un mercado, un puente,
pondan, en mayor y mejor medida que una vivienda obrera, un depósito, observa-
ARQUITECTURA INDUSTRIAL,
otros sectores de la arquitectura, a las carac- mos que todas ellas se rigen a través de tres
terísticas ideológicas, sociales y económicas nuevos factores de la era mecánica, factores
del período, constituyendo su representa- que surgen de los nuevos planteamientos de
ción más significativa. la ciencia, de la industria y del mercado en
En primer lugar, creo que es importante este período.
centrar el significado de arquitectura indus-
trial10. Podemos definir arquitectura indus- La ciencia
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trial como aquella que tiene una finalidad
explotativa, industrial, viva expresión del co- Por ello, primero debemos hablar de la in-
mercio y que tiene su fundamento en unas fluencia de la ciencia y en concreto de los
necesidades socioeconómicas determinadas paradigmas propuestos un siglo antes por la
por la revolución industrial. Esta definición mecánica clásica de Newton. Como nos co-
reúne a todos aquellos edificios construidos menta E. Manzini11, «la técnica moderna y
o adaptados a la producción industrial cual- la industria nacieron y se desarrollaron
quiera que sea o fuese su rama de produc- adoptando modelos de pensamiento y pra-
ción. Igualmente debemos de tener en cuen- xis operativas derivadas de los paradigmas
ta todas las manifestaciones arquitectónicas, propuestos un siglo antes por la ciencia (la
ingenieriles o tecnológicas del ciclo produc- mecánica clásica de Newton). Llamaremos
tivo-industrial: la distribución de su produc- a tales paradigmas “modelo mecánico-re-
ción y su consumo. Es decir, es una rama del ductivista”. Éstos preveían que la compleji-
arte de la construcción que engloba todas las dad de un fenómeno pudiera reducirse, en
10
AGUILAR CIVERA, I.: Arquitectura tipologías edilicias derivadas de la industria- todo momento, a la sencillez de sus ele-
Industrial. Concepto, método y fuentes, lización, industrias productivas, industrias mentos constitutivos, y que en un fenóme-
Diputación de Valencia, Valencia, extractivas, industrias energéticas, industrias no fueran siempre válidas unas concretas y
1998.
11
del transporte y de las comunicaciones, definibles relaciones causa-efecto, que el
MANZINI, E.: Artefactos. Hacia
equipamientos técnicos colectivos, infraes- observador pudiera considerarse fuera del
una nueva ecología del ambiente arti-
ficial, Celeste Ediciones y Experi- tructuras y obra pública. sistema observado y, por lo menos en teoría,
menta Ediciones de Diseño, Madrid, Lógicamente, esta definición amplía el que éste fuera capaz de disponer de toda la
1992, p. 115 sentido hasta hoy de la arquitectura indus- información necesaria para definir el siste-
ma». Este pensamiento, a partir de enton-
ces, fue modelo para toda actividad científi-
ca y en sus aplicaciones industriales. Por
ello, el proyecto técnico es concebido como
mecánico-reductivista, tanto en la organiza-
ción de la producción (el taylorismo y el
fordismo se basan en la idea de que las ope-
raciones se puedan descomponer y recom-
poner) como en el modelo de mercado o
como en el arte de la construcción. Según
este mismo autor, con ello se simplificaba la
realidad y se llegaba «a un gran modelo li-
neal, transparente y comprensible al cual
poder referirse hablando una lengua concre-
ta y referencial»12.
Estos modelos de pensamiento nos ha-
blan de funcionalidad, de racionalidad, de material se muestra sincero en su estricta ca- Figura 8. Construcción del Viaducto
transparencia y de sinceridad en el arte de la lidad, con sus propias y singulares caracte- de Santa Ana. Museo del Ferrocarril-
Delicias. Fundación de Ferrocarriles
construcción. La funcionalidad es el nuevo rísticas y propiedades. En ellos se determina
Españoles. Archivo Fotográfico MZA.
criterio de la arquitectura industrial, su mi- la forma sincera y el volumen correcto y da-
sión es precisa y debe cumplirse de la mane- rá como resultado una arquitectura «justa y
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ra más adecuada. La forma y el volumen del bella». La ligereza será su expresión espacial.
edificio están al servicio de la función que el En este sentido, la obra del ingeniero es el
edificio debe asumir, de la maquinaria que modelo a seguir.
debe acoger y de la organización de la pro-
ducción que se tenga que establecer. Es su La industria
principio más básico y el que en mayor me-
dida define esta arquitectura. Es a partir de En segundo lugar será la propia revolución
este período que surgen múltiples tipos edi- industrial la que provocará unos nuevos 12
Op. cit., p. 116.
licios, los cuales van a responder a las nuevas conceptos vitales e ideológicos, como son la 13
Al referirse a la arquitectura in-
necesidades de la industria y de la sociedad: economía, la intercambiabilidad, la compa- dustrial contemporánea, Celestino
distintos tipos fabriles según su sector pro- tibilidad, la prefabricación, la estandariza- García Braña comenta: «La literali-
dad de la transparencia juega un pa-
ductivo, nuevas tipologías como estaciones, ción. Conceptos que ya venían asumidos
pel fundamental en la exhibición del
mercados, mataderos, galerías comerciales, por la máquina y la industrialización, má-
funcionamiento interno del edificio,
grandes edificios de oficinas, etc. quina que no es sólo un dispositivo concre- lo que permite mostrar al mundo la
Estos nuevos tipos edilicios son concebi- to o un ingenio, sino una máquina social, idoneidad de lo que en el interior se
dos como una actividad racional y científi- una organización racional de la producción. está produciendo, la literalidad de lo
ca y, por lo tanto, analítica, mecanicista y La máquina en este proceso de industriali- que es, sin ningún tipo de mediacio-
nes», en «Industria y arquitectura
casual. En ellos, el mecanismo de sus órga- zación introduce los conceptos de repeti-
moderna en España, 1925-1965»,
nos de funcionamiento, de su distribución, ción, de estándar, de serie y de unidad en el
La arquitectura de la industria, 1925-
es transparente13, se puede leer todo el pro- pensamiento del constructor. Estos princi- 1965, Registro Docomomo Ibérico,
ceso constructivo y organizativo, se intenta pios necesitan previamente la elaboración Fundación Docomomo Ibérico, Bar-
exhibir su propia racionalidad. En ellos, el de un modelo, de un prototipo, de un pla- celona, 2005, p. 43.
TESTIMONIO DE LA ERA DE LA INDUSTRIALIZACIÓN
ARQUITECTURA INDUSTRIAL,
80
Figura 9a. Iglesia prefabricada en Arica. G. Eiffel. Col. I.A.C. Figura 9b. Iglesia prefabricada en Arica. G. Eiffel. Col. I.A.C.
14
L. Benévolo nos comenta: «Se tra- no, es decir, de una común medida. El pla- texto la arquitectura prefabricada, la arqui-
ta de una estructura sin la habitual je- no será la referencia para el control del buen tectura estandarizada y la arquitectura de
rarquía de elementos principales y se- funcionamiento del sistema y para el con- ensamblaje.
cundarios unidos por ensamblaje, trol del objeto producido. El prototipo, o lo La producción en serie de elementos de la
sino que se basa en multitud de listo-
que es lo mismo: el modelo a repetir, es construcción, la normalización y la adapta-
nes delgados de dimensiones norma-
también el modelo de la organización del bilidad de sus partes y componentes son los
lizadas colocados a distancias modu-
ladas y fijadas con simples clavos; los trabajo, del proceso de producción. Es la re- principios de la prefabricación en arquitec-
vanos, puertas y ventanas son necesa- presentación concreta, bajo forma de obje- tura. Uno de los primeros ejemplos relevan-
riamente múltiples del módulo fun- to, de la concepción misma de este proceso. tes lo encontramos en la llamada estructura
damental; un entramado de tablas en Es necesario, pues, crear ese modelo, codifi- Balloon Frame14. Pero el material idóneo pa-
diagonal asegura la resistencia al vien-
car el método, dividir el trabajo en tareas re- ra este nuevo concepto constructivo fue el
to de la estructura, y un segundo en-
petitivas, normalizar el instrumento y pre- hierro, material que desarrolló una tecnolo-
tramado de tablas machihembradas
defiende al edificio de la intemperie. venir el intercambio de las partes. Esta gía científica y una producción masiva a par-
Esta estructura permite la explota- influencia de la industrialización en la ar- tir de 1826 tras las investigaciones desarro-
ción de producción industrial de la quitectura nos permite analizar en su con- lladas en Mánchester por Eaton Hodgkin-
Figura 11a. Ferrocarril del Tajo, estaciones (Anales de la Construcción y de la
Industria, 1876).
81
Figura 10. Puentes prefabricados, sistema Eiffel. Catálogo comercial. Figura 11b. Ferrocarril del Tajo, estaciones (Anales de la Construcción y de la
Industria, 1876).
son y William Fairbairn. La primera conse- A partir de estas innovaciones se puede madera, en dimensiones unificadas, y
está posibilitada, también, por el bajo
cuencia de estas investigaciones fue la apari- plantear el proceso de prefabricación en los
precio en los clavos de acero; por otra
ción de la viga de hierro forjado de sección materiales de hierro y con él el concepto de
parte, reduce el tiempo de la puesta
en I. En 1830 y 1835, en Inglaterra y Ale- ensamblaje como sistema constructivo. Pro- en obra y no requiere mano de obra
mania, se laminaron los primeros raíles; en ceso que constituirá la base estructural de especializada; es decir, está concebida
1840, los establecimientos Le Creusot fabri- gran parte de la interesante y variada arqui- para que cualquiera pueda construir-
caron en serie viguetas de hierro; en 1857, tectura del hierro, plasmada en mercados, se su propia casa con poco o ningún
utillaje», en Historia de la arquitectu-
en Eschweiler Ave, se creó el primer taller de mataderos, estaciones, fábricas, almacenes,
ra moderna, Gustavo Gili, Barcelona,
laminación de vigas en I; en 1869, el VDT puentes, viaductos, muelles, etc. En 1856,
1974, pp. 256-257.
publicó un catálogo con las tablas de los per- James Bogardus al prologar el catálogo Illus- 15
GATZ, K. y HART, F.: Edificios con
files laminados, tablas que fueron elevadas a trations of Iron Architecture relaciona los sis- estructura metálica, Barcelona, 1968,
norma en 191715. temas, las ventajas y las características de es- pp. 11-12.
TESTIMONIO DE LA ERA DE LA INDUSTRIALIZACIÓN
ARQUITECTURA INDUSTRIAL,
axial, sobre la base de una media elipse ce- imprescindibles para la sucesión de talle-
rrada por su diámetro. En el centro, la ca- res, parecen excluir los repliegues que la
sa del director; a ambos lados, las fábricas teoría dicta para articular las masas. [...]
de sal; en el perímetro, los pabellones pa- Sin embargo, no se ha hecho todo presen-
86
ra los operarios y sus familias (con un es- tando a la vista las dimensiones dictadas
pacio central comunitario alrededor de por las necesidades; es necesario aún que
una chimenea), intercalándose con otros el carácter del edificio sea el adecuado; es
pabellones destinados a los artesanos y sus necesario que el espectador menos instrui-
talleres (talleres de carreteros, toneleros y do pueda juzgarlo; es menester aún que se
almacenes de hierro), y en los extremos, la puedan distinguir los vapores salados que
residencia de los comisarios e intendentes; envuelven los tejados de la fábrica de la
junto a la entrada principal, la casa de los pútrida humareda que exhalan los altares
guardianes y la cárcel. El complejo resalta donde se queman víctimas».
no sólo por la particular concepción ar- Esta nueva organización industrial sirvió
quitectónica de Ledoux, su neoclasicismo de modelo a la política económica de la nue-
25
LEDOUX, C. N.: La arquitectura
romántico, sino por sus propias reflexio- va dinastía borbónica en nuestro país duran-
considerada bajo sus relaciones con el
nes recogidas en su proyecto personal so- te el siglo XVIII. La atención del Estado se
arte, las costumbres y la legislación,
(1804), traducción realizada por la bre La ciudad ideal de Chaux. Así, Ledoux, concentró, sobre todo durante el reinado de
Cátedra de Análisis de Formas Ar- nos describe, las fábricas de sal25, inci- Carlos III, en el desarrollo de los sectores
quitectónicas, Escuela Técnica Supe- diendo en dos aspectos, la funcionalidad y textil y metalúrgico. Así surgieron, de la ma-
rior de Arquitectura, Madrid, 1984, el carácter parlante: «Dos edificios iguales no de los Reales Cuerpos de Artillería e In-
p. 93. ocupan los lados de un círculo inmenso; genieros Militares, las Reales Fundiciones de
26
RABANAL, A.: «El reinado de Car-
los edificios de grandes dimensiones no Sevilla, Barcelona y Toledo26, la Real Fábri-
los III en la Arquitectura de las Rea-
les Fundiciones españolas», Fragmen- necesitan ornamentos para hacerse valorar ca de Paños en Brihuega o la Real Manufac-
tos, n.os 12-13-14, Madrid, 1988, [...]. La multiplicidad de necesidades que tura de Tabacos de Sevilla, entre otros mu-
pp. 103-113. hay que atender, las líneas prolongadas chos ejemplos.
La fábrica de pisos
o la estética manchesteriana
La nave industrial
Otra de las soluciones que mayor desarro- dustria armera fundada en 186435.
llo han tenido en los edificios industriales
desde finales del siglo XX ha sido el shed o Del rail al entramado metálico
cubierta de dientes de sierra. Este tipo pue-
de definirse como aquella nave que tiene un En 1784, el siderúrgico inglés Henry Cort
conjunto de pilares dispuestos en retícula so- laminó raíles de hierro forjado; en 1824,
bre los que descansan cerchas asimétricas. A Thomas Tredgold propuso la sección en I
través de esta solución se resuelve la posibili- como el formato más eficiente de las vigas
dad de ampliar lateralmente la nave sin per- metálicas; en 1841, Robert Stephenson
der iluminación y ventilación. «El Shed adoptó la vigueta en serie, de hierro forjado,
–nos comenta J. A. Sanz– puede explicarse en la construcción de puentes de ferrocarril.
como la evolución de la nave. Es también un Es el inicio de un proceso prolífico de estu-
edificio en una sola planta, que puede ex- dios sobre diferentes armaduras metálicas.
tenderse en las dos direcciones; una serie de Armaduras metálicas que tuvieron una gran
pilares soportan unas estructuras asimétricas aplicación en las redes del transporte.
que orientan una de sus caras al norte; esta El puente durante el siglo XIX y primeras
cara, la corta, está guarnecida por vidrio pa- décadas del siglo XX, se mueve en torno a
ra obtener una iluminación cenital unifor- dos tipologías básicas: arcos y vigas rectas.
me. El encuentro de la estructura con la co- Ambas tipologías irán proporcionando nu-
Sin embargo el tramo o viga recta será el
más utilizado y, sobre todo va a ser el más
característico del mundo ferroviario37. Estos
elementos lineales conseguían una luz y ca-
pacidad de carga muy superior a lo realiza-
do con anterioridad. Con el puente metáli-
co surgen algunas celosías que demostraron
su eficacia, y por ello fueron patentadas, re-
petidas y reconocidas por su idoneidad.
TESTIMONIO DE LA ERA DE LA INDUSTRIALIZACIÓN
39
con menor desarrollo en nuestro país, fue- de alma llena formada por planchas de hie- Antes de la llegada del hierro, mu-
ron el sistema Polonceau construido en Se- rro forjado roblonado configurando la sec- chos de nuestros primitivos puentes
ferroviarios fueron de madera, como
villa en el Puente de Triana, o el sistema ción. Eran fáciles de construir y fueron muy
lo fueron muchos de los primeros 93
Vergniais, que dio origen a algunos pro- utilizados en los tramos cortos ferroviarios. puentes europeos, pues ahorraban la
yectos que no llegaron a construirse, pese a Entre los ejemplos españoles se contaba con inversión inicial de la línea ferrovia-
ser un modelo bastante utilizado en Fran- el Viaducto de la calle Segovia, proyectado ria, eran económicos, de fácil cons-
cia en la segunda mitad del siglo XIX. por Eugenio Barrón en 1861. trucción y montaje. Así grandes in-
El puente metálico con viga de alma lle- El puente metálico con viga de celosía o genieros de estructuras metálicas,
como Telford o Brunel construyeron
na o viga tubular está constituido por vigas de celosías múltiples es uno de los modelos
muchos puentes de madera en los
de hierro dulce o forjado. Los tubulares tie- más utilizados en las líneas del ferrocarril es-
primeros años de implantación del
nen una sección rectangular hueca y los de pañol, francés y portugués, sobre todo en ferrocarril en Europa. El sistema
alma llena, o también llamados laminares, los años de su implantación. Son grandes Town, son vigas de celosías de made-
son una sección en doble T de alma llena. celosías de mallas a 45° basadas en el mode- ra muy cerradas, patente del arqui-
Fue un sistema muy utilizado en puentes de lo Town de madera39. El puente de Kehl so- tecto americano Ithiel Town en
1820. La viga constaba de dos lar-
ferrocarril desde que Stephenson y Flachat, bre el Rhin de 1859 y el viaducto de Fri-
gueros de madera horizontales uni-
a partir de 1849, construyeron grandes burgo de 1862 pueden ser dos de los
dos por largueros inclinados a 45° en
puentes como el Britannia sobre el estrecho grandes ejemplos. Entre los españoles el los dos sentidos. Es un sistema muy
del Menai o el Langon sobre el Garona. Son más monumental es el puente Internacional utilizado en los puentes cubiertos
un antecedente de los modernos puentes de sobre el Miño en Tuy, proyectado en la dé- americanos construidos desde esa fe-
sección en cajón. El modelo tubular, tipo cada de los años ochenta por Pelayo Man- cha hasta la primera mitad del si-
Britannia con circulación interior no tuvo cebo, o bien el Viaducto del salado de la lí- glo XX. Son puentes, en general, mix-
tos, con pilas de sillería y tablero de
mucha difusión en Europa, aunque sí se nea de Linares a Almería proyectado por los
madera. Será el modelo por excelen-
construyeron algunos de circulación exte- ingenieros de Fives-Lille a finales del siglo. cia en los puentes de ferrocarril, lle-
rior. Sin embargo, los más extendidos fue- La armadura Pratt fue patentada en 1844 gando a ser la primera imagen de es-
ron los puentes de palastro de sección en I por Caleb Pratt y su hijo Thomas, compi- te nuevo sistema de transporte.
TESTIMONIO DE LA ERA DE LA INDUSTRIALIZACIÓN
Figura 25. Puente en Carcaixent. Fondo Cdr. Figura 26. Puente en Cullera. Fondo Cdr.
ARQUITECTURA INDUSTRIAL,
tiendo con la armadura Whipple (1847) y la pero siendo precisos para transmitir la so-
Warren (1848) como sistema de viga recta brecarga por la unión de las viguetas...»41.
en puentes de ferrocarril. Tiene una morfo- Ha sido una viga muy utilizada hasta la
logía muy semejante a la viga Howe pero primera década del siglo XX, pero el estu-
aquí son las diagonales las que utilizan el dio posterior de su comportamiento en es-
hierro forjado. La armadura Pratt fue lenta- fuerzos y sobrecarga por velocidad, dieron
94
mente aceptada, pero será a partir de 1875, a conocer numerosas anomalías. Por ello es
tras la construcción con este tipo de arma- un sistema de puente que se utiliza poco a
dura del puente en Portage en Nueva York partir de 1915.
(línea Nueva York-Erie), cuando la viga La viga Warren fue patentada por James
Pratt fue ampliamente aceptada en el mun- Warren en Inglaterra en 1848. Tenía seis di-
do ferroviario40. El gran número de puentes seños diferentes según el empleo de hierro
realizados en las líneas férreas españolas con forjado o fundido en los diferentes elemen-
este sistema confirma totalmente este hecho. tos. En la mayoría (excepto un diseño), el
El puente de viga de cruces de San An- cordón superior y las diagonales eran de
drés surge de la «superposición de dos vi- fundición, y sólo en uno de los diseños el
gas simples, tipos Pratt y Howe –nos co- entramado era totalmente de hierro forjado.
menta D. Mendizábal–, obteniéndose una En este sistema los largueros o cordones es-
viga en la cual en todos los recuadros hay tán unidos por diagonales que forman
diagonal y contradiagonal para que cada triángulos equiláteros (algunos son isósce-
una trabaje a la extensión y compresión les). Una de las obras más conocidas es el
40
KRANZBERG, M., y PURSELL, C. W.: respectivamente, aligerándose de un modo Viaducto de Crumlin construido entre
Historia de la Tecnología. La técnica en extraordinario la sección de los montantes 1853 y 1855.
Occidente de la Prehistoria a 1900,
que por no trabajar como tales, por estar Otro modelo muy utilizado en España pa-
Gustavo Gili, Barcelona, 1981, p. 428.
41 neutralizados y anulados los trabajos de ra puentes carreteros fue la viga bow-string.
MENDIZABAL, D.: Estudio y cons-
trucción de tramos metálicos, Sucesores compresión y extensión que en las vigas Su término proviene de bow and string, arco
de Rivadeneyra, S. A., Madrid, 1928, simples habían de resistir, teóricamente y cuerda, puente en el que el arco trabaja a
p. 294. son innecesarios, pudiéndoseles suprimir, compresión y la cuerda a tensión. Fue un
modelo muy extendido en la Inglaterra de la lísticos del XIX propios de la arquitectura
primera mitad del siglo XIX. Como ejemplos monumental o civil. Así, pues, clasicismos,
relevantes tenemos el puente de Windsor historicismos (neogótico, neorrenacimien-
(1848-1849) realizado por Brunnel o el de to, neomudéjar, etc.), eclecticismos y mo-
Newcastle (1846-1849) de Stephenson. El dernismos aparecen marcando las fachadas
sistema bow-string aunque utilizado de for- e interiores de las industrias, adquiriendo de
ma intermitente ha permanecido hasta bien este modo ese carácter estético próximo a la
entrado el siglo XX. Este sistema llamado arquitectura monumental. No por ello se
también por los ingenieros españoles de vigas perderá de vista la función y la propia eco-
parabólicas, había surgido en Inglaterra en el nomía como factores de la empresa, pero no
segundo cuarto del siglo XIX como una va- supone que esté reñido con la nueva imagen
riante del sistema Pratt al introducir el cor- más estética de la fábrica.
dón superior curvo. Competía en economía Con ello se perseguía el objetivo de con-
con los de alma llena y de celosía a partir de solidar el poder económico de la empresa,
los 40 m de longitud. Se construían de tra- en un mercado cada vez más competitivo, a
mos iguales, con una altura de la viga para- través de una imagen atentamente estudia-
bólica entre 1/7 y 1/8 de la luz. da que impresionase favorablemente sobre
Otros muchos sistemas podríamos citar: los beneficios de la empresa, neutralizando,
la armadura Whipple, Howe, Linville, Vie- además, cualquier referencia a conflicto so-
rendel, Bollman42; sistemas que nos permi- cial. El factor estético de una fábrica asume
tirían desarrollar la historia del puente me- el valor comercial y, como tal, debe aplicar-
95
tálico, elemento patrimonial en grave se a todo el complejo industrial, fábrica,
peligro de extinción. edificio de administración, talleres, almace-
nes, viviendas de operarios. Otro aspecto
La fábrica sofisticada o el carácter que influirá en esta evolución estética de la
de empresa fábrica será su ubicación en la ciudad, bien
en la periferia o bien en el propio centro ur-
En la segunda mitad del siglo XIX se empie- bano. Pues como ya hemos comentado, la
za a percibir un cambio en el carácter de la industria se libera de las naturales fuentes de
arquitectura industrial. Aparte de las inno- energía y se desplaza a la ciudad donde pue-
vaciones técnicas y de la renovación de los de llevar a cabo el ciclo completo del capi-
espacios de trabajo, producto de un nuevo tal (producción, distribución y consumo).
pensamiento social en la primera mitad del En ocasiones, era recomendable el uso del
siglo, también se va a gestar un cambio en elemento natural, como jardines en la en-
la imagen de la fábrica. Su ubicación en la trada de la fábrica, grandes patios, para cre-
ciudad, el auge económico libre-cambista, ar una cierta cohesión de ambientes de difí-
la nueva mentalidad de la empresa, la apari- cil convivencia en la ciudad. Por ello fue
ción de un mercado más competitivo, son muy utilizado el recurso a una puerta mo-
nuevos factores que provocan una renova- numental al espacio de la fábrica, puerta
ción del carácter estético de muchos edifi- que simboliza la entrada al mundo del tra-
cios industriales. De tal forma, que en las bajo, al mundo de la disciplina productiva, 42
MENDIZABAL, D.: Estudio y cons-
últimas décadas del siglo, la arquitectura in- desde donde se dirige y distribuyen los re- trucción de tramos metálicos, Sucesores
dustrial no es ajena a los movimientos esti- corridos del obrero a los distintos puntos de Rivadeneyra. S. A., Madrid, 1928.
TESTIMONIO DE LA ERA DE LA INDUSTRIALIZACIÓN
ARQUITECTURA INDUSTRIAL,
Figura 27. Almacén de naranjas Carcaixent. Fondo Cdr. Figura 28. Almacén de naranjas Alzira. Fondo Cdr.
definible y al que se le puede atribuir un al- R. Banham– se obtiene una magnífica sín-
cance internacional: muros texturados con tesis entre forma y función en la arquitectu-
el recurso de la expresión de los sistemas ra industrial.
constructivos de la piedra, el ladrillo y la ce- A pesar de algunos precedentes aislados,
rámica; ventanas generalmente bíforas que como la barca fabricada por Coignet en
ARQUITECTURA INDUSTRIAL,
54
GROPIUS, W.: «Die Entwicklung ingeniería en sus textos programáticos, ni su pensamiento de los paradigmas propuestos
100 Moderner Industriebaukunt», Jarh- contribución en la construcción industrial por Newton unos siglos antes. Le Corbusier,
buch des Deutschen Werbunddes, en las primeras décadas del siglo XX. en 1920, comenta: «No en busca de una idea
1913.
Pensemos que estas características fueron arquitectónica, sino guiados simplemente
las que llamaron la atención de Gropius, de por las necesidades de una demanda impe-
Le Corbusier, de Mendelshon, de Bruno riosa, la tendencia de los ingenieros actuales
Taut, de Curt Behrendt, en sus escritos sobre se dirige hacia las líneas generadoras y revela-
arquitectura moderna. La verosimilitud, la doras de los volúmenes; ellos nos muestran el
regularidad, las formas puras y básicas, las ge- camino y crean los hechos plásticos, claros y
ométricas y las abstractas, la aplicación de límpidos, que dan solaz a nuestros ojos y
una arquitectura científica, su lógica y mag- proporcionan el placer de las formas geomé-
nífica construcción, la expresión exacta de la tricas a nuestra mente. Así son las fábricas,
forma, libre de todo efecto casual, la claridad los alentadores primeros frutos de la nueva
de contraste, la articulación ordenada en la era. Los ingenieros actuales están en concor-
disposición de cada elemento son las reglas dancia con los principios que Bramante y
básicas de la arquitectura industrial y serán Rafael aplicaron hace mucho tiempo». Igual-
los modelos que los arquitectos europeos an- mente Le Corbusier, en 1923, incide de nue-
helaban para su futuro arquitectónico. Gro- vo al decirnos: «Los prototipos industriales se
pius, en 191354, al tratar los elevadores de convirtieron en modelos literales para la ar-
grano americanos nos dice: «Su individuali- quitectura moderna, mientras que los patro-
dad es tan inconfundible que el significado nes arquitectónicos históricos eran sólo ana-
de la estructura resulta evidente para el ob- logías seleccionadas por algunas de sus
servador». Qué próximo se encuentra este características. Por decirlo de otro modo, las
Figura 32b. Nave industrias Quími-
cas Cross.