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Arquitectura industrial,

testimonio de la era de la industrialización


INMACULADA AGUILAR CIVERA
Cátedra Demetrio Ribes. Universidad de Valencia

La Arqueología Industrial: una realizaba efectivamente este trabajo, qué


nueva disciplina científica técnicas se utilizaban y con qué tecnología.
4. Conocer (reconstruir) el contexto físico
La Arqueología Industrial es la disciplina en que se realizaba el trabajo y las condicio-
científica que estudia y pone en valor los nes en las que obreros y empresarios, con
vestigios materiales y testimonios históricos sus familias, vivían y se comunicaban. 5.
de los procesos productivos y de su tecnolo- Finalmente, intentar llegar a su mentalidad,
gía reciente. Su estudio nos aproxima a una a la forma de estar en el mundo, yo diría,
mejor comprensión de las estructuras y los que es fruto de los anteriores elementos. Es
mecanismos que han generado el desarrollo decir, la Arqueología Industrial, a través de
de las sociedades técnico-industriales, sus la reconstrucción de actividades materiales,
fuentes de energía, sus lugares y espacios de ha de servir también para iluminar los as-
trabajo, su organización productiva, su for- pectos no materiales del trabajo en el pasa-
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ma de responder a una economía de merca- do del hombre»2.
do. Ya en 1963, uno de los padres de esta Esta disciplina nace, además, en íntima
disciplina, Kenneth Hudson1, nos proponía relación con el movimiento de revaloriza-
que la finalidad de estos estudios científicos ción del Patrimonio Industrial. Al respecto,
era «el descubrimiento, la catalogación y el Angus Buchanan, unos años después, en las
estudio de los restos físicos del pasado in- conferencias que se impartieron en la Uni-
dustrial, para conocer a través de ellos as- versidad de Bath, incide más en la preserva-
pectos significativos de las condiciones de ción, sin apartarse por ello del análisis y la
trabajo, de los procesos técnicos y de los interpretación y define la Arqueología In-
procesos productivos». El objetivo priorita- dustrial como «aquel estudio que trata o tie-
rio era conseguir un mayor y mejor conoci- ne por objeto el descubrimiento, análisis,
miento de nuestro pasado industrial. Este registro y preservación de los restos indus-
autor pionero de la disciplina detallaba los triales del pasado, para lo que es preciso re- 1
HUDSON, K.: Industrial Archaeo-
aspectos más relevantes a tener en cuenta en currir al trabajo de campo y, en ocasiones, a logy. An Introduction, Londres, J. Ba-
estos estudios: «1. Saber lo máximo posible las técnicas excavatorias de los arqueólo- ker, 1963, y World Industrial Ar-
acerca de las condiciones de trabajo y de la gos»3. De esta forma, uno de los principales chaeology, Cambridge, 1979.
2
actitud mantenida por obreros y empresa- objetivos de la Arqueología Industrial ha si- Citado por ARACIL, R., en «La in-
do, desde su origen, el restablecimiento y la vestigación en Arqueología Indus-
rios en este trabajo. 2. Saber todo aquello
trial», I Jornadas sobre la Protección y
que obreros, empresarios, propietarios, téc- restauración de sus elementos industriales,
Revalorización del Patrimonio Indus-
nicos, etc., han variado o innovado en los bien a través de su consolidación, recupe- trial, Departamento de Cultura del
procesos y métodos de trabajo y con qué fi- rando su primitivo aspecto e imposibilitan- Gobierno Vasco, Bilbao, 1984, pp. 19.
nalidad. 3. Saber cómo, de qué forma, se do su desaparición, bien a través de su re- 3
Op. cit., p. 23.
novación o reutilización para otros usos, objeto de este patrimonio: al monumento
convirtiéndolo, en ambos casos, en la me- (o bien inmueble), al artefacto o la máqui-
moria del pasado industrial, conservando su na, al documento y al registro oral. Cuatro
memoria histórica y urbana. campos de trabajo que son fundamentales
La aceptación del patrimonio industrial en el análisis y valoración de un elemento
como parte de nuestro patrimonio histórico industrial. Cuatro campos de trabajo en los
y cultural ha tenido paulatinamente desde que inciden muchas disciplinas de carácter
los años setenta del siglo XX una mayor científico, histórico y artístico, disciplinas
aceptación. Han sido el interés social y la que se apoyan en métodos y fuentes, anti-
TESTIMONIO DE LA ERA DE LA INDUSTRIALIZACIÓN

sensibilidad social los principales factores guos y nuevos.


determinantes para conseguir la revaloriza- El análisis e investigación de este patri-
ción de este patrimonio. Sus acciones socia- monio reciente tiene sus propias particula-
les, sus protestas, la creación de asociaciones ridades, de la misma forma que el estudio
locales, sus estudios puntuales sobre fábri- de otras épocas históricas plantean diferen-
ARQUITECTURA INDUSTRIAL,

cas, máquinas y procesos, sus actuaciones tes problemáticas en su análisis. En este sen-
en elementos industriales, restaurando o tido, para el estudio de este patrimonio, es
reutilizando con fines culturales, didácticos evidente que se mantiene el uso de las fuen-
o turísticos, etc., han sido decisivos para tes tradicionales: fuentes documentales en
conservar, preservar y, en muchos casos, archivos y fuentes publicadas (obras genera-
reutilizar estos vestigios de nuestro pasado les, revistas y publicaciones periódicas); sin
industrial. Igualmente no queda duda de embargo, el período al que nos referimos, la
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que también ha influido la crisis económica era mecánica y el objeto estudiado, el resto
y la reconversión industrial que se ha plan- industrial, nos remite a otras fuentes especí-
teado desde los años sesenta, con el proble- ficas de la época. Fuentes que la arqueología
ma de la conservación de grandes zonas industrial ha utilizado desarrollando y di-
industriales obsoletas o de pequeñas indus- fundiendo una nueva metodología científi-
trias sin uso ubicadas en nuestras ciudades, ca de análisis e investigación. Por ello, quie-
o de infraestructuras ingenieriles inadecua- ro referirme a la importancia que adquieren
das al sistema de comunicaciones actual, o en nuestra investigación el estudio de los ar-
de equipamientos técnicos públicos ya ca- chivos de empresa, el vaciado de la «litera-
ducos para la sociedad del siglo XXI. Esta tura gris» en revistas profesionales, la histo-
problemática ha provocado que muchas ad- ria oral y el registro arqueológico.
ministraciones municipales y estatales se Es por ello de enorme interés introducir-
plantearan la conservación, el uso o el de- nos en los archivos de empresa, rico y valio-
rribo de estos vestigios industriales, se ini- so material que debido a la evolución pro-
ciaran inventarios y catálogos, se propusiera pia de estas empresas, cierres, quiebras,
la protección de algunos monumentos in- fusiones, traslados, etc., desaparece rápida-
dustriales, se reconvirtieran algunas anti- mente. El archivo de empresa ha sido defi-
guas fábricas en museos industriales. nido como «el conjunto de documentos
Si consideramos que el patrimonio in- producidos por una empresa en el desarro-
dustrial es un patrimonio integral, fiel refle- llo de las actividades que le son propias, de
jo del concepto y objetivos de la Arqueolo- manera orgánica y automática y conserva-
gía Industrial, debemos admitir como dos como testimonios e información». Tal
Figura 1. Carpeta Proyecto de la Sociedad Valenciana de Tranvías. Figura 2. Cartel publicitario. Archi- Figura 3. Forjados y vigas sistema Henne-
Archivo AFGV. vo AFGV. bique, 1893 (L’invention du béton armé,
1999).

como nos comenta O. Gallego4, la iniciati- documentación, demasiado teórica o par-


va por conservar estos archivos data de prin- cial dada por las revistas o por los certifica-
cipios del siglo XX. Así, la Cámara de Co- dos o títulos. Con esta información se han
mercio de Colonia, en Alemania, creó en podido reconstruir fábricas, máquinas, rui-
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1906 el primer archivo regional económico, nas, monumentos, y se han podido realizar
el Rheinisch-Westfälisches Wirtschftarchiv. prospecciones geológicas, construcciones e
También, desde esas mismas fechas, algunas instalaciones hidroeléctricas, agrícolas, hi-
empresas afrontan la problemática de su dráulicas, etc. [...] La incidencia y el impac-
propia documentación y se responsabilizan to que dejan las empresas abarcan múltiples
de su catalogación y de su custodia; así facetas que atañen a la población, al urba-
consta que se hizo en la empresa Krupp, en nismo, la sanidad, la religiosidad, la cultu-
Essen, en 1905, y en la empresa Siemens, en ra, etc.». Hoy todavía no existe una clara
Berlín, en 1907. Al final de su estudio, O. sensibilidad hacia estos archivos, ni una po-
Gallego nos plantea la importancia de estos lítica patrimonial enfocada a la conserva-
fondos documentales en los estudios de his- ción de estos fondos documentales.
toria local, historia de la técnica y arqueolo- Entre las fuentes publicadas, aparte de las
gía industrial: «La historia de la técnica y de tradicionales, los estudios de arqueología in-
la arqueología industrial encuentra gran ri- dustrial pueden encontrar gran información
queza en muchos de estos archivos, como en los catálogos industriales, fotografía cor-
ocurre con los informes de investigaciones o porativa, folletos, artículos especializados,
de ensayos de laboratorio, planos de instala- patentes, guías comerciales, carteles publici-
ciones de edificios, fotos, dibujos, catálogos tarios, propaganda, anuncios, etc., es decir,
de productos, estudios diversos sobre yaci- en todos aquellos soportes de los medios de 4
GALLEGO DOMÍNGUEZ, O.: «Los
mientos de minerales, inventos, perfeccio- comunicación que una empresa ha utilizado archivos de empresa», Abaco, Revista
namientos técnicos, proyectos de racionali- para posicionarse dentro de un mercado de Cultura y Ciencias Sociales, 2.ª épo-
zación, etc. Todo ello puede completar la competitivo; aspectos que definen en gran ca, n.º 1, primavera 1992, pp. 29-56.
fuentes orales son igualmente ricas y valio-
sas para el análisis del patrimonio indus-
trial. El padre de la Historia Oral en Ingla-
terra fue George Ewart Evans, el cual
publica su primer trabajo en 19707. Los pri-
meros estudios realizados tuvieron como
objeto la historia rural y sus aspectos folcló-
ricos (P. Thompson), pero éstos dieron in-
mediatamente paso a los estudios orales so-
TESTIMONIO DE LA ERA DE LA INDUSTRIALIZACIÓN

bre el mundo del trabajo (A. Howkins). Al


respecto, Robert Preks8 nos comenta cómo
esta historia oral puede ser considerada co-
mo una forma de «arqueología del rescate»
por recoger testimonios personales sobre in-
ARQUITECTURA INDUSTRIAL,

dustrias y procesos de trabajo que desapare-


cen; procesos vivos todavía en la memoria
Figura 4. Excavaciones en Alcoy. parte la imagen corporativa, la cultura de colectiva que nos proporcionan datos sobre
Col. I.A.C. empresa y la cultura arquitectónica de la in- la otra cara de la industria, la que no se ha
dustria5. Las publicaciones periódicas profe- recogido en los documentos: el entorno his-
sionales serán desde mediados del siglo XIX el tórico y social de la industria.
espacio de debate, el portador de corrientes Por último, debemos también apuntar la
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ideológicas, el promotor de nuevos campos importancia del método arqueológico en el
de conocimiento, el defensor de tendencias estudio del patrimonio industrial, de tal
culturales6. A su vez, es el tipo de comunica- forma que el registro arqueológico basado
ción impresa más dinámica en cuanto a pro- en la excavación, el análisis estratigráfico o
porcionar noticias sobre la industria y la el análisis espacial, será en muchas ocasio-
construcción: las nuevas máquinas y los nue- nes la premisa básica del trabajo en arqueo-
vos productos de la industria, los nuevos ma- logía industrial. M. Cerdá y M. García Bo-
5
AGUILAR CIVERA, I.: Arquitectura teriales y las nuevas técnicas de construcción, nafé inciden en la importancia de este
Industrial. Concepto, método y fuentes, los nuevos descubrimientos científicos, las método: «El análisis estratigráfico se revela
Diputación de Valencia, Valencia, nuevas patentes, etc. Junto a ellos, la propa- indispensable para la investigación en ar-
1998, pp. 217-235. ganda sobre los últimos productos apareci- queología industrial, entendiendo no sólo
6
ISAC, A.: Eclecticismo y pensamien-
dos en el mercado. Todo ello provoca una como estratos los diversos niveles acumula-
to arquitectónico en España. Discursos,
nueva situación en el orden informativo en dos en el subsuelo, sino también todo lo
revistas, congresos, 1846-1919, Gra-
nada, 1987, pp. 113. cuanto a la divulgación y la difusión de toda edificado sobre la superficie y el propio pai-
7
EWART EVANS, G.: Where beards la problemática relativa a la industria. El va- saje, porque todo ello es el reflejo, el resul-
wag all: the relevance of oral tradition, ciado y el estudio de estas revistas es uno de tado más bien, de la actividad humana, de
Londres, 1970. los fondos más ricos que podemos tener pa- sus relaciones sociales en un contexto deter-
8
PREKS, R.: «La història oral i el
ra comprender una época preocupada por minado. El principio estratigráfico nos per-
canvi industrial i social», Cultura
todo aquello que suponía progreso en la mite construir secuencias temporales y ti-
Material i Canvi Social. Actes del se-
gon Congrés d’Arqueologia Industrial ciencia, en la industria y en la técnica. pos, de los que tan necesitados está la
al País Valencia, AAVAI, Valencia, El registro oral, como se ha comentado arqueología industrial, cuya sistematización
1996, pp. 103-115. antes, es parte de nuestro patrimonio. Estas y análisis son indispensables a la hora de au-
mentar nuestros conocimientos históricos, industriales según las bases marcadas por el
ya que muchos de ellos en absoluto pueden Plan Nacional de Patrimonio Industrial; plan
extraerse únicamente de las fuentes escritas, que se está llevando a cabo desde el Instituto
como puedan ser, por ejemplo, las condi- del Patrimonio Histórico Español (Ministe-
ciones de vida y trabajo de los grupos socia- rio de Cultura, Dirección General de Bellas
les más desfavorecidos»9. Artes y Bienes Culturales) y cuyos criterios
fueron aprobados por el Consejo de Patrimo-
nio el 20 de abril de 2001. Éstos se articulan
La arquitectura industrial en tres apartados: A) Valor testimonial,
y su valoración artística Singularidad y/o representatividad tipológica,
Autenticidad e Integridad; B) Valor Históri-
Hoy día, el valor cultural e histórico de estos co-Social, Tecnológico, Artístico-Arquitectó-
edificios parece que está fuera de toda duda. nico y Territorial; C) Posibilidad de restaura-
Su conservación como testimonio de un pa- ción integral, Estado de conservación, Plan
sado industrial, de un momento histórico de Viabilidad y Rentabilidad Social, Situa-
determinado, desde un punto de vista glo- ción jurídica.
bal, es decir, el de un edificio que alberga un Los criterios planteados en el primer apar-
conjunto de máquinas o un sistema de tra- tado A) hacen referencia a la importancia del
bajo o una actividad comercial o una in- elemento en relación con otros elementos de
fraestructura, dentro de un entorno deter- su misma tipología o género, y comparativa-
minado, es un tema del que se es consciente. mente se le valora y evalúa, bien como vesti-
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Pero pese a ese interés creciente todavía falta gio testimonial en un entorno más o menos
una sensibilización de la opinión pública, próximo, bien por su singularidad o por ser
falta una formación especializada por parte el modelo más representativo de un género
de quienes van a intervenir en los programas arquitectónico determinado, bien por res-
de conservación y de rehabilitación de este ponder a las características que definen un
patrimonio, y aunque se ha avanzado, según tipo edilicio, o bien por conservar estas ca-
comunidades autónomas, en el estudio de la racterísticas sin contaminaciones superpues-
historia local de la arquitectura industrial, tas de otros períodos.
todavía es difícil plantear un catálogo com- Los criterios planteados en el segundo
pleto de estos elementos, unificar los crite- apartado B) hacen referencia a su valor his-
rios de valoración, evaluar cada uno de estos tórico y social dentro de un período y so-
elementos, conciliar la conservación y pre- ciedad determinada; a su valor tecnológico
servación de este patrimonio con los intere- como respuesta al desarrollo y evolución de
ses urbanísticos y sociales. Por ello, a corto la técnica, de la industria y del arte de cons-
plazo, los objetivos deberían ser: 1) conocer truir; al valor artístico de las formas y mo-
con mayor profundidad la historia de la ar- dos de construir representativas de los pa-
quitectura industrial; 2) definir los criterios radigmas de la era mecanizada, es decir,
de valoración para su catalogación y registro, funcionalidad, racionalidad, transparencia y 9
Véanse las voces: arqueología, ar-
y 3) plantear las bases para su preservación, sinceridad; a su relación con el territorio
queología industrial y registro arqueo-
restauración y rehabilitación. construido, sus implicaciones y derivacio- lógico en la Enciclopedia Valenciana de
Un punto de partida podrían ser los crite- nes a otros elementos que se aúnan para Arqueología Industrial, IVEI Genera-
rios de valoración y de selección de los bienes definirnos un paisaje industrial. litat Valenciana, Valencia, 1995.
TESTIMONIO DE LA ERA DE LA INDUSTRIALIZACIÓN

Figura 5. Estación del Grao, Valencia.


Fondo Cdr.
ARQUITECTURA INDUSTRIAL,

Los criterios planteados en el tercer apar- den, por ser la más antigua que se conserva
tado C) hacen referencia a sus posibilidades en España; podemos catalogar o proteger
de futuro, su nivel de conservación, su po- por su valor tecnológico un canal de nave-
sibilidad de una restauración integral (in- gación (Canal de Castilla) como una severa
mueble-mueble), su propiedad o situación y funcional fábrica de seda por su autentici-
jurídica, y, por último, la existencia de unos dad e integridad (fábrica Lombard en Al-
estudios o plan estratégico que valore su moines).
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viabilidad y rentabilidad social. Los valores testimoniales, singulares,
Con este sistematizado y amplio plantea- representativos, así como los históricos, so-
miento podemos seleccionar tanto el con- ciales, técnicos y territoriales, han sido reco-
junto de la Colonia Sedó en Esparraguera nocidos y valorados en muchos de los ele-
como modelo urbanístico y sociológico de mentos industriales seleccionados. Sin
vivienda obrera, como la estación del Grao embargo, analizar y valorar, desde el punto
de Valencia, una estación de segundo or- de vista artístico-arquitectónico, una severa

Figura 6a. Fábrica Lombard en Almoines. Col. I.A.C. Figura 6b. Fábrica Lombard en Almoines. Archivo Histórico Ayuntamiento
de Gandía.
fábrica decimonónica, un funcional mata- La industria de la construcción
dero, una estación estandarizada, un racio- en la «era mecánica»
nal puente metálico, ha sido y es todavía un
reto en nuestra profesión. Por ello, y ante Los nuevos conceptos vitales e ideológicos,
todo desde mi propia especialidad, la histo- provocados por la revolución industrial, tales
ria del arte, creo que es importante incidir como economía, intercambiabilidad, com-
en el análisis de las características de este pa- patibilidad, facilidad de servicio, precisión en
trimonio industrial y en la valoración de es- el tiempo, control de calidad, previsión anti-
tos aspectos arquitectónicos e ingenieriles. cipada de la acción, llevarán a la arquitectura
Siempre he comentado que el valor fun- y la ingeniería contemporáneas a plantearse
cional, racional y sincero de estos edificios unas formas, unas técnicas y unos procesos
industriales, que se materializan con volú- de construcción que reflejarán claramente es-
menes geométricos, severidad en las formas, tas nociones propias de las nuevas necesida-
con articulaciones regulares y ordenadas, des de la producción industrializada.
con economía de medios, han provocado A su vez, el modelo de pensamiento cien-
un rechazo de su valor artístico. Es decir, es- tífico que rige el período de la industrializa-
tas características que son propias de la in- ción deriva de los paradigmas propuestos
dustria han ido, curiosamente, en detri- un siglo antes por la ciencia (la mecánica
mento de su valor patrimonial. clásica de Newton). La extraordinaria efica-
Pero, lo que es evidente, es que para ha- cia demostrada por esta forma de pensa-
blar de valores artísticos del patrimonio in- miento en el campo de las aplicaciones con-
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dustrial de los siglos XIX y XX no podemos siguió elevarla a un modelo de referencia
ni debemos regirnos por los parámetros que para toda actividad que deseara llamarse ra-
se usan para un monumento artístico de cional y científica. Durante este período,
épocas anteriores (gótico, renacentista, ba- ciencia, técnica e industria pensaban y ac-
rroco). Estamos hablando de la Edad Con- tuaban en base a estos paradigmas.
temporánea. También nos encontramos en En un sentido amplio, la construcción de
plena era mecánica, que ha revestido a la in- edificios e infraestructuras es, en efecto, una
geniería y a la arquitectura de unas nuevas industria, por la cual la sociedad materiali-
características propias como respuesta a la za, transmite y transforma su cultura. Esta
influencia de la industrialización. Caracte- cultura se observa ante todo en determina-
rísticas que son representativas de una épo- das ramas del arte de la construcción, en la
ca determinada y en ellas debemos ver ese arquitectura para la industria, en la arqui-
nuevo factor estético y artístico propio de la tectura de empresa, en la arquitectura del
edad contemporánea. hierro, en la ingeniería de la arquitectura o
Curiosamente, estos valores artísticos se la arquitectura del ingeniero. Estas nuevas
aceptan y se proponen positivamente para manifestaciones arquitectónicas e ingenieri-
la arquitectura contemporánea; sin embar- les vinieron, además, íntimamente relacio-
go, como he dicho, estos mismos valores nadas con la aparición en el mercado de
van en detrimento de la valoración patri- nuevos materiales preparados por la propia
monial de la ingeniería y la arquitectura téc- industria, como el hierro, el acero o el hor-
nica e industrial. Ésta es la paradoja sobre la migón armado, y tuvieron sus mejores apli-
que debemos reflexionar. caciones en los nuevos tipos edilicios que
Figura 7. MACOSA, Valencia. Col.
F. Signes.
TESTIMONIO DE LA ERA DE LA INDUSTRIALIZACIÓN

surgieron como resultado de las nuevas ne- trial, pero si pensamos en la arquitectura,
cesidades de la sociedad industrial. De ahí tanto de una industria como de una esta-
que estas manifestaciones industriales res- ción, un comercio, un mercado, un puente,
pondan, en mayor y mejor medida que una vivienda obrera, un depósito, observa-
ARQUITECTURA INDUSTRIAL,

otros sectores de la arquitectura, a las carac- mos que todas ellas se rigen a través de tres
terísticas ideológicas, sociales y económicas nuevos factores de la era mecánica, factores
del período, constituyendo su representa- que surgen de los nuevos planteamientos de
ción más significativa. la ciencia, de la industria y del mercado en
En primer lugar, creo que es importante este período.
centrar el significado de arquitectura indus-
trial10. Podemos definir arquitectura indus- La ciencia
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trial como aquella que tiene una finalidad
explotativa, industrial, viva expresión del co- Por ello, primero debemos hablar de la in-
mercio y que tiene su fundamento en unas fluencia de la ciencia y en concreto de los
necesidades socioeconómicas determinadas paradigmas propuestos un siglo antes por la
por la revolución industrial. Esta definición mecánica clásica de Newton. Como nos co-
reúne a todos aquellos edificios construidos menta E. Manzini11, «la técnica moderna y
o adaptados a la producción industrial cual- la industria nacieron y se desarrollaron
quiera que sea o fuese su rama de produc- adoptando modelos de pensamiento y pra-
ción. Igualmente debemos de tener en cuen- xis operativas derivadas de los paradigmas
ta todas las manifestaciones arquitectónicas, propuestos un siglo antes por la ciencia (la
ingenieriles o tecnológicas del ciclo produc- mecánica clásica de Newton). Llamaremos
tivo-industrial: la distribución de su produc- a tales paradigmas “modelo mecánico-re-
ción y su consumo. Es decir, es una rama del ductivista”. Éstos preveían que la compleji-
arte de la construcción que engloba todas las dad de un fenómeno pudiera reducirse, en
10
AGUILAR CIVERA, I.: Arquitectura tipologías edilicias derivadas de la industria- todo momento, a la sencillez de sus ele-
Industrial. Concepto, método y fuentes, lización, industrias productivas, industrias mentos constitutivos, y que en un fenóme-
Diputación de Valencia, Valencia, extractivas, industrias energéticas, industrias no fueran siempre válidas unas concretas y
1998.
11
del transporte y de las comunicaciones, definibles relaciones causa-efecto, que el
MANZINI, E.: Artefactos. Hacia
equipamientos técnicos colectivos, infraes- observador pudiera considerarse fuera del
una nueva ecología del ambiente arti-
ficial, Celeste Ediciones y Experi- tructuras y obra pública. sistema observado y, por lo menos en teoría,
menta Ediciones de Diseño, Madrid, Lógicamente, esta definición amplía el que éste fuera capaz de disponer de toda la
1992, p. 115 sentido hasta hoy de la arquitectura indus- información necesaria para definir el siste-
ma». Este pensamiento, a partir de enton-
ces, fue modelo para toda actividad científi-
ca y en sus aplicaciones industriales. Por
ello, el proyecto técnico es concebido como
mecánico-reductivista, tanto en la organiza-
ción de la producción (el taylorismo y el
fordismo se basan en la idea de que las ope-
raciones se puedan descomponer y recom-
poner) como en el modelo de mercado o
como en el arte de la construcción. Según
este mismo autor, con ello se simplificaba la
realidad y se llegaba «a un gran modelo li-
neal, transparente y comprensible al cual
poder referirse hablando una lengua concre-
ta y referencial»12.
Estos modelos de pensamiento nos ha-
blan de funcionalidad, de racionalidad, de material se muestra sincero en su estricta ca- Figura 8. Construcción del Viaducto
transparencia y de sinceridad en el arte de la lidad, con sus propias y singulares caracte- de Santa Ana. Museo del Ferrocarril-
Delicias. Fundación de Ferrocarriles
construcción. La funcionalidad es el nuevo rísticas y propiedades. En ellos se determina
Españoles. Archivo Fotográfico MZA.
criterio de la arquitectura industrial, su mi- la forma sincera y el volumen correcto y da-
sión es precisa y debe cumplirse de la mane- rá como resultado una arquitectura «justa y
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ra más adecuada. La forma y el volumen del bella». La ligereza será su expresión espacial.
edificio están al servicio de la función que el En este sentido, la obra del ingeniero es el
edificio debe asumir, de la maquinaria que modelo a seguir.
debe acoger y de la organización de la pro-
ducción que se tenga que establecer. Es su La industria
principio más básico y el que en mayor me-
dida define esta arquitectura. Es a partir de En segundo lugar será la propia revolución
este período que surgen múltiples tipos edi- industrial la que provocará unos nuevos 12
Op. cit., p. 116.
licios, los cuales van a responder a las nuevas conceptos vitales e ideológicos, como son la 13
Al referirse a la arquitectura in-
necesidades de la industria y de la sociedad: economía, la intercambiabilidad, la compa- dustrial contemporánea, Celestino
distintos tipos fabriles según su sector pro- tibilidad, la prefabricación, la estandariza- García Braña comenta: «La literali-
dad de la transparencia juega un pa-
ductivo, nuevas tipologías como estaciones, ción. Conceptos que ya venían asumidos
pel fundamental en la exhibición del
mercados, mataderos, galerías comerciales, por la máquina y la industrialización, má-
funcionamiento interno del edificio,
grandes edificios de oficinas, etc. quina que no es sólo un dispositivo concre- lo que permite mostrar al mundo la
Estos nuevos tipos edilicios son concebi- to o un ingenio, sino una máquina social, idoneidad de lo que en el interior se
dos como una actividad racional y científi- una organización racional de la producción. está produciendo, la literalidad de lo
ca y, por lo tanto, analítica, mecanicista y La máquina en este proceso de industriali- que es, sin ningún tipo de mediacio-
nes», en «Industria y arquitectura
casual. En ellos, el mecanismo de sus órga- zación introduce los conceptos de repeti-
moderna en España, 1925-1965»,
nos de funcionamiento, de su distribución, ción, de estándar, de serie y de unidad en el
La arquitectura de la industria, 1925-
es transparente13, se puede leer todo el pro- pensamiento del constructor. Estos princi- 1965, Registro Docomomo Ibérico,
ceso constructivo y organizativo, se intenta pios necesitan previamente la elaboración Fundación Docomomo Ibérico, Bar-
exhibir su propia racionalidad. En ellos, el de un modelo, de un prototipo, de un pla- celona, 2005, p. 43.
TESTIMONIO DE LA ERA DE LA INDUSTRIALIZACIÓN
ARQUITECTURA INDUSTRIAL,

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Figura 9a. Iglesia prefabricada en Arica. G. Eiffel. Col. I.A.C. Figura 9b. Iglesia prefabricada en Arica. G. Eiffel. Col. I.A.C.

14
L. Benévolo nos comenta: «Se tra- no, es decir, de una común medida. El pla- texto la arquitectura prefabricada, la arqui-
ta de una estructura sin la habitual je- no será la referencia para el control del buen tectura estandarizada y la arquitectura de
rarquía de elementos principales y se- funcionamiento del sistema y para el con- ensamblaje.
cundarios unidos por ensamblaje, trol del objeto producido. El prototipo, o lo La producción en serie de elementos de la
sino que se basa en multitud de listo-
que es lo mismo: el modelo a repetir, es construcción, la normalización y la adapta-
nes delgados de dimensiones norma-
también el modelo de la organización del bilidad de sus partes y componentes son los
lizadas colocados a distancias modu-
ladas y fijadas con simples clavos; los trabajo, del proceso de producción. Es la re- principios de la prefabricación en arquitec-
vanos, puertas y ventanas son necesa- presentación concreta, bajo forma de obje- tura. Uno de los primeros ejemplos relevan-
riamente múltiples del módulo fun- to, de la concepción misma de este proceso. tes lo encontramos en la llamada estructura
damental; un entramado de tablas en Es necesario, pues, crear ese modelo, codifi- Balloon Frame14. Pero el material idóneo pa-
diagonal asegura la resistencia al vien-
car el método, dividir el trabajo en tareas re- ra este nuevo concepto constructivo fue el
to de la estructura, y un segundo en-
petitivas, normalizar el instrumento y pre- hierro, material que desarrolló una tecnolo-
tramado de tablas machihembradas
defiende al edificio de la intemperie. venir el intercambio de las partes. Esta gía científica y una producción masiva a par-
Esta estructura permite la explota- influencia de la industrialización en la ar- tir de 1826 tras las investigaciones desarro-
ción de producción industrial de la quitectura nos permite analizar en su con- lladas en Mánchester por Eaton Hodgkin-
Figura 11a. Ferrocarril del Tajo, estaciones (Anales de la Construcción y de la
Industria, 1876).

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Figura 10. Puentes prefabricados, sistema Eiffel. Catálogo comercial. Figura 11b. Ferrocarril del Tajo, estaciones (Anales de la Construcción y de la
Industria, 1876).

son y William Fairbairn. La primera conse- A partir de estas innovaciones se puede madera, en dimensiones unificadas, y
está posibilitada, también, por el bajo
cuencia de estas investigaciones fue la apari- plantear el proceso de prefabricación en los
precio en los clavos de acero; por otra
ción de la viga de hierro forjado de sección materiales de hierro y con él el concepto de
parte, reduce el tiempo de la puesta
en I. En 1830 y 1835, en Inglaterra y Ale- ensamblaje como sistema constructivo. Pro- en obra y no requiere mano de obra
mania, se laminaron los primeros raíles; en ceso que constituirá la base estructural de especializada; es decir, está concebida
1840, los establecimientos Le Creusot fabri- gran parte de la interesante y variada arqui- para que cualquiera pueda construir-
caron en serie viguetas de hierro; en 1857, tectura del hierro, plasmada en mercados, se su propia casa con poco o ningún
utillaje», en Historia de la arquitectu-
en Eschweiler Ave, se creó el primer taller de mataderos, estaciones, fábricas, almacenes,
ra moderna, Gustavo Gili, Barcelona,
laminación de vigas en I; en 1869, el VDT puentes, viaductos, muelles, etc. En 1856,
1974, pp. 256-257.
publicó un catálogo con las tablas de los per- James Bogardus al prologar el catálogo Illus- 15
GATZ, K. y HART, F.: Edificios con
files laminados, tablas que fueron elevadas a trations of Iron Architecture relaciona los sis- estructura metálica, Barcelona, 1968,
norma en 191715. temas, las ventajas y las características de es- pp. 11-12.
TESTIMONIO DE LA ERA DE LA INDUSTRIALIZACIÓN
ARQUITECTURA INDUSTRIAL,

Figura 12a. Marquesina. El vulcano alcoyano. Rodes Hnos. Catálogo comercial.

ta arquitectura, señalándonos en concreto:


16
su producción en serie, la resistencia y la li-
82 Sobre este último aspecto J. Bo-
gardus comenta: «Resulta también
gereza del material, la estandarización de la
que un edificio una vez construido se unidad, la facilidad de construcción me-
puede desmontar con la misma faci- diante el ensamblaje de las piezas, la dura-
lidad y despachar sin dañar o destruir bilidad, la economía, la resistencia al fuego,
cualquiera de sus partes y luego ser su fácil adaptación al adorno y la posibili-
reconstruido en algún otro lugar con
dad de desmontarse y volverse a montar16.
la misma perfección que la primera
vez. El tamaño y la forma de las pie-
Unos años después, H. Horeau17, en sus es-
zas favorecen muchísimo su trans- critos, nos comenta su interés por la arqui-
porte, lo cual ha permitido al Sr. Bo- tectura del hierro por ser «una arquitectura
gardus construirlos en New York y ligera, rica, incombustible, durable, extensi-
exportarlos a ciudades lejanas», en ble, policroma por la materia, móvil y fácil-
BOGARDUS, J.: «Cast Iron Buildings:
mente desmontable». Prefabricación, nor-
Their Constrction and Advantages»,
malización, uniformidad, adaptabilidad,
Illustrations of Iron Architecture made
by the Architectural Iron Works of the economía, reutilización son algunas de las
city of New York, Daniel D. Badger, premisas de este nuevo sistema constructivo
President, Nueva York, 1856. Ed. basado en el concepto de elementos com-
facsimil, Nueva York, 1970, p. 7. ponentes.
17
Citado por DUFORNET, P.: «Quel-
La producción en serie y el principio de
ques aspects essentiels de l’oeuvre
economía de la industria de la construcción
d’Hector Horeau», catálogo de la ex-
posición Hector Horeau, suplemento nos introducen igualmente a partir del
a los Cahiers de la recherche architec- siglo XIX en otra de sus novedades: la estan- Figura 12b. Escaleras. El vulcano alcoyano. Rodes
tural, n.º 3, París, 1979, p. 150. darización de sistemas estructurales y la Hnos. Catálogo comercial.
construcción de una arquitectura estándar. ficado la dirección y especializado la mano
Estos modelos o sistemas estructurales prefa- de obra. Entre los ejemplos más relevantes
bricados supusieron una mejora en los aca- nos encontramos los modelos de estaciones
bados, en los cálculos, en la calidad, en la ferroviarias20, los modelos de torres telegrá-
versatilidad de diseños, en los costes y en los ficas21 o las viviendas normalizadas de las co-
tiempos de fabricación. Son conocidos los lonias o barrios obreros22.
sistemas de puentes portátiles de acero que
la empresa Eiffel comercializaba18. Procedi- El mercado
miento que nos llevaría igualmente a la pre- 18
Según comenta B. Lemoine, el
fabricación de distintas piezas de hormigón Uno de los cambios más importantes de la sistema Eiffel para puentes prefabri-
armado y a las colecciones oficiales de puen- revolución industrial es también una cues- cados consistía en piezas trianguladas
tes de la Dirección General de Obras Públi- tión de cantidad frente a una posible cali- de acero, de un peso entre 145 y
cas a partir de 192019. En cuanto a la arqui- dad artesanal. La producción masiva de 220 kg, según los tipos, cuyo ensam-
tectura estándar, su origen es consecuencia cualquier objeto, material, máquina, arte- blaje era llevado a cabo exclusiva-
mente mediante pernos, eliminando
de un principio de economía de empresa. facto es la finalidad de cualquier empresa
los remaches que exigían una mano
Un modelo estándar servirá para abastecer productiva. Producción que debe entrar en de obra especializada. Por ejemplo,
las necesidades de construcción de un barrio un mercado para completar su ciclo. El un puente de 21 m podía de esta for-
obrero, de una colonia, de una línea férrea, mercado es, por lo tanto, un factor decisivo ma ser montado en una hora, colo-
etc., se economiza tiempo y costes, tiempo para conseguir unos claros beneficios en la cándolo después por lanzamiento.
de proyectar elementos singulares y el coste empresa. El mercado, a su vez, será cada vez Lemoine, B.: Gustave Eiffel, Barcelo-
na, 1986, pp. 46 y 70-71.
de abarcar una gran variedad de materiales. más competitivo. La empresa deberá com- 19
A partir de 1920, la Dirección 83
Se organiza un sistema y un proceso de prometerse con un comercio, donde identi- General de Obras Públicas encargó
construcción global, donde se han normali- dad, control de calidad, previsión anticipa- la elaboración de una colección ofi-
zado materiales y técnicas y donde se ha uni- da de la acción serán sus aspectos relevantes. cial de «puente en arco» a Eugenio
Ribera y otra de «puentes-tipo de tra-
mo recto» a Juan Manuel de Zafra.
En 1939 llegó otra de las famosas co-
lecciones oficiales, la de «puentes de
altura estricta» elaborada por Carlos
Fernández Casado.
20
AGUILAR CIVERA, I.: La estación de
ferrocarril. Puerta de la ciudad, Gene-
ralitat Valenciana, Valencia, 1988.
Véase capítulo «La arquitectura estan-
darizada ferroviaria», pp. 188-193.
21
AGUILAR CIVERA, I.: «Arte, Trans-
porte y Territorio», 100 elementos del
paisaje valenciano. Las Obras Públicas,
Valencia, Generalitat Valenciana,
2005, pp. 79-82. LEN, Ll., y PERAR-
NAU, J.: La telegrafía óptica a Cata-
lunya, Museu de la Ciència i de la tèc-
nica de Catalunya, Barcelona, 2004.
22
BELMÁS, M.: Las construcciones
económicas y casas para obreros, Ma-
Figura 13. Logotipo Norte. Estación del Norte, Valencia. Fondo Cdr. drid, 1983, p. 9.
Nace el catálogo comercial y con él la ar- de las tipologías industriales, desde las rea-
quitectura de catálogo, nace la arquitectura les fábricas hasta las fábricas diáfanas de
de empresa y con ella el lenguaje o estilo hormigón armado23.
que adopta una empresa para crearse una La evolución de las diferentes fuentes de
identidad propia. Lógicamente, la produc- energía, los nuevos sistemas en la organiza-
ción masiva de elementos de construcción ción de la producción, las mejoras en los es-
seriados y estandarizados necesitaban salir al pacios de trabajo, el imparable desarrollo de
mercado y la mejor vía fue el catálogo co- la tecnología, la aparición de nuevos mate-
mercial. Con la catalogación se llega a un riales y sistemas constructivos, la incorpora-
TESTIMONIO DE LA ERA DE LA INDUSTRIALIZACIÓN

orden, a un control, a una previsión, a una ción de la industria al mercado liberal y


selección bien por categorías, bien por pro- competitivo son algunos de los aspectos que
piedades, bien por formas, y todo ello no han marcado la historia de la arquitectura
sólo viene implícito en el concepto de nor- industrial, dejándonos diferentes tipos re-
malización, sino también en el concepto de presentativos de una manera determinada
ARQUITECTURA INDUSTRIAL,

mercado. Pero una de las claves en el nuevo de concebir la arquitectura o la ingeniería


orden del mercado fue el «estilo o cultura de como respuesta a unas necesidades de la so-
empresa», clave necesaria para encontrar la ciedad industrializada. Tipologías industria-
representación de una identidad única y au- les que nos dan una visión histórica de la
téntica de la empresa, de la industria, en un evolución de la arquitectura industrial a tra-
mercado competitivo. La típica arquitectu- vés de sus condicionantes económicos, sec-
ra industrial anónima se reviste de elemen- toriales, técnicos, funcionales, sociales,
84
tos singulares, las grandes empresas interna- constructivos, artísticos, que nos explican
cionales introducen en sus diferentes sedes cómo la arquitectura y la ingeniería se ade-
o sucursales un estilo o lenguaje arquitectó- cuan puntualmente a estos condicionantes
nico que las identificará. constituyendo elementos clave en la historia
A través de estos tres factores del nuevo de la arquitectura y de la ingeniería.
pensamiento de la era mecánica, en este Reseñaremos como ejemplo algunos de
contexto general, podemos detenernos a los momentos más relevantes de esta evolu-
observar algunas de las características bási- ción, de esta prolija y amplia historia.
cas de este patrimonio industrial.
La manufactura real

Tipologías industriales. La primera tipología arquitectónica indus-


Algunas notas trial la encontramos en la imagen culta y
académica de las manufacturas reales. Reales
El análisis histórico, social y tecnológico de fábricas que son el producto de una organi-
estos testimonios industriales ha desarrolla- zación económica y social muy concreta.
do una metodología científica, a través de la Responden, ante todo, a un proceso de con-
arqueología industrial, basándose funda- centración de algunas de las actividades del
23 mentalmente en el estudio de los procesos proceso industrial, a una racionalización de
AGUILAR CIVERA, I.: Arquitectura
Industrial. Concepto, método y fuentes, de producción, de los espacios de trabajo y la organización del trabajo. El modelo fue la
Diputación de Valencia, Valencia, de la evolución tecnológica. En base a ellos manufactura colbertista francesa, cuyo ori-
1998. se ha podido realizar una historia evolutiva gen se encuentra en las políticas de protec-
ción por parte del Estado de determinadas
industrias (textil, fundición, vidrio, porcela-
na, tabaco), estimulando la iniciativa priva-
da o bien creando manufacturas reales allí
donde los particulares se manifestaban inca-
paces de desarrollarlas.
Son lugares industriales donde se intenta
racionalizar la producción a través de la dis-
tribución funcional de los espacios, donde
se precisa, se clasifican, se diversifican y, an-
te todo, se jerarquizan las diferentes opera-
ciones del proceso industrial, independizan-
do de la cadena los talleres considerados
secundarios o los destinados a trabajos com-
plementarios.
Son lugares de trabajo donde se propor- Figura 14a. Salinas Reales de Chaux, en Arc et Senans.
cionaba alojamiento a operarios, traba-
jadores, cargos burocráticos, ingenieros y
representantes del poder. De nuevo, la je-
rarquía organizaba y administraba el tipo
de vivienda. Generalmente existía una cla-
85
ra diferenciación entre espacio residencial
e industrial.
Su arquitectura se inspiraba en las formas
del castillo real o en residencias aristocráti-
cas, es decir, en composiciones basadas en
los principios elaborados por la teoría clási-
ca del renacimiento-barroco, donde las ins-
talaciones se distribuían simétricamente,
con cuerpo central y alas laterales alrededor Figura 14b. Salinas Reales de Chaux, en Arc et Senans. Col. I.A.C.
de un patio. Axialidad, simetría, progresión
y articulación de volúmenes son algunos de que, en cuanto tales, junto a los requisitos
los elementos que provocan la estructura je- funcionales dictados por las necesidades de
rárquica del conjunto. Un modelo arquitec- fabricación, debían incorporar requisitos
tónico que reflejaba el poder de la empresa, simbólicos capaces de transferir visiblemen-
del Estado, con su carácter monumental, te los signos de la autoridad derivada del
con sus símbolos enmarcados en frontones, monopolio económico»24.
con su estructura jerárquica implantada en Uno de los ejemplos más singular e im-
los espacios de trabajo, en las distintas resi- ponente es el gran complejo neoclásico de
dencias y en el control estricto del operario. las Salinas Reales de Chaux, realizadas por
O. Selvafolta las define como «unidades C.N. Ledoux entre 1775 y 1779, hoy Pa- 24
SELVAFOLTA, O.: «El espacio del
productivas en las que el poder central figu- trimonio de la Humanidad. Un gran espa- trabajo (1750-1910)», Debats, n.º 13,
raba como único y primer empresario y cio cerrado con planimetría simétrica y eje septiembre, 1985, pp. 52-53.
TESTIMONIO DE LA ERA DE LA INDUSTRIALIZACIÓN
ARQUITECTURA INDUSTRIAL,

Figura 15. Real Fábrica de Fundición


en Toledo.

axial, sobre la base de una media elipse ce- imprescindibles para la sucesión de talle-
rrada por su diámetro. En el centro, la ca- res, parecen excluir los repliegues que la
sa del director; a ambos lados, las fábricas teoría dicta para articular las masas. [...]
de sal; en el perímetro, los pabellones pa- Sin embargo, no se ha hecho todo presen-
86
ra los operarios y sus familias (con un es- tando a la vista las dimensiones dictadas
pacio central comunitario alrededor de por las necesidades; es necesario aún que
una chimenea), intercalándose con otros el carácter del edificio sea el adecuado; es
pabellones destinados a los artesanos y sus necesario que el espectador menos instrui-
talleres (talleres de carreteros, toneleros y do pueda juzgarlo; es menester aún que se
almacenes de hierro), y en los extremos, la puedan distinguir los vapores salados que
residencia de los comisarios e intendentes; envuelven los tejados de la fábrica de la
junto a la entrada principal, la casa de los pútrida humareda que exhalan los altares
guardianes y la cárcel. El complejo resalta donde se queman víctimas».
no sólo por la particular concepción ar- Esta nueva organización industrial sirvió
quitectónica de Ledoux, su neoclasicismo de modelo a la política económica de la nue-
25
LEDOUX, C. N.: La arquitectura
romántico, sino por sus propias reflexio- va dinastía borbónica en nuestro país duran-
considerada bajo sus relaciones con el
nes recogidas en su proyecto personal so- te el siglo XVIII. La atención del Estado se
arte, las costumbres y la legislación,
(1804), traducción realizada por la bre La ciudad ideal de Chaux. Así, Ledoux, concentró, sobre todo durante el reinado de
Cátedra de Análisis de Formas Ar- nos describe, las fábricas de sal25, inci- Carlos III, en el desarrollo de los sectores
quitectónicas, Escuela Técnica Supe- diendo en dos aspectos, la funcionalidad y textil y metalúrgico. Así surgieron, de la ma-
rior de Arquitectura, Madrid, 1984, el carácter parlante: «Dos edificios iguales no de los Reales Cuerpos de Artillería e In-
p. 93. ocupan los lados de un círculo inmenso; genieros Militares, las Reales Fundiciones de
26
RABANAL, A.: «El reinado de Car-
los edificios de grandes dimensiones no Sevilla, Barcelona y Toledo26, la Real Fábri-
los III en la Arquitectura de las Rea-
les Fundiciones españolas», Fragmen- necesitan ornamentos para hacerse valorar ca de Paños en Brihuega o la Real Manufac-
tos, n.os 12-13-14, Madrid, 1988, [...]. La multiplicidad de necesidades que tura de Tabacos de Sevilla, entre otros mu-
pp. 103-113. hay que atender, las líneas prolongadas chos ejemplos.
La fábrica de pisos
o la estética manchesteriana

Al inicio del siglo XIX, el motor único, las


nuevas fuentes de energía, las nuevas tecno-
logías aplicadas a la construcción y la libe-
ralización del mercado, constituirán las ba-
ses de un nuevo modelo arquitectónico de
la industria. Una de las innovaciones más
importantes fue el principio del motor úni-
co (ya fuese con rueda hidráulica o con má-
quina de vapor), que accionaba toda la ma-
quinaria interna, lo cual presuponía una
serie de conexiones verticales y horizontales
que comunicaban la energía y el movimien-
to a cualquier punto de la fábrica. Este sis-
tema transformó el espacio de trabajo en un
volumen determinado debido al enlace or-
togonal de las transmisiones.
La segunda innovación se desarrolla en el
campo de la industria de los materiales de
87
construcción y, en concreto, en el uso del
hierro en pilares y vigas. Nuevo material
que, además de acelerar y racionalizar la
construcción, parecía neutralizar el cons-
tante peligro del fuego. El primer ejemplo
conocido se ha localizado en las hilaturas de de, la firma de ingeniería mecánica Boulton Figura 16. Molino de algodón envia-
algodón de Derby, Mildford y Belper, en la & Watt introduce por primera vez las vigas do a Izmet para el sultán de Turquía
(c. 1840). W. Fairbain.
que William Strutt, descendiente de una di- a doble T en la fábrica de algodón Philip &
nastía de algodoneros, realizó, entre 1778 y Lee en Salford. Ésta se convertirá en el nue-
1786, una trama estructural en el edificio vo prototipo durante toda la primera mitad
compuesta por pilares y tirantes de hierro y del siglo XIX.
fundición, vigas de madera protegida por Otra de sus características fundamentales
varias capas de yeso y suelos recubiertos de será la funcionalidad, producto no sólo de
ladrillos. Once años más tarde, en 1796, esta nueva tecnología, sino también de una
Charles Bage, ingeniero aficionado y em- nueva visión ideológica y de una nueva or-
presario, construyó en Shrewsbury, una hi- ganización económica. Al respecto, en 1819
latura de lino, con cinco pisos de altura, J. A. Chaptal27comentaría: «Una de las cau-
60 metros de largo y 12 de ancho, todo sos- sas que perjudican gravemente el éxito de
tenido por vigas. Pilares y tirantes de hierro, los establecimientos en Francia es la manía
perfectamente calculado y medido para re- de las construcciones. Como en este tipo de 27
CHAPTAL, J. A.: L’industrie fran-
sistir los esfuerzos y para ahorrar el máximo gastos es difícil establecer cálculos exactos, çaise, París, 1819, citado por SELVA-
de material y espacio. Cinco años más tar- muchas veces se llega a un punto en que los FOLTA, O.: op. cit., p. 56.
Al liberarse de esta dependencia energética,
la fábrica podrá ubicarse en la ciudad, loca-
lización donde era posible realizar el ciclo
completo del capital (producción, distribu-
ción y consumo), rompiendo el tradicional
sistema urbano de las ciudades.
La tipología de esta nueva fábrica presen-
taba esencialmente una planta rectangular
larga y estrecha, determinada tanto por las
TESTIMONIO DE LA ERA DE LA INDUSTRIALIZACIÓN

dimensiones de las máquinas que debía aco-


ger en su interior como por la necesidad de
iluminarla uniformemente distribuyendo
sus vanos sobre los lados más largos, y se
desarrollaba en altura disponiendo un piso
ARQUITECTURA INDUSTRIAL,

sobre otro para poder utilizar un solo eje


motor vertical conectado a las distintas má-
Figura 17. J. Wright «Hilatura de al- capitales a destinar a la producción son su- quinas mediante un sistema de transmisio-
godón al claro de luna, Cromford», perados por los utilizados en las construc- nes horizontales. La resolución de los pro-
1793.
ciones [...]. Por lo que se refiere a las fábri- blemas organizativos y la búsqueda de una
cas, sólo hay un tipo de lujo que se puede funcional flexibilidad encuentran en esta re-
permitir: el de las mejoras. Consiste en el tícula de pilares su solución más idónea. Es
88
uso de las máquinas más perfeccionadas, la la imagen de la fábrica en el siglo XIX, blo-
ejecución de los mejores procedimientos, la ques rectangulares, de ladrillo rojizo enne-
división más racional del trabajo, el uso de grecido por los humos, perforados por filas
materiales de primera calidad, etc. [...]. La de ventanas, repetidas, de arista viva, siem-
imaginación impetuosa del artista debe ser pre iguales, de hasta ocho o nueve plantas y
moderada por la sabiduría del administra- coronadas por enormes chimeneas. En estas
dor [...]. El orden que se establece en el tra- fábricas no hay lugar a connotaciones mo-
bajo de fábrica, la disciplina que se hace ob- numentales, ni simbólicas, ni representati-
servar en los trabajadores, la continua vas, no hace falta marcar penetraciones,
vigilancia que se ejerce sobre los materiales, axialidades, simetrías, ni realzar o resaltar la
los equipos y los obreros son en su totalidad entrada o fachada principal.
la única causa de éxito». Este texto de La fundición como sistema estructural y
Chaptal resume perfectamente la política la máquina de vapor se introducen en Espa-
económica y, por supuesto, arquitectónica ña en la década de los años treinta. En 1832
28
CORREDOR, J., y MONTANER, J. del momento, premisas que se mantendrán ambas innovaciones se aplican en la fábrica
M.: Arquitectura industrial a Cata- a lo largo de gran parte del siglo XIX. Bonaplata, Vilaregut, Rull y Cía. de Barce-
lunya, del 1732 al 1929, Barcelona, La introducción de la máquina de vapor lona28. En Valencia será la fábrica textil, lla-
1984, p. 29.
29
libera, además, a estas fábricas de una loca- mada la Batifora, fundada por Santiago Du-
AGUILAR CIVERA, I.: El orden in-
lización forzada cerca de las fuentes natura- puy, la primera en introducir, en 1837, la
dustrial en la ciudad. Valencia en la
segunda mitad del siglo XIX, Diputa- les de energía, localización que les mantenía máquina de vapor y en utilizar columnas de
ción de Valencia, Valencia, 1990, en una tradicional relación con la aristocra- fundición en su planta baja29. En Lasarte,
pp. 65-72. cia agrícola y un modelo cultural concreto. Guipúzcoa, debemos citar la fábrica de hila-
Figura 18a. Fábrica textil La Batifora, Valencia. Fot. A. Besó. Figura 18b. Fábrica textil La Batifora, Valencia. Fot. A. Besó.

dos y tejidos de Oria30, fundada en 1845


por la familia Brunet, ejemplo de esta seña-
lada tipología y del uso de bóvedas tabica-
das, forma de resolver el forjado colocando
entre la vigas de hierro pequeñas bóvedas de
ladrillo (sistema empleado en Stanley Mill,
89
algodonera de Stonehouse).

La nave industrial

Junto con la fábrica de pisos, industria en


altura, se desarrolla y evoluciona la fábrica-
nave, desarrollada en una sola planta. Espa-
cio que cobija máquinas y operarios, pero
donde las diferentes operaciones producti-
vas no ejercen influencia alguna sobre la
distribución del edificio, ya que éste está con armaduras triangulares, primero de ma- Figura 19. Taller de Rodaje, estación
concebido como un espacio diáfano, consi- dera y después metálicas. La iluminación del Norte, Valencia. Fondo Cdr.
guiendo, de nuevo, esa flexibilidad funcio- debe realizarse por los laterales entre sopor-
nal. Su carácter industrial viene, en gran tes o bien en fachadas o cenital. Lógica-
parte, definido por los distintos sistemas de mente, los avances tecnológicos siempre es-
cubrición. tuvieron pendientes de los sistemas de
La nave, al inicio del siglo XIX, será un cubrición, mayor luz con menor número de
edificio de planta sencilla, rectangular, con soportes y diversos sistemas de iluminación
una dimensión fija en anchura (entre 10 y y ventilación cenital. 30
IBÁÑEZ, M., TORRECILLA, M.ª J., y
16 m) y otra indeterminada, la longitud, Partiendo primero de las armaduras de ZABALA, M.: Arqueología Industrial en
que generalmente tenía la posibilidad de ser madera a las soluciones mixtas, en las cuales Guipúzcoa, Gobierno Vasco-Universi-
ampliada. La luz de este espacio se cubre el hierro sólo aparece en las pletinas, en las dad de Deusto, Bilbao 1990, p. 26.
Los tirantes se unen entre sí y con las bielas
por medio de placas que se roblonan sepa-
radamente, y para dar á los tirantes una ten-
sión determinada se establece en ellos una
tuerca con filetes inversos donde se atorni-
llan los cabos del mismo. En las armaduras
Polonceau el tirante que equilibra el empu-
je de los pares puede estar situado al nivel
de los arranques ó más alto, y en este se-
TESTIMONIO DE LA ERA DE LA INDUSTRIALIZACIÓN

gundo caso la elevación es generalmente


1/30 de la luz»31. Posiblemente una de las
armaduras Polonceau más antiguas que se
conservan en España sea la de la estación de
MZA en Alicante, construida en 185832.
ARQUITECTURA INDUSTRIAL,

Es éste el momento en el que la nave al-


Figura 20. Estación de Alicante- péndolas o en los tirantes, nos encontramos canza su máxima expresión de ligereza, al-
MZA, 1858. Museo del Ferrocarril- hacia 1830 con la armadura metálica clara- tura, diafanidad, iluminación, flexibilidad,
Delicias. Fundación de Ferrocarriles
mente definida, la armadura Polonceau y llegando en las últimas décadas del siglo XIX
Españoles. Archivo Fotográfico MZA.
derivados. a las grandes armaduras sobre rótulas para
En 1877, el Diccionario General de Ar- los grandes espacios típicos de las estaciones
quitectura é Ingeniería de Pelayo Clairac y de ferrocarril, grandes industrias o pabello-
90
Sáenz, en la voz armadura nos clasifica las nes de Exposiciones Internacionales. Así la
diferentes armaduras de madera y de hierro. armadura De Dion fue la protagonista de la
Con respecto a estos últimos comenta: «Las Exposición Internacional de París en 1878.
cualidades de resistencia del hierro dulce Aquí el ingeniero De Dion proyectó los ar-
han permitido reemplazar las piezas de las cos transversales con un perfil ojival rebaja-
armaduras por otras de aquel material, con do, lo que permitía eliminar los empujes,
lo que se han podido cubrir anchísimos es- así como los contrafuertes exteriores e inte-
pacios, aligerando considerablemente el pe- riores. Giedión33 al referirse a la Exposición
so de las cubiertas», y nos describe el siste- de 1878 comenta: «El ingeniero De Dion fue
ma Polonceau: «En los casos de tener que el real creador de los cuchillos a propósito pa-
cubrirse grandes espacios se emplean arma- ra grandes luces. Mediante el concienzudo es-
duras compuestas de verdaderas vigas arma- tudio de la fuerza de tensión de los materiales
31 das. Uno de los sistemas que más aplicacio- llegó a conseguir la forma más adecuada para
CLAIRAC Y SAENZ, P.: Diccionario
General de Arquitectura é Ingeniería, nes ha recibido es el de Polonceau. La viga un cuchillo de armadura capaz de soportar las
Talleres de impresión y reproducción se compone de un hierro de doble T, y á ve- diferentes fuerzas que sobre él pudieran recaer,
de los Sres. Zaragozano y Jayme, Ma- ces también de madera, y su armazón de sin necesidad de tirantes. [...] Gracias al tra-
drid, 1877, tomo I, pp. 276-277. dos varillas de hierro forjado que se apoyan bajo de De Dion ha llegado a ser posible de-
32
AGUILAR CIVERA, I.: Estaciones y Fe-
en una biela de fundición que sostiene la vi- rivar todas las fuerzas que actúan en un edi-
rrocarriles Valencianos, Generalitat Va-
ga por su medio. Se hacen las bielas de fun- ficio directamente hacia las fundaciones sin
lenciana, Valencia, 1995, pp. 110-114.
33
GIEDION, S.: Espacio, Tiempo, Ar- dición regularmente, porque los esfuerzos necesidad de tirante alguno». Este tipo de ar-
quitectura, editorial Científico-Téc- que resisten son de compresión, y su sec- madura fue muy utilizada en la arquitectu-
nica, Barcelona, 1968, pp. 274-275. ción es cruciforme henchida por el medio. ra ferroviaria, siendo de reseñar la armadu-
Figura 21. Marquesina estación Central de Aragón, Valencia, 1902. Figura 22. Talleres de Rodaje (Nave Shed), estación del Norte, Valencia. Fon-
do Cdr.

ra de la estación de Delicias y la de Atocha. lumna, el desagüe de la cubierta, la ventila- 34


SANZ, J. A., y GINER, J.: L’Arqui-
El final del siglo se cierra con las armaduras ción, la supresión de las trepidaciones de tectura de la indústria a Catalunya en
sobre rótulas de tres articulaciones, sistema unas columnas [...] centrarán los problemas els segles XVIII i XIX, Publicacions de
l’Escola Tecnica d’Arquitectura del
que llegó a todo su esplendor en 1889 en la de este tipo de edificios»34. El primer shed
Vallés, 1984, pp. 25-26.
Galería de Máquinas, concebida por Dutert documentado se instaló en la Hilatura de 35
IBAÑEZ, M., TORRECILLA, M.ª J.,
y Contamin, de la Exposición Universal de Roubais en Francia, en 1840. En España, es- y ZABALA, M.: Arqueología Industrial
91
París, aunque como sistema ya se había em- te sistema aparece a finales del siglo XIX y en Guipúzcoa, Gobierno Vasco-Uni-
pleado en estaciones de ferrocarril (Hano- uno de los primeros ejemplos se incorpora versidad de Deusto, Bilbao, 1990,
ver, Frankfurt y Berlín). en 1890 en la fábrica Orbea de Éibar, in- p. 32.

Otra de las soluciones que mayor desarro- dustria armera fundada en 186435.
llo han tenido en los edificios industriales
desde finales del siglo XX ha sido el shed o Del rail al entramado metálico
cubierta de dientes de sierra. Este tipo pue-
de definirse como aquella nave que tiene un En 1784, el siderúrgico inglés Henry Cort
conjunto de pilares dispuestos en retícula so- laminó raíles de hierro forjado; en 1824,
bre los que descansan cerchas asimétricas. A Thomas Tredgold propuso la sección en I
través de esta solución se resuelve la posibili- como el formato más eficiente de las vigas
dad de ampliar lateralmente la nave sin per- metálicas; en 1841, Robert Stephenson
der iluminación y ventilación. «El Shed adoptó la vigueta en serie, de hierro forjado,
–nos comenta J. A. Sanz– puede explicarse en la construcción de puentes de ferrocarril.
como la evolución de la nave. Es también un Es el inicio de un proceso prolífico de estu-
edificio en una sola planta, que puede ex- dios sobre diferentes armaduras metálicas.
tenderse en las dos direcciones; una serie de Armaduras metálicas que tuvieron una gran
pilares soportan unas estructuras asimétricas aplicación en las redes del transporte.
que orientan una de sus caras al norte; esta El puente durante el siglo XIX y primeras
cara, la corta, está guarnecida por vidrio pa- décadas del siglo XX, se mueve en torno a
ra obtener una iluminación cenital unifor- dos tipologías básicas: arcos y vigas rectas.
me. El encuentro de la estructura con la co- Ambas tipologías irán proporcionando nu-
Sin embargo el tramo o viga recta será el
más utilizado y, sobre todo va a ser el más
característico del mundo ferroviario37. Estos
elementos lineales conseguían una luz y ca-
pacidad de carga muy superior a lo realiza-
do con anterioridad. Con el puente metáli-
co surgen algunas celosías que demostraron
su eficacia, y por ello fueron patentadas, re-
petidas y reconocidas por su idoneidad.
TESTIMONIO DE LA ERA DE LA INDUSTRIALIZACIÓN

Son, en muchas ocasiones, sistemas estan-


darizados, de fácil montaje por el ensam-
blado de sus piezas. Y, por último, es la
imagen de la racionalidad, del artefacto uti-
litario, del espíritu mecánico y científico,
ARQUITECTURA INDUSTRIAL,

del equilibrio de las formas estructurales.


Estas características tan relacionadas con la
industrialización nos indican que estos en-
Figura 23. Puente de Fuentidueña merosos modelos y esta construcción se ve- tramados o armaduras metálicas son uno de
(Anales de la Construcción y de la In- rá fuertemente impulsada por la construc- los elementos más representativos de la épo-
dustria, 1876).
ción de los caminos de hierro. El arco es la ca y en base a ello deben ser objeto de valo-
tipología primigenia del puente metálico36. ración y en su caso de protección.
92
Puentes ya históricos son el de Coalbrock- Las principales formas estructurales de
dale (1776-1779), el de Sunderland (1796) viga recta utilizadas en la construcción de
y el Buildwas (1796), todos ellos de fundi- puentes surgen en la primera mitad del si-
ción y ejemplos de puentes de arco con do- glo XIX. En 1850, las tipologías básicas, tu-
velas de hierro. El siguiente paso lo dará bulares, laminados, entramados, celosías y
T. Telford y su puente sobre el Spey en bow-string ya habían sido inventadas y pa-
Craigellachie (1815) modelo de puente en tentadas. Las novedades nos llegaron de
arco con tímpano de celosía que aportaba Inglaterra y Estados Unidos. Durante el si-
mayor economía, ligereza y concepto es- glo XIX y primeras décadas del siglo XX, la
tructural. La era de los puentes colgantes en tipología más usada en España38 fue, tam-
36
MARREY, B.: Les Ponts Modernes, Europa también tiene su origen en la pri- bién, la viga recta con sus diferentes mo-
Paris, Picard éditeur, 1990
37
mera década del siglo XIX, modelo de puen- delos: Vigas tubulares o laminares, Vigas
AGUILAR CIVERA, I.: «El patrimo-
te que constituye una de las imágenes más de celosía (modelo Town), los bow-string,
nio ferroviario valenciano. De la ad-
miración al olvido», en El patrimonio románticas del siglo XIX y símbolo de pro- los entramados (modelo Howe, Pratt y
histórico de la ingeniería civil en la greso por ser los puentes que conseguían Warren). Las vigas Town, Howe y Pratt
Comunidad Valenciana, Colegio de atravesar los vanos más atrevidos, distancias constituyen los modelos americanos más
Ingenieros de Caminos, Canales y inconcebibles hasta el momento. Ejemplos conocidos de vigas de entramado. En ese
Puertos, Comunidad Valenciana, Va-
como el puente colgante sobre el Támesis sentido la aportación europea será la viga
lencia, 2003, pp. 52-69.
38 (1810) o el puente de la Unión sobre el Warren. Las vigas Howe, Pratt y Warren se
ARENAS, J. J.: Caminos en el aire.
Los Puentes, Madrid, Colegio de In- Tweed (1819-1820) o el puente sobre el conocen como vigas articuladas frente al
genieros de Caminos, Canales y Avon (1829-1837) pueden ser los más re- roblonado rígido de más tradición en Eu-
Puertos, 2002. presentativos. ropa. Otros modelos, de gran interés, pero
Figura 24. Puente sobre el río Albaida.
Ferrocarril Xàtiva-Alcoy. Fondo Cdr.

39
con menor desarrollo en nuestro país, fue- de alma llena formada por planchas de hie- Antes de la llegada del hierro, mu-
ron el sistema Polonceau construido en Se- rro forjado roblonado configurando la sec- chos de nuestros primitivos puentes
ferroviarios fueron de madera, como
villa en el Puente de Triana, o el sistema ción. Eran fáciles de construir y fueron muy
lo fueron muchos de los primeros 93
Vergniais, que dio origen a algunos pro- utilizados en los tramos cortos ferroviarios. puentes europeos, pues ahorraban la
yectos que no llegaron a construirse, pese a Entre los ejemplos españoles se contaba con inversión inicial de la línea ferrovia-
ser un modelo bastante utilizado en Fran- el Viaducto de la calle Segovia, proyectado ria, eran económicos, de fácil cons-
cia en la segunda mitad del siglo XIX. por Eugenio Barrón en 1861. trucción y montaje. Así grandes in-
El puente metálico con viga de alma lle- El puente metálico con viga de celosía o genieros de estructuras metálicas,
como Telford o Brunel construyeron
na o viga tubular está constituido por vigas de celosías múltiples es uno de los modelos
muchos puentes de madera en los
de hierro dulce o forjado. Los tubulares tie- más utilizados en las líneas del ferrocarril es-
primeros años de implantación del
nen una sección rectangular hueca y los de pañol, francés y portugués, sobre todo en ferrocarril en Europa. El sistema
alma llena, o también llamados laminares, los años de su implantación. Son grandes Town, son vigas de celosías de made-
son una sección en doble T de alma llena. celosías de mallas a 45° basadas en el mode- ra muy cerradas, patente del arqui-
Fue un sistema muy utilizado en puentes de lo Town de madera39. El puente de Kehl so- tecto americano Ithiel Town en
1820. La viga constaba de dos lar-
ferrocarril desde que Stephenson y Flachat, bre el Rhin de 1859 y el viaducto de Fri-
gueros de madera horizontales uni-
a partir de 1849, construyeron grandes burgo de 1862 pueden ser dos de los
dos por largueros inclinados a 45° en
puentes como el Britannia sobre el estrecho grandes ejemplos. Entre los españoles el los dos sentidos. Es un sistema muy
del Menai o el Langon sobre el Garona. Son más monumental es el puente Internacional utilizado en los puentes cubiertos
un antecedente de los modernos puentes de sobre el Miño en Tuy, proyectado en la dé- americanos construidos desde esa fe-
sección en cajón. El modelo tubular, tipo cada de los años ochenta por Pelayo Man- cha hasta la primera mitad del si-
Britannia con circulación interior no tuvo cebo, o bien el Viaducto del salado de la lí- glo XX. Son puentes, en general, mix-
tos, con pilas de sillería y tablero de
mucha difusión en Europa, aunque sí se nea de Linares a Almería proyectado por los
madera. Será el modelo por excelen-
construyeron algunos de circulación exte- ingenieros de Fives-Lille a finales del siglo. cia en los puentes de ferrocarril, lle-
rior. Sin embargo, los más extendidos fue- La armadura Pratt fue patentada en 1844 gando a ser la primera imagen de es-
ron los puentes de palastro de sección en I por Caleb Pratt y su hijo Thomas, compi- te nuevo sistema de transporte.
TESTIMONIO DE LA ERA DE LA INDUSTRIALIZACIÓN

Figura 25. Puente en Carcaixent. Fondo Cdr. Figura 26. Puente en Cullera. Fondo Cdr.
ARQUITECTURA INDUSTRIAL,

tiendo con la armadura Whipple (1847) y la pero siendo precisos para transmitir la so-
Warren (1848) como sistema de viga recta brecarga por la unión de las viguetas...»41.
en puentes de ferrocarril. Tiene una morfo- Ha sido una viga muy utilizada hasta la
logía muy semejante a la viga Howe pero primera década del siglo XX, pero el estu-
aquí son las diagonales las que utilizan el dio posterior de su comportamiento en es-
hierro forjado. La armadura Pratt fue lenta- fuerzos y sobrecarga por velocidad, dieron
94
mente aceptada, pero será a partir de 1875, a conocer numerosas anomalías. Por ello es
tras la construcción con este tipo de arma- un sistema de puente que se utiliza poco a
dura del puente en Portage en Nueva York partir de 1915.
(línea Nueva York-Erie), cuando la viga La viga Warren fue patentada por James
Pratt fue ampliamente aceptada en el mun- Warren en Inglaterra en 1848. Tenía seis di-
do ferroviario40. El gran número de puentes seños diferentes según el empleo de hierro
realizados en las líneas férreas españolas con forjado o fundido en los diferentes elemen-
este sistema confirma totalmente este hecho. tos. En la mayoría (excepto un diseño), el
El puente de viga de cruces de San An- cordón superior y las diagonales eran de
drés surge de la «superposición de dos vi- fundición, y sólo en uno de los diseños el
gas simples, tipos Pratt y Howe –nos co- entramado era totalmente de hierro forjado.
menta D. Mendizábal–, obteniéndose una En este sistema los largueros o cordones es-
viga en la cual en todos los recuadros hay tán unidos por diagonales que forman
diagonal y contradiagonal para que cada triángulos equiláteros (algunos son isósce-
una trabaje a la extensión y compresión les). Una de las obras más conocidas es el
40
KRANZBERG, M., y PURSELL, C. W.: respectivamente, aligerándose de un modo Viaducto de Crumlin construido entre
Historia de la Tecnología. La técnica en extraordinario la sección de los montantes 1853 y 1855.
Occidente de la Prehistoria a 1900,
que por no trabajar como tales, por estar Otro modelo muy utilizado en España pa-
Gustavo Gili, Barcelona, 1981, p. 428.
41 neutralizados y anulados los trabajos de ra puentes carreteros fue la viga bow-string.
MENDIZABAL, D.: Estudio y cons-
trucción de tramos metálicos, Sucesores compresión y extensión que en las vigas Su término proviene de bow and string, arco
de Rivadeneyra, S. A., Madrid, 1928, simples habían de resistir, teóricamente y cuerda, puente en el que el arco trabaja a
p. 294. son innecesarios, pudiéndoseles suprimir, compresión y la cuerda a tensión. Fue un
modelo muy extendido en la Inglaterra de la lísticos del XIX propios de la arquitectura
primera mitad del siglo XIX. Como ejemplos monumental o civil. Así, pues, clasicismos,
relevantes tenemos el puente de Windsor historicismos (neogótico, neorrenacimien-
(1848-1849) realizado por Brunnel o el de to, neomudéjar, etc.), eclecticismos y mo-
Newcastle (1846-1849) de Stephenson. El dernismos aparecen marcando las fachadas
sistema bow-string aunque utilizado de for- e interiores de las industrias, adquiriendo de
ma intermitente ha permanecido hasta bien este modo ese carácter estético próximo a la
entrado el siglo XX. Este sistema llamado arquitectura monumental. No por ello se
también por los ingenieros españoles de vigas perderá de vista la función y la propia eco-
parabólicas, había surgido en Inglaterra en el nomía como factores de la empresa, pero no
segundo cuarto del siglo XIX como una va- supone que esté reñido con la nueva imagen
riante del sistema Pratt al introducir el cor- más estética de la fábrica.
dón superior curvo. Competía en economía Con ello se perseguía el objetivo de con-
con los de alma llena y de celosía a partir de solidar el poder económico de la empresa,
los 40 m de longitud. Se construían de tra- en un mercado cada vez más competitivo, a
mos iguales, con una altura de la viga para- través de una imagen atentamente estudia-
bólica entre 1/7 y 1/8 de la luz. da que impresionase favorablemente sobre
Otros muchos sistemas podríamos citar: los beneficios de la empresa, neutralizando,
la armadura Whipple, Howe, Linville, Vie- además, cualquier referencia a conflicto so-
rendel, Bollman42; sistemas que nos permi- cial. El factor estético de una fábrica asume
tirían desarrollar la historia del puente me- el valor comercial y, como tal, debe aplicar-
95
tálico, elemento patrimonial en grave se a todo el complejo industrial, fábrica,
peligro de extinción. edificio de administración, talleres, almace-
nes, viviendas de operarios. Otro aspecto
La fábrica sofisticada o el carácter que influirá en esta evolución estética de la
de empresa fábrica será su ubicación en la ciudad, bien
en la periferia o bien en el propio centro ur-
En la segunda mitad del siglo XIX se empie- bano. Pues como ya hemos comentado, la
za a percibir un cambio en el carácter de la industria se libera de las naturales fuentes de
arquitectura industrial. Aparte de las inno- energía y se desplaza a la ciudad donde pue-
vaciones técnicas y de la renovación de los de llevar a cabo el ciclo completo del capi-
espacios de trabajo, producto de un nuevo tal (producción, distribución y consumo).
pensamiento social en la primera mitad del En ocasiones, era recomendable el uso del
siglo, también se va a gestar un cambio en elemento natural, como jardines en la en-
la imagen de la fábrica. Su ubicación en la trada de la fábrica, grandes patios, para cre-
ciudad, el auge económico libre-cambista, ar una cierta cohesión de ambientes de difí-
la nueva mentalidad de la empresa, la apari- cil convivencia en la ciudad. Por ello fue
ción de un mercado más competitivo, son muy utilizado el recurso a una puerta mo-
nuevos factores que provocan una renova- numental al espacio de la fábrica, puerta
ción del carácter estético de muchos edifi- que simboliza la entrada al mundo del tra-
cios industriales. De tal forma, que en las bajo, al mundo de la disciplina productiva, 42
MENDIZABAL, D.: Estudio y cons-
últimas décadas del siglo, la arquitectura in- desde donde se dirige y distribuyen los re- trucción de tramos metálicos, Sucesores
dustrial no es ajena a los movimientos esti- corridos del obrero a los distintos puntos de Rivadeneyra. S. A., Madrid, 1928.
TESTIMONIO DE LA ERA DE LA INDUSTRIALIZACIÓN
ARQUITECTURA INDUSTRIAL,

Figura 27. Almacén de naranjas Carcaixent. Fondo Cdr. Figura 28. Almacén de naranjas Alzira. Fondo Cdr.

del complejo industrial, separando clara- B. Meakin, en 1905, al referirse a la fábrica


mente el mundo exterior del mundo fabril de tapices Templenton de Glasgow destaca-
interior (Vapor Nou en Barcelona, Fábrica ba: «la fábrica ideal debe tener alguna pre-
de azúcar de Ntra. Sra. de Montserrat en tensión estética en el diseño, a condición de
Almería, Fábrica de mayólicas de F. Vallde- no asumir una ornamentación extravagan-
96
cabres en Manises). te». En esta misma fecha otro empresario
Difícilmente podríamos entender de otro inglés M. Robinson comentaba: «Al cons-
modo el adorno y la riqueza ornamental de truir esta fábrica hemos querido darle ex-
muchas fachadas industriales sino como re- presamente un aspecto agradable, en parte
clamo, como propaganda, como identidad, como deber hacia el vecindario en el que
en una clara política comercial y en una nos hemos instalado, en parte porque cree-
permanente lucha por ocupar un lugar pro- mos que un ambiente agradable tiene un
minente en el mercado. Esta renovación no efecto beneficioso sobre nuestros trabajado-
quedaba sólo en una intervención estética, res, incrementando el sentido del autorres-
sino que se planteaba también criterios pa- peto y el tono general de la comunidad [...]
ra regular los espacio de trabajo y de equi- la suma de dinero gastada con esta finalidad
pamiento. Luz, ventilación y racionalidad ha sido muy exigua: algunas filas de ladrillos
distributiva eran el prontuario del buen em- trabajados, algún pilar en relieve aquí y allá
presario. Es un momento de reflexión, de sobre la fachada, la disposición simétrica de
estudio; surge el «experto» en fábricas, el co- las ventanas algún dinero más para la torre
nocedor de establecimientos industriales; que contiene las escaleras y las bombas an-
aparecen revistas especializadas que se con- tiincendios, haciendo así todo cuanto cree-
virtieron en auténticos manuales que enu- mos que sea necesario»43.
meraban las características de las «fábricas- En este mismo entorno y dentro de esta
modelo». Entre los rasgos positivos que misma reflexión debemos contemplar las
43
Citado por SELVAFOLTA, O.: op. cit., señalaban para el ennoblecimiento de su obras publicadas por Felix Cardellach i Ali-
p. 62. apariencia citaban los detalles estéticos, así ves y sobre todo su Tratado de Ingeniería
Estética44, publicado en 1916. Para Carde-
llach, el acercamiento de la arquitectura in-
dustrial a los diversos lenguajes del siglo XIX
debían basarse en la «ley de la materia» por
la cual la decoración de toda obra se debía
supeditar al material con que estaba cons-
truida. Este autor, entre los distintos len-
guajes artísticos defiende el carácter medie-
val en estas obras por: «la característica
libertad de proporción que el estilo con-
siente, circunstancia que es flanco por don-
de debe adaptarse el gótico a la arquitectu-
ra de industria [...] así, las artistificaciones
góticas pueden venir indicadas en una ma-
nufactura, siempre que el proyectista tenga
la habilidad de interpretar debidamente el
estilo; así, por ejemplo, los motivos y for-
mas góticas no se copiarán literalmente, si- ha asumido este factor estético de su arqui- Figura 29. Fábrica Gal, Madrid,
no que nos limitaremos tan sólo a recordar tectura como parte integrante de su identi- 1915 (Arquitectura española, 1808-
1914, 1993).
las leyes de su estructura en la composición dad en el mercado.
de la obra»45. Así mismo, al tratar la arqui- González Amezqueta, en 1969, al definir
97
tectura industrial de ladrillo y cerámica, co- las características de la arquitectura neomu-
menta cómo existe una síntesis entre la ley déjar nos indica que lo considera un estilo
de la mecánica constructiva con los senti- idóneo para la arquitectura industrial: el
mientos de la forma y del color. En otros uso combinatorio del ladrillo como elemen-
casos, este autor encuentra conveniente el to determinante de sus rasgos estilísticos, la
uso de motivos de carácter clásico o rena- sistematización de un proceso constructivo
centista, ya que según él se «adaptan per- típicamente artesanal, la economía mate-
fectamente a las construcciones de carácter rial, constructiva y de diseño; y comenta:
explotativo [...] y otras veces su organiza- «Por todo ello es bastante lógico que todo
ción, espacial y sencilla, consiente, sin ex- un inmenso campo de construcciones, des-
ceso de ropaje, el tratamiento estético de ligado de las especulaciones o preocupacio-
obras estructuradas por pocos elementos de nes artísticas de la arquitectura académica o
resistencia y por grandes vanos de ilumina- escolar, adoptase de un modo espontáneo
ción, que son precisamente las característi- las aportaciones del neomudéjar culto e in-
cas de los edificios del Comercio y de la In- cluso lo desarrollase en sus posibilidades
geniería moderna»46. más insólitas, al jugar libremente con los
Pocos son los historiadores que han dedi- medios de la construcción artesanal en la-
44
drillo. [...] Especialmente la arquitectura CARDELLACH I ALIVES, F.: Las for-
cado sus reflexiones a valorar estética o ar-
mas artísticas en la arquitectura técni-
tísticamente la arquitectura industrial o la doméstica de escasos presupuestos y casi
ca. Tratado de Ingeniería Estética, Bar-
obra pública en general. Las pocas referen- todas las construcciones laborales e in- celona ,1916.
cias encontradas se refieren a este período dustriales levantadas entre 1880 y 1920 45
Op. cit., pp. 85-86.
concreto, cuando la arquitectura industrial constituyen el campo cualitativamente más 46
Op. cit., p. 63.
importante de aplicación del neomudéjar niero M. Jullien en 1857, hasta llegar a los
definido a partir del ladrillo»47. últimos vestigios del regionalismo, como la
O. Bohigas, en 198548, clasificaba el ca- Central Hidroeléctrica de Tambre, obra de
rácter industrial de estos edificios como «es- Antonio Palacios en 1924.
tilo codificado»: «Este estilo ha sido esca-
samente estudiado en su fundamento El hormigón armado
iconográfico y aceptado sólo como síntoma y la fábrica diáfana
–casi simplemente ideológico– de una
transformación. No obstante, es un estilo Con el hormigón armado –nos comenta
TESTIMONIO DE LA ERA DE LA INDUSTRIALIZACIÓN

definible y al que se le puede atribuir un al- R. Banham– se obtiene una magnífica sín-
cance internacional: muros texturados con tesis entre forma y función en la arquitectu-
el recurso de la expresión de los sistemas ra industrial.
constructivos de la piedra, el ladrillo y la ce- A pesar de algunos precedentes aislados,
rámica; ventanas generalmente bíforas que como la barca fabricada por Coignet en
ARQUITECTURA INDUSTRIAL,

enfatizan la nueva expresión de la columna; 1848 y patentada en 1855, se considera a


vanos grandes que puntualizan el ámbito Joseph Monier49 el padre del hormigón
47
GONZÁLEZ AMEZQUETA, A.: «Neo- funcionalmente insólito y que se expresan armado por sus numerosas patentes de ele-
mudéjar en Madrid», Arquitectura, con el collage de una nueva tecnología; arcos mentos hechos con este material: tiestos
año 11, n.º 125, mayo 1969, p. 68. rebajados sobre un sistema de ménsulas re- (1867), tubos, depósitos, traviesas de fe-
48
BOHIGAS, O.: «La codificación de cortadas que establecen una gráfica sin pre- rrocarril, forjados, edificios, puentes. Su
un estilo entre los eclecticismos indes-
cedentes históricos; subrayados lineales que método consistía en introducir un empa-
98 cifrables», Arquitecturas Bis, n.º 50,
Barcelona, junio 1985, pp. 28-31.
entran en contradicción con los vanos y es- rrillado de varillas metálicas en el hormi-
49
AA.VV.: Joseph Monier et la nais- tablecen otra escala en el edificio; moldura- gón con la intención de aumentar la fuer-
sance du ciment armé, Éditons du ción con recorte plano y casi nunca tornea- za cohesiva general de éste. El ingeniero
Linteau, París, 2001. da; remates que conjugan la sobrecarga de alemán G. A. Wayss adquirió los derechos
50
DELHUMEAU, G.: L’invention du los aleros con el ritmo diferenciado del últi- de las patentes de Monier para Alemania,
betón armé, Hennebique 1890-1914,
mo tramo de la fachada; inicio de una or- Austria, Rusia, realizando sus propias in-
Norma editions, París, 1999.
51
MONLEÓN, S.: Apuntes de ingenie-
namentación sencilla basada en el cuadrado vestigaciones que publicó en 1887. Pero en
ría de Puentes, Universidad Politécni- y sus diagonales que parte de la racionalidad Francia destacó, sobre todo, François Hen-
ca de Valencia, Valencia, 1999, p. 60. del uso de la madera y el hierro, etc.». Ca- nebique50, el cual convertido en empresa-
52
Importante para el desarrollo y racterísticas que ponen en valor el carácter rio constructor fue el gran difusor del nue-
aplicación en la construcción del hor- de la fachada y no otros aspectos y que pue- vo material promoviendo sus aplicaciones
migón armado fueron los reglamen-
den, tal como nos indica el autor, encon- y construyendo numerosas obras. En 1880
tos que se dictaron en Europa a prin-
trarse también en la vivienda burguesa y realizó las primera losas y en 1892 patentó
cipios del siglo: en 1904 se publican
en Alemania por decreto del Ministe- económica, en la casa rural y en las obras de la primera viga en T51. Desde la Exposi-
rio de Obras Públicas las «Disposicio- ingeniería. ción Universal de París de 1900, su técni-
nes para la ejecución de obras de hor- En la historia de la arquitectura industrial ca se difundió rápidamente por Europa y
migón armado en la construcción» y española existen numerosos y magníficos los demás continentes52. La era del hormi-
en Francia, en 1906 las «Instruccio-
ejemplos de este período concreto. Cons- gón armado estaba ya iniciada.
nes relativas al empleo del hormigón
trucciones cuyo carácter estilístico retoman Por la misma época (1870-80), los ame-
armado». MONLEÓN, S.: Apuntes de
ingeniería de Puentes, Valencia, Uni- los códigos arquitectónicos desde el clasicis- ricanos Hyatt y Ransome construyeron edifi-
versidad Politécnica de Valencia, mo severo, como la fachada de la estación cios en los que, persiguiendo la incom-
1999, p. 61. MZA en Alicante, proyectada por el inge- bustibilidad, ejecutaron vigas y pisos de
feccionar los principios antes citados, fue la
primera fábrica de automóviles completa-
mente autónoma y la primera que fue expre-
samente diseñada y programada en función
de las exigencias de la producción en masa.
Con estos objetivos, A. Kahn perfeccionó las
técnicas del hormigón armado aplicado a la
arquitectura, con el fin de ampliar la luz en-
tre pilares permitiendo la inserción de máqui-
nas de distintas dimensiones, dispuso escale-
ras, ascensores y servicios higiénicos en
cuerpos salientes del bloque principal, de for-
ma que podía ampliarse el edificio por simple
agregación de elementos iguales. En cada una
de las cuatro plantas se realizaba una fase dis-
tinta del proceso productivo, iniciándose en
la planta alta, hasta el ensamblaje de las piezas
Figura 30. Fotografía de Hennebique en la revista Le
Betón Armé 1921.
que se realizaba en la planta baja. Toda la
construcción estaba, pues, concebida como
hormigón armado, distribuyendo el acero en un conjunto flexible, no rígido, pero perfec-
aquellas zonas traccionadas. Sin embargo, se- tamente organizado, de recorridos horizonta-
99
rá el arquitecto Albert Kahn y su hermano Ju- les y verticales, una envoltura en la que el uso
lius53 quienes perfeccionaron los sistemas ela- correcto de una nueva tecnología arquitectó-
borados por Ransome y fueron autores de nica (armazón hacia el exterior y rodeado por
más de dos mil establecimientos industriales, amplias vidrieras) perseguía el objetivo de la
caracterizados por el uso exclusivo del cemen- máxima eficiencia.
to. Pero la importancia histórica de Albert Nace la fábrica diáfana, un momento cla-
Kahn radica en la forma racional con que ve para transmitir una nueva y moderna
conjuga la proyección de espacios y el proce- imagen industrial. El hormigón armado
so productivo. Su primera obra reconocida abría nuevas formas expresivas, mayor lige-
históricamente es el establecimiento de la reza de los elementos básicos, nuevas pro-
Packard Motor Car Company de Detroit porciones en la escala arquitectónica, mayor
(1905), la cual presentaba una mayor racio- iluminación y ventilación. Esta nueva ar-
nalidad en cuanto a la distribución, una ma- quitectura industrial planteó nuevos presu-
yor luz entre los elementos estructurales, dis- puestos arquitectónicos que superaron los
ponía de amplios ventanales que mejoraban límites del sector propiamente industrial y
la iluminación y la ventilación, estaba consti- explotativo, creando precedentes de carácter
tuida por la repetición de elementos iguales estético y compositivo en la cultura arqui-
susceptibles de futuros añadidos y estaba rea- tectónica en general. Estos nuevos criterios
lizada a prueba de incendios. Pero la obra que serán asumidos por los grandes maestros del
más fama le dio fue el establecimiento que Movimiento Moderno. No podemos olvi- 53
BUCCI, F.: L’architetto di Ford. Al-
construyó para Henry Ford en Highland dar la reivindicación de los arquitectos mo- bert Kahn e il progetto della fabbrica
Park en Detroit (1909). Ésta, además de per- dernos de las obras de la industria y de la moderna, Città Studi, Milán, 1991.
TESTIMONIO DE LA ERA DE LA INDUSTRIALIZACIÓN
ARQUITECTURA INDUSTRIAL,

Figura 31a. Fábrica Fiat, Turín. Col. I.A.C.

Figura 31b. Fábrica Fiat, Turín, 1917.

54
GROPIUS, W.: «Die Entwicklung ingeniería en sus textos programáticos, ni su pensamiento de los paradigmas propuestos
100 Moderner Industriebaukunt», Jarh- contribución en la construcción industrial por Newton unos siglos antes. Le Corbusier,
buch des Deutschen Werbunddes, en las primeras décadas del siglo XX. en 1920, comenta: «No en busca de una idea
1913.
Pensemos que estas características fueron arquitectónica, sino guiados simplemente
las que llamaron la atención de Gropius, de por las necesidades de una demanda impe-
Le Corbusier, de Mendelshon, de Bruno riosa, la tendencia de los ingenieros actuales
Taut, de Curt Behrendt, en sus escritos sobre se dirige hacia las líneas generadoras y revela-
arquitectura moderna. La verosimilitud, la doras de los volúmenes; ellos nos muestran el
regularidad, las formas puras y básicas, las ge- camino y crean los hechos plásticos, claros y
ométricas y las abstractas, la aplicación de límpidos, que dan solaz a nuestros ojos y
una arquitectura científica, su lógica y mag- proporcionan el placer de las formas geomé-
nífica construcción, la expresión exacta de la tricas a nuestra mente. Así son las fábricas,
forma, libre de todo efecto casual, la claridad los alentadores primeros frutos de la nueva
de contraste, la articulación ordenada en la era. Los ingenieros actuales están en concor-
disposición de cada elemento son las reglas dancia con los principios que Bramante y
básicas de la arquitectura industrial y serán Rafael aplicaron hace mucho tiempo». Igual-
los modelos que los arquitectos europeos an- mente Le Corbusier, en 1923, incide de nue-
helaban para su futuro arquitectónico. Gro- vo al decirnos: «Los prototipos industriales se
pius, en 191354, al tratar los elevadores de convirtieron en modelos literales para la ar-
grano americanos nos dice: «Su individuali- quitectura moderna, mientras que los patro-
dad es tan inconfundible que el significado nes arquitectónicos históricos eran sólo ana-
de la estructura resulta evidente para el ob- logías seleccionadas por algunas de sus
servador». Qué próximo se encuentra este características. Por decirlo de otro modo, las
Figura 32b. Nave industrias Quími-
cas Cross.

construcciones industriales suponían un esti- Como he comentado anteriormente, estos


lo correcto, los edificios históricos, no»55. valores artístico-arquitectónicos son actual-
Este aspecto ha sido reconocido final- mente aceptados con relación a su contri-
mente por la historiografía arquitectónica bución a los presupuestos del Movimiento
101
y, por ello, hoy, con una mirada patrimo- Moderno, formando parte, a partir de este
nial, se defienden y valoran justamente momento, de su propia historia. Sin embargo,
muchos complejos industriales e infraes- muchas de estas mismas características (fun-
tructuras ingenieriles56. Al respecto nos co- cionalidad, racionalidad, flexibilidad, transpa-
menta C. García Braña: «Con probabilidad rencia, sinceridad...) siguen, actualmente,
de acierto puede decirse que donde más cla- siendo un hándicap en la valoración de la ar-
ramente se han concretado las característi- quitectura industrial del siglo XIX, pese a ser
cas de la modernidad arquitectónica ha sido conscientes de que estas manifestaciones in-
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en la resolución de los problemas plantea- dustriales y tecnológicas fueron pioneras en el LE CORBUSIER: Vers une Architectu-
dos por los requisitos de indispensable cum- uso de nuevas técnicas y nuevos materiales, re, (1923), Flammarion, París, 1995.
56
Véanse las publicaciones de la
plimiento del edificio industrial y en la ade- fueron su campo de experimentación; pese a
Fundación Docomomo y, en concre-
cuada expresión de los mismos. En cierto ser conscientes de que un siglo antes las di- to, La arquitectura de la industria,
modo, las características arquitectónicas rectrices de esta arquitectura, basada en la es- 1925-1965, Registro Docomomo Ibé-
desveladas en los edificios de carácter indus- tructura, la distribución y el programa, supo rico, Fundación Docomomo Ibérico,
trial acabarían imponiéndose como argu- adaptarse y responder a las condiciones y las Barcelona, 2005.
57
mentos definitorios de la nueva arquitec- influencias de la revolución industrial, crean- GARCÍA BRAÑA, C.: «Industria y
arquitectura moderna en España,
tura, del mismo modo que la nueva era do una cultura arquitectónica industrial en
1925-1965», La arquitectura de la
industrial acabaría trastocando los viejos va- torno al mercado y la economía del momen- industria, 1925-1965, Registro Doco-
lores y alumbraría un nuevo modo de ver e to, siendo la más apropiada para cubrir las ne- momo Ibérico, Fundación Docomo-
interpretar el mundo»57. cesidades de la nueva sociedad industrial. mo Ibérico, Barcelona, 2005, p. 42.

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