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COOPERACIÓN

INTERNACIONAL

DISCENTES:

CORDERO T. ELIGIO A, C.I V- 12.770.348

FUENTES R, EDWUARD O, C.IV-16.983107

RIVAS S. SERGIO M, C.IV-18.322.315

ZAMUDIA C. EDUARD J, C.IV-20.642.736

DICIEMBRE, 2020
INTRODUCCIÓN

A consecuencia de la globalización se reconoce, por un lado, el fortalecimiento


e incremento de instrumentos internacionales (convenios multilaterales y
estructuras que fortalecen organismos internacionales), que permiten la
materialización de las prestaciones de seguridad social desvaneciendo las
fronteras y ampliando la cobertura a nivel internacional. Hoy en día existen una
gran cantidad de tratados internacionales, acuerdos bilaterales, organismos
internacionales, cuyo objetivo común es ampliar la cobertura de seguridad
social en el mundo.

Por otro lado, las nuevas directrices que han propuesto algunos organismos
internacionales como la OCDE obligan a la modificación de los esquemas de
pensiones y salud en países como México, así como a recortes en los gastos
destinados a la seguridad social en general.

Esto sujeta a los países a la necesidad y exigencia de sus propios ciudadanos


ante la falta de cobertura o cobertura inadecuada, al mismo tiempo que deben
dar cumplimiento a las directrices que marcan los organismos internacionales
por la presión económica que implica no seguir sus planteamientos. Por lo
tanto, los cambios en materia de pensiones y salud principalmente giran más
en torno a las corrientes internacionales, que a las propias necesidades
internas, lo que trae como consecuencia una configuración sui géneris del
derecho internacional de la seguridad social en Latinoamérica.

Siendo así, este artículo tiene como objetivo demostrar que existe una veta
importante en la generación del conocimiento sobre el derecho internacional de
la seguridad social en Latinoamérica, que la hace digna de diversos estudios
pormenorizados.

Derivado de lo anterior, este artículo presenta un análisis de la actual


conformación del derecho internacional de la seguridad social en
Latinoamérica, considerando por orden metodológico cuatro temas
importantes:
 El marco conceptual y contextual del derecho internacional de la
seguridad social.

 Los principales convenios y tratados internacionales en Latinoamérica


que constituyen el verdadero andamiaje jurídico para el otorgamiento de
las prestaciones a los ciudadanos de este subcontinente.

 Un breve resumen y directrices actuales en materia de seguridad social


de los actores internacionales más importantes que en él intervienen,
los organismos internacionales específicos en materia de seguridad
social, como la Organización Internacional del Trabajo (OIT), la
Organización Iberoamericana de Seguridad Social (OISS), la Asociación
Internacional de Seguridad Social (AISS) y la Conferencia
Interamericana de Seguridad Social (CISS),

 Así como la influencia de los organismos económicos internacionales,


dentro de los que destacan el Fondo Monetario Internacional (FMI), el
Banco Mundial (BM) y la Organización para la Cooperación y el
Desarrollo Económicos (OCDE), para finalmente dar paso a las
conclusiones y fuentes de investigación respectivas.
COOPERATIVA INTERNACIONAL.

Definición:

La cooperación internacional se refiere al apoyo que se prestan dos o más


agentes del contexto internacional (gobiernos de distintos países, empresas,
ONG, etc.) con el fin de promover el desarrollo económico y/o social.

La cooperación internacional consiste generalmente en la transferencia o


préstamo de recursos valiosos (como tecnología, dinero, asistencia técnica,
etc.) con el fin de que el destinatario pueda superar problemas puntuales o
potenciar su desarrollo.

juega un papel muy importante en la promoción y el apoyo técnico y financiero


de las actividades de población y desarrollo en la región. Esta cooperación,
además de asistencia financiera, incluye la provisión de equipos e insumos,
asesoría técnica y capacitación.

TIPOS DE COOPERACIÓN:

Existen múltiples formas de cooperación internacional, entre ellas encontramos:

1. Financiera: Se trata de recursos financieros que pueden ser o no


devueltos por el receptor. Así, por ejemplo, tenemos préstamos con
bajas tasas de interés, trasferencias de dinero, etc.
2. Técnica: Se refiere al traspaso de conocimientos, técnicas, tecnologías,
etc. que ayudan al agente receptor a desarrollar nuevas capacidades
3. Cultural: Consiste en el intercambio o financiamiento de actividades
culturales que tengan como objetivo educar a la población, fortalecer su
identidad propia, transmitir y proteger tradiciones, etc.
4. Especies: Con esto nos referimos a la entrega de bienes y servicios que
ayuden al receptor a superar un problema o desarrollar nuevas
capacidades. Acá se incluyen alimentos, ropa, agua, maquinaria para
combatir los efectos de desastres naturales, etc.
FUNDAMENTOS LEGALES PARA LA SUSCRIPCIÓN DE TRATADOS
INTERNACIONALES:

Le corresponde coordinar las relaciones del Ministerio Público con las


autoridades de otros países, en el establecimiento y administración de
mecanismos recíprocos de apoyo para la obtención de pruebas de cualquier
género, que coadyuven a la defensa de los intereses de la República y en la
persecución de los delincuentes conforme a la ley. Es una dependencia
asesora de la Fiscal General de la República, Directores del Despacho en
materia internacional y Fiscales del MP. Tramita las Solicitudes de Asistencia
Mutua en Materia Penal e interviene en los trámites relacionados con
extradiciones.

La Asistencia Mutua en Materia Penal en la legislación venezolana Código


Orgánico Procesal Penal Art. 111. Atribuciones del Ministerio Público.
Corresponde al Ministerio Público en el proceso penal: Solicitar y ejecutar
exhortos o cartas rogatorias y solicitudes de asistencia mutua en materia penal.
Art. 185. Trámite de exhortos o cartas rogatorias y solicitudes de asistencia
mutua en materia penal. “Corresponde al Ministerio Público, en coordinación
con el Ministerio con competencia en materia de relaciones exteriores, solicitar
y ejecutar Exhortos, o cartas rogatorias y solicitudes de asistencia mutua en
materia penal, lo cual realizará conforme a las previsiones de la legislación
interna y con fundamento en los acuerdos tratados y convenios internacionales
suscritos y ratificados por la República en la materia. La Asistencia Mutua en
Materia Penal en la legislación venezolana Ley Orgánica del Ministerio Público
Art. 16. Son competencias del Ministerio Público: Librar y ejecutar exhortos o
cartas rogatorias y solicitudes de asistencia mutua en materia penal, y ejercer
las demás funciones inherentes en su condición de autoridad central en la
materia. Las Autoridades Centrales se comunicarán directamente entre ellas y
transmitirán los requerimientos de asistencia a las autoridades competentes
para su ejecución. Art. 37. Son atribuciones y deberes de los Fiscales o las
Fiscales del Ministerio Público de Proceso: Solicitar y ejecutar exhortos o
cartas rogatorias, así como instrumentar, solicitar y ejecutar la cooperación
internacional con base en los tratados internacionales vigentes para la
República Bolivariana de Venezuela.

Convención Interamericana contra la Corrupción

Adoptada: Caracas, Venezuela 29/03/1996.

Publicada en Gaceta oficial: G.O. Nº 36.211 (22/05/1997)

Art. XIV. Asistencia y Cooperación.

Art. XV. Medidas sobre Bienes.

Art. XVI. Secreto Bancario.

Convención de las Naciones Unidas Contra la Corrupción

Adoptada: New York, Estados Unidos de América (10/12/2003)

Publicada en Gaceta oficial: G.O. Nº 38.192 (23/05/2005)

Cap. III. Penalización y Aplicación de la Ley.

Cap. IV. Cooperación Internacional.

Convención de las Naciones Unidas Contra la Delincuencia Organizada


Transnacional

Adoptada: Palermo, República Italiana 15/12/2000

Publicada en Gaceta oficial: G.O. Nº 37.357 (14/12/2002)

Art. 12. Decomiso e Incautación.

Art. 13. Cooperación Internacional para fines

de Decomiso.

Art. 18. Asistencia Judicial Recíproca

Convención Interamericana sobre Asistencia Mutua en materia Penal

Adoptada: Nassau, Bahamas, 29/03/1996

Publicada en Gaceta oficial: G.0 No. 4999 (03/11/1995)


TRATADOS INTERNACIONALES EN MATERIA DE SEGURIDAD:

Un informe reciente sobre la situación de la democracia en América Latina,


elaborado por el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD),
recopiló indicadores estadísticos y, entre otras cosas, opiniones de diversos
líderes de la región (incluidos algunos ex presidentes) sobre los riesgos que se
perciben para la consolidación de la democracia. Según este informe, uno de
esos riesgos es precisamente la influencia económica y política que han
adquirido los grupos delictivos dedicados al tráfico de drogas, contrabando,
prostitución y el juego clandestino.

Estos grupos señalan los testimonios han cooptado diversos espacios de poder
en los partidos políticos, en los Congresos y en los cuerpos policíacos.  Desde
hace cuando menos 25 años, los delincuentes iniciaron un proceso que los ha
llevado a rebasar los ámbitos locales de actuación y a desarrollar poderosas
organizaciones transnacionales.

Frente al poder creciente de los grupos delictivos, las organizaciones de las


Naciones Unidas y de los Estados Americanos han emprendido diversos
esfuerzos para promover y coordinar acciones de carácter transnacional en
contra de la delincuencia.

Ofrece una compilación de los instrumentos jurídicos en vigor desde 1936 para
favorecer la extradición, combatir el narcotráfico, proteger el transporte aéreo y
marítimo, prevenir y sancionar el terrorismo, proteger los derechos humanos y,
más recientemente, combatir las modalidades que ha adoptado la delincuencia
organizada.

A la par que las organizaciones delictivas han diversificado y profundizado sus


actividades, desde los años noventa se han renovado o, en su caso se han
creado, diversos instrumentos jurídicos.

Actualmente, los instrumentos macro que definen y delimitan la colaboración


internacional para el combate a la delincuencia, según los rubros de actuación
son los siguientes:
A. Convención de las Naciones Unidas Contra el Tráfico Ilícito de
Estupefacientes y Sustancias Psicotrópicas:

Conocida como la Convención de Viena, fue propuesta para firma por la ONU
en 1988 y publicada en Diario Oficial de la Federación (DOF), y por lo tanto
aceptada plenamente por México, el 5 de septiembre de 1990.

El presente Convenio establece amplias medidas contra el tráfico de drogas,


incluyendo las disposiciones contra el blanqueo de dinero y la desviación de
precursores químicos. Se prevé la cooperación internacional a través, por
ejemplo, de la extradición de los narcotraficantes, las entregas vigiladas y la
transferencia de los procesos judiciales.

La labor de las Naciones Unidas en la lucha contra el problema mundial de las


drogas se basa en tres importantes tratados internacionales de fiscalización de
drogas:

 Convención sobre Estupefacientes de 1961 (enmendada en 1972)


 Convenio sobre Sustancias Sicotrópicas de 1971
 Convención de las Naciones Unidas contra el Tráfico Ilícito de
Estupefacientes y Sustancias Sicotrópicas de 1988

Los tres convenios atribuyen funciones importantes a la Comisión de


Estupefacientes y a la Junta Internacional de Fiscalización de Estupefacientes

B. Convención de las Naciones Unidas contra la Delincuencia


Organizada Transnacional:

Esta convención, conocida como de Palermo, fue propuesta originalmente por


la ONU el 13 de diciembre de 2000 y adoptada plenamente por México el 11 de
abril de 2003.

Se trata de un documento que abre nuevas perspectivas para la cooperación


internacional en el combate a la delincuencia, debido a que se propone
“fortalecer los derechos y obligaciones contenidos en otras convenciones
internacionales y proveer un marco jurídico en los casos en que los estados no
cuenten con tratados específicos”.
Como señala Eduardo Ibarrola Nicolín, dicho instrumento “incluye la
prevención, investigación y enjuiciamiento de los delitos graves (definidos como
los sancionados por una pena de privación de la libertad máxima de al menos
cuatro años) o tipificados con arreglo a la misma (participación en un grupo
delictivo organizado, lavado de dinero, corrupción, obstrucción de la justicia y
los delitos graves), cuando éstos sean de carácter transnacional y entrañen la
participación de un grupo delictivo organizad.

Esta Convención cuenta con tres protocolos adicionales: uno, para Prevenir,
Reprimir y Sancionar la Trata de Personas, Especialmente Mujeres y Niños;
dos, contra el Tráfico de Migrantes por Cielo, Mar y Tierra; y tres, de Armas.

C) Convención Interamericana contra el Terrorismo:

El terrorismo sigue siendo una de las amenazas más graves, si no la más


grave, que encara el hemisferio occidental y el mundo entero. En
consecuencia, la Organización de los Estados Americanos y sus Estados
miembros han elaborado políticas amplias para colaborar estrechamente a fin
de combatir la amenaza del terrorismo en el hemisferio. La Convención
Interamericana contra el Terrorismo tiene como propósito impedir la
financiación de actividades terroristas, reforzar el control de las fronteras y
aumentar la cooperación entre las autoridades encargadas de hacer cumplir la
ley en diferentes países. Además, el Comité Interamericano contra el
Terrorismo desempeña una función importante en la ejecución de las medidas
adoptadas en ese ámbito y es considerado un modelo para otras
organizaciones que participan en la lucha contra el terrorismo.

El 28 de febrero de 2003 se publicó en el DOF el decreto con el cual México


aceptaba plenamente este convenio, propuesto por la ONU para su firma el 7
de septiembre de 2000. También en esa misma edición, el Diario Oficial publicó
el decreto correspondiente al Convenio Internacional para la Represión de los
Atentados Terroristas cometidos con Bombas, que la ONU había propuesto
desde el 15 de diciembre de 1997.
Además de estos dos instrumentos, México concluyó el proceso de adopción
legal de la Convención Interamericana contra el Terrorismo y publicó el decreto
respectivo el 4 de noviembre de 2003.

D) Convenios en materia de formación para la seguridad


ciudadana: Resolución Nº 104 de fecha 12 de julio de 2017, mediante la cual
se crea el Programa Nacional de Formación Avanzada en Seguridad
Ciudadana, publicada en la Gaceta Oficial de la República Bolivariana de
Venezuela N° 41.193 de fecha 14 de julio de 2017.

Hablar de seguridad ciudadana implica casi de una forma automática hablar de


una autoridad que ordene y garantice dicha seguridad. En la forma actual de
concepción del Estado es este el que garantiza la seguridad ciudadana a través
del monopolio de la violencia o el uso de medios coercitivos, siempre que este
sea legitimado por algún tipo de expresión democrática como elecciones o
referéndums. La autoridad es así ejercida por:

 Poderes públicos:

La separación de poderes garantiza la coexistencia de tres poderes con


capacidad para obligar a la ciudadanía a cumplir ciertos mandatos. Este poder,
entendido como una cesión voluntaria de libertades al Estado, es ejercido de
acuerdo a los tres poderes: legislativo, ejecutivo y judicial. En este sentido cabe
añadir ciertas instituciones de gran importancia como son los parlamentos y
senados, el Ministerio del Interior, el Ministerio Público y los tribunales de
justicia, tanto de cada país como internacionales, pues ordenan y coordinan de
forma directa dicha autoridad.

 Fuerzas policiales:

Son la forma más directa que tiene el Estado de regular la acción ciudadana.
Tienen atribuciones tanto de prevención, como puede ser el ordenamiento del
tráfico, prevención en drogodependencia o las rondas de vigilancia; como de
actuación tras el delito o falta, pudiendo iniciar investigaciones o deteniendo a
ciudadanos sospechosos de haber incumplido la ley para ponerlos a
disposición de la autoridad judicial.14 Una reflexión muy interesante es la de
distinguir entre una policía utilizada para la defensa de los intereses del Estado
y otra que garantice la seguridad ciudadana, pues es esta última el modelo que
se pretende adoptar en la actualidad:

El modelo de policía continental o al servicio del Estado, la policía


tradicionalmente tenía como finalidad la protección y extensión del poder
político en manos de las personas o grupos que gobiernan, evitando los
comportamientos políticamente desviados; pese a que, paralelamente, a esta
finalidad política, coexiste la necesidad de represión del delito. Lo que prima,
en este caso, es el mantenimiento del orden público. En el sistema comunitario
o anglosajón, la policía es un producto de las demandas sociales, de suerte
que la sociedad se autorregula (self-policing) con un mínimo uso de la fuerza.
De acuerdo a esta pauta, la necesidad social de seguridad de personas y
bienes justifica, per se, la existencia de la policía. De esta manera, los
ciudadanos son los primeros interesados en colaborar con la actuación policial,
de tal suerte que se evite el recurso a la fuerza. Para concluir, podríamos decir
que el modelo de policía comunitaria tiene su última justificación en el
mantenimiento de la seguridad púbica.

 Ejército:

La mayoría de los ejércitos posee un ejército profesional, que si bien suele


encargarse de la defensa nacional, también participa en mantener la seguridad
ciudadana en situaciones de emergencia, como desastres naturales, atentados
terroristas o asistencia a los civiles en conflictos bélicos. De hecho, existen
instituciones militares dedicadas por completo a estas labores como los cascos
azules de la ONU o la Unidad Militar de Emergencias de España.

 Seguridad privada:

Dependiendo del país, pueden existir fuerzas de seguridad privada. La mayor


parte de las actuaciones que llevan a cabo es la protección de personas que
así lo requieran, edificios y otras instalaciones, o control de accesos en locales
de ocio y eventos multitudinarios. Si bien, la autoridad que posee suele ser
menor y sus actuaciones son meramente disuasorias o de detención temporal
hasta que la policía se haga cargo del detenido.
 Ciudadanos:

El ciudadano cumple el papel más importante en la seguridad ciudadana, pues


además de legitimar democráticamente las anteriores formas de autoridad,
contribuye moderando sus propias acciones, denunciando actividades ilícitas,
organizándose en asociaciones de prevención y concienciación... En ciertas
jurisdicciones un ciudadano puede incluso detener a otro que esté cometiendo
un delito o huido de la justicia.

Las principales críticas a esta concepción de la seguridad ciudadana emanan


de las teorías anarquistas, que de forma resumida, rechazan la existencia de
cualquier tipo de autoridad externa al individuo, que incluye al Estado y
cualquier tipo de coerción.
CONCLUSIÓN.

Finalizando estas reflexiones y como conclusión de lo expuesto debo volver al


principio. En momentos de regresión legislativa, en momentos en que lo
económico parece imponerse sobre lo social en una clara alteración del orden
de prevalencia de los diferentes derechos que se desprende de la CE,
especialmente de la configuración del Estado Social, es bueno tener presente
que los Tratados Internacionales vinculan al legislador ordinario, le vedan
ciertos recortes y ajustes incompatibles con los mismos y, sobre todo, le
obligan a mantener los derechos sociales en términos que permitan
reconocerlos y tener eficacia aplicativa real, como también le obligan a respetar
el carácter tuitivo, ciertamente modulable pero esencial, del ordenamiento
laboral. La aplicación recta de estos Tratados Internacionales es esencial,
pues, en momentos como los que vivimos, pero ello exige superar viejas
nociones y hacer un esfuerzo por conocer estos Tratados y la aplicación que de
los mismos se ha hecho, lo que no siempre es fácil, pero en todo caso es una
situación similar a la que en su día nos planteó la aplicación del Derecho de la
Unión Europea y que todos los operadores jurídicos debemos abordar. La
defensa de un ordenamiento laboral tuitivo es, además, no sólo una obligación
constitucional e internacional, sino un elemento esencial para la pervivencia del
propio Estado Social y, por tanto, para asegurar nuestra convivencia pacífica
en el marco constitucional del que nos hemos dotado. Al legislador le
corresponde tenerlo en cuenta, a los ciudadanos defender nuestros derechos y
a los órganos judiciales tener una actitud comprometida con la defensa de los
valores constitucionales y el respeto a los derechos sociales en los términos en
los que los configuran las obligaciones internacionales asumidas por el Estado
español.

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