Para nadie es un secreto que la pandemia fue un factor improvisto y sorprendente que tomó a todos los gobiernos “con los pantalones abajo”; sin embargo hay quienes supieron actuar con franqueza y diligencia pensando en el bienestar de todos sus habitantes, pero así mismo se vio evidenciado el mal manejo, control y desconocimiento de las necesidades y problemáticas que prevalecían y afectaban la población y sus sectores pertenecientes y en este caso haré referencia a la salud. Lastimosamente por muchos años hemos sido testigos del pésimo servicio de salud con el cual contamos los colombianos, siendo este ineficiente e incompetente para las necesidades de todos, y lo que por muchos años quisieron ocultar, salió a flote cuando nos vimos sumergidos en una pandemia improvista; haciéndonos caer en cuenta de que nuestro sistema no ofrecía ni las más mínimas garantías y seguridad para tratar este virus. A continuación expondré tres razones que agravan u hacen peso dentro de la interrogante del ¿Por qué? Nuestro sistema de salud es incompetente. La salud no se ve como servicio sino como negocio.
Mala administración de recursos: esto abarca: medicamentos de baja
calidad, el difícil acceso a ellos, falta de instalaciones y equipos necesarios, falta de personal que pueda cubrir en gran parte la demanda del servicio.
Falta de garantías laborales para el equipo médico: este factor fue el
más predominante en la emergencia sanitaria, ya que no hay garantías por parte del gobierno que acojan y reconozcan el trabajo exhausto trabajo que tienen que realizar todo el personal médico. Largas horas de trabajo, salario bajo, pocas horas de descanso, tareas y trabajos multifuncionales, falta de especialistas, violencia y rechazo por parte de la ciudadanía fueron las únicas cosas que han podido ganar estos personajes. El gobierno les exigía resultados y rendimiento pero no brindaban los medios y el apoyo suficiente para lograrlo. La dedicación, el esfuerzo y la voluntad están presentes; solo hace falta quien lo impulse, lo proteja y lo sostenga. Todos necesitamos de un gobierno digno, competente, íntegro y solidario, que se afane por las necesidades, avance y mejora del país. Que fortalezca un sector tan importante como es el de la salud, garantizando los derechos fundamentales del ciudadano establecidos en la constitución política ofreciendo así, lo mínimo para una vida digna.