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LA LECCIÓN DE PIANO

(The Piano Lesson)


de August Wilson

Traducción de Manuel Viveros, Everett Dixon y Ricardo Buenaventura.


Tercer borrador, 1 de diciembre de 2008.
Almacenaré mi algodón

venderé mis semillas

compraré para mi bebe

todo lo que necesita.

---Skip James
PERSONAJES
Doaker Charlesi
Pelao Willi
Limón
Berenice
Marietta
Harvey
El Borrachín Llorón
Engracia.

La lección de Piano se estrenó el 16 de Abril de 1990 en el teatro Walter Kerr en


Broadway en la ciudad de Nueva York.

La acción de la obra ocurre en la cocina y el salón de la casa donde Doaker 1 Charles vive con su sobrina
Berenice y la hija de ésta Marietta. La casa está escasamente amoblada, y aunque hay evidencia de un
toque femenino, falta calor y vitalidad. Berenice y Marietta ocupan las habitaciones del segundo piso. La
habitación de Doaker es amplia y se puede ver desde la cocina. Dominando el salón hay un viejo piano
vertical. En las patas del piano hay unas figuras de máscaras esculpidas al modo africano a manera de
tótem. El tallado está elaborado en una gracia y un poder de invención que lo saca del reino de la
artesanía y lo pone en el reino del arte. A la izquierda hay una escalera que lleva arriba.

Primer Acto

ESCENA PRIMERA

Aparecen las luces en el domicilio de los Charles. Son las cinco de la mañana.
Está empezando a amanecer, pero hay algo en el aire que pertenece a la
noche. Una tranquilidad que es un portento, una reunión, una amalgama de
algo que parece una tormenta. Hay un fuerte golpe a la puerta.

Pelao Willie: (Fuera llamando) ¡Hey Doaker! ... ¡Doaker! (golpea de nuevo y llama)
Hey Doaker! ¡Hey Berenice! ¡Berenice!
Doaker entra de su habitación. Es un hombre alto y flaco de 47 años con rasgos severos,
quien trabaja tiempo completo de cocinero en el ferrocarril, aunque se nota que ya está
retirado del mundo)
Doaker: ¿Quién es?
Pelao Willie: ¡Abre la puerta negro! ¡Soy yo... el pelado Willi!
Doaker: ¿Quién?
Pelao Willie: ¡El pelado Willi! ¡Abre la puerta!
(Doaker abre la puerta y el Pelao Willie y Limón entran. El pelado Willie tiene 30 años,
tiene una sonrisa contagiosa y un aire infantil que es apto para su nombre. Es descarado
1
Según el “Urban Dictionary” en el internet, “Doaker” significa “tonto, idiota” – aunque todavía no he
corroborado esta definición.
e impulsivo, locuaz y un poco grosero en su manera de hablar y comportarse. Limón
tiene 29 años, es el socio del Pelao Willie, habla poco, pero cuando habla es con una
franqueza que frecuentemente desarma)
Doaker: ¿Qué estás haciendo acá en el norte?
Pelao Willie: Yo te dije Limón. Limón decía que ibas a estar dormido. Este es Limón.
¿Te acuerdas de Limón Jackson del pueblo? Este es mi tío Doaker.
Doaker: ¿Qué estás haciendo por acá? No entendía quien era. Pensaba que tú seguías en
Mississippi.
Pelao Willie: Limón y yo estamos vendiendo sandías. Nos hemos conseguido un camión.
Tenemos un camión lleno de sandías. Las trajimos por acá para venderlas. ¿Dónde está
Berenice? (Llama.) ¡Hey Berenice!
Doaker: Berenice está arriba durmiendo.
Pelao Willie: Pues que se levante. (Llama) ¡Hey Berenice!
Doaker: Ella tiene que madrugar a trabajar.
Pelao Willie: Pues puede levantarse y saludar. Hace tres años que no la veo (Llama.)
¡Hey Berenice! ... Soy yo... el pelado Willie...
Doaker: A Berenice no le gustan todos esos gritos ahora. Tiene que madrugar a trabajar.
Pelao Willie: Puede volver a la cama después. Limón y yo estuvimos manejando dos
días en ese camión...lo menos que puede hacer es levantarse y saludar.
Doaker: (mirando por la ventana) ¿dónde conseguiste ese camión?
Pelao Willie: Es de Limón. Le dije: consigamos una carga de sandías y traigámoslas por
acá.
Limón: El pelao Willie dice que se va a devolver, pero yo me voy a quedar. Quiero ver
como son las cosas por acá.
Pelao Willie: Primero me vas a tener que regresar.
Limón: Ya te dije que no voy a llevarte hacia atrás y correr el riesgo que el camión se
vare otra vez. Puedes tomar un tren. Hey, dile Doaker, puede volver en el tren. Después
que vendamos esas sandías tendrá bastante plata y podrá comprarse todo un vagón para él
solo.
Doaker: Tienen tanta sandía amontonada allá que no es sorpresa que se hayan varado.
Me sorprende que llegaran hasta acá con una carga así. ¿Dónde se vararon?
Pelao Willie: ¡Nos varamos tres veces! Nos llevó dos días y medio llegar acá. Menos mal
cogimos las sandías frescas.
Limón: Nos varamos dos veces en Virginia del Oeste. La primera vez fue apenas
saliendo de Girasoles. A 60 km se varó. Lo puse a andar y llegamos hasta Virginia de
Oeste y se varó otra vez.
Pelao Willie: Tuvimos que caminar 7 km por agua.
Limón: Tiene un hueco en el radiador, pero anda bastante bien. A veces hay que
bombear los frenos mucho para que agarren. El pelado Willie tiene la puerta abierta y
está listo a saltar cuando eso pasa.
Pelao Willie: Limón piensa que eso es chistoso. Le dije a ese negro que le daría 10
dólares para que arregle esos frenos, pero él piensa que es chistoso.
Limón: No necesitan arreglo. Lo único que necesitas hacer es bombearlos hasta que
agarren.
(Berenice entra en la escalera. Tiene 35 años y una hija de 11. Desde hace tres años está
en duelo por su esposo.)
Berenice: ¿Qué es lo que pasa acá que gritan tanto?
Pelao Willie: ¡Hey Berenice! Doaker dijo que estabas durmiendo. Dije que lo menos que
podías hacer era levantarte y saludar.
Berenice: Son las 5 de la mañana y ustedes llegan acá con todo ese ruido. ¿No pueden
llegar como gente normal? ¿Tienen que traer todo ese ruido con ustedes?
Pelao Willie: Mierda, no hice nada más que llegar y saludar. Ni siquiera he entrado a la
casa.
Berenice: Eso es lo que digo. Empiezan con todos esos gritos y algarabía desde la puerta.
Pelao Willie: Carajo, mujer, estaba feliz de ver a Doaker. No necesitabas bajar si no
querías. He venido dos mil quinientos kilómetros para ver a mi hermana y me dije que de
pronto quisiera verme, levantarse y saludar, pero aparte de esto puedes volver arriba.
¿Qué hay Doaker? ¿Dónde está la botella? Limón y yo queremos beber. (A Berenice)
Este es Limón. ¿Te acuerdas de Limón Jackson del pueblo?
Limón: ¿Cómo le va, Berenice? Se ve exactamente como yo me la imaginaba.
Berenice: ¿Por qué tiene que llegar gritando y haciendo algarabía? Despertando a los
vecinos con todo ese ruido.
Pelao Willie: Pueden venir y juntarse a la fiesta. La estamos preparando. Doaker, ¿dónde
está la botella? Limón y yo estamos celebrando. "Los Fantasmas del Perro Amarillo"
cogieron a Sutter.
Berenice: ¿Que qué?
Pelao Willie: Pregúntele a Limón, lo encontraron al otro día. Dicen que se ahogó en su
pozo.
Doaker: ¿Cuando pasó eso pelado Willi?
Pelao Willie: Más o menos hace tres semanas. Limón y yo estábamos en el condado
Stoner cuando oímos la noticia. Nos reímos. Pensábamos que era un chiste… Un gran
hombre viejo de 150 kilos cayendo en el pozo.
Limón: Me hizo pensar en una caricatura.
Pelao Willie: Todos dicen que Los Fantasmas del Perro Amarillo lo empujaron.
Berenice: Yo no quiero oír esos cuentos. Me parece que alguien por allá está empujando
a la gente en sus pozos.
Doaker: ¿Que estaban haciendo Limón y tú en el condado de Stoner?
Pelao Willie: Estábamos por allá trabajando. Limón tiene unos conocidos por allá.
Limón: Mi primo tiene unas tierras por allá. Estábamos ayudándole.
Pelao Willie: Tiene cerca de 40 hectáreas casi. Las tiene muy bien arregladas. Limón y
yo estábamos por allá talando árboles. Estábamos usando el camión de Limón para cargar
la madera. Limón y yo acostumbramos cargar madera por toda esa zona. (a Berenice)
Limón y yo tenemos un camión lleno de sandías allá afuera. (Berenice cruza hacia la
ventana del salón.) Doaker, ¿dónde está tu botella? Yo sé que tienes una botella
escondida en tu habitación. Dale, Limón y yo tenemos sed. (Doaker sale a su
habitación.)
Berenice: ¿De dónde sacaron ese camión?
Pelao Willie: Ya te dije que es de Limón.
Berenice: ¿De dónde sacaste ese camión, Limón?
Limón: Lo compré.
Berenice: ¿De dónde sacó él ese camión, pelado Willi?
Pelao Willie: Ya le dijo que lo compró. Lo compró por 120 dólares. No puedo decir de
dónde sacó esos 120 dólares... pero él le compró ese pedazo de chatarra a Henry Porter.
(A Limón) ¿De dónde sacaste esos 120 dólares, negro?
Limón: Los saqué como tú sacas los tuyos. Yo sé cómo cuidar la plata.
(Doaker trae una botella y la coloca en la mesa)
Pelao Willie: (Alegre) ¡Juepucha! Doaker tienes de ese buen whiskey. No le vayas a dar
eso a Limón. No está acostumbrado al buen whiskey. De pronto se enferma.
Limón: Yo he tomado buen whiskey.
Pelao Willie: Limón compró ese camión para tener un buen lugar para dormir. Allá él no
estaba trabajando ni nada. El comisario lo estaba buscando. Compró ese camión para
sácarselo de encima. Stovall lo está buscando también. Dormía por allí en ese camión y
así se les escondía. Le dije que viniera conmigo a ver a mi hermana.
Berenice: ¿Por qué el comisario te está buscando, Limón?
Pelao Willie: El hombre no quiere que tú sepas todos sus “bissness”. Es mi compañero,
él no te está haciendo preguntas.
Limón: No era nada. Sólo fue un malentendido.
Berenice: Estás en mi casa. Tú dices que el comisario lo está buscando, yo quiero saber
por qué lo están buscando. Sino ustedes dos pueden salir de nuevo a la calle y estar donde
nadie necesita preguntarles nada.
Limón: Sólo fue un malentendido. A veces el comisario y yo no pensamos de la misma
manera. Entonces nos pusimos de acuerdo.
Berenice: De pronto está buscándolo por ese camión. De pronto se robó ese camión.
Pelao Willie: No hemos robado ningún camión, mujer. Te dije que Limón lo compro.
Doaker: El pelado Willie y Limón no son tan tontos como para llegar acá con un camión
robado cargado de sandías. Quizás robaron esas sandías pero no creo que hayan robado el
camión.
Pelao Willie: Ni siquiera conoces bien al hombre y ya estás diciéndole ladrón. Tampoco
robamos esas sandías. Esas sandías eran del viejo Pitterford. Nos dijo a Limón y a mí:
tomen las que alcancen por 10 dólares.
Doaker: No me sorprende que las tengas amontonadas allá afuera. Debes tener
quinientas sandías amontonadas allá afuera.
Berenice: Pelado Willie, ¿Cuándo piensan volver Limón y tú?
Pelao Willie: Limón dice que se queda. Tan pronto como vendamos esas sandías, yo
vuelvo.
Berenice: (empieza a subir por la escalera) Eso es lo que necesitas hacer. Y lo necesitas
hacer pronto... viene acá a perturbar la casa. No quiero toda esa algarabía por aquí. Me
sorprende que no hayan despertado a Marietta.
Pelao Willie: Iba justamente a buscarla ahora. (Llama.) ¡Hey Marietta!
Doaker: A Berenice no le gustan todos esos gritos.
Berenice: ¡No vayas a despertar a la niña!
Pelao Willie: Tú ve arriba... despiértala y dile que está aquí su tío. No la he visto en tres
años. Despiértala y mándala aquí abajo. Ella puede volver a la cama luego.
Berenice: No voy a despertar a la niña. Y no vas a hacer todo ese ruido. Limón y tú
necesitan vender esas sandías y volver.
(Berenice sale por la escalera)
Pelao Willie: Veo que Berenice sigue tratando de ser estirada.
Doaker: Berenice está bien. No quiere que tú hagas todo ese ruido. Marietta está arriba
durmiendo. Déjala hasta que despierte. Ella podrá verte en ese momento.
Pelao Willie: No estoy pensando en Berenice. ¿Has hablado con el Borrachín Llorón?
¿Sabes que murió Cleotha?
Doaker: Si hablamos. Pasó por aquí hace un año. Tenía un montón de plata. Se quedó
acá dos semanas. No ofreció nada. Berenice le pidió tres dólares para comprar comida, y
él se enojó y se fue.
Limón: ¿Quién es el Borrachín Llorón?
Pelao Willie: Es mi tío. Es el hermano de Doaker. Yo te he hablado del Borrachín
Llorón. Toca piano. Ha hecho grabaciones y todo. ¿Sigue haciendo esto, Doaker?
Doaker: Hizo una o dos grabaciones hace mucho tiempo. Hasta donde yo sé, eso es lo
único que ha hecho. Si hablas con él, es como si hablaras con una estrella de la música.
Pelao Willie: El pasó por la casa hace dos años. Eso es lo que dicen. Yo no sé. Limón y
yo estuvimos encerrados en la finca Parchman durante estos tres años.
Doaker: Él nunca se queda en un solo lugar. Pasó por acá hace ocho meses. Durante el
invierno. Y ahora es probable que no lo veamos durante dos años. Es probable que pase
bastante tiempo antes de volverlo a ver.
Pelao Willie: Si tenía un montón de plata es probable que nunca lo volvamos a ver. No lo
vas a ver hasta que esté quebrado. Tan pronto que desaparezca ese montón de plata,
mirarás y él estará en tu umbral.
Limón: (Viendo el piano, a Pelao Willi) ¿Ese es el piano?
Pelao Willie: Si... míralo, Limón. Mira como tiene todos esos grabados encima. ¿Ves?
De eso estaba hablando yo. ¿Ves como está todo esculpido, muy bonito y pulido y todo?
Nunca encontrarás otro piano como ese.
Limón: Sí, es muy bonito.
Pelao Willie: Te lo dije ¿ves como está pulido? Mi mamá lo pulía todos los días. ¿Ves
todas esas imágenes grabadas en él? De eso estaba hablando yo. Se puede conseguir un
buen precio por ese piano.
Limón: Es lo único de lo que ha hablado el Pelao Willie durante todo el viaje. Me cansé
de oírlo hablar de ese piano.
Pelao Willie: De lo único de lo que tú quieres hablar es de mujeres. Debes oír a ese
negro, Doaker. Hablando de todas las mujeres que va a conseguir cuando esté acá. No
tenía ninguna por allá pero va a conseguirse 100 cuando esté acá.
Doaker: ¿Cómo está su gente por allá Limón?
Limón: Están bien. Siguen allí. Vine para ver como están las cosas acá. El Pelao Willie
está tratando de convencerme de volver y trabajar en la finca con él.
Pelao Willie.: El hermano de Sutter está vendiendo la tierra. Me dice que me la va a
vender. Por eso llegué por acá. Tengo una parte de la plata. Vendo esas sandías y me
consigo otra parte. Convenzo a Berenice de vender el piano y tendré la tercer parte.
Doaker: Berenice no va vender ese piano.
Pelao Willie: Voy a hablar con ella. Cuando vea que tiene una oportunidad de comprar la
tierra de Sutter, cambiará de parecer.
Doaker: Puedes sacar esa idea de tu mente. Berenice no va a vender ese piano.
Pelao Willie: Voy a hablar con ella. ¿Lo ha estado tocando?
Doaker: Tú sabes que ella no va a tocar ese piano, nunca la he visto tocando desde que
murió Mamá Ola. Eso fue hace siete años. Ella dice que está manchado de sangre. Pero si
ha puesto a Marietta a tocarlo. Dice que Marietta puede hacer todo lo que ella misma no
pudo. La puso en clases extras en el internado Irene Kaufman. Quiere que Marietta sea
una maestra de música. Dice que ella es tan buena que puede enseñar piano.
Pelao Willie: Marietta no necesita tocar ningún piano. Puede tocar la guitarra.
Doaker: ¿Cuánta tierra le queda a Sutter?
Pelao Willie: Tiene como 40 hectáreas. Buenas tierras. Las ha vendido por pedazos. Se
quedó con una buena porción. Ahora tiene que cederla también. Su hermano llegó de
Chicago para el funeral... por allí en Chicago él tiene algún negocio con equipos de
gaseosa. Está ansioso por vender la tierra, Doaker. No quiere preocuparse por ella. Me
llamó y me dijo: “ya que nuestras familias se conocen desde hace tiempo, y que siempre
hemos sido buenos amigos y todo, te quiero vender la tierra a vos”. Dice que prefiere
verme con ella antes que verla con Jim Stovall. Me dijo que me la dejaba por 2000
dólares en efectivo. Lo que no sabe es que yo me di cuenta que lo máximo que le iba a
dar Stovall era 1500 dólares. Está tratando de sacarme esos 500 dólares extra diciéndome
que me está haciendo un favor. Yo le agradecí de todos modos amablemente. Me dijo que
él era un buen hombre y que contaba con toda su simpatía y todo. Le pedí dos semanas.
Me dijo que me iba a esperar. Por eso me vine hasta acá. Voy a vender esas sandías. Voy
a convencer a Berenice de vender ese piano. Voy a juntar esas dos partes a la parte que
tengo ahorrada. Voy a llegar allá, voy a saludar educadamente, voy a poner mi plata
sobre la mesa, voy a recibir mi escritura y voy a salir de allí. Esta vez voy a poder
quedarme con todo el algodón. Emplear a unos hombres para trabajarlo para mí,
seleccionarlo, conseguir mis semillas y nos vemos en un año. De pronto hasta siembro
avena o tabaco.
Doaker: Te va a quedar difícil convencer a Berenice para que venda ese piano. ¿Tú
conoces a Avery Brown de por allá cierto? Ahora está aquí. Siguió a Berenice hasta acá
tratando de convencerla de casarse con él después de que se mató Crawley. Ha estado acá
dos años. Ahora se hace llamar predicador.
Pelao Willie: Conozco a Avery, lo conozco desde cuando él trabajaba donde Willshaw,
Limón también lo conoce.
Doaker. Está detrás de Berenice para que se case con él. Ella le dice que no todo el
tiempo, pero él no se rinde. Sigue insistiendo.
Pelao Willie: Avery piensa que todos los blancos son peces grandes. Él no sabe que hay
blancos que no tienen tanto como él.
Doaker. Él debe pasar por acá ahora en la mañana. Berenice va ir al banco con él para
ver si él puede conseguir un préstamo para fundar su iglesia. Por eso yo sé que Berenice
no va a vender ese piano. El trató de convencerla de venderlo para ayudarle a fundar su
iglesia. Mandó a un hombre y todo.
Pelao Willie: ¿Qué hombre?
Doaker: Algún tipo blanco estaba haciendo las rondas a todas las casas de la gente de
color buscando comprar instrumentos musicales. Compraba cualquier cosa, tambores,
guitarras, armónicas, pianos. Avery lo mandó por acá. Vio el piano y se emocionó. Le
ofreció un precio muy bonito. Ella lo rechazó y se enojó con Avery por haberlo mandado.
El hombre insistió durante dos semanas. Cuando se dio cuenta que no iba a venderlo le
dio su número y le dijo que si alguna vez ella quería venderlo, lo llamara a él primero.
Dijo que él le pagaría mejor que cualquier otro.
Pelao Willie: ¿Cuánto le ofreció por él?
Doaker: Tú me conoces. Ella no dijo y yo no pregunté. Solo sé que fue un precio bonito,
bonito.
Limón: Lo único que tienes que hacer es enterarte quién es ese hombre y decirle que otro
quiere comprárselo a ella. Dile que no puedes decidir a quién venderlo y si es como dice
Doaker te dará lo que quieras por el piano.
Pelao Willie: Eso es lo que voy a hacer, voy a preguntarle a Avery quién es ese hombre.
Doaker: Eso no va a servir de nada. Berenice no va a vender ese piano.
Pelao Willie: No necesita venderlo. Yo voy a venderlo. Este piano me pertenece a mi
tanto como a ella.
Berenice: (desde afuera) ¡Doaker! ¡No se me acerque! ¡Doaker!
Doaker: (llamando) ¿Berenice?
(Doaker y el Pelao Willie se precipitan hacia la escalera, el Pelao Willie sube corriendo
pasando a Berenice que entra corriendo)
Doaker: ¿Berenice que pasó? ¿Estás bien? ¿Qué pasó?
(Berenice intenta recuperar la respiración. No es capaz de hablar)
Doaker: Está bien. Tómate tu tiempo. Está bien. ¿Qué pasó? (llamando) ¿Hey Pelao
Willi?
Pelao Willie: (Afuera) no hay nadie aquí.
Berenice: Sutter... Sutter está parado arriba de la escalera.
Doaker: (llamando) ¡Pelao Willi!
(Limón cruza hacia la escalera y mira hacia arriba. El Pelao Willie entra por la
escalera.)
Pelao Willie: Hey Doaker, ¿Qué le pasó a ella? ¿Berenice que te pasa? ¿A quién estabas
hablando?
Doaker: Dice que vio el fantasma de Sutter parado arriba de la escalera.
Pelao Willie: ¿Que vio qué? ¿A Sutter? Ella no vio a ningún Sutter.
Berenice: Estaba parado allí. Allí mismo
Pelao Willie: (entrando por la escalera) Todo eso está en la cabeza de Berenice. No hay
nadie allí. Suba a ver Doaker.
Doaker: Te creo Berenice. Ella está hablando lo que vio. Dice que el fantasma de Sutter
estaba parado allí sobre la escalera. No lo está inventando.
Pelao Willie: Estaba soñando. No vio a ningún fantasma.
Limón: ¿Quiere un vaso de agua Berenice? Búscale un vaso de agua, Pelao Willie.
Pelao Willie: Ella no necesita ningún agua. Ella no vio nada. Suba y vea, no hay nadie
allá sino Marietta.
Doaker: Deje que Berenice lo cuente.
Pelao Willie: Yo no estoy impidiendo que ella cuente nada.
Doaker: ¿Que pasó, Berenice?
Berenice: Salí de mi habitación para bajar acá de nuevo y Sutter estaba parado en el
corredor.
Pelao Willie: ¿Cómo se veía?
Berenice: Se veía como Sutter. Como Sutter siempre se veía.
Pelao Willie: Sutter no podía encontrar el camino de su cocina a su baño... ¿cómo va a
encontrar el camino hasta acá? Sutter ni siquiera ha oído hablar de Pittsburg.
Doaker: Sigue Berenice.
Berenice: Simplemente estaba parado allí con su traje azul.
Pelao Willie: Ese hombre nunca había salido del condado de Marlin cuando estaba
vivo... y va a llegar hasta acá estando muerto.
Doaker: Déjala terminar. Quiero oír lo que quiere decir.
Pelao Willie: Yo digo que si Berenice lo hubiera visto como piensa que lo vio todavía
estaría corriendo.
Doaker: Sigue Berenice. No le pares bolas al Pelao Willie.
Berenice: Estaba parado allí... tenía la mano en la cabeza. Parecía que pensaba que si
quitaba la mano su cabeza se podía caer.
Limón: ¿Tenía puesto un sombrero?
Berenice: Sólo tenía puesto ese traje azul... Le dije que se fuera y él se quedaba parado
mirándome... diciendo el nombre del Pelao Willie.
Pelao Willie: Y ¿para qué estaba diciendo mi nombre?
Berenice: Yo creo que tú lo empujaste al pozo.
Pelao Willie: Pues esto no tiene ningún tipo de sentido. Me estás diciendo que yo me iba
a tomar el trabajo de ir allá, esconderme en la maleza con todos esos perros y cosas que él
tiene por allí... y esperar hasta que lo pueda sorprender mirando en el pozo en el
momento mismo... luego me iba a tomar el trabajo de ir hacia él y empujar... a un enorme
hombre de 150 kilos.
Berenice: Pues ¿para qué está diciendo tu nombre?
Pelao Willie: Si está concentrado mirando hacia el pozo, mujer ¿cómo va a saber quién
lo empujo? Habría podido ser cualquiera. ¿Dónde estabas tú cuando Sutter cayó dentro
del pozo? ¿Dónde estaba Doaker? Limón y yo estuvimos en el condado Stoner. Dile
Limón. Los Fantasmas del Perro Amarillo cogieron a Sutter. Eso es lo que le pasó.
Berenice: Puedes hablar todo lo que quieras de los Fantasmas del Perro Amarillo. Yo sé
mejor.
Limón: Los Fantasmas del Perro Amarillo lo empujaron. Eso es lo que dice la gente. Lo
encontraron en su pozo y todo el mundo dice que deben ser Los Fantasmas del Perro
Amarillo. Con todos esos otros hombres.
Pelao Willie: (refunfuñando) Viene diciendo que está buscándome. ¿Para qué vino todo
este camino hasta acá? Si me estaba buscando, lo único que tiene que hacer es esperar.
Habría podido ahorrarse un viaje si está buscándome. Eso no es nada más que la
imaginación de Berenice. No hay manera de saber qué irá a inventar la próxima vez.
Berenice: Pelao Willie, quiero que Limón y tú sean tan amables de irse de mi casa.
Simplemente que se vayan a algún lugar. No haces nada más que llevar problemas donde
quiera que vayas. Si no fuera por ti, Crawley todavía estaría vivo.
Pelao Willie: ¿Cómo así Crawley? Yo no tuve nada que ver en su muerte. Crawley era
mayor de edad.2 Tenía su propia mente.
Berenice: Sean tan amables de irse. Dejen que Sutter los busque en otro lugar.
Pelao Willie: Voy a irme. Tan pronto vendamos esas sandías. Antes no me voy a ningún
lugar. Mierda, acabo de llegar. Diciendo que Sutter me está buscando. Sutter estaba
buscando ese piano. Eso es lo que estaba buscando. Tuvo que morir para saber dónde
estaba ese piano: si yo estuviera en tu lugar, me lo quitaría de encima. Esa es la manera
de quitarse de encima el fantasma de Sutter. Quitándose de encima ese piano.
Berenice: ¡Quiero que Limón y tú sean tan amables de llevarse toda esta confusión de mi
casa!
Pelao Willie: Hey, dile, Doaker. ¿Qué tipo de sentido tiene ese? Yo le dije, Limón, tan
pronto Berenice me viera iba a empezar con líos. ¿No te lo dije? Ahora viene inventando
esa historia acerca de Sutter sólo para poderme echar de su casa. Pues mierda, yo no me
voy a ningún lado hasta no vender esas sandías.
Berenice: Pues ¡por qué no te vas a venderlas! ¡Véndelas y vuelve a tu casa!
Pelao Willie: Estamos esperando que la gente se levante.
Limón: El Pelao Willie dice que si sales demasiado temprano y levantas a la gente, se
enojan y no querrán comprarte nada.
Doaker: No estarás esperando mucho tiempo, el sol ya te está alcanzando. Es la hora en
la que todos se levantan por acá.
Berenice: Ven, Doaker, acompáñame allá arriba. Déjame levantar a Marietta y
prepararla. Tengo que prepararme yo también. Willie, vayan ya, vendan esas sandías y
Limón y tu váyanse de mi casa.
(Berenice y Doaker salen por la escalera)
Pelao Willie: (llamando afuera) Si ven a Sutter por allá arriba... díganle que estoy acá
abajo esperándolo.
Limón: ¿Y si ella lo ve otra vez?
Pelao Willie: Todo eso está en su cabeza. No hay ningún fantasma allá escondido.
(Llama.) Hey Doaker... ya te dije que no hay nada allá arriba.
Limón: Me alegra que no dijera que estaba buscándome a mí.

2
Ya encontré el sentido: significa que tenía 21 años – es decir, que ya era adulto y podía decidir por él solo.
Había una canción de blues de Joe Dean, de Chicago, que se llamaba I’m so Glad I’m Twenty One Years
Old Today.
Pelao Willie: Yo quisiera ver el fantasma de Sutter. Me daría la oportunidad de sacudirlo
un poco.
Limón: Deberías quedarte por aquí conmigo. Por allá estarás trabajando su tierra... de
pronto vendrá a buscarte todo el tiempo.
Pelao Willie: Yo no estoy pensando en Sutter. Y no estoy pensando en quedarme por
acá. Quédate tú. Yo vuelvo y compro la tierra de Sutter. Tú piensas que no hay necesidad
de trabajar por acá. Crees que esta es la tierra de leche y miel. Pero yo no, no tengo miedo
del trabajo. Yo vuelvo y voy a cultivar cada hectárea de esa tierra. (Doaker entra por la
escalera.) Ya le dije que no hay nada allá arriba, Doaker. Berenice está soñando todo
esto.
Doaker: Yo creo que Berenice ha visto algo. Ella tiene la cabeza bien puesta. No está
inventándose todo esto. Dice que Sutter tenía puesto un traje. Yo no creo que ella alguna
vez haya visto a Sutter en un traje. Yo creo que tenía puesto ese traje cuando lo
enterraron y eso es lo que vio ella.
Pelao Willie: Bueno deje que siga viéndolo. Con tal que no se meta conmigo, todo está
bien. (Doaker empieza a preparar su desayuno) Me han hablado de tí, Doaker. Dicen que
tienes a todas las mujeres buscándote por allá. Están esperando que llegues. Dicen que
tienes una mujer distinta cada dos semanas. Dicen que se pelean entre sí, para que tú te
quedes con ellas. (A Limón) Míralo, Limón. Sabe que es verdad.
Doaker: Yo no estoy pensando en ninguna mujer, yo nunca me enredo con ellas.
Después de Coreen, no me sirven para nada. Cuando vuelvo a casa me quedo donde Jack
Slattery. Todo lo que quieren esas mujeres es a alguien que tenga una quincena constante.
Pelao Willie: Eso no es lo que me dicen. Me dicen que cada dos semanas las mujeres
todas se visten bonito y hacen la fila en la estación del tren.
Doaker: No voy sino una vez al mes. Solía volver cada dos semanas y todo el tiempo me
están cambiando horarios. Todo el tiempo están cambiando los horarios de los
muchachos.
Pelao Willie: Doaker no puede desprenderse de ese ferrocarril. Él estaba trabajando en el
ferrocarril cuando yo estaba andando y llorando entre las tetas de mi mamá. Mi mamá
solía jactarse de él.
Doaker: Estoy cocinando ahora, pero yo antes ponía rieles. Yo construí el Perro
Amarillo madera por madera, riel por riel. Puse rieles por todas partes por acá. Puse rieles
por todos los condados de Girasoles3 y Clarksdale. El Borrachín Llorón trabajó conmigo.
Ayudó a poner algunos de esos rieles. Él solía trabajar seis meses y abandonarlo, luego
volvía a tocar piano y a apostar.
Pelao Willie: ¿Desde hace cuanto has estado con el ferrocarril?
Doaker: Veintisiete años. Déjenme decirles algo acerca del ferrocarril. Lo que he
aprendido después de 27 años. Tú tienes el norte. Tienes el oeste. Miras por aquí y tienes
el sur. Por allí tienes el este. Pues puedes empezar en cualquier lugar. No importa dónde
estás. Necesitas ir en alguna de esas cuatro direcciones. Y no importa cual dirección

3
El mismo “Girasoles” de antes.
decides tomar. Ellos tienen un ferrocarril que te llevará allí. Ahora eso es algo sencillo.
Pensarás que cualquiera podría entenderlo. Pero te sorprenderás al ver cuanta gente que
está tratando de ir al norte, sube a un tren que está yendo al oeste. Piensan que el tren
debe ir donde ellos están yendo en vez de ir donde él está yendo. Ahora ¿por qué la gente
va? Su hermana está enferma. Se van antes de matar a alguien... y están sentados frente a
alguien que se va para que no lo maten. Se van porque no encuentran satisfacción. Se van
para encontrar a alguien. Yo quisiera tener un dólar por cada alguien que espera a alguien
que no llegó a la estación. Yo he visto esto muchas veces. Entre el tiempo que mandaron
el telegrama y el tiempo que la persona llega... ya los han olvidado por completo. Ellos
tienen tantos trenes allá que se les dificulta evitar que se choquen entre sí. Tienen trenes
que van en todas las direcciones. Tienen gente en todos ellos. Alguien está llegando al
lugar que alguien acaba de dejar. Si todos se quedaran en un lugar yo creo que éste sería
un mundo mejor. Ahora lo que yo he aprendido durante 27 años trabajando en el
ferrocarril es esto: ... si el tren se queda en sus rieles... va a llegar al punto donde va. De
pronto no irá donde tu estás yendo. Y si eso es el caso lo único que tienes que hacer es
sentarte a esperar porque el tren volverá para recogerte enseguida. El tren nunca para.
Volverá cada vez. Ahora, déjenme decirles otra cosa...
Pelao Willie: ¿Qué estás cocinando, Doaker? Limón y yo tenemos hambre.
Doaker: En el cruce de Wylie y Kirkpatrick está el restaurante de Eddy. El café cuesta
cinco centavos y puedes comer dos huevos, un chorizo y papas fritas por quince centavos.
Incluso te darán una galleta con todo esto.
Pelao Willie: Parece sabroso lo que tú tienes. Dame un poco de ese pan tostado.
Doaker: Toma...toma el pedazo entero.
Pelao Willie: Toma, Limón... ¿Quieres pan tostado?
(Da un pan tostado a Limón. Marietta entra por la escalera)
Pelao Willie: Hey, belleza. Ven acá y dame un abrazo. Dale un abrazo a tu tío Willie. No
seas tímida. Mírala, Doaker. Esta muy grande. ¿No está muy grande?
Doaker: Si está creciendo.
Pelao Willie. ¿Cómo estás, belleza?
Marietta: Bien.
Pelao Willie: Tú eras un pedacito de nada la última vez que te vi. ¿Te acuerdas de mí,
cierto? Soy tu tío Willie del sur. Este es Limón. Es mi amigo. Vinimos para vender
sandías. ¿Te gustan las sandías? (Marietta asiente con la cabeza) Tenemos un camión
lleno de ellas por allá afuera. Puedes tener las que quieras. ¿Qué has estado haciendo?
Marietta: Nada.
Pelao Willie: No seas tímida. Mírate tan grande. ¿Cuántos años tienes?
Marietta: No se. Pronto voy a cumplir doce.
Pelao Willie: ¿Te gusta por acá? ¿Te gusta el Norte?
Marietta: Está normal.
Pelao Willie: Este es Limón. ¿Le dijiste hola a Limón?
Marietta: Hola.
Limón: ¿Cómo estás? Eres igualita a tu mamá. Me acuerdo de ti cuando llevabas
pañales.
Pelao Willie: ¿Vas a venir al sur a visitarme? El tío Pelao Willie va a comprarse una
finca. Va a conseguirse una enorme finca vieja. Ven a visitarme y te enseñaré a montar a
mula. Te enseñaré como matar un pollo también.
Marietta: Yo he visto a mi mamá haciendo eso.
Pelao Willie: No hay nada en esto. Solamente lo agarras por el cuello y lo tuerces. Hay
que agarrarse bien y luego tuerces su cuello y lo hechas a la olla. Lo cocinas bien. Y
luego tendrás una buena comida. ¿Qué te gusta comer? ¿Qué tipo de comida te gusta?
Marietta: Me gusta todo...no me gustan los frijoles negros.
Pelao Willie: Tío Doaker me dijo que tu mamá te ha puesto a tocar ese piano. Ven y
tocas algo para mí. (Camina hacia el piano seguido por Marietta.) Muéstrame lo que
puedes hacer. Venga. Aquí... tu Tío Pelao Willie te dará tres centavos... muéstrame lo que
puedes hacer. No seas tímida. Estos diez centavos dicen que no puedes ser tímida.
(Marietta toca. Interpreta un ejercicio de principiante.) Aquí déjame mostrarte algo.
(Pelao Willie se sienta y toca un boogie-woogie simple.) ¿Ves? ¿Ves lo que estoy
haciendo? Eso es lo que llamas el boogie woogie. Ahora verás... puedes levantarte y
bailarlo. Así suena de bueno. Suena como si quisieras bailar. Puedes bailar eso. Te
mantiene levantado. No importa la manera como lo bailes, tú lo puedes bailar ahora
mismo. ¿Ves? ¿Ves como anda? No tiene nada. Ven inténtalo tu.
Marietta: Necesito leerlo en el papel.
Pelao Willie: No necesitas ningún papel. Ven. Haz como lo hice yo.
Berenice: ¡Marietta! sube y prepárate para irte. Debes llegar a tiempo. No hay necesidad
de aprovecharte de la compañía.
Marietta: Me tengo que ir.
Pelao Willie: El tío Pelao Willie te va a conseguir una guitarra. Que el Tío Doaker te
enseñe como tocarla. No necesitas leer ningún papel para tocar la guitarra. ¿Tu mamá te
contó acerca de ese piano? ¿Sabes cómo se hicieron esos dibujos?
Marietta: Dice que siempre ha sido así, desde que lo consiguió.
Pelao Willie: ¿Oíste eso, Doaker? Y tú sentado aquí en la casa con Berenice.
Doakler: Yo no tengo nada que ver con esto. Yo no me meto en la manera que usa
Berenice para educarla.
Pelao Willie: Dile a tu mamá que te cuente acerca de ese piano. Pregúntale cómo se
hicieron esos dibujos. Si ella no te cuenta yo te lo contaré.
Berenice: ¡Marietta!
Marietta: Tengo que prepararme para irme.
Pelao Willie: Está creciendo, Doaker. ¿Te acuerdas de ella, Limón?
Limón: Antes era muy pequeña
Tocan a la puerta. Doaker va a abrir y entra Avery. Tiene 38 años, es honesto y
ambicioso, se ha adaptado a la ciudad como un pez en el agua, encontrando en ella
oportunidades para crecimiento y avance que no existía para él en el sur rural. Está
vestido de traje y corbata con una cruz dorada en su cuello. Lleva consigo una pequeña
biblia.
Doaker: Entra. Berenice está arriba.
Pelao Willie: Míralo... míralo... no sabe que decir. No esperaba verme.
Avery: Hey, Willie. ¿Qué estás haciendo acá?
Pelao Willie: Míralo, Limón.
Avery: ¿Eso es Limón? ¿Limón Jackson?
Pelao Willie: Sí, tú conoces a Limón.
Doaker: Berenice estará lista en un minuto.
Pelao Willie: Doaker dice que eres un predicador ahora. Que... ¿tenemos que llamarte
reverendo? Antes te llamábamos aburridor Avery. ¿Cuándo te volviste predicador, negro?
Limón: Avery dice que va a ser un predicador para no tener que trabajar.
Pelao Willie: Me acuerdo cuando estabas en el sur donde Willshaw plantando algodón.
En esa época no estabas pensando en convertirte en reverendo.
Avery: El de afuera debe ser tu camión. Vi ese camión con esas sandías, y estaba
tratando de entender que hacía frente a la casa.
Pelao Willie: Si Limón y yo estamos vendiendo sandías. Ese es el camión de Limón.
Doaker: Berenice dice que ustedes dos van al banco.
Avery: Si me dieron medio día libre en el trabajo. Tengo una cita para hablarle al banco
acerca de un préstamo para empezar mi iglesia.
Pelao Willie: Limón dice que los predicadores no necesitan trabajar ¿Dónde estás
trabajando, negro?
Doaker: Avery tiene uno de esos trabajaos buenos. Está trabajando en uno de esos
rascacielos en el centro.
Avery: Estoy trabajando allá en el edificio Gulf de ascensorista. Tengo una pensión y
todo. Si hasta te regalan una pava en el día de acción de gracias.
Limón: ¿Cómo sabes que la cabuya del ascensor no se va a reventar? ¿No tienes miedo
que la cabuya se reviente?
Avery: Es de acero. Tiene cables de acero que lo sostiene. Necesitaría reventar mucho
para reventar ese cable. No, yo no estoy preocupado por nada de eso. No es nada sino un
pequeño ascensor. Ahora bien, yo no me montaría en ninguno de esos aviones. Ni aunque
me pagaras lo haría.
Limón: Eso sería divertido. Preferiría hacer eso que montar en uno de esos ascensores.
Pelao Willie: ¿Cuántas sandías quieres comprar?
Avery: Pensé que ibas arreglarme una, puesto que tienes un camión lleno de ellas.
Pelao Willie: Compra una y llevas dos. Te daré dos por un dólar.
Avery: Sólo puedo comer una. ¿Cuánto cuesta?
Pelao Willie: Ahh, negro, Sabes que te regalaré una sandía. Ve y toma cuantas quieras.
Pero deja algunas para que Limón y yo vendamos.
Avery: Solamente quiero una.
Pelao Willie: ¿Cómo te volviste predicador, Avery? De pronto un día querré ser
predicador yo. Para que ya no me llamen Pelao Willie sino reverendito Pelao Willie.
Avery: Me llegó en un sueño; Dios me llamó y me dijo que él quería que yo fuera un
pastor para su rebaño. Así voy a llamar mi iglesia...la Iglesia del Buen Pastor de Dios en
Cristo.
Doaker: Cuéntale lo que me contaste a mí. Cuéntale acerca de los tres indigentes.
Avery: Willie no quiere oír nada de esto.
Limón: Yo sí quiero. Mucha gente dice que los sueños se pueden realizar.
Avery: No. No quieres oír nada de esto.
Doaker: Cuéntale. Le dije que tú eres un predicador. No quiso creerme. Cuéntale acerca
de los tres indigentes.
Avery: Pues me llegó en un sueño. Como ves... yo estaba sentado en una cancha de
ferrocarril mirando como pasaban los trenes. El tren se detuvo y tres indigentes bajaron.
Me dijeron que había venido de Nazaret y que estaban de camino a Jerusalén. Tenían tres
velas. Me dieron una y me pidieron encenderla... pero que cuidara que no se apagara.
Antes de darme cuenta yo estaba de pie frente a una casa, algo me dijo que tocara la
puerta. Una anciana abrió la puerta y me dijo que estaban esperándome. Luego me
trajeron a un cuarto. Era un cuarto grande y estaba lleno de todo tipo de gente distinta.
Todos parecían como la gente normal excepto que todos tenías cabezas de oveja y
estaban haciendo ruidos como las ovejas. Oí como alguien me llamaba por mi nombre.
Volteé y allá estaban los tres mismos indigentes. Me dijeron que me quitara la ropa y me
dieron una túnica azul con hilo dorado. Lavaron mis pies y peinaron mi cabello. Luego
me mostraron tres puertas y me dijeron que escogiera una. Pasé por una de esas puertas y
la llama se saltó de esa vela y parecía como si mi cabeza entera ardiera. Miré alrededor y
vi otros cuatro o cinco hombres parados allí. Con las mismas túnicas azules. Luego oímos
una voz que nos dijo que miráramos por encima de un valle. Miramos por encima y
vimos que el valle estaba lleno de lobos, la voz nos dijo que esa gente con cabeza de
ovejas tenía que cruzar al otro lado del valle, y alguien debía llevarlos. Luego oí otra voz
que dijo... "¿a quién mandaré?"... antes de darme cuenta yo dije "heme aquí, mándame a
mi"... eso fue cuando yo conocí a Jesús. Él dijo, "si vas... iré contigo." Algo me hizo decir
"vamos, vamos" y allí me desperté. Mi cabeza todavía sentía como si estuviera
ardiendo... pero sentí una paz interior que era difícil de explicar. Supe de una vez que me
habían llenado del espíritu santo y me habían llamado para ser un sirviente del señor. Me
demoré un tiempo antes de aceptarlo. Pero de muchas maneras pequeñas Dios me mostró
que era verdad. Así me hice predicador.
Limón: Veo por qué vas a llamarlo la Iglesia del Buen Pastor. Estas soñando con esa
gente con cabeza de oveja. Puedo ver eso fácilmente.
Pelao Willie: Doaker dijo que mandaste a un blanco a la casa para mirar ese piano. Dijo
que estaba haciendo la ronda de todas las casas de la gente de color con intención de
comprar instrumentos musicales.
Avery: Sí, pero Berenice no quería vender ese piano. Después de contarme su historia...
yo entendí por qué ella no quería venderlo.
Willliam: ¿Cómo se llama ese hombre?
Avery: Ohh eso fue hace bastante tiempo.... ya olvidé su nombre. Di a Berenice una
tarjeta con su nombre y teléfono pero yo creo que ella la botó.
(Berenice y Marietta entran por la escalera.)
Berenice: Marietta sube otra vez y coge mi billetera. Y limpia esa grasa de cabello de tu
frente. Ve apresúrate. (Marietta sale por la escalera.) ¿Cómo estás, Avery? Te vestiste y
todo. Te ves bien. Pelao Willie, yo pensé que Limón y tú iban a vender esas sandías.
Pelao Willie: Limón está cansado. De pronto tomamos una siesta primero.
Limón: No estoy cansado.
Doaker: Con tanta sandía que tienen amontonada en ese camión de afuera... deberían irse
ya.
Pelao Willie: Nos vamos en un minuto. Estamos en camino.
Berenice: Doaker. Voy a pasar por la calle Logan. ¿Quieres algo?
Doaker: Puedes comprar unos perniles de cerdo si vas a pasar por allí. Verás si puedes
conseguir unos ahumados, si no, entonces compra unos frescos. Pero no compres los que
tienen toda esa grasa bajo la piel. Busca los largos. Esos son ricos y magros. (Le da un
dólar) No compres los corticos a menos que sean ahumados. Si compras los frescos
asegúrate que sean largos. Si no los tiene ahumados entonces compra los cortos. (Pausa)
Aprovecha y compra unas coles de nabo. Tengo un suero de leche... si compras harina de
maíz me haré pan de maíz y me cocinaré esas coles de nabo.
(Marietta baja por la escalera.)
Marietta: ¿Vamos a tomar el tranvía?
Berenice: Avery y yo vamos a dejarte en el internado. Cuidado con esa gente de por allí.
No hay que estar mostrando tu color por allí. Pelao Willie ya te dijo qué hay que hacer.
Nos veremos luego, Doaker.
Avery: Nos vemos luego, Pelao Willie.
Pelao Willie: Hey Berenice... ¿Cómo se llama el hombre que Avery mandó y que dijo
que quería comprar el piano?
Berenice: Lo sabía. Lo sabía desde el momento que te vi. Sabía que traías algo entre
manos.
Pelao Willie: El hermano de Sutter dice que me va a vender el lote. Me está esperando.
Me dijo que me iba a dar dos semanas. Tengo una parte de la plata. Venderé esas sandías
y tendré otra parte. Luego podemos vender ese piano y tendré la tercer parte.
Berenice: No voy a vender ese piano, Pelao Willie. Si fue por eso que viniste puedes
olvidarlo. Doaker nos vemos más tarde. Pelao Willie no es más sino un montón de boca.
No voy a pararle bolas. Si vino aquí pensando que va a vender ese piano, entonces vino a
nada.
(Berenice, Avery y Marietta salen por la puerta de adelante.)
Pelao Willie: ¡Hey Limón! ¿Estás listo para vender esas sandías? (Pelao Willie y Limón
están por salir. En la entrada Pelao Willie se dirige a Doaker.) Doaker, si Berenice no
quiere vender ese piano... voy a cortarlo en dos y voy a vender mi mitad.
(Pelao Willie y Limón salen. Las luces se apagan)

ESCENA SEGUNDA
Las luces se encienden en la cocina. Han pasado tres días. El Borrachín Llorón se sienta
en la mesa de la cocina. En la mesa hay una botella medio llena. Doaker se ocupa de
lavar la loza. El Borrachín Llorón tiene cincuenta y seis años. Es el hermano mayor de
Doaker, aunque trata de verse como un exitoso músico y jugador, su música, su ropa y
su aspecto es viejo. Es un hombre que mirando atrás su vida, sigue viviéndola con una
mezcla de picante y duelo.
Borrachín Llorón: Entonces los fantasmas del Perro Amarillo cogieron a Sutter. Me
viene demostrando que he tenido una vida correcta. Dicen que a todo marrano le llega su
nochebuena. Y luego que el día llega, no hay nada que hacer. Yo he visto eso mil veces.
Yo se la verdad de eso. Pero te digo una cosa en serio, si yo veo el fantasma de Sutter, me
montaré en lo primero que tenga ruedas.
(Entra Doaker de su habitación)
Doaker: ¡Borrachín Llorón!
Borrachín Llorón: Y te diré otra cosa... Berenice no va a vender ese piano.
Doaker: Eso es lo que ella le dijo. Dice que va a cortarlo en dos y va a vender su mitad.
Ya llevan tres días acá tratando de vender esas sandías. Ellos están tratando de llegar
donde vive la gente blanca pero el camión todo el tiempo se vara. Pasan unas dos cuadras
y se vara otra vez. Están tratando de llegar a la colina de las ardillas y no pueden voltear
por la esquina. Dicen que tan pronto puedan vaciar ese camión, montará el piano y se lo
llevará para venderlo.
Borrachín Llorón: ¿Y qué pasó con los muchachos de Sutter? ¿Por qué ellos no están
cultivando la tierra?
Doaker: Uno de ellos está yendo a la escuela. Se vino al norte para estudiar. El otro...
tiene más inteligencia ese sartén que él. Ese es el hombre blanco más tonto que he visto
en mi vida. El se pararía en un rio y lo vería subir de nivel hasta ahogarse.
Borrachín Llorón: A parte de ver al fantasma de Sutter, ¿cómo le está yendo a
Berenice?
Doaker: Le está yendo bien. Todavía tiene a Crawley en la cabeza. Lleva tres años de
muerto y ella sigue agarrada de él. Ella necesita salir y dejar que uno de esos muchachos
agarre un montón de lo que ella tiene. Ella se comporta como si lo que tuviera fuera un
tesoro.
Borrachín Llorón: Siempre me han dicho que cualquier pez morderá si tienen buena
carnada.
Doaker: Es mojigata. Piensa que lo que tiene es mejor que ella misma. Creo que ella está
jugando con Avery. Hay algo entre ellos dos. Él es un predicador ahora. Si lo
escucharas... el Espíritu Santo se sentó en su cabeza y el cielo se abrió con truenos y
relámpagos y dios le llamaba por su nombre. Le dijo que saliera y predicara y cuidara a
su rebaño. Así va a llamar su iglesia. La Iglesia del Buen Pastor.
Borrachín Llorón: Hubo un payaso que estaba andando por el pueblo de Spear diciendo
que él era Jesús. Que iba a vivir la vida de Cristo. Que pasó por la última cena y todo. Se
alquiló una mula el día domingo de ramos y paso por todo el pueblo montado en ella.
Hizo todo... hablando de Cristo. Hizo todo hasta que llegaron a la parte de la crucifixión.
Llegó a esa parte y les dijo a todos que fueran a casa y no fingieran más. Llegó a la parte
de la crucifixión y cambió de idea. Tenía a un montón de gente que había llegado para
ver cómo lo iban a clavar en la cruz. Y yo no sé quien era más payaso, él o ellos. Tenía a
toda esa gente que había llegado... Hasta había cargado la cruz hasta la cima de la colina
pequeña. La gente estaba parada allí esperando a ver como lo iban a clavar en la cruz. Y
él paró todo y predicó un pequeño sermón y les dijo a todos que se fueran a casa. Incluso
tuvo el descaro de decirles que fueran a la iglesia el domingo de Pascua para celebrar su
resurrección.
Doaker: Estoy sorprendido que Avery no haya pensado en eso. Está haciendo todo tipo
de cositas para reunir una congregación. Están reuniéndose en su casa hasta que él se
consiga una iglesia.
Borrachín Llorón: No hay nada malo en ser predicador. Tienes al predicador por un
lado y al jugador por otro. A veces no hay mucha diferencia entre los dos.
Doaker: ¿Cuánto tiempo has estado en Kansas?
Borrachín Llorón: Desde que me fui de acá. Me había enredado con una vieja por allí.
(Pausa.) ¿Sabes que Cleotha murió?
Doaker: Si, me dijeron la última vez que estuve por allí. Me dio pena oírlo.
Borrachín Llorón: Una de sus amigas me escribió. Tengo la carta conmigo (sacando la
carta de su bolsillo). Yo estaba en Kansas y ella escribió y me contó que Cleotha había
muerto. Se llamaba Willa Bryant. Dice que conoce al primo Rupert. (Abre la carta y la
lee.) Estimado Borrachín Llorón: Estoy escribiendo esta carta para informarle que la
señorita Cleotha Holman descansó en la paz del Señor el sábado primero de mayo, se fue
de este mundo en los brazos cariñosos de su hermana la señorita Alberta Samuels. Yo sé
que usted quisiera estar enterado. Ha habido muchas dificultades y durezas desde que
usted la vio por última vez, pero ella las aguantó todas y hacia el final fue una buena
mujer que según espero estará en el Paraíso y tendrá la gracia de Dios. Su primo Rupert
Bates es mi amigo también, él me dio su dirección y yo rezo para que le llegue esta carta
acerca de Cleotha. Willa Bryant. Una amiga. (Dobla la carta y la devuelve a su bolsillo.)
Ellos estaban cerrando su ataúd con puntillas cuando yo me di cuenta. Nunca supe que
ella estaba enferma. Creo que era esa bilis amarilla. Eso es lo que mató a su mamá.
Doaker: Cleotha no tenía sino cuarenta y algo.

Borrachín Llorón: Tenía cuarenta y seis. Yo soy diez años su mayor. La encontré
cuando tenía dieciséis años. Tú te acuerdas como yo corría por todos lados en ese
entonces. Nada podía hacerme quedar quieto. Y por mucho que yo amaba a Cleotha, a mí
me encantaba ser vagabundo. Nada podía hacerme quedar quieto. Nos casamos y
solíamos pelear por esto todo el tiempo. Luego un día me pidió que yo me fuera. Me dijo
que me amaba antes de que yo me fuera. Me dijo, Borrachín Llorón, tienes una casa hasta
cuando yo tenga una. Y yo creo en mi corazón que siempre lo sentía y eso me hizo sentir
seguro.

Doaker: Cleotha siempre tenía una manera agradable.

Borrachín Llorón: Dios, que esa mujer fue especial. Solía agradecer al Señor por ella.
Muchas noches no dormía y revisaba mi vida. Me dije, bueno, tuve a Cleotha. Cuando
parecía que no había más para mí, me dije, gracias a Dios, por lo menos la tuve a ella. Si
alguna vez hice algo en esta vida fue que conocí a una buena mujer. Y eso solía
mantenerme hasta la siguiente mañana. (Pausa) ¿Qué tienes allí? Dame un traguito. Yo
sé que tienes algo allá arriba en tu habitación.

Doaker: No he visto tu contribución en la mesa. Lo único que has hecho es beber tu


whiskey. Ahora me estás diciendo, “qué tienes allí.”

Borrachín Llorón: Tengo mucha plata. Deme un traguito.

(Doaker lleva un vaso a su habitación y regresa con el mismo vaso medio lleno. Lo
coloca en la mesa frente al Borrachín Llorón)

Borrachín Llorón: ¿Has oído de Coreen?

Doaker: Está en Nueva York. He dejado de pensar en ella.

Borrachín Llorón: Ella fue alguien especial en ese entonces. No era tan bonita pero
tenía una manera de mirarte que te hacía saber que había mucha mujer detrás. Tú te
casaste y la agarraste de por debajo de nosotros y todos nos pusimos bravos contigo.

Doaker: Está en Nueva York. Es lo único que he oído.


(La puerta se abre y entra el Pelao Willie y Limón.)

Pelao Willie: Ay, mierda… ¡mira eso! Acabamos de hablar de ti. Doaker dijo que te
fuiste de aquí con un montón de plata. Yo le dije que no íbamos a verte hasta que te
quebraras.

Borrachín Llorón: ¿Qué quieres decir quebrado? Tengo un bolsillo lleno de plata.

Doaker: ¿Desvaraste ese camión?

Pelao Willie: Lo pusimos a marchar y llegamos hasta la calle Centro y se varó de nuevo.
Limón fue y puso peor. El tipo nos dijo que toca esperar hasta mañana hasta arreglarlo.
Dice que lo tendrá arreglado como nuevo. Limón vuelve ahora para dormir en el camión
para que la gente no se robe las sandías.

Limón: Limón no hará tal cosa. Ve tú y duerme allí.

Pelao Willie: ¡Tú dormías en él allá en casa, negro! Yo no sé como dormir en un camión.

Limón: No voy a dormir en ningún camión.

Pelao Willie: Podrán tomar las sandías. No me importa. Borrachín Llorón, ¿de dónde
vienes? ¿Dónde has estado?

Borrachín Llorón: He estado en la ciudad de Kansas.

Pelao Willie: ¿Te acuerdas de Limón? Limón Jackson.

Borrachín Llorón: Sí, yo conocía a su papi.

Pelao Willie: Doaker dice que nunca dejas ninguna dirección con nadie. Dice que debe
depender de tu capricho. Ver cuando se te antoja hacer una visita.

Borrachín Llorón: Tengo cuatro o cinco direcciones.

Pelao Willie: Doaker dice que Berenice te pidió tres dólares y te pusiste bravo y te fuiste.

Borrachín Llorón: Berenice trata de dominar a uno demasiado para mi gusto. Por eso
me fui. No tenía nada que ver con tres dólares.

Pelao Willie: ¿Dónde estás sacando todo ese montón de plata? Tengo que estar contigo.
Doaker dijo que tenías un montón de plata… suelta un poco.

Borrachín Llorón: Justamente venía a pedirte cinco dólares.


Pelao Willie: Yo no tengo plata. Estoy tratando de conseguírmela. ¿Doaker te contó
sobre Sutter? Los Fantasmas del Perro Amarillo lo cogieron hace tres semanas más o
menos. Berenice ha visto su fantasma y todo. Está en el segundo piso. (Llama.) ¡Hey,
Sutter! El Borrachín Llorón está aquí. ¡Ven, tómate un trago!

Borrachín Llorón: ¿Cuántos serán que habrán cogido los fantasmas del Perro Amarillo?

Pelao Willie: Deben de ser nueve o diez, once o doce. No lo sé.

Doaker: Cogieron a Ed Saunders. Howard Peterson. Charlie Webb.

Borrachín Llorón: Robert Smith. Ese tipo que mató al hijo de Becky de un disparo…
dijo que estaba robando duraznos…

Doaker: Hablas de Bob Mallory.

Pelao Willie: Berenice dice que no cree nada de esos fantasmas del Perro Amarillo.

Borrachín Llorón: No necesita creer. Ve pregunta a esa gente blanca en el condado de


Girasoles si creen. A mí no me importa si Berenice cree o no cree. Yo estuve allá donde
el Southern4 cruza con el Perro Amarillo y llamé sus nombres. Ellos te responden,
además.

Limón: ¿A qué suenan? ¿Al viento o qué?

Pelao Willie: ¿Tú estuviste allá de verdad, Borrachín Llorón?

Borrachín Llorón: Mil novecientos treinta. En julio de mil novecientos treinta estaba
parado en ese mismo lugar. No parecía que nada salía bien en mi vida. Me dije no todo
puede salir mal todo el tiempo… voy a ir a llamar a los Fantasmas del Perro Amarillo, a
ver si pueden ayudarme. Fui allá al mismo punto donde los dos ferrocarriles se cruzan…
Me paré en ese mismo lugar y los llamé por sus nombres. Ellos te responden, además.

Limón: La gente dice que puedes hacerles preguntas. ¿Te hablarán a ti así?

Borrachín Llorón: Muchas cosas hay que descubrirlas sólo. No puedo decir como ellos
hablaron con los demás. Pero a mí me llenó de manera muy extraña estar parado en ese
lugar. No quise irme de allí. Sentía como si, entre más tiempo me quedara allí, más yo
creciera. Vi acercarse al tren y pareció que yo era más grande que el tren. Empecé de no
moverme.5 Pero algo me dijo de apartarme de todos modos. Pasó el tren y empecé a subir
a pararme de nuevo. Pero algo me dijo de no hacerlo. Me fui de allá sintiéndome como
un rey. Después de eso tuve suerte durante tres años. Entonces, no me importa si

4
Parece que el Yellow Dog es una línea de ferrocarril, y los Fantasmas del Yellow Dog (supongo) son los
que han muerto en esa línea. El Southern es otro tren.
5
En el inglés, la formulación es así: un poco sin lógica.
Berenice cree o no cree. Berenice no necesita creer. Yo sé porque yo he estado allí.
Ahora Doaker puede contarles acerca de los Fantasmas del Perro Amarillo.

Doaker: Yo no intento hablar de esas cosas con Berenice. Avery la tiene enredada en esa
iglesia. Ella piensa que sólo son unas tonterías.

Pelao Willie: Berenice no cree en nada. Sólo piensa que cree. Cree en lo que sea si es
cómodo para ella creer. Pero cuando se acaba esa comodidad, entonces no tiene donde
parar.

Borrachín Llorón: No empecemos con Berenice, de acuerdo. Doaker me dice que estás
pensando vender ese piano.

Pelao Willie: Sí… Hey, Doaker, tengo el nombre de ese hombre de quien estaba
hablando Avery. El hombre que está desvarando el camión me dio su nombre. Todos lo
conocen. Dice que comprará lo que sea si produce música. Hey, Borrachín Llorón, el
hermano de Sutter dice que va a venderme el terreno. Tengo una parte. Vendo esas
sandías tendré la segunda parte. Luego… tan pronto ese camión está libre de sandías, voy
a tomar ese piano y venderlo y tendré la tercera parte.

Doaker: Ese terreno ya no vale nada. El hombre blanco listo ya está aquí en el norte, en
las ciudades. Soltó la tierra, dio un paso y miró atrás y vio como el hombre blanco tonto y
tú discuten sobre ella.

Borrachín Llorón: ¿Cómo sabes que el hermano de Sutter no lo ha vendido ya? Estabas
hablando de vender el piano, y es muy posible que haya vendido el terreno dos o tres
veces.

Pelao Willie: Dice que me va a esperar. Me dijo que yo tenía quince días. Es decir, del
viernes en quince. Dijo que si yo no estaba de regreso para esa fecha de pronto lo
vendería a otro. Me dijo que quería que yo lo tuviera.

Borrachín Llorón: Tú sabes tanto como yo que el hombre va vender ese terreno al
primero que se acerque y le entregue el dinero.

Pelao Willie: Esa persona precisamente voy a ser yo. Mira, tú no necesitas saber que está
esperándome. Yo lo sé. De acuerdo. Yo sé lo que me dijo el viejo. Stoval ya intentó
comprarle el terreno y él dijo que no. El hombre dice que me va a esperar… entonces, me
va a esperar. Hey, Doaker… dame un traguito. Veo que el Borrachín Llorón tiene un
vaso. (Doaker entra en su habitación.) ¿Borrachín Llorón, qué estabas haciendo en la
ciudad de Kansas? ¿Qué tienen ellos por allí?

Limón: Me han dicho que tienen unas mujeres muy bonitas en la ciudad de Kansas.
Quisiera ir y descubrirlo por mí mismo.

Borrachín Llorón: Dios, las mujeres allá son realmente realmente especiales.
(Doaker regresa con una botella de whiskey. La coloca en la mesa con unos vasos. La
puerta se abre y entra Berenice con Marietta)

Doaker: Quieren sentarse aquí y beber mi whiskey, dejen un dólar en la mesa cuando se
levantan.

Muchacho Willie: No estás haciendo nada más sino mostrando tu hospitalidad. Yo sé


que no necesitamos pagar tu hospitalidad.

Muchacho Llorón: Doaker dice que los tenían a ti y a Limón en la finca Parchman. Los
tenían en mi viejo territorio.6

Muchacho Willie: Limón y yo estábamos allá acarreando madera para Jim Miller y
guardando un poco para nosotros para venderla. Unos tipos blancos trataron de echarnos
del negocio. Eso fue cuando mataron a Crawley. Pusieron a mí y a Limón en el
penitenciario.

Limón: Nos hicieron la emboscada allá donde la vía baja alrededor de la curva en el río.
Crawley intentó defenderse. El Muchacho Willie y yo nos escapamos pero el alguacil nos
cogió. Dijo que estábamos robando madera. Me dispararon en el estómago.

Muchacho Willie: Están buscando a Limón allá ahora. Lo arrestaron y lo pusieron en la


carcel por no trabajar.

Limón: Me multaron quinientos dólares y el juez dijo que yo tenía que trabajar para él
para devolverle sus cien dólares. Le dije que yo preferiría tomar mis treinta días pero no
me permitieron hacer eso.

Muchacho Willie: Tan pronto Stoval se volteó, Limón se esfumó. Estaba allá viviendo
en ese camión esquivando al alguacil y a Stovall. Los tiene a ambos buscándolo.
Entonces lo traje aquí.

Limón: Dije al muchacho Willie que yo iba a quedarme aquí en el norte. No voy a volver
con él.

Muchacho Willie: No hay nadie que esté torciendo tu brazo para que vuelvas con él.
Puedes hacer lo que quieres.

Muchacho Llorón: Yo vuelvo contigo. Estoy en camino de regreso. ¿Vas a tomar el


tren? Voy a tomar el tren.

Limón: Tratan a uno mejor aquí.

6
“Stomping grounds” – tierras de patadas pesadas (como el territorio de un elefante).
Muchacho Willie: No me preocupo de nadie que me trate mal. Te tratan como te dejan
que te tratan. Me maltratan, los maltrato de igual manera. No hay ninguna diferencia
entre el hombre blanco y yo.

Muchacho Llorón: No hay ninguna diferencia en cuanto a como alguien debe tratarte.
Estoy de acuerdo con esto. Pero yo te contaré la diferencia entre el hombre de color y el
hombre blanco. Bueno. Vas a comer unos frutos del campo. Te saben muy dulces.
Entonces te dices a ti mismo, voy a salir y llenarme una olla completa de esos frutos y
melarlos para hacerme un pastel o algo. Pero no te has fijado si esos frutos estén en el
lote del blanco. No hay ninguna cerca que los rodea. Te figuras que cualquiera que
quisiera proteger algo lo cercaría. Bueno. Ahora llega el blanco y dice, ésta es mi tierra.
Entonces todo lo que crece allí me pertenece a mí. Dice al alguacil: “Quiero que pongas a
este negro en la cárcel como escarmiento a todos los negros. Sino antes de que lo sepas,
esos negros tienen todo lo que nos pertenece a nosotros.”

Muchacho Willie: Yo llegaba durante la noche y me llevaba todo el cargamento


mientras dormía.

Muchacho Llorón: Bueno. Ahora el señor Tal y Tal, te vende el terreno. Y te llega y te
dice, “John, tú eres el propietario del terreno. Es todo tuyo ahora. Pero esos son mis
frutos. Y cuando viene la hora mandaré a mis muchachos a recogerlos. Tú posees el
terreno… pero esos frutos, voy a guardarlos para mí. Son míos.” Y va a la Ley y arregla
todo para que sean sus frutos. Esa es la diferencia entre el hombre de color y el hombre
blanco. El hombre de color no puede arreglar nada con la Ley.

Muchacho Willie: No hago lo que dice la Ley. La Ley puede decir lo que sea. Hago lo
que dice la Ley si es justo o no. No me importa lo que dice o no dice la Ley. Miro a cada
cosa por mí mismo.

Limón: Por eso vas a terminar de nuevo en la finca Parchman.

Muchacho Willie: No estoy pensando en ninguna finca Parchman. Tú terminarás allá


antes que yo.

Limón: Te trabajan demasiado duro allá. Uno tiene que arrancar malas hierbas y
azadonar y talar árboles. No me gustaba.

Muchacho Willie: No es necesario amar tu trabajo donde los Parchmans. Ey, dile,
Doaker, el único que tiene que amar su trabajo es el muchacho del agua.

Doaker: Si no le gusta su trabajo sólo tiene que poner su balde en el piso.

Muchacho Willie: Eso es lo que dijeron a Limón. Limón llevaba el agua y todo el
mundo se enojaba con él porque era perezoso.

Limón: Esa agua pesaba.


Muchacho Willie: Tenían a Limón cantando:

(Canta)7

Oh Señor, Berta, Berta, oh Señor, chica, oh-ah


Oh Señor, Berta, Berta, oh Señor, chica, pues

(Limón y el Muchacho llorón canta con él.)

Cásete si quieres, no me esperes a mí, oh-ah


Cásete si quieres, no me esperes a mí, pues
De pronto no te querré cuando me suelten de aquí, oh-ah
De pronto no te querré cuando me suelten de aquí, pues.

Muchacho Willie: Vamos, Doaker. Doaker conoce esta canción.

(Cuando Doaker empieza a cantar, los hombres empiezan a llevar el ritmo con golpes de
pie y de mano. Cantan en harmonía con con fervor y estilo.)

Oh Señor, Berta, Berta, oh Señor, chica, oh-ah


Oh Señor, Berta, Berta, oh Señor, chica, pues

Levántalos más alto, déjalos caer abajo, oh-ah


Levántalos más alto, déjalos caer abajo, pues
No sé la diferencia cuando baja el sol, oh-ah
No sé la diferencia cuando baja el sol, pues.8

Berta en Meridian9 está viviendo una vida desahogada, oh-ah


Berta en Meridian está viviendo una vida desahogada, pues
Yo estoy en la finca de Parchman, hay que trabajar o irme, oh-ah
Yo estoy en la finca de Parchman, hay que trabajar o irme, pues.

Oh Alberta, Berta, oh Señor, chica, oh-ah


Oh Alberta, Berta, oh Señor, chica, pues

Cuando te casas, no te cases con ningún finquero, oh-ah


Cuando te casas, no te cases con ningún finquero, oh-ah
Todos los días serán lunes, con el azadón el la mano, oh-ah
Todos los días serán lunes, con el azadón el la mano, pues.

Cuando te casas, cásate con un hombre del ferrocarril, oh-ah


Cuando te casas, cásate con un hombre del ferrocarril, pues

7
Es una canción de blues.
8
Se refiere al hecho, de pronto, que no ve el sol en la cárcel.
9
Puebla de Missouri.
Todos los días serán domingo, con un dólar en la mano, oh-ah
Todos los días serán domingo, con un dólar en la mano, pues.

Oh Alberta, Berta, oh Señor, chica, oh-ah


Oh Alberta, Berta, oh Señor, chica, pues

Muchacho Willie: A Doaker le gusta esa parte. Le gustaba esa parte sobre el ferrocarril.

Limón: Doaker canta como Tangleye. No puede afinar ni una nota.

Muchacho Willie: Ey, Doaker, todavía hablan de ti allá donde Parchman. Me preguntan,
“¿Tú eres el sobrino del Muchacho Doaker?” Les digo, “Sí, Doaker y yo somos familia.”
Me tratan muy bien tan pronto les dije eso. Les dije, “Sí, es mi tío.”

Doaker: No quiero ver nunca más a esos negros.

Muchacho Willie: Yo tampoco quiero verlos más. Ey, Muchacho Llorón, ven, toca el
pianoun poco. Tú eres un pianista, toca el piano. Limón quiere oírte.

Muchacho Llorón: Yo dejé ese piano. Eso fue lo mejor que me hubiera pasado, quitarme
ese piano de encima. Ese piano creció tanto, y yo me lo llevaba en la espalda. Yo no
desearía la misma suerte a nadie. Uno piensa que es muy divertido ser una estrella de la
grabación, entiendes. Me puse a llevar ese piano y dios me volví lento. Me volví como la
melaza. El mundo me pasaba por el lado y yo andaba con ese piano. De acuerdo.10
Ahora bien, sólo hay un número determinado de lugares donde puedes ir. Sólo un número
determinado de caminos lo suficientemente anchos para tí y u piano. Entonces ese piano
se vuelve cada vez más pesado. Vas a un lugar, se dan cuenta que tocas piano, lo primero
que quieren es darte un trago, encontrarte un piano, y sentarte a tocar. Y allá estarás
durante los siguientes ocho horas. ¡No van a dejarte ir a dormir! Ahora, los primeros
cuatro o cinco años de eso son divertidos. No puedes beber lo suficiente whiskey, no
puedes tener suficientes mujeres, no puedes cansarte de tocar piano. Pero eso sólo dura
un tiempo. Miras un día y odias el whiskey, odias a las mujeres, odias ese piano. Pero es
lo único que tienes. No puedes hacer nada más. Ahora, ¿quién soy yo? ¿Soy yo? ¿O soy
el pianista? A veces me parece que lo único que vale es matar al pianista porque él es la
causa de todos mis problemas.11

Doaker: ¿Qué vas a hacer cuando tus problemas se vuelven como los míos?

Limón: Si yo supiera tocarlo, lo tocaría. Es un piano muy bonito.

Muchacho Willie: Quien quiere jugar debería hacerlo pronto. El hermano de Sutter me
dice que me está esperando. Vendo esas sandías. Hago que Berenice venda ese piano.
Junto esas dos partes con la parte que he ahorrado…
10
En ocasiones anteriores, cuando escribo: “Bueno.” En la narración creo que mejor traducirlo “De
acuerdo.”
11
Willie está jugando sobre un dicho cómico gringo: “Mate al pianista, es la causa de todos nuestros
males.” No sé de dónde viene, posiblemente de una canción.
Muchacho Llorón: Berenice no va a vender ese piano. No veo por qué no quieres saber
eso.

Muchacho Willie: ¿Qué va a hacer con él? No está haciendo nada con él sino dejarlo allí
a pudrir. Ese piano no está haciendo un bien para nadie.

Limón: Es un piano muy bonito. Si yo lo tuviera, lo vendería. A menos que yo supiera


tocar como el Muchacho Llorón. Puedes pedir un bonito precio para él.

Doaker: Voy a decirles algo, Limón no lo sabe… pero voy a contarles por qué el
Muchacho Llorón decimos que Berenice no va a vender ese piano.

Muchacho Willie: ¡No va a venderlo! ¡Yo voy a venderlo! Berenice no tiene más
derecho a ese piano que yo.

Doaker: Estoy hablando con el hombre… déjame hablar con el hombre. Entiendes,
pues… para comprender por qué decimos eso… para comprender acerca de ese piano…
tienes que remontar a los tiempos de la esclavitud. Ves, nuestra familia fue propiedad de
un tal llamado Robert Sutter. Fue el abuelo de Sutter. De acuerdo. El piano pertenecía a
un tal llamado Joel Nolander. Era uno de los hermanos Nolander de Georgia. Llegaba el
día del aniversario del matrimonio de Sutter y él quería comprarle a su mujer… La señora
Ofelia se llamaba ella… quería comprarle un regalo de aniversario. Lo único con él es
que… no tenía plata. Pero tenía a negros. Entonces, él preguntó al señor Nolander para
ver si él no podía trocar algunos de esos negros para ese piano. Le dije que le iba a dar un
negro y medio por ese piano. Así le dijo. Le dijo que le daría un adulto y un medio
adulto. El señor Nolander se puso de acuerdo pero dijo que él iba a escogerlos. No quería
que Sutter le diera cualquier negro viejo. Dijo que quería lo mejor de la camada.
Entonces Sutter puso a sus negros en un fila y Nolander los revisó a todos y de todos
escogió a mi abuela… se llamaba Berenice… lo mismo que Berenice… y escogió a mi
papi cuando no era más que un niño pequeño de nueve años. Hicieron el trueque y la
señora Ofelia era tan feliz con ese piano que llegó un momento que lo único que hacía era
tocar ese piano.

Muchacho Llorón: Sólo se levantaba en la mañana, se ponía un vestido bonito, y se


sentaba a tocar piano.

Doaker: De acuerdo. Pasa el tiempo. Pasa el tiempo. La señora Ofelia empezó a extrañar
a mi abuela… la manera que cocinaba y limpiaba la casa y hablaba con ella y lo demás.
Y extrañaba tener a mi papi en la casa para buscarle cosas para ella. Entonces preguntó si
no podía volver a trocar ese piano para tener de nuevo a sus dos negros. El señor
Nolander dijo no. Dijo que un trato era un trato. Sutter y él peleó mucho por esto, y la
señora Ofelia se enfermó gravemente. No se levantaba de la cama en la mañana. Sólo se
quedaba allá tendida. El doctor decía que se estaba desgastando su salud.12

12
“Wasting away” muy corto en inglés.
Muchacho Llorón: Y eso fue cuando Sutter convocó a nuestro abuelo a la casa.

Doaker: Ahora nuestro abuelo se llamaba el Muchacho Willie. Por él pusieron al


muchacho Willie su nombre… sólo que le llamaban Willie el Muchacho. Él era un
labrador de madera.13 Él podía hacer lo que querías de madera. Te haría un escritorio.
Una mesa. Una lámpara. Lo que quería. La gente blanca de allá solía llegar donde el
señor Sutter y hacerle hacerles cantidades de cosas para ellos. Luego pagaban al señor
Sutter un buen precio. Como ves, todo lo que hacía mi abuelo pertenecía al señor Sutter
porque él mismo le pertenecía. Por eso cuando el señor Nolander le ofreció comprarle
para tener juntos a la familia, el señor Sutter no lo quería vender. Dijo al señor Nolander
que tenía suficiente dinero para comprarlo. Ahora… ¿estoy contándolo bien, Muchacho
Llorón?

Muchacho Llorón: Estás contándolo.

Doaker: Doaker le convocó a la casa y le pidió de esculpir la imagen de mi abuela y de


mi papi en el piano para la señora Ofelia. Y se pudo a esculpir esto… (Doaker se acerca
al piano.) ¿Ves eso allí? Ésa es mi abuela, Berenice. Era exactamente como parece aquí.
Y puso una imagen de mi papi cuando no era más que un niño pequeño como lo
recordaba. Los esculpía de su memoria. Sólo que… no se detuvo allí. Esculpió todo esto.
Puso una imagen de su mami… Mama Esther… y su papi, el Muchacho Charles.

Muchacho Llorón: Eso fue el primer Muchacho Charles.

Doaker: Luego puso de este lado cantidades de cosas. ¿Ves eso? Eso fue cuando Mama
Berenice y él se casaron. Decían que “se habían soltado la escoba”. Así se casaba uno en
ese entonces. Luego llegó aquí cuando nació mi papi… y aquí el funerario de Mama
Esther… y aquí abajo el señor Nolander que se lleva a Mama Berenica y a mi papi a su
casa en Georgia. Puso cantidades de cosas que pasaron con nuestra familia. Cuando el
señor Sutter vio ese piano con todos esos esculpidos se puso bravo. No había pedido todo
eso. Pero como ves… no podía hacer nada por eso. Cuando la señora Ofelia lo vio… se
emocionó. Ahora tenía a su piano y a sus negros también. Volvió a tocarlo y lo tocó hasta
el día que murió. De acuerdo… ahora bien, nuestro hermano el muchacho Charles… eso
es el papi de Berenice y del Muchacho Willie… él era el mayor de nosotros tres
muchachos. Ha muerto ya. Habría tenido cincuenta y siete si hubiera vivido. Murió en
1911 cuando tenía treinta y un años. El Muchacho Charles hablaba de ese piano todo el
tiempo. Nunca podía quitarlo de la cabeza. Pasaban dos o tres meses, y de nuevo hablaba
de él. Hablaba de cómo sacarlo de la casa de Sutter. Decía que era la historia de nuestra
familia y mientras Sutter lo tenía… nos tenía a nosotros. Decía que todavía estábamos en
la esclavitud. El Muchacho Llorón y yo intentábamos convencerle de dejarlo, pero no
servía para nada. Tan pronto como lo tranquilizábamos, empezaba de nuevo. Vimos que
no iba a quitárselo de la cabeza… entonces el cuatro de julio, 1911… cuando Sutter
estaba en un picnic que el condado ofrece cada año… el Muchacho Llorón y yo lo
acompañamos allá y sacamos ese piano de la casa de Sutter. Lo pusimos en un vagón y el
Muchacho Llorón y yo lo llevamos al siguiente condado donde la gente de la Mama Ola.
13
Carpintero. En inglés se usa una formulación inhabitual.
El muchacho Charles decidió quedarse allí un rato y esperar hasta que Sutter llegara a
casa, para hacer parecer que todo estaba normal.14

Ahora, yo no sé qué pasó cuando Sutter llegó a la casa y descubrió que el piano no
estaba. Pero alguien llegó a la casa del muchacho Charles y le incendió. Pero no estaba
adentro. Debía haberlos visto llegar porque fue y tomó el Perro Amarillo de los 3:57. No
sabía que iban a venir y parar el tren. Pararon el tren y descubrieron al Muchacho Charles
en el furgón de mercancías con cuatro vagabundos. Debían haberse enojado cuando no
encontraron el piano, porque pusieron fuego al vagón y mataron a todos. Ahora, nadie
sabe quien hizo eso. Algunos dicen que era Sutter porque era su piano. Algunos dicen
que era el alguacil Carter. Algunos dicen que era Robert Smith y Ed Saunders. Pero nadie
sabía a ciencia cierta. Fue dos meses después que Ed Saunders cayó en el pozo.
Sencillamente fue y cayó en el pozo sin razón alguna. La gente dice que eran los
fantasmas de esos hombres que se habían quemado en el vagón que le empujaron en el
pozo. Empezaron a llamarlos los fantasmas del Perro Amarillo. Ahora, así es como
empezó todo, y por eso decimos que Berenice no va a vender ese piano. Porque su papi
murío por él.

Muchacho Willie: Todo esto está en el pasado. Si mi papi hubiera visto donde trocar ese
piano por su propia tierra, nunca habría llegado a esta casa. Él pasó toda su vida
cultivando la tierra de otros. No voy a hacer eso. Él no pudo hacer mejor, entiendes.
Cuando él llegó, no tenía nada sobre el cual podía construir. Su papi no tenía nada para
darle. Lo único que tenía mi papi para darme era ese piano. Y murió dándomelo. No voy
a dejar que se quede aquí pudriendo sin intentar que sirva para algo. Si Berenice no puede
ver eso, entonces yo voy a vender mi mitad. Y el Muchacho Llorón y tú saben que tengo
la razón.

Doaker: Nadie ha dicho nada sobre quién tiene la razón y quién no tiene la razón. Sólo
estaba contando al hombre acerca del piano. Le contaba por qué decimos que Berenice no
va venderlo.

Limón: Sí, ya veo por qué lo dices ahora. Le dije al Muchacho Willie que debía quedarse
en el norte conmigo.

Muchacho Willie: ¡Te quedas tú! ¡Yo me voy! ¡Eso es lo que voy a hacer con mi vida!
¿Por qué yo debo llegar aquí y aprender a hacer algo que no sé hacer cuando ya sé como
cultivar la tierra? Tú te quedas aquí y te haces tu camino si es lo que quieres. Yo vuelvo
para vivir mi vida de la manera que quiero vivirlo.

(El Muchacho Llorón se levanta y se acerca al piano.)

Muchacho Llorón: Miramos que tenemos aquí. Hace rato que no he tocado esta cosa.

Doaker: No puedes para de contarlo. Tú lo tocabas la última vez que pasaste por aquí.
No podíamos desprenderte de él. Ven, toca algo.
14
“Business as usual.”
(El Muchacho Llorón se sienta en el piano y toca y canta. La canción es una que le
llenado sus bolsillos de monedas de diez y veinticinco centavos, hace mucho tiempo, en
pueblos y estaciones de tren apenas recordados. Toca mal, sin vacilar, y canta en una
voz enérgica.)

Muchacho Llorón: (Cantando.)

Soy un hombre jugador, vagabundo


He jugado en muchos pueblos
He vagabundeado por todo este mundo ancho
He vagabundeado alrededor del mundo
He tenido mis tiempos buenos, mis tiempos malos

He visto tiempos amargos


Pero nunca conocí la miseria
Hasta llegar a Arkansas.

Me fui una mañana


Para encontrar el tren temprano
Él dijo, “Deberías trabajar para mí
Tengo un terreno que necesito drenar.
Te daré cincuenta centavos diarios,
Te daré para lavar, con plancha y todo
Y serás un hombre distinto
En el estado de Arkansas.”

Trabajé seis meses para el villano


Se llamaba Joe Herrin
Me alimentaba con arepas15
Duros como piedras
Mis dientes se aflojaban
Y mis rodillas empezaron a chocarse16
Eso fue el tipo de comida17 que me dieron
En el estado de Arkansas.

Hombre viajero
He viajado por todo este mundo
Hombre viajero
He viajado de tierra en tierra
Hombre viajero
he viajado por todo este mundo
Pues no vale la pena

15
El término en inglés se refiere a una arepa chiquita parecida a la arepa bogotana.
16
La idea es que se puso tan flaco que sus rodillas hacían ruido cuando se tocaban.
17
Se usa aquí un término de jerga.
Escribir noticias
Yo soy un hombre viajero.

Berenice: ¿Es ése?.. Dios, yo sé que eso no puede ser el Borrachín Llorón allá sentado.

Borrachín Llorón: Hola, Berenice.

Berenice: Lo tenían tramado. El Pelao Willie y tú lo tenían tramado.

Pelao Willie: Yo no sabía que él iba a estar aquí. Yo estoy a punto de regresar a casa.
Pasé a verte a ti y a Doaker primero.

Doaker: Le dije al negro, se fue de aquí con ese montón de dinero, pensamos que nunca
más le íbamos a ver. El Pelao Willie dijo que no iba a verlo sino hasta que estuviera en la
quiebra. Miré y lo vi en el porche pidiendo dos dólares. Mira como se ríe. Sabe que es la
verdad.

Berenice: Pelao Willie, no vi el camión allá afuera. Pensé que estabas vendiendo sandías.

Pelao Willie: Las hemos vendido todas. Vendimos el camión también.

Berenice: No quiero repasar todo eso de nuevo. Ya te he dicho de volver donde es tu


sitio.

Pelao Willie: Sólo estaba tomándote el pelo, mujer. ¿No aguantas una bromita?

Berenice: Borrachín Llorón, ¿cuándo llegaste?

Borrachín Llorón: Hace poquito. Tomé el tren de la ciudad de Kansas.

Berenice: Déjame subir y cambiarme y luego te prepararé algo para comer.

Pelao Willie: Tú no me preparaste nada cuando yo llegué.

Berenice: Pelao Willie, déjame tranquila. Vamos, Marietta, sube y cámbiate de ropa
antes de que te la ensucies.

(Berenice sale por la escalera, seguida de Marietta)

Borrachín Llorón: Marietta está creciendo mucho, no es cierto, Doaker. Y tan bonita
como quiere ser. No pensaba que Crawley tenía tanta fuerza.

(El Pelao Willie cruza hacia el piano)

Pelao Willie: Hey, Limón… toma el otro lado de este piano y déjame ver algo.
Borrachín Llorón: Pelao Willie, ¿qué estás haciendo?

Pelao Willie: Estoy viendo cuánto pesa este piano. Ve al otro lado, Limón.

Borrachín Llorón: Tú deja tranquilo ese piano. Tú no vas a sacar ese piano de aquí para
venderlo.

Pelao Willie: Tan pronto como saco esas sandías de ese camión.

Borrachín Llorón: Pues, yo tengo algo que decir acerca de eso.

Pelao Willie: Este es el piano de mi papi.

Borrachín Llorón: No lo tomó sólo. Doaker y yo le ayudamos.

Pelao Willie: Murió solo. ¿Dónde estaban Doaker y tú entonces? No vengas a decirme
nada acerca de este piano. Este piano es de Berenice y mío. ¿Tengo razón, Doaker?

Doaker: Sí, tienes razón.

Pelao Willie: A ver si podemos levantarlo, Limón. Cógelo bien y levántalo de tu lado.
¿Listo? ¡Levanta!

(Cuando empiezan a desplazar el piano, se oye el sonido del Fantasma de Sutter. Doaker
es el único que puede oírlo. Desplazan el piano un poquito y éste termina fuera de su
lugar)

Pelao Willie: ¿Qué piensas?

Limón: Es pesado… pero se puede mover. Sólo que no va a ser fácil.

Pelao Willie: No fue tan pesado para mí. Bien, devolvámoslo a su lugar.

(Se oye de nuevo el Fantasma de Sutter. Todos lo oyen mientras entra Berenice en la
escalera)
Berenice: Pelao Willi… me vas a jugar esa bromita una vez de más. 18 Luego Dios te va a
bendecir y West te va a vestir. 19 Entonces, devuelve ese piano a su lugar. Te he dicho 20
cien veces que no voy a vender ese piano.

Pelao Willie: Estoy tratando de conseguirme una tierra, mujer. Necesito ese piano para
conseguirme dinero para comprar la tierra de Sutter.

Berenice: El dinero no puede comprar lo que vale ese piano. No puedes vender tu alma
por dinero. No irá con el comprador. Se achicará y se apocará sabiendo que no sigues con
ella. Pero no irá con el comprador.

Pelao Willie: Yo no estoy hablando de nada de eso, mujer. No estoy hablando de vender
mi alma. Estoy hablando de trocar ese pedazo de madera por una tierra. Colocarme algo
debajo de los pies. La tierra es la única cosa que Dios ya no fabrica. Siempre puedes
conseguirte otro piano. Estoy hablando de tierra. Lo que puedes usar para sacar riquezas.
De eso estoy hablando. No puedes usar ese piano para nada sino para ponerlo allí a
mirarlo.

Berenice: Es exactamente lo que voy a hacer. Borrachín Llorón, ¿quieres que te prepare
unos medallones de cerdo?

Pelao Willie: Yo voy a decirle como yo lo veo. La única cosa que da algún valor a ese
piano son esos esculpidos que puso allí Papa Pelao Willie. Eso es lo que le da valor. Eso
fue mi bisabuelo. Papa Pelao Charles trajo ese piano a la casa. Ahora, yo debo construir
sobre lo que me dejaron. No puedes hacer nada con ese piano haciendo bulto en la casa.
Eso sería como si yo dejara pudrir a esas sandías allá afuera. Yo sería un tonto. Ahora
bien, si tú me dices, Pelao Willie, estoy usando ese piano. Doy lecciones con él y eso me
ayuda pagar mi alquiler o lo que sea – pues eso sería otra cosa. Yo tendría que decir,
bueno, Berenice está usando ese piano. Está construyendo algo con él. Deja que ella siga
usándolo. Tendré que encontrar otra manera de conseguir la tierra de Sutter. Pero Doaker
dice que no has tocado ese piano durante todo este tiempo que ha quedado aquí.
Entonces, ¿por qué quieres ponerte en mi camino? Tú solamente ves en él su valor
sentimental, entiendes. Y esto es bueno, ves. Está bien. Yo quito mi sombrero cada vez
18
No sé cómo decirlo: “one too many times” – “una vez demasiadas veces”.
19
Lo único que he encontrado es que West fue un general para los Confederados durante la guerra civil, y
posteriormente un candidato a la presidencia.
20
Cabe señalar que el “present perfect” en inglés (I have told, you have gone, we have spoken, etc) tiene
una forma especial en las comunidades afrodescendientes de Estados Unidos, según los lingüistas por la
influencia de los idiomas africanos. Dicen, en vez de “have”, “done” (hecho). Los idiomas africanos no son
analíticos-sintácticos, como español (es decir que el sentido se da por conexiones lógicas entre dos, tres o
cuatro palabras), ni sintéticos-evocativos como el ruso (es decir que el sentido se emana de una sola palabra
con muchas evocaciones), sino particulares o aglutinantes, es decir que la palabra que lleva la idea central
se llena de prefijos y de sufijos (partículas), de tal modo que es difícil distinguir palabras de frases en
africano. Por ende no hay personas en Swahili, por ejemplo, y los tales “verbos auxiliares”, con sus
modulaciones gramaticales, se re-emplazan por “partículas” cuya forma depende únicamente de la
ortografía de la palabra central. “Done” se comporta como una partícula y no tiene conjugación (“yo hecho
decir”, “tú hecho ir”, “nosotros hecho hablar”, etc. – en Swahili “nimesema”, “umeenda”, “tumesema”, etc)
y aunque alguien que no sepa los orígenes de la forma la oye como “mal hablado”, hay una estructura
gramatical de hierro atrás.
que alguien menciona el nombre de mi padre. Pero no voy a ser ningún tonto acerca de
ningún valor sentimental.21 Puedes sentarte aquí a mirar ese piano durante cien años más
y sólo será un piano. No puedes hacer más con él. Ahora yo quiero conseguirme la tierra
de Sutter con ese piano. Me consigo la tierra 22 de Sutter y puedo ir y trocar la cosecha por
semillas. Siempre cuando tendré la tierra y la semilla, estaré bien. Siempre podré
conseguirme algo más. Porque esa tierra te devuelve cosas. Puedo hacerme otra cosecha
y trocármela de nuevo. Pero ese piano no produce nada más. No da nada más para
trabajar. Ahora, el hombre que era mi padre habría entendido eso. Siento que tú no lo
veas así. Pero por eso voy a sacar ese piano de aquí y venderlo.

Berenice: No vas a sacar ese piano de mi casa. (Se acerca al piano.) Mira ese piano.
Míralo. Mama Ola pulió este piano con sus lágrimas durante diecisiete años. Durante
diecisiete años lo frotó hasta que sus manos sangraran. Luego lo pulió con su sangre… lo
mezcló con toda la otra sangre que lleva dentro.23 Cada día que Dios insufló vida en su
cuerpo ella lo frotó y limpió y pulió y rezó por encima. “Toca algo para mí, Berenice.
Toca algo para mí, Berenice.” Cada día. “Lo limpié para ti, toca algo para mí, Berenice.”
Tú siempre estás hablando de tu papi pero nunca te has detenido a mirar cuánto sus
tonterías costaron a tu mami. Diecisiete años de noches frías y una cama vacía. ¿Para
qué? ¿Para un piano? ¿Por un pedazo de madera? ¿Para vengarse de alguien? Los miro a
todos y todos son iguales. Tú, Papa Pelao Charles, Borrachín Llorón, Doaker, Crawley…
todos son iguales. Robando y matando y robando y matando. ¿Y adónde lleva todo eso?
A robar más y matar más. Nunca he visto que lleva a nada más. Se queman, los disparan,
caen en sus pozos. Nunca se detiene.

Doaker: Bueno, Berenice, no hay necesidad de exaltarte.

Pelao Willie: Yo he robado un poco por allí, pero nunca he matado a nadie. No puedo
hablar por nadie más. Todos tienen que hablar por ustedes mismos, pero yo nunca he
matado a nadie.

Berenice: Mataste a Crawley tan seguro como si hubieras disparado el gatillo.

Pelao Willie: Ves, eso es ignorante. Eso es definitivamente tonto decir una cosa así. No
haces sino muestras tu ignorancia. Si estuviera aquí ese negro, le diera latigazos en el
trasero por dejar que disparen a Limón y a mí.

Berenice: Crawley no sabía nada de la leña.

Pelao Willie: Le contamos acerca de la leña. Pregunta a Limón. Sabía todo acerca de la
leña. Vio que estábamos robándola a escondidas. ¿Para qué más íbamos a estar allí en
plena noche? No me vengas a decir que Crawley no sabía de la leña. Esos muchachos nos
21
De nuevo una aclaración: en la jerga afroamericana, tienden a poner “no” (ningunos) frente a todas las
palabras de la frase negativa. Creo, pero no estoy seguro, que tiene que ver con la misma influencia
particular sobre su inglés. Traduzco con demasiados “ningunos” y luego veremos.
22
Me está dificultando la traducción de la palabra “land” en inglés – que puede traducirse como “tierra”,
“terreno”, “lote”, “país”, “patria”, etc. según el contexto.
23
Es decir: que lleva el piano dentro, no ella.
descubrieron y Crawley intentó intimidarlos. Limón y yo vimos al alguacil con él y nos
rendimos. No tenía ningún sentido que nos mataran por una leña que costaba cincuenta
dólares.

Berenice: Crawley no sabía que estaban robando esa leña.

Pelao Willie: No estábamos robando leña. Limón y yo estábamos sacando la leña para
Jim Miller y dejándonos un poquito por un lado. Dejábamos tirado nuestro poquito al
lado del riachuelo hasta que teníamos bastante para hacer una carga completa. Algunos
tipos nos vieron y pensamos que era mejor que nosotros la cogiéramos antes que ellos.
Fuimos y pedimos ayuda a Crawley. Pensamos compartir un poco con él. Crawley estaba
tratando de mantener el lobo lejos de su casa… nosotros estábamos tratando de ayudarle.

Limón: Limón y yo le dijimos acerca de la leña. Le dijimos que de pronto algunos tipos
estaban tratando de llevársela antes que nosotros. Dijo, déjame ir por mi treinta y ocho.
Eso fue lo que causó todo el lío.

Pelao Willie: Si Crawley no hubiera cogido su arma, estaría vivo hoy día.

Limón: La tenía medio cargada cuando nos sorprendieron. Vimos al alguacil con ellos e
intentamos huir. Nos agachamos cerca del recodo del riachuelo… pero ellos estaban allí
también. El Pelao Willie dijo, entreguémonos. Pero Crawley sacó su arma y empezó a
disparar. Y eso fue cuando empezaron a disparar también.

Berenice: Lo único que sé es que Crawley seguiría vivo si ustedes no hubieran ido a
buscarlo.

Pelao Willie: Yo no tuve nada que ver con la muerte de Crawley. Eso fue culpa de él.

Berenice: Crawley está muerto y enterrado y tú sigues aquí comiendo. Eso es lo único
que yo sé. Fue a cargar leña contigo y nunca volvió.

Pelao Willie: Te dije, mujer… yo no tuve nada que ver…

Berenice: ¿No está aquí, cierto? ¡No está aquí! (Berenice golpea al Pelao Willi) Dije que
no está aquí. ¿Cierto? (Berenice sigue golpeando al Pelao Willie, quien no se mueve para
defenderse, aparte de retroceder y voltear la cabeza, de tal manera que la mayoría de los
golpes caigan en su pecho y sus brazos)

Doaker: (Agarrando a Berenice) Vamos, Berenice… déjalo, no es culpa de él.

Berenice: ¿No está aquí, cierto? ¿Cierto?

Pelao Willie: Ya te dije que no soy responsable por Crawley.

Berenice: No está aquí.


Pelao Willie: Vamos, Berenice… no haz esto. Doaker, tenla. No tuve nada que ver con
lo de Crawley…

Berenice: ¡Fuiste y lo buscaste!

Pelao Willie: Ya te he dicho. Doaker, tenla. No estoy jugando.

Doaker: Vamos. Berenice.

(Se oye un grito de Marietta arriba. Es un grito de absoluto terror)

Marietta: ¡Mamá! ¡Mamá!

(Se apagan las luces. Fin del primer acto)

ACTO SEGUNDO

ESCENA PRIMERA

(Se encienden las luces en la cocina. Es la siguiente mañana. Doaker está planchando el
pantalón de su uniforme. Está hirviendo algo en una olla en la estufa al mismo tiempo.
Está cantando una canción. La canción le da el ritmo a su trabajo y se mueve por la
cocina con la facilidad nacida de muchos años como cocinero de ferrocarril)

Doaker:

Voy a dejar Jackson, Mississippi


Y voy a ir a Memphis
Y voy a regresar a Jackson
Bajar a Hattiesburg
Cambiar de carro en la Y. D.24
Pasando por el territorio hasta Meridian
De Meridian a Greenville
De Greenville a Memphis
Estoy en camino y sé adónde voy.

Voy a cambiar de carro en la Katy25


Dejando Jackson
Y pasando por Clarksdale
¡Hola Winona!
¡Courtland!
¡Bateville!

24
“Yellow Dog” – la línea de ferrocarril.
25
Parece ser otra línea de ferrocarril.
¡Cómo!26
¡Senitobia!
¡Lewisberg!
¡Girasoles!
¡Glendora!
¡SharkHey!27
Y regresar a Jackson
Hola Greenwood
Estoy rumbo a Memphis
Clarksdale
Moorhead
Indianola
¿Un locomotor puede pasar por allí?
Deja que pase, señor.
¡Grand Carson!
Bodega de la Calle Treinta y Uno
Bodega de la Calle Cuatro
¡Memphis!

(El Borrachín Llorón entra con un traje.)

Doaker: ¿Yo pensé que habías llevado ese traje a la compraventa?

Borrachín Llorón: Fui y el señor me dijo que el traje es demasiado viejo. Mira este traje.
¡Es cien por ciento seda! ¿Cómo quieres que la seda sea demasiado vieja? Yo sé que fue,
él simplemente no quería darme los cinco dólares para comprarlo. Lo mejor que quería
darme eran tres dólares. Yo me imagino que un traje de seda vale cinco dólares por el
mundo entero. No iba a separarme de él por ningunos tres dólares, así que volví con él.

Doaker: Hay otra compraventa en la calle Wylie.

Borrachín Llorón: Lo llevé allá. Dijo que no recibía ropa. Sólo recibía armas y radios.
De pronto una u otra guitarra. ¿Dónde está Berenice?

Doaker: Berenice todavía está trabajando. El Pelao Willie fue a encontrarse con Limón
esta mañana. Supongo que ya han arreglado ese camión, han estado todo el día fuera y no
han vuelto. Marietta tiene miedo de dormir allá arriba ahora. Berenice no sabe, pero yo vi
a Sutter antes que ella.

Borrachín Llorón: ¿Qué dices?28

Doaker: Más o menos hace tres semanas. Acababa de volver de allá. Sutter no estaba
muerto más que tres días. Estaba sentado allá en el piano. Salí para ir a trabajar… y
26
Es un pueblo, no una exclamación.
27
Todos son pueblos y ciudades del sur de los Estados Unidos, probablemente que están sobre las líneas de
ferrocarril.
28
“Say what” es otra fórmula muy afroamericano.
estaba sentado allá mismo. Tenía la mano en la corona de la cabeza justo como dijo
Berenice. Creo que rompió el cuello cuando cayó en el pozo. No conté a nadie lo que vi.
No veía el sentido en trastornar a Berenice.

Borrachín Llorón: ¿Dijo algo? ¿Dijo que estaba buscando al Pelao Willi?

Doaker: Sólo estaba sentado allá - No dijo nada. Yo seguí derecho por la puerta y lo dejé
sentado allá. Me imaginaba que siempre cuando se quedara de ese lado del salón todo
estaría bien. No sé que yo habría hecho si él hubiera avanzado hacia mí.

Borrachín Llorón: Berenice dijo que llamaba al Borrachín Llorón.

Doaker: Yo no, no oí nada. Sólo estaba sentado allá cuando lo vi. Pero no creo que el
Borrachín Llorón lo hubiera empujado en el pozo. Sutter está aquí por ese piano. Lo oí
tocar alguna vez. Pensé que era Berenice pero ella no toca esa clase de música. Salí y no
vi a nadie, pero las teclas de ese piano estaban moviéndose a millas por hora. Berenice
tiene que salir de este piano. No ha hecho sino traernos problemas.

Borrachín Llorón: Yo estoy de acuerdo con Berenice. El Pelao Charles no lo tomó para
devolverlo. Lo tomó porque se imaginó que tenía más derecho a tenerlo que Sutter. Si
Sutter no puede entender eso… pues así son las cosas. Sutter está muerto y enterrado…
no me importa dónde está su fantasma. Puede andar por aquí y tocar el piano todo lo que
quiera. Pero quiero ver cómo va a sacarlo de la casa. Eso es lo que yo quiero ver. ¿A qué
hora llega Berenice? No sé como la dejé escapar esta mañana.

Doaker: Tú estabas dormido allá arriba. Berenice sale de aquí temprano en la mañana.
Está allá en la Colina de las Ardillas limpiando la casa de un duro de la fábrica de acero.
No les gusta cuando llegue uno tarde. Llegas tarde, no dan a uno el transporte. ¿Qué
negocio traes entre manos con Berenice?

Borrachín Llorón: Mi negocio. No te he preguntado a ti qué negocio traes entre manos.

Doaker: Berenice no tiene plata. Si es por eso que estás tratando de cogerla. Ya tiene
bastantes problemas para sobrevivir como son las cosas. Si va a casarse con Avery… él
trabaja todos los días… si se casa con él de pronto pueden vivir bastante bien. Pero como
son las cosas, no tiene plata.

Borrachín Llorón: Pues, deme cinco dólares.

Doaker: Acabo de darte un dólar antes de que te fueras de aquí. No vas a tomar mis
cinco dólares allá y jugárselos y bebérselos.

Borrachín Llorón: Ay, negro, deme cinco dólares. Te los devolveré.

Doaker: Tú no ibas a darme cinco dólares cuando tenías ese montón de plata. Tú no ibas
a echar nada por mi lado. Y ahora quieres llegar aquí y tomar prestado cinco dólares. Si
vas a volver con el Pelao Willie, tendrás que encontrar la manera de pagar el tiquete de
tren.

Borrachín Llorón: Por eso necesito los cinco dólares. Si tuviera cinco dólares, yo podría
conseguirme más plata. (Doaker busca en su bolsillo) Que sean siete.

Doaker: Tú toma estos cinco dólares… y me traes mi dinero de nuevo acá.

(Entran el Pelao Willie y Limón. Están contentos y emocionados. Tienen dinero en todos
sus bolsillos y están ansiosos para contarlo)

Doaker: ¿Cómo les fue allá afuera?

Pelao Willie: Estaban haciendo fila para comprarlos.

Limón: El Pelao Willie y yo no podíamos venderlos lo suficientemente rápido. El


momento que vendíamos una, ya teníamos que vender otra.

Pelao Willie: Yo veía lo que estaba pasando y le dije a Limón de subir el precio.

Limón: El Pelao Willie dijo de pedir veinticinco centavos de más. No les importaba. Un
par de personas me dieron un dólar y me dijeron de quedarme con las vueltas.

Pelao Willie: Un tipo compró cinco. Me dije, ¿qué va a hacer con cinco sandías? No
puede comérselas todas. Le vendí las cinco y le pregunté si quería comprar cinco más.

Limón: Nunca he visto a nadie agarrarse de un dólar tan rápido como el Pelao Willie.

Pelao Willie: Una señora me dijo, “¿Están dulces?” Yo le dije, “Señora, donde nosotros
cultivamos estas sandías, ponemos azúcar en la tierra” Sabes, me lo creyó. Decía que
nunca había oído de eso antes. Limón estaba muerto de la risa. Le dije, “Sí, señora,
colocamos el azúcar allá mismo donde plantamos la semilla.” Ella dijo, “Pues, deme
otra.” Qué cosa, la gente blanca… ¿no es verdad, Limón?

Limón: Tan pronto grites sandía, salen derechito de sus casas. Luego van a buscar a sus
vecinos. Parece que tienen un concurso para ver quién puede comprar la mayor cantidad.

Borrachín Llorón: Tengo algo para Limón.

(El Borrachín Llorón va a buscar su traje. El Pelao Willie y Limón siguen contando su
dinero)

Pelao Willie: Yo sé que tienes más que eso. No vendiste todas esas sandías para tener tan
poquito.
Limón: Estoy buscando todavía. Eso tampoco es todo lo que tienes tú. ¿Dónde están
todas las monedas de veinticinco centavos?

Pelao Willie: Deja que yo me preocupo de esas monedas. Sólo pon tu plata en la mesa.

Borrachín Llorón: (Entrando con su traje) Mira, Limón… ¿ves esto? Mira como se
abren sus ojos. Nunca ha visto un traje así. Es cien por ciento seda. Ven… mídelo. A ver
si te conviene. (Limón mide la chaqueta) Mira eso. Siéntelo. Es cien por ciento seda
auténtica. Lo compré en Chicago. No puedes conseguir ropa así sino en Nueva York y
Chicago. No puedes conseguir ropa así en Pittsburgh. Esa gente en Pittsburgh nunca ha
visto ropa así.

Limón: Es bonito, se siente suave y fino.

Borrachín Llorón: Éste es un traje de cincuenta y cinco dólares. Es el tipo de traje que
llevan los duros. Necesitas un arma y un bolsillo lleno de dinero para llevar ese traje. Te
lo venderé por tres dólares. Las mujeres caerán de sus ventanas cuando te vean en un
traje así. Dame tres dólares y paséate por la calle en él y consíguete una mujer.

Pelao Willie: Se ve fino, Limón. Ponte el pantalón. Déjame verlo con el pantalón.

(Limón empieza a ponerse el pantalón)

Borrachín Llorón: Mira eso… ¿Ves como te va? Deme tres dólares y tómalo. Mira eso,
Doaker… ¿No se ve fino?

Doaker: Sí… es un traje fino.

Borrachín Llorón: Tiene una camisa que va con él. Te costará otro dólar. Cuatro
dólares, tienes todo el combo.

Limón: ¿Cómo se ve, Pelao Willi?

Pelao Willie: Se ve bonito… sí a ti te gustan las cosas así. A mí nunca me ha gustado la


ropa de domingo. Pero si a ti te gusta, luce bonito.

Borrachín Llorón: Es el tipo de traje que necesitas para vivir aquí en el Norte.

Limón: ¿Cuatro dólares para todo? ¿El traje y la camisa?

Borrachín Llorón: Es barato. Yo debería estar cobrándote veinte dólares. Te estoy


ofreciendo la ganga porque somos familia.29

Limón: (Buscando en su bolsillo) De acuerdo… he aquí cuatro dólares.

29
“Homeboy” – muchacho de la casa o de la región.
Borrachín Llorón: ¿Tienes zapatos? ¿Qué talla eres?

Limón: Talla nueve.

Borrachín Llorón: ¡Es la talla que tengo! Talla nueve. Te los regalo por tres dólares.

Limón: ¿Dónde están? Déjame verlos.

Borrachín Llorón: Son zapatos muy finos, además. Tiene un punto muy fino. Son
puntiagudos justo como es debido.

(El Borrachín Llorón va a buscar sus zapatos)

Limón: Vamos, Pelao Willie, salgamos esta noche. Quiero ver la ciudad. De pronto
vamos a una película de cine. Hey, Doaker, ¿tienen películas de cine aquí en el norte?

Doaker: El Teatro Rhumba. Allá en la calle Fullerton. No puedes perderlo. Tiene


altoparlantes afuera en el andén. Puedes oírlos desde un cuadro. El Pelao Willie sabe
dónde está.

(Doaker sale a su habitación)

Limón: Vamos a ver una película de cine, Pelao Willie. Vamos a buscarnos unas
mujeres.

Pelao Willie: Hey, Limón, según tú, ¿cuántas sandías nos quedan? Tenemos un poco
menos de media carga, ¿no es así?

Limón: Más o menos así. De pronto un poco más.

Pelao Willie: ¿Te parece que ese piano cabrá allá adentro?

Limón: Si apilamos bien las sandías, se podrá pararlo delante.

Pelao Willie: Voy a llamarlo al hombre mañana.

Borrachín Llorón: (Regresa con sus zapatos) Helos aquí… talla nueve. Mídelos. Te
costarán tres dólares. Son zapatos Florsheim.30 Staggerlee llevaban zapatos así.

Limón: (Midiendo los zapatos) ¿Estás seguro que son talla nueve?

Borrachín Llorón: Puedes mirar mis pies y ver que llevamos la misma talla. Hermano,
con ese traje y esos zapatos puestos, realmente te ves un hombre. Estás por lo que sea allá
afuera. Pero, ¿ellos están listos para ti? Con esos zapatos puestos serás el Rey del Andén.

30
Conocida marca de zapatos americanos: los venden en una tienda en la plazoleta de Unicentro.
Todos se pararán para mirar tus zapatos. Soñando en tener zapatos así. Te daré una
ganga. Tómalos por sólo dos dólares.

(Limón paga dos dólares al Borrachín Llorón)

Limón: Vamos, Pelao Willi… vamos a buscarnos unas mujeres. Voy a subir a alistarme.
Estaré listo para irme en un minuto. ¿No vas a ponerte elegante?

Pelao Willie: Voy a llevar lo que tengo puesto. No voy a ponerme elegante para esos
negros de ciudad. (Limón sale por la escalera) Lo único en qué piensa Limón son las
mujeres.

Borrachín Llorón: Su papi fue igual. Yo andaba con él. Conocí a su mami también.
¡Dos pasos atrás y yo habría sido su papi! Ha muerto ya su papi… pero yo saqué al negro
de la cárcel al tiempo. Iban a llamarlo Daniel y hacerlo marchar por la Cueva de Leones.
Peleó con unos de esos blancos y el alguacil estaba pegado a él como una lapa. Así fue
como todo pasó entre la mami de Limón y yo. Me conocía y su papi andaba callejeando y
resultó en la cárcel y ella fue y llevó cien dólares al alguacil. No me pon a mentirte
contándote donde sacó esa plata. Yo no lo sé. El alguacil miró esos cien dólares y los
rechazó.31 Le dijo, “Eso no va a ayudarle nada. Tienes que colocar otros cien por
encima.” Ella llegó y me encontró allá donde yo estaba tocando en una taberna…32 Dijo
que no tenía sino cincuenta dólares y si yo podía ayudar. Ahora, como yo me lo
figuraba… sin esos cincuenta dólares el alguacil iba a entregarlo a Parchman. Si el
alguacil le hubiera entregado a Parchman, iban a ser tres años antes de que nadie se diera
cuenta de él. Déjame decirte como era… Yo daré a cualquiera cincuenta dólares para
salvarse de la cárcel durante tres años. Le di los cincuenta dólares y ella me invitó a la
casa. No le pedí nada. Me figuré que si ella estaba tan gentil de invitar, yo debería ir. Y
no había dicho palabra. Me invitó de todos modos. Dijo, “¿Por qué no vienes a la casa?”
No necesitaba decir nada más. Esas palabras cayeron de su lengua de manera igualmente
hermosa. Fui a su casa y estaba tres horas. Empecé a irme y cambié de idea. Se agarró de
mí y me dijo, “Amor, es para toda la noche.” ¡Esa fue una de las noches más cortas que
he pasado en mi vida en esta tierra! Habría podido seguir ocho horas más. El papi de
Limón ni siquiera me dijo nada cuando salió. Sólo me miraba de manera extraña. Tenía
una buena idea que algo había pasado entre ella y yo. L. D. Jackson. Eso fue un negro
bien salado. Se mató en un baile. Un tipo entró y lo mató pensando que era otra persona.
(Doaker entra de su habitación) Hey, Doaker, ¿te acuerdas de L. D. Jackson?

Doaker: Es el papi de Limón. Eso fue un negro bien salado.

Pelao Willie: Parece que estás listo para el ferrocarril.

Doaker: Sí, tengo que hacer ese trayecto.

31
“Turned his nose up” – “subió la nariz a ellos”. Por alguna razón, además, esta frase está en cursivo en
inglés.
32
También en cursivo en inglés.
(Limón entra por la escalera. Está vestido en sus nuevos zapatos y traje, a los cuales ha
añadido un sombrero barato de paja.)

Limón: ¿Cómo me veo?

Borrachín Llorón: Te ves como un millón de dólares. ¿No luce bien, Doaker? Vamos,
juguemos un poco de naipes. ¿Quieres jugar naipes?

Pelao Willie: Nosotros no vamos a jugar naipes contigo. Limón y yo vamos a


encontrarnos unas mujeres. Hey, Limón, no juegues naipes nunca con el Borrachín
Llorón. Él tomará toda tu plata.

Borrachín Llorón: (A Limón) Tienes un traje mágico allí. Puedes conseguirte una mujer
fácil con ese traje… pero necesitas saber las palabras mágicas. ¿Sabes las palabras
mágicas para conseguirte una mujer?

Limón: Sólo hablo con ellos para ver si me gustan a mí y si gusto a ellas.

Borrachín Llorón: Te acercas de ellas y dices, “Si tienes el muelle, yo tengo el barco.”
Si eso no funciona, pregúntales si puedes ponerlas en tu bolsillo. Lo primero que van a
decir es, “Es demasiado pequeño.” Y entonces miras directo a sus ojos y les dices,
“Amor, no hay nada pequeño en mí.” Si eso no funciona, buscas a otra. ¿Le estoy
contando como es, Doaker?

Doaker: Ese hombre no necesitas tus cuentos acerca de las mujeres. Las mujeres hoy en
día no caen por esas tonterías. Hay que comprarles regalos. Eso es lo que están buscando
hoy en día.

Pelao Willie: Vamos, estoy listo. ¿Estás listo, Limón? Vamos a buscarnos unas mujeres

Borrachín Llorón: Vamos, déjame acompañarlos hasta la salida. Quiero ver a las
mujeres cayendo de las ventanas cuando vean a Limón.

(Todos salen y las luces se apagan)

ESCENA DOS

(Las luces se encienden en la cocina. Es temprano en la noche del mismo día. Berenice
ha puesto una tina para su baño en la cocina. Está calentando agua en la estufa. Tocan
la puerta)

Berenice: ¿Quién es?

Avery: Soy yo, Avery.

(Berenice abre la puerta y lo deja entrar)


Berenice: Avery, bien puede seguir. Yo estaba preparando mi baño.33

Avery: ¿Dónde está el Pelao Willi? Yo vi el camión allá afuera casi vacío. Han vendido
la mayoría de esas sandías.

Berenice: Se habían ido cuando yo llegué a casa. Yo no sé qué se han hecho. El Pelao
Willie me está enloqueciendo.

Avery: Venden esas sandías… ya se irán.

Berenice: ¿Qué dijo el señor Cohen acerca de dejarte el sitio?

Avery: Me dijo que me lo dejaría a treinta dólares por mes. Lo convencí que treinta-cinco
era demasiado, y me dijo que me lo dejaría en treinta.

Berenice: Es un buen sitio justo al lado de la tienda de Benny Diamond.

Avery: Berenice… yo estaba en casa y me puse a pensar como tú estás por aquí y yo
estoy por allá. Me puse a pensar como parecerá un predicador que no esté casado. Da por
una mejor congregación si el predicador está establecido y casado.

Berenice: Avery… ahora no. Estaba preparándome para mi baño.

Avery: Usted sabe34 lo que siento por usted, Berenice. Ahora… me he conseguido el sitio
del señor Cohen. Me conseguiré el dinero del banco y lo arreglaré bien lindo. Me han
dado un aumento de diez centavos por hora allá en mi trabajo… ahora, Berenice, no
tengo mucho de lo que uno llamaría lujos. Tengo un hueco en mis bolsillos en lo
concerniente al dinero. Nunca he encontrado el camino en esta vida hacia una mujer,
como lo he encontrado con usted.35 Necesito eso. Necesito a alguien quien me apoya.
Necesito a una mujer que cabe en mi mano.

Berenice: Avery, yo no estoy listo para casarme ahora.

Avery: Usted es una mujer demasiado joven para rendirse, Berenice.

Berenice: Yo no he dicho nada acerca de rendirse. Tengo mucha mujer todavía adentro
de mí.

Avery: ¿Dónde está? ¿Cuándo fue la última vez que la miró?

33
En más de un lugar aquí, usan la palabra “fixin’” (literalmente: “reparando”) en un doble sentido de
“preparándome para” y “teniendo la intención de”. No sé como traducirla, es una expresión muy sonora en
inglés.
34
Como siempre, nunca se sabe cómo se debe traducir el “you” – como “usted” o como “tú”. Veo a Avery
como una persona formal, y supongo que le trata a ella de usted.
35
Traducción literal. Habla de manera un poco exaltada.
Berenice: (Asombrado por su comentario) Esa fue una cosa muy fea, lo que acaba de
decir. Y usted se llama un predicador.

Avery: Cada vez que logro acercarme de usted… me rechaza.

Berenice: Tengo las manos llenas ya con Marietta. Tengo ya bastante gente a quién amar
y cuidar.

Avery: ¿Y quién tiene para amar a usted? Nadie puede acercarse lo bastante. Doaker no
puede decirle ni media palabra. Está encima del Pelao Willie antes de que abra la boca.
¿Quién podría amarla a usted, Berenice?

Berenice: Usted quiere decir que una mujer no puede ser nada sin un hombre. Pero usted
está bien, ¿ah? Usted puede salir de aquí sin mí – sin una mujer – y seguir siendo un
hombre. Sin problemas. Nadie le va a preguntar, “¿Avery, quién tiene usted para
amarlo?” No hay ningún problema. Pero todo el mundo tiene que preocuparse por
Berenice. “¿Cómo hará Berenice para defenderse? ¿Cómo va a criar a esa niña sin un
hombre? ¿Cómo lo va a arreglar? ¿Cómo va a vivir así?” Todos tienen toda clase de
preguntas para Berenice. Todos diciéndome que no puedo ser mujer si no tengo un
hombre. Pues, dígame usted, Avery – puesto que usted sabe - ¿hasta qué punto soy
mujer?

Avery: No fui yo, Berenice. No puede usted culparme por nadie más. Yo admitiré mis
propias fallas. Pero no puedes usted culparme por Crawley ni por lo demás.

Berenice: No estoy culpando a nadie por nada. Sólo estoy afirmando hechos.

Avery: ¿Cuánto tiempo va usted a llevar consigo a Crawley, Berenice? Ya han pasado
tres años. En algún momento tendrá usted que dejarlo y seguir viviendo. La vida está
llena de curvas y vericuetos. Eso no significa que tiene que parar de vivir. No significa
que hay que aislarse de la vida. No puede usted pasar toda la vida llevando el fantasma de
Crawley. Crawley murió hace tres años. Tres años, Berenice.

Berenice: Yo sé hace cuanto tiempo murió Crawley. No hay necesidad de decírmelo.


Sólo que no estoy lista para casarme ahora.

Avery: ¿Y para qué está lista, Berenice? Sólo va a arrastrar los pies de un día al otro. La
vida es más que sólo sobrevivir hasta la siguiente mañana. Usted va a levantar la mirada
un día y todo habrá pasado. La vida habrá escurrido de sus manos – no habrá lo suficiente
para hacer lo que sea. Estoy parado aquí ahora, Berenice – pero no sé cuánto más tiempo
voy a estar parado esperándola.

Berenice: Avery, le he dicho… cuando usted consigue su iglesia, nos sentamos a hablar
de esto. Traigo demasiadas cosas entre manos para enfrentar esto ahora. El Pelao Willie y
el piano… y el fantasma de Sutter. Pensé que yo estaba imaginando cosas, pero Marietta
ha visto el fantasma de Sutter también.
Avery: ¿Cuándo ocurrió eso, Berenice?

Berenice: Poco después de que yo llegara a casa ayer. El Borrachín Llorón y yo


estábamos discutiendo acerca de ese piano y el fantasma de Sutter estaba parado en la
escalera. Marietta tiene miedo de dormir allá arriba ahora. De repente si usted bendijera
la casa se iría de aquí.

Avery: No lo sé, Berenice. No sé si yo debería experimentar con una cosa así.

Berenice: No puedo dejar que Marietta tenga miedo de dormir allá arriba. Me parece que
si usted bendijera la casa, se iría de aquí.

Avery: Uno tendría que ser un predicador muy especial para hacer una cosa así.

Berenice: Todo el tiempo me digo que cuando el Pelao Willie se va, él se iría con él. Yo
creo que el Pelao Willie lo empujó en ese pozo.

Avery: Hace mucho tiempo que eso está pasando allá en el sur. Los Fantasmas de Perro
Amarillo han estado empujando a la gente en sus pozos desde hace mucho tiempo antes
de que el Pelao Willie creciera.

Berenice: Alguien allá en el sur está empujando a la gente en sus pozos. No es que han
caído de repente. No es el viento que los está empujando.

Avery: Pues, yo no sé. Dios obra de manera misteriosa.

Berenice: Él no ha empujado a nadie en sus pozos.

Avery: Él es la Causa de que ocurrió. Dios es el Gran Causador. Él puede hacer todo. Él
partió el Mar Rojo. Él dijo, voy a castigar a mis enemigos. 36 El Reverendo Thompson
solía predicar sobre los Fantasmas del Perro Amarillo como la mano de Dios.

Berenice: No me importa quién predicó qué. Alguien allá está empujando a la gente en
sus pozos. Alguien como el Pelao Willie. Yo puedo imaginarlo haciendo una cosa así. No
me va a decir que Sutter simplemente cayó en su pozo de repente un día. Yo creo que el
Pelao Willie lo empujó para conseguir su tierra.

Avery: ¿Qué dice Doaker acerca del Pelao Willie y el piano?

Berenice: Doaker no quiere saber nada de ese piano. Nunca ha querido saber nada de él.
Se culpa a sí mismo por no quedar atrás con Papá Pelao Charles. Se lavó las manos de
ese piano hace mucho rato. No quiso que yo lo trajera al norte – pero yo no iba a dejarlo
allá.

36
Usa una palabra bíblica de viejo inglés: “smite”.
Avery: Pues me parece que debería poder convencer al Pelao Willie.

Berenice: No puedes hablar con el Pelao Willie. Ha sido así toda la vida. Mamá Ola tenía
las manos llenas tratando de hablar con él. No escucha a nadie. Es igualito a mi padre. Se
fija en una idea y nadie puede convencerle de lo contrario.

Avery: Usted debería empezar un coro en la iglesia. De pronto si él la viera haciendo


algo con él – si le dijera que iba a ponerlo en mi iglesia – de pronto lo vería de otra
manera. Usted debería colocarlo en la iglesia y empezar un coro. La Biblia dice, “Hagan
un ruido alegre hacia el Señor.” De pronto si el Pelao Willie la viera haciendo algo con
él, lo vería de otra manera.

Berenice: Ya le dije que yo no toco ese piano. No hay ninguna necesidad de seguir
hablando de ese asunto del coro. Cuando murió mi mamá cerré la tapa de ese piano y
nunca más la volví a abrir. Sólo lo tocaba para ella. Cuando murió mi papá parece que
toda su vida entró en ese piano. Ella solía ponerme a tocar… puso a la señorita Eula a
enseñarme. Decía que cuando yo tocaba, ella podía oír hablar a mi papá. Yo solía pensar
que esos retratos se reanimaban y caminaban por la casa. A veces tarde en la noche oía
como mi mamá hablaba con ellos. Me dije que eso no me iba a pasar a mí. No toco ese
piano porque no quiero despertar a esos espíritus. No van a caminar por esta casa.

Avery: Hay que dejar todo eso atrás, Berenice.

Berenice: Tengo a Marietta tocándolo. No sabe nada de eso. Deja que ella siga y sea
maestra de escuela o algo. Ella no necesita llevar todo eso consigo. Ella tiene un chance
que yo no tenía. Yo no voy a cargarla con ese piano.

Avery: Hay que dejar todo eso atrás, Berenice. Es lo mismo con Crawley. Todos tienen
piedras en su camino. Toca caminar por encima de ellas, o caminar por un lado. Usted las
recoge y las lleva consigo. Lo único que tiene que hacer es colocarlas por un lado del
camino. No necesita llevarlas consigo. Usted puede ir a ese piano y tocarlo ahora mismo.
Usted puede ir a ese piano ahora mismo y Dios iría con usted. Ahora mismo usted puede
dejar esa bolsa de piedras por un lado del camino y alejarse de ella. No necesita llevarla
consigo. Puede hacerlo ahora mismo. (Avery se acerca al piano y levanta a tapa) Vamos,
Berenice… deja esa bolsa y aléjese de ella. Vamos, toque “Viejo Barco de Zión.” Venga
aquí y reclámalo como instrumento del Señor. Puede llegar hasta aquí y hacer una
celebración. (Berenice se acerca al piano)

Berenice: Avery… ya le dije que yo no quiero tocar ese piano. Ni ahora ni nunca.

Avery: La Biblia dice, “El Señor es mi refugio… ¡y mi fuerza!” Con la fuerza de Dios
puede dejar el pasado atrás, Berenice. ¡Con la fuerza de Dios, puede hacer cualquier
cosa! Dios tiene un día brillante para mañana. Dios no pregunta lo que ha hecho… Dios
pregunta qué va a hacer. ¡La fuerza de Dios puede mover montañas! Dios tiene un día
brillante para usted mañana… lo único que necesita hacer es llegar aquí y reclamarlo.
Berenice: Avery, es suficiente, déjeme terminar mi baño. Lo veré mañana.

Avery: De acuerdo, Berenice. Voy a casa. Voy a casa y voy a leer la Biblia. Y mañana…
si el buen Señor me da fuerzas mañana… voy a pasar y bendecir esta casa… y mostrarle
la fuerza del Señor. (Avery se acerca de la puerta) Todo va a estar bien, Berenice. Dios
calmará a las aguas turbias. Pasaré mañana y bendeciré la casa.

(Las luces se apagan)

ESCENA TRES

(Han pasado varias horas. La casa está oscura. Berenice se ha retirado para la noche.
El Pelao Willie entra en la casa oscura con Grace)

Pelao Willie: Entra. Es la casa de mi hermana. Mi hermana vive aquí. Entra, no voy a
morderte.

Grace: Prende una luz. No veo nada.

Pelao Willie: No necesitas ver nada, mi amor. Éste es todo lo que necesitas ver. Lo único
que necesitas ver soy yo. Si no me puedes ver, me puedes sentir en la oscuridad. ¿Cómo
te parece, mi dulzura? (Intenta besarla)

Grace: Vamos… ¡espera!

Pelao Willie: Sólo dame un pequeño besito.

Grace: (Alejándolo) Vamos. ¿Dónde voy a dormir yo?

Pelao Willie: Tenemos que dormir aquí en el sofá. Ven, a mi hermana no le molesta.
Cuando Limón regrese, tendrá que dormir en el piso. Se ha volado con Dolly, debería
quedarse allá donde está. Ven, mi dulzura.

Grace: Espera… tú no me hablaste de ningún sofá. Pensé que tenías una cama. Los dos
no podemos dormir en ese sofá.

Pelao Willie: No tiene ninguna importancia. Podemos dormir en el piso. Dejemos que
Limón duerma en el sofá.

Grace: Tú no hablaste de ningún sofá.

Pelao Willie: ¿Qué importancia tiene? Si quieres estar conmigo.

Grace: No quiero estar contigo en un sofá. ¿No tienes cama?


Pelao Willie: No necesitas ninguna cama, mujer. Mi abuelo solía tomar a las mujeres
ensillado en su caballo. ¿Qué necesidad tienes de una cama? Si quieres estar conmigo.

Grace: Tú eres bien montañero. No sospechaba que fueras tan montañero.

Pelao Willie: Hay muchas cosas que no sospechas de mí. Ven, déjame mostrarte lo que
sabe hacer este montañero.

Grace: Vamos a mi casa. Tengo una habitación con una cama si Leroy no vuelva allí.

Pelao Willie: ¿Quién es Leroy? No hablaste de ningún Leroy.

Grace: Era mi hombre. No vuelve. Se ha ido con otra muchacha.

Pelao Willie: ¿Le dejaste tu llave?

Grace: No vuelve.

Pelao Willie: ¿Le dejaste tu llave?

Grace: Tiene una llave pero no vuelve. Se ha ido con otra muchacha.

Pelao Willie: No quiero ir donde él puede llegar. Quedémonos aquí. Ven, mi dulzura.
(La jala hacia el sofá) Déjame levantar tu capote y checar tu aceite. Ver si tu batería
necesita cargarse. (La jala hacia sí. Se besan y jalan la ropa entre sí. En su ansiedad,
tumban una lámpara)

Berenice: ¿Quién está allí… el Borrachín Llorón?

Pelao Willie: Soy yo… Pelao Willie. Duerme tranquila, todo está en orden. (A Grace)
Ésa es mi hermana. Todo está en orden Berenice. Vuelve a dormirte.

Berenice: ¿Qué estás haciendo allá abajo? ¿Qué has tumbado?

Pelao Willie: No fue nada. Todo está en orden. Vuelve a dormirte. (A Grace) Ésa es mi
hermana. Estamos a salvo. Ha vuelto a dormir.

(Empiezan a besarse. Berenice entra por la escalera; está vestida de bata. Prende las
luces.)

Berenice: Pelao Willie, ¿qué estás haciendo aquí abajo?

Pelao Willie: Sólo fue esa lámpara allí. No se rompió. Está bien. Todo está en orden.
Vuelve a acostarte.
Berenice: Pelao Willie, no permito cosas así en mi casa. Te va a tocar llevar a su
compañía a otro sitio.

Pelao Willie: No pasa nada. No estamos haciendo nada. Sólo estamos sentados aquí
charlando. Ésta es Grace. Ésa es mi hermana Berenice.

Berenice: Tú sabes que yo no permito cosas así en mi casa.

Pelao Willie: ¿Qué cosas? Sólo estamos sentados aquí charlando.

Berenice: Pues, a tu compañía le va a tocar irse de aquí. Vuelven y charlen en la mañana.

Pelao Willie: Vamos, vuelve a subir.

Berenice: Tengo a una muchacha de once años allá arriba. No puedo permitir cosas así
aquí.

Pelao Willie: Nadie ha dicho nada sobre cosas así. Ya te dije que sólo estábamos
charlando.

Grace: Ven… Vamos a mi casa. Nadie necesita decirme más que una vez que me fuera.

Pelao Willie: No seas así, Berenice.

Berenice: Lo siento, señorita. Pero él sabe que yo no permito cosas así aquí.

Grace: No hay necesidad de decírmelo más que una vez. Yo no me quedo donde no me
quieren ver.

Pelao Willie: Yo no sé por qué tú quieres avergonzarme frente a la compañía.

Grace: Ven, llévame a casa.

Berenice: Ve, Pelao Willie. Vete con tu compañía.

(El Pelao Willie y Grace salen. Berenice prende las luces en la cocina y coloca la tetera.
En seguida tocan a la puerta. Berenice va para abrir. Entra Limón.)

Limón: ¿Cómo te vas, Berenice? Pensé que ibas a estar dormida. ¿El Pelao Willie ha
vuelto?

Berenice: Acabo de salir de aquí hace un minuto.


Limón: Fui a ver una película 37 y nunca llegué. Siempre terminamos haciendo otra cosa.
Estaba con una mujer que sólo quería beber mi dinero. Entonces la dejé allí y me vine
buscando al Pelao Willie.

Berenice: Acabas de perderlo. Acaba de salir de aquí.

Limón: Tienen unas mujeres que lucen muy bien en esta ciudad. Me va a gustar aquí en
el norte mucho. Me gusta cómo andan con sus vestidos puestos. Tienen tacones altos. Me
gusta eso. Las hacen ver muy preciosas. El Pelao Willie encontró una muy bonita hoy.
Habría querido encontrarla primero.

Berenice: Pasó por aquí con una mujer hace poco. Le dije que se fuera y se llevara todo
eso de mi casa.

Limón: ¿Cómo era, la mujer con quién andaba? ¿Era una mujer de piel café así de alta?
¿En plena salud? ¿Con caderas hermosas?

Berenice: Tenía un vestido rojo.

Limón: ¡Es ella! Es Grace. Muy bonita. Se ríe mucho. Muy divertido estar con ella. No
intenta ser soberbia. Algunas de esas mujeres se comportan como si fueran la reina de
Sheba.38 No me gustan las mujeres así. Grace no es así. Ella es muy amable.

Berenice: Yo no sé cómo era ella. Él entró aquí todo borracho y tumbó una lámpara e
hizo mucho ruido. Les dije de llevar todo eso a otro sitio. No podría decir cómo era ella.

Limón: Ella es muy bonita. La vi antes que él. Intentaba fingir que no la viera. Quería
mirarla un poco antes de decir nada. Me vio cuando yo entré en la taberna. Intenté fingir
como yo no la hubiera visto. Cuando menos lo esperaba, el Pelao Willie estaba hablando
con ella. Hablaba con él me miraba a mí. Eso fue cuando llegó su amiga Dolly. Le
pregunté si ella quería ir a ver una película. Me dijo de comprarle un trago mientras lo
pensaba. Antes de que me diera cuenta, ya había tomado tres tragos diciendo que estaba
demasiado cansada para ir. Le compré otro trago, y me fui. El Pelao Willie se había ido y
pensé que de pronto se había venido acá. ¿Doaker se ha ido, cierto? Dijo que tenía que
viajar.

Berenice: Sí, fue de viaje. Normalmente es una época cuando puedo gozar de la paz y la
tranquilidad; Marietta está dormida.

Limón: Ella es igualita a usted. Con esos ojos grandes. Yo recuerdo cuando estaba en
pañales.

Berenice: El tiempo sigue adelante. Sigue adelante contigo o sin ti. Va a cumplir doce.

37
Usan un término de la época: “espectáculo de dibujos”. ¿Hay algo así en español?
38
Referencia a una reina de Líbano en la Biblia, muy común en la época: mis tías siempre referían a la
reina de Sheba.
Limón: Ella es muy bonita. Me gustan los niños.

Berenice: El Pelao Willie dice que te quedas… ¿Qué vas a hacer aquí en esta gran
ciudad? ¿Has pensado en eso?

Limón: Nunca me van a obligar a volver. El alguacil me está buscando. 39 Todo porque
quieren hacerme trabajar para alguien cuando yo no quiero. Van a tratar de hacerme
trabajar para Stovall cuando él no paga nada. No es así aquí en el norte. Aquí en el norte
haces más o menos lo que te da la gana. Me figuro que me encontraré un trabajo e
intentaré establecerme y luego veré qué traerá el año. Intenté hacer eso dos o tres veces
allá en el sur… pero nunca funcionaba. Siempre estaba en el lugar equivocado.

Berenice: Ésta no es una ciudad mala una vez que aprendas a ubicarte.

Limón: Aquí en el norte las cosas son diferentes. Voy a conseguirme un trabajo
descargando furgones, o algo. Un tipo me dijo que conocía un lugar. Voy a ir allá la
semana entrante. Cuando el Pelao Willie y yo terminemos de vender esas sandías, tendré
suficiente dinero para mantenerme un tiempo. Pero voy a air allá y ver qué tipo de
trabajos pueden ofrecer.

Berenice: No debes tener demasiadas dificultades en encontrar un trabajo. Todo depende


de cómo te presentas. Ahora, el Pelao Willie no podría conseguirse un trabajo aquí en el
norte. Si lo emplearan, tendrían un montón de líos en las manos. Tan pronto se dan
cuenta, lo despedirían. Él no quiere hacer nada si no es a su manera.

Limón: Lo sé. Le dije vamos a las películas a ver si no hay mujeres allá. De pronto se
cansarán de estar sentadas en casa e irían caminando a las películas. Él dijo que quería
mirar diferentes sitios primero. Nunca llegamos allí. Probamos un par de sitios luego
fuimos a la taberna donde encontró a Grace. Yo intenté conocerla primero pero él la
alcanzó antes que yo. Dejamos al Borrachín Llorón con agua en la boca. Me dijo que si
llevo este traje encontraría a una mujer. Casi tenía razón.

Berenice: Tú no necesitas estar allá en las tabernas. No hay manera de saber qué clase de
personas encontrarás allí. Es tan probable que uno te robe como otro te dispare. No hay
necesidad de ir allí. Si empiezas esa vida rápida, no logras mantenerte. Te hace envejecer
rápido. Yo no sé en qué están pensando las mujeres allí.

Limón: Por lo general se sienten solas y están buscando a alguien con quien pasar la
noche. A veces importa con quien y a veces no importa. Antes yo era así. Ahora si me
importa. Por eso estoy aquí ahora. Es probable que Dolly ni siquiera me reconozca si me
viera de nuevo. No me gustan mujeres así. Me gusta que las mujeres estén conmigo de
manera agradable y apacible. Así ambos podemos disfrutar de la compañía del otro. La
manera que yo la veo, somos los dos únicos así en el mundo. Hay que ver cómo nos

39
Cabe notar que en Estados Unidos, la Ley es de jurisdicción estatal, y si cambias de estado es como
cambiar de país: no pueden arrestarte sin un arreglo especial.
cuadramos juntos. Una mujer que no toma el tiempo de hacer eso no me interesa. Antes
me interesaba. Antes me interesaban todas. Luego me desperté con una mujer y no sabía
quién era. Era la mujer más bonita que yo había visto en mi vida. Pasé toda la noche con
ella y ni siquiera me había dado cuenta. Nunca tomé el tiempo de mirarla. Supongo que
ella se dio cuenta que nunca la había mirado. Tenía que saberlo porque no quería saber
más de mí. Si hubiera querido verme, creo que nos habríamos casado. ¿Por qué tú no
estás casado? Me parece que deberías estar casada. Recuerdo a Avery del sur. Yo lo
llamaba Avery el normalito. Ahora es el Reverendo Avery. Es un poco chistoso que ha
vuelto un predicador. Me gustó cuando contó que eso le llegó en un sueño con esas
personas-ovejas y esos indigentes. Nunca nada me ha llegado así en un sueño. Sólo sueño
con mujeres. Parece que no puedo darme con la mujer correcta.

Berenice: Ella está allí afuera en algún lugar. Sólo tienes que prepararte para encontrarla.
Eso es lo que estoy intentando hacer. Avery está bien. Realmente no tengo a nadie en
mente.

Limón: Me consigo un trabajo y me establezco donde puedo hacer confortable a una


mujer, de pronto me caso. Avery es amable. Deberías decidirte y casarte. Serías la mujer
de un predicador y no tendrías que trabajar. Odio vivir solo. No quería ser una carga para
mi mamá entonces me fui de la casa a los dieciséis años. Todo lo que yo probaba no
parecía funcionar. Ahora voy a probar esto.

Berenice: Sigues intentando te funcionará.

Limón: ¿Tú alguna vez has ido a las películas?

Berenice: A mí no me interesan esas cosas.

Limón: No hay nada malo en ello. No es como jugar naipes o pecar. Una vez fui en
Jackson. Fue divertido.

Berenice: La mayoría del tiempo me quedo en casa. Cuido a Marietta.

Limón: Se está haciendo tarde. No sé donde se fue el Pelao Willie. Es muy probable que
no vuelva. Voy a quitarme estos zapatos. Duelen mis pies. ¿Tú estabas en la cama? No
quería hacerte velar.

Berenice: No me estás haciendo velar. No pude dormir después de que ese Pelao Willie
me despertara.

Limón: Tienes puesta esa bata. Me gustan las mujeres cuando llevan esa ropa nocturna
fina y todo eso. Hace que su piel se vea hermosa.

Berenice: La compré en una tiendo de cinco centavos. No es tan fina.


Limón: No es tan frecuente que veo a mujeres en ropa así. (Hay una pausa larga. Limón
quita su chaqueta) Bueno, voy a dormir en el sofá. Supuestamente debía dormir en el
piso, pero no creo que el Pelao Willie vuelva esta noche. El Borrachín Llorón me vendió
este traje. Me dijo que era un traje mágico. Voy a ponérmelo de nuevo mañana. De
pronto me hace llegar una mujer como él dice. (Saca de su bolsillo un pequeño frasco de
perfume) Casi se me olvidaba que tenía esto. Un tipo me lo vendió por un dólar. Me dijo
que era de París. Es el mismo tipo de perfume que lleva la Reina de Francia. Es lo que me
dijo. No sé si es verdad o no. Lo olí. Se me olía rico. Toma… huélelo a ver si te gusta.
Iba a dárselo a Dolly. Pero ella no me gustaba mucho.

Berenice: (toma el frasco) Huele rico.

Limón: Iba a dárselo a Dolly si hubiera ido conmigo a las películas. Ven, tómalo tú.

Berenice: No puedo tomarlo. Toma… quédate tú con él. Encontrarás a alguien para
dárselo.

Limón: Quiero dártelo a ti. Para que huelas rica. (Toma el frasco y aplica perfume detrás
de la oreja de Berenice) Me dicen que debes aplicarlo aquí detrás de la oreja. Dicen que
si lo pones allí te olerás rica todo el día. (Berenice se pone tensa cuando la toque. Limón
se agacha para olerla) Así… hueles muy rica. (Besa su cuello) Hueles muy rica para
Limón. (La besa de nuevo. Berenice devuelve el beso, luego rompe el abrazo y cruza
hacia la escalera. Voltea y se miran silenciosamente. Limón se la entrega el frasco de
perfume. Berenice sale por la escalera. Limón toma su chaqueta y la acaricia con
cariño, sabiendo muy bien que de hecho es un traje mágico. Las luces se apagan)

Escena Cuatro

(Está tarde la siguiente mañana. Las luces se prenden en el salón. Limón está dormido
en el sofá. El Pelao Willie entra por la puerta principal)

Pelao Willie: ¡Hey, Limón! Limón, ven, despiértate.

Limón: Déjame tranquilo.

Pelao Willie: ¡Ven, levántate, negro! Despiértate.

Limón: ¿Qué quieres?

Pelao Willie: Ven, vamos. Ya llamé al tipo acerca del piano.

Limón: ¿Qué piano?

Pelao Willie: (tumba a Limón al piso) ¡Ven, levántate!

Limón: ¿Por qué te fuiste? Miré alrededor y ya te habías volado.


Pelao Willie: Me vine para acá con Grace, luego te fui a buscar. Me imaginaba que ibas
a estar con Dolly.

Limón: Ella sólo quería tomar y gastar mi plata. Me vine para acá buscándote a ver si
querías ir a las películas.

Pelao Willie: Yo estaba en la casa de Grace. Un negro llamado Leroy llegó pero yo puse
una silla contra la puerta. Se puso bravo cuando no pudo entrar. Se fue y yo me salí de
allá antes de que volviera. Berenice se enojó cuando llegamos aquí.

Limón: Dijo que tumbaron la lámpara, poniendo todo patas arriba.

Pelao Willie: Ésa fue Grace que hizo todo eso.

Limón: El Borrachín Llorón vio al fantasma de Sutter ayer en la noche.

Pelao Willie: El Borrachín Llorón es capaz de ver lo que sea. Me sorprendo que
encontrara la casa correcta. Ven, ya llamé al tipo acerca del piano.

Limón: ¿Qué dijo?

Pelao Willie: Pidió que yo lo sacara de aquí. Yo le dije que yo estaba proponiendo en
nombre de mi hermana, la señorita Berenice Charles. Le dije que un hombre quería
comprarlo por mil cien y le pregunté si daría más por él. Dijo que sí, que daría mil ciento
cincuenta por él si fuera el mismo piano. Se lo describí de nuevo y me pidió traérselo.

Limón: ¿Por qué no le dijiste de venir y recogerlo él mismo?

Pelao Willie: No quería tener líos con Berenice. De este modo sólo tenemos que
llevárselo allá y salir de él de una vez. Él quería cobrar veinticinco dólares por recogerlo.

Limón: Debías haber dicho que el hombre quería pagar mil doscientos por él.

Pelao Willie: Yo figuraba que estaba arriesgando ya con esos mil cien. Si hubiera dicho
mil doscientos, de pronto se habría espantado. Ahora me arrepiento no haber dicho mil
doscientos cincuenta. Es difícil descifrar a los blancos a veces.

Limón: Habrías podido decirle cualquier cosa. Los blancos tienen mucha plata.

Pelao Willie: Ven, carguémoslo antes de que vuelva Berenice. Coge ese lado de allá. Lo
único que tienes que hacer es levantar ese lado. No te preocupes por este lado. ¿Quieres
estirar la espalda un momento?

Limón: Yo estoy listo.


Pelao Willie: Cógelo muy bien.

(Se puede oír el fantasma de Sutter. Ellos no lo oyen)

Limón: Ya tengo este lado Coge ese lado.

Pelao Willie: Espera que yo diga listo. De acuerdo. ¿Lo tienes bien? ¿Lo has cogido bien
fuerte?

Limón: Sí, lo tengo bien. Levanta ese lado.

Pelao Willie: ¿Listo? ¡Levanta!

(El piano se mueve)

Limón: Dios, ¡cómo pesa este piano! Vamos a necesitar a más personas para moverlo
que tú y yo.

Pelao Willie: Podemos hacerlo. Vamos – lo hicimos antes.

Limón: Negro - ¡estás loco! ¡Ese piano pesa trescientos kilos!

Pelao Willie: ¡Yo tengo doscientos kilos de mi lado! ¡Yo sé que puedes levantar cien
kilos! ¡Si puedes levantar esas bolsas de algodón! ¡Ven, levanta este piano!

(Intentan moverlo de nuevo sin éxito)

Limón: Está atorado. Está enganchado con algo.

Pelao Willie: ¿Cómo va a estar atorado el piano? Acabamos de moverlo. Arrastra tu


lado.

Limón: No. Vamos a necesitar a dos o tres más personas. ¿Cómo hicieron entrar en la
casa este viejo piano gigante?

Pelao Willie: Yo no sé como lo hicieron entrar. ¡Pero si sé cómo va a salir! Toma este
lado. Yo llevaré doscientos cincuenta. Lo único que tienes que hacer es arrastrar tu lado.
¿Listo?

(Cambian de lados e intentan de nuevo sin éxito. Doaker entra de su habitación mientras
traten de empujarlo)

Limón: Hey, Doaker… ¿cómo hicieron entrar este piano en la casa?

Doaker: Pelao Willie, ¿qué estás haciendo?


Pelao Willie: Estoy sacando este piano de esta casa. ¿Qué te parece que estoy haciendo?
Ven, Limón, intentemos de nuevo.

Doaker: Ven, dejen ese piano allí hasta que llegue Berenice.

Pelao Willie: Tú no tienes nada que ver con esto, Doaker. Éste es asunto mío.

Doaker: ¡Ésta es mi casa, negro! No voy a permitir que tú o cualquier otro se lleve algo
de ella. ¡Tú no vas a sacar nada de aquí sin permiso mío!

Pelao Willie: Éste es mi piano. No necesito tu permiso de llevarme mis pertenencias de


tu casa. Éste es mío. Esto no tiene nada que ver contigo.

Doaker: Digo que lo dejen allí hasta que llegue Berenice. Parte de ese piano le pertenece
a ella también. Déjenlo allí hasta ver que dice ella.

Pelao Willie: A mí no me importa lo que dice Berenice. Ven, Limón, yo tengo este lado.

Doaker: Ve, córtalo en dos partes si es menester. Pero deja la parte de Berenice allá
mismo. No puedo decirte qué hacer con tu piano. Pero no puedo dejar que te lleves la
mitad de ella.

Pelao Willie: Ve, Doaker. Tú no tienes nada que ver con esto. No quiero que empieces
ahora conmigo. Vete y déjame tranquilo. Ven, Limón. Yo tengo este lado.

(Doaker entra en su habitación. El Pelao Willie y Limón se preparan para mover el


piano)

Limón: ¿Cómo vamos a subirlo al camión?

Pelao Willie: No te preocupes de cómo vamos a subirlo al camión. Primero hay que
sacarlo de la casa.

Limón: Vamos a necesitar más que a ti y a mí para mover este piano.

Pelao Willie: ¡Sólo levanta ese lado, negro!

(Doaker se para en el umbral de su habitación)

Doaker: (pacito, con autoridad) Dejen ese piano donde está hasta que llegue Berenice.
No me importa qué van a hacer con él entonces. Pero van a dejarlo donde está.

Pelao Willie: De acuerdo… te voy a decirte una cosa, Doaker. Me voy de aquí… Me voy
a conseguir cabuya… Me voy a conseguir una tabla y unas ruedas… Y voy a volver.
Entonces voy a sacar ese piano de aquí… voy a venderlo y dar la mitad del dinero a
Berenice. Ahora… eso es lo que voy a hacer. Y ni tú…ni nadie me van a impedir. Ven,
Limón… vamos a conseguirnos cabuya y cosas. Ya vuelvo, Doaker.

(El Pelao Willie y Limón salen. Las luces se apagan)

Escena Cinco

(Las luces se prenden. El Pelao Willie está sentado en el sofá, atornillando rueditas en
una tabla de madera. Marietta está sentada en el taburete del piano. Doaker está
sentado en la mesa jugando solitario)

Pelao Willie: (A Marietta) Luego después de eso toda esa gente blanca empezó a caer en
sus pozos. ¿Alguna vez has visto un pozo? Un pozo está cercado de una pared. Es difícil
caer en un pozo. Hay que inclinarse bien adelante. Nadie podía figurar bien por qué la
gente caía en sus pozos… entonces todos dicen que fueron los Fantasmas del Perro
Amarillo que los empujaron. Así llamaban todos a esos cuatro hombres que se quemaron
en el furgón.

Marietta: ¿Por qué los llaman así?

Pelao Willie: Porque el ferrocarril del Delta Yazoo tiene furgones amarillos. A veces la
manera en que silba el pito suena como un viejo perro gimiendo entonces la gente lo
llama el Viejo Perro.

Marietta: ¿Alguna vez han visto a los fantasmas?

Pelao Willie: Te dije que son como el viento. ¿Puedes ver el viento?

Marietta: No.

Pelao Willie: Son como el viento, no puedes verlos. Pero a veces caes en un lío, ellos
aparecen para ayudarte. Dicen que si vas donde la Southern cruza con el Perro
Amarillo… vas donde esos dos ferrocarriles se cruzan entre sí… y los llamas por
nombre… Dicen que hablan contigo. Yo no sé, nunca lo he hecho. Pero el tío Borrachín
Llorón dice que ha ido allá y ha hablado con ellos. Tendrás que preguntarle a él acerca de
esa parte.

(Berenice ha entrado por la puerta principal)

Berenice: Marietta, sube y prepárate para yo peluquearte. (Marietta cruza hasta la


escalera) Pelao Willie, ya te dije de largarte de mi casa. (A Marietta) Ve, Marietta.
(Marietta vacila en subir la escalera)

Pelao Willie: No ten miedo. Ven, yo subo contigo. Si vemos el fantasma de Sutter, yo lo
apalearé. Ven, tu tío Pelao Willie subirá contigo.
(El Pelao Willie y Marietta sube por la escalera)

Berenice: Doaker, ¿qué es lo que está pasando aquí?

Doaker: Regresé a casa y Limón y él estaban moviendo el piano. Les dije de dejarlo allí
hasta que llegaras a casa. Él se fue y se consiguió esa tabla y esas ruedas. Dice que va a
sacar ese piano de aquí y nadie lo va a parar.

Berenice: Yo no voy a jugar con el Pelao Willie. Tengo el arma de Crawley allá arriba.
Él no lo sabe pero se acabó. ¿Adónde fue Limón?

Doaker: El Pelao Willie lo mandó a comprar cabuya justo antes de que llegaras.

Berenice: Yo no estoy encima 40 del Pelao Willie ni de Limón – ni de la cabuya. Eso es


todo lo que digo. (El Pelao Willie y Marietta entran por la escalera. Marietta entra con
un peinete eléctrico y un tarro de grasa para el cabello. El Muchacho cruza y sigue
atornillando las rueditas en la tabla)

Marietta: Mamá, la grasa para el cabello se acabó. No queda sino este poquitico.

Berenice: (le da un dólar) Toma… corre al otro lado de la calle y consigue otro tarro. Y
vuelves en seguida, además. No te vayas tomar el pelo allá afuera. Y cuidado con los
carros. Ojo cuando cruzas la calle. (Marietta sale por la puerta principal) Pelao Willie,
ya te he dicho de largarte de mi casa.

Pelao Willie: Yo no estoy en tu casa. Estoy en la casa de Doaker. Si él me pide largarte


entonces me largo. Pero considera que ya me he ido de tu parte.

Berenice: Doaker, dile de largarse. Dile de irse.

Doaker: El Pelao Willie no ha hecho nada para que yo le eche de la casa. Ya les dije que
si no pueden llevarse bien juntos, entonces aguanten y tengan nada que ver el uno con el
otro.

Pelao Willie: Yo no estoy pensando en Berenice. (Se levanta y traza una línea en el piso
con su pie) ¡Eso! Ahora estoy fuera de tu parte de la casa. Considera que ya me he
largado de tu parte de la casa. Tan pronto que Limón regrese con esa cabuya, voy a sacar
ese piano de aquí y voy a venderlo.

Marietta: No vas a tocar ese piano.

Pelao Willie: Voy a sacarlo de aquí tan grande y osado que soy. Voy a hacer lo que
hubiera hecho mi papá cuando el tiempo llegó de conseguirse la tierra de Sutter.

40
La palabra en inglés es “studying” – “estudiando”. Tiene un poco el sentido de “tener la intención de”
pero no sigue otro verbo.
Berenice: Yo tengo algo para obligarte a dejarlo allí.

Pelao Willie: Debe ser algo más fuerte que estos treinta y dos-veinte.41

Doaker: ¡Por qué no dejen eso! Pelao Willie, ve, déjala tranquila. Tú sabes como se
vuelve Berenice. ¿Por qué quieres sentarte allí a echarle puyas?

Pelao Willie: No estoy echándole puyas. Le he dicho la verdad. Es ella quien está
hablando de lo que tiene o no tiene. Yo sólo le he dicho lo que sería mejor tener.

Berenice: Todo está bien, Doaker. Déjalo tranquilo.

Pelao Willie: Quiere asustarme. Mierda, yo no tengo miedo de morir. Yo miro alrededor
y veo como la gente muere todos los días. Toca morir para dar espacio a los demás. Tuve
un perro que murió. No era más que un cachorro. Lo recogí y lo puse en una bolsa y me
lo llevé a la iglesia del Reverendo C. L. Thompson. Me lo llevé y recé y pedí a Jesús de
volverle la vida como hizo con ese hombre en la Biblia. Recé con gran intensidad. Me
arrodillé y todo. Dije, pedí en nombre de Jesús. Pues creo que llamé el nombre de Jesús
doscientas veces. Llamé su nombre hasta que mi boca se secara. Me levanté y miré en la
bolsa y el perro seguía muerto. ¡No había movido ni un músculo! Me dije, “Pues no hay
nada sagrado.” Luego salí y me maté a un gato. Eso fue cuando descubrí el poder de la
muerte. Entiendes, un negro que no tiene miedo de morir es la peor especie de negro para
el blanco. No puede tener este poder sobre ti. Eso fue lo que aprendí cuando maté ese
gato. Tengo el poder de la muerte también. Puedo mandarla. Puedo convocarla. Al blanco
no le gusta ver eso. No le gusta que te levantas y lo miras fijo en los ojos y dices, “La
tengo también” Entonces tiene que tratar contigo de hombre a hombre.

Berenice: Por eso no hablo con él, Doaker. Intentas hablar con él y son las únicas cosas
que salen de su boca.

Doaker: ¿Dijiste que Avery fue a casa a buscar su Biblia?

Pelao Willie: ¿Qué va a hacer Avery? Avery no puede hacer nada conmigo. Quisiera
mucho que Avery me dijera algo sobre este piano.

Doaker: Berenice no habla de eso. Avery fue a casa a buscar su Biblia. Viene ahora a
bendecir la casa, a ver si puede espantar el fantasma de Sutter.

Pelao Willie: No es nada sino una casa llena de fantasmas esa iglesia. ¿Por qué Avery
quiere espantar los fantasmas de otros?

(Marietta entra por la puerta principal)

Berenice: Prende la estufa y pon ese peinete allí para que caliente. Busca algo para poner
en tus hombros.
41
No entiendo a qué se refiere – de pronto a las medidas de ella.
Pelao Willie: La Biblia dice un ojo por un ojo, un diente por un diente, y una vida por
una vida. Esto por eso. Pero Avery y tú no quieren creer eso. Van a pasar por encima de
eso y creer que no existe. Van a estar de acuerdo con lo demás. Pero si van a estar de
acuerdo con una parte, hay que estar de acuerdo con todo. No pueden hacer las cosas a
medias. No pueden observar la Biblia a medias. Van a comportarse como si esa parte no
estaba allí. Pero saca la Biblia y ábrela y ve lo que dice. Pregunta a Avery. Es un
predicador. Te dirá que está allí. Él es el Buen Pastor. A menos que vaya a llevarte al
cielo con la mitad de la Biblia.

Berenice: Marietta, tráeme ese peinete. Asegúrate que esté caliente.

(Marietta trae el peinete. Berenice empieza a arreglar su cabello)

Pelao Willie: Diré eso por Avery. Él sí ha encontrado un camino en su vida. No estoy de
acuerdo con él. Pero él lo ha arreglado para que pueda vivir su vida con facilidad.
Mierda, es probable que terminará con un millón de dólares que ganará vendiendo pan y
vino.

Marietta: ¡Ayyyyyyy!

Berenice: Quédate quieta, Marietta. Si fueras muchacho yo no estaría haciendo esto.

Pelao Willie: No le digas eso a esa muchacha. ¿Por qué quieres decirle una cosa así?

Berenice: Tú no tienes nada que ver con esta niña.

Pelao Willie: Diciendo que habrías querido que fuera niño. ¿Cómo va a sentir después de
eso?

Berenice: Pelao Willie, ve y déjame tranquila.

Doaker: ¿Por qué no la dejas tranquila? ¿Por qué necesitas estar montándosela? ¿Por qué
no sales a la ciudad y miras que hay por ver en las calles? Para tener algo que contar a los
tipos en el sur.

Pelao Willie: Estoy esperando que Limón vuelva con ese camión. ¿Por qué tú no sales
allí para ver lo que hay en las calles? Tú no tienes que trabajar mañana. Hablando de
mí… ¿por qué no sales tú? Es viernes en la noche.

Doaker: Yo necesito quedarme aquí e impedir que ustedes se maten entre sí.

Pelao Willie: Tú no te preocupes por mí. Yo voy a estar aquí sólo hasta que Limón
regrese con ese camión. Tú deberías estar hablando con Berenice. Sentada allí diciendo
que habría querido que Marietta fuera niño. ¿Qué clase de cosa es esa para decir a una
niña? Si quieres decirle algo, cuéntale sobre ese piano. Ni siquiera le habías contado
sobre ese piano. Como si fuera algo para avergonzarse. Como si ella tuviera que ir y
esconderse por ese piano. Tú deberías marcar ese día en el calendario cuando Papá Pelao
Charles trajo ese piano a la casa. Deberías marcar ese día y trazar un círculo alrededor…
y cada día cuando llegue ese día deberías hacer una fiesta. Hacer una celebración. Si
hicieras eso, ella no tendría ningunos problemas en su vida. Podría caminar por aquí con
la cabeza bien erguida. ¡Estoy hablando de una fiesta grande!

¡Invita a todos! Marca ese día con un sentido especial. Así ella sabrá en dónde se
encuentra en el mundo. La tienes pensando que está mal en el mundo. Como si no
hubiera una parte del mundo que le perteneciera a ella.

Berenice: Deja que yo cuide a mi niña. Cuando te consigues a una propia, puedes
enseñarle lo que quieres enseñarle.

(Doaker sale a su habitación)

Pelao Willie: ¿Para qué quisiera yo traer un niño a este mundo? ¿Para qué yo quisiera
traer a alguien nuevo en todo esto? Te voy a decir una cosa… Si yo fuera Rockefeller, yo
tendría cuarenta o cincuenta. Haría un niño todos los días. Porque van a empezar sus
vidas con todas las ventajas. Ahora no tengo ventajas para ofrecer a nadie. Muchas fueron
las veces que miré a mi papá y lo vi ensimismado por sus manos. Crecí un poco, y sabía
lo que estaba pensando. Estaba sentado allí diciéndose, “Tengo estas manos grandes pero
¿qué voy a hacer con ellas? Lo mejor que puedo hacer es hacer una cosecha de cincuenta
hectáreas para el señor Stovall. Tengo estas manos grandes y viejas capaces de cualquier
cosa. Yo puedo tomar y construir con estas manos. ¿Pero dónde están las herramientas?
Lo único que tengo son estas manos. A menos que yo vaya allí y mate a alguien y tome lo
que tienen… es un camino muy largo42 para yo conseguir algo propio. Entonces, ¿qué
voy a hacer con estas manos grandes y viejas? ¿Qué harías tú?”

Ahora bien… si él hubiera tenido su propia tierra no habría sentido así. Si hubiera tenido
algo bajo los pies que le perteneciera, habría sentido como un hombre bien parado. De
eso estoy hablando. Mierda, la tierra está allí para todos. Lo único que tienes que hacer es
figurarte una manera de conseguir un pedazo. La vida no tiene ningún misterio. Sólo
tienes que salir y enfrentarte con ella directamente. Si tienes un pedazo de tierra, verás
que lo demás se pone en su lugar. Puedes pararte frente al hombre blanco y hablarle del
precio del algodón… del clima, de lo que quieras hablar con él. Si enseñas a esa
muchacha que está viviendo en el fondo de la vida, va a crecer para odiarte.

Berenice: Voy a enseñarle la verdad. Ella está viviendo justamente allí. Pero no va a
quedarse allí. (A Marietta) Voltea tu cabeza al otro lado.

Pelao Willie: Puede ser un fondo para tí pero no para mí. Yo estoy viviendo en la cumbre
de la vida. Yo no voy a coger mi vida y arrojarla al fondo. Estoy en el mundo como todos
los demás. Como yo lo veo, todo el mundo tiene que subir un poco para saber cómo es
estar donde estoy.
42
Literalmente: “un remo muy largo para remar”.
Berenice: Tú estás en el fondo como todos nosotros.

Pelao Willie: Te voy a decir una cosa… no hay un alma viviente que puede volverte
arriba. Si tú crees que estás allí, vas a comportarte así. Es tan sencillo como esto. La vida
no tiene misterio. Yo no sé como llegaste a creer esas cosas. Crawley no pensaba así. Él
no vivió a en el fondo de la vida. Papá Pelao Charles y Mamá Ola no vivían al fondo de
la vida. Nunca los oías diciendo una cosa así. Ellos te habrían metido la correa si te
hubieran oído hablar así. (Doaker entra de su habitación) Hey, Doaker… Berenice dice
que la gente de color está viviendo en el fondo de la vida. Intenté decirle que si piensa
así… allí va a estar. ¿Tú piensas que estás viviendo en el fondo de la vida? ¿Así te ves a
ti mismo?

Doaker: Sólo estoy viviendo lo mejor que sé hacer. No estoy pensando ni en cumbres ni
en fondos.

Pelao Willie: Eso es lo que intenté decir a Berenice. Yo no sé de dónde sacó eso. Suena a
algo que diría Avery. Avery piensa que si el hombre blanco le dio un pavo para la Acción
de Gracia eso lo hace mejor que todos los demás. Eso lo va a sacar del fondo de la vida.
Yo no necesito que nadie me dé un pavo. Yo puedo conseguir mi propio pavo. Lo único
que necesitan hacer es salirse de mi camino. Me voy a conseguir dos o tres pavos.

Berenice: Ni siquiera puedes conseguirte un pollo sin hablar de dos o tres pavos.
Hablando de salirse de tu camino. Nadie está en tu camino. (A Marietta) ¡Endereza la
cabeza, Marietta! No esté agachándote así. ¡Ten la cabeza erguida! (Al Pelao Willi) Lo
único que tienes de tu lado es carreta. Toda tu vida es la única cosa que has tenido de tu
lado.

Pelao Willie: Ahora bien… te voy a decir una cosa acerca de mí mismo. Yo he seguido
la corriente y seguido la corriente. Yendo por un lado y por otro. Cualquier lugar que me
trajera un momento de paz. Es lo único que quiero. Ser así de abierto en todo. Pero no
nací en este contexto. Nací en un tiempo de fuego.

El mundo no ha querido saber nada de mí. Yo he podido ver eso desde la edad de siete
años. El mundo está mejor sin mí. Ahora, Berenice acepta eso. Ella está tratando de
comprobar algo al mundo. Mierda, el mundo es un lugar mejor por mí. Yo no lo veo
como Berenice. Tengo un corazón que late aquí y late tan fuerte como el prójimo. No me
importa si es negro o blanco. A veces late más fuerte. Cuando late más fuerte, todos
pueden oírlo. Algunos se asustan por ello. Como Berenice. Algunos se asustan de oír latir
al corazón de un negro. Piensan que deberías esconderte con ese corazón. Hacerlo latir
pacito y seguir la corriente de las cosas como son. Pero mi mamá no me dio a luz para
nada. Entonces, ¿qué tengo que hacer? Tengo que marcar mi presencia en el camino.
Como uno escribe en el árbol, “Estuvo aquí el Pelao Willi”

Es lo único que estoy tratando de hacer con ese piano. Tratando de poner mi marca en el
camino. Como hizo mi papá. Mi corazón me pide de vender ese piano para conseguir una
tierra para que yo pueda construir una vida para vivir como me dé la gana. Aparte de eso
no estoy pensando en nada de lo que piensa Berenice.

(Tocan a la puerta. El Pelao Willie se acerca y la abre de un tirón, pensando que es


Limón. Entra Avery. Lleva una Biblia)

Pelao Willie: ¿Dónde has estado, negro? Ay… pensé que era Limón. Hey, Berenice,
mira quién llegó.

Berenice: Bien puede, Avery. No le pare bolas al Pelao Willie.

Pelao Willie: Hey… Hey, Avery… dígame esto… ¿Uno puede llegar al cielo con la
mitad de la Biblia?

Berenice: Pelao Willi… ya te he dicho de dejarme tranquila.

Pelao Willie: Sólo estoy haciéndole al hombre una pregunta. Él puede responder. Él no
necesita que tú hables por él. Avery… si uno sólo cree en la mitad de la Biblia y no
quiere aceptar la otra mitad… ¿tú piensas que Dios dejará a uno entrar al cielo? ¿O hay
que tener la Biblia entera? Diga a Berenice… si uno sólo cree en parte de Ella… cuando
verá uno a Dios, preguntará porque uno no ha creído en la otra mitad… y lo va a mandar
directamente al Infierno.43

Avery: Hay que renacer de nuevo. Jesús dice que si un hombre no renace no puede
acercarse al Padre y quien quiera oye mis palabras y las cree no estará arrojado en el foso
de llamas.

Pelao Willie: Eso es lo que intenté decir a Berenice. Hay que creer en todo. No puedes
hacer nada a medias. Ella piensa que va al cielo con la mitad de la Biblia. (A Berenice)
Oyes eso… Jesús dice que hay que oírlo todo.

Berenice: Sigue molestándome…44

Pelao Willie: No estoy pensando en ti

Doaker: Entre, Avery, y siéntese. No pare bolas ni al uno ni a la otra. Han estado
discutiendo todo el día.

Berenice: Entre, Avery.

Avery: ¿Cómo están todos por aquí?

Berenice: Toma, pon este peinete de nuevo en la estufa. (A Avery) No pare bolas al Pelao
Willie. Ha estado molestándome aquí desde que llegué del trabajo.

43
Escrito en un lenguaje arcaico bíblico.
44
Es una amenaza elíptica.
Pelao Willie: Pelao Willie no está molestándote. Pelao Willie no está molestando a
nadie. Sólo estoy esperando que Limón regrese. No estoy pensando en ti. Oíste al hombre
decir que yo tenía razón y todavía no quieres creerlo. Sólo quieres seguir inventándote un
cuento. Pues, allá está Avery… allá está el predicador… ve, pregúntale.

Avery: Berenice cree en la Biblia. Ha sido bautizada.

Pelao Willie: ¿Y ese lugar que dice un ojo por un ojo y un diente por un diente y una
vida por una vida? ¿No está escrito allá?

Doaker: ¿Qué dijeron en el banco, Avery?

Avery: Ah, me hablaron muy bonito. Le dije a Berenice… dijeron que de pronto me
permitieran tomar el dinero prestado. Hablaron con mi patrón en el trabajo y todo.

Doaker: Eso es lo que dije a Berenice. Trabajas todos los días deberías poder tomar
dinero prestado.

Avery: Está llegando cada día más gente a mi congregación. Berenice dice que va a ser la
decanesa. Me consigo mi iglesia, puedo casarme y establecerme. Es lo que le dije a
Berenice.

Doaker: Eso sería bueno. Usted debería ir y casarse. Berenice no debe estar sola. Se lo
digo todo el tiempo.

Berenice: Yo no dije nada acerca de casarme. Dije que lo pensaría.

Doaker: Avery se consigue su iglesia y ustedes pueden arreglarse la vida muy bonito. (A
Avery) Berenice dijo que usted pasaba a bendecir la casa.

Avery: Sí, fui y estudié mi Biblia. Ella me pidió de pasar y ver si podía echar al fantasma
de Sutter

Pelao Willie: No hay ningún fantasma en esta casa. Todo esto está en la cabeza de
Berenice. Sube allí a ver si puedes verlo de nuevo. Te daré cien dólares si lo ves. Todo
está en su imaginación.

Doaker: Pues, deja que ella se dé cuenta de eso sola. Si Avery bendice la casa, se va a
sentir mejor… ¿qué tiene tú que ver con esto?

Avery: Berenice dijo que Marietta lo vio también. Yo no sé, pero yo encontré una parte
en la Biblia para bendecir la casa. Si él está aquí, debería hacerlo huir.

Pelao Willie: Eres peor que Berenice creyendo todas esas cosas. Hablando acerca de…
como si estuviera aquí. Sube allí y entérate. Yo he estado arriba y no lo he visto. Si
creyendo de esa Biblia va a hacer que se va de la imaginación de Berenice, pues, de
pronto tienes razón. Pero si estás hablando de…

Doaker: Pelao Willie, ¿por qué no te callas? Metiéndote en los asuntos del hombre. Esto
no tiene nada que ver contigo. Déjalo seguir y hacer lo que tiene que hacer.

Pelao Willie: Yo no estoy impidiéndolo. Avery no tiene ningún poder de hacer nada.

Avery: Oh, yo no tengo poder. ¡Dios tiene el poder! Dios tiene poder sobre todo en Su
creación. Dios puede hacer todo. Dios dice, “Como yo mando, así será.” 45 Dios dice,
“Que sea luz,” y hubo luz. Hizo el mundo en seis días y descansó en el séptimo. Dios
tiene un poder maravilloso. Tiene el poder sobre la vida y la muerte. Jesús levantó a
Lázaro de la muerte. Estaban preparándose para enterrarlo y Jesús le dijo, “Levántate y
camina.” Se levantó y caminó y la gente se alegró mucho ante el poder de Dios. ¡Yo no
estoy preocupado por como echa un pequeño fantasma!

(Tocan a la puerta. Pelao Willie va para abrir. Es Limón con cabuya)

Pelao Willie: ¿Dónde has estado? Yo estaba esperándote y tú te escapaste a algún lugar.

Limón: Me encontré con Grace. Me detuve y le compré un trago. Dice que va a ir a las
películas conmigo.

Pelao Willie: Yo no estoy pensando en ninguna Grace nada.

Limón: Hola, Berenice.

Pelao Willie: Deme esa cabuya y ponte de este lado del piano.

Doaker: Pelao Willie, no empieza con nada ahora. Deja tranquila a ese piano.

Pelao Willie: Toma esa tabla allí, Limón. No te metas, Doaker.

(Berenice sale por la escalera.)

Doaker: No puedes tomar ese piano así. ¿Cómo puedes tomar ese piano? Berenice no
dijo nada acerca de venderlo.

Pelao Willie: No tiene nada que decir. Ven, Limón. Hay que subir cada lado a la tabla.
Tú necesitas ver que la tabla no se deslice allá abajo.

Limón: ¿Qué vamos a hacer con la cabuya?

Pelao Willie: Déjame a mí preocuparme por la cabuya. Tú sólo te pones de este lado
conmigo.
45
De nuevo en clave arcaica bíblica.
(Berenice entra por la escalera. Tiene la mano en el bolsillo donde tiene el arma de
Crawley)

Avery: Pelao Willi… Berenice… ¿por qué no se sienten todos y hablar de esto?

Berenice: No hay nada que hablar.

Pelao Willie: He terminado de hablar con Berenice. Uno puede hablar con Berenice
hasta ponerse azul en la cara, y no hace ninguna diferencia. Ponte de ese lado, Limón.
Echa esa cabuya por allí y átala al pie.

Limón: Espera un momento… espera un momento, Pelao Willie. Berenice tiene algo que
decir. Hey, Berenice… ¿Tú dijiste al Pelao Willie que podía llevarse el piano?

Berenice: Pelao Willie no va a llevarse nada de mí casa sino a sí mismo. Deja que intente
llevarse otra cosa.

Pelao Willie: Ven, Limón. Ponte de este lado conmigo. (Limón se detiene, indeciso)
¡Ven, negro! ¿Por qué te paras allí?

Limón: De pronto Berenice tiene razón, Pelao Willie. De pronto no deberías venderlo.

Avery: Todos deberían sentarse y hablar del asunto. Ver si pueden llegar a un acuerdo.

Doaker: Eso es lo que he intentado decirles. Pareciera que uno de los dos debería
respetar el deseo del otro.

Berenice: Yo deseo que Pelao Willie se vaya de mi casa. Eso es lo que yo deseo. Ahora,
él puede respetar eso. Porque se va de aquí de un modo o de otro.

Pelao Willie: ¿Qué quieres decir de un modo o de otro? ¿Qué quieres decir con esto? A
mí no me asusta ningún arma.

Doaker: Ven, Berenice, déjalo tranquilo con esto.

Pelao Willie: No me importa lo que dice Berenice. Voy a vender mi mitad. No puedo
hacer nada si su mitad debe ir con la otra. No es como si yo estuviera estafándola para
quitarle su mitad. Ven, Limón.

Limón: Berenice… tengo que hacer esto… Pelao Willie dice que te va a dar la mitad del
dinero… dice que quiere comprar la tierra de Sutter.

Berenice: Ve, Limón… pon la cabuya allí.


Limón: Pelao Willie, ¿estás seguro que quieres hacer esto? La manera que yo lo figuro…
de pronto me equivoco… pero me figuro que te va a dispararte primero.

Pelao Willie: Pues, entonces, tendrá que dispararme.

Berenice: Marietta, sal del camino. Quítala de mi camino, Doaker.

Doaker: Ve, haz lo que tu mamá te está pidiendo.

Berenice: Ponla en tu habitación.

(Marietta sale a la habitación de Doaker. Pelao Willie y Limón tratan de levantar el


piano. Se abre la puerta y entra el Borrachín Llorón. Ha estado tomando)

Borrachín Llorón: ¡Dios, los negros por aquí! Pasé por la Seefus… Una gente parada
allí diciendo que viene en camino Patchneck Red. 46 Están saltando y echándose en el
tráfico diciendo Patchneck esto y Patchneck Red lo otro. Fui a averiguar… ¿saben de
quién estaban hablando? ¡El viejo John D. de por allí en Tyler! Solía andar con Otis
Smith. Tiene a todos asustados. Llamándolo Patchneck Red. Ellos no saben que alguna
vez le rompí la cabeza.47

Pelao Willie: Sólo asegúrate que esa tabla no se deslice, Limón.

Limón: Yo tengo este lado. Tú mira ese lado.

Borrachín Llorón: Hey, Pelao Willie, ¿qué tienes? Yo sé que tienes una media en tu
chaqueta.

Pelao Willie: ¡Borrachín Llorón, sal del camino!

Borrachín Llorón: Hey, Doaker. ¿Qué tienes? Deme un trago. Quiero un trago.

Doaker: Parece que ya has tomado lo suficiente de lo que fuera. Vienes aquí diciendo
“¿Qué tienes?” Deberías estar buscando donde acostarte.

Borrachín Llorón: A mí no me preocupa ningún lugar para acostarme. Yo siempre


puedo encontrarme un lugar para acostarme en la casa de Berenice. ¿No es cierto,
Berenice?

Berenice: Borrachín Llorón, siéntate en algún lugar. Has estado fuera tomando todo el
día. Entras aquí oliendo a una vieja mofeta. Siéntate allí, no necesitas nada más para
tomar.

46
“Cuello-Retazo Rojo”
47
“Whupped” significa “whipped” – latigué – “Whupped his head in” “latigué su cabeza”. La “in” indica
que rompió la cabeza. Todo eso suena muy expresivo, y muy de la jerga afroamericano.
Doaker: Tú sabes que a Berenice no le gusta todo esa tomadera.

Borrachín Llorón: No estoy faltando de respeto a Berenice. Berenice, ¿estoy faltándote


respeto? Sólo estoy tratando de ser amable. He estado con extraños todo el día y me
trataron como familia. Vengo aquí a la familia, y ustedes me tratan como un extraño. No
necesito su whiskey. Puedo comprar el mío. Quería su compañía, no su whiskey.

Doaker: Negro, ¿por qué no subes y te acuestas? No necesitas beber nada.

Borrachín Llorón: Yo no estoy pensando en acostarme. Pelao Willie estamos pensando


en rumbear. ¿No es cierto, Pelao Willi? Dile. Estoy pensando en tocar un poco de piano.
Mira eso.

(El Borrachín Llorón se sienta en el piano)

Pelao Willie: ¡Vamos, Borrachín Llorón! Limón y yo estamos tratando de mover el


piano.

Borrachín Llorón: Espera un minuto… espera un minuto. Esta es una canción que
escribí para Cleotha. Escribí esta canción en memoria de Cleotha.

(Empieza a tocar y a cantar)

Hey, mujercita, ¿qué tienes, qué te pasa?


Hubo una tormenta ayer que tumbó todas las líneas

Dime cuanto tiempo


Tengo que esperar
¿Puedes dármelo ahora,
O tengo que vacilar?

Se necesita una media vacilona en un zapato vacilón


Se necesita una mujer vacilona para cantar los blues

Dime cuanto tiempo


Tengo que espera
¿Puedo besarte ahora,
O tengo que vacilar?

Pelao Willie: Ven, Borrachín Llorón, ¡levántate! ¡Levántate, Borrachín Llorón! Limón y yo
estamos tratando de mover este piano.

Borrachín Llorón: No… no… ¡no van a mover este piano!

Pelao Willie: Sal del camino, Borrachín Llorón.

(El Borrachín Llorón, de espaldas al piano, cubre el piano con sus brazos)
Borrachín Llorón: No vas a sacar este piano de esta casa. ¡Tendrás que llevarme a mí
con él!

Pelao Willie: ¡Sal del camino, Borrachín Llorón! ¡Doaker, agárralo!

(Tocan a la puerta)

Berenice: Yo lo tengo, Doaker. Ven, Borrachín Llorón. Ya le dije al Borrachín Llorón


que no vaya a llevarse el piano.

(Berenice intenta llevarse al Borrachín Llorón del piano)

Borrachín Llorón: ¡Tendrá que llevarme a mí con él!

(Doaker va a abrir la puerta. Entra Grace)

Grace: ¿Está Limón?

Doaker: Limón.

Borrachín Llorón: No va a llevarse ese piano.

Berenice: No voy a dejar que él se lo lleve.

Grace: Yo pensé que volvías. No voy a quedarme sentada en ese camión todo el día.

Limón: Te dije que yo volvía.

Grace: (Viendo al Pelao Willi) Ah, hola, Pelao Willie. Limón me dijo que habías vuelto
al sur.

Limón: Dije que iba a volver. No dije que ya se había ido.

Grace: Es lo que me dijiste.

Berenice: Limón, hay que llevar tu compañía a otro lugar.

Limón: Berenice, ésta es Grace. Ésa es Berenice. Es la hermana del Pelao Willie.

Grace: Mucho gusto conocerla. (A Limón) No voy a quedarme sentada en ese camión
todo el día. Tú dijiste que me ibas a llevar a las películas.

Limón: Te dije que tenía que hacer algo primero. Tú tenías que esperarme.

Berenice: Limón, mejor que te vayas. Llévate a Grace o quién sea contigo. Sólo sal de mi
casa.
Pelao Willie: ¡Vas a ayudarme a mover este piano primero, negro!

Limón: (A Grace) Tengo que ayudar al Pelao Willie a mover este piano primero.

(Todos excepto Grace sienten la presencia de Sutter)

Grace: No voy a esperarte. Me dijiste que volvías en seguida. Ahora tienes que mover
ese piano. Tú eres exactamente como todos los demás hombres. (Ahora Grace siente
algo.) Algo aquí no está bien. Yo sabía que no debía haber vuelto a esta casa. (Sale.)

Limón: ¡Hey, Grace! Ya vuelvo, Pelao Willie.

Pelao Willie: ¿Adónde vas, negro?

Limón: Vuelvo. Tengo que llevar a Grace a la casa.

Pelao Willie: ¡Ven, movamos primero el piano!

Limón: Tengo que llevar a Grace a la casa. Te dije que ya vuelvo.

(Limón sale. El Pelao Willie sale y le grita)

Pelao Willie: ¡Vamos, Limón! ¡Hey… Limón! ¡Limón… vamos!

(De nuevo se siente la presencia de Sutter)

Borrachín Llorón: Hey, Doaker, ¿tú sentiste eso? Hey, Berenice… ¿sentiste frío? Hey,
Doaker…

Doaker: ¿Por qué me estás llamando?

Borrachín Llorón: Creo que eso es Sutter.

Doaker: Pues, deja que se quede allá arriba. Siempre cuando no se meta conmigo.

Berenice: Avery, siga y bendiga esta casa.

Doaker: Usted necesita bendecir ese piano. Eso es lo que necesita bendecir. No ha hecho
sino armar líos. Si va a bendecir algo, bendiga ese piano.

Borrachín Llorón: Hey, Doaker, si va a bendecir algo, que bendiga todo. La cocina… el
segundo piso. Ve y bendígalo todo.

Pelao Willie: No hay ningún fantasma en esta casa. Necesita bendecir la cabeza de
Berenice. Eso es lo que necesita bendecir.
Avery: Parece que ese piano está causando todos los problemas. Puedo bendecirlo.
Berenice pon agua en esa botella. (Avery toma una pequeña botella de su bolsillo y se la
entrega a Berenice, quien se dirige a la cocina para conseguir agua. Avery toma una
vela de su bolsillo y lo prende. Se la entrega a Berenice cuando ella le entrega el agua)
Toma esa vela. Pase lo que pase, asegúrate que no se apague.

Oh Padre Santo estamos reunidos aquí esta tarde en el Nombre Santo para echar el
espíritu de un tal James Sutter. Que este frasco de agua se empodere de tu espíritu. Que
cada gota de ella sea un arma y un escudo contra la presencia del mal y que sea una
limpieza y una bendición de este humilde hogar.

Justamente como Nuestro Padre nos enseñó como rezar, entonces dijo, “Voy a preparar
una mesa para ustedes entre mis enemigos,” y en Sus 48 manos nos entregamos para llegar
a Su presencia. Donde hay el Bien, que haga que el Mal se disperse por los Cuatro
Vientos.

(Echa agua al piano con cada invocación)

¡Ponte detrás de mí, Satanás! ¡Ponte detrás de la cara de la Honradez mientras


Glorifiquemos Su Nombre Sagrado! ¡Ponte detrás del Martillo de la Verdad que tumba la
Pared de la Mentira! Padre. Padre. Alaba. Alaba. Pedimos en el nombre de Jesús y
invocamos el poder del Espíritu Santo como está escrito… (Abre la Biblia y lee de ella)
Rociaré agua limpia sobre ti y estarás limpio.49

Pelao Willie: Todas estas tonterías de predicar. Mierda, dile solamente que se vaya.

(Avery sigue leyendo por encima de la exclamación del Pelao Willi)

Avery: Rociaré agua limpia por encima de ti y estarás limpio: de todas tus impurezas, y
de todos tus ídolos, te limpiaré. También te daré un nuevo corazón, y colocaré adentro de
ti un nuevo espíritu: y sacaré de tu carne tu corazón de piedra, y te daré un corazón de
carne. Y colocaré mi espíritu adentro de ti, y causaré que camines en mis estatutos, y tú
guardarás mis juicios, y los cumplirás.

(El Pelao Willie agarra una olla de agua de la estufa y empieza a echarla por toda la
habitación)

Pelao Willie: ¡Hey Sutter! ¡Sutter! ¡Quita tu trasero de esta casa! ¡Sutter! ¡Ven y toma un
poco de esta agua! ¡Te has ahogado en ese pozo, ven y toma más de esta agua!

(El Pelao Willie se da cuerda hasta llegar a un frenesí mientras corra por el salón
echando agua y llamando el nombre de Sutter. Avery sigue leyendo)

48
De Él, no de Usted.
49
De nuevo, en una clave arcaica bíblica.
Pelao Willie: ¡Ven, Sutter! (Empieza a subir la escalera) ¡Vamos, toma agua! ¡Ven,
Sutter!

(Se oye el Fantasma de Sutter. Mientras el Pelao Willie se acerca a la escalera, de


repente una fuerza invisible lo arroja atrás, y lo ahoga. Mientras lucha, se libera, y
corre arriba por la escalera)

Pelao Willie: ¡Ven, Sutter!

Avery: (Siguiendo) Te daré un nuevo corazón y te colocaré un nuevo espíritu adentro de


ti: y sacaré de tu carne tu corazón de piedra, y te regalaré un corazón de carne. Y colocaré
mi espíritu adentro de ti, y causaré que camines en mis estatutos, y tú guardarás mis
juicios, y los cumplirás.

(Se oyen más ruidos desde arriba. Doaker y el Borrachín Llorón se miran el uno al otro,
en una incredulidad asombrada. Es en este momento, desde algún lugar viejo, que
Berenice se da cuenta lo que debe hacer. Se acerca al piano. Empieza a tocar. La
canción se recompone poco a poco. Es una vieja urgencia hacia el canto que resulta
mandamiento y súplica. Con cada repetición gana fuerza. Tiene la intención de exorcizar
y de vestir para la batalla. Un soplo de viento pasando por dos continentos.)

Berenice: (Cantando)

Quiero que me ayudes


Quiero que me ayudes
Quiero que me ayudes
Quiero que me ayudes
Quiero que me ayudes
Quiero que me ayudes
Mamá Berenice
Quiero que me ayudes
Mamá Esther
Quiero que me ayudes
Papá Pelao Charles
Quiero que me ayudes
Mamá Ola
Quiero que me ayudes

Quiero que me ayudes


Quiero que me ayudes
Quiero que me ayudes
Quiero que me ayudes
Quiero que me ayudes
Quiero que me ayudes
Quiero que me ayudes
Quiero que me ayudes
(Se oye un tren acercarse. El ruido en el segundo piso desiste)

Pelao Willie: ¡Ven, Sutter! ¡Vuelve, Sutter!

(Berenice empieza a cantar)

Berenice:

Gracias.
Gracias.
Gracias.

(Una calma desciende sobre la casa. Marietta entra desde la habitación de Doaker. El
Pelao Willie entra por la escalera. Toma una pausa para mirar a Berenice en el piano)

Berenice: Gracias. Gracias.

Pelao Willie: Borrachín Llorón, ¿estás listo a volver a casa? Hey, Doaker, ¿a qué horas
sale el tren?

Doaker: Todavía tienes tiempo para alcanzarlo.

(Marietta cruza y abraza al Pelao Willi)

Pelao Willie: Hey, Berenice… si Marietta y tú no siguen tocando ese piano… quién
sabe… es probable que Sutter y yo estemos de regreso.

(Sale)

Berenice: Gracias.

(Las luces se apagan)


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