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Lo que se dice sin hablar

Es claro que al observar a una persona podemos advertir gustos o problemas de salud; por ejemplo, no se
necesita tener amplia gama de conocimientos para ver a una persona obesa y sugerir que siente gran placer
al comer, que ese es uno de sus temas favoritos en cualquier plática y que es propenso a padecer problemas
de corazón, circulación, diabetes y algunos otros.

No obstante, el rostro envía cierto tipo de información que complementará el perfil de la personalidad de
cualquier persona. Pensemos en primer lugar en lo que podemos recoger del tipo de cara:

 Cuadrada. Denota a quien toma de esa manera la vida, bajo lineamientos marcados. Es una
persona con buen tino para los negocios; es práctico y realista.
 Redondo. Es de carácter más moldeable, voluble, y armoniza fácilmente con los demás, ya que es
de buen trato.

 Triangular. Individuo nervioso, observador y astuto.

 Romboidal. Voluble, cambia fácilmente de estado de ánimo.

 Trapezoidal (de frente angosta y mandíbula ancha). Son instintivos, impulsivos y pueden llegar a
ser violentos.

Lo anterior es el primer rasgo para entender por qué cuando dos personas se parecen físicamente coinciden
también en gustos, aficiones y comportamiento. Pero, ¿qué sucede entonces entre hermanos, e incluso
entre gemelos? "Siempre habrá rasgos hereditarios que hacen distintos unos a otros, aun siendo gemelos,
de ahí que pueda haber diferencias en carácter, temperamento, grado de inteligencia, preferencias o
problemas de salud entre consanguíneos", responde el fisonomista mexicano.

Todo ser humano, añade, "está influenciado por dos vertientes: el factor genético, que se refiere a lo que
heredamos de nuestros padres, como el tipo de cabello, estatura, color de piel y ciertos rasgos físicos. La
otra influencia es el medio en que nos desarrollamos, ya que ahí se encuentra la acción moldeadora de la
vida, en el que se incluyen alimentación, clima, actividades, amistades y los hábitos con los que nos
desenvolvemos a diario".

Somos animalescos
Carbajal Jaubert, quien ha hecho estudios de Medicina, Derecho y Psicología, entre otras disciplinas, refiere
que todas las personas delinean un perfil semejante a uno o varios animales. "Entre éstos y el hombre hay
grados de temperamento e inteligencia similares; en otras palabras, a través del parecido zoológico se
pueden saber hábitos, gustos alimenticios, enfermedades, formas de reaccionar y los lugares donde se
siente mejor una persona, tal como sucede con los animales", indica.

A continuación, algunos ejemplos que ilustran lo anterior:

 Hombre-mujer-roedor. Tiene ojos, orejas y dientes grandes, voz chillona, bigotes, gustan del queso
y de coleccionar cosas pequeñas. Visten de gris y generalmente estudian Contabilidad (ratones y
ardillas) o Arquitectura e Ingeniería (tuzas y castores).
 Hombre-mujer-felino. Ojos ligeramente rasgados, son cuidadosos, pensantes y estudian Medicina.

 Hombre-mujer-ave. Rasgos pequeños, rostro redondo, lengua gordita y pegada al paladar; gustan
de ver el cielo y escoger colores vivos al vestir, particularmente estampados a rayas o círculos.
Aproximadamente a las cinco de la tarde apetecen frutas o semillas, como lo hacen loros y otras
canoras. Son muy inteligentes y gustan de las artes.
 Hombre-mujer-perro. Mirada penetrante, subyugante, son violentos y hábiles, saben defenderse;
estudian generalmente Derecho.

"Quienes se dedican al canto tienen aspectos similares, como sucede con Plácido Domingo, Marco Antonio
Muñiz, José José y Juan Gabriel, que tienen nariz idéntica y cuello grueso, rasgos que corresponden a los de
un mono aullador habitante de Sumatra, cuyo grito se escucha a kilómetros de distancia", comenta el
especialista.

Conocer las cualidades para las que se nace puede ahorrarnos gran número de sinsabores, lo que puede
conseguirse a partir de estudiar el rostro, análisis que tiene una duración de entre 1 y 3 minutos, siempre
que se haga con un experto, quien además brindará los resultados más certeros. Por ello, el maestro Jaubert
advierte que hay que tener cuidado de no ser víctimas de charlatanes, quienes a últimas fechas han
aumentado.

Déjame verte bien

La fisonomía es la disciplina que permite ver en la cara de las personas cómo son, qué comportamiento
tienen, qué podemos esperar de ellas, además de conocer sus capacidades; no obstante, el mayor provecho
lo podemos obtener del estudio hecho a nuestro propio rostro, a partir del cual podemos advertir cuáles
pueden ser los errores en que podemos incurrir y de esa manera enmendar el camino.

La cara aportará aun mayor información si se observan con detenimiento las siguientes partes:

a) Frente. Cuando es inclinada es la de un animal depredador, como león, tigre o hiena. Aunque ésta es muy
característica de un criminal no debe estigmatizarse, es decir, no todos quienes cumplen con este rasgo son
obligadamente delincuentes, pero sí tienen carácter agresivo, que bien puede ser positivo si se sabe
encauzar.

Si la frente es pequeña, es característica de un individuo cuyo pensamiento y comportamiento es instintivo,


muy primitivo. Si justo a la mitad hay una línea vertical hablará de una persona violenta, en tanto que si son
varios los surcos se trata de alguien conflictivo.

Por otra parte, si hay una o varias líneas horizontales denota personalidad reflexiva, muy inteligente,
generalmente acompañada de una mirada profunda, que también es característica de alguien pensante. No
obstante, si la línea horizontal aparece muy arriba en la frente, denuncia a quien le cuesta trabajo pensar.

Si la zona en que crecen las cejas es protuberante, hablará de conducta violenta y agresiva, como la de
muchos delincuentes. En cambio, cuando están muy levantadas señalan a alguien vanidoso, muy superficial,
razón por la que el especialista recomienda no depilarse esa zona, así como no operarse la nariz, pues se
modifica la armonía del rostro.

b) Nariz. Esta parte del rostro es el centro y tiene importancia primordial. Así, mientras más abiertas sean las
fosas nasales hablará de carácter agresivo, que gusta de la pelea violenta y que enfurece fácilmente; si a ello
se añade ceja poblada y mirada diabólica, prácticamente estamos hablando de un criminal.

Sin embargo, la nariz pequeña, corta, de apariencia infantil, denota el perfil de alguien inmaduro, que es
arrebatado en sus decisiones y que no mide las consecuencias de sus actos. Es como niño, muy voluble, que
creció pero no evolucionó.

c) Boca. Cuando los labios son carnosos se trata de alguien generoso, a diferencia de quien los tiene
delgados, pegados a los dientes, quien es ahorrativo y previsor. La boca grande habla más que la chica, y si el
labio inferior es grueso se trata de alguien lujurioso, libidinoso. Si al sonreír las comisuras apuntan hacia
arriba, la persona es muy positiva, pero si éstas se hunden, se ha perdido algún familiar cercano,
posiblemente el padre. Si hay pequeña protuberancia bajo el labio inferior denota a quien ha sufrido mucho,
tiene mal carácter o ha convivido largo tiempo con personas de este tipo.

También revelan mucha violencia y rencor los dientes muy chuecos o torcidos, la encía negra y el mal
aliento. Es importante destacar que quienes tiene amplia distancia entre boca y nariz son personas que
gustan del protagonismo, son escandalosos y les gusta llamar la atención. Cuando la quijada o mentón son
duros, señalan a quien es violento, en tanto que si es corto, pequeño, se trata de alguien dócil, sumiso,
obediente.

Lo anterior muestra sólo parte de la información que el rostro aporta para conocer a alguien y por qué la
fisonomía tiene tantas aplicaciones en nuestros días. Retomando su uso en Criminalística, "bien podría
colaborar en la prevención del delito, al reconocer por los registros que se tienen quién es un candidato a
cometer infracciones a la ley. Las nociones básicas de esta disciplina deberían enseñarse en la escuela
básica, de manera que desde niños podamos identificar nuestros propios rasgos y los de los demás", sugiere
el propio Carbajal Jaubert.

Finalmente, el fisonomista comenta que conocer el propio rostro o el de otro podrá advertir quien se
encuentra en peligro de sufrir un desenlace trágico, por lo que deberá aumentar sus precauciones. "Hemos
hecho estudios de las caras de Pedro Infante, los hermanos Kennedy, Luis Donaldo Colosio y otros
personajes que murieron violentamente, y en todos hay ligera desviación de un ojo y abundantes espacios
blancos anormales en el rostro".

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