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Empieza con la explicación de lo que es la vida, como ésta está formada a base de

moléculas orgánicas basadas en el carbono. Éstas mismas moléculas que son el


componente principal de la vida no son únicas de la Tierra. Eso no significa
necesariamente que esa sea la única forma de vida en el cosmos.

Este proceso se llama selección artificial. Durante la historia de la humanidad el ser


humano ha forzado la evolución de diversos seres vivos, desde los caballos, todo para
satisfacer una necesidad o cumplir con una función específica, propiciando la
subsistencia de la especie más adecuada.

Del mismo modo la naturaleza ha propiciado un proceso similar llamado selección


natural. Este proceso se puso en marcha desde el comienzo de la vida, debido a que
los recursos son limitados no todas las especies que nacen sobreviven, solo las que
cumplen con ciertos rasgos sobreviven, mutando de ser necesario para adaptarse a
cierto entorno, estos cambios son transmitidos degeneración en generación.

Al principio la vida se componía por moléculas que con el paso del tiempo se unían
haciéndolas mas complejas y en algún punto una molécula fue capaz de replicarse
usando a las otras moléculas de su ambiente, siendo esta la antecesora del ADN. En
ese entonces no había ningún depredador por lo cual los océanos de la tierra primitiva
eran caldos de este conjunto de moléculas orgánicas y en algún punto de esto surgió la
primera célula. Varias células que se aprovechaban de la luz solar se juntaron,
formando bloques de éstas células que a su vez pasaron a ser organismos
multicelulares, las plantas. Estas desprendían nitrógeno y oxigeno a la atmosfera,
formando nuestra atmosfera. El hecho de que estos organismos hayan alcanzado tal
grado de complejidad es extraordinario, y ciertamente poco común. Después de
cierto tiempo de inactividad evolutiva ocurrió la explosión cámbrica. Cuando
la mayoría de todos los antecesores de los animales que existen en la actualidad
nacieron.

Las bacterias surgieron a partir del oxigeno que emitían las plantas primitivas, pero
tardaron unos mil millones de años para desarrollarse, algunas de estas bacterias
desarrollaron núcleos internos, algunas de estas bacterias se unieron formando un
organismo compuesto de múltiples células que cumplían funciones específicas, a partir
de esta base se fue formando el ancestro común de los humanos, pasando por un
estado en el que apenas tenían una boca para ingerir sus alimentos, pasando por un
estado larval, hasta llegar a una especie de pez sin mandíbula, desarrollaron ojos y
mandíbulas, algunos branquias y otros pulmones. Los que desarrollaron pulmones
fueron capaces de salir a la superficie, algunos pusieron huevos, Aquí los caminos
divergen y surgen los antepasados de las especies terrestres, desde los
dinosaurios hasta los mamíferos, algunos se convirtieron en lo que hoy son los monos
y otros en los humanos antiguos.

Los seres vivos son parte de un ciclo en el que cada ser toma algo del otro. Aunque
algunos dependen más de los otros. Compartiendo un origen en común, pero
arreglado de diferentes maneras toda la vida de la tierra es capaz de nacer. Cada una
da las instrucciones para que las moléculas se formen de una manera coherente para
formar un ser vivo se encuentran en el ADN, durante el ensamblado pueden ocurrir
pequeños errores llamados mutaciones.

Existen miles de millones de formas de ordenar el ADN humano, pero de todas esas
combinaciones la naturaleza solo ha usado unas pocas, por el momento no somos
capaces de modificar aquel orden a nuestro gusto.

Sagan explica las semejanzas que tenemos con los árboles, a simple vista no
parecemos tener mucho en común, pero en el fondo compartimos el mismo
mecanismo para heredar la información, para mantenernos vivos. Un mismo código
genético. Todos los seres vivos de la Tierra compartimos un origen en común. En la
década de los 50, Stanley Miller y Harold Urey realizaron un experimento con la
intención dereplicar las condiciones que tenia la Tierra hace cuatro mil millones de
años, cuando aún no existía la vida, en aquel momento lo que abundaba era
hidrogeno, metano, amoniaco y agua. Virtiendo estos gases en un recipiente y con
ayuda de una luz ultravioleta para simular la luz solar. El experimento tuvo como
resultado los compuestos esenciales para la vida, a los que Sagan llama “notas de la
vida”. Las notas de la Tierra probablemente sean únicas en su tipo, pero como hemos
visto, la vida es capaz de crecer, cambiar y sobrevivir, capaz de transformar su entorno
y vivir. Quizá en alguna parte del universo aquellas notas se hayan arreglado de
una forma tan diferente a la que conocemos, no hay que subestimar la
capacidad de la vida de nacer y sobrevivir. La biología no tiene un final
predeterminado, se va construyendo con el paso del tiempo, y nuestra Tierra es
prueba de ello.

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