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7 signos que te advierten que tienes niveles

bajos de serotonina
Eva Maria Rodríguez · 30 mayo, 2019

Este artículo ha sido verificado y aprobado por la psicóloga Gema Sánchez Cuevas al 17 julio, 2017

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Los niveles adecuados de serotonina en el cerebro contribuyen a que nos sintamos


positivos, felices, tranquilos y seguros. Sin embargo, niveles bajos de este
neurotransmisor pueden llevar a sentimientos negativos, preocupados o
irritables. Así, el déficit de serotonina puede hacer que te sientas pesimista, triste,
desconfiado o que puedas tener un ataque de pánico. También puede causar depresión,
ansiedad y otros trastornos de salud.
La serotonina actúa como un neurotransmisor, un tipo de producto químico que ayuda a
transmitir señales de un área del cerebro a otra. Este neurotransmisor es un poderoso
químico del cerebro que tiene, con su presencia o ausencia, una gran influencia en
nuestro estado de ánimo. Así, determinar si las neuronas no se liberan o captan la
suficiente es un primer paso clave para superar problemas relacionados con el control de
los impulsos y el estado de ánimo.

Con los niveles adecuados de serotonina, el funcionamiento del cerebro es el


adecuado.

Este neurotransmisor tiene un gran número de funciones en el cerebro y el


cuerpo. En el cerebro regula el estado de ánimo, el comportamiento social, la libido, el
sueño, la memoria y el aprendizaje.

¿Qué hace la serotonina?


Como neurotransmisor ayuda a retransmitir mensajes de un área del cerebro a otra.
Debido a la distribución generalizada de las células que tienen receptores para la
serotonina se cree que sus niveles influyen en diferentes funciones psicológicas, así como
en la regulación de varios procesos fisiológicos.

En este sentido, de los aproximadamente 40 millones de células cerebrales, la mayoría


son influenciados directa o indirectamente por la serotonina. Esto incluye las células
cerebrales relacionadas con el estado de ánimo, el deseo y la función sexual, el apetito,
el sueño, la memoria y el aprendizaje, la regulación de la temperatura y algunos
comportamientos sociales. En términos de la función corporal, este
neurotransmisor también puede afectar el funcionamiento del sistema
cardiovascular, los músculos y diversos elementos del sistema endocrino, entre
otros.
Relación entre la serotonina y la depresión
Por otra parte, hay muchos investigadores que creen que un desequilibrio en los niveles
de serotonina puede influir en el estado de ánimo, tanto que podrían llegar a
producir depresión. Los posibles problemas incluyen:

La baja producción de serotonina de células cerebrales

La falta de sitios receptores capaces de recibir la serotonina que se produce

La incapacidad de la serotonina para llegar a los sitios receptores

La escasez de triptófano, un aminoácido esencial necesario para sintetizar este


neurotransmisor.

Los investigadores creen que si cualquiera de estos fallos bioquímicos se producen,


puede producirse depresión, así como el trastorno obsesivo-compulsivo, la ansiedad, el
pánico, e incluso el exceso de ira. Sin embargo, todavía queda mucho que investigar
sobre la relación entre la serotonina y la depresión.
¿Mis neuronas no liberan la suficiente
serotonina?
Ser capaz de identificar un déficit en este neurotransmisor nos puede ayudar a tomar
medidas y actuar para elevar sus niveles. En este sentido, aunque la depresión y la
consiguiente pérdida de placer son los signos más conocidos de serotonina baja,
ciertamente no son los únicos. De hecho, conocer estos signos pueden ayudarnos a
prevenir la depresión, la ansiedad y otros males mayores.

Entre los síntomas que acompañan a la carencia de este neurotransmisor se


incluyen los enfados frecuentes, la sensiblidad inusual al dolor, los antojos de
carbohidratos y atracones, el estreñimiento y los desordenes digestivos. Otros
síntomas son la sensación de malestar por falta de luz solar, sentirse demasiado
dependiente de otros, sentirse abrumado, el insomnio, las migrañas, la baja autoestima y
la mala función cognitiva, entre otros.

A continuación analizamos algunos de los signos más importantes que indican que
hay niveles bajos de serotonina, por ser fáciles de detectar de forma precoz.

Deseo de comer alimentos dulces y ricos en carbohidratos


Se sabe que los carbohidratos, especialmente los alimentos dulces y almidonados -
principalmente bollería, chocolates, gominolas, patatas fritas y otros snacks,
hamburguesas, etc.-, impactan indirectamente en los niveles de serotonina. Por eso es
habitual que las personas con bajos niveles de serotonina anhelen los alimentos
que son ricos en carbohidratos. Esto se manifiesta en antojos y necesidad de comer
compulsivamente.

Estos alimentos aumentan temporalmente los niveles de este neurotransmisor y te hacen


sentir mejor. Sin embargo, poco después de la ingesta se agotan los niveles de
serotonina drásticamente. Esta disminución dramática de la serotonina conduce a
sentimientos de somnolencia, hostilidad, ansiedad y depresión.

Insomnio
La cantidad de serotonina disponible también afecta directamente a la producción
de melatonina. Así, cuando los niveles de serotonina son bajos, la capacidad de
producir melatonina se ve afectada y, como parte de un efecto dominó, el ritmo circadiano
se altera.

Cuando esto sucede, es extremadamente difícil para alguien seguir un patrón natural de
sueño/vigilia. Concretamente, se ven afectada negativamente la capacidad de
dormirse y permanecer dormido. Sin embargo, no hay que olvidar que los problemas de
insomnio pueden tener otras causas, no solo el déficit de serotonina.

La serotonina debe estar disponible para convertirse en melatonina, la hormona


responsable de la gestión de nuestro reloj biológico.

Ansiedad
A través de la observación de imágenes del cerebro se ha demostrado que las personas
que tienen como compañera frecuente a la ansiedad liberan una cantidad menor de esta
sustancia química en las áreas del cerebro responsables de los impulsos y del
control emocional.

Cabe señalar que la deficiencia en la liberación de este


neurotransmisor generalmente no es el único factor en el desarrollo de trastornos
de ansiedad, aunque algunas personas tienen una predisposición genética a bajos
niveles de serotonina. En realidad, otros tres neurotransmisores, el ácido gamma-
aminobutírico, la dopamina y la epinefrina, también juegan un papel en los trastornos de
ansiedad.

La serotonina baja se asocia con trastorno de ansiedad generalizada, trastorno de


pánico y trastorno obsesivo compulsivo.

Deterioro cognitivo
La serotonina es un químico importante para la función cognitiva normal. La
investigación ha demostrado que los niveles adecuados de este neurotransmisor mejoran
la capacidad cognitiva y pueden ayudar a compensar el funcionamiento cognitivo limitado.

Aunque se cree que este neurotransmisor desempeña un papel en las habilidades


de pensamiento global, su impacto más significativo es en la memoria. Las personas
con niveles bajos de serotonina son más propensas a tener problemas con la
consolidación de la memoria.

Problemas digestivos
La serotonina es un químico importante para la transmisión de señales entre el
cerebro y el sistema digestivo. En este sentido, cabe destacar que, aunque este
neurotransmisor está casi siempre asociado con la función cerebral, el estado de ánimo y
el bienestar mental, un sorprendente 95% de la serotonina se fabrica en los intestinos, no
en el cerebro -aunque la serotonina utilizada por el cerebro debe ser producida allí, ya que
la serotonina creada en el intestino no viaja hasta el cerebro-.

No obstante, mientras que la investigación sobre las funciones de la serotonina en el


intestino es bastante nueva, hasta ahora se sabe que desempeña un importante papel
en el apetito y la digestión. De hecho, por qué hay tanta actividad de la serotonina en los
intestinos sigue siendo en gran medida un misterio.

Además, los profesionales han descubierto un vínculo entre el síndrome del


intestino irritable y niveles inadecuados de este neurotransmisor. Se ha demostrado
que, en el caso del síndrome del intestino irritable, cuando se corrigen estas deficiencias
los procesos digestivos a menudo su funcionamiento se normaliza.

Fatiga o agotamiento
Los niveles de serotonina tienen un efecto importante en la producción de
energía. Algunas personas que experimentan fatiga crónica muestras cantidades
insuficientes de la sustancia química. Sin embargo, cuando los niveles de este
neurotransmisor se reponen, es común que los que sufren de fatiga noten una mejora
importante en los niveles de energía.

Sin embargo, sentirse fatigado o agotado puede ser el resultado de muchas condiciones
diferentes, aunque no hay que descartar un problema en la liberación de este
neurotransmisor. A largo plazo, la fatiga crónica aumenta la posibilidad de que la
liberación de este neurotransmisor baje.
Cambios en la libido
Entre las muchas propiedades de la serotonina se encuentra el efecto sobre la libido (el
deseo sexual). Los bajos niveles de esta sustancia química están directamente
relacionados con un mayor deseo de tener relaciones sexuales,pero también con una
disminución de la capacidad de conectar emocionalmente con el otro, lo cual no es una
buena fórmula para una relación satisfactoria.

Además, las fluctuaciones en los niveles de este neurotransmisor pueden afectar


todavía más la actitud, por ya no hablar de las capacidades físicas relacionadas con la
actividad sexual.

Qué hacer si se tienen bajos los niveles de


serotonina
Conseguir un aumento de los niveles de serotonina de forma natural y sin recurrir a
medicamentos es posible. Algunas formas de conseguirlo son las siguientes:

Haz deporte de forma recreativa, es decir, haz un ejercicio que te permita disfrutar, no
sufrir.

Come alimentos ricos en proteínas (contienen triptófano).

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