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La desventura inicia en Cartagena de indias, por esos días la ciudad estaba conmocionada por el

reciente acontecimiento, la muerte de un poeta italiano de nombre Jácomo Turra introdujo al país
en una situación de índole moral, diplomático y hasta nacionalista, bueno, por el 95 no era que
nuestro país gozara de la mejor reputación a nivel mundial, de eso, todos somos conscientes; el
incidente mostro una cara muy ruin de nosotros, una hipocresía circunstancial amorfa ; por esos
días nací, en una clínica de clase media, un viernes al mediodía, hora de almuerzo.

A los seis meses de ver mi primera luz, fui trasladado por mis padres al oriente del país, más
exactamente a Yopal Casanare, ahí fui creciendo a la brava entre atentados y señores que se
vestían como soldados pero no lo eran; esto obligo a mi madre a sacarme del país en el 2000,
duramos solo 8 meses. De regreso a esta pequeña ciudad llanera que más bien parecía una utopía
para desviar recursos públicos, escribí si se le puede llamar así, mis primeros relatos, poemas y
otra cantidad de basura sin sentido para la clase de lengua, además de leer los típicos libros de
nuestro obsoleto modelo educativo; al primer libro que le encontré sentido fue “al coronel no
tiene quien lo escriba” evidentemente de Gabriel, el primer libro que compre con deseos fue “la
metamorfosis” de Kafka, el primer libro que me robe fue “la novela gráfica” pero no me
enganchaba a la literatura todavía, me aburría, mucho.

En barranquilla me hice hombre, intente enamorarme de la vida universitaria pero tarde que
temprano llego el adiós; en quilla conocí las dulzuras de la noche, entre magias conocí la cultura
underground, pero sabemos que eso ni se conoce ni se termina de conocer. Un coqueteo con algo
llamado hemeroteca me llevo a leer historia colombiana por curiosidad propia, Simón bolívar me
llamaba la atención, la divina comedia me la presentaron en este sitio; no fue hasta comprar la
biografía de Steve Jobs donde todo exploto, un best seller de poco menos de 1000 hojas me
arrastro con fuerza a los confines meditabundos de la lectura, después de ahí todo cambio,
inspirado en este personaje quise leer más, recuerdo haber cambiado su biografía por la magnífica
historia del padrino, entre otras mi película favorita. Una excesiva curiosidad de entender como
pensar diferente me llevo a la filosofía, después supe que querer pensar diferente es lo más
común que existe; autores como Nietzsche, Camus y Sartre, me enseñaron el nihilismo, a
comprender el cinismo y a ser más absurdo, la peste, el extranjero, zaratustra, la náusea y el
anticristo entre otros, me dieron fe de ello; me dieron fe, que raro suena.

Mi salida de ingeniería en octavo semestre para ser yo, hizo que la credibilidad en mí se viniera al
piso, muchas cosas pasaron, mi padre culpa a mis lecturas, no sé, no creo, un convenio con mis
padres me lleva a la escuela de artes de la ciudad donde nací para por primera vez en mi vida
habitarla, siempre venía a pasar vacaciones y nada más, mi única experiencia con la costa era
quilla, pero son mundos distintos; la cultura caribe me abofeteo, por suerte ya venía leyendo a
bukowski y Dostoiesvki , chinasky y rasconicof me dieron mucha fuerza. Entre gente que se cree
bohemia y otros tantos locos me entregue con mayor ahínco a la literatura, tropecé con autores
relámpago como Borges, Carlos fuentes, Allan Poe y otros que muy posiblemente se me olvidan,
es curioso que dos de estos autores relámpago de los cuales leí muy poco la verdad sea dicha,
recuerdo “las buenas conciencias” de fuentes y “el poema a gingamesh” prólogo de Borges, esto,
me acerco a la literatura más en mi idioma, en mi lengua, me dije: por que no explorar lo nacional,
“ la mala hierba” de Juan Gossain me abrió el espectro criollo, de ahí salte a un grande, German
castro Caicedo, gracias a una tía que me presto “la bruja”, es evidente que conozco de cerca la
historia de Jacamo gracias a este autor, “mi alma se la dejo al diablo casi no me gusto” lo
reconozco; me aburrí de tanta crónica y pase a Mendoza por recomendación, “scorpio city”, “el
diario del fin del mundo”, “la melancolía de los feos” entre otros, me sumergieron en el universo
de este autor en tendencia actualmente.

Fuera de los libros desde hace mucho tiempo, siento una fascinación por personajes y sus
respectivas obras en cuanto a la cultura pop se refiere, admiro la obra de directores/creativos
como Francis Ford Coppola, Tim Burton, Woody Allen y su similar en latino América chespirito,
Scorsece, Wim Wenders entre otros. Mi gusto por el arte plástica se puede resumir en cierto
apetito por el expresionismo abstracto con movimientos como los propuestos por el alemán
Kasdiski, o el loquillo de Pollock, me identifico de manera brutal con el pintor jean Michel Basquiat
y su honda Street, por otro lado me seducen obras como la del ilustrador Edward Gorey, flipo
como dirían los españoles, con lo que fue la movida del comic undergraound de los 80’s, que se
yo, soy un eterno enamorado de la materialización de un concepto, de la propuesta estética,
aunque la distorsión de la forma es mi lema, se lo aprendí a David Carson, en fin, me quedan
muchas influencias e inspiración por nombrar, textos que citar, pero no quiero hacer más larga
esta vuelta. Para cerrar, no me queda más que decir, estudio diseño como lo había mencionado,
vivo desde el año pasado en Cartagena de indias, me gusta la cerveza, el vino y el espirituoso, no
fumo, cigarrillos, me gusta la serie bojack horseman tengo 23 años, mi nombre de pila es Jesús
Alfredo Martínez Suarez pero firmo como Jesús de Martiarez, ya sabes por eso de la armonía.

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