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Datos importantes:

- El Ministerio de Salud (MINSAL) ha validado el ejercicio de estas prácticas por parte de los
profesionales, sin embargo, no existen políticas públicas establecidas, por lo que se
considera importante generar un avance respecto a la creación de estas [2]. Es necesario
realizar mayor investigación para generar una base sólida de fundamentos que permitan la
regulación de una política pública de salud relacionada, incluyendo la percepción por parte
de los usuarios de Medicina Complementaria (MC), siendo los principales entes a
considerar.

http://cybertesis.uach.cl/tesis/uach/2018/bpmsg633p/doc/bpmsg633p.pdf

- quienes aportaron con datos necesarios para obtener la muestra requerida para llevar a
cabo la investigación. El número de sujetos de estudio disponible, es suficiente para dar
respuesta a las interrogantes planteadas, es decir, para que se produzca la saturación de
los datos.

http://cybertesis.uach.cl/tesis/uach/2018/bpmsg633p/doc/bpmsg633p.pdf

- El MINSAL, por medio del decreto N°42 creado el 17 de Junio de 2005, en cuanto al
ejercicio profesional de las Terapias Complementarias, define que: “Se entenderá por
Prácticas Médicas Complementarias/Alternativas a todas aquellas actividades que se
lleven a cabo con el propósito de recuperar, mantener e incrementar el estado de salud,
bienestar físico y mental de las personas, mediante procedimientos diferentes a los
propios de la medicina oficial, que se ejerzan de modo coadyuvante o auxiliar de la
anterior”, y que “Las prácticas médicas alternativas podrán denominarse indistintamente
como prácticas médicas alternativas y complementarias” [2].
- N° 42 que reglamenta el ejercicio de las prácticas médicas Alternativas o Complementarias
como profesionales de la salud (“Reglamento para el ejercicio de las prácticas médicas
alternativas como profesiones auxiliares de la salud y de los establecimientos en que éstas
se realizan”). De acuerdo a éste marco, se ha evaluado y reconocido la Acupuntura
(Decreto Nº 123/2008), la Homeopatía (Decreto Nº 19/2010) y la Naturopatía (Decreto Nº
5/2013) [5]. Sin embargo, la Autoridad Sanitaria está planteando la definición de una
política que permita orientar y regular las prácticas de Medicina Complementaria y/o
Alternativa (MCA) que se implementan en los centros asistenciales, de manera de
garantizar que los servicios otorgados a la población usuaria sean efectivos, de calidad y
carentes de riesgos para la salud [2].
El Ministerio de Salud ha identificado como una necesidad el progreso en la definición del
propósito y los alcances de la MC en Salud Pública [6].
- Formando parte de los objetivos de ésta política, el Ministerio de salud ha realizado
diversas investigaciones que permiten el progreso hacia la regulación de éstas prácticas
dentro de la red asistencial, además de una mayor comprensión de lo que acontece en el
país con dichas terapias, incluyendo la relación que existe con el sistema público. Dentro
de los estudios llevados a cabo a nivel nacional, se encuentran los siguientes [3,19]:
- un servicio de carácter personalizado e integral, realizado por Terapeutas
profesionales de la salud y con estudios en el país de origen de la Terapia que se
especializa, soportado por alianzas estratégicas con centros educacionales. Esto
responde a la necesidad del cliente en su búsqueda de bienestar y calidad de vida en
términos de salud.

y en relación a la MCA, se ha evidenciado lo inverso, pues son las personas con más educación y de
un alto nivel socioeconómico las que mayor hacen uso de ésta Lazar J & O´Connor, 1997: 24).

Para la Organización Mundial de la Salud (OMS), son tres los principales motivos del uso de la
Medicina Tradicional1 (MT) y MCA. El primero de ellos, se basaría en el encarecimiento de la
medicina alopática, es por ello, que principalmente en los países africanos como Etiopía o Uganda,
o en los países en vías de desarrollo, el uso de las medicinas tradicionales se deba a su
accesibilidad y asequibilidad, al mismo tiempo que sus remedios y tratamientos son más
económicos que los correspondientes a la medicina convencional. Contexto en el cual, se tendería
a pensar que, en dichos lugares, son las personas de menor ingreso socioeconómico las que más
utilizan esta medicina. A pesar de esto, y en relación a la MCA, se ha evidenciado lo inverso, pues
son las personas con más educación y de un alto nivel socioeconómico las que mayor hacen uso de
ésta Lazar J & O´Connor, 1997: 24).

Un segundo argumento que señala la OMS respecto a la utilización de la MCA, es que, debido al
aumento de la esperanza de vida de las personas, estas prefieren prevenir posibles enfermedades
de cualquier índole, por lo que esta medicina se trasformaría en un medio natural para conservar y
mantener una buena salud, mientras que para aquellos pacientes que padecen de una
determinada enfermedad, la MCA es una opción menos invasiva que la medicina alopática para
tratarla.

Por último, el tercer argumento explicado por la OMS, se refiere a que hoy en día, tanto en los
países de Sudamérica como en los países desarrollados existe una mayor preocupación por parte
de la ciudadanía sobre los efectos colaterales o adversos de los fármacos existentes (OMS, 2005:
2). Esto tendría estrecha concordancia con un mayor acceso a la información que tiene las
personas sobre lo que se está consumiendo en términos de remedios, tratamientos e información
sanitaria.

No obstante, si bien estos tres argumentos expresan una buena respuesta respecto al porqué del
aumento de la MCA, también existen otros motivos que llevan a las personas a utilizar las distintas
formas de MCA, y que dicen relación con el trato que actualmente se da entre el médico tratante y
el paciente.

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