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EL APRESTAMIENTO PARA LA LECTO – ESCRITURA EN

EDUCACIÓN INICIAL.

Los niños al egresar del nivel inicial deben tener el aprestamiento


necesario para desarrollar las destrezas básicas de lectura y
escritura a partir de primer grado.

Estas herramientas les permitirá el acceso a la información


sistemática y al mundo de la cultura ya que el aprender a leer y
escribir implica para el niño un enriquecimiento cognoscitivo,
afectivo y social.

La alta tasa de repitencia y deserción escolar tiene como causa


principal no haber aprendido a leer en el completo sentido de la
palabra, es decir, no se comprende lo que se lee.

Los docentes de inicial y primaria se acusan mutuamente de esta


dura realidad. Felizmente, hay muchos docentes en ambos niveles
que se ponen al margen de estas discusiones y ataques estériles y
centran su atención en elaborar programas para la lecto – escritura
con métodos y técnicas innovadoras para revertir esta
situación.Tomando como base las leyes y teorías del desarrollo y
aprendizaje infantil, el niño de inicial debidamente aprestado – aún
proviniendo de sectores deprimidos de nuestra sociedad- está apto
para iniciarse en la lecto – escritura aproximadamente a los 6 años.
Aprestamiento implica, en el caso de la lectura y escritura,
maduración en varios aspectos:
1. -Una maduración visual que le permita ver con claridad
objetos tan pequeños como una palabra, una letra.
2. -Una maduración auditiva que le permita discriminar sonidos
tan próximos como el de un fonema y otro.
3. -Una maduración sensorio-motora que le permita la ubicación
espacial y la coordinación óculo-manual.
4. -Una maduración emocional que le permita asumir retos y
responsabilidades con naturalidad.

MADUREZ PARA EL APRENDIZAJE: Posibilidad que el niño


adquiera un nivel de desarrollo físico, psíquico y social que le
permita enfrentar adecuadamente una situación de aprendizaje y
sus exigencias al ingresar al primer grado. La madurez se
construye progresivamente por la interacción de factores internos
(anatómicos y fisiológicos) y externos (nutrición, afectividad,
estimulación) cuando las estructuras mentales están preparadas
para ello, es decir, cuando la actividad interna del sistema nervioso
genera los procesos de aprendizaje.

APRESTAMIENTO PARA LAS OPERACIONES LÓGICO –


MATEMÁTICAS: Son el conjunto de actividades organizadas
gradualmente para que el niño construya en su mente nociones de
conservación de la sustancia, de clasificación, seriación y número.
Más que la copia o memorización de números lo que interesa para
el desarrollo del pensamiento lógico del niño son las actividades de
agrupación, seriación, correspondencia y equivalencia, acciones
que le llevaran a la idea de número y a los conceptos de agregar,
reunir, separar y quitar que son la base para la adicción y la
sustracción.

APRESTAMIENTO PARA LA LECTO – ESCRITURA: Desde el


punto de vista del niño, se refiere a un estado general de desarrollo
mental, conceptual, perceptivo y lingüístico que le permite aprender
a leer y escribir sin dificultad. Desde el punto de vista del educador,
se refiere a la adopción de teorías y enfoques (constructivismo,
aprendizaje significativo), a las actividades o experiencias
planeadas, la determinación del tiempo y la manera de enseñar
(aprendizaje guiado, aprendizaje por descubrimiento) para lograr la
maduración progresiva de las habilidades del niño.

NIVEL DE DESARROLLO PERSONAL: Se refiere a lo que un niño


es capaz de hacer y de aprender en un momento o etapa
determinada, tomando en cuenta por un lado, su nivel de desarrollo
operatorio (habilidades y destrezas adquiridas) y por el otro, los
conocimientos que ha podido construir en sus experiencias previas
de aprendizaje (saberes previos). La educación tiene como
finalidad última promover el desarrollo personal del niño en esta
doble vertiente mediante el aprendizaje de la experiencia social
culturalmente organizada a través de la asimilación de destrezas,
h
a
b

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