Está en la página 1de 5

Comunicación y medio de comunicación.

¿Sabes la diferencia entre un hecho y una opinión?

Opinar es fácil y es algo que hacemos con mucha frecuencia, pero ¿por qué sería útil poder
diferenciarlo de un hecho? De esta manera, surgen ciertas preguntas como: ¿qué es una opinión?
¿Qué es un hecho? Este post trata de aclarar estos conceptos tan usados pero pocas veces
comprendidos.

Un hecho es básicamente una afirmación comprobable, que describe el mundo que nos rodea.
Decimos que son comprobables porque tenemos mecanismos en común para determinar la verdad o
falsedad del enunciado. De esta manera, un hecho puede ser:

Verdadero: “3 + 3 = 6”.

Falso: “el sol es azul”.

Indefinido: “mañana llueve”.

En estos casos, los mecanismos de comprobación están a nuestro alcance, basta con utilizar una
calculadora, revisar un libro de astronomía o simplemente esperar al día siguiente. El acto de poder
comprobar cada una de estas afirmaciones, hace que se conviertan en hechos, los cuales no son
discutibles: o son verdaderos, o son falsos.

Por otro lado, una opinión se podría definir como nuestra interpretación acerca de algo o alguien y
tendemos a construirlas en base a otras opiniones, emociones o hechos. En cambio, a diferencia de
los hechos, estas no pueden ser comprobadas, ya que las mismas carecen de un mecanismo de
comprobación común. Nuestras opiniones pueden estar fundamentadas y es importante tener en
cuenta que, cuando fundamentamos nuestras opiniones, le permitimos al otro poder acercarse y
entender aún más nuestra interpretación, pero, no les agrega o quita valor de verdad. Por ejemplo,
en esta habitación hace demasiado frío. ¿qué es demasiado frío? ¿cómo determinamos que esta
opinión es cierta?

Otro dato no menor, es que muchas veces las opiniones acerca de otras personas o incluso de
nosotros mismos, son dichas como hechos inamovibles. Imaginemos lo siguiente:

Juan es un programador de nuestro equipo y desarrolló una aplicación en la que se encontraron


diez bugs.

Una opinión podría ser: “Juan es un desastre programando”

Al expresarnos así, dejamos establecido que esta persona es, y será un desastre programando, no
dando lugar a que esto pueda ser modificado. Utilizar el ser para dar una opinión es
contraproducente ya que no permite observar una solución al problema.

Teniendo esto en cuenta, podemos hacernos cargo de nuestra opinión y llevarla a la acción. Por
ejemplo:

“Juan descuidó el desarrollo”


De esta manera nos concentramos en la acción, ya no hablamos de Juan, sino de lo que hizo,
proveyendo posibles soluciones al conflicto. Expresarnos de este modo nos permitirá poder tomar
acciones, en este caso, podría ser hacer Pair Programming o enseñarle buenas prácticas a Juan.

Es por esto que al usar el ser en nuestras opiniones, además de confundirlo con un hecho, es una
forma de resignarnos al problema, de dejar de lado todas las posibles acciones que podríamos tomar
para resolverlo o ayudar a la otra persona.

Ahora que tenemos más claro que es una opinión, podemos llegar a la conclusión de que son las
opiniones las que nos ayudan a tomar decisiones. Es importante destacar que no accionamos por los
hechos, sino por las opiniones que tenemos de los mismos hechos o de otras opiniones. Por
ejemplo, si creemos que no nos gustan las películas de terror, lo más probable es que la próxima vez
que vayamos al cine, no elijamos una de este género.

De este modo, en vista de que nuestras opiniones condicionan nuestras acciones, ¿te has
preguntado cuántas de estas opiniones son realmente tuyas? y ¿cómo estas pueden estar limitando
tu día a día en las decisiones que tomas?

Conclusión

Estos conceptos suelen mezclarse, así que diferenciarlos no es tarea sencilla. Te invitamos a que
prestes mas atención a lo que ves en la televisión, en el diario, en las conversaciones que tenes  día
a día con tus amigos, familiares y compañeros de trabajo. ¡Anímate a distinguirlos!

Comparación vs Contraste.

¿Qué es?

Es una técnica que sirve para clasificar y ordenar todas las ideas reunidas por medio de la lluvia de
ideas, la escritura libre, la estrella o el cubo. Con este método agruparás tus ideas por comparación y
por contraste. La comparación mostrará la semejanza entre dos ideas, objetos, personas o animales;
el contraste, sus similitudes o diferencias con otros semejantes.

¿Para qué sirve?

Esta técnica te ayudará a agrupar las ideas por comparación y contraste. Así podrás clasificar y
ordenar toda la información de que dispones y podrás construir un discurso con las ideas que hayas
reunido.

¿Cómo se hace?

Al utilizar esta técnica de clasificación es fundamental saber abstraer, es decir, saber eliminar
detalles superfluos de modo que se puedan reconocer características comunes a las ideas que se
han reunido. Puedes utilizar diversos nexos:

Comparación Contraste

como por otro lado

de la misma forma mientras que


igual que por el contrario

mayor que a diferencia de

menor que por otra parte

de forma similar en cambio

Ejemplo

He aquí un texto organizado por comparación y contraste:

Ahora, con lo del V Centenario, se ha puesto de moda hablar de la intrínseca maldad de los
españoles al empalar a los incas, observación que a mí me parece un poco mostrenca. Porque,
lamentablemente, esa ferocidad no es exclusiva del antiguo imperio español, sino que es uno de los
rasgos más constantes y desazonadores del ser humano. Los mismos incas fueron una nación
guerrera e imperialista que exterminaron y esclavizaron a los pueblos más débiles. Es el horror, en
fin: un horror que se renueva cada día y que aún perdura.
En algunos casos, estos brutales encontronazos entre una nación poderosa y otra débil se han
resuelto con el genocidio de la segunda. Es lo que ha sucedido en Estados Unidos, y lo que hicieron
los británicos con los aborígenes de Australia. En otras ocasiones, sin embargo, se esclavizó y
oprimió al pueblo vencido, pero no se le exterminó: así hicieron los españoles en Latinoamérica y los
británicos en Oriente. No actuaron de este modo por bondad, evidentemente, sino porque la muerte
de los indios no les servía de nada. Españoles y británicos querían explotar América y Asia, no
colonizarlas, y necesitaban a los indígenas para que trabajaran en las costas, y en los campos, y en
las minas. Estados Unidos y Australia, en cambio, fueron países colonizados; los inmigrantes
llegaban a miles ansiosos de plantar su propia granja, y era necesario matar a los antiguos
habitantes para que los nuevos pudieran ser dueños de la tierra. Canadá ofrece hoy el ejemplo más
patético de este doble proceso: en el sur del país, donde se extienden las grandes llanuras cubiertas
de cereales, zona agrícola por excelencia, las tribus autóctonas han sido prácticamente
exterminadas. Los indios del Norte de Canadá, en cambio, han sobrevivido: habitaban en los oscuros
y helados bosques, allí donde los granjeros no podían entrar, y fueron contratados (y explotados)
como tramperos por la Hudson Bay y otras compañías peleteras. Vivieron porque eran útiles.

(ROSA MONTERO, "Indios", El país Semanal)

Opiniones e interpretación de un hecho.

Son éstos los que importan pues las opiniones son libres y solo implican a quienes las emiten y las
interpretaciones contienen elementos de subjetividad que pueden conducir al error a quienes las
hacen. No es, pues, en el ámbito de la opinión y de la interpretación donde radica la posible
gravedad de lo que revela Wikileaks, por más que este ámbito ponga al descubierto cómo la
diplomacia cuidadosa de las formas y que hace gala de finura de lenguaje y de comportamiento en
público puede transmutarse en privado en un artefacto emisor de los juicios más descarnados.
Desconsiderados y personalmente ofensivos sobre sus interlocutores.
Ejemplo de opinión y hecho:

1. Hecho: un ladrón robo a una señora.


2. Opinión: algunos dicen que le robo el celular.

1. Hecho: la sobrepoblación es mayor en los países subdesarrollados.


2. Opinión: la sobrepoblación es mayor en Asía.

1. Hecho: la contaminación afectará por igual a todos los países.


2. Opinión: los países desarrollados no se verán afectados de igual manera que los
subdesarrollados.

1. Hecho: en Venus no se ha encontrado rastros de vida inteligente.


2. Opinión: muchos dicen que la vida extraterrestre esta en cualquier lugar.  

Hecho: la tecnología puede provocar déficit de atención.

Opinión: la tecnología es divertida y educativa.

Es importante mencionar que un hecho es una idea real y objetiva, es decir que es veraz, mientras
que una opinión es una idea que puede ser propia es decir subjetiva.

Interpretación de un hecho.

Cuando emitimos una opinión (positiva o negativa) acerca de un hecho; por lo general, lo hacemos
con una mentalidad estrecha y limitada, por nuestros condicionamientos. Podemos interpretar un
hecho de una manera; y otro. Llega hacerlo de distinta forman. Pero cuando interpretando un hecho;
la interpretación misma, nos impide ver el hecho real, y hacer algo al respecto, al discutir acerca de
un hecho, quizás podamos añadir mas cosas, ver mas matices, implicaciones y significados; pero
nada hacemos, en relación con el hecho. Debido a nuestros condicionamientos psicológicos; el
hecho, no puede ser interpretado, no logramos ofrecer una opción acerca de el. Y para una mente
común, es muy difícil aceptarlo.

Estamos siempre interpretando juzgando, dañando diferencia significados o calificado, siguen


nuestros “condicionamientos (prejuicio, temores, esperanzas y demás) psicológicos (mentales y
emociones)”, y por lo general; cuando interpretamos un hecho, lo hacemos basados en nuestra
experiencia o condicionamientos del pasado. Lo que solo nos permite visualizar; en el presente, solo
una parte de la verdad.

Formamos nuestros condicionamientos en el pasado como memoria, y cuando creemos que


debemos calificar cualquier hecho en el presente; lo “rechazaremos (dolor) o lo aceptamos (placer)”,
conforme a nuestros condicionamientos de ayer. Porque todo tiene a cambiar; y lo único que no
cambia, es el cambio. Y al juzgar un hecho, solo vemos la parte del pasado que interpretamos ayer
(plan “A”); obviando la parte del presente (plan “B”) que no vemos, por estar caificando.

Pero si pudiéramos ver el hecho sin ofrecer una opinión, sin interpretarlo o calificarlo, sin asignarle
un significado con nuestros condicionamientos; entonces, el hecho, no nos produciría placer o dolor,
y se volveria mcho mas vital por que asi, el hecho tendría su propia energía como parte de este
universo; la que nos impulsaría en la dirección correcta para alcanzar ver, la luz de la verdad.

También podría gustarte