Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
JSTOR is a not-for-profit service that helps scholars, researchers, and students discover, use, and build upon a wide
range of content in a trusted digital archive. We use information technology and tools to increase productivity and
facilitate new forms of scholarship. For more information about JSTOR, please contact support@jstor.org.
Your use of the JSTOR archive indicates your acceptance of the Terms & Conditions of Use, available at
https://about.jstor.org/terms
Colegio de Mexico is collaborating with JSTOR to digitize, preserve and extend access to
Violencia contra las mujeres en contextos urbanos y rurales
This content downloaded from 150.214.100.109 on Sat, 07 Sep 2019 08:51:53 UTC
All use subject to https://about.jstor.org/terms
LA SINRAZÓN DE LA VIOLENCIA.
HOMENAJE A LAS MUJERES MUERTAS
EN CIUDAD JUÁREZ 1
ELENA AzAoLA2
Mujeres, que tuvo lugar en El Colegio de la Frontera Norte de Ciudad Juárez, 3 y 4 de no-
viembre de 2000.
2 Antropóloga y psicoanalista, investigadora del Centro de Investigaciones y Estu-
(71]
This content downloaded from 150.214.100.109 on Sat, 07 Sep 2019 08:51:53 UTC
All use subject to https://about.jstor.org/terms
72 E.AZAOLA
Chik, 1998. Las paradojas de la modernización, Santiago de Chile, 1998, y Elena Azaola,
Infancia robada. Niñas y niños victimas de explotación sexua4 México, UNICEF, DIF, CIESAS,
2000.
This content downloaded from 150.214.100.109 on Sat, 07 Sep 2019 08:51:53 UTC
All use subject to https://about.jstor.org/terms
LA SINRAZÓN DE LA VIOLENCIA 73
This content downloaded from 150.214.100.109 on Sat, 07 Sep 2019 08:51:53 UTC
All use subject to https://about.jstor.org/terms
74 E.AZAOLA
que se quiere preservar son algunas de sus cualidades; por ejemplo, su vo-
luntad de libertad, su deseo de independencia, su orgullo nacional. 7
Pregunta: ¿Cuáles son las cualidades que para siempre hemos perdido al
dejar morir a estas chicas? ¿Qué representaban ellas y cuál es el legado que de-
bemos salvaguardar?
En el contexto de la guerra, dice el mismo autor, los individuos de-
ben morir para que sobrevivan los valores morales y políticos.
Pregunta: ¿Hay alguna guerra que justifique la muerte de estas chicas?
¿Cuáles son los valores que sus muertes intentarían preservar o entronizar? ¿O
se trata, mds bien, de una guerra en contra de las mujeres indefensas, de cor-
ta edad? ¿Cuáles son los valores que estas muertes dejan al descubierto? ¿Qué
valores podrían justificar su muerte?
Pero también afirma Todorov: cuando el objetivo no existe o es insig-
nificante, la bravura se transforma en bravata y se arriesga la vida sin sacar
de este acto provecho alguno. Es interesante que aquí nos haga notar una
diferencia de género: históricamente los hombres suelen morir (y vivir
también) por ideas, en tanto que las mujeres, con mayor frecuencia, acos-
tumbran dar la vida (y la muerte) por otros seres humanos.
Al referirse a los campos de concentración, Todorov señala que por
ser espacios donde la lucha por la vida es implacable y donde cada uno
está desesperado y ferozmente solo, son espacios que ponen a prueba la
moral y en donde las condiciones extremas no permiten a los hombres se-
guir siéndolo. Un ser humano empujado hasta el extremo por formas de
vida inhumanas pierde gradualmente las nociones que tenía del bien y
del mal. Si uno no piensa más que en su propia sobrevivencia, acaba sin
reconocer más que la ley de la selva, es decir, la ausencia de toda ley y su
sustitución por la fuerza bruta.
Pregunta: ¿Qué condiciones de vida pudieron haber llevado a los asesi-
nos de estas mujeres a experimentar una deshumanización semejante? ¿Qué
podemos hacer para detener esta deshumanización?
El principal efecto de este reino absoluto del instinto de conservación
sobre la vida moral es la falta de compasión por el sufrimiento del otro y,
con mayor razón, la ausencia de la ayuda que hubiera podido dársele: por
el contrario, se contribuye al debilitamiento del prójimo por poco que
pueda uno aprovecharse de ello para aliviar la propia vida. Un hombre
-dice un sobreviviente de los campos de concentración- pierde su san-
This content downloaded from 150.214.100.109 on Sat, 07 Sep 2019 08:51:53 UTC
All use subject to https://about.jstor.org/terms
LA SINRAZÓN DE LA VIOLENCIA 75
gre ante mis ojos y yo lamo el fondo de mi escudilla si.n poder pensar en
otra cosa que en el momento en que me volverán a traer de comer. Se pre-
gunta, ¿queda aún en mí algo de humanidad?
Otra interrogante: ¿Queda aún algo de humanidad en todos los que
nos hemos acostumbrado a ver la muerte de estas mujeres como algo cotidia-
no, algo tan .frecuente que ha dejado de ho"orizarnos?
En los campos de concentración también había la sensación de que
no era malo aprovecharse de los alimentos o los objetos dejados por quie-
nes habían sido enviados a la cámara de gas, como si se pensara: ya que
no podemos detener este diluvio de cadáveres, ¿por qué no aprovechar los
días que nos quedan?
·Y nosotros, ¿tampoco podemos detener el diluvio de caddveres? ¿Qué es
lo que nos hace falta para ponerle un alto?
No obstante que la situación creada en los campos hacía difícil que
pudiera emerger la solidaridad, Todorov se ocupa de rescatar las nume-
rosas excepciones que daban cuenta de la otra cara del ser humano. Si bien
no podían operar las mismas reglas de sociabilidad que afuera, ello no sig-
nificaba que no hubiera ciertas reglas que preservaran los lazos humanos.
Si amar al prójimo como a sí mismo era una exigencia excesiva, tratar de
evitar el daño a los compañeros no lo era. Muchos sobrevivientes dejaron
testimonio de cómo, sin ninguna ayuda, su supervivencia habría sido im-
posible. Uno de ellos refiere: "Mi supervivencia se la debo a mi encuentro
con algunos compatriotas de semblante y corazón humanos" (p. 41).
Pregunta: ¿Por qué estas chicas no se toparon con nadie que les tendie-
ra una mano? ¿No había ningún "compatriota con semblante humano" a su
alrededor?
Los campos también han permitido constatar que, empleando medios
extremos como el hambre y el sufrimiento, es posible destruir el contrato
social hasta su base y obtener de los hombres reacciones casi puramente
animales. ''A fuerza de suprimir los ingredientes habituales de la vida hu-
mana en sociedad, se crea una situación enteramente artificial, que no nos
informa más que de sí misma[ ... ] un hombre no puede ser humano más
que viviendo en condiciones humanas, y no hay mayor absurdo que juz-
garlo por las acciones que él comete en condiciones inhumanas" (p. 45).
Pregunta: Estas chicas y sus agresores ¿vivían en condiciones humanas?
¿Cuál es el caldo en donde se cultivaron estos hechos? ¿Estos hechos mostra-
rían que vivían en condiciones donde se hablan suprimido los ingredientes
habituales de la vida humana en sociedad?
This content downloaded from 150.214.100.109 on Sat, 07 Sep 2019 08:51:53 UTC
All use subject to https://about.jstor.org/terms
76 E.AZAOLA
This content downloaded from 150.214.100.109 on Sat, 07 Sep 2019 08:51:53 UTC
All use subject to https://about.jstor.org/terms
LA SINRAZÓN DE LA VIOLENCIA 77
This content downloaded from 150.214.100.109 on Sat, 07 Sep 2019 08:51:53 UTC
All use subject to https://about.jstor.org/terms
78 E.AZAOLA
This content downloaded from 150.214.100.109 on Sat, 07 Sep 2019 08:51:53 UTC
All use subject to https://about.jstor.org/terms
LA SINRAZÓN DE LA VIOLENCIA 79
BIBLIOGRAFfA
Azaola, Elena (2000), Infancia robada. Niñas y niños víctimas de explotación se-
xua~ México, UNICEF-DIF-CIESAS.
Barajas, Rocío y Carmen Rodríguez (s/f), Mujer y trabajo en la industria maqui-
/adora de exportación, México, Fundación Friedrich Ebert.
DIF-UNICEF-SRE, Conapo (1999), Tercera reunión de evaluación del Proyecto lnte-
rinstitucional de Atención a Menores Fronteriz,os. Evaluación 1998-1999,
México.
Garza, Gustavo (coord.) (2000), Atlas demográfico de México, México, Conapo-
Progresa.
INEGI (1996), Cuaderno estadístico municipal Ciudad Juárez, Chihuahua, Méxi-
co, 1996.
- - (1999), Hombres y mujeres en México, México.
- - ( 1999a), La industria maqui/adora de exportación, México.
This content downloaded from 150.214.100.109 on Sat, 07 Sep 2019 08:51:53 UTC
All use subject to https://about.jstor.org/terms
80 E.AZAOLA
This content downloaded from 150.214.100.109 on Sat, 07 Sep 2019 08:51:53 UTC
All use subject to https://about.jstor.org/terms