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Derecho de los Pueblos originarios antes de la Conquista

Introducción

Una vez que en la primera unidad temática se ha analizado el objeto de estudio de


la Historia del Derecho Mexicano, su metodología y fuentes de información, en
esta segunda unidad se deben aplicar esos conocimientos para identificar las
generalidades de los derechos que rigieron a los diferentes pueblos
originarios antes de la Conquista española en el siglo XVI.

Se habla de derechos que rigieron a los pueblos originarios, porque,


efectivamente en el territorio que actualmente se reconoce como mexicano, se
desarrollaron varias naciones prehispánicas, algunas de las cuales fueron
contemporáneas entre sí, pero en otros casos hay una separación de siglos entre
ellas. Por ejemplo, los olmecas tuvieron su ciclo histórico entre los siglos X y XI
a. C. con un periodo de renacimiento hacia el siglo IX d. C., ya con influencia de
otras culturas, como la totonaca, en este tiempo nuevo se les reconoce por los
arqueólogos como neo-olmecas; en consecuencia, su primer periodo de
civilización no coincidió con los aztecas que se ubicaron entre los siglos XIV a XVI
d. C., es decir, olmecas y aztecas no fueron contemporáneos.

Otros pueblos si lo fueron, como los aztecas con los mixteco-zapotecas y con los
purépechas. De cualquier forma, se dio entre todos ellos un gran contraste cultural
o civilizatorio, por ejemplo, mientras los mayas y los toltecas alcanzaron grandes
progresos en áreas como la arquitectura, la medicina y la astronomía, hubo
algunos pueblos que al llegar los conquistadores aún se encontraban en etapas de
barbarie y eran conocidos como chichimecas, sinónimo de salvajes, en la parte
norte de México.

Por esa razón, si bien hay factores culturales comunes entre todos estos pueblos,
como el hecho de tratarse de culturas líticas, es decir, cuya materia prima de
construcción y de herramienta fue la piedra, el cultivo del maíz como alimento
base y los aspectos más generalizados de su cosmogonía, también hay notables
diferencias entre sus alcances de desarrollo y organización política.

De acuerdo con lo antes referido, cada pueblo, hoy considerado como originario,
tuvo distinto origen, cultura, territorialidad y temporalidad, por lo que puede
afirmarse acertadamente que hubo varios derechos prehispánicos, el olmeca, el
teotihuacano, el maya, el tolteca, el purépecha, etcétera, todos los cuales se
agrupan en una unidad o análisis académico que se denomina derecho
prehispánico o de los pueblos originarios antes de la Conquista. En esa
denominación cabe situar también a otros pueblos ajenos a la cultura mexicana,
como el caso sobresaliente del derecho inca en Sudamérica, si bien tal extensión
analítica escapa a los propósitos de esta asignatura.

Por lo tanto, esta segunda unidad, como se ha dicho, se dedica al estudio general
del derecho prehispánico, cuya utilidad práctica puede encontrarse en el hecho de
que se conocerán los parámetros esenciales de su cultura jurídica, que sirve de
base en gran medida a los usos y costumbres que ahora rigen a los pueblos y
comunidades que devienen de aquéllos pueblos. No obstante, hay que advertir
que en tales usos y costumbres se muestra un acentuado sincretismo con la
cultura española por la influencia colonizadora que indudablemente se ejerció a
lo largo de tres siglos de dominación...

Un ejemplo de tal sincretismo se da actualmente cuando en las elecciones


internas de sus autoridades se elige a los servidores públicos con base en
técnicas como la mano levantada, la fila o la aclamación, que deviene no del
mundo prehispánico, en el que no se conocieron prácticas democráticas, sino de
la manera como en el México colonial se elegía a los miembros de los
ayuntamientos, tanto en los pueblos indígenas como en los de españoles,
costumbre que derivaba de prácticas medievales.

En cambio, una costumbre arraigada desde los tiempos anteriores a la conquista


española, es la del tequio, entendida como la aportación personal obligatoria que
todo miembro de la comunidad debe hacer a ésta, según sus conocimientos y
habilidades, exceptuando a infantes, personas ancianas, enfermas y con
discapacidad; gracias a esta práctica se pueden realizar obras de beneficio
colectivo como bordes para evitar inundaciones, mantenimiento de edificios
públicos como iglesias y escuelas, etcétera. Por ello, en algunas comunidades se
toma en cuenta como requisito de elegibilidad el haber practicado puntualmente
tequio durante por lo menos un breve periodo previo a la postulación y elección de
un candidato comunitario.

Debe advertirse que, dada la limitación del tiempo real que cubre un periodo
lectivo, solamente es posible estudiar de manera panorámica el derecho de los
pueblos:
A usted como estudiante de esta asignatura no le corresponde ahora enfrentar la
tarea de realizar una investigación de esta temática al nivel profesional, por lo que
lejos de desanimarle el panorama anteriormente presentado respecto a las
dificultades que se tienen para encontrar los datos fidedignos del derecho
prehispánico, lo que debe quedar en su ánimo para emprender el estudio de esta
unidad es la convicción de que adquirirá conocimientos fundamentales de tal
derecho en México, lo que le ayudará de manera significativa a futuro a conocer y
comprender de mejor manera el régimen consuetudinario que actualmente rige en
los pueblos y comunidades originarias del país, reconocido y garantizado por el
sistema jurídico nacional.

Objetivo particular

El alumnado establecerá la importancia del estudio del Derecho de los pueblos


originarios dentro de la Historia del Derecho mexicano, manejo de sus fuentes de
conocimiento y las instituciones jurídicas más destacadas de su Derecho a la
llegada de los españoles.
Derecho en el mundo Prehispánico

Quienes estudian la historia han encontrado que todas las sociedades han
regulado su actuación mediante reglas permanentes, por lo que deducen que así
es como nació el derecho, ya que las personas decidieron agruparse de manera
ordenada y regular sus actos de convivencia. Los pueblos que antes de la llegada
de los europeos habitaban los territorios, que hoy conocemos como América, no
fueron la excepción. A ese conjunto de reglas permanentes que regían la
convivencia de las distintas comunidades asentadas en los territorios
mencionados se le conoce como Derecho prehispánico, aunque debe quedarnos
claro que no se trata de un conjunto unificado y relacionado de reglas, sino que
cada pueblo tenía su propio sistema jurídico. Por ello, existieron varios sistemas
jurídicos en la época anterior a la conquista europea, por ejemplo, derecho
olmeca, derecho maya, derecho azteca, etcétera y todos ellos se agrupan para su
estudio sistemático en esta subespecialidad de la Historia del Derecho Mexicano
que se denomina Derecho prehispánico.

Concepto de Derecho de los pueblos originarios según los cronistas y las


fuentes históricas

Como se mencionó en la unidad anterior, al elaborar una definición, se debe tomar


en cuenta dos elementos:
Por lo tanto, el Derecho prehispánico es:

Subespecialidad de la Historia del Derecho Mexicano que estudia el conjunto de


normas, instituciones y principios filosófico-jurídicos que rigieron a los pueblos
autóctonos de América.

 A mayor abundamiento sobre la diferencia específica del Derecho prehispánico,


es conveniente definir lo siguiente:

Normas
Se refiere a reglas de conducta; para el campo del derecho, éstas deben
ser impero-atributivas y coercibles, notas que distinguen a las normas jurídicas
deotras, como las morales, religiosas o las del trato social.

Instituciones

Son creaciones del derecho para satisfacer necesidades comunes, como el


matrimonio, el divorcio, los tribunales, la propiedad y muchas más. Por eso estas
instituciones son universales, se dieron en todos los contextos culturales, aun sin
existir contacto entre los diferentes pueblos.

Por ejemplo
El matrimonio, por ejemplo, fue regulado por los romanos, igual que por los
aztecas, si bien en cada caso con especificidades diferentes.
Principios filosófico-jurídicos

Estamos acostumbrados, por razones de origen cultural, a suponer que la filosofía


es propia de los pueblos derivados de las civilizaciones griega, romana y medieval
europea, pero esta concepción no es veraz, también en China, Japón, la India y
otros pueblos se desarrollaron escuelas filosóficas trascendentes, ello
igualmente ocurrió en el mundo prehispánico; sobre este punto es recomendable
la consulta a la obra del Dr. Miguel León Portilla, La Filosofía Náhuatl.

Pueblos autóctonos de América

Implica que se trata de los asientos humanos originarios de este continente,


dado que, solamente en el actual territorio mexicano, se desarrollaron, entre otras,
las civilizaciones: azteca, tolteca, teotihuacana, maya, mixteco-zapoteca,
purépecha, totonaca y huasteca.

Importante
¿Cuál es la diferencia entre el Derecho prehispánico, el Derecho indiano y el
Derecho indígena o de los pueblos originarios de México?

El Derecho prehispánico y el Derecho indiano son subespecialidades de la


Historia del Derecho Mexicano, en tanto que el Derecho indígena o de los
pueblos originarios de México, es una especialidad jurídica.

Subespecialidades de la
Especialidad jurídica
Historia del Derecho Mexicano
Derecho indígena o de los
Derecho Derecho
pueblos originarios de
prehispánico indiano
México
Es de resaltarse que, precisamente el reconocimiento actual de una regulación
especial, basada en usos y costumbres ancestrales, para los pueblos y
comunidades indígenas, da sustento o material de estudio al Derecho indígena,
pero a la vez vincula al Derecho prehispánico con esa nueva especialidad jurídica,
dado que le aporta el conocimiento de las raíces de tales prácticas en los pueblos
asentados en el ahora territorio nacional, antes de la conquista europea.
Igualmente, vincula al Derecho indiano, porque estudia, entre otros temas, el
tratamiento que España dio a los indígenas, a través de figuras como la
encomienda, las utopías, las repúblicas de indios, la esclavitud, el peonaje
encasillado y otras figuras o instituciones jurídicas vigentes en la época de la
dominación y que ya se estudiarán en la unidad temática respectiva de esta
asignatura.

Indígena o indio

Conviene hacer observar que, si bien los término indígena o indio, se han venido
aplicando a las personas integrantes de esos pueblos y comunidades, tales
vocablos deben revisarse en su contenido y aplicación, a saber:

Indígena

Deriva del latín indígena, que significa originario (de algún lugar), en ese sentido,
todos somos indígenas de determinado país o localidad; se aplicaba este vocablo
en tiempos del Imperio Romano para hacer mención del origen muy disperso de
sus habitantes.

Indio
Habitante de la India, país peninsular del sur de Asia y obedece a que, como se ha
dicho, el almirante Colón creyó haber llegado a esa región en 1492 y si bien, luego
se percataron las personas europeos de su error, subsistió la costumbre de llamar
a los reinos fundados en América, las Indias Occidentales, de aquí que a las
personas con rasgos étnicos autóctonos se les ha denominado indios o indígenas.

Ambos vocablos lamentablemente han sido utilizados a lo largo de la historia


en sentido peyorativo u ofensivo, marcando desigualdad social, pobreza,
ignorancia y marginación.

Es por ello que ahora se prefiere hablar de las personas integrantes de los


pueblos y comunidades originarias de México, atendiendo además al
contenido de los artículos 1.º y 2.º de la Constitución Política de los Estados
Unidos Mexicanos, el primero en cuanto, en su último párrafo prohíbe cualquier
tipo de discriminación en ofensa de la dignidad de las personas y el segundo por
lo que hace a que reconoce el derecho de ellas para regirse internamente por
sus propias disposiciones ancestrales, manifestadas en usos y costumbres.

Algo similar puede decirse de términos como aborigen, natural, nativo, primitivo y
otros que se han utilizado también como sinónimos de indígena o de indio y
resultan igualmente ofensivos para las personas.

Debe observarse que al hablar de pueblos se atiende a grupos étnicos


concretos, por ejemplo, los coras y huicholes que habitan en las serranías de
Jalisco, Nayarit y Zacatecas, en tanto que comunidades se refiere a entidades con
organización política específica, por ejemplo, el Municipio de Jesús María en
Nayarit.

Igualmente, es de verse que el artículo 2.º constitucional establece que:

Artículo 2.º
La Nación tiene una composición pluricultural sustentada originalmente en los
pueblos indígenas que son aquellos que descienden de poblaciones que
habitaban en el territorio actual del país al iniciarse la colonización y que
conservan sus propias instituciones sociales, económicas, culturales y políticas o
parte de ellas.
[…]

A. Esta Constitución reconoce y garantiza el derecho de los pueblos y las


comunidades indígenas a la libre determinación y, en consecuencia, a la
autonomía para:
[…]

II. Aplicar sus propios sistemas normativos en la regulación y solución de sus


conflictos internos, sujetándose a los principios generales de esta Constitución,
respetando las garantías individuales, los derechos humanos y, de manera
relevante, la dignidad e integridad de las mujeres
[…].

Por lo que puede advertirse, que el reconocimiento de la aplicación de los usos y


costumbres en los pueblos y comunidades indígenas, tiene límites precisos de
respeto a la esfera jurídica de las personas y en particular a la de las mujeres.

Características específicas de su estudio

El Derecho prehispánico como objeto de estudio de la historiadora o historiador


del derecho presenta un primer reto, que consiste en justificar su existencia,
dado que algunos consideran que el Derecho llegó a tierras de América con los
colonizadores europeos, derivado del Derecho romano-germano-canónico,
porque, si bien los pueblos autóctonos ejercían algunas prácticas jurídicas
elementales, no es posible referirnos a las mismas como un Derecho estructurado.

Sobre este punto es necesario hacer una referencia doctrinal y documental:

Referencia doctrinal
El tratadista Rafael Rojina Villegas, se plantea la interrogante de: ¿Cuándo surgió
el derecho?, a lo que propone tomar en cuenta la presencia de tres factores
concadenados, a saber:

En el caso de los pueblos prehispánicos, puede verse el cumplimiento de estos


tres factores.

Por ejemplo…
Si se observa a los aztecas, pueblo más conocido por existir múltiples fuentes de
información y divulgación al respecto. Los aztecas formaban un asentamiento
humano permanentemente unido, contaban con entes u órganos de decisión,
como su monarca o tlatoani y las decisiones de tales entes se imponían en forma
coercitiva.
Se hace la aclaración de que Rojina Villegas utiliza la palabra ente, esto es, un
ser, para posibilitar que pueda tratarse de cualquier tipo de organización
política, desde una democracia parlamentaria contemporánea, hasta una
dictadura o un cacique en una sociedad rústica.

Referencia documental:

códices
crónicas

Con todo lo anteriormente expuesto, es de determinarse la existencia del derecho


entre los pueblos autóctonos de América, por lo que queda justificado su estudio
como una subespecialidad de la Historia del Derecho Mexicano, para el caso
de los asentamientos originarios en el territorio actualmente nacional.
Todavía debe discutirse lo referente a lo rústico o elemental de ese derecho,
porque sus detractores consideran que se trataba de usos elementales que no
alcanzaban ni remotamente la calidad y excelencia del Derecho romano que sirvió
de base al Derecho castellano de los conquistadores.

Por ejemplo…

 En el Derecho romano, entre las causas de esclavitud estaba el nacer


descendiente de esclava, salvo que hubiere sido concebido siendo mujer
libre y, en caso de duda, beneficiar al descendiente con su calidad de ser
humano libre (favor libertatis), en cambio Nezahualcoyotl en Texcoco,
consideraba que todo ser humano nace libre, aun siendo descendiente de
esclava, con lo cual demostró un sentido humanista más profundo que el de
los romanos en este punto.
 Se sabe que entre los aztecas no se conformó una institución jurídica
semejante a la tutela, lo que si sucedió entre los romanos, a fin de tutelar la
persona y los intereses de sujetos incapaces, por ejemplo, los infantes
huérfanos, pero esto sucedió porque los aztecas crearon la figura
del calpulli, barrio de gente conocida y de linaje antiguo (como lo define el
cronista Alonso de Zorita), en donde al darse un caso de orfandad infantil,
la comunidad se hacía cargo del cuidado de los menores, como si fueran
miembros de una gran familia.

Además, el Derecho romano se generó en la civilización romano-bizantina que se


desarrolló de 753 a. C. con la fundación de Roma hasta 1453 d. C. con la caída de
Bizancio-Constantinopla en poder de los turcos, es decir, 2206 años equivalentes
a 22 siglos de desarrollo. En tanto que el derecho azteca, se inició en 1325 con
la fundación de Tenochtitlan y concluyó en 1521 con la toma de esta ciudad por
Hernán Cortés, es decir tuvo una existencia de tan solo 196 años, menos de 2
siglos, que apenas corresponden a cuatro generaciones, si se atribuyen a cada
una, cincuenta años de vida activa, lo cual es sensato. Razón por la cual, resulta
improcedente hacer comparaciones entre ambos sistemas jurídicos.

Una vez determinada la existencia de varios sistemas jurídicos


prehispánicos que justifican el contenido de esta unidad temática, conviene
tomar en cuenta las dificultades que afronta quien investiga para realizar su
trabajo indagatorio, a saber:

Dificultades para la investigación

I. Especialización

La especialización profesional, puesto que por su naturaleza estos temas


requieren para su tratamiento de especialistas como antropólogos, historiadores y
sociólogos especialmente, es decir, de personas que posean conocimientos
profesionales ajenos a los del jurista, por ello es conveniente, en la medida de lo
posible trabajar estos temas en equipos, para que cada integrante aporte al
conocimiento lo referente a sus especialidades.

II. Idiomas

El manejo de idiomas autóctonos, lo que no siempre se da entre los juristas, de


aquí que se recomienda también acudir a personas expertas en estas lenguas
para realizar un estudio profundo de los sistemas jurídicos prehispánicos.

III. Fuentes
El tratamiento y valoración de las fuentes de información disponibles,
particularmente las directas, ya que muchos cronistas no fueron necesariamente
profesionales del derecho y de aquí que en sus escritos se presenten lagunas y
confusiones al tratar de temas jurídicos imperantes entre los pueblos
prehispánicos, hubo excepciones como el de Hernán Cortés, que había estudiado
leyes en Salamanca, si bien no llegó a obtener su título, a pesar de lo cual,
durante un tiempo ejerció  como escribano o notario en Trinidad en Cuba
o Alonso de Zorita que era oidor o juez, primero en Guatemala y luego en la
Nueva España. Por ello es necesario reconocer el contexto biográfico y
social en el que estos cronistas captaron su información y realizaron sus obras a
fin de seleccionar los textos que proporcionen mayor veracidad a una
investigación histórico-jurídica.Por ejemplo…

Entre Fray Bernardino de Sahagún y Fray Diego Durán, ambos misioneros


franciscanos en la Nueva España en el siglo XVI, es preferible acudir al primero
por su rigor metodológico y la confiabilidad de sus informantes.

IV. Autores

El tratamiento de las fuentes directas de autores originarios, como es el caso


de Chimalpaín, Fernando de Alva Ixtlixochitl, Alvarado Tezozomoc y varios más,
exige que se tome en cuenta que estos autores no escribieron sus crónicas en
tiempos de la prehispanidad, sino ya con la influencia de la cultura española que
comenzaba a difundirse por parte de los misioneros religiosos, motivo por el cual,
igual que los cronistas europeos, se vieron contaminados con la perspectiva
propia de una cultura ajena a la que estaban describiendo, es decir, contemplaron
la realidad prehispánica con los parámetros culturales europeos, por lo que no
siempre sus apreciaciones son certeras.

V. Limitaciones
La necesidad de omitir al estudiar el tema prehispánico las
siguientes limitaciones:

 Omisiones, porque hay casos de cronistas que no reseñaron algún


aspecto importante de la vida jurídica de los pueblos originarios, o lo
hicieron de manera breve o deficiente.
 Contradicciones, dado que en ocasiones, un cronista afirma algo opuesto
a lo que dijo otro.
 Falsas interpretaciones, porque algunos cronistas apreciaron o
entendieron equivocadamente algunos aspectos del derecho prehispánico.
 Diferencia de marcos culturales específicos, dado que ya se dijo, los
cronistas europeos apreciaron la realidad prehispánica con los parámetros
que tenían de otra cultura y por ello presentan algunas alteraciones.

Igualmente, la necesidad de evitar:

 Prejuicios, tendencia a emitir juicios valorativos previos a la investigación,


tanto positivos (esas culturas manifestaron un alto grado de honestidad,
sus integrantes eran buenos, responsables, etcétera) o negativos (eran
primitivos, salvajes, carecían de instituciones sólidas, etcétera.).
 Convencionalismos, dar por ciertos algunos hechos sin haberlos
sustentado académicamente y solamente porque la voz popular lo ha
reiterado.
 Autoritarismos, igualmente afirmar algo sin mayor prueba que la de haber
sido expresado por algún autor prestigiosos, recuerde que la ciencia no
rinde culto a los autores, sino que se basa en el resultado de
investigaciones realizadas con apego a la metodología aplicable, por esa
razón, los conocimientos se van modificando y hacen avanzar el
conocimiento científico, más aún cuando se trata del estudio de pueblos
antiguos cuya concepción moderna varía por los descubrimientos recientes
de la arqueología.
Con todas estas características y limitaciones, es conveniente ahora que usted
emprenda con entusiasmo el estudio en reseña de los aspectos jurídicos
principales de algunas culturas prehispánicas de México, en el entendido de que
no se trata de que realice investigaciones profesionales, pero si, que, como
profesional del derecho, posea los conocimientos necesarios sobre estos temas,
que seguramente le serán de utilidad en el ejercicio de su vida profesional.

Fuentes para el estudio del Derecho de los pueblos originarios

En el caso de los aztecas (Pérez, 2008: 61 a 73), sus fuentes de


información son muy ricas y variadas, se compone de:

Fuentes para el estudio de los aztecas

Códices

La palabra sirve para designar a los manuscritos elaborados dentro de la


tradición indígena, los hay anteriores o posteriores a la llegada de los españoles,
aunque la mayoría de los prehispánicos fueron destruidos por los sacerdotes
españoles (sólo quedan entre 15 y 18). Por su temática, pueden ser míticos,
religiosos, históricos, genealógicos, cartográficos, económicos y etnográficos.
Los dos últimos son los más importantes para el estudio del derecho azteca
porque describen sus sistemas de producción, comercialización,
costumbres y sistema socio-jurídico.

Los principales códices son:


Cronistas europeos

Los principales son:

Bernal Díaz del Fray Bernardino de


Hernán Cortés
Castillo Sahagún

Con el propósito de Soldado de Cortés, Escribió Historia


informar a la Corona muy anciano y casi general de las
respecto de sus ciego dictó a su cosas de la Nueva
hazañas en tierras hijo Historia España, obra que
americanas, entre verdadera de la abarca todos los
1520 y 1526 escribió conquista de la aspectos de la vida
cinco cartas, que han Nueva España, es social, jurídica,
sido llamadas Cartas una obra básica de la económica, familiar,
de Relación. historiografía política y religiosa del
mexicana. pueblo azteca.
También se
considera básica
para la historia de
México.

Arqueología

Con sus estudios y descubrimientos, principalmente, en el Templo Mayor y el


Bosque de Chapultepec.

Diferentes estudios

 Estudio comparado de pueblos prehispánicos, por la similitud de


instituciones y principios que compartían.

 Estudio de la lengua náhuatl para comprender el origen y contenido de


las instituciones prehispánicas.

 Análisis comparativo de comunidades de origen indígena en el Valle de


México que conservan sus costumbres prehispánicas.

Historiadores
El mundo Prehispánico en vísperas de la Conquista

La época prehispánica data de 12 mil años a. C., aproximadamente, lo cual está


demostrado con la osamenta conocida como “el hombre de Tepexpan”,
encontrada en la región del Estado de México y de la que, recientemente, se
descubrió fue una mujer. A partir de esa época, inicia la historia de México,
hasta 1521, cuando Hernán Cortés tomó Tenochtitlan y venció a los aztecas, el
13 de agosto de ese mismo año.

Sabía qué?que…?
En 1947 se encontró un cráneo, costillas y huesos largos, se determinó que se
trataba de un individuo masculino de 1.70 m de altura y que tenía alrededor de 55-
65 años de edad, denominándolo “el hombre de Tepexpan”.

Por la posición que guardaban los restos se llegó a especular que posiblemente
había muerto cuando pretendía cazar un mamut junto con sus compañeros. Sin
embargo, en 1960 se revisaron, nuevamente, los restos óseos y se concluyó que
se trataba de una mujer de alrededor de 30 años y su altura era de 1.60 m (Matos,
2014: 86 y 87). Dicho descubrimiento nos permite saber que tanto hombres como
mujeres participaban en la cacería.

La arqueología divide la época prehispánica en seis


horizontes (líneas) culturales:

El estudio del Derecho prehispánico inicia a partir del horizonte


preclásico porque sólo desde entonces hay suficientes y confiables fuentes de
información.

Por otra parte, resalta el hecho de que los diferentes pueblos originarios que se
asentaron en el actual territorio de México, se desarrollaron dentro de marcos
cronológicos diferentes, de esta manera, los mixtecos-zapotecos fueron
culturas prehispánicas contemporáneas a los aztecas, mientras que los olmecas
no compartieron el mismo tiempo con ellos.

La actual distribución geográfica es muy diferente de la que tenían los pueblos


prehispánicos. La región que actualmente ocupa la República Mexicana se divide,
para su estudio, en Oasisamérica, Aridoamérica y Mesoamérica.

Mesoamérica integra una macrorregión cultural de gran diversidad étnica y


lingüística, cuya unidad cultural se basa en la agricultura del maíz y el uso de dos
calendarios (uno ritual de 260 días y otro civil de 365 días). Su estudio
comprende cronológicamente siete periodos.

El siguiente cuadro de López y López (2000: 17) resume


las características distintivas de cada periodo:

CRITERIO MANIFESTACIÓN PERIODO FECHA

Patrón de Sedentarismo Preclásico


2500 a. C.
subsistencia agrícola temprano

Relación de Jerarquización Preclásico


1200 a. C.
producción social medio

Relaciones
político- Capitales Preclásico
400 a. C.
económicas protourbanas tardío
regionales

Diferenciación Clásico 150/200    d.


Urbanismo
campo-ciudad temprano C.

Declive de los
Relaciones grandes Estados
político- hegemónicos y
Clásico tardío 650 d. C.
económicas proliferación de
interregionales capitales
regionales

Relaciones
Regímenes
políticas de Posclásico
supraétnicos 900 d. C.
dominio temprano
zuyuanos
hegemónico
Relaciones
Ruptura de
políticas de Posclásico
regímenes 1200 d. C.
dominio tardío
zuyuanos
centralizado

Fin de
Conquista Colonia 1521 d. C.
Mesoamérica

Es importante entender cómo era la vida de la cultura más importante y dominante


del territorio que actualmente es México; los mexicas y de esta manera,
comprender el choque de culturas y paradigmas que se dio durante la llamada
“conquista” que generó los procesos sociales que han dado como resultado el
presente.

La cultura más destacada del México prehispánico es la mexica (Pérez, 2008: 58 a


61), lo que puede deberse a que era el pueblo que tenía la hegemonía a la
llegada de los españoles, además de que fue el más conocido y estudiado.
El origen de esta cultura se remonta a un lugar ubicado en el norte de la actual
República Mexicana, Aztlán o Chicomostoc (lugar de garzas, de la blancura o de
los lagos), de donde proviene el nombre de aztecas. Los aztecas eran de origen
chichimeca, es decir, bárbaros del norte; en su peregrinación hacia el sur se
integraron en siete tribus (tecpanecas, xochimilcas, chalcas, tlaxcaltecas,
acolhuas, tlahuicas y mexicas) a las que se denomina nahuatlacas, por su lengua
común, el náhuatl.

Desde Aztlán, los aztecas peregrinaron durante muchos años hasta establecerse
en el Valle de México, donde la tribu mexica fundó Tenochtitlan, que duró 196
años (1325-1521 d. C.), a lo largo de los cuales los aztecas lograron realizar todo
su ciclo histórico (Origen, esplendor y decadencia). Este ciclo suelen tenerlo las
civilizaciones (por ejemplo, la egipcia, la griega y la romana) al cabo de muchos
siglos, pero recorrerlo en sólo dos siglos, con un promedio de ocho generaciones
(una por cada 25 años), es decir, de un tatarabuelo a un bisnieto, es algo insólito
en la historia universal.

La sociedad mexica se componía de diversos grupos muy bien delimitados, de


los que era virtualmente imposible salir y eran tan cerrados que era igualmente
difícil integrarse a uno. El ascenso social era por mérito y se daba en casos muy
contados.

La vestimenta distinguía a las clases sociales y sus categorías, de acuerdo con


su rango, influencia, riqueza, honores en la guerra, etcétera. Los atuendos de
la nobleza eran de algodón fino, este elemento se encontraba tanto en sus
atavíos, como en las cortinas, cojines, sábanas y toldos de sus viviendas y
jardines; de acuerdo con su rango y jerarquía, usaban plumajes, cortes de cabello,
adornos, piedras y metales preciosos. La clase plebeya vestía de fibras ásperas
de maguey, con prendas muy austeras.

Los principales grupos sociales fueron:

1. Pipiltin

Fue la clase dirigente, la “nobleza”, quienes tenían varias categorías de acuerdo


con sus funciones, su importancia personal o su honorabilidad; así como también,
dentro de la misma clase se distinguían por su riqueza o influencia (cercanía al
poder central).

Esta clase social se encontraba, de la forma en que ya hemos descrito,  exenta


del pago de impuestos. Desde muy jóvenes recibían instrucción de acuerdo con
su rango.

Los nobles que poseían un cargo, por lo regular administrativo o político, se


denominaban tecuhtli. Dentro de ellos, se tenía al huey tlatoani (emperador), a
los militares de alto rango, los funcionarios, las y los soberanos de pueblos
sometidos al imperio azteca que acordaban confederarse de buena voluntad,
también lo podía ser un jefe o jefa de aldea (a quienes los españoles nombraron
caciques).

A los tecuhtli les eran asignadas tierras para su provecho, podían vivir en palacios


de diversas categorías (teccalli), la población a su cargo les proveía de abasto
alimenticio y servicio doméstico y  ellos la representaban en los asuntos de
gobierno. Por parte del tlatoani, se les proporcionaba telas, vestidos, víveres
diversos y a él rendía cuentas. El cargo era, regularmente, vitalicio, pero no
heredable.

2. Gobierno

Algunos ejemplos de cargos públicos (tecuhtli):

 Huey tlatoani. Máximo  gobernador y emperador, de facultades


omnímodas en materia administrativa, política, social, legislativa, tributaria,
militar, de administración de justicia, económica y comercial, de algunos
aspectos religiosos, entre otros.
 Cihuacóatl. Era el ministro del interior. Tenía competencia sobre
sentencias judiciales y voto importante en el área administrativa y política.
 Tlacatécatl. Juez principal o ministro de justicia.
 Teotehcutli. Supremo sacerdote.
 Huehuetque. Consejo de ancianos.
 Clapixque. Recaudadores de impuestos.

3. Milicia
 Tlacatecuhtli. Era el máximo mérito y cargo militar para un noble. Mandaba
a los ejércitos locales, apostados, aliados y sometidos.
 Tlacateccatl. Mandaba a los hombres de guerra.
 Tlacochcalcatl. Responsable del depósito de las armas.

4. Pochteca
Se trata de una casta de comerciantes con ciertos privilegios, debido a que eran
espías y, se dice, hasta defensores de los territorios del tlatoani. Se dedicaban al
comercio y podían hacer lazos familiares con la nobleza, pero siempre existió una
división marcada. Viajaban con sus cargas de mercancía, disfrazados de vasallos
o cargadores.  Llegaban a poseer grandes fortunas y podían enviar a sus hijos al
Calmecac.

5. Macehual

Era la población común, libre. Rendían tributo al emperador y se sometían a las


disposiciones de éste.

Se dedicaban a labrar la tierra y a la cosecha en tiempos de paz. En la guerra


eran soldados de bajo rango. Acudían desde temprana edad a  aprender ambas
artes al Telpuchcalli.

6. Esclavitud

Para esta temática, ingrese a la Biblioteca Jurídica Virtual, del Instituto de


Investigaciones Jurídicas de la UNAM, y localice el texto de Josef Kohler, El
derecho de los aztecas.  Ubique lo que el autor dice sobre la esclavitud entre los
mexicas y descubra si es falso o verdadero que:

1. Las principales fuentes de esclavitud eran el adulterio y la guerra.


2. La población esclava podía tener fortuna y familia.
3. Las personas vendían y apostaban a sus hijos e hijas como esclavos y
esclavas.
4. Estaba prohibido vender a las y los esclavos.

Derecho Olmeca

La cultura olmeca ha sido considerada por quienes estudian historia como la


cultura madre, es decir, la cultura más antigua conocida en Mesoamérica. De ahí
la importancia de conocerla. Al ser tan antigua, las fuentes que se tienen de ella
no son tan vastas como las de la cultura mexica; muchos de los datos que se
tienen están basados en suposiciones con base en los hallazgos de vestigios de la
cultura.

Debido a su antigüedad (preclásico), la cultura olmeca es considerada como


la civilización inicial de nuestro territorio; sin embargo, han llegado hasta
nuestros días muy pocos datos relacionados con su derecho.

En el ámbito histórico-jurídico, podemos decir que la cultura olmeca contó con una
sociedad compleja y organizada, sometida al predominio de una élite
sacerdotal (Pérez 2008: 44).

Derecho maya

La cultura maya representa uno de los logros más elevados dentro de las
civilizaciones mesoamericanas, que ocupó un vasto terreno (de la península de
Yucatán hacia Centroamérica) y se desarrolló en amplios sectores de la ciencia y
la técnica. El ámbito jurídico no es la excepción, aunque a la llegada de los
españoles muchos aspectos de esta cultura se encontraban en franca decadencia;
sin embargo, es una cultura vigente.

Los mayas celebraban contratos civiles y mercantiles, con testigos con los que
bebían públicamente para efectuar la operación (Pérez, 1983:92).
De su derecho nos han llegado datos acerca de las materias familiar y
penal (Cruz, 2004: 7 y 8). Entre sus actos jurídicos destaca el matrimonio

 que era de carácter matriarcal y permanente, por lo que se piensa que las


mujeres tenían un papel importante en la sociedad. La edad para contraer
matrimonio era 18 años para los hombres y 14 para las mujeres, no se permitía el
matrimonio entre personas del mismo apellido, aunque existía la poligamia entre
los nobles, la regla general para la población era la monogamia. Existía
el divorcio, que consistía en el repudio de la mujer o del hombre.

Su derecho penal era muy severo, consideraban delitos el robo, el homicidio, el


adulterio y la lesa majestad; el castigo consistía en una pena igual al crimen
cometido.

Derecho azteca

El derecho azteca posee cierta dificultad para ser definido propiamente, ya que,
como en otros casos, sólo podemos entenderlo en relación con términos y
analogías occidentales. Sin embargo, se presentan las
siguientes características de este derecho, con la intención de que se forme una
idea propia al respecto:

 Fue un conjunto de disposiciones jurídico-legales, aparentemente basadas


en la percepción cósmica de los mexicas.
 Podía ser consuetudinario (costumbres reconocidas y compartidas por
una colectividad) o escrito.
 Era de aplicación general o podía ser acotado a ciertos grupos.
 Era de carácter público o privado.
 Era muy rígido en su aplicación, debido a que la religión tenía directa
injerencia en la vida de los aztecas; desafiar la ley, era en muchos casos,
retar a los dioses.
 Se formaba con disposiciones dictadas, reformadas, derogadas o
corroboradas por el tlatoani (y, en ocasiones, en conjunto con monarcas
aliados).

El derecho azteca (Cruz, 2004: 21) era el reflejo de la


religión de Huitzilopochtli y descansaba en el orden cósmico, la misión del
pueblo y las aspiraciones de grandeza de la religión. La ley era muy severa,
intervenía en la vida cotidiana y a mayores responsabilidades (gobernantes)
les aplicaba mayores castigos si infringían la ley, por lo que, existía una
conciencia de respeto al orden jurídico, la mayoría de las personas tenían
una conducta social correcta.

Derecho civil

Para el pueblo azteca, la familia era una institución básica, íntegra y siempre


mostraron respeto por ella. El régimen familiar era patrilineal (la herencia,
tanto social como económica, provenía de la línea paterna) y el matrimonio
solía ser monogámico entre la clase plebeya y poligámico para la clase
noble.

En relación con la esclavitud (Pérez, 2008: 86 y 87), no funcionaba igual que


en Europa, porque el tlacollis no se consideraba una cosa, sino que seguía
siendo persona, gozaba de algunas libertades y, más que hablar de esclavitud,
estaba sujeto a diversas clases de servidumbres.
Derecho público y administrativo

Lo que los europeos llamaron imperio azteca (Pérez, 2008: 75, 76 y 84) era una
confederación de tres pueblos: México-Tenochtitlán, Texcoco y Tlacopan o
Tacuba, cada uno encabezado por su caudillo o tlatoani.

México-Tenochtitlan era gobernada por un tlatoani (equivalente a jefe de


Estado), vitalicio con gran poder político, judicial, religioso y militar;
un cihuacóatl (equivalente a jefe de gobierno), vitalicio, era nombrado por
el tlatoani y ejercía todas las funciones de gobierno, incluso gobernar a la muerte
de éste.
Con el tlatoani, en calidad de Consejo estaba el tlatocan, integrado por las
personas que dirigían los 20 calpullis. De este consejo emergía otro cuerpo
colegiado supremo: el tlatocaltzin, que era supremo y permanente, con
integrantes de carácter vitalicio, se componía por el cihuacóatl, los tlacatecutlis,
el tlacochcálcatl (jefe de arsenal) y el tenochca (sumo sacerdote). Su función era
aconsejar al tlatoani en las grandes decisiones; a la muerte de éste, el cihuacóatl
convocaba al tlatocaltzin, para que junto con los tlatoanis de Tacuba y Texcoco
decidieran la designación del nuevo tlatoani mexica.

Lo que ahora se denomina servicios públicos era proporcionado a la comunidad


por quien dirigía al calpulli, pues contaba con un grupo de personas esclavas para
mantener las calles limpias y con hombres armados para garantizar la paz pública.
También llevaban la cuenta de su población, sabían cuántos nacimientos,
defunciones y matrimonios se efectuaban y diariamente se reunían con
el cihuacoatl para darle cuenta del estado que guardaban sus barrios.

Derecho penal

Casi en todas las culturas prehispánicas, el derecho penal era muy severo. A
diferencia de lo que comúnmente podría pensarse, las penas aplicadas a la clase
noble, por conductas inapropiadas, eran especialmente severas e implacables.
Se distinguía el delito doloso (El que se comete con conciencia, es decir, la
persona autora quiso hacer lo que hizo) con penas crueles y extremas del delito
culposo (La falta se produce a partir de no cumplir ni respetar la obligación de
cuidado) en el que se hacía subsanar la falta mediante la indemnización. Los
castigos eran iguales para quienes perpetraban el crimen que para
sus cómplices y quienes lo encubrían.

Derecho mercantil

En virtud de que el comercio (Cruz, 2004: 18) estaba a cargo de la clase


denominada pochteca, ésta tenía sus propios tribunales, ya que realizaba
diversas formas de contratos y préstamos dirigidos a facilitar el comercio.
Derecho procesal
Entre el pueblo azteca, el proceso judicial era oral, pero se levantaba testimonio
de todo lo ocurrido con jeroglíficos, de manera semejante a un expediente,
realizado por el tlacuilo (escribano). Este registro quedaba en el juzgado.
Las audiencias podían ser públicas o privadas.

Si bien es cierto (Cruz, 2004: 34) que entre los aztecas


existían tribunales encargados de la solución de una gran gama de conflictos y
contaban, además, con una serie de disposiciones que regulaban la vida
diaria de los mexicas, tanto en la parte pública como privada, a la llegada de los
españoles, los aztecas no habían separado las pautas religiosas y puramente
sociales de las propiamente jurídicas, no reconocían cuáles, entre las normas que
los regían, eran derecho de las que eran estrictamente religiosas, es decir, no
habían secularizado el derecho.

Reflexión
Si entendemos la recepción del derecho como el proceso histórico de adopción o
asimilación voluntaria por parte de una sociedad de las instituciones jurídicas de
otra, podemos afirmar que en América no hubo recepción del derecho castellano
porque se trató de un proceso de conquista; simplemente se implantó un nuevo
sistema, que respetó, en lo posible, las antiguas costumbres.

El impacto del orden jurídico de los pueblos originarios en el Orden jurídico


Novohispano

Al sobrevenir la conquista y colonización españolas en México, fue necesario


realizar un proceso de transculturación, que implicó la fusión cultural de las dos
realidades. España y la Nueva España, tomando como base primordial la
presencia de las civilizaciones asentadas en este último territorio.

Los españoles entonces se encontraron ante una realidad discordante, porque


mientras en algunas regiones se contaba con altos índices de desarrollo, había
otros viviendo de la manera más primitiva (toltecas, chichimecas), por esa razón
tuvieron, como ocurrió en toda la América hispana, que establecer instituciones
de gobierno y de organización diversas.

Desde el principio se dictaron, como será visible a usted al estudiar más adelante
en este curso el Derecho indiano, medidas protectoras para hacer menos penosa
la situación de los habitantes autóctonos de estas tierras, situación que no dejó de
ser inconveniente, porque al proteger a un sujeto, se le vuelve dependiente y se
mantiene su estado de postración y necesidad.

Para organizar el trabajo de los indígenas se establecieron instituciones tan


variadas como las utopías, la esclavitud (abolida para los indios en 1542),
la encomienda, el repartimiento, el peonaje asalariado y los obrajes,
instituciones que, como se ha dicho, se estudiarán más adelante.

Por otra parte, se establecieron poblaciones o repúblicas de españoles y otras de


indios, para que éstos vivieran de acuerdo con sus antiguas prácticas jurídicas y
económicas, siempre que no se atentara contra las leyes dictadas por los
europeos o contra los principios de la fe cristiana, así se ordenaba, por ejemplo,
en las llamadas Leyes de Indias de 1680.

Tal situación permitió la permanencia de prácticas prehispánicas a lo largo de


la época colonial o indiana, su paso hacia los siglos XIX y XX y su subsistencia en
la actualidad, lo que da contenido y sentido a lo dispuesto en el artículo 2.º
constitucional, cuando reconoce a la Nación como una entidad multicultural,
conformada primordialmente por los pueblos originarios, que derivan de los
asentados en este territorio antes de la conquista y que han logrado mantener sus
instituciones o parte de ellas y que ahora se expresan a través del ejercicio
de usos y costumbres.

Esto, como ya se ha dicho, no debe dejar desapercibido que en usos y


costumbres ya se encuentra una enorme influencia de la cultura europea, lo que
equivale a decir que no pueden considerarse enteramente puras.

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