Está en la página 1de 4

1

Un Mundo en Decadencia

Todas la familias dichosas se parecen entre sí, del mismo modo que todas la
desgracias tienen rasgos particulares comunes.
(Ana Karenina, Leon Tolstoi)

El siglo XX se ha erigido como la época donde se ha alcanzado los mayores logros de la


humanidad en cuanto a progreso científico, tecnológico, farmacéutico y en definitiva en todos
los aspectos materiales. Mediante el dominio de la técnica y la instrumentalización de la razón ha
sido posible el alcance del tiempo mismo, gracias a las diferentes tecnologías y la masiva
creación de artefactos que brindan una mayor calidad de vida y esto se ve reflejado en el aumento
de la esperanza de vida del individuo del siglo XX con respecto a siglos anteriores, y por
supuesto lo acompaña la comodidad, el confort y su relativa accesibilidad; en este sentido
podemos afirmar que ha sido y fue un siglo que dejo consigo en una mejor postura a la especie
humana para satisfacer sus necesidades. Este siglo ha visto nacer la primera aeronave surcando
por los cielos pues en 1903 Charles Lindberg atraviesa  el Atlántico, demostrando lo eficiente
que era este nuevo medio de transporte también se produjeron los avances en diferentes campos,
en la medicina fue la Penicilina en y el Desarrollo de la genética en 1928, en 1942 el Primer
reactor nuclear, en 1969 el hombre pisó la luna, en 1942 la Aparición de las consolas y
posteriormente la masificación de los medios de comunicación que permitieron conectar al
planeta en todas sus direcciones cardinales.

Sin embargo cabe al respecto analizar lo que ha dejado a su paso todos estos grandes avances,
pues para ello entonces sería conveniente formularse algunas cuestiones al respecto, ¿Qué ha
implicado para la humanidad el ‘desarrollo’? ¿Qué planeta tenemos como herencia del siglo
veinte y de sus impactos? ¿Qué acciones se deben de tomar en términos holísticos a la postre de
la comprensión de este siglo? ¿Qué implico el uso de la instrumentalización de la razón? Indagar
en estas cuestiones es un ejercicio que no solo insta a una reflexión de lo que fue, pues en este
sentido tan solo serían letras que terminarían en la gaveta de un escritorio con suerte, la palabra y
el verbo deben cobrar vida no solo en la conciencia y la resultante emancipación de nuestro
destino sino y más importante debe convertirse en un deber ser, es decir, en acciones que
promuevan y pugnen con una sincera compresión lo que implica el análisis de un siglo y lo que
2

dejo consigo, ya que la mayor conquista del siglo anterior no se debe a los diferentes artefactos
que hoy están presentes para la humanidad sino la capacidad que tiene el ser humano para la
transformación.

La literatura por su envergadura reflexiva, compresiva y poética, estética es una fuente que
permite un acercamiento a estas cuestiones planteadas, por esta razón se pondrán en contexto
como analogías que abran y permitan la bifurcación de los temas planteados diferentes personajes
y obras literarias. Ana Karenina es una obra que permite una reflexión del contexto social y
cultural que antecedió al siglo XX, pues en esta grandiosa obra literaria se narra la vida del
personaje Ana Karenina, una mujer que padece el peso de su sociedad, el peso coactivo de los
prejuicios de que están moldeando constantemente a los individuos restringiendo así su ser y la
forma de manifestarlo y compartirlo, lo que terminara acercándola a la demencia y al suicidio no
voluntario sino inducido.

Esta novela refleja las consecuencias de la idealización, puesto que Ana Karenina en un aspecto
central decide entregar todo lo que es a costa del ideal del amor, en relación con la sociedad del
siglo XIX se puede afirmar que es una sociedad en la que se marcó esencialmente por el
idealismo y lo que fundamento el desarrollo y la constitución del gran boom científico del siglo
XX, sin embargo la rienda suelta a esta idealización en el caso de la sociedad y del amor a ciegas
de Ana muestran que el recorrido de este camino a ciegas trae consecuencias terribles para
ambos: por un lado la vida de Ana termina con el extermino de sí misma y en el caso de la
sociedad en general, en su amplio sentido hoy en el siglo XXI se habla de exterminio masivo de
diferentes especies y formas de vida natural, del calentamiento del planeta a cauda del desarrollo
de gas de efectos invernadero generado por la quema de combustibles fósiles y de más gases
mortales para la atmosfera, el cambio en los arrecifes, los ecosistemas marinos por la gran
contaminación, el aumento del éxodo de refugiados ya no solo por la guerra pues también de
refugiados por el calentamiento global este contexto Leon Tolstoi con esta gran novela le advierte
al mundo del peligro que está asumiendo al desatar una carrera irracional en busca del ideal, en
un caso (la novela) es el amor y en la humanidad es el ‘progreso’ que se está convirtiendo en el
camino hacia el exterminio de la vida tal como se conoce hoy, el suicidio colectivo, es decir,
estamos llegando a lo que se podría denominar como la época de la decadencia humana. Y es
precisamente esta la alusión que induce el epígrafe, todas las desgracias tienen rasgos similares
3

entre sí, por ello es necesario la compresión de la decadencia y sus impactos puesto que aún
estamos a tiempo para reanudar nuestra emancipación como humanidad. Pero aún hace falta algo
en esta reflexión y es evidenciar como se da el paso a la atomización de la vida humana.

En nuestra época, amigo mío, el dinero es la miel…. de la humanidad.


(Crimen y castigo, Fiódor Dostoievski)

Raskólnikov es el personaje de la obra principal de Crimen y castigo  este personaje se caracteriza


por vivir una vida acosada por las condiciones precarias económicamente, también por ser un
misántropo puesto que su mundo transcurre y gira en torno al culto del ‘yo’ una de las grandes
herencias del siglo veinte es precisamente el auge y la gran tendencia del individualismo, es
decir, de la separación entre los sujetos cada vez más, pero esta esta fragmentación social tiene
una causa y ella se llama: el triunfo del capitalismo, ya que este sistema económico genera una
condiciones precarias para la reproducción de la vida en la sociedad, esto se debe al cambio de
una economía colectiva (feudal) a una economía de mercado, que se fundamenta esencialmente
en la división del trabajo, generando esto una reproducción masiva de mercancías y por ende
proyectando un consumismo desbocado para su mantenimiento, pero el consumismo logra como
efecto frontal la particularización de los sujetos, esto implica el aislamiento generalizado, ya que
el ser genérico, es decir, lo humano, ya no se reconocen a los personas en su humanidad sino que
se cosifican, primero en la explotación que impone el sistema capitalista, en segundo término ello
implica la deshumanización de los sujetos al no reconocerse entre asimismo y priorizar las
diferentes mercancías usando diferentes estrategias para alcanzarlas con confiando en la promesa
ahora de la felicidad que emanan de estas, para este logro es necesario reproducir una serie de
estrategias que vinculen al individuo no por el reconocimiento de su humanidad sino como fin
para el alcance de logros egoístas, Raskólnikov vive asediado no tanto por la precariedad
económica impuesta por las condiciones de su contexto, la mayor precariedad la padece cuando
deshumaniza a la señora de la casa de empeño al quitarle la vida inducido por la condiciones pero
estas condiciones no reflejan la maldad del hombre en sí, más bien reflejan la maldad que encarna
un sistema que reproduce y se sostiene a costa de la atomización humana y de la enajenación que
genera.
4

Así pues Raskólnikov es el símbolo de una decadencia también inducia de por las circunstancias
de las condiciones y las posibilidades que configura la realidad, por ello el dinero es el bien más
codiciado llevando incluso al extermino de la vida humana misma.

La humanidad verdaderamente merecerá su nombre el día que haya cesado la explotación del
hombre por el hombre. (Cronopios y famas, Julio Cortázar)

La construcción de una humanidad es una responsabilidad que depende de la conciencia que le


impongamos a cada uno de las acciones que se llevan a cabo, en el día a día, este es el mensaje
que nos regala uno de los grandes escritores del siglo XX, Julio Cortázar, en este pequeño
fragmento de cronopios y famas donde hace una gran reflexión acerca de la sociedad capitalista,
es decir, la sociedad repleta de antagonismos, en una parte los cronopios que están a merced de lo
que demanden e impongan los famas, mientras la praxis no se imponga en nuestra vidas de
forma vehemente, es decir la unión entre conciencia y práctica, pensamiento y acción es muy
probable que tan los escritos de Cortázar, Dostoievski, Tolstoi y este terminen con suerte en una
gaveta de escritorio.

También podría gustarte