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Separata Repaso de Nociones Lógicas

Decimos que un argumento es intuitivamente válido cuando su conclusión se sigue, intuitivamente,


de sus premisas.

Argumento deductivo: Su conclusión se sigue de manera absoluta de las premisas. Son argumentos
válidos.

Argumento inductivo: Que no es deductivo, pues premisas dan grado de certeza a la conclusión.

Un argumento es lógicamente válido en virtud de su forma lógica. Considérese el ejemplo:

O bien nuestras experiencias conscientes son fundamentadas por estados funcionales, o


bien la conciencia sigue siendo un misterio. Pero nuestras experiencias conscientes no son
fundamentadas por estados funcionales. Por ello, la conciencia sigue siendo un misterio.

El esquema representativo de este argumento es: O bien p o bien q. Pero no p. Por ello, q.

El argumento es válido dado el esquema de arriba. Sin embargo, puede haber ejemplos
intuitivamente válidos que no son válidos en virtud de su forma. Considérese:

Garfield es un gato. Por lo tanto, Garfield es un mamífero.

El esquema representativo de este argumento es: p. Por lo tanto, q.

No es válido según su esquema dado.

Considérese ahora los componentes de un argumento, es decir, las oraciones. Decimos que una
oración es lógicamente verdadera en virtud de su forma lógica. Aquí algunos ejemplos:

Dos es par o dos no es par.

No es el caso que un número es par e impar a la vez.

Los esquemas representativos de estas oraciones serían las siguientes:

P o no p.

No es el caso que p y no p.

En virtud de su forma, son verdaderos. Sin embargo, hay casos de oraciones que no son verdaderas
en virtud de su forma, como “El uno es impar”. Esta oración es verdadera, pero no es una verdad
lógica.

Ahora bien, ya que se está hablando de forma lógica, considérese que es muy difícil interpretar qué
es una forma lógica. No obstante, es plausible afirmar que un argumento es válido según su forma
lógica, o una oración es verdadera según su forma lógica, en medida que cada instancia de
sustitución adecuada de esa forma es válida (o verdadera). Dicho de otro modo, considérese otra vez
el esquema de fórmula “O bien p o bien q. Pero no p. Por ello, q”. Este esquema es válido en virtud
de que cada instancia o caso de ese esquema también lo es. Sigamos nuestras intuiciones lógicas y
veamos las siguientes instancias de esta forma:

O bien es valioso el estudio de los precios, o bien uno debe pasar más tiempo valorando
otras cosas. Pero no es valioso el estudio de los precios. Por ello, uno debe pasar más tiempo
valorando otras cosas.
O bien muchos se guían por el lenguaje emocional anti-esclavitud, o bien la esclavitud es
mala. Pero es falso que muchos se guíen por el lenguaje emocional anti-esclavitud. Por ello,
la esclavitud es mala.

Pueden tener diferencias con respecto a las conclusiones, o las premisas, de estos argumentos en
aislado. Pero son ejemplos de argumentos válidos porque explícitamente muestran una forma lógica
válida. Es imposible que, asumiendo la verdad de sus premisas, su conclusión sea falsa.

Ahora bien, podemos extender el alcance de la aplicación lógica a enunciados de nuestra lengua
castellana, a partir de considerar las paráfrasis de argumentos. Instancias equivalentes al esquema
de fórmula anterior, pero que no usen las expresiones “o bien… o bien”, “no” ni “por lo tanto” son
las siguientes:

Tus creencias siempre son correctas u hoy estás autoengañándote. Pero es falso que tus
creencias siempre sean correctas. Por lo tanto, hoy estás autoengañándote.

O el doctor le da las pastillas, o el niño seguirá vomitando. No es el caso que el doctor le dio
las pastillas. En consecuencia, el niño seguirá vomitando.

Estos cambios estilísticos de reemplazo de palabras conectores hacen que esos argumentos sigan
siendo instancias válidas, pues siguen siendo válidas en virtud de su forma lógica.

Por otro lado, para comprobar la validez de los argumentos, requerimos también el valor de verdad
de la fórmula completa, y para ello, requerimos saber el valor de verdad de las partes. El método de
tablas de verdad nos permite escalar hacia ello, pues es un método decisorio. Lo es precisamente
porque viene a ser un procedimiento efectivo para establecer el valor de verdad de una determinada
fórmula, considerando el número finito de combinaciones posibles de las partes de esa fórmula
según la asignación de valores de verdad. Los árboles semánticos también son métodos decisorios.

Paso a lógica de predicados:

Fíjense en el siguiente argumento:

Todos los humanos son mortales.

Sócrates es humano.

Luego, Sócrates es mortal.

Intuitivamente, ¿es válido o no?

¿Cómo simbolizamos esto?

//∴r

Considérese este otro:

Algunos filósofos admiran la Lógica.


Ningún filósofo admiran a los charlatanes.

Por lo tanto, ninguna persona que admire la lógica admira a los charlatanes.

Intuitivamente, ¿es válido o no?

¿Cómo simbolizamos esto?

~q

//∴ ~r

Las oraciones que componen estos argumentos tienen una estructura válida que LP no es capaz de
capturar. Como la validez del argumento es una propiedad de esa estructura, LP no nos da el
resultado esperado. Requerimos pasar a un nuevo lenguaje formal para capturar adecuadamente la
fuerza interna de argumentos como K y L.

Referencias:

Curso de Kit Fine y Joshua Schecter – Advanced Logic (2001).

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