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Vladimir Propp RAICES HISTORICAS DEL CUENTO a COLOFON S.A. Titulo original: Istoriceskie korni volsebnoj skazki ‘Traduccién: José Martin Arancibia Tercera edicién en Colofén S.A.: 2000 © Colofén, S.A. Prolongacién San Antonio, 139 Col. Carola 01180 México D.F. Teléfonos: 515 88 93 - $72 53 48 i Fax: 273 75 35 ISBN 968-867- 005-7 Impreso y hecho en México =“ Printed and made in Mexico CAPITULO I. PREMISAS 1. Problema fundamental Antes de la revolucién, el folklore era una creacién de las clases oprimidas: campesinos analfabetos, soldados, obreros y artesanos semianalfabetos. En nuestros dias, el folklore es, en el verdadero sentido del iérmino, una creacién popular. An- tes de la revolucién, el folklore era una ciencia que operaba de arriba hacia abajo. Consistfa en una especie de filosofia abstracta, se mostraba ciega ante su dindmica revolucionaria, se agotaba en la literatura y por eso era considerada como una rama de los estudios literarios. En nuestros dias, el folklore se ha convertido en una ciencia auténoma. Durante el periodo que precedié a la revolucién, sus métodos resultaban impoten- tes frente a su complejo problema: aparecfan las teorfas una tras otra y ninguna de ellas soporta una critica algo seria.. Hoy, el método del marxismo-leninismo, el método de Marx, de En- gels, de Lenin, de Stalin, permite abandonar el camino de la teorizacién abstracta y emprender el de la investigacién con- creta. ePero qué significa estudiar concretamente el cuento, y por dénde hay que empezar a hacerlo? Si nos limitamos a compa- rar los cuentos entre si, permanecemos en el Aambito del com- paratismo. Nosotros pretendemos ampliar el marco de la in- vestigacién y hallar la base histérica que hizo surgir el cuento maravilloso. Por el momento nos limitamos a formular de modo genérico el problema de la investigacién de las raices histéricas del cuento maravilloso. A primera vista no parece que haya nada de nuevo en la formulacién de este problema. Ya se intenté anteriormente es- tudiar histéricamente el folklore. El folklore ruso ha tenido toda una escuela histérica, cuyo dirigente fue Vsévolod Miller: Asi, por ejemplo, en su curso sobre la literatura oral rusa, Speranskiy dice: «Estudiando la leyenda épica oral, nos esfor- 5 zamos por adivinar el hecho histérico que constituye su base, y, partiendo de tal presupuesto, demostramos la identidad del tema de la leyenda épica oral con determinados acontecimien- tos o ciclos de acontecimientos que conocemos» (1). Nosotros no pretendemos adivinar los hechos histéricos ni probar su identidad con el folklore. Para nosotros la cuestién se presenta de modo absolutamente distinto. Queremos indagar a qué fe- némenos (y no acontecimientos) del pasado histérico corres- ponde el cuento ruso y hasta qué punto lo ha producido y hecho nacer ese pasado. En otras palabras, nuestro intento. consiste en descubrir las fuentes del relato maravilloso en la realidad histérica. El estudio de la génesis de un fenémeno no constituye atin el estudio de la historia de tal fenémeno. El estudio de la historia no puede Ilevarse a cabo en un momento, es obra de largos afios; no es obra de la ciencia folkloristica marxista que esta surgiendo de nosotros. El estudio de la gé- nesis es el primer paso en esta direccién. Este es el problema fundamental que se plantea nuestro trabajo. 2. Significado de las premisas Todo estudioso parte de determinadas premisas, que exis- tian en él ya antes de que se pusiese al trabajo. Ya desde 1873 habia sefialado Veselovsky la necesidad de clarificar ante todo a nosotros mismos nuestros propias pos- turas, de considerar criticamente nuestro método (2). Toman- do como ejemplo del libro de De Gubernatis Zoological Mytho- logy, Veselovsky demostré cémo la falta de autocontrol conduce a conclusiones erréneas, a pesar de toda la erudiccién y capa- cidad de combinacién del autor de la obra. En este punto, resultarfa preciso un bosquejo critico de la historia de los estudios sobre el cuento. No lo vamos a hacer. La historia de esos estudios ha sido trazada ya repetidamente y no sentimos la necesidad de enumerar esas obras. Pero si nos planteamos la pregunta de cémo es posible que hasta la fecha no se hayan conseguido resultados completamente segu- ros y reconocidos por todos, vemos que a menudo tal hecho (1) M. Speranskiy, La literatura oral rusa, Mosci, 1927, p. 222 (en ruso). (2) A. N. Veselovskiy, La mitologia comparada y su método, vol. XIV de las Obras, 1938, pp. 83-128 (en ruso). 6 se debe justamente a que los autores han partido de premisas erroneas. La Iamada escuela mitolégica partia de la premisa de que la semejanza aparente de dos fendmenos, su analogia aparente, constituye la prueba de su vinculacién histérica. As{, por ejem- plo, si el héroe crece no de dia en dia, sino de hora en hora, ese crecimiento répido debe reflejar el del sol por encima del horizonte (3). Pero, en primer lugar, el sol no crece ante nues- tra vista, sino que disminuye, y en. segundo lugar, la analogia no es lo mismo que la vinculaci6n histérica. Una de las premisas de la denominada escuela finesa con- siste en la suposicién de que las formas que se encuentran con més frecuencia que otras son también caracteristicas de la for- ma primordial del tema. Dejando aparte el hecho de que la propia teoria de los arquetipos del tema exige ser probada, veremos repetidamente cémo las formas arcaicas se hallan muy de tarde en tarde y cémo con frecuencia son suplantadas por nuevas formas que tuvieron una difusién universal (4). Se pueden dar muchos ejemplos al respecto, y en la mayoria de los casos no es en absoluto dificil demostrar lo erréneo de las premisas. Pero, ¢por qué no han advertido los propios au- tores tales errores, que a nosotros nos parecen tan evidentes? No es intencién nuestra el culparles: se trata de errores que también han cometido los mejores cientfficos; su causa debe en el hecho de que no les era posible pensar de modo distinto, de que sus ideas se hallaban condicionadas por la época en que vivieron, por la clase a que pertenecian. En la mayor parte de los casos, el problema de las premisas ni siquiera fue plan- teado, y la voz del genial Veselovsky, quien reexaminé repeti- damente premisas y las volvié a estudiar, fue la voz de quien clama en el,desierto. De ello deducimos nosotros la consecuencia de la necesidad de un cuidadoso control de nuestras premisas antes de comen- zar Ia investigacin. Delimitacién de los cuentos maravillosos Pretendemos hallar e indagar las raices histéricas del cuen- to maravilloso. Diremos mas adelante lo que entendemos por (3) _L. Frobenius, Die Weltanschauung der Naturvélker, 1898, p. 242. (4) Para mds detalles, ver: A. I. Nikfforov, Isv. I Otd. AN., t. XXXI, 1926, recensién de la obra El rey y el abad, de V. Anderson, raices histéricas. Antes de hacerlo, es necesario dilucidar la denominacién «

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