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VELOCIDAD MÁXIMA

Un día cualquiera, el que el señor Tompkins decidió ir a una conferencia en la que se


hablaría sobre la teoría de la relatividad de Einstein; pensó que talvez podría aprender
algo al respecto, pero lo único que pudo entender, fue que hay una velocidad máxima, la
de la luz, y que no puede ser dejada atrás por ningún cuerpo material y como la velocidad
de la luz es de 3X105 km/s, los efectos relativistas son inobservables en los eventos de la
vida ordinaria.

Al tratar de imaginar lo anterior el señor Tompkins se fue quedado dormido y al abrir los
ojos observó una ciudad antigua en donde vio pasar a un ciclista que junto con su
bicicleta aparecían muy aplanados y lentos, después de esto a medida que el ciclista
empezó a pedalear mas rápido se fue aplanando mas, entonces el señor Tompkins
entendió que se trataba de la contracción de los cuerpos en movimiento.

El señor Tompkins decidió alcanzar al ciclista para pedirle más detalles así que tomó
una bicicleta y lo siguió; él creía que se iba a ver plano pero no fue así, sin embargo lo
que cambió fue su alrededor, que se acortó y en ese momento entendió la palabra
relatividad. No obstante por más que pedaleaba su velocidad no aumentaba, así se dio
cuenta de que no iba mucho mas deprisa que al principio y supo por qué al ciclista que vio
iba tan despacio, pues recordó que el profesor dijo que era imposible superar la velocidad
de la luz. Cuando pudo alcanzar al ciclista se dio cuenta de que era un joven normal y
pensó que se debía a que no se movía en relación uno del otro; se dio cuenta de que el
reloj del correo había avanzado media hora y el suyo solo cinco minutos. Después de esto
siguió explorando no sin antes ajustar su reloj con el del correo.

Al seguir caminando llego a una estación de ferrocarril y al verificar su reloj vio que de
nuevo había sido menor su avance y concluyó que debía ser otro efecto relativista; en ese
momento vio bajar a un hombre cuarentón que era recibido por una mujer anciana que lo
llamaba “querido abuelo” entonces el señor Tompkins le pregunto que si de verdad el
hombre era abuelo de la mujer a lo que el hombre respondió que si, y que lo que pasaba
es que debido a sus negocios tenia que pasar gran parte de su vida en el tren y por eso
envejecía mas despacio que sus parientes que estaban en la ciudad.

Después de tratar de comprender lo ocurrido, decidió hacer un último intento por


averiguar la verdad, entonces se dirigió hacia un hombre vestido de ferroviario al que
preguntó que quién era el culpable de que los pasajeros del tren envejecieran mas lento
que los que se quedan en la ciudad, a lo que el hombre respondió que él era el culpable
ya que cada vez que el tren reducía su velocidad los pasajeros ganaban edad y que el
maquinista al acelerar el tren también tenia participación en ello. El señor Tompkins le
pregunto que cual era la relación de esto con el echo de que los pasajeros se conservaran
mas jóvenes, entonces el guardafrenos respondió que una vez le preguntó lo mismo a un
profesor de universidad el cual le dijo que era lo mismo que los desplazamientos
gravitacionales hacia el rojo, después de esto el portero lo despertó ya que lo que pasó es
que el señor Tompkins se había quedado dormido.

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