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Las presentes sentencias objeto de este conversatorio, tratan lo

referente a la figura jurídica del matrimonio simulado, el cual, podría


considerarse como la versión viciada del matrimonio en cuanto a cómo
debería ser pero que sin embargo no lo es, dado que los fines que
persiguen las partes con este primero, son completamente ajenos y
equívocos a los del matrimonio.
De conformidad con el art 42 de la Constitución Política, el matrimonio
es uno de los mecanismos mediante el cual se puede constituir la
figura jurídica de la familia, que para esto, se debe realizar, en
principio, cumpliendo los requisitos constitucionales de tener la
decisión libre de dos personas para contraer matrimonio o la voluntad
responsable para conformarla, solemnidades que exige la ley (art 115
C.C) para que se le pueda dar el reconocimiento de dichos efectos
civiles a tal unión, y tanto jurisprudencial como legalmente, que tal
esté exento de causa u objeto ilícito. En referencia al mismo artículo
del código civil, esta figura se caracteriza por la unión personal entre
las partes, por la singularidad y solemnidad

Para el caso de la Sentencia T574 2016, los hechos más relevantes


son:
Proteger la institución jurídica de la familia y con ello, el derecho
fundamental denominado de la misma manera.

El matrimonio es un contrato que, como todo, está ligado a unos


elementos esenciales, naturales y accidentales, a lo cual la corte se
enfoca mas es en la causa y el objeto licito.
4.2. Efectos de la simulación del matrimonio.

Tratándose de la simulación del vínculo nupcial, si se comprueba


judicialmente que los consortes no tenían la intención de que el contrato
produjera efectos, es claro que la acción de prevalencia debe estar
encaminada a revelar esta decisión, es decir, que nada nació a la vida
jurídica; diferente a la simulación relativa, en tanto la declaratoria judicial
buscará que se conozca el verdadero contrato que celebraron o sus
condiciones.
En ambos casos, las consecuencias reconocidas en la sentencia
tendrán efectos retroactivos, en tanto que el pacto simulado
absolutamente implica su inexistencia en todo momento, y el relativo lo
será en los términos del verdadero negocio desde su celebración.
En este entendido, declarar que el vínculo matrimonial contraído entre
los cónyuges fue simulado absolutamente significa que no nació a la vida
jurídica, de donde el estado civil de casado(a) tampoco lo fue, habida
cuenta que en tal caso no hubo la intención de crear o extinguir los
derechos u obligaciones propios de la comunidad de vida, circunstancia
que la diferencia de la anulación nupcial, pues en esta el estado civil se
adquirió, sí nació a la vida jurídica, empero, cesó ante la declaratoria
judicial.
La doctrina, al estudiar el acto simulado y sus efectos, coligió:
...los que realizan el contrato ficticio no quieren el acto ni menos
ninguno de sus efectos; como resultado, no hay concurso real de
voluntades, presupuesto esencial para su nacimiento; por ello
faltando al acto ficto las condiciones esenciales para su constitución,
carece de todo efecto por no haberse llegado a formar, estando
desprovisto de vida jurídica. La envoltura externa que pretende dar
aspecto de realidad del acto, es vacía de contenido por no tener
células; la voluntad de obligarse, el consentimiento real de celebrar
el vínculo obligatorio con objeto de crear, modificar o extinguir
derechos; la fuente de la obligación o causa de su nacimiento, por lo
tanto está ausente(6). 
En conclusión, en materia matrimonial, en este caso el civil, es posible
dar lugar a la simulación del acto nupcial, con efectos ex tunc, sin que
sea dable aplicar por extensión o analogía las consecuencias previstas
para la anulación.

El consentimiento otorgado lo fue para distintos fines a los


mencionados en el  artículo 113 del Código Civil, concluyó que no
hubo voluntad real y cierta de celebrar las nupcias, y por tanto se trata
apenas de una voluntad aparente que no puede estar dirigida a crear
estos trascendentales efectos, por lo cual declaró simulado
absolutamente el contrato matrimonial e hizo los pronunciamientos
consecuenciales para restarle toda eficacia, en decisión que esta Sala
avala sin paliativos, por lo que se impone su confirmación. 

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