Está en la página 1de 13

APELACIÓN DE SENTENCIA DE AMPARO

EXPEDIENTE 2670-2013

CORTE DE CONSTITUCIONALIDAD: Guatemala, veintitrés de enero de dos mil catorce.

En apelación, y con sus antecedentes, se examina la sentencia de veintidós de abril


de dos mil trece, dictada por la Corte Suprema de Justicia, Cámara de Amparo y Antejuicio,
en la acción constitucional promovida por Tejidos Pralin, Sociedad Anónima, por medio de
su Gerente General y Representante Legal, José Antonio Prahl Palma, contra la Sala
Segunda de la Corte de Apelaciones del ramo Civil y Mercantil. La postulante actuó con el
auxilio del abogado Jorge Leonel Franco Morán. Es ponente en este caso el Magistrado
Vocal IV, Mauro Roderico Chacón Corado, quien expresa el parecer de este Tribunal.

ANTECEDENTES

I. EL AMPARO

A) Interposición y autoridad: presentado el diecinueve de julio de dos mil doce, en la


Corte Suprema de Justicia, Cámara de Amparo y Antejuicio. B) Acto reclamado:
sentencia de veintitrés de febrero de dos mil doce, dictada por la Sala Segunda de la Corte
de Apelaciones del ramo Civil y Mercantil que, en alzada, revocó el fallo emitido por el
Juzgado Cuarto de Primera Instancia Civil del departamento de Guatemala que declaró
con lugar el juicio ejecutivo instado por la amparista contra Sandra Eugenia Castillo Castillo
de Pivaral y, como consecuencia, desestimó la ejecución planteada. C) Violaciones que
denuncia: al principio de igualdad procesal. D) Hechos que motivan el amparo: D.1)
Producción del acto reclamado: a) ante el Juzgado Cuarto de Primera Instancia Civil del
departamento de Guatemala, la postulante promovió contra Sandra Eugenia Castillo
Castillo de Pivaral, juicio ejecutivo, acompañando como título, acta notarial que hace
constar el saldo deudor de la ejecutada, contenido en libros de contabilidad, diario y mayor
de la entidad, ahora amparista; b) Luego de la tramitación del proceso, el órgano
jurisdiccional citado dictó sentencia de veintitrés de agosto de dos mil once que declaró con
lugar la ejecución promovida y, como consecuencia, decretó que ha lugar a hacer trance,
remate y pago con los bienes embargados; c) contra la citada decisión, la ejecutada
planteó recurso de apelación, circunstancia en virtud de la cual, la ahora autoridad
impugnada, en alzada, emitió sentencia de veintitrés de febrero de dos mil doce –acto
reclamado– que declaró con lugar la impugnación promovida y revocó la sentencia
apelada. Cómo consecuencia, declaró sin lugar el cobro intentado, con fundamento en que
el título que se pretende ejecutar no acredita la obligación dineraria a cargo del deudor,
argumentando dicho fallo que el notario no estableció que los saldos que le son atribuidos a
la ejecutada, verdaderamente estén reflejados en la contabilidad organizada que debe
llevar el comerciante, desvirtuando con ello el contenido del acta notarial a la que le
atribuye únicamente efectos descriptivos y narrativos. D.2) Agravios que reprocha al acto
reclamado: considera que con la resolución reclamada se viola el derecho de igualdad
porque la Sala impugnada pone en duda la honorabilidad del notario faccionante del acta
notarial que sirve de título ejecutivo, al indicar que aquél no hizo constar los documentos de
soporte de la operación contable, circunstancia apartada de la realidad porque dicha acta
notarial hace constar la deuda que se está ejecutando, documento que llena los requisitos
exigidos en el artículo 327, inciso 5º del Código Procesal Civil y Mercantil. Agregó que el
notario, según el Código de Notariado, no tiene la obligación de examinar meticulosamente
un acto o un hecho porque entonces estaría parcializando su función, en perjuicio de quien
lo contrata; su función, en este caso, es hacer constar un hecho o un acto para lo cual fue
requerido. Concluyó indicando que la autoridad reprochada, en forma oficiosa, consideró
insuficiente el título ejecutivo que acompañó porque la ejecutada únicamente interpuso
excepción de ineficacia del título sin que posteriormente aportara las pruebas pertinentes;
tampoco redarguyó de nulidad el relacionado documento. D.3) Pretensión: solicitó que se
le otorgue amparo y, como consecuencia, se deje sin efecto la resolución que constituye el
acto reclamado y se le restablezca su situación jurídica afectada, ordenándosele a la
autoridad impugnada que declare sin lugar la apelación promovida por la parte ejecutada.
E) Uso de recursos: aclaración y ampliación. F) Casos de procedencia: invocó los
contenidos en los incisos a), b), d) y h) del artículo 10 de la Ley de Amparo, Exhibición
Personal y de Constitucionalidad. G) Leyes violadas: citó los artículos 2º, 4º, 5º, 12, 28,
29, 39, 41, 44 de la Constitución Política de la República de Guatemala; 126, 127, 128, 129,
172, 183, 186, 327 Código Procesal Civil y Mercantil y, 3º de la Ley del Organismo Judicial.

 II. TRÁMITE DEL AMPARO


A) Amparo provisional: no se otorgó. B) Tercera interesada: Sandra Eugenia Castillo
Castillo de Pivaral. C) Remisión de antecedentes: copias certificadas de: a) juicio
ejecutivo un mil cuarenta y uno guión dos mil nueve guión cuatrocientos doce (1041-2009-
412) del Juzgado Cuarto de Primera Instancia del Ramo Civil del departamento de
Guatemala; y, b) apelación cinco guión dos mil doce (5-2012) de la Sala Segunda de la
Corte de Apelaciones del Ramo Civil y Mercantil. D) Prueba: Los antecedentes que
subyacen a la acción constitucional. E) Sentencia de primer grado: la Corte Suprema de
Justicia, Cámara de Amparo y Antejuicio, consideró: “…(la autoridad impugnada) actuó
dentro de sus facultades, emitió su fallo apegado a las constancias procesales y a las
disposiciones preceptuadas en los artículos 610 del Código Procesal Civil y Mercantil; 147
y 148 de la Ley del Organismo Judicial, estableciéndose que no existe ninguna violación a
los derechos denunciados por la amparista, circunstancia que se puede advertir en el
contexto del acto reclamado; especialmente porque hizo un análisis concreto sobre el título
ejecutivo que fue presentado por la amparista dentro del juicio ejecutivo en cuestión, el cual
coincide con la doctrina que Mario Aguirre Godoy sustenta en su libro Derecho Procesal
Civil (tomo II, volumen primero; mil novecientos ochenta y dos; página doscientos
cincuenta y tres) al señalar: (...) por lo que a criterio de este tribunal, la entidad postulante al
pretender cuestionar el razonamiento de la Sala, hace argumentos en cuanto a la
literalidad del artículo 327 inciso 5º del Código Procesal Civil y Mercantil, que preceptúa
(…)no obstante dicha norma tiene una connotación mucho más amplia, de tal manera que
para hacer constar dicho saldo deudor no basta tener a la vista los libros de contabilidad,
siendo necesario también establecer que formalidades llenan los libros de contabilidad
para asegurar que son llevados en forma legal (qué entidad pública los autorizó y el
número de resolución); es necesario que el notario se informe, previamente, en qué
consiste el saldo deudor, como puede determinarse en los libros respectivos y cuáles son
las circunstancias que obligan a la parte acreedora para declarar que el demandado tiene
un saldo a favor de aquella: (…)”. Y resolvió: “(...) DENIEGA, por notoriamente
improcedente, el amparo solicitado por TEJIDOS PRALIN, SOCIEDAD ANÓNIMA contra la
SALA SEGUNDA DE LA CORTE DE APELACIONES DEL RAMO CIVIL Y MERCANTIL y
en consecuencia: a) se condena en costas a la postulante; b) se impone la multa de mil
quetzales al abogado patrocinante, Jorge Leonel Franco Morán, quien deberá hacerla
efectiva en la Tesorería de la Corte de Constitucionalidad, dentro de los cinco días
siguientes a partir de estar firme este fallo, cuyo cobro en caso de incumplimiento, se hará
por la vía legal correspondiente; (…)”
III. APELACIÓN      

La postulante apeló, argumentando que el fallo de primer grado omitió pronunciarse


respecto a que la autoridad impugnada, al emitir la sentencia reclamada, parcializó su
ejercicio a favor de la parte ejecutada, al argumentar deficiencias en el título en que funda
el juicio ejecutivo, que en ningún momento fueron alegadas por la parte ejecutada,
circunstancia que denota clara violación al principio de igualdad procesal.

IV. ALEGATOS EN EL DÍA DE LA VISTA

A) La postulante alegó que Tribunal de Amparo de primer grado efectuó una


interpretación errónea al indicar en el fallo que se apela que la Sala impugnada efectuó un
correcto análisis del título que se pretende ejecutar, circunstancia apartada de la realidad,
porque el acta notarial acompañada sí hace constar la deuda que se está ejecutando y la
misma llena los requisitos exigidos en el artículo 327, inciso 5º, del Código Procesal Civil y
Mercantil. Solicitó que se declare con lugar la apelación instada y, como consecuencia, que
se otorgue el amparo, dejando sin efecto la sentencia reclamada. B) El Ministerio Público
expresó que comparte el criterio sustentado en la sentencia impugnada ya que, en el caso
de mérito, la acción constitucional es improcedente porque ésta no puede constituirse en
un medio de revisión de lo resuelto por los tribunales en la jurisdicción ordinaria, ya que la
autoridad impugnada, al conocer de la apelación planteada, dictó la resolución señalada
como agraviante en el uso de sus facultades legales. C) Sandra Eugenia Castillo Castillo
de Pivaral -tercera interesada-, alegó que el amparo de mérito es improcedente por no
existir agravio de carácter constitucional causado a la amparista. Agregó que se pretende
convertir la presente acción constitucional en una instancia revisora de la jurisdicción
ordinaria. Solicitó que la apelación promovida sea declarada sin lugar.

CONSIDERANDO

---I---

No se ocasiona agravio cuando la autoridad que emitió el acto señalado como


agraviante actuó en el uso de las facultades que la Constitución y las leyes le confieren,
específicamente, al revocar, fundadamente, una ejecución instada, en correcta calificación
de la insuficiencia del título que se pretende ejecutar.

---II---

Tejidos Pralin, Sociedad Anónima promueve amparo contra la Sala Segunda de la


Corte de Apelaciones del ramo Civil y Mercantil y señala como acto reclamado la sentencia
por la que la Sala impugnada revocó la emitida por el Juez Cuarto de Primera Instancia
Civil del departamento de Guatemala y, como consecuencia, declaró sin lugar la ejecución
que la entidad ahora postulante promovió contra Sandra Eugenia Castillo Castillo de
Pivaral.

La postulante centra su expresión de agravios en denunciar que la autoridad


impugnada no tenía facultades para determinar que el título que se pretende ejecutar no
acredita la obligación dineraria a cargo del deudor, además de referir que resiente que se
ponga en duda la honorabilidad del notario faccionante. Asimismo, estima violado su
derecho de igualdad porque las argumentaciones vertidas sobre la ineficacia del título
correspondía efectuarlas a la parte ejecutada y no hacerlos valer de oficio la Sala
cuestionada.

El Tribunal de Amparo de primer grado, en el fallo que se apela, desestimó la


pretensión, al considerar que la autoridad impugnada sí tiene facultades legales para
determinar, incluso en alzada, la eficacia del título, estableciendo que para hacer constar el
saldo deudor no basta que el notario afirme tener a la vista los libros de contabilidad, sino
que es necesario también establecer qué formalidades llenan los libros de contabilidad
para asegurar que son llevados en forma legal; es necesario que el notario se informe,
previamente, en qué consiste el saldo deudor, cómo puede determinarse en los libros
respectivos y cuáles son las circunstancias que obligan a la parte acreedora para declarar
que el demandado tiene un saldo a favor de aquella.

---III---

Como cuestión preliminar, esta Corte estima procedente efectuar análisis de las
actuaciones subyacentes al amparo, a efecto determinar las argumentaciones esgrimidas
por la parte ejecutada que sustentaron su defensa en juicio y la actuación oficiosa que se
endilga a la sala impugnada por la amparista.

En ese sentido, se advierte que la demandada se opuso a la ejecución instada en su


contra planteando excepción de ineficacia del título, expresando que éste no acredita de
manera eficaz el registro contable que establezca el surgimiento de la supuesta deuda.
Agregó que el acta notarial de saldo deudor que se pretende hacer valer no refleja de forma
específica el origen de la supuesta deuda ni cumple con los requisitos legales. La
excepción fue desestimada en primera instancia y la ejecución fue declarada con lugar. La
demandada apeló la sentencia, reiterando en el escrito de interposición de la impugnación,
la ineficacia del título presentado por el ejecutante, alegando que: “…no se consigna con
precisión el registro de estos libros, lo cual de conformidad con la ley deben de ser
debidamente autorizados por la Superintendencia de Administración Tributaria –SAT– y el
Registro Mercantil General de la República, no se consigna además partida ni número de
folio en donde supuestamente está asentada esta supuesta operación contable, por lo que
no precisa con exactitud de donde viene la supuesta deuda que se reclama por lo que
existe ineficacia del título.

 Los argumentos de la apelante antes transcritos permiten concluir a este Tribunal


que la Sala impugnada, al analizar la eficacia del título no actuó en forma oficiosa como lo
denuncia la postulante, más bien, el conocimiento de alzada imponía analizar su eficacia
en virtud de la motivación efectuada en el recurso de apelación.

Establecida la facultad de la Sala reprochada para determinar la eficacia del título,


se estima procedente abordar lo relativo al valor de “actas notariales de saldo deudor”
como títulos ejecutivos. Esta Corte sostuvo en sentencia de veinticuatro de julio de dos mil
doce, dictada en el expediente cuatro mil seiscientos cuarenta y seis –dos mil once (4646-
2011) lo siguiente: “…si bien es cierto que el artículo 186 de la ley procesal civil
mencionada, establece que: “Los documentos autorizados por notario o por funcionario o
empleado público en ejercicio de su cargo, producen fe y hacen plena prueba, salvo el
derecho de las partes de redargüirlos de nulidad y falsedad…”, y que el referido título
ejecutivo no fue impugnado en ese sentido, ello no significa que el saldo deudor hecho
constar ahí por el notario deba tenérsele como cantidad líquida, exigible y de plazo
vencido, pues, el acta notarial a que se hace referencia no sólo debe redactarse conforme
los requisitos exigidos por el artículo 61 del Código de Notariado –lugar, fecha y hora de la
diligencia, el nombre del requirente, nombres de las personas que además intervengan en
el acto, la relación circunstanciada de la diligencia, principalmente–, sino también debe
faccionarse tomando en cuenta el contenido del artículo 368 del Código de Comercio,
relativo a los libros que están obligados a llevar los comerciantes, tales como “…1º.
Inventarios; 2º. De primera entrada o diario; 3º. Mayor o centralizador; y 4º. De estados
financieros…”, los cuales deben estar autorizados por el Registrador General Mercantil de
la República, según lo ordena el artículo 372 de este último Código citado (…). Por su
parte, en sentencia de dieciséis de octubre de dos mil ocho, dictada en el expediente
quinientos dieciocho – dos mil ocho, esta Corte estableció: “…para que un acta notarial
donde conste un saldo deudor posea fuerza ejecutiva, es imprescindible que dicho saldo
sea el reflejo de libros de contabilidad que sean llevados en forma legal. Ello implica no sólo
que tales libros estén autorizados por la autoridad legal correspondiente, sino que se
observen las reglas de contabilidad reconocidas, debiendo existir congruencia en la forma
como se llevan tales libros. De ese modo, el saldo que conste en un libro de balance debe
contar con el correspondiente (sic) los soportes contables en los otros libros de
contabilidad, mismos que generarían la partida de cuentas por cobrar…” En ese mismo
sentido se pronunció este Tribunal en sentencia de trece de noviembre de dos mil doce,
dictada en el expediente tres mil quinientos veintiséis – dos mil doce (3526-2012).

Los criterios anteriormente transcritos permiten concluir a esta Corte que, para que
el acta notarial en que consta saldo deudor produzca plena eficacia como título ejecutivo,
ésta debe redactarse en observancia de requisitos que determinen de manera clara y
evidente para el juzgador, la obligación de pago por el deudor. La ausencia en la inclusión
de los aspectos de los que se ha hecho relación en los fallos transcritos, (tales como: tomar
en cuenta qué tipo de libros se tienen a la vista, de conformidad con el artículo 368 del
Código de Comercio o la resolución de autoridad competente que los autoriza) hace que el
acta notarial acompañada como título no refleje aquella obligación.

En el presente caso, del análisis del acta notarial de saldo deudor en que se fundó la
ejecución subyacente, contenida en el expediente del juicio ejecutivo remitido como
antecedente, se advierte que, en efecto, su redacción carece de los requisitos invocados
previamente, puesto que únicamente consignó: “… me pone a la vista los libros de
contabilidad correspondientes, Libro Diario y Libro Mayor, de la entidad (…) los cuales
reflejan que la señora (…) tiene una deuda consistente en dinero líquido, exigible y de
plazo vencido a favor de (…) que asciende a la cantidad de (…)”. En virtud de lo anterior,
esta Corte considera que la autoridad impugnada, al revocar la sentencia de primer grado
por considerar que el título ejecutivo acompañado no refleja en forma certera los saldos
que le son atribuidos a la ejecutada, según la poca información detallada de la contabilidad
organizada que debe llevar el comerciante, no incurrió en las violaciones denunciadas
porque, como se ha hecho referencia, emitió su razonamiento conforme a sus facultades y,
con base en una debida fundamentación.

Cabe mencionar que dicha decisión, conforme al artículo 335 del Código Procesal
Civil y Mercantil aún es susceptible de ser revisada y modificada por juicio ordinario
posterior, acción revisiva que significa la posibilidad de un nuevo estudio del caso en forma
integral, sin limitaciones. Lo anterior permite concluir que los alcances del juicio ordinario
posterior, en caso proceda, son, como lo establece el artículo 335 del Código Procesal Civil
y Mercantil, los de modificar lo decidido en el juicio ejecutivo. Esa facultad de revisión
desemboca en una posible modificación de lo resuelto en sentencia.

La amparista denuncia en la acción constitucional de mérito que la autoridad


reclamada carecía de facultades para calificar, en alzada el título ejecutivo que acompañó
al juicio, indicando que parcializó su ejercicio a favor de la parte ejecutada por         que las
deficiencias en el título en ningún momento fueron alegadas por la parte ejecutada. No
resultan atendibles las alegaciones precedentes; en primer lugar porque, como ya se vio,
las deficiencias del título sí fueron señaladas por la ejecutada. En segundo término porque
el órgano jurisdiccional que conozca el asunto en alzada, debe, en primer lugar, analizar lo
relativo a la validez del título que se ejecuta y cuyo pronunciamiento del juez a quo está
llamado a revisar, circunstancia indispensable para resguardar el principio de doble grado
de jurisdicción. Por esa razón es que, dentro del estudio que le correspondía realizar al
Tribunal de apelación, este debía calificar la legitimidad e idoneidad del título ejecutivo
presentado y determinar su eficacia para ser reconocido como tal y emitir, posteriormente,
pronunciamiento respecto de cada uno de los argumentos que motivaban la interposición
de dicho medio impugnativo, sea para acogerlo o para desestimarlo, circunstancia que
ocurrió en el caso que se analiza.

Rebate de igual forma la postulante la decisión de la autoridad reclamada al afirmar


que aquella pone en duda la honorabilidad del notario faccionante del acta notarial que
sirve de título ejecutivo al indicar que aquél no hizo constar los documentos de soporte de
la operación contable. Al respecto, es importante indicar que la validez del acta notarial
presentada como título ejecutivo no fue motivo de cuestionamiento. En otros términos, de
esa acta no se objetó su validez como documento público mediante el cual el notario
autorizante da fe de su contenido, en ejercicio de su profesión; la objeción formulada se
hizo, en cambio, para cuestionar la calidad de la relacionada acta notarial como título
ejecutivo, o sea, su eficacia para demandar la ejecución de una obligación. Después de
realizar el análisis respectivo, la Sala impugnada estimó que dicho documento carecía de
validez como título ejecutivo, pues advirtió que no reunía los elementos necesarios para
constituirse como tal y, por su medio, hacer efectivo el cumplimiento, en este caso, de la
deuda reclamada. Por tanto, tampoco es atendible este último señalamiento de la entidad
postulante.

En conclusión, este Tribunal comparte el criterio sustentado en el fallo apelado en


cuanto a que no se produjeron las violaciones denunciadas, circunstancia que provoca que
el amparo solicitado carezca de sustentación para ser acogido.

---IV---

Por las razones anteriormente consideradas, procede confirmar el pronunciamiento


de primera instancia que denegó la presente acción constitucional.

LEYES APLICABLES

Artículos citados y 265, 268 y 272 inciso c), de la Constitución Política de la


República de Guatemala; 8º, 10, 42, 44, 45, 46, 47, 49, 52, 53, 60, 61, 66, 67, 149, 163
inciso c), 185 de la Ley de Amparo, Exhibición Personal y de Constitucionalidad; y 17 del
Acuerdo 4-89 de la Corte de Constitucionalidad.

POR TANTO

La Corte de Constitucionalidad, con base en lo considerado y leyes citadas,


resuelve: I) Sin lugar el recurso de apelación interpuesto por Tejidos Pralin, Sociedad
Anónima -postulante del amparo- y, como consecuencia, se confirma la sentencia
apelada. II) Notifíquese y, con certificación de lo resuelto, devuélvanse los antecedentes.

HÉCTOR HUGO PÉREZ AGUILERA

PRESIDENTE

ROBERTO MOLINA BARRETO            GLORIA PATRICIA PORRAS ESCOBAR

                  MAGISTRADO                                                        MAGISTRADA

ALEJANDRO MALDONADO AGUIRRE             MAURO RODERICO CHACÓN CORADO

                 MAGISTRADO                                                              MAGISTRADO

CARMEN MARÍA GUTIÉRREZ DE COLMENARES        HECTOR EFRAÍN TRUJILLO ALDANA

                        MAGISTRADA                                                        MAGISTRADO

GEOVANI SALGUERO SALVADOR

SECRETARIO GENERAL ADJUNTO

ACLARACIÓN Y AMPLIACIÓN

EXPEDIENTE 2670-2013

CORTE DE CONSTITUCIONALIDAD: Guatemala, diez de febrero de dos mil catorce.

            Se tienen a la vista para resolver las solicitudes de aclaración y ampliación


presentadas por Tejidos Pralin, Sociedad Anónima, por medio de su Gerente General y
Representante Legal, José Antonio Prahl Palma, del falloemitido por esta Corte el veintitrés
de enero de dos mil catorce, dentro del expediente formado por apelación de sentencia, en
el amparo promovido por la ahora compareciente contra la Sala Segunda de la Corte de
Apelaciones del ramo Civil y Mercantil.

ANTECEDENTES
I) DEL PLANTEAMIENTO DEL AMPARO Y RESOLUCIÓN DE PRIMER GRADO: La
postulante promovió amparo contra la Sala Segunda de la Corte de Apelaciones del ramo
Civil y Mercantil, señalando como acto reclamado la sentencia por la que la Sala
impugnada revocó la emitida por el Juez Cuarto de Primera Instancia Civil del
departamento de Guatemala y, como consecuencia, declaró sin lugar la ejecución que
promovió contra Sandra Eugenia Castillo Castillo de Pivaral.
La Corte Suprema de Justicia, Cámara de Amparo y Antejuicio, dictó sentencia de
veintidós de abril de dos mil trece,  que desestimó la pretensión, al considerar que la
autoridad impugnada sí tenía facultades legales para determinar, incluso en alzada, la
eficacia del título, estableciendo que para hacer constar el saldo deudor no basta que el
notario afirme tener a la vista los libros de contabilidad, sino que es necesario también
establecer qué formalidades llenan los referidos libros para asegurar que se encuentran de
conformidad con la ley.
II) DE LA APELACIÓN PROMOVIDA  Y LA SENTENCIA DE SEGUNDO GRADO:
Inconforme con lo resuelto, la entidad accionante apeló. En tal virtud, esta Corte dictó
sentencia de veintitrés de enero de dos mil catorce, en la que declaró sin lugar la
impugnación promovida por la ahora recurrente, confirmando el fallo venido en grado, al
considerar que la Sala impugnada, al analizar la eficacia del título no actuó en forma
oficiosa como lo denunció la postulante, ya que el conocimiento de alzada imponía analizar
su eficacia en virtud de la motivación efectuada en el recurso de apelación que interpuso la
ejecutada.  

III) DE LOS ARGUMENTOS DE LA ACLARACIÓN Y LA AMPLIACIÓN: La compareciente


requiere que se explique por qué se estimó que la autoridad impugnada no actuó de forma
oficiosa, indicando que en el juicio subyacente, la demandada nunca aportó prueba para
sustentar su pretensión respecto a la declaratoria de ineficacia del título ejecutivo que
presentó. Asimismo, pretende que se indique por qué se estima que la ejecutada sí señaló
los defectos del título, pese a que no aportó prueba alguna para acreditar tal
deficiencia.        

CONSIDERANDO

–I–
            De conformidad con el artículo 70 de la Ley de Amparo, Exhibición Personal y de
Constitucionalidad, cuando los conceptos de un auto o de una sentencia sean obscuros,
ambiguos o contradictorios, podrá pedirse que se aclaren. Si se hubiere omitido resolver
alguno de los puntos sobre los que versare el amparo, podrá solicitarse la ampliación  

– II –

            La aclaración, según la norma invocada en el considerando anterior, tiene por


finalidad corregir las ambigüedades, contradicciones y obscuridades que los términos de
un mismo fallo tengan entre sí, de lo contrario, no es viable para que, por su medio se
expliquen los razonamientos a los que, en forma clara arribó el tribunal en el fallo decisorio.
Se constata que las   argumentaciones  de la recurrente son las mismas a las vertidas en la
acción constitucional instada –facultad del tribunal de alzada de revisar un título ejecutivo–,
las cuales fueron abordadas en la sentencia que se analiza,  sin que existan en ella
conceptos ambiguos, obscuros o contradictorios que ameriten su aclaración.

            En cuanto a la ampliación requerida, esta Corte advierte que no se ha dejado de


resolver punto alguno sobre los que versó el amparo, razón por la cual las solicitudes que
se conocen deben ser declaradas sin lugar.

LEYES APLICABLES

            Artículo citado, 267, 268 y 272, inciso a), de la Constitución Política de la República
de Guatemala; 7º, 71, 149, 163, inciso a) y 185 de la Ley de Amparo, Exhibición Personal y
de Constitucionalidad.

POR TANTO

            La Corte de Constitucionalidad con base en lo considerado y leyes citadas resuelve:


I) Sin lugar las solicitudes de aclaración y ampliación presentadas por Tejidos Pralin,
Sociedad Anónima, por medio de su Gerente General y Representante Legal, José Antonio
Prahl Palma de la sentencia emitida por esta Corte el veintitrés de enero de dos mil catorce.
II) Notifíquese.

 
HÉCTOR HUGO PÉREZ AGUILERA
PRESIDENTE

ROBERTO MOLINA BARRETO                                                          GLORIA PATRICIA PORRAS ESCOBAR

             MAGISTRADO                                                                                               MAGISTRADA

ALEJANDRO MALDONADO AGUIRRE                                          MAURO RODERICO CHACÓN CORADO

              MAGISTRADO                                                                                       MAGISTRADO

CARMEN MARÍA GUTIÉRREZ DE COLMENARES                              HÉCTOR EFRAÍN TRUJILLO ALDANA

                        MAGISTRADA                                                                                  MAGISTRADO

GEOVANI SALGUERO SALVADOR

SECRETARIO GENERAL ADJUNTO

También podría gustarte