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APUNTES DE LENIN

I. LA CONCENTRACION DE LA PRODUCCION


Y LOS MONOPOLIOS

El incremento de la industria y el rápido proceso de concentración de la producción en empresas


cada vez más grandes, es una de las particularidades más características del capitalismo.

En Alemania, en 1882; tres de cada mil empresas industriales eran empresas grandes: contaban
con más de 50 obreros. De cada cien obreros les correspondían, respectivamente, 22. Pero la
concentración de la producción es mucho más intensa que la de los obreros.

El capital monetario y los bancos, como veremos, hacen todavía más aplastante este predominio
de un puñado de grandes empresas, millones de pequeños, medianos e incluso una parte de los
grandes "patronos" se hallan sometidos a unos pocos centenares de financieros millonarios.

Marx había demostrado, por medio del análisis teórico e histórico del capitalismo, que la libre
concurrencia engendra la concentración de la producción, y que dicha concentración, en un
cierto grado de su desarrollo, conduce al monopolio. Los hechos demuestran que las diferencias
entre los diversos países capitalistas, condicionan únicamente diferencias no esenciales en la
forma de los monopolios o en el momento de su aparición, pero que el engendramiento del
monopolio por la concentración de la producción es una ley general y fundamental de la fase
actual de desarrollo del capitalismo.

El capitalismo, en su fase imperialista conduce de lleno a la socialización de la producción en


sus más variados aspectos; arrastra a los capitalistas a un cierto nuevo régimen social, de
transición entre la plena libertad de concurrencia y la socialización completa. La producción
pasa a ser social, pero la apropiación continúa siendo privada. Los medios sociales de
producción siguen siendo propiedad privada de un número reducido de individuos. 

II. LOS BANCOS Y SU NUEVO PAPEL

La operación fundamental de los bancos consiste en servir de intermediarios para los pagos. En
relación con ello, los bancos convierten el capital monetario inactivo en activo, esto es, que
rinde beneficio; reúnen toda clase de ingresos metálicos y los ponen a disposición de la clase de
los capitalistas.

A medida que van desarrollándose los bancos y que va acentuándose su concentración en un


número reducido de establecimientos, de modestos intermediarios que eran antes, se convierten
en monopolistas omnipotentes que disponen de casi todo el capital monetario de todos los
capitalistas y pequeños patronos, así como de la mayor parte de los medios de producción y de
las fuentes de materias primas de uno o de varios países. Esta transformación de los numerosos
y modestos intermediarios en un puñado de monopolistas constituye uno de los procesos
fundamentales de la transformación del capitalismo en imperialismo capitalista.

Los grandes bancos, no sólo absorben directamente a los pequeños, sino que los incorporan y
subordinan, los incluyen en su grupo.

"Los bancos crean en escala social la forma de la contabilidad general y de la distribución


general de los medios de producción", escribía Marx, hace medio siglo, en "El Capital".
La "Contabilidad general" de toda la clase de los capitalistas y aun no sólo de los capitalistas, se
da cuando los bancos recogen, toda clase de ingresos monetarios de los pequeños propietarios,
de los funcionarios, de la reducida capa superior de los obreros, etc. Por su contenido, esa
distribución de los medios de producción no es "general", ni mucho menos, sino privada, esto
es, conforme a los intereses del gran capital, y, en primer lugar, del capital monopolista más
grande, el cual obra en unas condiciones en las que la masa de la población vive
semihambrienta; condiciones en las que todo el desarrollo de la agricultura se retrasa
irremediablemente con respecto al de la industria, una parte de la cual, la "industria pesada",
percibe un tributo de todas las demás ramas industriales.

III. EL CAPITAL FINANCIERO Y LA


OLIGARQUIA FINANCIERA

El imperialismo es la fase monopolista del capitalismo.

Conviene dar una definición del imperialismo con sus cinco rasgos fundamentales:

1) la concentración de la producción y del capital llegada hasta un grado tan elevado de


desarrollo que ha creado los monopolios, que desempeñan un papel decisivo en la vida
económica;

2) la fusión del capital bancario con el industrial y la creación, sobre la base de este "capital
financiero", de la oligarquía financiera;

3) la exportación de capital, a diferencia de la exportación de mercancías, adquiere una


importancia particular;

4) la formación de asociaciones internacionales monopolistas de capitalistas, las cuales se


reparten el mundo, y

5) la terminación del reparto territorial del mundo entre las potencias capitalistas más
importantes.

El imperialismo es el capitalismo en la fase de desarrollo en la cual ha tomado cuerpo la


dominación de los monopolios y del capital financiero.

Lo característico del imperialismo no es justamente el capital industrial, sino el capital


financiero.

Lenin y la libertad de crítica


Busca ir en contra de que el Marxismo se vuelva dogmático, transformar el partido de la revolución social
en un partido democrático de reformas sociales.
Buscaba que la socialdemocracia revolucionaria diese un viraje decisivo hacia el socialreformismo burgués.
La nueva tendencia "crítica", surgida en el seno del socialismo, es una nueva variedad del oportunismo. Y si
juzgamos a los hombres por sus actos y por la clase de propaganda que llevan a la práctica, veremos
claramente que la "libertad de crítica" es la libertad de la tendencia oportunista, la libertad de hacer de la
socialdemocracia un partido demócrata de reformas, la libertad de introducir en el socialismo ideas
burguesas y elementos burgueses.
Bajo la bandera de la libertad de trabajo se ha despojado a los trabajadores.
Sin teoría revolucionaria, no puede haber tampoco movimiento revolucionario. Para la socialdemocracia
rusa, la importancia de la teoría es mayor aún, debido a tres circunstancias que se olvidan con frecuencia:
primeramente, nuestro Partido sólo ha empezado a formarse, dista mucho de haber ajustado sus cuentas
con las otras tendencias del pensamiento revolucionario, que amenazan con desviar el movimiento del
camino justo.
En segundo lugar, el movimiento socialdemócrata es internacional. Significa también que el movimiento
incipiente en un país joven, únicamente puede desarrollarse con éxito a condición de que haga suya la
experiencia de otros países. Para ello es necesario saber asumir una actitud crítica frente a esta experiencia
previa en oros países y comprobarla por sí mismo.

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