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AUTO PUESTA EN PELIGRO

II.- AL AMPARO DEL ARTÍCULO 350 INCISO 1, LITERAL D, SOLICITAMOS


EL SOBRESEIMIENTO POR LO SIGUIENTE.

2.1.- Al amparo de lo que prescriben los Art. 350 1.d° y Art. 344 inciso 2, Literal A,
del Código Procesal Penal, PROCEDO A DEDUCIR SOBRESEIMIENTO, en el
extremo de la formalización de investigación preparatoria, que atribuye: presunto
delito de Lesiones Culposas Graves y homicidio culposo.

El efecto jurídico específico es lograr que vuestro juzgado, declare fundada el


SOBRESEIMIENTO, y se dicte el Archivo Definitivo.

2.2.- FUNDAMENTOS. -

El Ministerio Publico señala en su requerimiento acusatorio y como elementos de


convicción el informe N° 018-2019-IX-
MAGREPOLA/REGPOLAQP/DIVOPSCOMSEC-CH-SIAT, informe que no es
concluyente puesto que señala que el factor predominante es el operativo de la
UT1 conducido por ANTONIO DALTON FLORES LLERENA, al desplazar su
unidad con exceso de confianza y una velocidad no adecuada (…) dicho informe
no contempla cual sería la velocidad máxima y mínima permitida en dicha ruta del
accidente de tránsito, además de otras inconsistencias que se analizaran en dicha
audiencia, En ese orden de ideas se debe declarar fundada el sobreseimiento de
la causa.
El representante del Ministerio público, no reconoce y/o valoro que tal
circunstancia (comportamiento del agraviado) significó una exposición de su
propia integridad física y concurrió a la imprudente acción del encausado,
contribuyendo con el resultado dañoso verificado; sin embargo, el hecho que el
agraviado se haya encontrado en viajando sin cinturón de seguridad del vehículo o
haya infringido otras normas del Reglamento de Tránsito, por las circunstancias
establecidas en lo detallado anteriormente hace posible considerar que se trató de
una circunstancia absolutamente imprevisible para el encausado. Asimismo, ello
implica admitir que nos encontramos frente a un caso de autopuesta en peligro
de la víctima excluyente del tipo, en tanto el autor creó un riesgo prohibido que
fue el factor predominante en el accidente al encontrarse bajo el control de la
fuente de peligro. Sin embargo, no puede dejar de admitirse la concurrencia de
culpas de autor y victima en el grave resultado dañoso. Al respecto el profesor Luis
Diez Picazo señala que “en todos aquellos casos en que puede
hablarse, siguiendo la terminología de Jakobs, de competencia de la víctima se
produce una causa de exclusión de la imputación objetiva y, por consiguiente, el
resultado dañoso no es imputable al sujeto sino a la víctima del daño Hay
supuestos, sin embargo en que sin concurrir la condición necesaria para poder
hablar de competencia de la víctima, tanto el comportamiento de ata, como el de
la otra parte, han sido condición del daño y en ambas puede establecerse un juicio
de culpabilidad. La jurisprudencia ha entendido que en estos casos debe
procederse a una graduación de las respectivas culpas, de manera que con ello
se reduzca, proporcionalmente, el deber de indemnizar…” (Luis Diez Picazo,
Derecho de Danos, Ed. Civitas, Madrid, dos mil, trescientos sesenta y seis y
trescientos sesenta y siete. En efecto, el descuido de ambos intervinientes
contribuyó a la generación del resultado dañoso, siendo contributivo la
inobservancia de reglas de cuidado por parte del procesado y el agraviado, con lo
cual se incrementó el riesgo permitido en el tráfico rodado, siendo tal circunstancia
la causa principal de la lesión con el agraviado, y por otro lado, la disminución de
facultades de la víctima producto de viajar sin el cinturón de seguridad en un lugar
no permitido por ley, resulta un factor contribuyente a la gravedad de la lesión
sufrida, pues se considera que la capacidad de reacción y facultades de
protección frente a la operancia del conductor hubieran sido diferentes: si el
agraviado hubiera viajado con su cinturón de seguridad vehicular-, o, en todo
caso, reducir la gravedad de la lesión – considerando que el agraviado hubiese
podido utilizar reglamentariamente -.Tal situación, conlleva a la disminución de la
responsabilidad, la pena y la reparación civil del inculpado, sopesado con su
conducta post delictiva como circunstancia agravante de la pena, al incidir en
grado de prevención del delito. En el presente caso el encausado colaboro desde
el principio en las investigaciones.

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