Uno de los usos principales y más importantes que tiene el carbón, es la
generación de electricidad, la producción de acero, fabricación de cemento y generación de combustible líquido. Esto debido a que el carbón es un combustible fósil que resulta de una serie de transformaciones de restos vegetales que se encuentran en lugares pantanosos lagunas y deltas fluviales.
HISTORIA DEL CARBÓN
No se sabe muy bien, pero parece que, de forma conocida, el carbón mineral empezó a utilizarse como combustible en China, hace unos 2000 años. También se dice que los ingleses conocieron su uso por aquella época y que de ellos aprendieron los romanos. El antiguo mundo no conoció, o no utilizó, el carbón mineral. Por el contrario, sí existen referencias muy antiguas del uso del carbón vegetal que, como se ha dicho, se obtiene por calentamiento de la madera en ausencia de oxígeno. Se tienen datos de que a partir del siglo XI el carbón mineral ya se utilizaba en Inglaterra, y en el siglo XIII los ingleses lo explotaban y lo transportaban en barcos a Londres y otros puntos de consumo para producir calor. Existe un manuscrito (la Crónica Sajona) donde se menciona el uso de carbón para uso doméstico y se tienen datos oficiales de una concesión de explotación, en forma de privilegio concedido en 1259 por Enrique II a los habitantes de Newcastle, para hacer excavaciones con objeto de extraer carbón de los campos de su castillo. Fue en la Inglaterra de Isabel I (1558-1603) cuando se empezó a utilizar con mayor asiduidad el carbón que se sacaba de las minas de Newcastle y Cardiff. No obstante, durante una época el carbón fue denostado en Inglaterra y sometido a impuestos, ya que no había necesidad de él en una sociedad de vida sencilla y con abundantes bosques. En el siglo XVIII se descubrieron en Norteamérica los grandes yacimientos de carbón y su consumo empezó a ser imparable. Se sabe que a pequeña escala lo habían utilizado los indios Hopi, en la actual Arizona. El siglo XIX consolidó la generalización de la extracción y consumo de carbón utilizado para el desarrollo industrial de los países y el ferrocarril. La primera Guerra Mundial consolidó al carbón como principal fuente de energía, aunque posteriormente (poco antes de la segunda Guerra Mundial) el petróleo sustituyó al carbón en ese papel preponderante como fuente de energía. Sin embargo, al final de la década de los setenta (siglo XX), con la denominada crisis del petróleo, el carbón representó más del 25% de la demanda de energía primaria mundial. A partir de los años ochenta (siglo XX), y hasta nuestros días, la importancia del carbón es indiscutible; y aunque existe una tendencia a disminuir su participación relativa en el conjunto de fuentes de energía de los países más avanzados, esto no ocurre en los que están en vías de gran desarrollo industrial, como China, India, Brasil, entre otros. En la actualidad, desde una perspectiva general, puede decirse que los países avanzados que tienen grandes reservas de carbón mantienen su consumo tratando de utilizar tecnologías más limpias y eficientes, compatibilizando su uso con energías renovables, gas natural, etcétera. En algunos países, entre los que se encuentra España, actualmente existe un rechazo social importante a la energía nuclear, y mientras que no se resuelva el problema de generación de energía no contaminante, dominada tecnológicamente por el hombre, segura y que esté disponible en cantidades suficientes el carbón será necesario y se seguirá utilizando.
¿Cómo se convierte el carbón en electricidad?
El carbón térmico se utiliza en las centrales eléctricas para generar electricidad. Las primeras centrales eléctricas convencionales de combustión de carbón utilizaban carbón grueso, que se quemaba en la parrilla de una caldera para generar vapor. En la actualidad, el carbón se muele primero para conseguir un polvo fino, lo que aumenta el área de superficie, haciendo que se queme más rápidamente. En estos sistemas de combustión de carbón pulverizado (PCC), el carbón en polvo se insufla a la cámara de combustión de una caldera en donde se quema a una alta temperatura. Los gases calientes y la energía calorífica producida convierten el agua, que pasa por unos tubos que rodean la caldera, en vapor. El vapor de alta presión es conducido hasta la turbina, que contiene miles de aspas tipo propulsor. Haciendo que el eje de la turbina gire a gran velocidad. Puesto que hay un generador montado en un extremo del eje de la turbina y consta de varias bobinas de cable. La electricidad se genera cuando estas bobinas giran rápidamente en un campo magnético fuerte. Después de pasar por la turbina, el vapor se condensa y regresa a la caldera para volver a ser calentado. La importancia de la electricidad en nuestras vidas Para todos los que viven en grandes ciudades o zonas urbanas, la vida sin energía eléctrica es simplemente inimaginable. Se ha convertido en una comodidad y una necesidad para llevar el modo de vida actual, por eso se hace necesario contar con una buena instalación, aplicarle el mantenimiento adecuado y contar siempre con buenos materiales.